Nick Griffin, líder del Partido Nacional Británico de tendencia nazifascista.
El líder del Partido Nacional Británico (BNP, por sus siglas en inglés), Nick Griffin, de marcada orientación ultraderechista, utilizó su aparición en el programa de debate político de BBC1 Question Time para criticar al Islam y defender a un antiguo jefe del estadounidense Ku Klux Klan.
Poco antes de la grabación del programa, en el exterior del centro de producción de la BBC en el oeste de Londres, centenares de manifestantes antifascistas se enfrentaron acon la policía.
También algunos políticos se mostraron en contra de la presencia de Griffin en la televisión pública.
El secretario de Estado para Gales, Peter Hain, aseguró que la cadena británica había legitimado el "veneno racista" del BNP permitiendo que su líder hablara en pantalla.
División de opiniones
"Ésta ha sido una semana catastrófica para el BNP porque por primera vez, sus puntos de vista han sido examinados de manera adecuada", apuntó uno de los participantes en el debate, el secretario de Justicia, Jack Straw.
En la misma línea se manifestaron representantes del resto de partidos británicos.
"El BNP no tiene más contenido político que el del odio a ciertos grupos de personas", sugirió SayeedaWarsi, del partido Conservador.
Por su parte, el grupo ultraderechista acusó al programa televisivo de haber servido de vehículo para atacar sus postulados políticos.
"No fue un Question Time normal. Fue más bien un 'vamos a atacar a Nick Griffin'", indicó el líder del BNP.
En este sentido, los abucheos por parte de la audiencia se sucedieron desde que Griffin entró en el estudio de grabación.
La audiencia responde
Durante el programa, se abordaron algunos de los temas que han llevado al BNP al centro de la polémica.
Un miembro de la audiencia preguntó a Griffin por qué describió al Islam como una "fe mala y viciada".
"El Islam no encaja en los valores fundamentales de la sociedad británica, como la libertad de expresión, la democracia y la igualdad de derechos de las mujeres", contestó el político de extrema derecha.
Las referencias de Griffin a los "indígenas británicos" –una expresión que ya había utilizado anteriormente- llevaron a otros participantes en el debate a pedirle que aclarara si se refería o no a los británicos blancos.
"Nosotros somos los aborígenes aquí", indicó Griffin, que añadió que el color era "irrelevante".
Sin embargo, el político ultraderechista culpó a la "élite política" de "imponer un enorme experimento multicultural al pueblo británico".
Ante las acusaciones de haber mantenido encuentros con un ex jefe del Ku Klux Klan, el líder del BNP se excusó asegurando que se trataba de una persona "casi por completo no violenta".
Reacciones
Mientras el programa era grabado en los estudios de la BBC, en la calle, centenares de personas continuaban las protestas contra el partido anti-inmigración.
Según la policía, seis manifestantes fueron detenidos y tres agentes resultaron heridos en los enfrentamientos.
Este viernes, la intervención de Griffin en la BBC y las protestas que levantó, ocuparon las primeras planas de todos los diarios británicos.
David Aaranovitch, del periódico The Times, aseguró en su columna que el líder del BNP "demostró que más que un nazi temible, es un chiflado".
Por otro lado, The Guardian mostró su desacuerdo con la decisión de la BBC de emitir el programa. "Se confundió el ultra-relativismo con una defensa adecuada de la libertad de expresión", concluyó el rotativo.
"Bautismo de fuego de Griffin en la BBC" fue el titular del matutino The Independent, mientras que The Sun acusó al político ultraderechista de "ofender a la audiencia".
Poco antes de la grabación del programa, en el exterior del centro de producción de la BBC en el oeste de Londres, centenares de manifestantes antifascistas se enfrentaron acon la policía.
También algunos políticos se mostraron en contra de la presencia de Griffin en la televisión pública.
El secretario de Estado para Gales, Peter Hain, aseguró que la cadena británica había legitimado el "veneno racista" del BNP permitiendo que su líder hablara en pantalla.
División de opiniones
"Ésta ha sido una semana catastrófica para el BNP porque por primera vez, sus puntos de vista han sido examinados de manera adecuada", apuntó uno de los participantes en el debate, el secretario de Justicia, Jack Straw.
En la misma línea se manifestaron representantes del resto de partidos británicos.
"El BNP no tiene más contenido político que el del odio a ciertos grupos de personas", sugirió SayeedaWarsi, del partido Conservador.
Por su parte, el grupo ultraderechista acusó al programa televisivo de haber servido de vehículo para atacar sus postulados políticos.
"No fue un Question Time normal. Fue más bien un 'vamos a atacar a Nick Griffin'", indicó el líder del BNP.
En este sentido, los abucheos por parte de la audiencia se sucedieron desde que Griffin entró en el estudio de grabación.
La audiencia responde
Durante el programa, se abordaron algunos de los temas que han llevado al BNP al centro de la polémica.
Un miembro de la audiencia preguntó a Griffin por qué describió al Islam como una "fe mala y viciada".
"El Islam no encaja en los valores fundamentales de la sociedad británica, como la libertad de expresión, la democracia y la igualdad de derechos de las mujeres", contestó el político de extrema derecha.
Las referencias de Griffin a los "indígenas británicos" –una expresión que ya había utilizado anteriormente- llevaron a otros participantes en el debate a pedirle que aclarara si se refería o no a los británicos blancos.
"Nosotros somos los aborígenes aquí", indicó Griffin, que añadió que el color era "irrelevante".
Sin embargo, el político ultraderechista culpó a la "élite política" de "imponer un enorme experimento multicultural al pueblo británico".
Ante las acusaciones de haber mantenido encuentros con un ex jefe del Ku Klux Klan, el líder del BNP se excusó asegurando que se trataba de una persona "casi por completo no violenta".
Reacciones
Mientras el programa era grabado en los estudios de la BBC, en la calle, centenares de personas continuaban las protestas contra el partido anti-inmigración.
Según la policía, seis manifestantes fueron detenidos y tres agentes resultaron heridos en los enfrentamientos.
Este viernes, la intervención de Griffin en la BBC y las protestas que levantó, ocuparon las primeras planas de todos los diarios británicos.
David Aaranovitch, del periódico The Times, aseguró en su columna que el líder del BNP "demostró que más que un nazi temible, es un chiflado".
Por otro lado, The Guardian mostró su desacuerdo con la decisión de la BBC de emitir el programa. "Se confundió el ultra-relativismo con una defensa adecuada de la libertad de expresión", concluyó el rotativo.
"Bautismo de fuego de Griffin en la BBC" fue el titular del matutino The Independent, mientras que The Sun acusó al político ultraderechista de "ofender a la audiencia".