La votación en el Consejo de Seguridad de la ONU fue de 10 votos favorables y 5 abstenciones. No ha habido ningún voto en contra. Entre las abstenciones estaban Rusia China, y Alemania. Sin embargo, ni Rusia ni China aplicaron su poder de veto. En cuestión de pocas horas pueden intervenir las fuerzas en Libia.
Habrá intervención militar inmediata en Libia.El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado una resolución que permite el uso de la fuerza para imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia y para proveer asistencia y protección a la población civil de ese país.
El texto aceptado por la mayoría del máximo órgano ejecutivo de la ONU sirve de base para un ataque militar sobre el territorio controlado por Muamar el Gadafi y sobre las fuerzas que le apoyan y sus medios de defensa, lo que podría ocurrir de forma inminente.
En Bengasi, la ciudad cercada por las tropas de Gadafi y a la espera de ser salvada por la comunidad internacional, se ha celebrado la votación con vítores.
La resolución, que "autoriza a los estados miembros a tomar todas las medidas necesarias" para impedir el vuelo de los aviones de Gadafi y asistir a los civiles, ha sido respaldado por 10 votos a favor y cinco abstenciones, las de 2 países con derecho de veto, Rusia y China, más las de Alemania, India y Brasil.
Un portavoz del Pentágono manifestó que Estados Unidos dispone ya de recursos militares en el Mediterráneo como para actuar de inmediato, lo que aún podría permitir retrasar o abortar el intento de las tropas de Gadafi de apoderarse de la ciudad de Bengasi, bastión de los rebeldes desde el comienzo de este alzamiento. También Francia parece preparar acciones rápidas.
El ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, que ha participado personalmente en los debates del Consejo de Seguridad en Nueva York, ha declarado en la reunión que sería necesario responder "en cuestión de días o de horas porque la situación en Bengasi no admite demora".
Incluso si esta resolución llegase demasiado tarde como para impedir la caída de Bengasi, la segunda mayor ciudad de Libia, puede servir aún para debilitar enormemente la maquinaria militar del régimen libio y permitir a los rebeldes libios recuperar recursos y territorio.
Así como una anterior resolución del Consejo, que remitía la brutalidad del Gobierno libio al juicio del Tribunal Internacional de La Haya e imponía un embargo de armas y un bloqueo de fondos en el exterior, suponía el completo aislamiento de Gadafi, la de esta noche permite pasar a la acción y ayudar a la oposición de forma concreta y drástica.
Al recibir luz verde de la ONU para hacer cumplir la zona de exclusión aérea y proteger a los civiles mediante el uso de la fuerza, si es necesario, la comunidad internacional tiene la oportunidad de intervenir en Libia contundentemente, con los medios militares que se crean convenientes para cumplir esa misión.
USA, que ya cuenta con barcos militares en la zona y es el país líder de la OTAN, se resiste esta vez a asumir el papel de principal o único protagonista. Aterrorizado por el riesgo de verse envuelto en otra guerra en un país árabe, Barack Obama ha dejado claro en los últimos días que considera que esta misión debería ser cumplida, principalmente, por los países vecinos, es decir por los europeos y los árabes, que son también los que más intereses inmediatos tienen en Libia.