6/9/15

“EL OCULTADO INCIDENTE DEL USS MIDWAY”



VETERANOS DE AYER



DESCLASIFICANDO LA HISTORIA DE LA GUERRA DEL GOLFO

Como habíamos comentado en otros artículos, lo que se documento en el Teatro de Operaciones de Kuwait en donde se desplego la llamada “Tormenta del Desierto” está muy lejos de reflejar lo que realmente sucedió allí. A las fuerzas de tareas que cumplían con sus funciones asignadas cada una en sus diversas actividades dentro las planificaciones de combate, había una red de información y control de la misma, que no permitía que “inconveniencias” y datos sensibles a juicio del Alto Comando del CENTCOM se filtraran y pasaran al conocimiento público.

Sin dudas de que uno de estos episodios, uno más de la larga lista de los ocurridos en el ámbito de las aparentes y calmadas aguas del Golfo, fue el incidente que se cobro la vida de seis tripulantes de la nave insignia, el portaaviones USS “Midaway”. Para las fuentes oficiales el hecho nunca existió ya que, tras encubrirlo con la consabida y omnipresente CENSURA se borraron todas las evidencias de aquel duro golpe al orgullo estadounidense.

Desde el portaaviones USS “Midaway” se lanzó el primer raid aéreo con los escuadrones de aviones A-6 “Intruder” que tendrían como primer propósito, degradar la capacidad de respuesta aérea de los iraquíes, especialmente atacando blancos estratégicos como sus bases aéreas en Al Sahibah y AL Zubair al oeste de Basora.

Para quienes no estaban al tanto de la situación geopolítica de entonces –y que en realidad no ha cambiado hoy día- parte de la flota que prestaba apoyo de combate a las fuerzas aéreas y terrestres que operaban desde tierra, se situó arriesgadamente cerca de las aguas territoriales de la República Islámica de Irán que se mantuvo neutral en el conflicto. Esto último, no significaba que los iraníes permitirían, por las excusas que fuesen, que los estadounidenses o sus aliados violaran tanto su espacio aéreo como marítimo.

Es más y según documentos de inteligencia de la época reflejan que en tanto las naves se iban desplegando en sus áreas de acción, las fuerzas armadas iraníes y sus temibles unidades “Al Quds” se parapetaron discretamente en las zonas costeras y fronterizas con Kuwait. Reportes clasificados de inteligencia alertaron a los altos mandos que los iraníes habían desplegado varios sistemas de misiles “CSS-8” y “Noor”, que eran algo así como la variante iraní de los misiles chinos superficie-superficie, algo que fue tomado en solfa por los expertos de la marina que en alguna charla distendida en uno de los ampulosos café dentro de la base de Daharn llegaron a exclamar con sorna “cuidarnos de esos petardos, vamos! ”.

Pero a pesar de estas risas, los encargados de la inteligencia no se lo tomaron a chiste y fueron bastante alarmistas en cuanto a las precauciones que los militares y en especial los marinos debían tomar.

Detrás de los preparativos de esta campaña hubo mucho trabajo de las agencias de inteligencia que fueron el nexo para negociaciones intensas y acaloradas tras bambalinas para que Washington y Londres obtuvieran de Teherán un “salvoconducto” de que no volverían sus armas contra la flota de la coalición. En aquellos momentos, los más escépticos en confiar en la palabra de los iraníes venía de los militares, especialmente de la Inteligencia Naval y la DIA, que no coincidían con sus colegas –y enconados rivales- de la CIA y la NSA que aseguraban que Teherán no se arriesgaría a meter la pata y que además, se verían beneficiados con la posible remoción de Saddam.

En una entrevista secreta llevada a cabo en Darahn y que tuvo como protagonistas al entonces vicealmirante Stanley Artur a cargo del NAVCENT, el encargado del CENTAF el Teniente General Charles Horner y el Teniente general Walter Boomer a cargo del MARCENT, se trató el problema que representaba operar en el área oriental del Teatro y los altos riegos de volar en los límites de los dominios de Irán. En esa reunión se determino que se estrecharían los vuelos de reconocimiento de las aguas circundantes por si pudieran aparecer sorpresas por la retaguardia. Precisamente en garantía de una seguridad, se estableció que debían mantenerse un despliegue de navíos de combate de las otras armadas que formaron parte de la Coalición.

En ese sentido, el diseño del tren logístico no era caprichoso y además de proteger a los buques de aprovisionamiento de combustible y de transporte de armas, municiones y helicópteros, estaba direccionado a mantenerlo seguro ante un posible ataque por parte de Irán. Incluso los más suspicaces teorizaban sobre la posible cooperación de los iraníes con comandos iraquíes que quisieran causar problemas tras las líneas.

Había que recordar que los peligros no se resumían a las zonas de operaciones próximas a Kuwait, sino también en las vitales rutas de abastecimiento desde Ormuz hasta el norte de las aguas kuwaities, objetivos estratégicos sensibles para los cerebros militares iraquíes.

Para el 20 de enero el USS “Midway” y sus unidades escolta se hallaban al este del frente naval muy cerca de las aguas territoriales iraníes y desde donde se lanzarían operaciones tácticas que supuestamente tomarían por sorpresa a los desprevenidos iraquíes. Los primeros golpes aéreos fueron llevados a cabo a partir de las 0300 hs por los A6-“Intruder” con escolta de F-16 pasando por un corredor supuestamente invisible a los ojos iraquíes.

Tras concretar su misión, el escuadrón regresó sin novedades y con reportes auspiciosos: “La ruta es segura y no hay amenazas en el área”. Muchas veces suele decirse que hay situaciones en las que lo más evidente escapa a los ojos. En este caso paso algo similar. Según los pilotos que iban y llegaban desde sus raids no habían detectado amenazas sobre las costas o en aguas cercanas a Irán. Como no se habían producido novedades o movimientos que pudieran alertar al grupo de tareas, los aviones siguieron saliendo como si no pasara nada alrededor pero; algo se preparaba y sería muy difícil de explicar.

El 14 de febrero en horas del atardecer una patrulla de helicópteros británicos detecta a seis millas al noroeste del grupo de tareas dos “Naval Craft” o Artefactos Naval y un pequeño remolcador que parecían estar alistándose para auxiliar a un buque petrolero que estaba próximo a ingresar en la zona de “Bandar Al Busheir”. En apariencias los pontones tenían unas grúas medianas o pequeñas torres iluminadas con personal civil trabajando sin señales de que hubiesen armas, equipos militares a la vista. Haciendo unas pasadas a baja altura, los pilotos de los helicópteros ven que el remolcador tenía bandera iraní y no vieron nada que les despertara sospechas.

A pesar de aquella presencia y su reporte, fue despreciada por la vigilancia aérea que pronto descubriría de que se trataba aquella situación.

Según un documento de la inteligencia iraquí de entonces con carácter secreto y que fue ventilado recientemente, se transcribe cual era el propósito, el objetivo y el resultado de la misión; según ese memorando se buscaba herir la moral de las fuerzas norteamericanas atacando su buque insignia, el “USS Midway”. En la trascripción del mismo, se informó como un golpe exitoso.

En los hechos, según la versión de este reporte, siendo las 2138hs el comando que ocupaba los artefacto navales, apagaron los focos señalizadores y en momentos que el objetivo se hallaba a cinco millas de la mira (evidentemente visible con lentes NigthScope), por el lado de la aleta de babor, alistaron sus dos cohetes MSS Tipo “Frog” con reformas para el uso naval y aprovechando que se estaban despachando aviones para atacar posiciones en Kuwait e Iraq, dispararon los vectores que dieron de lleno contra una formación de helicópteros estacionados en el lado de babor lo que causo dos deflagraciones dando inicio a un incendio que detuvo las operaciones de catapultaje. El reporte señala que cuatro “yajid” (mártires) perecieron en la operación, dos lograron llegar a tierra iraní.

Si bien no se precisa en el reporte cual fue el motivo de las bajas, sería muy posible que hayan sido abatidos por fuego de las corbetas que se hallaban en las inmediaciones.

La aparente sorpresa del ataque habría radicado en que al ser dos simples cohetes sin ningún tipo de guía electrónica que pudo haber delatado su acercamiento y con una gran cuota de suerte, las defensas anti misiles y antiaéreas del Midway y de las corbetas y fragatas que lo cercaban, no se enteraron de que esos vectores siquiera habían sido disparados. Para cuando se enteraron de ello, estos impactaban en sobre un “Chinook” desatando una cadena de explosiones que afectaron otros tres aparatos que allí estaban estacionados y matando a nueve tripulantes que operaban en cubierta.

El único dato que existe sobre alguna novedad sobre el portaaviones USS “Midway”, fue un reporte de daños por un accidente producido por un tanque de combustible de un A6 que se soltó causando un incendio sobre la cubierta afectando a dos helicópteros, uno de ellos quedando colgado de una de las bandas. Nada sobre bajas o heridos. Esto quedaría definitivamente sepultado cuando se ordenó su conveniente baja del servicio el 11 de abril de 1992.

Varios testigos que estaban operando esa noche desde otras embarcaciones cercanas pudieron oír y ver las explosiones sobre el “Midway” pero como señalaron algunos de ellos –que mantuvieron el anonimato- oficialmente se hizo correr la versión de que había sido un accidente con uno de sus aviones. A pesar de esto, con la aparición de estos documentos saqueados del Ministerio de Inteligencia en Bagdad, los testimonios coinciden con aquel reporte del ISI develando una nueva evidencia del ocultamiento deliberado de la peligrosidad que acechaba a la flota en el Golfo.

De esta manera, los pontones sirvieron de plataforma para albergar cada uno de estos cohetes camuflados como las torres de balizamiento y que mediante algún mecanismo rudimentario para posicionarlos en ellos.

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