8/9/16

Rusia y Argentina podrían ejecutar maniobras militares conjuntas




El ministro de Defensa de Argentina, Julio Martínez, ha expresado que su país desea cooperar en el ámbito militar con Rusia durante el Foro Internacional Ejército-2016, que se celebra en la región de Moscú.

Ministro de Defensa de la Nación Argentina


El ministro de Defensa de Argentina, Julio Martínez, ha declarado que su país podría llevar a cabo maniobras militares conjuntas con Rusia. Lo ha dicho en declaraciones llevadas a cabo en el marco del Foro Internacional Ejército-2016 que se lleva a cabo entre el 6 y el 11 de septiembre.




Putin: "Argentina es un socio económico muy relevante para Rusia"El representante argentino también ha comentado que existe la posibilidad de que Argentina adquiera equipamiento militar ruso, que incluiría embarcaciones de clase polar, barcos multipropósito, aviones y otros vehículos.



En este apartado, Julio Martínez ha indicado que Argentina tiene "muchas necesidades" pero que, en este viaje, a su país le interesa ver "buques polares y vehículos ocho por ocho, helicópteros, aviones de entrenamiento y cazas".

Argentina desea reforzar los vínculos con Rusia

Este día, el ministro Martínez aseguró que el Gobierno de su país desea estrechar las relaciones en el ámbito de la tecnología y la cooperación militar con Rusia. "Reciban un cordial saludo del presidente Macri. He recibido sus disposiciones para profundizar las relaciones con su país", fueron las palabras del ministro argentino.

Según Martínez, históricamente las relaciones entre Argentina y Rusia han sido buenas y la intención del Gobierno argentino es "continuar en ese camino". Destacó además el deseo de su país de alcanzar acuerdos de "tecnología, ejercicios conjuntos y otras cuestiones que creemos que se van a profundizar en este Gobierno ".


Los Veteranos del Guerra del GOLFO Argentinos - Grupo de Tareas 88 - Inserción de la Argentina como ALIADA de las Superpotencias


Dentro de la política exterior de la administración Menem, se valoraba especialmente la recomposición de relaciones con el bloque Occidental, deterioradas por la Guerra del Atlántico Sur y la política exterior de la administración Alfonsín. Una forma de obtenerla era la participación activa en organismos multilaterales, abandonando la política aislacionista de décadas anteriores. A su vez, se quería proyectar la imagen de un país comprometido con el Orden Legal Internacional. Parafraseando a Clausewitz, podemos decir que "la actividad militar es la continuación de la política por otros medios". Se necesitaba dar una señal del nuevo rumbo de las relaciones internacionales de la Argentina. Y para dicha misión se llamó a la Armada Argentina (ARA), que se constituyó, como bien dijo el Almirante Ferrer en la Memoria del Estado Mayor Conjunto de 1991, en el "brazo armado de la política exterior de la Nación".




Alistamiento de las Unidades



Es así que el Presidente de la Nación, Dr. D. Carlos Saúl Menem, en su carácter de Comandante en Jefe de las FFAA, ordenó el 18 SEP 1990 el alistamiento de medios navales para apoyar la operación "Desert Shield" (Escudo del Desierto). El operativo a cumplir fue llamado Alfil por la ARA. Para llevarlo a cabo, se creó el Grupo de Tareas (GT) 88.0, bajo el mando del CN D. Eduardo A. Rosenthal. Dicho GT estaba compuesto por:



Destructor Misilístico Clase MEKO 360H2 ARA (D-10) Almirante Brown ; asignado a la 2da. Div. de Destructores, CF D. Alejandro Tierno 

Corbeta Misilística Clase MEKO 140A16 ARA (P-43) Spiro ; asignado a la 2da. Div. de Corbetas CF D. Oscar González

Sección de 2 Helicópteros SA-316B Alouette III, características 3-H-109 y 3-H-112 ; asignados a la 1ra. Esc. Aeronaval de Helicópteros, CC Alomar. 

Esto paso en repuestas a una guerra que según el entonces Congreso de la Nación Argentina decía que íbamos en misión de Paz. Las FF.AA de EE.UU siguen  y ahora el Gobierno trata de relacionarse con Rusia esto es un cuento de nunca acabar así quedamos en el medio de la Paz ( Guerra de por medio )acá la foto:

  Bombardeo y prendida de fuego los pozos de petróleos.

5/9/16

La paz que no llega Cascos Azules



El sargento primero Sergio Balla perdió las dos piernas al estallar una mina en Croacia. La ONU lo indemnizó con 230.000 dólares, pero el gobierno argentino sólo le dio 1800 y se quedó con el resto. No es el único caso. Esto fue en 13 de Abril del 2003


PARANA "Al gobierno argentino le convenía que los cascos azules volvieran mutilados o muertos, así entraban millones de dólares por el resarcimiento -denuncia Estela-. Es chocante, pero es la verdad."

Su esposo, Sergio Balla, de 48 años, toma un mate y asiente con la cabeza desde su silla de ruedas, en la que se moviliza desde que tres minas antitanque le amputaron ambas piernas en Croacia, hace casi 10 años.



"Las Naciones Unidas mandaron más de 3 millones de dólares en indemnizaciones para todos los cascos azules mutilados, y unos 230.000 dólares por mi situación, pero se los quedó el gobierno", dice con bronca.


Foto: DyN / Ezequiel Pontoriero

Sergio es suboficial principal del Ejército. El 16 de diciembre de 1993 era sargento primero y patrullaba Dragovich, una zona caliente de Croacia, junto al capitán José Rojas. A media mañana tocaron tres minas. La explosión le quitó la vida a Rojas y se quedó con las piernas de Balla, además de romperle en ocho partes la tercera vértebra lumbar, entre otras secuelas. Quienes lo rescataron aseguran que está vivo de milagro, y no podían creer que, al mes y medio, intentara pararse sobre las prótesis que le cedió la Cruz Roja en Zagreb.


¿Qué hacían allí?, preguntó LA NACION.

"Prestábamos servicio en la localidad de Novo Selo. Todos los batallones tenían un sector de responsabilidad y nuestra compañía estaba ahí para cuidar que no se enfrentaran los serbios con los croatas. A 800 metros teníamos un puesto de observación serbio, y atrás de la compañía, detrás de un cerro, estaba el puesto croata. Eramos la mortadela del sándwich. Nuestra misión consistía en hacer patrullas para mantener la presencia de las Naciones Unidas en ese sector y evitar los enfrentamientos."


Balla vive con su esposa Estela y sus cuatro hijos, dos de ellos universitarios, en la calle Salinas, de la zona este de Paraná, un típico barrio de clase media con veredas demasiado angostas. En este hogar se respira alegría de vivir, con varios trofeos a la vista, por el patín artístico que practica la única nena de la casa, pero a la vez hay un dejo de desencanto con los gobiernos.

Como pagaba un seguro, de su propio sueldo, el dinero que cobró por el accidente le alcanzó a Sergio para adaptar su vivienda a la nueva vida: ensanchó las puertas, cambió los sanitarios y la cama de modo que la silla de ruedas "molestara" lo menos posible a los suyos, y se hizo de un auto apropiado. Como los cambios en su casa se demoraban, colocó algunos dólares en el banco, y el dinero quedó luego dentro del ya famoso corralito. El Estado argentino le había pagado 1800 pesos (o dólares, por entonces), por toda indemnización.

¿Qué pasó con la indemnización de las Naciones Unidas?
"En el Ejército dicen que no nos deben nada, y estamos esperando una respuesta de los ministerios de Defensa y de Economía. Sabemos que algunas personas hicieron presentaciones en la Justicia, pero nosotros aún esperamos", dice Balla.
El dinero que no llegó

El caso del sargento primero Sergio Raúl Balla es uno de los ocho casos de cascos azules que no recibieron la indemnización girada por la ONU. En la nómina de compensaciones por fallecimiento figuran el mayor José Rojas (561.557 dólares), el capitán Esteban Lioni (450.514), el suboficial principal Francisco Acuña Godoy (450.907), el sargento Oscar Vallejos (289.816) y el sargento Marcelo Aguilera (296.182). Además de Balla, la ONU decidió compensar por lesiones que causaron incapacidad al capitán Alejandro Reuther (52.976 dólares) y al sargento Gustavo Parras (682.477).

Balla nos amplía que el gobierno argentino se excusa detrás de la ley 19.101, que fija un tope a las indemnizaciones militares, para negar la distribución del dinero, o dice que las compensaciones de Naciones Unidas llegaron para el Estado, porque los efectivos formaban parte de un contingente argentino, por lo que el dinero aportado por la ONU se considera una indemnización al país, y no para los damnificados. Pero Balla recuerda que el propio embajador Emilio Cárdenas, que representó al país en la ONU, rechazó estos argumentos en forma pública.

Su esposa es más drástica: "Con ese criterio, mandamos algunos más y si vuelven mutilados pagamos la deuda externa. Es un disparate. Usted imagine mi indignación -agrega-, porque yo sé lo que ha sufrido Sergio. El perdió las piernas por una causa noble, por la paz, son muchas cosas que se juntan acá", apunta.

En enero de 1998, la ONU giró a la Argentina un total de 2.731.455 dólares con destinos fijados. En el caso del sargento primero Balla le correspondían 229.559 dólares. El gobierno nacional sólo le dio 1800 y se quedó con el resto.

"Teníamos la idea de tomarnos unas vacaciones en familia cuando Sergio regresara de Europa porque en 25 años de casados jamás salimos, pero el accidente enterró varios sueños. Usted aquí lo ve entero, él se ha puesto las piernas, pero yo le aseguro que para una persona amputada no es fácil sonreírle a la vida cada día", sugiere Estela.

Prefieren no abundar en detalles, la situación se entiende. Balla disfrutaba del fútbol con sus hijos en el patio del fondo, hacía unas cien cuadras diarias en bicicleta para concurrir a los cuarteles, jugaba al básquet, salía a caminar con su esposa, y nada gozaba tanto como una tarde de pesca, con amigos, a la orilla del río. Todo eso es tiempo pasado. "Hoy disfruto un día pero lo pago al otro día".

Estela tiene que seguir concurriendo a su trabajo para ayudar a parar la olla, como empleada civil del Ejército, y Sergio se encarga de llevar los chicos a la escuela y de algunas tareas del hogar. Su esposa dice que preferiría estar más en casa para acompañarlo, porque toda la buena onda que se respira en la familia no evita, de tanto en tanto, algunos estados depresivos.

-¿Qué es la guerra para usted, Sergio?

-No hay palabras, hay que vivirla para saber lo que es. La guerra es lo más impune, lo más maldito, lo más atroz. La hacen los hombres por intereses. Se matan por un pedacito de tierra, de agua. Lo que muestran por televisión es la milésima parte de lo que sucede, la guerra es sufrimiento, amputaciones, muerte, chiquitos huérfanos, destrucción, hambre, pobreza, miseria, todo eso es la guerra.

A esta altura, Balla le da un especial valor a las condecoraciones de la ONU y del gobierno nacional, otra paradoja. ¿Está arrepentido de haber ido? "No, no, soy militar y me debo a mi profesión. Nosotros fuimos en representación del país. Eramos de las Naciones Unidas pero en nuestro brazalete estaba la Argentina, me siento un poco abandonado, no por el Ejército, pero sí por el país."

Por Daniel Tirso Fiorotto

4/9/16

Indemnizarán a cascos azules




El Estado retiene desde 1998 pagos girados por la ONU
Daniel Gallo

LA NACIÓN

Entonces cual sera las medidas a tomar por los Veteranos que fueron al Golfo Pérsico en el año 1990/1991, cuando ellos hablan de Paz no es tan así hay guerra o se va a una guerra..Si no lean que paso con los hombres de las FF.AA en misión de Paz.


El Estado se encamina a dar una respuesta positiva al reclamo de indemnizaciones que realizan militares heridos -y familiares de fallecidos- en misiones de paz de las Naciones Unidas.

La controversia comenzó cuando el Estado recibió en 1998 una partida de 3.109.816 dólares, enviada por la ONU en concepto de indemnización para los ocho cascos azules argentinos que resultaron víctimas de incidentes en el exterior hasta 1995. Pero ese dinero no llegó a los beneficiarios al entenderse que la ley 19.101 fija monto de indemnizaciones para el personal militar.


El caso testigo es el del sargento primero Sergio Raúl Balla, cuyo expediente tiene finalmente el visto bueno del Ministerio de Defensa para que se le otorgue la indemnización completa, de 399.942 dólares. Queda por delante la aprobación de la Cancillería.



El sargento Sergio Raúl Balla. Foto: Archivo

El ministro de Defensa, José Pampuro, encomendó el seguimiento del caso al secretario de Asuntos Militares, Julián Domínguez. La posición de la cartera castrense es acelerar los pasos para llegar a una respuesta en favor de los damnificados.
En un campo minado


El sargento Balla perdió las piernas el 16 de diciembre de 1993, cuando el vehículo en el que patrullaba en Croacia fue destruido por una mina antitanque. En ese incidente murió el mayor José Rojas.

Desde el momento en que sufrió la pérdida de las piernas, Balla sólo recibió 1800 dólares como indemnización. El Estado busca ahora compensar el olvido hacia los hombres que sirvieron en fuerzas de paz.


El 29 de abril último, en el final de la gestión de Horacio Jaunarena, el departamento legal del Ministerio de Defensa recomendó abonar la totalidad del pago girado por la ONU. No hizo lugar, en cambio, a un pedido por daño moral de 500.000 pesos.

Domínguez comentó que la cartera militar informó a la oficina del procurador del Tesoro para conseguir ese reparación. Se espera ahora la respuesta de la Cancillería.

En casos similares se encuentran los familiares de los fallecidos mayor Rojas (por cuya muerte la ONU giró 561.557 dólares), el capitán Esteban Lioni (450.514), el suboficial principal Francisco Acuña Godoy (450.907), el sargento Oscar Vallejos (289.816) y el sargento Marcelo Aguilera (296.182). La ONU también envió compensaciones por lesiones al capitán Alejandro Reuther (52.976 dólares) y al sargento Gustavo Parras (682.477).

Según se informa en el Ministerio de Defensa, la posición oficial es reconocer esas deudas.

Habra que seguir los  paso con estos hombres que fueron en misión de paz, y la cartera de defensa sigue haciendo oídos sordos, ni hablemos de la Fuerza Naval enviada al Golfo Pérsico que ya llevamos 26 años sin repuestas algunas o esperarían que alguien venga muerto o sin miembros con discapacidad para toda la vida. Se seguirá luchando hasta conseguir los que el estado se guarda. 

Indemnizarán a cascos azules




El Estado retiene desde 1998 pagos girados por la ONU
Daniel Gallo

LA NACIÓN

Entonces cual sera las medidas a tomar por los Veteranos que fueron al Golfo Pérsico en el año 1990/1991, cuando ellos hablan de Paz no es tan así hay guerra o se va a una guerra..Si no lean que paso con los hombres de las FF.AA en misión de Paz.


El Estado se encamina a dar una respuesta positiva al reclamo de indemnizaciones que realizan militares heridos -y familiares de fallecidos- en misiones de paz de las Naciones Unidas.

La controversia comenzó cuando el Estado recibió en 1998 una partida de 3.109.816 dólares, enviada por la ONU en concepto de indemnización para los ocho cascos azules argentinos que resultaron víctimas de incidentes en el exterior hasta 1995. Pero ese dinero no llegó a los beneficiarios al entenderse que la ley 19.101 fija monto de indemnizaciones para el personal militar.


El caso testigo es el del sargento primero Sergio Raúl Balla, cuyo expediente tiene finalmente el visto bueno del Ministerio de Defensa para que se le otorgue la indemnización completa, de 399.942 dólares. Queda por delante la aprobación de la Cancillería.


El sargento Sergio Raúl Balla. Foto: Archivo

El ministro de Defensa, José Pampuro, encomendó el seguimiento del caso al secretario de Asuntos Militares, Julián Domínguez. La posición de la cartera castrense es acelerar los pasos para llegar a una respuesta en favor de los damnificados.
En un campo minado


El sargento Balla perdió las piernas el 16 de diciembre de 1993, cuando el vehículo en el que patrullaba en Croacia fue destruido por una mina antitanque. En ese incidente murió el mayor José Rojas.

Desde el momento en que sufrió la pérdida de las piernas, Balla sólo recibió 1800 dólares como indemnización. El Estado busca ahora compensar el olvido hacia los hombres que sirvieron en fuerzas de paz.


El 29 de abril último, en el final de la gestión de Horacio Jaunarena, el departamento legal del Ministerio de Defensa recomendó abonar la totalidad del pago girado por la ONU. No hizo lugar, en cambio, a un pedido por daño moral de 500.000 pesos.

Domínguez comentó que la cartera militar informó a la oficina del procurador del Tesoro para conseguir ese reparación. Se espera ahora la respuesta de la Cancillería.

En casos similares se encuentran los familiares de los fallecidos mayor Rojas (por cuya muerte la ONU giró 561.557 dólares), el capitán Esteban Lioni (450.514), el suboficial principal Francisco Acuña Godoy (450.907), el sargento Oscar Vallejos (289.816) y el sargento Marcelo Aguilera (296.182). La ONU también envió compensaciones por lesiones al capitán Alejandro Reuther (52.976 dólares) y al sargento Gustavo Parras (682.477).

Según se informa en el Ministerio de Defensa, la posición oficial es reconocer esas deudas.

Habra que seguir los  paso con estos hombres que fueron en misión de paz, y la cartera de defensa sigue haciendo oídos sordos, ni hablemos de la Fuerza Naval enviada al Golfo Pérsico que ya llevamos 26 años sin repuestas algunas o esperarían que alguien venga muerto o sin miembros con discapacidad para toda la vida. Se seguirá luchando hasta conseguir los que el estado se guarda. 

“OPERACIONES BÉLICAS”


VETERANOS DE AYER


A 26 años de la zarpada del grupo T.88 al Golfo Pérsico, la historia confirma la real naturaleza de su misión.

Por Pepe Beru


ARA ALTE. BROWN



ARA CORBETA SPIRO


Pese a que el 25/09/2016 y con esta fecha  han pasado ya veintiséis años de la partida de la misión naval argentina a las aguas del Golfo Pérsico, el tiempo no ha hecho olvidar dicha participación y menos aún, el carácter de aquella operación que representó al final de cuentas, la presencia argentina en el escenario conflictivo más remarcable y terrible de finales del siglo XX y que aún a nuestros días sigue más vigente que nunca.


Pareciera que tanto los jefes de la Armada Argentina como los representantes políticos de aquella época –y obviamente los actuales-, han sido atacados por una aguda amnesia que no les permite acordarse de cuáles fueron las circunstancias fácticas, jurídicas y políticas en que dichos buques de guerra fueron enviados a las aguas del Golfo Pérsico. Y es que a razón de verdad, de esclarecerlas llevaría a que se deban reparar varias situaciones que han sido mantenidas bajo el tapete de la historia.


La versión oficial que aún subsiste en los empolvados anaqueles de los archivos del Congreso, de la Armada y del Archivo General de la Nación relata que el envío de las naves al Golfo fue por un “mandato de Naciones Unidas” para el “mantenimiento de la paz”; para empezar, ambas son dos grandes falacias.


Cuando se produjo la llamada “Crisis del golfo” tras el ingreso de tropas iraquíes al emirato de Kuwait el 2 de agosto de 1990, Buenos Aires se hallaba en intensas gestiones para seducir a Washington con miras a que trajeran inversiones privadas con el objeto de reflotar un país casi quebrado.


Por esas casualidades del destino, una misión del ministerio de defensa encabezada por el entonces ministro Humberto Romero se hallaba en Washington a la razón de entrevistarse con George H. Bush y el entonces Jefe del Estado Mayor Conjunto el general Collin Powell, para supuestas tratativas sobre la situación de las FFAA argentinas carentes de repuestos de varias unidades de fabricación norteamericana y sobre la situación del proyecto “Cóndor”.

 Justamente en esos momentos, estalló la crisis lo que supuestamente obligo a que Bush y Powell partieran raudos a Arabia Saudita, dejando a la comitiva argentina para ser atendida por el vicepresidente y funcionarios intermedios.


Pero más allá de estas casualidades y bajo el influjo informativo de la versión oficial de Washington, el gobierno de Menem sin analizar las verdaderas implicancias y sin considerar claramente los alcances de lo que podría devenir una participación militar en el Medio Oriente, se comprometió a participar junto a lo que “EEUU decidiera”. Si bien el gobierno argentino argumentó la salida de los navíos el destructor “ARA Alte. Brown” y la corbeta “ARA Spiro”, supuestamente conminadas por resoluciones de Naciones Unidas, ha quedado claro que ello no justificaba jurídicamente la remisión de una “misión de combate” como la que representó el grupo de tareas T.88.I que desde su ingreso al Teatro de Operaciones en el Mar Rojo comenzó con actividades que en el derecho internacional de la guerra representan actos hostiles contra una nación soberana. Esto último hay que subrayarlo, ya que no hubo un mandato de “paz” o una resolución de carácter vinculante del Consejo de Seguridad para emprender dichas acciones.




Aquella ocasión, representó para el gobierno de Menem la oportunidad para dar el salto a lo que él y sus seguidores neoliberales llamaban el “primer mundo” y para ello extendió un cheque en blanco a la Casa Blanca para que dispusieran como lo iban a cobrar. El verdadero trasfondo del envío de éste grupo de batalla no fue otro que el seguir una agenda de política externa que obsecuencia mediante, no midió consecuencias y una de ellas sería, la situación de los efectivos que habían sido enviados a lo que terminó siendo una guerra alta intensidad.


Es a partir de aquella situación de hecho en la que más de quinientos hombres de la Armada Argentina se vieron involucrados primeramente en actividades hostiles como fue el bloqueo económico y de mercancías a la república árabe de Irak, que fueron involucrándose en lo que en la jerga militar se denominan “operaciones militares” que no fueron, ni simuladas ni de mero apoyo simbólico a los esfuerzos de la Coalición Aliada como algunos desinformados trataron de argumentar a lo largo de estos años.


En esa situación y en consideración a las tecnologías militares que se hallaban disponibles en aquel entonces, vale la pena recordar que los peligros de la inserción de ambas naves dentro de un estrecho Teatro operacional –en cuanto a las distancias físicas- como el que representó el espacio acuático del Golfo Pérsico, duplicaron los peligros a los que se vieron expuestos los combatientes de la “Coalición” y por ende los marinos argentinos. Con solo unos cientos de kilómetros de anchura del Golfo, el margen de maniobrabilidad ante amenazas navales lo hacía prácticamente nulo. Y esto solo refiriéndonos a los “peligros convencionales” (misiles, minas y sabotajes) que muy bien pudieron haber causado estragos en el grupo ALFIL I.


Uno de los peligros con que convivieron los argentinos fue, la de tener que operar en aguas plagadas minas que habían quedado de la guerra entre Irán e Irak y que aún permanecían activas. El dato revela que el grupo de tareas se vio involucrado en aguas próximas a las operaciones bélicas que se llevaban sobre Kuwait e Iraq. Es más, según los documentos de las unidades navales de la Coalición agrupadas en el NAVCENT, revelan que tanto el “ARA Brown” como el “ARA Spiro”, realizaban tareas de custodia y patrulla del grupo de ataque liderado por el portaaviones estadounidenses “USS-Midaway” desde donde se lanzaban constantes operaciones aéreas que bombardearon posiciones iraquíes en Kuwait y que llegaban a Bagdad. Y la posición señalada no era para nada relajada ya que, según se especulo recurrentemente por los estrategas en Dahram, si Irán se salía de la neutralidad en la que se había posicionado y pasaba a dar su apoyo a Bagdad, el principal blanco a la vista hubiera sido el portaaviones y todo su grupo entre ellos, los barcos argentinos.


   Secuelas del Portaaviones “USS-Kenedy” 


Secuelas navales 1991 sector de minas



Igualmente y más allá de aquellas ponderaciones –de las cuales los marinos no estaban al tanto- el grupo ALFIL I cumplió su misión de batalla y permaneció en actividad hasta el cese de las hostilidades. Si no fueron alcanzados por el fuego del bando iraquí solo fue una cuestión fortuita ya que, las posibilidades estuvieron servidas.


Ahora bien, pese a ello, los marinos argentinos no han sido debidamente reconocidos por sus méritos en el fragor de esas jornadas, algo que a la vista de la distancia histórica, representa una inconsecuencia que los deja injustamente discriminados en consideración de aquel evento bélico y del reconocimiento que recibieron sus camaradas de las armadas involucradas. En este sentido, pareciera que el gobierno de Menem creyó que podía exponer a los recursos del estado nacional–incluyendo a los humanos-, sin reconocer puntos específicos que hacen a lo estrictamente material y jurídico, sacrificables bajo el erróneo eslogan “Por la Patria o la Paz internacional”. Creyendo equivocadamente que al no haber habido bajas, sus efectivos no eran dignos de reconocimiento y menos aún de alguna compensación por los servicios prestados, les dio las gracias, una apretada de manos al anterior Jefe del Estado Mayor de la Armada y adiós.


Sin dudas se trató de una avivada política que los jefes de estos hombres dejaron pasar. Pero esta omisión del entonces gobierno menemista no desapareció por el paso del tiempo y mucho menos ha perdido legitimidad en cuanto al fondo del reclamo de cada uno de los miembros de las dotaciones actuantes. Para que se entienda la mecánica de este proceder, los marinos argentinos deben recordar lo que lastimeramente ocurrió con sus camaradas del Ejército Argentino, quienes si habían sido enviados bajo el pabellón de Naciones Unidas como “Cascos azules” a Croacia entre 1991 a 1995 y que algunos de ellos, al ser alcanzados por fuego de los contendientes, regresaron heridos o con severos daños. Ese mismo gobierno les dijo “que no les debían nada” y ahí se terminó el tema

 (v.http://www.lanacion.com.ar/488110-la-paz-que-no-llega-br-cascos-azules ) aunque más tarde, la justicia les hizo lugar a sus reclamos.


También habría que recordar, hasta donde estaba dispuesto aquel gobierno menemista con tal de agradar a Washington y lograr de ese modo, aquella demorada promesa de convertir a la Argentina en un país aliado de la OTAN, que en 1998 le ofreció a Washington enviar nuevamente tropas contra Irak, pero esta vez, enviando tropas de tierra (. LA NACIÓN. “Menem se alineo contra Saddam”. http://www.lanacion.com.ar/87298-menem-se-alineo-contra-saddam)


Para ir concluyendo, queda claro que si aquellos marinos que participaron activamente en las tareas de combate dentro del Teatro de Operaciones de lo que se conoció como “guerra del Golfo” entre 1990 y 1991, su posición con respecto a esos cascos azules es claramente disímil ya que, las dotaciones del grupo ALFIL I estuvieron involucrados con una de las partes (Coalición) lo que la legislación internacional reconoce a los combatientes de una guerra derechos inherentes a tal condición, mientras que los llamados “cascos azules” están llamados por un mandato de la ONU a separar a las partes del conflicto. Que esto no haya querido ser visto por el gobierno es una cosa, pero ello no significa que no exista ese derecho latente a ser reconocidos como “veteranos” con todos los derechos patrimoniales inherentes a la calidad de tal.

24/8/16

Veteranos de combate cicatrices invisibles Ahora se hacen más patentes


VETERANOS DE AYER


Por Allen L Roland, doctorado 

el 28 de junio, el año 2016
Un nuevo estudio apoya lo que un pequeño grupo de investigadores militares ha sospechado desde hace décadas: que la guerra moderna destruye el cerebro que tiene enormes implicaciones para el cuidado de la salud Veteranos. Si la detección de Perl es confirmado por otros científicos, que creo que ya tiene, y si una de las firmas de corto plazo de estos explosión de una bomba es de hecho un patrón de cicatrices en el cerebro, de forma similar a la cicatrización de amianto de los pulmones ~ entonces las implicaciones para el la sociedad militar y por lo general sería inmensa. Gran parte de lo que ha pasado por un trauma emocional puede ser reinterpretados, y muchos veteranos pueden dar un paso adelante para exigir el reconocimiento de una lesión que hasta ahora no podían ser definitivamente diagnostica hasta después de la muerte ~ tales como contusiones de fútbol y enfermedad cerebral relacionada: Allen L Roland, PhD




"Hablamos de trastorno de estrés postraumático es un problema psiquiátrico ~ cómo las personas respondieron al horror de la guerra", dijo el Dr. Daniel P. Perl, el neuropatólogo que dirigió el estudio. "Pero por lo menos en algunos casos, no ~ su cerebro ha sido dañado."



Los descubrimientos del Dr. Daniel Perl, publicados en la revista científica The Lancet Neurology , pueden representar la clave de un misterio médico primero vislumbrado hace un siglo en las trincheras de la Primera Guerra Mundial fue conocido como neurosis de guerra, a continuación, combatir la fatiga y, finalmente, trastorno de estrés postraumático , y en cada caso, se entendió casi universalmente como un psíquico en lugar de una aflicción física .


El Dr. Daniel Pearl tiene una diapositiva con el tejido cerebral que muestra signos de una lesión en la explosión de una bomba. La otra diapositiva muestra un cerebro sano. Crédito Greg Kahn por The New York Times

Sólo en la última década o así lo hizo un grupo de élite de los neurólogos, físicos y altos empezar a empujar hacia atrás en una dirección militar que había dicho mucho reclutas con estas heridas para " tratar con él ," los alimentó las píldoras y los envió de nuevo en la batalla o otra gira.

Extracto: " No está claro cuántos de los 2,5 millones de miembros del servicio de Estados Unidos desplegados en Irak y Afganistán fueron expuestos a explosiones . Un 2008 informe de la Corporación RAND sugiere que el número podría ser de unos 500.000. Sin embargo, algunas estimaciones sugieren que el problema podría ser mayor: Por ejemplo, un 2014 estudio de 34 veteranos vivos de esos conflictos encontró que la mayoría había experimentado al menos cinco explosiones.

Las explosiones de bombas en las carreteras, granadas y otros dispositivos producen un amplio espectro de lesiones.Más allá de la metralla y otros objetos que empalar a la cabeza y el cuerpo, el viento huracanado puede soplar las tropas de sus pies, causando lesiones mortales en la cabeza y contusiones en el impacto .

Menos entendido es cómo la onda expansiva ~ el pulso de aire comprimido que dispara en todas las direcciones más rápido que la velocidad del sonido y llega antes que el viento ~ afecta el tejido cerebral después de estrellarse a través del casco y el cráneo. También se cree explosiones para comprimir el esternón y enviar ondas de choque a través de los vasos sanguíneos del cuerpo y hasta en el cerebro ".

Soldados estadounidenses afectadas por el IED en Afganistán (ninguna muerte) 5 min de vídeo ~ felicitaciones para el tipo de la cámara de casco, un verdadero profesional. Tan pronto como él estaba fuera del vehículo, que quería su rifle por si acaso ... a continuación, poco después de que una vez que había reunió a sus sentidos, se le dice a la gente para comprobar la línea de cresta .


Ver característica artículo del New York Times ~ http://nyti.ms/1TYYp6U o http://www.nytimes.com/2016/06/10/us/ptsd-blast-waves-research.html?_r=0


Uno de los grupo de élite de los oficiales superiores que empujó a los militares era Col. Bart Billings que ha defendido durante mucho tiempo por un enfoque no medicados para el tratamiento de trastorno de estrés postraumático y también escribió un artículo en el Diario de Medicina Armada sobre este tema en 2002 ~ ene- cuestión de feb, página 21 ( ver informe )

Coronel Billings ~ un psicólogo clínico con una carrera militar 34 años, tanto en activo y las reservas ha hablado durante mucho tiempo fuera con respecto a la creciente evidencia de drogas psiquiátricas en relación con los casos de sobre-medicación, el suicidio y la violencia ~ así como la negativa de la Administración de Veteranos para hacer frente a la situación .



Y, por supuesto, no es mi enfoque demostrado centrada en el corazón de trastorno de estrés postraumático que he tanto facilitado en los últimos seis años, en el Centro Veterinario de Concord, así como mentor el pasado año como consultor voluntario centrado en el corazón, en el Centro Veterinario ~ un alma y la acción del programa que se concentra en agradecimiento y perdón y se centra en la autocuración frente a la medicación centrado.

Trastorno de estrés postraumático no es un trastorno. El noventa y nueve por ciento de alguien que entra en combate está experimentando estrés postraumático. Es una reacción normal a estar en un ambiente anormal " Coronel Bart Billings. (ret.) y Winner Derechos Humanos

Allen L Roland, PhD


Centrada en el corazón espiritual consultor y asesor de Allen L Roland puede ser contactado en allen@allenroland.comAllen es también un conferenciante y escritor que comparte un comentario político y social semanalmente en su registro de la tela y el sitio web allenroland.com . También lo ofrecen columnista de Veteranos hoy en día y es un invitado especial en muchos programas de radio y televisión

“PLANES NUCLEARES SOBRE EL GOLFO”


VETERANOS DE AYER


Como los antecedentes de EEUU en la región demuestran el impulso de una posible crisis nuclear con Irán

Por Dany Smith





La llamada “guerra del Golfo” de 1991 ha quedado en la historia y aunque ya pasaron 25 años de aquel episodio, sus consecuencias siguen vigentes no solo en la región del Medio Oriente sino, sobre la maltrecha salud de los hombres de las Fuerzas Armadas estadounidenses y de sus aliados que aún sobreviven con graves dolencias que se extienden a sus hijos, mujeres e incluso a sus nietos. En aquella ocasión, las causas de las dolencias que afectaron a todos los efectivos que intervinieron en la llamada “Operación Tormenta del Desierto” no solo provinieron de la contaminación de los gases del fuego de los cientos de pozos petroleros ardiendo en todo el emirato de Kuwait que caía en forma de lluvia negra y de las ojivas cargadas con agentes nerviosos (Tabum y Sarín) lanzados por los iraquíes en las respuestas al ataque que dio comienzo el 16 de enero de 1991

 (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/veteranos-de-ayer-precedentesnavales-de.html#comment-form ); también habían sido originadas del uso indiscriminado de Uranio empobrecido en las bombas, municiones de tanques y cabezas de misiles aire-tierra que lanzaban los cazabombarderos de la aviación norteamericana.


Incluso habría que recordar que muchas de aquellas armas químicas y biológicas que usaron los iraquíes, tras el asesoramiento de Henry Kissinger y Cía (v. “Autoencubrimiento de quienes proveyeron armas a Saddam”.http://www.voltairenet.org/article120599.html ) habían sido vendidas previamente por el gobierno de Ronald Reagan para que las usaran contra Irán y de ese modo poder matar con mayor eficacia a las mareas humanas con las que los iraníes lanzaban sus ofensivas terrestres. Tampoco habría que olvidar que quien gestionó estas entregas en Bagdad fue Donald Rumsfeld, quien en 2003 sería parte del gobierno de Bush (h) y artífice de la invasión de Iraq.


Uno de los resultados del uso de esas armas producidas por las industrias “Rockefeller”, fue la matanza de kurdos en Halabja en el norte de Iraq, asunto que fue tratado con mucha discreción por la prensa norteamericana.


Para cuando se produjo el enfrentamiento entre Iraq y la Coalición Aliada, los iraquíes no dudaron dos veces y tal como lo afirman documentos de inteligencia del gobierno de Saddam Hussein y testimonios de ex comandantes de la Guardia republicana, entre sus municiones contaban alternadamente con proyectiles convencionales y otros armados con cabezas químicas (proveidas por Washington) por que se distinguían por el color de sus ojivas.


Donald Rumsfeld y Saddam Hussein



El resultado para la humanidad involucrada en esa hecatombe bélica fue pavorosa y los que parecieron ser los vencedores, pronto se darían cuenta que la guerra para ellos no solo no había terminado sino que incluso, no tendrían posibilidad de ganarla. Tal como lo han revelado algunas fuentes, aquellos soldados, pilotos y marinos que estuvieron en el teatro de operaciones, además del coctel químico que aspiraron durante su estancia, volvieron contaminados con microparticulas de polvo radiactivo, el cual desde las primeras detonaciones sobre las posiciones iraquíes, por efecto de las explosiones y del fuego que originaron, se elevaron con el humo a la atmosfera para tras ser arrastrado por los vientos regulares de la zona para terminar cayendo desperdigado en un finísimo polvillo radiactivo que además de envenenar a los pobladores civiles, las aguas y los frutos en el terreno (Cuyos resultados horrendos podemos ver en Faluya), fue aspirado por todos los combatientes en operaciones.


Pese a ello, Washington y el Pentágono se empecinaron por mantener el asunto bajo el más estricto secreto y solo comenzó a ser conocido con los reclamos de los veteranos que, además de luchar por la atención médico-social que se les debía por sus servicios prestado a la nación, reclamaban explicaciones sobre las misteriosas afecciones que estaban sufriendo ellos mismos y muchos de sus descendientes.


Fue por la presión progresiva y sostenida de miles de aquellos veteranos que impulsaron legalmente sus reclamos durante el gobierno de Bill Clinton, que se abrieron investigaciones a cargo de departamentos federales de salud y del Pentágono que encargo a la Corporación RAND, que realizaran un análisis de las posibles causas de las afecciones masivas que estaban matando lentamente a los veteranos de aquella campaña militar y que, no discriminaba entre personal de tierra, embarcados y de la aviación. Sus conclusiones fue aquel críptico diagnóstico que llamaron “Síndrome del Golfo” sin señalar la presencia elementos radiactivos en su composición.




Pero sin importar que las heridas abiertas de aquellas jornadas seguían supurando la porquería que había nacido de aquella guerra, en 2002 la entrante administración de George W. Bush hijo, enmarcado en la Operación de falsa bandera del 9/11, comenzó a preparar lo que en realidad ya estaba programado desde hacía más de una década en épocas en las que su padre, George H. Bush era el vice de Ronald Reagan.


Con una innegable influencia dentro de la CIA, Bush y los sectores neocon que siempre trabajaron coordinados con los sectores sionistas que marcan la agenda de política exterior, prepararon la crisis que desembocaría en la guerra de 1991, algo que ni los mismos norteamericanos actualmente pueden negar.


Para colmo de males, unos años atrás Washington en un acuerdo con Tel Aviv permitieron el acceso de ojivas nucleares a Riad como una forma de tratar de equilibrar el avance de la influencia chiita pro-iraní en la península arábiga.


En un enjundioso articulo del sitio estadounidense “VeteransToday.com” escrito por Ian Greenhalgh, se expone los entretelones en los que se enmarco el uso de de pequeños dispositivos nucleares en Iraq y las consecuencias que aún siguen pagando –además de la población iraquí- los veteranos de las guerra de 1991 y 2003 (v. http://www.veteranstoday.com/2016/08/21/us-used-small-nuclear-weapons-in-iraq/ ), a manera de advertencia de posibles planes de usar nuevamente dichas armas pero esta vez contra Irán.


La campaña bélica del 2003, fue la excusa para desplegar y utilizar los dispositivos nucleares tácticos contra objetivos estratégicos como forma de doblegar la dura resistencia que presentaron los defensores de Bagdad.


Había que ir contra Iraq una vez más y esta vez, el elemento radiactivo sería utilizado en su potencialidad completa aunque, bajo el más estricto secreto. Fue así como en 2003 y tras la charada de la supuesta amenaza de un Iraq con armas de destrucción masiva que incluía la posesión de supuestas armas nucleares escondidas en “alguna instalación secreta en el desierto”, Washington arremetió sin piedad sobre la nación árabe, para lo cual y entre algunas de sus novedosas armas, estuvieron sus misiles crucero y bombas armadas con cabezas nucleares tácticas.


Mantener el estricto secreto era vital para La Casa Blanca que sabía que estaban abriendo un nuevo conflicto sobre la base de meras supercherías, justificadas en informes falsos elaborados por la CIA y de sus colegas británicos del MI-6. Es seguro que los asesores de entonces le hubieran dicho al “Mr. President”, que tarde o temprano se enterarían del engaño así que había que actuar rápido y sin miramientos. El mundo les observaba y debían moverse con cautela.




Pero saltando todo el circo diplomático que desplego Washington ante la ONU y los medios angloestadounidenses, en Iraq los iraquíes serían los protagonistas y testigos principales de la criminal contradicción estadounidense; los que alegaban que “las armas de destrucción masiva eran una amenaza para la paz mundial y la humanidad”, las utilizarían con total escarnio y sin límites sobre las poblaciones civiles sin medir las consecuencias que causarían sobre propios y ajenos.


Desde los primeros bombardeos sobre Bagdad, los norteamericanos no tuvieron la mínima misericordia y lanzaron con total impunidad bombas termobáricas –que penetran en el suelo varios metros y producen una especie de terremoto-sobre zonas céntricas de la capital, pasando por los dispositivos nucleares tácticos que se comprobó sobre la zona del Aeropuerto “Saddam Hussein” hasta armas secretas como aquel carro de combate que usando un rayo de pulso electromagnético achicharró a diestra y siniestra las defensas desplegadas iraquíes en el distrito de Al Makasib al sur de Bagdad (v.http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/01/veteranos-de-ayer-el-rayo-de-lamuerte.html )


Actualmente las cosas han cambiado radicalmente y el mapa geopolítico se está reconfigurando con rapidez. Rusia ha vuelto a la región del Medio oriente y además de demostrar sus capacidades en Siria, ha trabado excelentes relaciones con Teherán por lo que, no será fácil para Washington ir directamente como lo hizo con Iraq o incluso con Libia y machacar sin piedad a sus poblaciones. Igualmente ello no significa que se abstengan de seguir buscando la vuelta para golpear; sin dudas que parte de su estrategia para distraer a Rusia de la región es abriéndole otros focos de conflicto como en Ucrania o con los despliegues de armas de la OTAN en Rumania y Polonia.


Tal como lo señala aquel artículo de “VeteransToday”, parece claro que el próximo paso de Washington será ir contra Irán y como ya usaron armas nucleares contra Iraq, un gobierno encabezado por una administración neocon con fachada demócrata encabezada por una presidencia de Hillary Clinton, no dudaran hacerlo abiertamente en esta oportunidad siempre y cuando construyan una excusa para saltar a Rusia.

13/8/16

Cómo silenciosa y muy sigilosamente crece el poder militar chileno amenazando la soberanía de sus vecinos

“EXPANSIONISMO
CHILENO”

Por Javier B. Dall




Los argentinos están acostumbrados a no estar al tanto de lo que ocurre fronteras afuera, incluso cuando ello sea una amenaza para sus intereses territoriales, ellos parecen estar siempre absortos en las pequeñas contingencias cotidianas. De cualquier modo hay que entender que el país, además de desinformado se halla administrado por una elite de familias y funcionarios que se orientan mirando hacia el norte y de espaldas a la extensa realidad geográfica de su territorio. Tal vez fuera entendible cuando se trata de temas complejos como el terrorismo, la continua política británica de injerencia en el Atlántico sur o las sigilosas maniobras de las Corporaciones internacionales que tratan de instalar en la región oscuros tratados como el TPP. Pero cuando las amenazas están apenas del otro lado de la frontera, los habitantes de la nación debieran sacudir a sus flemáticos gobernantes para que pongan pies en polvorosa.


Detrás de las monumentales cordilleras andinas, se esconde una intensa actividad militar que parece estar ausente de la agenda de los asuntos exteriores de Buenos Aires. A contrario de Argentina, Chile ha venido trabajando sin pausa en el fortalecimiento y modernización de sus Fuerzas Armadas algo que para los insulsos e inconsecuentes políticos argentinos no significa nada. Y es curioso el detalle ya que, esta temeraria ignorancia abarca todo el arco de la clase política que va desde la llamada “izquierda” pasando por el “centro” hasta la “derecha”.


Haciendo una breve observación de cada uno de estos sectores, diremos que, la llamada “izquierda” que al día de hoy no se sabe bien qué es y la cual en parte se dejó cooptar por los camaleónicos “K”, ha venido siendo una contradicción andante cuando pese a las críticas que continuadamente realiza contra el “imperialismo” yanqui o las políticas neoliberales financieras de la burguesía, se manda al mazo cuando esas políticas imperialistas amenazan de hecho la integridad nacional. Los llamados del “centro”, son los que se acomodan al momento político y no son más que verdaderos parásitos de la política nacional; son los típicos conversos de la era menemista, los mismos de la era Kirchnerista y los que hoy se doblan en los medios para despegarse de sus pasados. Los de la derecha claramente, son aquellos que tienen una decidida filiación a la “democracia a la norteamericana” y una admiración a modelos como el de “Israel”-claro, sin aclarar a que costo-, que, a costa del zaqueo brutal y despiadado, buscan traspolar experiencias y recetas que supuestamente son buenas para el país. Son éstos últimos quienes están a tono con los planes que Washington, Londres y Tel Aviv han comenzado a desandar desde el primer día que Mauricio Macri ha llegado al poder.


A cualquiera de los tres les importa un bledo que se sepa lo que realmente ocurre en el vecindario de al lado, simplemente por una cuestión de no querer comprometerse y porque obviamente, son temas que les quedan muy grandes para sus mediocres horizontes políticos. Claramente en Argentina no hay estadistas y eso acusara un costoso precio que luego todos lamentaran.


Y es que, los chilenos han implementado un sistema de Fuerzas armadas de crecimiento gradual a la par de una modernización cualitativa con un objetivo estratégico vital que es, el control de los recursos naturales más importantes de su territorio y adyacencias. Con esta política de estado –que es apoyada e impulsada desde sus instituciones políticas- se están cubriendo ante las cada vez más amenazantes circunstancias geopolíticas que ya no dejan a nadie fuera del escenario. Pero cuando el crecimiento de este poder y respaldados por Londres y sus aliados, han dado ínfulas a Santiago para extender sus influencias más allá y sobre recursos naturales foráneos.

Unidad blindada chilena en Tarapacá



En el caso de las crecientes ambiciones chilenas por usufructuar riquezas naturales, se han puesto en marcha con actividades para tomar el control de fuentes tales, como el agua potable que baja del río boliviano “Silala” y que se han visto ampliadas con la instalación de una poderosa base de misiles a solo 15 kilómetros de la frontera, lo que es sin dudas una señal para preocuparse.


Sin perder tiempo el mandatario boliviano Evo Morales no dudo en denunciar esta empresa chilena que claramente tiene intensiones amenazantes sobre la soberanía del país altiplánico, algo de lo cual, no pasara sin consecuencias. Igualmente, el mandatario boliviano ha sido firme en su postura en la cual, es acompañado en pleno por todo su pueblo que sabe muy bien que su vecino chileno, no da puntada sin hilo.


Pero más allá de que Morales ha ido por el carril de la justicia internacional ante la Haya, lo cierto es que Chile actúa de hecho y sin interesarle mucho las opiniones del tribunal internacional.


Más allá de ésta disputa y de la cierta preocupación que despierta el despliegue militar chileno a pocos kilómetros de la frontera boliviana, queda en claro que los problemas regionales lejos están de haberse acabado. La instalación de una base chilena para la 2º Brigada Acorazada en Tarapacá, claramente está lejos de ser para propósitos de “patrulla fronteriza”, más aún cuando la misma cuenta con un poder ofensivo notable. En estos momentos existe una desbalance potencial altamente preocupante y quien claramente tiene el monopolio de la fuerza por sobre sus vecinos es sin dudas Chile que, no hay que perder de vista su cercanía con Londres y las muy buenas relaciones institucionales entre La Moneda y el Pentágono.




A contra parte de estas maniobras, Bolivia no se ha quedado en la mera dialéctica discursiva como la que acostumbran los políticos argentinos. El gobierno de Evo Morales está dispuesto a defender su soberanía y los recursos que en ella existen, realizando políticas pro-activas en el sector de la defensa profundizando los lazos institucionales tanto con Rusia como con China de quienes ha logrado obtener, material bélico que reforzara sus fuerzas armadas ante posibles contingencias con el vecino país. Está claro que Morales, un político de extracción marxista pone los intereses de su nación, por sobre los de su partido político enseñando una vez más a todos aquellos teóricos del “marxismo académico” , que en la realidad política el nacionalismo es una fuerza mucho más cohesiva que las utópicas fantasías de los “comunismos transaccionales”.


Pero volviendo al terreno de militar, existe otro actor muy comprometido con las industrias militares chilenas y el desarrollo de sus FFAA para el siglo XXI y es nada menos que Israel. Tal como era de esperar, en Argentina poco o nada se sabe de esto y es que, es una premisa de la embajada israelí en Buenos Aires que dichas actividades en la región y en especial del otro lado de la cordillera pasen lo más desapercibida posible. Pese a los intentos de mantener esto bajo la alfombra, los hermanos bolivianos no han tardado en poder comprobar la mano de Tel Aviv en todo éste despliegue de poder con fines poco defensivos.


Y aunque los generales y almirantes chilenos estén más que satisfechos con el constante progreso en la modernización de sus fuerzas Armadas, con la adquisición de misiles tales como el NIMROD con capacidad de llevar cabeza explosiva termobárica y de pulso electromagnético, lo cierto es que Israel está usándolos como conejillos de indias para testear sus novedades elaboradas en las industrias militares israelíes, un negocio que supera en ganancias anuales al obtenido en el tráfico ilegal drogas.


Misil Gabriel en acción



En el área naval, la Armada chilena ha modernizado sus buques de origen británico y ha montado en varias fragatas, sistemas de misiles “GABRIEL” en su versión modernizada con cabeza inteligente teledirigida que se lo conoce también como “ESCORPION” y que le dan a su flota, un poder ofensivo cualitativo. En esta especial fuerza y comparada a la de Argentina, las evaluaciones sobre el poder de fuego y capacidad de operatividad, la Armada Argentina –o lo que queda de ella- es superada amplia y dramáticamente.


RADAR PLESSEY TYPE-996 



Por otra parte, los chilenos vienen renovando con bastante periodicidad sus sistemas de radar de su flota, siendo uno de sus más comunes el sistema británico PLESSEY TYPE-996 y sus variantes, que dotan a sus comandos navales de uno de los mejores vigilantes electrónicos aire-tierra de toda la región. Como radar tridimensional, puede detectar con bastante claridad un objetivo que se halle escondido entre obstáculos del terreno pudiendo determinar, gracias al sistema IFF, si es amigo o enemigo.




En el campo de la inteligencia militar, el ejército chileno ha sido dotado con equipos de Drones “HERMES 900” de fabricación israelí para los cuales, se complementan con la asesoría técnica y personalizada de elementos de AMAN (Inteligencia militar israelí) que trabajan en conjunto con sus camaradas chilenos.



Drones “HERMES 900



Según algunas fuentes, estos Drones ya están en operaciones tanto sobre el espacio aéreo boliviano como sobre ciertos sectores de la Patagonia argentina, éstos últimos seguramente para recopilar topografía para sus propios intereses.






SENTINEL –AN/MPQ-64-F1


Por último otro punto interesante para remarcar y que se vincula con la Fuerza Aérea chilena es el despliegue de modernos sistemas de vigilancia aérea de corto y mediano alcance, adquiridos de EEUU otorgándole a una buena cobertura a sus cielos. En 2013 los chilenos recibieron embarques aéreos consistentes en los sistemas SENTINEL –AN/MPQ-64-F1, que constan de un sistema móvil que puede instalarse en cualquier paraje inhóspito para cubrir un determinado sector aéreo. Por lo pronto, del lado argentino solo hay expectativas para posibles inversiones en, posibles sistemas de radares que algunos comienzan a advertir, pueden llegar a ser tan obsoletos como costosos.


12/8/16

“ALTERNATIVAS GEOPOLITICAS”


Cuál será la agenda geopolítica que adoptara la Argentina ante la encrucijada global que se presenta actualmente
Por Charles H. Slim




Un país sin una agenda geopolítica es sin dudas, una quimera que no resiste ante la cruenta realidad que envuelve a la actual situación política global, que ya no discrimina entre aislacionistas, intervencionistas o cualquier otra denominación que se le quiera dar a las políticas de los países dentro del concierto mundial.


Un país sin geopolítica y por ende sin una geoestrategia, es como una empresa sin objetivos comerciales. Sin más rodeos, un estado nación sin geopolítica es imposible de concebir.


Este aspecto de la realidad argentina ha venido siendo deliberadamente relegada desde los últimos 34 años, casualmente desde la asunción de los llamados gobiernos democráticos, que dicho sea de paso fueron –mal que les pese a los puritanos de la llamada “democracia”- sistemáticamente funcionales a los intereses de Washington y Londres.


En ese tono monocorde y sin variaciones, la república Argentina abandono sus pilares estratégicos en pos de una “democracia” que supuestamente cubriría todos los temas y las necesidades que hacen a la existencia política del ente nacional. Cabe aclarar que dicho término era prácticamente desconocido en el vulgo político nacional y absolutamente ausente de los preceptos constitucionales. De esta manera y con el guión soplado desde Washington, la “república” como sistema de gobierno –y sus pilares- paso a ser reemplazada por el llamado “estilo democrático” que no era otro, que el particular sistema de gobierno al estilo norteamericano.


De este modo, los intelectualoides y obsecuentes de la “Gran manzana” y auto proclamados partidarios del “mundo libre”, avalaron sin ruborizarse la inserción de esa “democracia” como un valor agregado digno de imitar.




Engañosamente y propiciado por la derrota militar en la guerra de Malvinas en 1982, la clase política que se había visto harto complicada en las épocas del llamado “Proceso de Reorganización nacional”, aprovechando éste nuevo marco pudo lavarse la cara y usufructuar la oportunidad que Washington planificó para toda la región. Esto último debe quedar claro y es que Washington en la década de los sesentas y setentas fue quien, a la sombra del maquiabelico intelectual de su política exterior Henry Kissinger, implemento la llamada “Doctrina de seguridad nacional” para todo el continente y cuando ella se volvió innecesaria –por el cambio de sus intereses geopolíticos- simplemente impulso el derribo de las dictaduras que habían apoyado para instaurar, gobiernos genuflexos y timoratos.


El paso del tiempo ha demostrado que la llamada “democracia” no era tal y peor aún, si lo era, pero estaba acondicionada y condicionada a los intereses políticos-financieros con centro en “Wall Street” de New York y la Banca “Rothschild” londinense. Entre aquellas últimas están, el desmonte de los objetivos geoestratégicos del país y el abandono de sus hipótesis de conflicto en forma definitiva ya que para los cerebros del momento –llámense Dante Caputo; Herman Gonzales; Guido Di tella, Rafael Bielsa, etc;- la Argentina era un país de paz; una frase muy prendida para el oído popular, pero nada realista para la peligrosa selva en la que hoy por hoy vivimos.


Para los círculos de políticos naif y sin sesos que han anidado en los cenáculos del poder argentino, se trata de una situación cómoda y conveniente. Cómoda porque, desde esa visión, no hay enemigos de los que preocuparse y conveniente porque, bajo esa mirada obtusa no hay necesidad de prepararse para luchar.


Simplemente, el estado nacional pasó a ser un ente pasivo que, echado en el suelo del letargo político que los mismos políticos tendieron, solo tiene la opción de recibir lo poco bueno y lo mucho malo que las potencias extranjeras desearen volcar en el país.


Y fue en ese sentido, que en vez de usufructuar la experiencia de la guerra de 1982 para mejorar a futuro la fase geoestratégica y defensiva, sus FFAA cayeron en el abandono propiciada por una clase política que ayudo sin dudas a su paulatino desguace.


Sumidos en esa soporífera mediocridad, la población argentina paso décadas de atraso y entreguismo sin pausa. Asunción de deudas ilegitimas, explotaciones de recursos por compañías extranjeras y negociados para inversiones para obras que no se hicieron nunca, son solo algunos de los antecedentes de esa falta de una guía política clara desde el estado. Con persistente insistencia, cada uno de los gobiernos que han transitado en estos últimos 34 años –incluyendo también a los revolucionarios K- erraron en interpretar cuales eran los intereses del país o más bien, abandonaron deliberadamente bregar por ellos. Y es que, la tarea es demasiado pesada y peligrosa para una clase política conformista, corrupta y adicta a lo que se señala desde afuera. Mientras llegaran las inversiones monetarias en forma de créditos que a su vez se transformaron en deuda para la posteridad, los personeros ( y personeras) del momento, miraron para otro lado y solo propendieron a crear industrias mediocres de lavarropas y cocinas, abandonando el desarrollo de industrias automotrices, del acero o de punta como la aeronáutica y espacial que tuvo como señera cuna a la provincia de Córdoba.




Pero esos intereses no eran buenos para los argentinos –les sugirieron desde Washington- por ello y para su seguridad, “entréguenlo a nuestros expertos del Pentágono y a cambio les daremos el acceso al primer mundo”, le dijo el embajador estadounidense Terence Todman al entonces canciller del gobierno de Menem Herman Gonzales mientras involucraban al país en una guerra en el Medio Oriente a cambio de nada.


Como se pudo ver, primaron los intereses de una potencia que entre otras cuestiones, abandono y traicionó a la Argentina cuando en 1982 en plena vigencia del Tratado de Asistencia Reciproca TIAR que obligaba a respaldar a un país americano ante la agresión proveniente de otro continente y mientras el gobierno de Ronald Reagan jugaba al “intermediario imparcial”, el Pentágono bajo cuerda proporcionaba toda la asistencia disponible para que el Reino Unido no perdiera la guerra.


Pero las estafas anglosajonas no comenzaron en 1982 ni en 1945 con la dicotómica situación “Braden o Perón”; no, todo viene desde los inicios del país en el siglo XIX cuando el norte tuvo en claro que el sur, no debería acceder al desarrollo cualitativo que da el conocimiento científico y tecnológico. Su papel debería reducirse a ser solo un granero y nada más. Si habría un polo industrial tolerable, sería en Brasil y con límites bien marcados. Acorde con los intereses británicos las pampas argentinas deben ser el reservorio verde para satisfacer sus necesidades de trigo, ganado, madera y recursos energéticos. Fue por ello que los británicos tendieron tan fabulosas redes ferroviarias en Argentina, para poder sacar por sus puertos aquellos bienes.


Es por ello, que Argentina no debe desarrollar una idea propia de geopolítica y menos aún de defensa estratégica.


En este sentido, cualquier aspiración de construir un poder militar disuasorio y autóctono acorde a los invalorables y variados intereses geoestratégicos que presenta el triangulo territorial del sur, fue paulatinamente postergado gracias y en parte, a las profundas divisiones dentro de la sociedad política argentina. Si los argentinos tomaban conciencia de aquello, deberían pasar a estructurar una planificación defensiva acorde, lo que llevaría al desarrollo de industrias especializadas que requerirían de mano de obra calificada que a su vez, crearía un sistema de educación altamente tecnificado y en constante cambio.


De esta manera, las industrias navieras, aeronáutica y de tecnología para sus implementos, terminaría en pocas décadas con el gran problema de la dependencia tecnológica que en las últimas décadas se han visto caracterizadas en la recepción de rezagos y todo tipo de chatarras que a los estadounidenses no les sirve.


La mejor excusa para frenar cualquier tipo de avance tecnológico y científico que podía darse desde el área de la defensa, fue frenado por la clase partidocratica que brega por sus propios intereses y no los del común de la sociedad; menos aún por una potencialidad nacional. Y es que bajo su auto adjudicada imprescindibilidad, los principales partidos políticos argentinos, se antepusieron a cualquier otro interés que no sea el de ellos y de sus adherentes, creando divisiones sociales que persisten hasta nuestros días. Quien no esté dentro de sus formaciones, no pertenece al “club” y son apartados con el simple slogan “no es del palo”.


A tono con esa inconfesable mentalidad segregacionista, se manejo la política exterior en la cual, con la dirección de una clase patricia pro-europea y con especial predilección a lo británico que a lo largo del siglo XX se extendió a lo estadounidense, las relaciones exteriores de la Argentina se reservaron con especial interés a los países europeos, despreciando a las demás realidades foráneas por el simple hecho de que “no compartían la cultura y religión “ punto de vista que, escondía sin lugar a dudas, una vil discriminación racial que paradójicamente llegó de aquella Europa de “blanquitos y civilizados”.


Hace apenas diez años era impensado trabar relaciones de intereses comunes con Rusia, China o naciones árabes-islámicas. Tan solo hacer un ademán sobre posibles acuerdos para compra-venta de equipos militares a dichos países era tachada como una “propuesta inviable”. Proponer semejantes intensiones hubiera sido desdeñado bajo argumentos oscurantistas y estigmatizantes que convenían a los centros de poder del norte.


Con esta manera de pensar, los objetivos del país solo quedaban relegados a seguir siendo un simple proveedor de mercancías, materias primas para la elaboración de productos finales en aquellas plazas extranjeras sin miras de llegar a ser tratado como un socio de peso. De este modo, el modelo agro-exportador que parió a la clase burguesa nacional pro-británica de comienzos del siglo XX, fue poco a poco, dejando paso a un empresariado más diversificado pero, sin dejar aquella línea europeísta y con una mayor dependencia financiera de las reglas estadounidenses. Y a final de cuentas, primo el interés particular –económica y financiero- de los sectores por encima del nacional.


El siglo XX fue para la política externa argentina, una caracterizada por la cordialidad y la neutralidad ante los conflictos externos, salvo por el conflicto reivindicativo de las islas Malvinas en donde quedo claro, quienes eran los amigos y quienes los enemigos. También muy influenciada por las políticas estadounidenses –salvo periodos conflictivos- lo que se traspoló al campo de la industria y de la defensa, que la volvieron dependiente de lo que le sobraba a las Fuerzas Armadas norteamericanas e incluso británicas. Hablar de autodeterminación política y del impulso de un desarrollo industrial y científico propio causaría las consecuencias que se vieron con el segundo gobierno de Perón o más cerca en el tiempo, con la cancelación del “Proyecto Cóndor”.



Actualmente y más allá de las simpatías del gobierno actual hacia Washington y los peligrosos compromisos que está adquiriendo con Tel Aviv, tiene un mayor margen de maniobra para establecer nexos más profundos y serios con Rusia, China y los países asiáticos. Es probable que se haya aprendido de la historia y que las relaciones estaduales entre los países e incluso bloques, no pasan por las semejanzas meramente externas o presumidamente de origen como se hubieron venido viendo, especialmente durante los últimos 34 años. Los intereses de un país no suelen coincidir con los de otros –incluso entre vecinos- y es en la búsqueda de esos mismos intereses, que la Argentina debe entablar relaciones convenientes con países y bloques emergentes, para el definitivo y continuado desarrollo industrial propio sin los acostumbrados condicionamientos políticos y financieros a los que, precisamente le someten los que sus políticos consideran como “amigos”.

11/8/16

Fallecimiento 10/08/2016 Integrante de la ARA SPIRO EN EL GOLFO

Lamentablemente se nos fue un gran camarada, que Dios lo tenga en la gloria...Desde acá Querido Alberto Alonso (BETO) te vamos a extrañar ya que pasamos momentos difíciles pero mas difícil es la Muerte ya nos veremos en el próximo puerto. Mis condolencia a su Familia.


QUE DIOS ESTE CONTIGO


LOS VETERANOS DE MALVINAS Y DEL GOLFO PERSICO TE DAMOS QUE EN PAZ DESCANSE UN ADIOS.......