2/10/20

5 CLAVES PARA ENTENDER LA INVASION DE IRAK A KUWAIT Y SUS CONSECUENCIAS.



El 2 de agosto de 1990, el Ejército de Irak invadió Kuwait. Esta acción dio inicio a una de las guerras más cruentas en Medio Oriente que involucró a Estados Unidos y a sus aliados, tanto occidentales como a vecinos del país gobernado por Saddam Hussein



Soldados franceses del regimiento de infantería de la Legión Extranjera visten equipo para guerra química el 26 de octubre de 1990 en el desierto de Arabia Saudita. 




Tropas británicas usando trajes contra agentes químicos en el desierto saudí durante la Operación Tormenta del Desierto de agosto de 1990. 



En esta foto de archivo tomada el 28 de agosto de 1990, los tanques del Ejército de EE.UU. De la 24 División de Infantería participan en maniobras militares en Arabia Saudita.


Un caza de la marina parte del portaaviones USS Independence, el 6 de septiembre de 1990, en el área del Golfo. 



Soldados del ejército francés forman junto a sus vehículos blindados, el 23 de agosto de 1990 en Yibuti. 



Los soldados franceses del primer regimiento de paracaidistas entrenan con equipos antimicrobianos en el desierto de los Emiratos Árabes Unidos, el 9 de septiembre de 1990.


Los marines franceses con máscaras antigás y detectores de veneno químico toman la posición de disparo durante ejercicios militares, el 23 de agosto de 1990 en Yibuti. 



En esta foto de archivo tomada el 28 de agosto de 1990, helicópteros tipo Puma de las fuerzas armadas francesas aterrizan en la cubierta del portaaviones francés Clemenceau.


Un recluta voluntario de los Emiratos Árabes Unidos escucha las indicaciones sobre el funcionamiento de un lanzador de misiles el 25 de agosto de 1990 en Abu Dhabi.



Fotografía tomada el 28 de agosto de 1990 que muestra a soldados estadounidenses de la 24a división de infantería descargar tanques en una base de Arabia Saudita unos días después de que el ejército iraquí ingresara a Kuwait. 



Foto tomada el 23 de agosto de 1990 que muestra a soldados estadounidenses del 4to Regimiento de Marines simulando un contraataque durante una operación de entrenamiento en el desierto de Arabia Saudita. 



Foto tomada el 23 de agosto de 1990 que muestra a los soldados estadounidenses del 4to Regimiento de Marines ayudarse mutuamente a vestirse con equipos anti-químicos durante un entrenamiento en el desierto de Arabia Saudita pocos días después de que el ejército iraquí ingresó a Kuwait.



Un oficial saudí se pone un traje de guerra anti-químico durante un entrenamiento el 29 de agosto de 1990 en Dhahran.



Fotografía tomada el 5 de setiembre de 1990 en el campamento de refugiados "Km 15", cerca de la frontera entre Jordania e Irak, que muestra a los refugiados esperando la distribución de alimentos proporcionados por organizaciones humanitarias internacionales. 



Esta foto tomada el 17 de agosto de 1990 muestra una vista general del puesto de control fronterizo Irak-Jordania abarrotado de automóviles y autobuses mientras miles de extranjeros huyen de la guerra en Irak y Kuwait. 



Foto tomada el 28 de agosto de 1990 que muestra a soldados estadounidenses transfiriendo un misil a un carro para armar a 15 aviones de combate en una base de Arabia Saudita unos días después de que el ejército iraquí ingresara a Kuwait. 



El presidente de Irak, Saddam Hussein (izquierda), el 28 de enero de 1990 en El Cairo junto a su homólogo egipcio egipcio Hosni Mubarak. 

Varias disputas enfrentaron a ambos países, incluyendo la delimitación de fronteras, un tema espinoso que había quedado en suspenso desde la independencia de Kuwait, en 1961.


Además, Irak acusaba al emirato de “inundar deliberadamente” el mercado petrolero, provocando que los precios bajaran.

Irak reclamó que el emirato anulara la deuda que había contraído durante su guerra contra Irán (1980-1988) al considerar que, al librar ese conflicto, había defendido a Kuwait y al resto de países del Golfo.

El 20 de julio, la Liga Árabe y Arabia Saudita iniciaron mediaciones para desatascar la crisis, pero estas fracasaron y los diálogos entre Irak y Kuwait quedaron suspendidos el 1 de agosto.




Un refugiado egipcio y su familia huyen de la invasión iraquí de Kuwait el 9 de agosto de 1990. 
2.- Invasión -

El 2 de agosto llegó la invasión: “Las tropas iraquíes empezaron a las 02H00 (23H00 GMT) a violar nuestras fronteras norte, a penetrar en el territorio kuwaití y a ocupar posiciones en el interior” del país, anunció Radio-Kuwait.

Más tarde, la radio instó a los kuwaitíes a “defender su tierra, su arena y sus dunas”.

Las unidades kuwaitíes y el ejército iraquí se enfrentaron con armas pesadas en el centro de la ciudad de Kuwait.

Pero, frente a los 100.000 soldados iraquíes y sus 300 tanques, el ejército kuwaití, de 16.000 efectivos, se vio desbordado. La capital fue ocupada durante la madrugada y el emir, Jaber al Ahmed al Sabah, huyó a Arabia Saudita. Su hermano Fahd fue abatido durante la toma del palacio.

En Bagdad, se anunció el fin del “régimen traidor”, “cómplice” de un “complot estadounidense-sionista” que buscaba impedir la recuperación de la economía iraquí.

Por la noche, el ejército iraquí se dirigió hacia los puertos petroleros de Al Shuyaba y de Al Ahmadi (al norte y al sur de la capital, respectivamente).



En esta imagen del el 23 de agosto de 1990, Saddam Hussein aparece en la televisión iraquí junto a Stuart Lockwood, un niño británico de 6 años, en un intento por disipar los temores sobre el tratamiento a los rehenes occidentales detenidos en Irak.

3.- Estados Unidos envía tropas -

La comunidad internacional condenó firmemente la invasión, mientras que los precios del petróleo se disparaban.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió con carácter de urgencia y exigió “la retirada inmediata e incondicional de las fuerzas iraquíes”.

Washington congeló todos los haberes de Irak en Estados Unidos y en las filiales en el extranjero, así como los haberes kuwaitíes, para evitar que los retomaran kuwaitíes al servicio de Bagdad.

La Unión Soviética, proveedora del 80% del armamento iraquí, interrumpió sus entregas de armas.

El 6 de agosto, el Consejo de Seguridad impuso un embargo comercial, financiero y militar a Irak.

El 8, el presidente estadounidense George Bush anunció el envío de tropas a Arabia Saudita, y los primeros soldados de la operación “Escudo del desierto” llegaron al día siguiente.

Irak cerró sus fronteras a los extranjeros. Varios miles de civiles occidentales, árabes y asiáticos fueron retenidos contra su voluntad en Irak o en Kuwait, y durante más de cuatro meses, unos 500 fueron utilizados como “escudos humanos” en sitios estratégicos.
4.- Anexión -

El 8 de agosto, Irak proclamó su fusión “total e irreversible” con Kuwait.

A finales de mes, anunció una nueva división administrativa en Kuwait, haciendo de la capital y sus alrededores la 19ª provincia iraquí e incorporando el resto del emirato a la provincia de Basora (sur de Irak).

“Kuwait forma parte de Irak”, sostuvo Saddam Hussein.




El general estadounidense Norman Schwarzkopf (izquierda), comandante de las fuerzas estadounidenses en Arabia Saudita y quien dirigió la operación Tormenta del Desierto, habla con el general estadounidense Colin Powell, presidente del Estado Mayor Conjunto, el 23 de diciembre de 1990 en Dahran. 

5.- Tormenta del Desierto -

El 29 de noviembre, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó a “los Estados miembros [...] a usar todos los medios necesarios” para obligar a Irak a salir de Kuwait si no lo hacía antes del 15 de enero de 1991.

El 17, tras múltiples iniciativas diplomáticas infructuosas, empezó la operación “Tormenta del Desierto” con una intensa campaña aérea.

El 24 de febrero comenzó la campaña terrestre y en solo unos días las tropas aliadas pudieron liberar el emirato.

El 27, George Bush anunció que “Kuwait fue liberado [y] el ejército iraquí, derrotado”. Un día después, Bagdad aceptó todas las resoluciones de la ONU.

Los iraquíes dejaron tras de sí un país devastado, saqueado y más de 750 pozos petroleros ardiendo.

La crisis dividió a los árabes. Los ejércitos egipcio y sirio participaron en la coalición, denunciada por los otros países árabes.

En marzo de 2003, Kuwait sirvió de puente para la invasión estadounidense de Irak, dirigida por George Bush hijo y que condujo al derrocamiento de Sadam Husei







A 30 AÑOS DE LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO





Un F-14A VF-114 volando sobre un campo petrolero en llamas en Kuwait, 1991.



Este año marca el 30 aniversario de la Primera Guerra del Golfo. En esos años desapareció el mundo bipolar: Estados Unidos (EU) ya no es el hegemón y rivaliza con China –segunda potencia económica y primera en tecnología de 5G–, y con Rusia, heredera del poder militar y energético de la Unión Soviética que desintegró Mijail Gorbachov. Ya no existe la Europa unida, próspera y humanista; mientras África y Asia emergen como actores de peso estratégico en América Latina, cayeron las dictaduras militares pero la derecha se empodera.

Sin embargo, el caos se pavonea en Medio Oriente, región vital para la geopolítica de EU, pese al relevo de dirigentes non gratos (sea por asesinato o derrocamiento). Desde entonces, la crisis se instaló en la región con mayores reservas energéticas y con los choke points –puntos clave para el transporte de mercancías– más estratégicos del planeta. Sólo rivaliza en gravedad la pandemia por Covid-19 que desde el 11 de marzo pasado confinó a más de 7 mil millones de personas para evitar el daño letal. Así, la paz y la seguridad globales son aún remotas.

Saddam Hussein, Julio 2004.

Hace tres décadas, el 2 de agosto de 1990, el presidente de Irak, Saddam Hussein, ordenó a sus 200,000 tropas invadir al pequeño –pero rico Estado árabe– de Dawlat al-Kuwayt (Kuwait). Sus objetivos eran: tener salida al Mar Pérsico, no pagar la deuda de 20,000 millones de dólares al pequeño Estado, controlar la tercera reserva mundial de crudo y frenar la producción petrolera kuwaití y saudita para que no bajara más el precio del hidrocarburo.

Occidente articuló la Operación Escudo del Desierto y George Bush ofreció al Congreso el 11 de septiembre de 1990 un Nuevo Orden Mundial que no llegó. En contraste, las corporaciones energéticas relevaron –en poder e influencia– a los Estados; palestinos y kurdos aún carecen de un Estado propio, en 2003 Estados Unidos retornó a Irak para liquidar a Hussein. Legado de ese rompecabezas geoestratégico fue la irrupción al sur del Mediterráneo, en 2011, de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), para cerrar el capítulo Muammar el Khadafi en Libia. Sin embargo, en 2013 Occidente era ya incapaz de vencer al Estado Islámico y su radicalismo.

La Operación Tormenta del Desierto detonó la revolución en las tecnologías de la información. 

Al primer minuto del 15 de enero de 1991, tras vencer el ultimátum de la Resolución 678 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CS) para que Irak se retirara sus tropas, CNN cubría en vivo los primeros bombardeos de la ofensiva aliada contra Irak. 

Así, millones atestiguaron los daños causados por misiles Patriot estadounidenses y Scud iraquíes mientras se masificaba el uso de la World Wide Web.

Misión de la Fuerza Armada 

El gran beneficiario del colosal despliegue bélico de Occidente fue el Complejo Industrial Militar, como denominó al sector Dwight ‘Ike’ Eisenhower el 17 de enero de 1961. La aeronáutica Lockheed disparó sus dividendos tras las misiones de su fantástico avión furtivo F-117 Nighthawk –ideado años atrás por el matemático ruso Pyotr Ya Ufimtsev, invisible al radar enemigo con base en su teoría de la distracción–.

También General Dynamics ganó multimillones con su avión de ataque e interceptor F-111 Aardvark y sus misiones de bombardeo y guerra electrónica.

Instituciones especializadas y analistas sostienen que la del Golfo ha sido la guerra más cara y le atribuyen un costo de 20,000 millones de dólares. Sin embargo, en septiembre de 1991 la Oficina General de Contabilidad de EU (GAO) indicó que requerirían 47,5 mil millones de dólares para equipos y otras necesidades, así como 48,3 mil millones para operación. En 2011 un análisis del Departamento de Defensa estimó que costó 61 mil millones,


Misil Scud, utilizado durante la Guerra del Golfo.

En su estudio, Costos de las Mayores Guerras de EU, para el Servicio de Investigación del Congreso (junio 2010), el especialista en presupuestos de Defensa, Stephen Daggett, estimó que desde la Guerra de Independencia hasta las de Irak y Afganistán, se ha gastado el equivalente a más de un trillón de dólares. 

Él valuó la guerra de Vietnam en 738 mil millones de dólares, en 102 mil millones la Primera Guerra del Golfo, en 1,147 millones de dólares la segunda guerra en Irak y Afganistán. 
En síntesis, el Departamento de Defensa aseguró en 2011, que en Irak hizo un gasto directo de 757,800 millones de dólares, aunque un estudio de la Universidad de Brown la cifró en 1,7 mil millones de dólares.

En 43 días, al frente de una coalición de 39 países, EU emprendió una campaña aérea cuya intensidad superó la norma histórica y que la GAO describió como la mayor campaña desde Vietnam. 
Unos 1,600 aviones realizaron 40 mil vuelos de ataque y 50,000 salidas de apoyo; el tonelaje de bombas detonadas equivale al 85 por ciento del promedio diario lanzado sobre Alemania y Japón en la Segunda Guerra Mundial, refiere la estratega australiana Nicole Brangwing.

El 27 de febrero de 1991, todas las tropas iraquíes se habían retirado y ardían por incendios intencionales unos 650 pozos petroleros en Kuwait. Un día después, se anunciaba el fin de las operaciones contra Irak; la Resolución 687 del 3 de abril estableció el compromiso de destruir todas las armas de destrucción masiva (ADM). 

No obstante, 12 años después, el Pentágono retornaba al país del Tigris y el Éufrates, ahora al frente de una Guerra contra el Terror, sustentada en la falacia de la amenaza AMD. 

Y en 2006, Saddam Hussein –el sátrapa favorito de Occidente en los ochenta porque se confrontó por 10 años con Irán–, moría ahorcado tras el fallo del Tribunal Supremo iraquí. En marzo de 2013, una investigación de la británica BBC determinó que las mentiras de dos informantes iraquíes sustentaron la premisa de los dirigentes occidentales, de que Saddam poseía ADM.

Guerras, mentiras y dinero; la constante del siglo XXI.

25/9/20

A 30 AÑOS, LAS SECUELAS DE LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO CONTINUAN GOLPEANDO A IRAK

“Actualmente existe una paz precaria y es indispensable que la comunidad internacional, en sus esfuerzos por garantizar la paz, muestre la misma determinación y eficacia que tuvo para terminar la agresión”. 

JAVIER PEREZ DE CUELLAR



América Latina dio una respuesta compleja al desafío. Respaldó, sin fisuras, a la razón y al derecho condenando la agresión iraquí, pero no llegó a ofrecer aun el testimonio que en realidad más interesa a los forjadores de aquel nuevo orden: el concurso -aun simbólico- al esfuerzo bélico.

Los gobiernos de los grandes, como México y Brasil no están convencidos de que ese camino sea el mejor. Los protagonistas de la crisis y las circunstancias históricas de la Argentina concurrieron para elegirlo como el primer país de este subcontinente que cruzaría la linea de la historia, sumándose a la nueva coalición pos guerra fría.

Carlos Saúl Menem será juzgado -en algún momento futuro- por la claridad para identificar intereses nacionales y por la eficiencia para servirlos, con la decisión que adoptó. Como gobernante demandó al país el riesgo de vidas y patrimonio. Nadie en su circunstancia puede pedir más y -lo quiera o no- enfrenta el riesgo de convocar a un sacrificio inútil.

Una vez que se comprende que esta es su esencia, puede analizarse el marco formal de la decisión. Sus elementos centrales son:

* El Consejo de Seguridad de las Naciónes Unidas legalizó el bloqueo naval -que se extenderá seguramente al espacio aéreo- contra Irak aplicado. También autorizó a los estados participantes a solicitar ayuda a otros países recomendando -sin demandar- una respuesta favorable.

* La Carta Orgánica de la ONU es ley de la Nación Argentina. Las obligaciones que fija -en especial las referidas al mantenimiento y restablecimiento de la paz internacional (Capítulo VII)- son de vigencia plena para el país. El artículo 43 establece con claridad que los miembros del sistema de la ONU se obligan a proveer al organismo la ayuda necesaria.

* Pero el Consejo no ha demandado -según los términos de la Carta de la ONU- tal contribución ni a la Argentina, ni a ningún otro país. No ha decidido la integración de fuerza de paz alguna y sigue invocando en sus resoluciones la acciones y previstas en el artículo 41, que son no militares. Solo abrió la puerta para el uso de la fuerza para hacer cumplir las sanciones sin mencionar explícitamente la posibilidad y aplicando la limitación de un criterio de razonabilidad.

* Para que una solicitud de contribución bélica tuviese fuerza plena el Consejo debería haber hallado justificación -hasta ahora no lo hizo- para invocar el artículo 42 (empleo de la fuerza) y aun así la obligación de contribuir estaría condicionada a la elaboración de uno o más convenios especiales. El Comité de Estado Mayor (artículo 47) sigue sin ser convocado desde la guerra de Corea y Washington parece ser el más interesado en dejarlo dormir su sopor histórico, porque no quiere transformar en multilateral una cadena de mando que ahora le es exclusiva en esencia. Uno de los motivos que llevó ayer a Bush a relevar al jefe de su fuerza aérea fue que éste decidió sincerar la intención de su país de no compartir el mando.

* La fuerza multinacional desplegada en el golfo no es una fuerza de paz y no todas las posibilidades de acción al alcance de su comando se inscriben en el marco de la ley internacional. Puede convertirse, en un abrir y cerrar de ojos históricos, en una fuerza beligerante.

* Si existiese una solicitud del Consejo de Seguridad, formulada de acuerdo a derecho, o si la fuerza del golfo se inscribiera en la caracterización denominada de paz la Argentina estaría obligada y el Poder Ejecutivo debería dar cumplimiento. Propios y ajenos en el Congreso no podrían reclamar participación. Pero como ninguno de esos requisitos se cumplen en este caso los legisladores tienen las facultades plenas que les concede la Constitución Nacional para autorizar el ingreso a territorio argentino de tropas extranjeras o la salida de efectivos propios al exterior.

La decisión de enviar tropas argentinas al golfo Pérsico recorrió un sendero jurídico sinuoso como lo demuestra un memorando de la Consejería Legal de la Cancillería que afirma que "por tratarse de una medida facultativa para el Gobierno argentino, el Poder Ejecutivo debería recabar la autorización del Congreso para la salida de fuerzas nacionales que se destaquen en caso de producirse una solicitud de los Estados mencionados en el párrafo 1 de la resolución 665/90 del Consejo de Seguridad.(12)

Hubo luego un ensayo de cura en salud. En otro documento distribuido el jueves 20 del mismo mes la Cancillería, para atenuar el hostigamiento político a que fue sometido el envío, se sostiene que en el primer texto, al que se alude pero no se identifica, la Consejería Legal "no hizo un análisis exhaustivo de todas las posibilidades ofrecidas por la resolución 665, sino que se limitó a responder a la pregunta que le fue planteada." Tampoco aclara cuál fue ese interrogante.

En los dos momentos las necesidades de la conducción política de la diplomacia parecen haber sido sustancialmente distintas. En la primera se reclamó a la Consejería Legal un asesoramiento, en tanto en que en la segunda se le instruyó para que construyera una lógica jurídica que respaldara la decisión política de enviar tropas al golfo.

Una fuente diplomática cercana al canciller admitió al autor de este papel que "tenemos media biblioteca a favor y media en contra... Usamos la que está a favor. Una situación similar se produce en casi cada instancia decisiva trascendente del Gobierno, pero este contraste motivó también críticas señalando que los organismos del Estado no pueden producir dictámenes que "sirvan tanto para un fregado como para un cocido", según la gráfica descripción de otro veterano miembro del servicio exterior.

Las normas legales que se consideraron en este proceso fueron muchas -constitucionales y de derecho público internacional- y no pueden sintetizarse con facilidad. Pero es útil pasar revista a algunas definiciones centrales de ambos documentos.

El primero sostiene entre sus argumentos que:

* Un análisis de la resolución 665/90 que lleva al autor a la conclusión de que "introduce la posibilidad concreta que la República Argentina reciba un pedido de ayuda en virtud del punto 3 de la resolución citada. Esto plantea -agrega- interrogantes fundamentales relacionados, por una parte con la naturaleza del compromiso internacional (..) y por la otra con las competencias respectivas de los Poderes Legislativo y Ejecutivos (...)

* Afirma también que la resolución "no (...) pretende imponer a los Estados la obligación de contribuir con fuerzas militares, lo que exigiría (...) la celebración de los convenios especiales descritos" en el artículos 43 de la Carta de las Naciones Unidas, uno de los que regula el empleo de fuerza militar para la preservación y restablecimiento de la paz. Esos convenios son mandatorios en el caso de que la ONU decidiera la intervención. Una de las corrientes de análisis de la crisis del golfo considera que la actual fuerza está realizando ya una intervención militar.

* El memorando menciona un pronunciamiento anterior -numerado como 122/90 de la Consejería en el que se dictaminó que el Poder Ejecutivo sr. disponer el envío de tropas sin la participación del Congreso si el Consejo de Seguridad lo realizara invocando -algo que no ha hecho- el citado artículo 43.

La forma en que se llega a esta conclusión es compleja pero alcanza con decir aquí que la Carta de la ONU es ley de la Nación y por lo tanto el Poder Ejecutivo estaría en este caso dando cumplimiento a las obligaciones que la Organización impone a los estados miembros. Los legisladores no podrían reclamar porque como puntualiza el documento "el Congreso habría implícitamente autorizado la salida de tropa al aprobar la Carta de las Naciones Unidas".

Pero aun en ese caso, agrega, "el Congrcso debía intervenir para establecer la: modalidades, número y tipo de tropas, a través de la aprobación de convenios especiales" ya que la propia Carta establece que estos "estarán sujetos a ratificación por los Estados signatarios de acuerdo con sus respectivos procedimientos constitucionales" (artículo 43).

* El primer documento afirma que "el análisis anterior no parece aplicable, sin embargo, al requerimiento formulado en los términos de la Resolución 665/90" y en consecuencia "no se está en presencia de los mecanismos colectivos de cumplimiento obligatorio". Reconoce finalmente que "resulta (...) abusivo pretender que existió una autorización anticipada del Congreso para la salida de tropas".

El texto más reciente -que tiene el mismo origen- desautoriza implícitamente al anterior y sostiene , en cambio, que "la decisión que el Gobierno adoptó poco tiene que ver con esta variante de 'maxima' ya que no se pretende contribuir con un eventual uso de la fuerza e la región."

En esto el nuevo ensayo de argumentación legal también se da de bruces con la posición política explicada por el presidente Menem quien afirmó que "si hay que tirar se tira". O de su canciller, Domingo Cavallo, que suele reconocer, por ahora en privado, que si la guerra estalla el Gobierno buscará mantener sus tropas en la región del conflicto.

Más que estas formalidades -por importantes que ellas sean- está la sabiduría de sumarse con mayor o menor reflexión a un orden internacional aun incompleto y sobre cuyo contenido se consulta poco, si acaso algo, a quienes deben contribuir a forjarlo.



NOTAS

(1) Ver los relatos de las invasión en las ediciónes número 33 de TIME (IRAQ on the March) y NEWSWEEK (Bagdad's Bully) del 13 de agosto de 1990 y The New York

Times del 4 y 5 de agosto de 1990.

(2) Estimación del Departamento de Defensa de Estados Unidos-.

(3) Ver ediciónes No. 38 y 39 de TIME y NEWSWEEK de septiembre 17 y 23 de 1990.

(4) Who will stop Saddam? The Economist agosto- 4 de 1990

(5) Fukuyama, Francis The End of History- The National Interest No. 16 septiembre de 1989.

(6) Un análisis interesante de las implicancias de 1989 para las relaciones

internacionales puede encontrarse en From Cold War Towards Trusting Peace de

McGeorge Bundy en Foreign Affairs- Anuario America and the World- Vol 69 No.1

(7) Ver Shimoni, Yaacob Political Dictionary of the Arabe World- The Jerusalem

Publishblg House Ltd. 1987.

(8) Pryce-Jones, David The Close Circle (An interpretation of the Arabs) - Grafton Books- Londres 1990.

(9) El Consejo de Cooperación del Golfo tiene su sede en Riad y pertenecen al mismo Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Qatar, Bahrain y Oman. Irak no integra el organismo. Sus objetivos declarados son promover el desarrollo de la cooperación económica, política, militar, social, y cultural.

(10) Kuwait gastaba el 5.2% de su PBN (estimado en u$s 28.832.000.000 para 1990) en la defensa.

(11) Un antecedente importante es la carta de 1950 enviada por el presidente de los Estados Unidos, Harry Truman al Rey Saud de Arabia.

(12) El documento lleva fecha del 29 de agosto pasado, el No. 125/90, la firma del

Consejero legal, Horacio Basabe y fué calificado como "secreto". Describe una realidad jurídica diferente de la que sirvió para informar la determinación final. El gobierno adujo que la inclusión de un contingente argentino en la fuerza multinacional que bloquea a Iraq y Kuwait ocupado no implica intervención militar y por tanto no está sujeto a la jurisdicción legislativa establecida por la Constitución.






Pues bien, en este marco geográfico se encuentra Kuwait, situado en la extremidad norte del Golfo Arábigo, entre los 28º y 30º Norte de latitud y entre los 46º y 48º de longitud.

HATA EL DIA DE HOY SE SIGUE LUCHANDO PARA SER RECONOCIDO, PERO NADIE DA LA CARA, POR AHORA LA ARGENTINA LO TIENE COMO MISION DE PAZ, Y NO HUBO NINGUNA MISION DE PAZ, CUANDO LLEGAMOS YA ESTABAMOS EN CONFLICTO QUE NI LA ARMADA SABIA QUE PASABA. QUE IRONIA NUNCA PODES LLEGAR COMO PAZ O MEDIACION SI YA ESTABA RESUELTA PARA LA GUERRA.
SI NO QUE DICE JAVIER PEREZ DEL CUELLAR SABIA QUE SE VENIA EL CONFRONTE DE LA GUERRA POR QUE LAS NACIONES UNIDAS SE DESVINCULO DEL TEMA.



“ALERT, N.B.C. WARFARE”


A 30 años de la Guerra del Golfo siguen saliendo más testimonios reveladores sobre las verdaderas implicancias de aquella guerra ¿Fue convencional o la primera guerra de mediana intensidad de la historia?




LUCHA CONTRA EL QBN (QUIMICO BIOLOGICO NUCLEAR)

No importa cuántas veces retroceda en mi mente hacia a aquellas calurosas jornadas de la guerra del Golfo en 1991.para no dejar de descubrir varias cosas que se me habían pasado por alto quizá, por la frenética situación a la que estuve expuesto, quizá por efecto de ese llamado estrés postraumático que me convirtió en un paciente de por vida con un psiquiatra particular y con un médico clínico para controlar y que no reaparezca una neumonía atípica que no saben de donde salió. Como sea, poco importa ya no mencionarlo.


En una charla amistosa de espumosas cervezas en un pub de Londres con un camarada de la Naval estadounidense que llamaremos “Jimy T”, intercambiamos puntos de vista y nuestras historias de vida en la primera guerra de Iraq, aunque él también fue parte de la operación “Libertad Iraquí” en 2003.


“Como piloto de rescate de uno de los potentes helicópteros “Chinook” embarcados en el portaaviones “USS-John F. Kennedy” durante la guerra, vi de todo y hubo mucho más ajetreo de lo que muchos se han imaginado o de lo que el gobierno ha querido ventilar”, me comentaba entusiasmado. Una de esas cosas fue aquello relacionado con el tema de la amenaza del arsenal químico de Saddam y que nuestros comandantes mantuvieron oculto o tal vez a ellos tampoco les dijeron nada. 

Creo que solamente los almirantes y esos tipos que estaban sentados en una oficina en Washington, eran quienes sabían muy bien lo que estaba pasando y lo que nos podría llegar a suceder. Sabes que no puedes desconfiar de tu superior que está allí contigo, quien se ensuciaba las manos y se arremangaba su camisa para cambiar alguna válvula o corría el mismo riesgo de cortarse los dedos o un brazo con alguna pieza suelta que pudiera volar por la pista con un mal aterrizaje, ¡tú sabes!


Todo esto lo comento por el tema que tanto han discutido muchos de nuestros camaradas y otros investigadores militares sobre si Saddam uso o no sus armas químicas contra nosotros. Pues, a pesar de toda la basura desinformativa y la censura practicada para que nuestras familias no supieran lo que realmente había sucedido, quienes estuvimos ahí somos la prueba viviente de aquella verdad que tanto han discutido o más bien han ocultado.


Realmente no sabría decir que era lo que estaba pasando en tierra mientras se desarrollaba la Tormenta del Desierto, pero algo sucedió el 20 de enero en pleno de las operaciones de bombardeo aéreo que desato una corrida en todo el Teatro. Lo recuerdo muy bien. Había mucho jaleo en las líneas de comunicaciones que mostraban un alto nerviosismo como nunca había visto. 

Panamá en 1989 había sido un juego de niños y podía volar mi Bell sin el menor problema e incluso pude aterrizar en parque de la misma capital. Pero aquí sucedía algo muy pero muy grave pero por supuesto que se mantuvieron muy discretos ¿Que hizo saltar las alarmas “Tzech” para que fuera necesario proteger a los grupos de tarea navales de la retaguardia?


Recuerdo que hubo una alerta de ataque químico y se comenzó a distribuir el equipo personal de Q.B.N. a todos los grupos de combate y con especial preocupación a los que trabajaban con la protección de las líneas logísticas a cargo de “Operación Bishop”. Lo recuerdo porque en mi helicóptero llevamos varios de estos para que fueran repartidos en unidades navales de la retaguardia. Incluso había mucha preocupación por los buques logísticos más estratégicos como el canadiense de alije “Explorer” a quienes entregamos máscaras con carbones activados nuevos. También supe que otras unidades de nuestros muchachos aprovisionaron de máscaras y trajes de guerra química a los australianos, argentinos y españoles.


Nunca informaron que los iraquíes además de reaccionar con bastante inteligencia a la masividad de los ataques que se estábamos lanzando, pusieron en marcha una contraofensiva de la que nadie en nuestros jodidos mandos, jamás dieron detalles de haber ocurrido. No me olvido aún como a varios de nosotros nos hacía temblar las rodillas cuando Saddam lanzaba sus misiles sobre Arabia Saudita. 

Hombre, no te olvides que los misiles que lanzó contra Dahram y Ryad en algunos llevaba “Sarín” e incluso algunos de los que estuvieron en uno de esos ataques que no fue interceptado por nuestros “Patriots” tras el impacto se disperso sobre un radio de un kilómetro una nube de humo amarilla que indicaba el uso de un agente químico nervioso.
A pesar que nos jactamos de que teníamos muy buena información, muchos de nuestros colegas y lo peor de todo, muchos oficiales, tenían comentarios estúpidos que mostraba tener apenas dos dedos de frente que incluían razonamientos como el que “Saddam no tiene tantos misiles como para matarnos a todos”.


No era raro de que esos tipos fueran los mismos que se ufanaban de nuestro poderío y a su vez no querían reconocer como Saddam nos había engañado con simples maquetas de plástico, madera y carros usados (viejos tanques T-55 y camiones con carcasas para aparentar blindados ligeros). Cientos de millones de dólares en bombas y misiles fueron a caer sobre emplazamientos falsos que los iraquíes nos hicieron creer que eran reales. Imagínate cuantos de los misiles HARM usados para destruir supuestos puestos de comando y control de defensa aérea “SAM” y de los sistemas móviles “SCUD” solo destruyeron alguno de estos señuelos.


Calcula cuanto podría haber costado con un promedio de 94.000 salidas de operaciones aéreas de la Armada y de la fuerza aérea con base en Incirilik, Turquía.


Y mientras nuestros aviones se distraían con estos ardides, durante la primera semana de conflicto los iraquíes pudieron mantener una capacidad de contraataque casi intacta ¿Y qué creen que nos iban a arrojar para que dejáramos de machacar? Los misiles “S-SCUD-B” no eran peligrosos porque eran grandes moles que podían llevar a lo máximo una cabeza armada de 750 kg de carga activa, sin por que podían llevar ojivas con unos pocos litros letales de elementos químicos como el Sarín o el Gas Mostaza o también Cloro, lo que los hacía más autónomos. Fueron disparados 89 misiles y solo fueron interceptados un 40% de ellos, aunque esa es la versión del gobierno y por ello dudo mucho de ella.


Un misil de esas características puso haber sido lanzado sobre la zona de operaciones naval y haber rociado como una llovizna finísima el veneno sobre toda el área y nosotros nunca habernos enterado. Si tienes en cuenta de que los iraquíes habían reformado a muchos de estos misiles para lograsen mayor altitud y con motores para darle mayor alcance, las posibilidades de que hayamos estado expuestos a las micro partículas del veneno sin que nos hubiéramos dado cuenta, parece muy posible. Además estuve enterado de que hubieron períodos en los que las tripulaciones de varios grupos de tareas no podían salir a cubierta hasta tanto no recibieran autorización del centro de mando.


Si me preguntas a mí, yo nunca me creí todas esas mentiras que veías por televisión, apenas le creía a mis superiores cuando nos decían que no teníamos bajas que reportar y unos momentos después, algunos de nuestros aviones llegaban en llamas desde Kuwait. Si mentían con eso, seguramente lo harían con cualquier otra cosa. Además, la cantidad de enfermos “vets” que se han reportado por todo tipo de enfermedades no ha dejado de crecer y el gobierno no ha dado sino a medias, algunas explicaciones que con razón les reclamamos.


No te olvides que era muy mala prensa que se supiera que los iraquíes no solo estaban esquivando varios de nuestros ataques sino también que a pesar de las llamadas y fallidas acciones quirúrgicas contra blancos estratégicos como eran las lanzaderas, se supiera que no estaban dando con nuestra propia maldita medicina, la misma que le había vendido unos años antes laboratorios y corporaciones que luego pertenecerían a tipos jodidos como Donald Rumsfeld y George P Schultz y su maldita corporación de medicamentos y que después sería el encargado de la defensa, eso es demasiado hombre!




LUGAR DE COMBATE





La proa del portaaviones USS America se cierne sobre las dunas de arena a lo largo del Canal de Suez, el 15 de enero de 1991.

Luego de que Saddam Hussein invadiera Kuwait hace 30 años, el 2 de agosto de 1990, y posteriormente fuera derrotado por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, la situación nunca volvió a ser la misma en el golfo.


La guerra devastó a Irak y desestabilizó esa delicada zona petrolera de Medio Oriente.

Aquella contienda bélica no solo empobreció a los iraquíes, sino que derivó en la invasión estadounidense de Irak, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S), encabezada en marzo de 2003 por el Gobierno del expresidente George W. Bush.

El 31 de agosto de 2010, veinte años después de esas dos guerras, el exmandatario Barack Obama anunció la retirada definitiva de las tropas norteamericanas que habían ocupado el país.

Hussein creyó que su ejército, que había sido apoyado por Estados Unidos en la guerra contra Irán, entre 1980 y 1988, podía conquistar fácilmente a ese pequeño emirato petrolero, cuyo Gobierno había sido derrocado por un grupo de oficiales.

Efectivamente, la invasión terminó el 4 de agosto de 1990, dos días después de iniciarse el ataque por la Guardia Revolucionaria iraquí, pero la ocupación de Kuwait se prolongó durante siete meses.

Antes de la invasión de Kuwait, Hussein era bien visto por Estados Unidos, país que había provisto al Presidente iraquí de recursos químicos y armamento para luchar contra los iraníes.

Hussein invadió Kuwait luego de acusar a ese pequeño país y a Emiratos Árabes Unidos (EAU) de haber incrementado su producción de petróleo a bajos precios, reduciendo los ingresos y causando daños en la economía iraquí, según informes de prensa.

Históricamente Irak mantuvo varias polémicas con Kuwait. Los sucesivos gobiernos iraquíes desde que se fundó el estado en 1923, habían rechazado aceptar las fronteras establecidas por el Imperio Británico, tras firmarse la Convención Anglo-otomana de 1913.

Pero, según algunos analistas, había otro motivo: Hussein quería controlar el petróleo de toda la zona.

PAISES BELIGERANTES 




          



Reacción estadounidense


El expresidente estadounidense George H. Bush condenó la invasión de Kuwait y el 6 de agosto de 1990, las Naciones Unidas establecieron las primeras sanciones económicas contra el Gobierno iraquí.

De todos modos, Hussein buscó un acuerdo que hubiera permitido controlar la mitad de Kuwait, pero Bush rechazó la propuesta y pidió la completa retirada del emirato petrolero.

El 17 de enero de 1991, una coalición internacional formada por 34 países inició la operación “Tormenta del Desierto”, que se convirtió luego en la Guerra del Golfo Pérsico.

Tales determinaciones fueron consecuencia de la invasión por parte de las tropas iraquíes de Saddam Hussein al Emirato de Kuwait el 2 de agosto de 1990, anexando este país a su territorio.

Argentina, que en ese momento era gobernada por Carlos Menem, participó del conflicto con un destructor, tres corbetas y dos helicópteros de la Armada Argentina que se sumaron al Operativo Alfil, participación que tuvo un fuerte rechazo popular y que tras el conflicto le valió el reconocimiento como Aliado Extra-OTAN.

Antes de que Hussein retirara sus tropas de Kuwait, mientras los pozos petroleros ardían a su paso, murieron entre 25.000 y 30.000 soldados iraquíes, según informes de prensa.

Los kuwaitíes sufrieron “daños físicos y psicológicos” durante la ocupación iraquí, de acuerdo a estudios médicos difundidos por la universidad estadounidense de Harvard.

Años después, el gobierno del expresidente George W. Bush, hijo de George H. Bush, incluyó a Irak en el llamado “Eje del mal”, junto a Irán y Corea del Norte.

Bush sostenía que Irak tenía “armas de destrucción masiva”, que jamás fueron encontradas por las tropas estadounidense que invadieron territorio iraquí en 2003.

El 9 de abril de ese mismo año, las fuerzas estadounidenses conquistaron la capital iraquí, y ocho meses más tarde Hussein fue capturado en un escondite subterráneo de Al Daour, cerca de su Veraudad natal de Tikrit, al noroeste de Bagdad.

“Soy Saddam Husein; soy el presidente de Irak y quiero negociar”, dijo en inglés a los soldados estadounidenses.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impuso a Irak una serie de compensaciones económicas para individuos, compañías y gobiernos afectados por la destrucción de los pozos petroleros en Kuwait, mediante el cinco por ciento de la venta de sus productos de petróleo.

El total de la reparación de los daños de guerra era de 52.400 millones atribuidos a un centenar de gobiernos y organizaciones internacionales, según la comisión de compensación de la ONU.

El 30 de diciembre de 2006, el expresidente iraquí, vestido de negro, rechazando la capucha del verdugo, moría ahorcado en Bagdad luego de ser juzgado por crímenes de lesa humanidad, por su responsabilidad en la muerte y torturas de 145 iraquíes chiitas en 1982.

Detrás quedaba la leyenda del hombre que, al igual de otros líderes de Medio Oriente, fue primero aliado y luego se convirtió en enemigo acérrimo de Estados Unidos.



NAVEGACION DE LA ARA SPIRO A LA PARA DEL ARA BROWN




Kuwait pagó 2,5 billones a sus aliados en la guerra del Golfo
Los ejércitos de Estados Unidos, Reino Unido y Francia recibieron 1,7 billones



MANEL PÉREZ

Barcelona - 31 NOV 1998 - 


El Emirato de Kuwait ha reconocido que los pagos oficiales realizados a los Gobiernos aliados como consecuencia de la guerra del golfo Pérsico de enero de 1991 contra Irak alcanzaron por lo menos los 25.280 millones de dólares (2,52 billones de pesetas al cambio de la época, que era de unas 100 pesetas por dólar).

El conflicto en el Golfo se inició el 2 de agosto de 1990 con la invasión del pequeño Emirato de Kuwait por Irak. Tras cinco meses de preparativos, la guerra comenzó el 17 de enero de 1991, y duró oficialmente 42 días, hasta el 28 de febrero, aunque las tropas iraquíes ya habían sido desbaratadas bastantes jornadas antes.

Los más de 2,5 billones de pesetas que las autoridades de Kuwait reconocen haber gastado se dividen en tres grandes bloques. El primero se refiere a las compensaciones por los gastos militares de los países que participaron en la Operación Tormenta del Desierto, nombre que recibió la ofensiva contra Irak.

En el Ejército aliado, encabezado por Estados Unidos (150.000 soldados), participaron también tropas del Reino Unido (9.000), Francia (13.000), Canadá (450), Marruecos (6.200), Egipto (20.000), Siria (4.000), Pakistán (5.000), Bangladesh (2.000). Otros, como España, Bélgica, Holanda, Alemania y Argentina, aportaron buques de guerra para imponer el bloqueo militar a Irak.

Los mayores receptores

El principal receptor de fondos de Kuwait, con 13.500 millones de dólares, fue Estados Unidos, en consonancia con su papel preponderante en el Ejército aliado. El Reino Unido, con el que las autoridades del emirato del Golfo mantienen una histórica relación dado su carácter de antigua potencia colonial en la zona y que siempre ha sido un destino privilegiado de sus inversiones en Occidente, recibió otros 1.400 millones de dólares.A continuación figura Turquía, que en diferentes plazos fue compensada con al menos otros 1.400 millones de dólares. 

Este país puso a disposición de los C-15, C-130 y Awacs norteamericanos la base aérea de Incirlik, desde la que se bombardearon posiciones militares en Irak. Otro de los grandes receptores fue Egipto, con 970 millones de dólares. Zaire fue compensado con 20 millones de dólares.

La segunda partida se invirtió en armas. Entre ellas, 40 aviones de combate F-18, valorados en unos 2.000 millones de dólares, cuyo contrato fue firmado antes de la invasión, aunque gran parte de los pagos, 500 millones de dólares, se realizó en esa época.

Más extraño es el reconocimiento de que se adquirieron carros de combate a Yugoslavia, país que por aquellas fechas comenzaba a desgarrarse. Otros contratos se refieren a la compra de artillería y munición a Francia, en este caso por 250 millones de dólares. Sobre otros 350 millones en contratos del mismo tipo los documentos no reflejan el nombre del país vendedor.

La tercera gran remesa, que en total suma 6.890 millones de dólares, se refiere a gastos extraordinarios y de emergencia, sin más detalle, aunque fuentes consultadas apuntan a que podrían incluir pagos, no reconocidos oficialmente, a países occidentales y a ejércitos del área, como el de Siria, y que en caso de hacerse públicos podrían implicar problemas políticos, tanto en los países receptores como en el emirato.

La información sobre los pagos de guerra figura en los documentos aportados por las autoridades de Kuwait a la Corte Comercial de Londres, que juzga la demanda presentada por la empresa española Torras, propiedad de la Kuwait Investment Office (KIO), agencia pública del Estado de Kuwait, contra sus ex gestores, encabezados por Javier de la Rosa.

En relación con los pagos a los aliados, la documentación no incluye referencias a España, que aportó buques de guerra y permitió el uso de bases en su territorio. De la Rosa afirmó en su momento que 100 millones de dólares pagados al empresario Manuel Prado y Colón de Carvajal tenían ese carácter. Esa versión también es la defendida ante la Corte de Londres por el ex presidente de KIO, el jeque Fahd al Muhammad al Sabaj.

Los documentos de Kuwait incorporan actas de reuniones de la cúpula de la Kuwait Investment Authority (KIA), organismo encargado de gestionar las inversiones de Kuwait en el mundo. Bajo su paraguas estaba el otro gran brazo inversor de Kuwait, KIO, a través del cual el emirato realizó sus ruinosas inversiones en España. A consecuencia de ello, KIO está desmantelado.

Desde 1976, KIA gestiona dos grandes partidas de fondos: la Reserva General del Estado de Kuwait y el Fondo para las Futuras Generaciones. Este último está destinado a asegurar el futuro de las nuevas generaciones de kuwaitíes independientemente del futuro del petróleo. La Reserva General fue creada por ley en 1960 y se financia con los superávit presupuestarios y de él forman parte todas las inversiones del Estado. Desde principios de los ochenta apenas ha crecido, pues el presupuesto de Kuwait es deficitario desde entonces.

Uno de los secretos mejor guardados era la dimensión de esa reserva. En plena guerra del Golfo, sus activos totales eran de 12,5 millones de dinares kuwaitíes, unos 41.200 millones de dólares (4,12 billones de pesetas de la época). De ellos, 11.550 millones de dólares estaban materializados en compañías públicas kuwaitíes, como la Kuwait Airways, la Kuwait Oil Company o el Credit and Savings Bank. Las inversiones, créditos y depósitos en bancos árabes y países en desarrollo sumaban otros 14.850 millones de dólares. El resto, otros 14.850 millones, estaba colocado en deuda pública norteamericana y otros activos en el mundo.

El Fondo para las Futuras Generaciones fue creado en 1976, al mismo tiempo que KIA, y se compone del 50% de los activos de la Reserva General más el 10% de los ingresos anuales del Estado de Kuwait. Es decir, que el gasto directo en pagos de guerra realizado durante 1990 y 1991 representó más de la mitad de la Reserva General del Estado de Kuwait y casi el 100% de su PIB anual


La guerra como salida

El imperialismo norteamericano enfrentaba una crisis económica y encontró en la guerra una manera de tomar una iniciativa. Usó a Saddam Hussein, del mismo modo que lo hizo antes en la guerra contra Irán, pero esta vez para acusarlo de violación de la soberanía kuwaití, de amenaza a la democracia y de violación de los derechos humanos. En rigor, la monarquía kuwaití de Al -Sabah privaba de los más elementales derechos a la mayoría de su población, y el propio imperialismo yanki ya había probado con creces ser el mayor violador de derechos humanos y de las libertades democráticas en Panamá, la República Dominicana,, Libia, Líbano, Liberia, Vietnam

Era la oportunidad para ajustar cuentas también con las naciones imperialistas adversarias de Europa, y con Japón en el mercado mundial, pero inferiores en materia bélica, haciéndoles pagar el precio de los gastos de guerra y por añadidura era un método para impedir que Alemania conquistara nuevos mercados. La guerra que estaba por venir contó con el apoyo militar de otras treinta y tres naciones. El interés por la riqueza petrolera no estaba ausente, incluso por parte del propio Bush padre y de sus asesores y secretarios (Condoleezza Rice, Dick Cheney y otros que continuaron como funcionario en el gabinete de George Bush hijo), todos los cuales eran acaudalados empresarios petroleros.

La Organización de las Naciones Unidas preparó, amparó y justificó la masacre.

La decisión de ir a la guerra por parte del gobierno de George Bush mostró el predominio de los sectores fabricantes de armas y petroleros de la burguesía imperialista yanki.

La ONU actuó como la correa de transmisión de los intereses imperialistas mediante resoluciones que fueron preparando el genocidio de la población iraquí. El mismo día de la incursión iraquí en Kuwait, como si fuera un resorte, la ONU votó la Resolución 660 condenó la invasión, y dos días más tarde resolvió el embargo comercial, financiero y militar a Irak (Resolución 661).

No era la primera vez que un dictador de una nación semicolonial iba a ver incumplidas sus ilusiones en la devolución de favores por parte del imperialismo( ya le había pasado a Galtieri con el mismo imperialismo en la guerra de Malvinas, luego del respaldo de éste a la lucha contra la revolución salvadoreña).

 La suerte estaba echada: el 29 de noviembre de 1990 la ONU aprobó la Resolución 678 que autorizaba el uso de la fuerza.

El 17 de enero, y durante cinco semanas un millón de hombres ( 450.000 norteamericanos), dos mil carros de combate, 1800 aviones, cien barcos iniciaron la batalla llamada Operación Tormenta del Desierto, culminando el 11 de febrero del mismo año con un asalto terrestre. 

La CNN transmitió en vivo la masacre. Su cobertura estaba manipulada, diciendo que los blancos de los bombardeos eran solo objetivos de destrucción de armamento. Es que las resoluciones bélicas aprobadas por el congreso norteamericano habían sido objeto de repudio mayoritario por parte de la población. Con la mentira de la “guerra inteligente” torcieron la balanza a favor de la ofensiva de un 85% de la población.

El resultado en términos de vidas humanas civiles para Irak fue de doscientos mil muertos como resultado de la acción bélica genocida del imperialismo y de setenta mil por la hambruna ocasionada por el embargo.

Según un informe de Robert Haley y James Tuite, Estados Unidos utilizó en la guerra gases venenosos diversos, entre ellos el gas Sarin, fabricado en Alemania desde 1939 por el régimen hitleriano y sintetizado como insecticida. Cabe señalar que una vez terminado el choque bélico y “aceptado el armisticio”, las tropas iraquíes que evacuaban Kuwait por la ruta a Besora fueron masacrados por la aviación norteamericana. Es importante destacar que el imperialismo norteamericano pretendía con esto dar también un mensaje sobre su capacidad de intervención bélica. La acusación al régimen presidido por Saddam sobre la tenencia de armas atómicas se demostró como falso, y aun cuando las tuviera carecía de dispositivos tecnológicos para usarlas.

La guerra le permitió a Estados Unidos también exigir la transferencia desde los países petroleros hacia Estados Unidos a través de los pagos de la reconstrucción de Kuwait, del financiamiento de las tropas de la zona y las reparaciones exigidas a Irak y la subordinación de sus aliados para recomponer su hegemonía mundial. El derrumbe de la URSS y su disolución meses más tarde hicieron suponer a Estados Unidos que el camino estaba allanado. Los acontecimientos inmediatos posteriores y los actuales muestran que no ha podido superar la tendencia recurrente a crisis capitalistas, que explotan en su principal potencia con una virulencia creciente.

La burocracia soviética, en la agonía de la URSS votó en el Consejo de Seguridad de la Onu a favor de la invasión de Irak y del retiro de las tropas iraquíes de Kuwait, esto es: votó en defensa de los intereses de la Kuwait Oil Company, cuya propiedad era de la Gulf Oil Company de los Estados Unidos y de la British Petroleum, como así también de los negocios petroleros de la familia real kuwaití. El régimen castrista de Cuba capituló frente al imperialismo absteniéndose en cuatro votaciones referidas al bloqueo y a la intervención armada del Consejo de Seguridad del cual era miembro no permanente. El gobierno de Menem apoyó la intervención armada del imperialismo y el bloqueo. Con él se alineó el Partido Comunista Argentino, exigiendo el retiro de las tropas iraquíes de Kuwait. El Partido Obrero llamó a una acción común mundial de la izquierda y de la clase obrera contra el bloqueo económico y político a Irak, contra la invasión, en defensa de los pueblos árabes que los invasores imperialistas pretendían ahogar en sangre, y en especial a quienes habían participado del Foro de San Pablo y por impedir todo esfuerzo que fortaleciera la acción bélica contra Irak, y añadía la lucha contra los pagos subsidios y privatizaciones en virtud de que las mismas iban dirigidas a la agresión genocida contra el pueblo irakí.

La guerra fue una primera muestra de la política militar preferida del imperialismo yanqui en las próximas décadas luego de la caída del bloque dirigido por la URSS: el uso de las votaciones en la ONU para sancionar fuerzas “multilaterales” donde decenas de países completaban los ejércitos para las operaciones que promovían, quitándole el peso de una movilización general de tropas que no estaba en condiciones de encarar luego del desastre de la guerra de Vietnam, que supuso el fin de la conscripción militar obligatoria. Esta política hoy se encuentra en crisis, como hemos visto con los llamados reiterados de que la Unión Europea constituya una fuerza militar propia separada de la OTAN dirigida por los yanquis, y del retiro creciente de su participación en las operaciones dirigidas por EEUU en medio oriente.
Las potencias imperialistas se apropian de la región petrolera

Las sanciones impuestas a Irak se combinaron con la destrucción de vidas e infraestructura, ocasionando una merma del 90% de su exportación petrolera, con su consecuente ahogo económico y financiero.

El 2 de agosto de 1992 Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña establecieron unilateralmente una zona de exclusión aérea entre los paralelos 32º y 36º norte para “proteger” al sur a los shiitas y a los kurdos al norte, de acuerdo a lo declarado. En rigor, ocultaban lo fundamental: se trataba de la protección de los pozos petroleros de Mosul (donde habitaba una mayoría kurda y el Puerto de Besora (mayoría chiita) por donde salían barcos petroleros. Hay que puntualizar claramente que las direcciones tanto chiitas como kurdas, aprovecharon el debilitamiento de Saddam y desarrollaron una ofensiva reclamando sus derechos nacionales, pero que lejos de apoyarlos, el imperialismo les soltó la mano, porque necesitaba a Saddam para estabilizar la región y pacificarla, como así también para ejercer un contrapeso en su disputa con el régimen chiita iraní.

Luego, el imperialismo yanki intervino en Afganistán( 2001) con el apoyo de la ONU y en Bosnia, prescindiendo de él. La primera guerra del golfo, emprendida por los Estados Unidos, respaldado por otras 33 naciones tuvo su origen en la lucha por conquistar el mercado mundial entre las diversas fracciones del imperialismo. Lejos de apaciguarse esos choques, se potenciaron y se volvieron a manifestar en Irak. En 2003, bajo el gobierno de George Bush hijo, el imperialismo yanki desarrolló una ofensiva letal contra Irak derrocando a Saddam e imponiendo un gobierno títere. Saddam había sido calificado como eje del mal, e Irak acusada de la posesión de armas químicas y atómicas. La realidad era muy otra. En 2007 Alan Greenspan (presidente de la Reserva Federal) declaró en sus memorias que la invasión no tenía que ver con la existencia de esas armas de destrucción masiva sino que tenía la finalidad de controlar las enormes reservas petroleras y evitar que la Unión Europea y potencias emergentes como India y China se acercaran a las mismas. Justamente fue eso lo que hizo que tanto Francia como Alemania le restaran apoyo a la invasión.

La guerra de Irak fue la manifestación de la profunda crisis del capital, que tiene su expresión en la disputa por el mercado mundial y pone en evidencia que el régimen capitalista en su última etapa, el imperialismo, es un régimen agotado cuya salida es la destrucción de las fuerzas productivas y de vidas humanas, en función de la defensa de su única razón de ser: la tasa de beneficio. Esta realidad hace que el choque entre las naciones imperialistas se agudice. En 2020, en medio de la pandemia del coronavirus, la tendencia al colapso de este régimen agotado se manifiesta del modo más crudo, del mismo modo que la tendencia a la revolución socialista en todos los continentes cuyo epicentro es la enorme rebelión popular en la cuna del imperialismo, Estados Unidos. La lucha por una dirección obrera y socialista a escala mundial es vital y decisiva para llevarlas al triunfo. Esa es la perspectiva que hemos impulsado en estos días en la Conferencia latinoamericana y de la izquierda convocada por el FIT-U.





15/9/20

ARGENTINA ENVÍA TROPAS AL GOLFO



UN DIA COMO HOY SE ANUNCIABA ESTA ORDEN DE ZARPADA, QUE NUNCA IMAGINAMOS ESTAR O ENTRAR EN UN CONFLICTO QUE NO ERA NUESTRO 
SUELO , NO, ERA UNA MOVILIZACION HACIA EL GOLFO PERSICO DONDE YA SE DESUMBRABA LUCES DE GUERRA.

OBJETANDO SER UNA MISION DE PAZ, EN QUE CABEZA CABE QUE YA HABIENDO UN CONFLICTO VOS VAS A MEDIAR O VAS A PONER LA PAZ, CUANDO SON LOS PODEROSOS DEL MUNDO. NI LAS NACIONES UNIDAS PUDO PARAR ESTE PROBLEMA DE AÑOS ENTRE IRAK E IRAN Y DESPUES KUWAIT. 

ARA BROWN

ARA SPIRO


DOS CARA ROTA QUE NOS MANDARON AL MUERE, Y ENCIMA SE QUEDARON CON LA PLATA PAGADA POR KUWAIT EN UN BANCO EN EL REINO UNIDO.






Argentina anunció ayer el envío de tropas al Golfo Pérsico, convirtiéndose en el primer país latinoamericano en participar en el bloqueo militar contra Irak. Argentina no quiere la guerra , dijo el canciller Domingo Cavallo en un discurso de siete minutos difundido a todo el país, en el que anunció el envío del contingente armado al Golfo, respondiendo a un pedido de Kuwait.



El presidente Carlos Menem, en su carácter de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, ha ordenado la movilización de oficiales y suboficiales del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada nacional , dijo el ministro.

Agregó que los militares argentinos no conformarán una fuerza beligerante. No van a emprender acciones bélicas ofensivas, no van a asumir un rol de beligerancia .

El gobierno argentino anunció ayer que decidió enviar dos buques al Golfo Pérsico en misión de paz para participar en el bloqueo económico contra Irak.

El vocero presidencial Humberto Toledo, aclaró que se trata de una misión de paz, por lo que no necesita la aprobación del Congreso, agregando que los efectivos no entrarán en combate sin autorización del Congreso.

Entre tanto, Zulema Yoma la esposa del Presidente argentino Carlos Menem, afirmó sentirse avergonzada por la decisión de enviar naves de su país al Golfo Pérsico.

De ascendencia siria y practicante de la religión musulmana, Zulema declaró, me siento avergonzada como argentina de mandar tropas a sumarse al bloqueo contra Irak .

Zulema Yoma subrayó, vamos a ayudar a nuestros enemigos en este momento, a quienes nos ofendieron con las Malvinas. No puedo olvidar los dolores y las lágrimas que hemos derramado cuando hundieron a nuestro barco el General Belgrano durante la guerra con Gran Bretaña en 1982 dijo la señora de Menem.

Entre tanto, los nueve países de la Organización de Europa Occidental (UEO) se pronunciaron por la ampliación al tráfico aéreo del embargo contra Irak. Decidieron además fortalecer su coordinación que extienden a los medios terrestres y aéreos según un comunicado publicado anoche al término de su reunión en París.

Los nueve tomarán en los más breves plazos medidas suplementarias necesarias para instaurar de manera completa y eficaz el embargo, y lanzaron un llamado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que adopte muy rápidamente las decisiones apropiadas en ese sentido, precisó el comunicado.

El canciller francés, Roland Dumas, dijo que los nueve también pedirán al Consejo que extienda el embargo comercial a países que infrinjan las presentes sanciones decretadas por las Naciones Unidas.

Dumas añadió que un comité militar conjunto se reunirá hoy para poner en vigencia nuevas medidas que extiendan la coordinación entre fuerzas terrestres y aéreas de la UEO que operan en el Golfo.

Holanda dijo ayer que enviará 18 cazas F-16 a la región del Golfo si el Consejo decreta un embargo aéreo contra Irak. Este anuncio se produjo en momentos en que el Consejo seguía reunido en Nueva York.

En una acción sin precedentes, la Unión Soviética ha acordado prestar a Estados Unidos un gran barco para trasladar equipos militares al Golfo Pérsico, revelaron ayer fuentes de la Organziación del Tratado de Atlántico del Norte (OTAN).

También han habido discusiones entre funcionarios estadounidenses y soviéticos sobre el uso de grandes aviones soviéticos de transporte Antonov para ayudar a trasladar soldados y pertrechos estadounidenses al Golfo Pérsico, dijeron las fuentes. Según el ministro de Finanzas de Israel, Yitzhak Modai, el presidente soviético Mijail Gorbachov calificó al mandatario iraquí Saddam Hussein de bestia salvaje , pero manifestó su esperanza de que Irak pueda ser obligado a retirarse de Kuwait sin derramamiento de sangre.

Por su parte, el canciller, David Levy, dijo que la Unión Soviética prometió salir a la defensa de Israel si Irak lo agrede.

El canciller saudí, príncipe Saud al-Faisal, declaró ayer en Moscú que su país acogería de buen grado a tropas soviéticas en su país si Moscú decidiera sumarse a la fuerza internacional concentrada para enfrentar a Irak.

Por otro lado, el presidente Carlos Menem calificó ayer como conveniente para Argentina el envío de tropas al Golfo en una controvertida medida que convertiría a este país en el primero de América Latina en participar en el bloqueo militar contra Irak.

La Casa de Gobierno concluyó ayer los arreglos para un anuncio formal a la población sobre la participación militar, que consistirían en un par de centenares de oficiales profesionales y dos buques misilísticos de la Armada, según anticiparon fuentes gubernamentales.

En otro frente diplomático, el presidente sirio Hafez Assad efectuará su primera visita a Teherán la semana próxima para discutir la crisis del Golfo Pérsico y la situación en el mundo árabe en general, informaron ayer fuentes sirias.

Se anticipa que el viaje será de utilidad para una campaña de Assad para proyectarse como aliado confiable del Oeste y mejorar la imagen de su país después de los años de aislamiento que le reportó su implicación en ataques terroristas.

QUE PASARA CON EMIRATOS Y BAREIN SI TRUMP NO GANA LOS COMICIOS ???







El verdadero objetivo de la normalización de relaciones entre Baréin e Israel es salvar a Trump y Netanyahu de las crisis que les acucian.


Tanto el presidente de EE.UU., Donald Trump, como el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, necesitan logros para superar los desafíos internos que les inquietan para mantenerse en el poder.

El inquilino de la Casa Blanca, que aparece de forma consistente en las encuestas por detrás del aspirante presidencial del Partido Demócrata, Joe Biden, necesita una carta para ganar los comicios del próximo noviembre.

La normalización de nexos de algunos países árabes con Israel puede ser un as en la manga de Trump para ganar el voto del lobby sionista en EE.UU. Mientras Netanyahu necesita este acercamiento de los países árabes para sacar al régimen del aislamiento.

Para Baréin y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) esta normalización de nexos con Israel no es una victoria, al contrario puede ser una derrota desestabilizadora, a pesar de que en esta medida recibieron la luz verde de Arabia Saudí.

La influencia de Arabia Saudí

Aunque Arabia Saudí ha alegado que no está listo para reconocer a Israel, los analistas dicen que los acuerdos recientes no se habrían producido sin su apoyo.

Baréin, el pequeño país del Golfo Pérsico, perdió gran parte de su autonomía hace casi una década, cuando sus líderes recurrieron a su vecina saudí para salvarlos de un levantamiento popular, el llamado “Despertar Islámico” en 2011.

En 2011, durante el inicio de los levantamientos populares contra el régimen de los Al Jalifa, Arabia Saudí envió tropas militares para reprimir las protestas antigubernamentales en este pequeño país del Golfo Pérsico. Muchos de los que se manifestaron contra el monarca eran de la mayoría chií del país, que se ha quejado durante mucho tiempo de la represión.

Por lo tanto, unirse al tren de normalización, liderado por Estados Unidos, también puede proporcionar a la monarquía bareiní una “protección continua contra su propio pueblo”.

Si Riad se hubiera opuesto, Baréin nunca hubiera normalizado los lazos con Israel. Hay indicios de que Arabia Saudí se está moviendo en la misma dirección para hacer la paz con Israel.

Arabia Saudí es, sin duda, el premio final en la búsqueda de Israel del reconocimiento de los Estados árabes. Con vastas reservas de petróleo y lugares de peregrinaje islámicos, el reino árabe es el Estado más influyente del mundo árabe.

Los cálidos lazos de los países árabes con Israel también son un golpe grave para los palestinos en su lucha contra la ocupación israelí. Si los árabes normalizan sus relaciones con Israel sin conseguir nada significativo, entonces podemos asumir con seguridad que no habrá ningún incentivo para que Israel avance hacia la creación de un Estado palestino o ponga fin a su ocupación.

Hablando bajo condición de anonimato, funcionarios de la Administración Trump involucrados en presionar a los saudíes para que legitimen a Israel, reconocen que la posibilidad de que Riad se una al acuerdo de paz con Israel sigue siendo remota.

Reacciones al pacto de vergüenza de Baréin con Israel

El primer ministro de Palestina, Muhamad Shtayeh, anunció que se está preparando una recomendación para proponerla al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, a fin de reconsiderar las relaciones con la Liga Árabe por su “silencio” frente a la “flagrante violación de las decisiones” de este ente regional.

Saeb Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) alertó que la normalización de los lazos con Israel jugará en contra y es un factor importante para socavar la seguridad de los países árabes.

A su vez, el jefe de la dirección política del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Ismail Haniya, alertó que su movimiento no pasará por alto tal medida y promete defender Palestina “con pólvora y balas”.

Hanan Ashrawi, miembro del Consejo Ejecutivo de la OLP, dijo que el hecho de que Baréin normalice sus relaciones con Israel no soluciona la causa palestina y señaló que tal medida “forzosa no traerá paz” a la región.

Mientras, el movimiento popular yemení Ansarolá afirmó que los regímenes árabes que han normalizado sus lazos con Israel no representan a sus pueblos y sentenció que, llegado el momento, tendrán que pagar el precio de su traición a la causa palestina.

La Cancillería de Irán condenó, a su vez, en duros términos, el “vergonzoso” pacto entre Baréin y el régimen de Israel, y enfatizó que tanto el pueblo palestino como la comunidad islámica nunca aceptarán la normalización de lazos con el régimen invasor y agresor de Israel.

El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán advirtió que, sin ningún lugar a dudas, el régimen de los Al Jalifa recibirá la respuesta que se merece de manos de la Resistencia.

¿Qué pasará con Emiratos y Baréin si Trump pierde en las elecciones?

Los expertos en relaciones internacionales creen que una revisión de la experiencia de Egipto en mantener lazos diplomáticos con el régimen de Tel Aviv demuestra que el pueblo egipcio se volvió más pobre, y ya no goza de seguridad ni estabilidad tal y como había tenido antes de firmar el acuerdo de paz, llamado Acuerdo de Camp David.

El comercio entre Israel y sus vecinos Jordania y Egipto nunca floreció a pesar de la normalización. Se espera que eso también ocurra con Manama y Abu Dabi. Por lo tanto, según una antigua experiencia, la normalización no mejorará la economía ni la seguridad de los Emiratos Árabes Unidos y Baréin.

La experiencia libanesa con la normalización es otro ejemplo fallido de los esfuerzos árabes para hacer la paz con Israel. El 31 de agosto de 1982 fue electo presidente de El Líbano, Bashir Gemayel, gran aliado de Israel, pero un mes después de su elección Gemayel fue asesinado por la detonación de una bomba en el edificio de su partido por buscar mantener relaciones diplomáticas con el régimen de Tel Aviv. Y así fue como Gemayel pagó caro por sus pretensiones traicioneras hacia la causa palestina.

En 1993, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) firmó una serie de acuerdos con Israel, auspiciada por los Estados Unidos. En el marco de los acuerdos, que se daban un plazo de 5 años para buscar una solución permanente al conflicto, Israel transfirió la administración de la ocupada Cisjordania y la Franja de Gaza a la ANP.

El resultado de los Acuerdos de Oslo; Israel aumentó la construcción de los asentamientos ilegales en Cisjordania, destruyó miles de las casas palestinas, lanzó varias agresiones contra Gaza, lleva casi 13 años manteniendo un bloqueo contra el enclave costero de Palestina y asesinó a miles de civiles palestinos.

Yasser Arafat, expresidente palestino quien firmó los Acuerdos de Oslo, murió envenenado con la implicación directa de los servicios de inteligencia israelíes (el Mossad).

Los expertos señalan que la medida de Baréin para normalizar nexos con el régimen israelí no fue sorprendente.

El líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, afirmó que “es bueno que se caigan las máscaras. La normalización está en curso desde hace mucho, pero parece que este anuncio responde a una agenda estadounidense, ya que Donald Trump necesita un éxito en el plano internacional antes del fin de su mandato”.

Nasralá aseguró que el acuerdo de paz “muestra igualmente hasta qué punto ciertos dirigentes del Golfo Pérsico están al servicio político y personal de Trump y Netanyahu”.

Por otro lado, los políticos enfatizan que el régimen de Al Jalifa ya se encuentra en un gran dilema luego de que la oposición rechazara la normalización, y quemara la bandera israelí y las fotos del rey bareiní, Hamad bin Isa Al Jalifa, durante las manifestaciones en apoyo a la causa palestina.

Los analistas agregaron que los Al Jalifa buscan salvarse de la ira del pueblo de Baréin y su revolución, normalizando lazos con el régimen de la ocupación, y que el eje de la Resistencia saldrá victorioso ante el eje diabólico, que lideran EE.UU. y el régimen sionista.

Teniendo en cuenta la experiencia de los países árabes con la normalización, se puede decir que los regímenes reacciones árabes del Golfo Pérsico les salió mal la apuesta de paz con Israel para conseguir el apoyo de Trump y Netanyahu como forma de crear prosperidad y seguridad en sus países.

19/8/20

UN ERROR DE CALCULO QUE COSTO UNA GUERRA


Sadam quiso apoderarse de la riqueza, Bush se lo impidió y el gran perdedor es el pueblo Iraquí kuwait.




En el balcón hay varios hombres de uniforme. Uno de ellos empuña su pistola, alza el brazo armado y dispara jubiloso contra el cielo. Abajo, en la plaza, una multitud le aclama. Los de abajo han perdido a cientos de miles de compatriotas. El de arriba ha perdido una guerra. Pero los de abajo aún vitorean y el de arriba aún dispara. La imposible escena sucedía en Mósul, al norte de Irak, en mayo pasado. Sadam Husein sonríe tras vaciar el cargador y vuelve a su bunker de Bagdad.Decenas, cientos de miles de muertos. El viaje a ninguna parte del pueblo kurdo. La hoguera inextinguible del petróleo kuwaití y el cielo ennegrecido sobre el golfo Pérsico. La nieve de papel sobre las cabezas augustas de los vencedores, que desfilan en Nueva York; el hambre y el miedo en los estómagos de los vencidos, que se arrastran de retorno a sus aldeas. Y Sadam, que sobrevive al holocausto y se agiganta en su vocación de monstruo.

Casi todos los pueblos reverencian / detestan a un antepasado ilimitadamente cruel, un monstruo capaz de verter en el albañal de las derrotas los ríos de sangre necesarios para cuajar lo que llaman "el espíritu de las naciones". Occidente guarda sus amadas / odiadas bestias -algunas muy recientes- en los libros de historia. La nación árabe, que transita por su siglo XV, podría estar aún pariéndolas.

Sadam Husein, autoproclamado heredero del babilonio Nabucodonosor y del kurdo Saladino, admirador de Adolfo Hitler y de Jósif Stalin, hace todo lo posible por encaramarse a los futuros libros de su pueblo. Sabe -matar -lo ha hecho con sus propias manos- y sabe cautivar -lo ha hecho cientos de veces. Conoce a la perfección el juego del dolor / amor, tan antiguo como el hombre.

¿Erró en sus cálculos el 2 de agosto del año pasado, cuando lanzó a 100.000 de sus hombres sobre el pequeño emirato de Kuwait y golpeó al mundo donde más le duele, justo en el petróleo?
Guardada en secreto

Tal vez malinterpretó las palabras de la embajadora de EE UU en Bagdad, April Glaspie: "No opinamos sobre los conflictos interárabes", en su conversación del 25 de julio de 1990, cuya versión íntegra Washington guarda en secreto. Tal vez fue el presidente norteamericano, George Bush, quien quiso que aquel "dictadorzuelo" árabe entrara en la ratonera kuwaití. Un año después, se sabe que Bush fue desde el principio partidario de ir a la guerra -contra la opinión de sus más cualificados asesores- y que Sadam no la rehuyó.A partir del 2 de agosto de 1990 comenzó una partida de ajedrez que todos tenemos memorizada. Ese mismo día, a petición de EE UU, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió su resolución 660, exigiendo la retirada incondicional de los iraquíes. Al día siguiente, los ministros de Exteriores de Washington y Moscú, James Baker y Edvard Shevardnadze -quien dimitió en diciembre pasado-, firmaron una declaración conjunta contra la invasión de Kuwait.

El 4 de agosto, la Comunidad Europea imponía un embargo económico contra Irak. El 6 de agosto, el jefe del Pentágono, Richard Cheney, volaba hacia Arabia Saudí acompañado por un robusto militar que se haría célebre, el general Norman Schwarzkopf. El político y el militar se reunieron inmediatamente con el rey Fahd, el multimillonario custodio de los lugares santos del islam, profundamente atemorizado por las tropas iraquíes que cantaban victoria justo en la frontera de su país.

"SI se nos pide que defendamos Arabia Saudí, lo haremos; nos iremos cuando nos lo pidan, y no dejaremos bases permanentes", dijo Cheney.

"Vengan", respondió escuetamente el rey.

Ésas fueron las palabras, según el posterior relato de Schwarzkopf. Había nacido el Escudo del Desierto.
Cuenta atrás

El resto es de sobras conocido. Un día después, el primer contingente de tropas norteamericanas se desplazaba hacia el desierto saudí y comenzaba la cuenta atrás para el estallido de la guerra, la Tormenta del Desierto. Ni las 12 resoluciones de las Naciones Unidas, ni el plan de paz de Mijaíl Gorbachov, ni el ultimátum de la ONU (es decir, de la formidable coalición militar que amenazaba a Irak) exigiendo la retirada antes del 15 de enero, ni la reunión in extremis de Baker con Tarek Aziz en Ginebra, el 9 de enero pasado, hicieron dar marcha atrás a Sadam.A Sadam, tal como se ven hoy las cosas, le apetecía la guerra, aunque no tuviera la pretensión de ganarla. Envió a Kuwait medio millón de hombres, jóvenes y viejos, carne de cañón reclutada a la fuerza y abandonada a su suerte ante la prodigiosa tecnología armamentista de EE UU y sus aliados.

Sadam, buen cliente -el mayor del mundo- del mercado de armas, sabía perfectamente lo que estaba en sus manos y lo que tenía el enemigo. Así que sus mejores hombres, los de la Guardia Republicana, se quedaron en casa, en Irak, preferentemente en los alrededores de Takirit, la ciudad junto a la que nació Sadam y donde cuenta con los más firmes apoyos. Con ese enroque de rey, el líder iraquí renunciaba al ataque, pero se protegía contra un probable jaque mate. Podían comerle los peones, pero era difícil llegar hasta su refugio y ganarle la partida.

Y no se la ganaron. Al menos, no del todo. En la madrugada del 17 de enero, Washington y sus aliados abrieron fuego contra Bagdad, la ciudad cuyas noches fueron desde entonces como un árbol de Navidad iluminado", según el despiadado sarcasmo de la televisión norteamericana CNN. 

El bombardeo duró cinco semanas, cada minuto de cada hora de cada día. Irak no respondió más que con algunos misiles de efectos insignificantes contra Israel -que no respondió-, Arabia Saudí y Bahrein. Sadam no pudo -o no quiso- emplear las terroríficas armas químicas que le habían vendido sus enemigos cuando eran amigos y cuando los gases sólo servían para asfixiar a los kurdos. La máscara antigás, uno de los símbolos de la guerra del Golfo, nunca fue necesaria para los aviadores.

El 23 de febrero por la noche, la coalición entró en el emirato para recoger -la palabra es ésa- decenas de miles de soldados iraquíes, famélicos y asustados, decenas de miles de kuwaltíes, famélicos y alborozados, y

de un país de cuyas tripas destrozadas brotaba humo negro de petróleo. Las bajas de la coalición sumaban 223 soldados, 16 de ellos por "fuego amigo". Las de Irak se desconocen. Unas 200.000, se estima. Puede que 300.000.

El 28 de febrero, George Bush anunció alto el fuego. "Kuwait ha sido liberado y el Ejército iraquí vencido. Los objetivos militares están cumplidos". Los kurdos iraquíes se rebelaban al norte. Los shiíes, cansados del predominio de la minoría suní, hacían lo mismo al sur. Las tropas de la coalición estaban en territorio de Irak y tenían el país a su merced. Sadam estaba acorralado. Lógicamente, debía huir.

Pero no lo hizo. El dictadorzuelo se mantuvo en su puesto y no cedió. Al contrario. Machacó a los kurdos, haciéndoles huir en un horroroso éxodo hacia la frontera turca e iraní, y mientras los asesinaba les tendió una mano y les ofreció el antiguo pacto de autonomía, que nunca había respetado. Martirizó con una sonrisa, y venció de nuevo. ¡Qué insondable es el alma de los pueblos! Los kurdos se sintieron lejos de Estados Unidos, lejos de quien les había instigado a la rebelión, lejos de los soldados que les arrojaban pan, mantas y desprecio desde los camiones en las montañas turcas, y volvieron al regazo cruel y conocido de Sadam.
El mal menor

Otro tanto sucedió en el sur con los shiíes. Estados Unidos, que no se atrevió a apostar claramente por los kurdos por miedo a poner en aprietos a su aliada Turquía -con una larga tradición represiva contra su propia minoría kurda- e incluso a la URSS, atisbaba la expansión del extremisimo Islámico iraní en caso de victoria de los shiíes. Sadam, el odiado, resultaba ser el mal menor. Dejemos, pues, las cosas como estaban.Las tropas norteamericanas y las de los 33 países aliados con Washington empezaron a volver a casa. Se celebraron desfiles y se repartieron medallas. Estados Unidos se resarció de Vietnam y recuperó el orgullo. Irak no se resarció de nada y recuperó la hambruna y las epidemias de hace muchas décadas. Kuwait recuperó el régimen dictatorial de su emir -cuidadosarriente preservado, por Arabia Saudí en un exilio de cinco estrellas- y su petróleo, todavía ardiendo. La economía mundial no entró en la temida recesión. La guerra, se supone, acabó bien. E incluso abrió una brecha por la que Podría colarse la pacificación de Oriente Próximo. Pero eso es otra historia.

13/8/20

ARGENTINA ÚNICO EXTRA-OTAN - PAÍS VETERANO DEL GOLFO 1991

 

ÚNICO PAÍS ALIADO EXTRA OTAN - ÚNICO PAÍS VETERANO DEL GOLFO - ÚNICO PAÍS CON MAYOR PRESENCIA EFECTIVA EN EL EXTERIOR Y EXTRANJERO - LA NACIÓN CON MAYOR EXPERIENCIA EN COMBATE RECIENTE , LA NACIÓN QUE MAYORES CONFLICTOS , GUERRAS E INCIDENTES PARTICIPÓ Y PELEÓ EN TODA LATINOAMÉRICA .

AVIONES DE LA COALICION EN EL GOLFO PERSICO 1991


Cómo viven los supuestamente veteranos de guerra ya ni se acuerdan de ellos son gente valiosa pero liderados por una Coalicion