20/5/21

UN POCO DE HISTORIA NO REVELADA POR EL ESTADO ARGENTINO



KUWAIT: LA GUERRA DEL "MUNDO NUEVO"

OSCAR RAUL CARDOSO (Periodista especializado del Diario "CLARIN")

                                    

BUHS GEORGE


MENEN SAUL




SADAM HUSEIN

PARA LOS POLITICOS DE LA NUEVA ERA QUE DICEN NO SABER DE ESTA GUERRA, ES MAS LA DESISTIMAN COMO MISION DE PAZ, PERO E AQUI HUBO UNA GUERRA QUE LA ARGENTINA HIZO DE APOYO LOGISTICO, Y VOS SABES QUE ES HACER APOYO LOGISTICO EN UN GUERRA !!!!



Nadie puede asegurar que la crisis del Golfo Pérsico no haya devenido en este final de 1990 en una ruleta global sobre cuyo paño tanto Saddam Hussein como George Bush realizaron sucesivas apuestas de alto riesgo, embarcando en ellas al resto del planeta en forma tan masiva como no se presenciaba desde la II Guerra Mundial. Menos aun, nadie -esté de un lado o del otro de la cuestión- puede hoy, con un grado mínimo de seriedad, vaticinar en cual casillero se detendrá la bolilla.

Toda decisión humana se mide por sus resultados y a esta regla no escapan las que adoptaron hasta aquí, y deberán seguir adoptando, los jefes de estado de los Estados Unidos e Irak. Es bueno tener presente también que la historia enseña que la instancia de los resultados suele, muy frecuentemente, dejar espacio solo para el lamento. Desde que Descartes formuló su contribución al desarrollo del pensamiento occidental se sabe que, antes de conocer aquellos resultados, las decisiones se hacen fuertes o débiles en los argumentos que las informan y en el hilo conductor que une a estos. La primera prueba de cada acción humana es la de la razón.

Hussein y Bush transformaron al mundo en un gran escenario en el que el pie para la intervención de cada actor proviene del exterior. El mismo carácter de la crisis global hace que las distancias se desvanezcan y que intereses naciónales diversos den la ilusión de ser repentinamente homogéneos.

A esta altura del desarrollo de los hechos parece haber espacio solo para esperar que la destrucción de las armas diseñe el escenario sobre el cual podrá comenzar a ensayarse un balance con aspiración de ser definitivo. Pero el modo en que se desarrollo hasta aquí la crisis, los cien días que median desde la invasión de Kuwait por parte de Irak, hace que las pruebas parciales de la razón solo puedan aplicarse a las primeras decisiones políticas y económicas.

La propia blietzkrieg iraquí del pasado 2 de agosto constituyó poco más que un desfile de doce horas(1), con algunos disturbios. Esto la convierte más en una acción política que militar. En un sentido que no pretende pecar en la ironía, y teniendo en cuenta solo las acciónes cotidianas, sr. decirse que la ocupación iraquí se encuadra mejor en un marco delictivo de escala gigantesca (saqueo, secuestros extorsivos, crisis de rehenes, etcétera) que en una operación militar.

Por lo demás, el despliegue militar de Occidente y, en especial, el masivo emplazamiento de tropas norteamericanas en la región del Golfo Pérsico solo puede ser juzgado hasta ahora en términos políticos.

Sobre la capacidad bélica norteamericana existen grandes interrogantes. Algunas de las polémicas más intensas que hoy se registran en Estados Unidos están referidas precisamente a la eficacia real de esa demostración de fuerza, si la confrontación se vuelve inevitable.

Uno de los interrogantes mayores que debe despejar el conflicto es aquel referido a la inteligencia del elefantiásico programa armamentista norteamericano de la pasada década, El billón de dólares(2) invertido en el fortalecimiento militar norteamericano por Ronald Reagan está por rendir su primer examen de magnitud y algunos expertos advierten que no es seguro, ni mucho menos, que lo pase con las mejores calificaciones.

Es interesante apuntar aquí, sin embargo, que más allá de los resultados estrictamente militares que arroje en acción el aparato bélico renovado y multiplicado en los años 80, éste aportó ya a Washington un significativo rédito político al enfrentar a la superpotencia socialista y a su antiguo bloque de influencia con una creciente tensión en la carrera armamentista que en mucho contribuyó al colapso de la economía comandada de estos países.

En forma independiente del resultado final de la crisis del Golfo, lo cierto es que la decisión de Hussein ha tenido ya un impacto determinante en las relaciones internacionales y transformo en verdad inapelable el lugar común que vaticina que nada volverá a ser igual que antes.

Como la crisis está en pleno desarrollo y varios de sus protagonistas viven hoy en ascuas por el nivel de incertidumbre -notoriamente Bush y Hussein están jugando su suerte personal y política en esta confrontación-, el presente papel se limitará a examinar solo aquellos aspectos políticos del conflicto sobre los cuales sea total la certeza de su potencial transformador para el sistema de relaciones globales de poder.

Aunque Hussein no sobreviva en el poder, ni logre conservar el territorio que tomó por asalto y aun cuando Bush no pueda articular -tal y como lo imagina hoy- un nuevo perfil para la hegemonía norteamericana en aquellas relaciones, el escenario político internacional ya ha sido modificado.

La crisis del Golfo Pérsico no es solo una guerra potencial. Si se acepta la, premisa -proclamada por el propio Bush después de su última cumbre con Mijail Gorbachov(3)- de que hay un nuevo orden internacional en gestación, éste aspirará a ser convalidado por todas las regiones del globo. El problema de Bush no es entonces solo jurídico, militar y económico, sino también -y muy especialmente- uno de construcción de legitimidad política capaz de perdurar en el tiempo.

Este proceso de cambio es aun más poderoso que los ejércitos que intentan conducirlo. Supone la reformulación de dogmas viejos y aceptados durante generaciones y de otros mucho más nuevos que, sin embargo, habían comenzado a ser convalidados por ese malentendido que se llama sabiduría colectiva.



II

El primer efecto del conflicto del Golfo Pérsico fue el de despertar a Occidente de su fantasía poshistórica. Para ponerlo en las palabras uno de los editorialistas de The Economist en el primer análisis tras la invasión:

"Todo era un poco demasiado ensoñador. La guerra fría había terminado, el dividendo de la paz estaba camino del banco. Todo lo que restaba era un poco de desprolijidad en la periferia. En trozos del Cercano Oriente, de Africa y de Asia aun era necesario ganar unos cuantos conversos más para las grandes ideas de la paz, los mercados libres y la democracia. Aquí y allá -y especialmente en el mundo árabe- pervivían pequeñas y medianas dictaduras. Pero no retrasarían mucho más la inevitable marcha de la historia. Despierta, mundo, después de tus festejos pos-guerra fría y enfrenta tu resaca."(4)

¿Qué sostenía la fantasía poshistórica según su principal téorico, Francis Fukuyama(5)? La idea de Occidente -la organización política según la democracia y la económica según las leyes de propiedad privada y del mercado- había derrocado a sus tres grandes enemigos en este siglo: los restos del absolutismo, el fascismo y el marxismo. Lo que el mundo enfrentaba, luego de la caida del muro de Berlin y lo que este derrumbe encarnó, era según Fukuyama el límite de la posibilidad de desarrollo ideológico de la humanidad. Enarbolando las ideas que Hegel había desarrollado en su Fenomenología del Espíritu, luego del triunfo de Napoleón sobre Prusia, Fukuyama arribó hace un año en Washington a la misma conclusión que pensador alemán extrajo de su realidad en lena en 1806: la historia, entendida como la evolución de las ideas, había llegado a su fin.

Fukuyama vaticinó un mundo en el que generales y filósofos serían apenas un remanente curioso -y ahora ocioso- del pasado, un mundo en el que no habría causas por las cuales pelear o morir. Los soldados que hoy cavan trincheras en el desierto parecen estar haciendo añicos con sus palas el impecable razonamiento de este teórico nipo-americano al cual, quizá por su posición como planificador del Departamento de Estado, muchos identificaron como un intento por racionalizar la era Bush.

Fue 1989, al que muchos comentaristas coincidieron en bautizar con el pretencioso título de annus mirabilis(6), el año que trajo consigo la promesa del triunfo definitivo de la idea de Occidente. Esta promesa es la que se derrite hoy bajo el sol de la región del mundo conocida como el Golfo Pérsico.

El Golfo Pérsico (233.100 km2) es una extensión de poca profundidad del Mar Arábigo conectada con el Golfo de Omán a través del Estrecho de Ormuz. Entre sus muchas islas, Bahrain es la más extensa. Su importancia geopolítica se originó como antigua ruta comercial. Las primeras conquistas europeas y las rivalidades de las potencias del viejo continente en la región datan del siglo XVII, específicamente con la captura de la ciudad portuguesa de Ormuz por parte de tropas británicas.

El denominado Tratado Marino Perpetuo de 1853, celebrado entre británicos y árabes formalizó la superioridad del Reino Unido en la zona y obtuvo una suerte de reválida internacional en 1907, a través de un nuevo acuerdo. El descubrimiento de ricos depósitos petroleros en los años 30 dio al Golfo la relevancia que posee hasta el presente. Luego de la declinación británica y su retiro de la región, tras la II Guerra Mundial, solo los Estados Unidos y la Unión Soviética quedaron sobre el escenario del Golfo Pérsico como competidores extraregionales. Las décadas del 60 y del 70 con sus guerras entre árabes e israelies, disturbios fronterizos y disputas por los derechos petroleros dieron al área un perfil de conflicto del cual el iniciado por Bagdad en agosto pasado es apenas la confirmación.

Es llamativo que sea un pequeño país como Kuwait (apenas 16.058 kilómetros cuadrados de superficie, dos millones de habitantes y una densidad considerable de 125 personas por km2), aunque inmensamente rico (casi U$S 14.000 dólares de ingreso per capita estimado para 1990 antes de la crisis del Golfo Pérsico), el que halla actuado como detonante de la amenaza de un derrumbe anticipado del orden posguerra fría en gestación.

Hasta la invasión iraqui, el Emirato de Kuwait era, más que un estado nacional en la definición clásica, una empresa transnacional que asignaba a sus habitantes la nacionalidad o la residencia según un criterio muy similar al que las corporaciones manejan para distinguir entre su personal de planta o permanente y el temporario. Al igual que muchas empresas transnacionales, la política de Kuwait era la de mantener una planta lo más reducida posible y la de apelar a personal temporario en gran cantidad. Solo el 41 por ciento de los habitantes del reino gozaba derechos generales y del total de residentes solo poco más del 9% tenía el uso pleno de derechos, entre ellos el de la propiedad.

Este antiguo y otrora paupérrimo asentamiento de beduinos, pescadores y nadadores de profundidad en busca de perlas, ubicado en el extremo occidental del Golfo Pérsico fue fundado como entidad estatal feudal -bajo soberania del Imperio Otomano- a mediados del siglo XVII por la dinastía al-Sabah que lo gobernó hasta el pasado 2 de agosto en forma continuada.

La familia al-Sabah cultiva una larga tradición de apelar, y de su subordinarse, a la protección de potencias extranjeras(7). En 1899 cedió el manejo de sus asuntos exteriores al Reino Unido a cambio de la protección por parte de este de su territorio. La independencia plena de Kuwait, que llegó en 1961, es un antecedente importante del presente conflicto. Poco tiempo después de haberla proclamado, Irak reclamó formalmente el territorio kuwaití. Fueron entonces tropas británicas -cuya presencia se fundamentó en aquel acuerdo del siglo pasado- las que cumplieron el rol de limitar en los hechos las aspiraciones iraquíes.

A lo largo de toda su historia, Kuwait ha conocido solo el totalitarismo en su versión árabe, particularmente opresiva, y el gobierno de una dinastía que se ajusta más a la identidad tribal que al molde occidental de monarquía. David Pryce-Jones, un autorizado experto, explica este fenómeno tan característico de la región en los siguientes términos:

"Convertido por un tratado en el gobernante de un nuevo estado, la cabeza de una familia beduina, o un sheik tribal, se descubre a si mismo como un anacronismo, acostumbrado a prácticas que no ofrecen ayuda alguna para enfrentar las urgentes cuestiones políticas, sociales y económicas del presente. La autoridad despótica no es substituto para las demandas técnicas del gobierno moderno. Pero la vida tribal no provee otra forma de institución de gobierno. Arabia Saudita, Bahrain, Kuwait, las siete pequeñas entidades que conforman a los Emiratos Arabes Unidos del Golfo son tribus y aun familias agrandadas y estados solo en el más tenue de los sentidos que da el poseer un nombre, una bandera y un voto en las Naciones Unidas. De estos estados solo Kuwait y Bahrain han experimentados con alguna forma no tribal de legislatura y en ambos casos sin éxito y brevemente."(8)

Uno de los signos más claros de la tradición de poder de los al-Sabah ha sido el nepotismo, disfrazado de prerrogativas reales. Lo sigue siendo aun hoy en que la dinastía carece de territorio nacional fuera del que le presta un Hotel Sheraton de Arabia Saudita al cual el rey Fahd le concede las prerrogativas de la Convención de Viena, en materia de inmunidad. En este Sheraton hay un piso sumamente importante para el gobierno de Kuwait en el exilio, que no es el piso en el cual reside el Emir. Es el quinto piso que está completamente dedicado a la administración financiera de los depósitos que tiene Kuwait fuera de su territorio.

Kuwait es mencionado -desde las crisis petroleras de los años 70- como la tierra dorada del ingreso per capita más alto del mundo. Puede que se incurra en verdades de perogrullo cuando se sostiene que no todo el brillo proviene del oro y que también es posible medir por estadística. Es interesante entonces comprobar como, según el Indice de Desarrollo Humano elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Kuwait ocupa un lugar inferior al de la Argentina según esa suerte de patrón internacional que mide la forma en que la riqueza y el progreso de los países efectivamente alcanzan a los individuos que los habitan.

El ingreso per capita kuwaití contrasta con fuerza con los de Egipto, U$S 650, Turquía, U$S 1200, y Jordania U$S 1500, desigualdad que le ha dado a Hussein una de las herramientas propagandísticas regionales más poderosas.

La inserción internacional de Kuwait puede establecerse comprobando que es miembro de los principales organismos internacionales, comenzando por la Organización de las Naciones Unidas que lo tiene reconocido como miembro pleno, y en el marco regional pertenece al Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, una suerte de embrión de OTAN del Golfo Pérsico creada, a impulso de Arabia Saudita, en febrero de 1981(9). Es además fundador y destacado integrante de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP).

El Consejo debía ser el ámbito para gestar un esquema regional de seguridad pero todos los intentos fracasaron hasta el presente. Los mismos motivos que llevaron a su creación -el avance del fundamentalismo islámico a fines de los 70 y la guerra entre Iran e Irak (1980-1988)- resultaron los principales impedimentos para concretar aquel esquema en forma operativa, confirmando el impedimento histórico de los árabes para integrar y actuar en organizaciones colectivas. La Liga Arabe de 1945, un catálogo de frustraciones, es quizá el mejor ejemplo histórico de esta imposibilidad árabe.

Lo único que el Consejo pudo crear en materia de esquema de seguridad es una institución de ejercicios militares conjuntos, realizados hasta el momento de la invasión del que participaba el pequeño ejército kuwaití(10) y una fuerza de despliegue rápido- o el embrión de una futura fuerza de esas características- cuyo asiento es Arabia Saudita, país que ha aportado el grueso de sus integrantes y también de los fondos necesarios para su manutención.

Desde 1986 el emir Jamir al-Ahmad al-Jabir al-Sabah -una personalidad poco respetada en el mundo árabe- gobernaba Kuwait con la suma del poder público, dado que ese año disolvió la Asamblea Nacional de 50 miembros que, en la letra constitucional, debía compartir el poder. Una vez que la tentación parlamentaria fue dejadas atrás, el emir pudo volver a cogobernar solo con su gabinete de dieciséis miembros de los cuales por lo menos la mitad pertenecía a la familia real. En cuanto a los restantes, muchos de ellos estaban unidos a aquella por razones matrimoniales.

Aunque el Consejo fracasó en sus diseños globales, encontró en Saddam Hussein una suerte de estado-escudo contra la expansión del islamismo shiita -el que subordina la autoridad temporal del estado a la religiosa -que desveló, y aun desvela, a los gobiernos de la región desde el derrocamiento del Sha de Iran en 1979. Durante los ocho años de enfrentamiento entre los ejércitos de Bagdad y de Teherán y aun cuando el Consejo de Cooperación del Golfo intentó mantener una posición de aparente neutralidad, sus miembros aportaron fuerte en asistencia financiera al dique de contención iraquí. Solo Kuwait concedió en créditos sin intereses, diez mil millones de dó1ares a Hussein cuya condonación lisa y llana exigió hasta horas antes de la invasión.

La cifra impacta -es casi una sexta parte de la deuda externa argentina- pero, hasta donde están contabilizadas las inversiones extranjeras de Kuwait, estas suman 100.000 millones de dólares. Otros 50.000 millones de la misma divisa que también están invertidos en Occidente, generalmente en empresas productoras de alta tecnología y vinculadas con el turismo (hoteles, líneas aéreas), pertenecen a la familia al-Sabah.

La ocupación iraquí de Kuwait ha retirado del mercado mundial de petró1eo cuatro millones de barriles -aproximadamente la misma merma que produjo las crisis de 1973 y 1979-, generando incertidumbre y una consecuente escalada de precios pero, ese mercado ha cambiado mucho desde entonces y las posibilidades de una disrupción prolongada son remotas.

El cálculo hecho por Hussein parece haber sido errado. Ignora los cambios estructurales en los intereses, domésticos e internacionales, del principal aliado iraquí, la Unión Soviética; los intereses norteamericanos en la región -de los cuales el libre acceso a petróleo barato es el exponente más acabado- y la existencia de garantías explícitas de Washington a estados como Arabia Saudita(11), cuya seguridad se vería seriamente amenazada si Bagdad tuviese éxito en retener el territorio de Kuwait y el control del 20 por ciento de la producción de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y el 25 por ciento de las reservas petroleras mundiales comprobadas.

Entre los motivos para el escalofrío de Occidente está la posibilidad de que Hussein emerja como un nuevo Saladino -el heroico paladín árabe del siglo XII- de una derrota militar en la que enfrentó y resistió hasta el final a la fuerza más poderosa acumulada en la historia de la humanidad contra una única nación. Este es un lujo que la nueva pax americana global que está en gestación desde el colapso del socialismo no puede permitirse.



III



En términos de derecho constitucional y derecho internacional público, la decisión que adoptó el Gobierno argentino respecto del Golfo Pérsico casi puede reducirse a un juego de ingenio político para elegir cuáles artículos se aplican. Un orden mundial en estado de convulsión desaconseja esa ligereza porque lo que está en juego es la forma de insertar al país en un sistema global de seguridad aun en proceso de elaboración.

La Argentina no escapó -no era razonable esperar que lo hiciese- a la tendencia global de modo que su situación es en esta crisis tan complicada como la de, por ejemplo, Japón. El Japón pertenece a una región distante y diferente, cuyo poder nacional acumulado es infinitamente mayor y cuya dependencia energética del golfo Pérsico es real (importa de esa zona el 64% del petróleo que consume).

América Latina dio una respuesta compleja al desafío. Respaldó, sin fisuras, a la razón y al derecho condenando la agresión iraquí, pero no llegó a ofrecer aun el testimonio que en realidad más interesa a los forjadores de aquel nuevo orden: el concurso -aun simbólico- al esfuerzo bélico.

Los gobiernos de los grandes, como México y Brasil no están convencidos de que ese camino sea el mejor. Los protagonistas de la crisis y las circunstancias históricas de la Argentina concurrieron para elegirlo como el primer país de este subcontinente que cruzaría la linea de la historia, sumándose a la nueva coalición pos guerra fría.

Carlos Saúl Menem será juzgado -en algún momento futuro- por la claridad para identificar intereses nacionales y por la eficiencia para servirlos, con la decisión que adoptó. Como gobernante demandó al país el riesgo de vidas y patrimonio. Nadie en su circunstancia puede pedir más y -lo quiera o no- enfrenta el riesgo de convocar a un sacrificio inútil.

Una vez que se comprende que esta es su esencia, puede analizarse el marco formal de la decisión. Sus elementos centrales son:

* El Consejo de Seguridad de las Naciónes Unidas legalizó el bloqueo naval -que se extenderá seguramente al espacio aéreo- contra Irak aplicado. También autorizó a los estados participantes a solicitar ayuda a otros países recomendando -sin demandar- una respuesta favorable.

* La Carta Orgánica de la ONU es ley de la Nación Argentina. Las obligaciones que fija -en especial las referidas al mantenimiento y restablecimiento de la paz internacional (Capítulo VII)- son de vigencia plena para el país. El artículo 43 establece con claridad que los miembros del sistema de la ONU se obligan a proveer al organismo la ayuda necesaria.

* Pero el Consejo no ha demandado -según los términos de la Carta de la ONU- tal contribución ni a la Argentina, ni a ningún otro país. No ha decidido la integración de fuerza de paz alguna y sigue invocando en sus resoluciones la acciones y previstas en el artículo 41, que son no militares. Solo abrió la puerta para el uso de la fuerza para hacer cumplir las sanciones sin mencionar explícitamente la posibilidad y aplicando la limitación de un criterio de razonabilidad.

* Para que una solicitud de contribución bélica tuviese fuerza plena el Consejo debería haber hallado justificación -hasta ahora no lo hizo- para invocar el artículo 42 (empleo de la fuerza) y aun así la obligación de contribuir estaría condicionada a la elaboración de uno o más convenios especiales. El Comité de Estado Mayor (artículo 47) sigue sin ser convocado desde la guerra de Corea y Washington parece ser el más interesado en dejarlo dormir su sopor histórico, porque no quiere transformar en multilateral una cadena de mando que ahora le es exclusiva en esencia. Uno de los motivos que llevó ayer a Bush a relevar al jefe de su fuerza aérea fue que éste decidió sincerar la intención de su país de no compartir el mando.

* La fuerza multinacional desplegada en el golfo no es una fuerza de paz y no todas las posibilidades de acción al alcance de su comando se inscriben en el marco de la ley internacional. Puede convertirse, en un abrir y cerrar de ojos históricos, en una fuerza beligerante.

* Si existiese una solicitud del Consejo de Seguridad, formulada de acuerdo a derecho, o si la fuerza del golfo se inscribiera en la caracterización denominada de paz la Argentina estaría obligada y el Poder Ejecutivo debería dar cumplimiento. Propios y ajenos en el Congreso no podrían reclamar participación. Pero como ninguno de esos requisitos se cumplen en este caso los legisladores tienen las facultades plenas que les concede la Constitución Nacional para autorizar el ingreso a territorio argentino de tropas extranjeras o la salida de efectivos propios al exterior.

La decisión de enviar tropas argentinas al golfo Pérsico recorrió un sendero jurídico sinuoso como lo demuestra un memorando de la Consejería Legal de la Cancillería que afirma que "por tratarse de una medida facultativa para el Gobierno argentino, el Poder Ejecutivo debería recabar la autorización del Congreso para la salida de fuerzas nacionales que se destaquen en caso de producirse una solicitud de los Estados mencionados en el párrafo 1 de la resolución 665/90 del Consejo de Seguridad.(12)

Hubo luego un ensayo de cura en salud. En otro documento distribuido el jueves 20 del mismo mes la Cancillería, para atenuar el hostigamiento político a que fue sometido el envío, se sostiene que en el primer texto, al que se alude pero no se identifica, la Consejería Legal "no hizo un análisis exhaustivo de todas las posibilidades ofrecidas por la resolución 665, sino que se limitó a responder a la pregunta que le fue planteada." Tampoco aclara cuál fue ese interrogante.

En los dos momentos las necesidades de la conducción política de la diplomacia parecen haber sido sustancialmente distintas. En la primera se reclamó a la Consejería Legal un asesoramiento, en tanto en que en la segunda se le instruyó para que construyera una lógica jurídica que respaldara la decisión política de enviar tropas al golfo.

Una fuente diplomática cercana al canciller admitió al autor de este papel que "tenemos media biblioteca a favor y media en contra... Usamos la que está a favor. Una situación similar se produce en casi cada instancia decisiva trascendente del Gobierno, pero este contraste motivó también críticas señalando que los organismos del Estado no pueden producir dictámenes que "sirvan tanto para un fregado como para un cocido", según la gráfica descripción de otro veterano miembro del servicio exterior.

Las normas legales que se consideraron en este proceso fueron muchas -constitucionales y de derecho público internacional- y no pueden sintetizarse con facilidad. Pero es útil pasar revista a algunas definiciones centrales de ambos documentos.

El primero sostiene entre sus argumentos que:

* Un análisis de la resolución 665/90 que lleva al autor a la conclusión de que "introduce la posibilidad concreta que la República Argentina reciba un pedido de ayuda en virtud del punto 3 de la resolución citada. Esto plantea -agrega- interrogantes fundamentales relacionados, por una parte con la naturaleza del compromiso internacional (..) y por la otra con las competencias respectivas de los Poderes Legislativo y Ejecutivos (...)

* Afirma también que la resolución "no (...) pretende imponer a los Estados la obligación de contribuir con fuerzas militares, lo que exigiría (...) la celebración de los convenios especiales descritos" en el artículos 43 de la Carta de las Naciones Unidas, uno de los que regula el empleo de fuerza militar para la preservación y restablecimiento de la paz. Esos convenios son mandatorios en el caso de que la ONU decidiera la intervención. Una de las corrientes de análisis de la crisis del golfo considera que la actual fuerza está realizando ya una intervención militar.

* El memorando menciona un pronunciamiento anterior -numerado como 122/90 de la Consejería en el que se dictaminó que el Poder Ejecutivo sr. disponer el envío de tropas sin la participación del Congreso si el Consejo de Seguridad lo realizara invocando -algo que no ha hecho- el citado artículo 43.

La forma en que se llega a esta conclusión es compleja pero alcanza con decir aquí que la Carta de la ONU es ley de la Nación y por lo tanto el Poder Ejecutivo estaría en este caso dando cumplimiento a las obligaciones que la Organización impone a los estados miembros. Los legisladores no podrían reclamar porque como puntualiza el documento "el Congreso habría implícitamente autorizado la salida de tropa al aprobar la Carta de las Naciones Unidas".

Pero aun en ese caso, agrega, "el Congrcso debía intervenir para establecer la: modalidades, número y tipo de tropas, a través de la aprobación de convenios especiales" ya que la propia Carta establece que estos "estarán sujetos a ratificación por los Estados signatarios de acuerdo con sus respectivos procedimientos constitucionales" (artículo 43).

* El primer documento afirma que "el análisis anterior no parece aplicable, sin embargo, al requerimiento formulado en los términos de la Resolución 665/90" y en consecuencia "no se está en presencia de los mecanismos colectivos de cumplimiento obligatorio". Reconoce finalmente que "resulta (...) abusivo pretender que existió una autorización anticipada del Congreso para la salida de tropas".

El texto más reciente -que tiene el mismo origen- desautoriza implícitamente al anterior y sostiene , en cambio, que "la decisión que el Gobierno adoptó poco tiene que ver con esta variante de 'maxima' ya que no se pretende contribuir con un eventual uso de la fuerza e la región."

En esto el nuevo ensayo de argumentación legal también se da de bruces con la posición política explicada por el presidente Menem quien afirmó que "si hay que tirar se tira". O de su canciller, Domingo Cavallo, que suele reconocer, por ahora en privado, que si la guerra estalla el Gobierno buscará mantener sus tropas en la región del conflicto.

Más que estas formalidades -por importantes que ellas sean- está la sabiduría de sumarse con mayor o menor reflexión a un orden internacional aun incompleto y sobre cuyo contenido se consulta poco, si acaso algo, a quienes deben contribuir a forjarlo.



NOTAS

(1) Ver los relatos de las invasión en las ediciónes número 33 de TIME (IRAQ on the March) y NEWSWEEK (Bagdad's Bully) del 13 de agosto de 1990 y The New York

Times del 4 y 5 de agosto de 1990.

(2) Estimación del Departamento de Defensa de Estados Unidos-.

(3) Ver ediciónes No. 38 y 39 de TIME y NEWSWEEK de septiembre 17 y 23 de 1990.

(4) Who will stop Saddam? The Economist agosto- 4 de 1990

(5) Fukuyama, Francis The End of History- The National Interest No. 16 septiembre de 1989.

(6) Un análisis interesante de las implicancias de 1989 para las relaciones

internacionales puede encontrarse en From Cold War Towards Trusting Peace de

McGeorge Bundy en Foreign Affairs- Anuario America and the World- Vol 69 No.1

(7) Ver Shimoni, Yaacob Political Dictionary of the Arabe World- The Jerusalem

Publishblg House Ltd. 1987.

(8) Pryce-Jones, David The Close Circle (An interpretation of the Arabs) - Grafton Books- Londres 1990.

(9) El Consejo de Cooperación del Golfo tiene su sede en Riad y pertenecen al mismo Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Qatar, Bahrain y Oman. Irak no integra el organismo. Sus objetivos declarados son promover el desarrollo de la cooperación económica, política, militar, social, y cultural.

(10) Kuwait gastaba el 5.2% de su PBN (estimado en u$s 28.832.000.000 para 1990) en la defensa.

(11) Un antecedente importante es la carta de 1950 enviada por el presidente de los Estados Unidos, Harry Truman al Rey Saud de Arabia.

(12) El documento lleva fecha del 29 de agosto pasado, el No. 125/90, la firma del

Consejero legal, Horacio Basabe y fué calificado como "secreto". Describe una realidad jurídica diferente de la que sirvió para informar la determinación final. El gobierno adujo que la inclusión de un contingente argentino en la fuerza multinacional que bloquea a Iraq y Kuwait ocupado no implica intervención militar y por tanto no está sujeto a la jurisdicción legislativa establecida por la Constitución.




 

17/5/21

17 DE MAYO: DIEA DE LA ARMADA ARGENTINA

A 207 años del Combate Naval de Montevideo, un repaso por los hechos históricos fundacionales y por su actualidad, ante nuevos desafíos.



 El 17 de mayo de 1814 cae la fortaleza de Montevideo y con ella la fuerza de España en el sur de América. Fue luego de increíbles acciones navales que no hicieron más que reafirmar y resaltar la pericia táctica y militar del entonces Coronel de Marina Guillermo Brown. De esta manera quedaron cubiertas las espaldas de Buenos Aires y los ejércitos de las Provincias Unidas del Río de la Plata, con el General José de San Martín a la cabeza, iniciaron su preparación para la Campaña de los Andes.

Apenas unos años antes, la Armada Argentina había tenido su bautismo de fuego en esas mismas aguas, pero no había logrado doblegar a la Flota de la Real Armada Española, muy superior en número y poder de fuego. Pero el intento valió para reafirmar que ése era el camino, ya que entonces comprendieron que, sin ganar el Plata y la fortaleza española en la Banda Oriental, no sería posible consolidar la libertad e independencia para América.






Las Provincias Unidas se volcaron a sitiar por tierra la fortaleza de Montevideo, pero era imposible su rendición si no ganaban el río. No sólo porque a través de él se abastecía, sino porque también representaba una amenaza permanente del arribo de refuerzos.

Los estudios históricos unánimemente coinciden en que la victoria en el Combate Naval de Montevideo fue determinante. Un hecho cuya importancia estratégica se erigió como un paso decisivo en la campaña posterior del cruce de los Andes y todo lo que de ella se obtuvo. El propio General San Martín consideró la victoria de Brown y sus navíos como «lo más importante hecho por la Revolución americana hasta el momento».

Algunas décadas después, cuando se cumplían 150 años de la Revolución de Mayo, mediante el Decreto N° 5.304 del 12 de mayo de 1960 se instituyó el 17 de mayo como Día de la Armada, por lo que desde entonces en esta fecha se reconoce en la figura del Almirante Brown la incansable labor de los hombres y mujeres de la Institución en su dedicado servicio a la Patria.

La Armada del nuevo siglo

Hoy, con la mirada puesta en el futuro, la Armada Argentina continúa navegando tras la estela del gran Almirante Guillermo Brown, trabajando multidisciplinariamente con otros ministerios y en conjunto con sus camaradas del Ejército Argentino y la Fuerza Aérea Argentina, en cada escenario y misión que la Patria le impone.

El actual escenario sanitario mundial en general y el de nuestro país en particular, ha obligado a exigir al máximo a los hombres y mujeres de la Armada para brindar el mayor apoyo logístico y sanitario posible en el marco de las operaciones Belgrano I y II para hacer frente a las necesidades impuestas por la pandemia de COVID-19.












En este marco, y de manera conjunta e interministerial, la Armada ha trabajado en la adecuación de los hospitales navales «Pedro Mallo» en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Puerto Belgrano en la base naval homónima (al sur de la provincia de Buenos Aires), para brindar atención en la emergencia sumando camas y personal. Ha contribuido también en la fabricación de elementos de cuidado como barbijos y alcohol en gel; efectuado desinfecciones de espacios de interés; y concretado campañas de apoyo a la comunidad en los municipios de su sector asignado mediante la distribución de alimentos e insumos a los sectores sociales más comprometidos, empleando para ello tanto con medios terrestres como unidades navales en la zona del Litoral fluvial argentino.









En este particular marco, también la Antártida –como el continente de la ciencia y la preservación– fue escenario de operaciones de la Armada como componente naval del Comando Conjunto Antártico, en su compromiso de participar de manera conjunta en una nueva Campaña Antártica de Verano. Este año, además de contar con el adiestramiento de sus componentes para poder desarrollar esta compleja misión, se trabajó con mucho esfuerzo en implementar estrictos protocolos sanitarios que permitieron preservar a todo el personal interviniente, manteniendo de esta forma la presencia ininterrumpida de nuestro país en el continente blanco desde 1904.










 

Esta realidad sanitaria particular que afecta a todo el planeta, obligó también a trabajar de manera diferente en el despliegue de Cascos Azules a las Misiones de Paz de la Organización de Naciones Unidas, donde además del adiestramiento y alistamiento previo con estrictos protocolos en nuestro país, se proyectó y ejecutó el envío y recepción de tropas de manera escalonada, evitando así la proliferación de posibles contagios. De esta manera, la República Argentina mantiene su compromiso de contribuir con el sostenimiento de la paz en lugares con conflictos, impidiendo escaladas de violencia hasta que resuelvan sus diferencias.

Constituye también un norte permanente el desafío de garantizar la presencia argentina en nuestras aguas, protegiendo sus recursos en los espacios de interés y garantizando la seguridad de la vida humana en el mar.

En tal sentido, y en el marco de sus competencias en cumplimiento de su misión como integrante del Instrumento Militar de la Nación, la Armada realiza en forma permanente la Vigilancia y Control de los vastos espacios marítimos argentinos en el Atlántico Sur y la custodia de las cuantiosas riquezas que contienen. Buques y aeronaves, conjuntamente con unidades de la Prefectura Naval Argentina, custodian el mar territorial en defensa de los intereses nacionales.













Asimismo, la Armada continúa con su plan de modernización de unidades para este fin, donde concretará este año la incorporación de dos nuevos patrulleros oceánicos clase Gowind que incrementarán esta labor operativa. Se trata del ARA «Luis Piedrabuena», que arribará al país antes de mitad de año, y del ARA «Storni», cuya llegada está prevista para el epílogo del 2021.

Transcurridos ya más de dos siglos desde su origen, la Armada Argentina es una parte inescindible de la historia del país y también de su presente y su futuro. La herencia del Gran Almirante es ejemplo e inspiración para cada miembro de la Armada, obligándolos a mirar mares y ríos nacionales como espacios valiosos que debemos conocer, desarrollar y defender.





La esencia de la Armada se halla en su capital humano formado por hombres y mujeres, militares y civiles, con profunda vocación de servicio y un arraigado espíritu democrático. Es en la virtud, compromiso y cohesión donde sus integrantes hallan la voluntad y las energías que les permiten afrontar los esfuerzos y desafíos, cada vez más complejos, que entraña el cumplimiento de nuestra misión: velar por los intereses de los argentinos en el mar.

15/5/21

LA GUERRA CONTINUA-EL SINDROME DEL GOLFO PERSICO


Las armas químicas utilizan las propiedades tóxicas de sustancias químicas para matar, herir o incapacitar. ... Las armas químicas están clasificadas como armas de destrucción masiva por las Organización de las Naciones Unidas y su producción y almacenamiento está proscrita por la ya mencionada convención de 1993.



Un estudio elaborado por una doctora estadounidense experta en el llamado síndrome de la guerra del Golfo concluye que la causa más probable de esta enfermedad, que aqueja a veteranos de aquella contienda, es el envenenamiento por sustancias presentes en píldoras contra las armas químicas y en pesticidas. Ambos elementos fueron empleados por las fuerzas aliadas que participaron en 1991 en la operación contra la invasión de Kuwait por el dictador iraquí Sadam Hussein. Las conclusiones del estudio podrían aplicarse también, dice su autora, a la población civil expuesta a pesticidas de uso común.

El síndrome del Golfo reúne un conjunto difuso de síntomas que sufre entre un 26% y un 32% de los veteranos. En EEUU, los estudios epidemiológicos revelan que afecta a entre 175.000 y 210.000 de los 700.000 efectivos que se desplegaron en la zona. La misma existencia de esta enfermedad, caracterizada por fatiga y alteraciones musculares, neuropsicológicas y dermatológicas, ha sido objeto de polémica. Numerosas investigaciones han indagado en sus causas, ligándolas tanto a la exposición a agentes químicos como a factores psicológicos.





PAISES INTEGRANTES DE LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO


COMBATES EN IRAK Y ZONA DE CONFLICTO







http://www.info-farmacia.com/historia/-recuerdan-la-primera-guerra-del-golfo-en-1991


https://drive.google.com/file/d/1bKolLZRSeNKDLhn9O_bQ8CvspPOb2_Mo/view?usp=sharing 

26/4/21

FUERZA MULTINACIONA DE INTERDICCION MARITIMA (1990 - 1991) GOLFO PERSICO


QUIEN DIJO QUE NO HUBO GUERRA, NI MISION DE PAZ



ARA BROWN

ARA SPIRO


Participación de la Armada Argentina

Como consecuencia de la invasión militar iraquí a Kuwait producida el 1º de agosto de 1990, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió la Resolución Nº 661/90, que imponía el embargo total al comercio mundial con lraq, la Resolución Nº 665/90, que autorizaba el uso de la fuerza en caso de necesidad para imponer sanciones económicas y, por último, la Nº 678/90 que permitía el uso de la fuerza militar contra lraq.

Para contribuir al cumplimiento de los requerimientos de la ONU, el Poder Ejecutivo Nacional argentino emitió el Decreto Nº 1871/90 y fue promulgada la Ley Nacional Nº 23.904/91. Ambos instrumentos legales autorizaban la intervención de la Armada en el Golfo Pérsico.

Esta intervención realizada en el marco de una alianza internacional, denominada Operativo "Alfil", se materializó inicialmente en el grupo compuesto por el Destructor ARA “Almirante Brown” y la Corbeta ARA “Spiro” que, al concluir su período de operaciones, fueron relevados por el grupo compuesto por la Corbeta ARA “Rosales” y el Buque Transporte ARA “Bahía San Blas”.

El primer equipo de naves argentinas zarpó el 25 de septiembre de 1990, para regresar, el destructor en abril de 1991 y la corbeta, en mayo. Cada una de las unidades completó una trayectoria de más de 39.000 millas navegadas.

Del segundo equipo, la corbeta partió de la Argentina el 20 de febrero de 1991 y regresó en agosto, luego de cubrir más de 31.000 millas navegadas. A su vez, el buque transporte zarpó el 21 de marzo de 1991 y regresó en agosto. Su carga de ayuda humanitaria consistió, fundamentalmente, en leche en polvo, trigo y productos medicinales.

20/4/21

LAURA RICHARDSON, ¿ QUIEN ES LA PRIMERA MUJER EN LIDERAR EL COMANDO SUR?





El Pentágono informó el sábado sobre la nominación de Laura Richardson, teniente general del ejército de Estados Unidos, a general de cuatro estrellas. Además, el ente de defensa la promovería al puesto de comandante del Comando Sur.

Su nominación para ambos puestos se dio por parte del presidente Joe Biden. Richardson se desempeña actualmente como la comandante general de la Junta Norte del Ejército, una base ubicada en San Antonio, estado de Texas.

Richardson sería ahora la primera mujer en ocupar el cargo de comandante del Comando Sur.

¿Quién es Laura Richardson?

Richardson es teniente general del Ejército de los Estados Unidos y comandante general del Ejército Norte de los Estados Unidos. Anteriormente se desempeñó como subcomandante general del Comando de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.

Como aviador del ejército, Richardson voló helicópteros Sikorsky UH-60 Black Hawk. Ascendida a general de brigada en 2011, se desempeñó en varios comandos en Fort Hood y se desempeñó como jefa de personal de comunicaciones en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán.

En 2017, fue ascendida a teniente general y nombrada subcomandante general del Comando de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. 

Richardson se desempeñó como comandante interino del comando desde octubre de 2018 hasta marzo de 2019.

Según lo reseñado por The New York Times, Biden también nominó a Jacqueline D. Can Ovost, quien es miembro de la Fuerza Aérea, para liderar el Comando de Transporte y supervisar las estrategias de transporte del ejército.

El diario indicó que el Pentágono habría frenado las promociones de ambas oficiales durante el mandato de Donald Trump, por miedo a que las rechazara por ser mujeres.

A 30 AÑOS DE LA INVASION DE KUWAIT, LAS SECUELAS DE LA GUERRA DEL GOLFO GOLPEAN AUN A IRAK




Luego de que Saddam Hussein invadiera Kuwait, el 2 de agosto de 1990, y luego fuera derrotado por una coalición liderada por Estados Unidos, la situación nunca volvió a ser la misma en el Golfo Pérsico.





La guerra devastó a Irak y desestabilizó esa delicada zona petrolera de Medio Oriente.
Luego de que Saddam Hussein invadiera Kuwait hace 30 años, el 2 de agosto de 1990, y posteriormente fuera derrotado por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, la situación nunca volvió a ser la misma en el Golfo Pérsico, ya que la guerra devastó a Irak y desestabilizó esa delicada zona petrolera de Medio Oriente.

Aquella contienda bélica no solo empobreció a los iraquíes, sino que derivó en la invasión estadounidense de Irak, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S), encabezada en marzo de 2003 por el Gobierno del expresidente George W. Bush.

El 31 de agosto de 2010, veinte años después de esas dos guerras, el ex mandatario Barack Obama anunció la retirada definitiva de las tropas norteamericanas que habían ocupado el país.

Hussein creyó que su ejército, que había sido apoyado por Estados Unidos en la guerra contra Irán, entre 1980 y 1988, podía conquistar fácilmente a ese pequeño emirato petrolero, cuyo Gobierno había sido derrocado por un grupo de oficiales.

Efectivamente, la invasión terminó el 4 de agosto de 1990, dos días después de iniciarse el ataque por la Guardia Revolucionaria iraquí, pero la ocupación de Kuwait se prolongó durante siete meses.

Antes de la invasión de Kuwait, Hussein era bien visto por Estados Unidos, país que había provisto al Presidente iraquí de recursos químicos y armamento para luchar contra los iraníes.

Hussein invadió Kuwait luego de acusar a ese pequeño país y a Emiratos Árabes Unidos (EAU) de haber incrementado su producción de petróleo a bajos precios, reduciendo los ingresos y causando daños en la economía iraquí, según informes de prensa.

Históricamente Irak mantuvo varias polémicas con Kuwait. Los sucesivos gobiernos iraquíes desde que se fundó el estado en 1923, habían rechazado aceptar las fronteras establecidas por el Imperio Británico, tras firmarse la Convención Anglo-otomana de 1913.

Pero, según algunos analistas, había otro motivo: Hussein quería controlar el petróleo de toda la zona.

El expresidente estadounidense George H. Bush condenó la invasión de Kuwait y el 6 de agosto de 1990, las Naciones Unidas establecieron las primeras sanciones económicas contra el Gobierno iraquí.

De todos modos, Hussein buscó un acuerdo que hubiera permitido controlar la mitad de Kuwait, pero Bush rechazó la propuesta y pidió la completa retirada del emirato petrolero.

El 17 de enero de 1991, una coalición internacional formada por 34 países inició la operación "Tormenta del Desierto", que se convirtió luego en la Guerra del Golfo Pérsico.

Tales determinaciones fueron consecuencia de la invasión por parte de las tropas iraquíes de Saddam Hussein al Emirato de Kuwait el 2 de agosto de 1990, anexando este país a su territorio.

Argentina, que en ese momento era gobernada por Carlos Menem, participó del conflicto con un destructor, tres corbetas y dos helicópteros de la Armada Argentina que se sumaron al Operativo Alfil, participáción que tuvo un fuerte rechazo popular y que tras el conflicto le valió el reconocimiento como Aliado Extra-OTAN.

Antes de que Hussein retirara sus tropas de Kuwait, mientras los pozos petroleros ardían a su paso, murieron entre 25.000 y 30.000 soldados iraquíes, según informes de prensa.

Los kuwaitíes sufrieron "daños físicos y psicológicos" durante la ocupación iraquí, de acuerdo a estudido médico difundidos por la universidad estadounidense de Harvard.

Años después, el gobierno del expresidente George W. Bush, hijo de George H. Bush, incluyó a Irak en el llamado "Eje del mal", junto a Irán y Corea del Norte.

Bush sostenía que Irak tenía "armas de destrucción masiva", que jamás fueron encontradas por las tropas estadounidense que invadieron territorio iraquí en 2003.

El 9 de abril de ese mismo año, las fuerzas estadounidenses conquistaron la capital iraquí, y ocho meses más tarde Hussein fue capturado en un escondite subterráneo de Al Daour, cerca de su Veraudad natal de Tikrit, al noroeste de Bagdad.

"Soy Saddam Husein; soy el presidente de Irak y quiero negociar", dijo en inglés a los soldados estadounidenses.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impuso a Irak una serie de compensaciones económicas para individuos, compañías y gobiernos afectados por la destrucción de los pozos petroleros en Kuwait, mediante el 5% de la venta de sus productos de petróleo.

El total de la reparación de los daños de guerra era de 52.400 millones atribuidos a un centenar de gobiernos y organizaciones internacionales, según la comisión de compensación de la ONU.

El 30 de diciembre de 2006, el expresidente iraquí, vestido de negro, rechazando la capucha del verdugo, moría ahorcado en Bagdad luego de ser juzgado por crímenes de lesa humanidad, por su responsabilidad en la muerte y torturas de 145 iraquíes chiitas en 1982.

Detrás de écampista Veral quedaba la leyenda del hombre que, al igual de otros líderes de Medio Oriente, fue primero aliado y luego se convirtió en enemigo acérrimo de Estados Unidos.

7/4/21

¿QUE HAY DETRAS DE LA VISITA DEL JEFE DEL COMANDO SUR A URUGUAY Y ARGENTINA?

 


El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Craig S. Faller, realizó una visita oficial a Uruguay y Argentina.

En Uruguay el almirante se reunió con el ministro de Defensa y visitó las donaciones que realizó su país para enfrentar la pandemia de COVID-19. Prevé hacer lo mismo en Argentina.

Por medio del Programa de Asistencia Humanitaria (HAP, por sus siglas en inglés), el Departamento de Defensa estadounidense donó más de 260 millones de dólares para enfrentar la crisis generada por la pandemia de COVID-19, estas ayudas incluyen hospitales de campaña, equipos de protección personal, material médico, camas de terapia intensiva, equipos de detección del virus y monitoreo.
Más recientemente, EEUU también se comprometió con 4.000 millones de dólares en apoyo a la vacunación global y distribución a través del mecanismo Covax.

Uruguay y Argentina son dos de los países que recibieron donaciones. En Uruguay, el HAP financió más de 20 proyectos con un valor de 4,8 millones de dólares para la compra de equipos de primera necesidad, suministros y recursos que han sido usados a través del país.

El jueves 8 Feller se reunirá con el ministro de Defensa, Agustín Rossi. No es la primera vez que Faller visita Argentina, los medios locales señalan que en esta oportunidad su gira tiene un triple sentido diplomático: explicitar que la administración demócrata no tomará distancia con el Gobierno de Alberto Fernández por su decisión de renunciar al Grupo de Lima, ratificar la posición de la Casa Blanca respecto a la situación de Venezuela y la creciente influencia de China y Rusia.

Las nuevas amenazas que EEUU identifica para América Latina
El 24 de marzo, durante la conferencia titulada Fortaleciendo las alianzas en una región de promesas, en el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry, Faller dijo que China y los grupos delictivos transnacionales configuran la principal amenaza que enfrenta América Latina, y que sus actividades se profundizaron en 2020 gracias a la crisis generada por la pandemia.

Sobre China, dijo que "está tratando de reescribir las reglas del mundo, quiere una nueva forma de democracia, que en realidad es una autocracia".

"No hace falta más que ver los abusos a los derechos humanos, la corrupción, los tratados preferenciales, la diplomacia de las vacunas que tienen ahora. Y buscan convertirse en un socio ante la necesidad", agregó.

También aseguró que Pekín "está activo buscando aumentar su influencia económica, en materia de tecnología, de seguridad urbana, de inteligencia artificial", y advirtió: "la influencia china excede la asociación comercial".

Respecto al "fenómeno del delito transfronterizo", Faller apuntó que es evidente que "la pandemia lo ha agravado", y que se formó "la tormenta perfecta para ser aprovechado por Rusia, Irán y China para aumentar su influencia en la región".

El 16 de marzo, Faller dio su testimonio por escrito al Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos, donde dijo que "Rusia está participando activamente en esta región [Sudamérica] para contrarrestar lo que considera una intromisión de EEUU en su territorio cercano. Al ampliar su acceso aéreo y marítimo para proyectar el poder militar tiene acuerdos con Venezuela y Nicaragua que permiten a los buques de guerra rusos visitarlos con poca antelación".

A su vez, opinó que "la pandemia del COVID-19 también proporcionó a Rusia otra vía por la cual ampliar su campaña para superar a EEUU en el ámbito de la información", dijo Feller.

Faller en Uruguay

Se trató de la primera visita al país desde que asumió el cargo en 2018. Luego de una reunión que mantuvieron en la sede ministerial, Faller brindó una conferencia de prensa en la que destacó la "valiosa" relación de cooperación entre ambos países y calificó a Uruguay como un "importante socio en materia de seguridad", según la prensa local. Por su parte, García informó que se iniciaron negociaciones para adquirir tres embarcaciones, vehículos blindados y un helicóptero de las fuerzas armadas estadounidenses.
Consultado por el periódico local La Diaria sobre los intereses del Gobierno estadounidense respecto a Uruguay en materia militar, el almirante respondió que buena parte de la "larga y duradera relación" con el país se debe al entrenamiento que brinda su Ejército a través del International Military Education and Training. También señaló que el "interés" y la "alianza" con el país sudamericano "comienzan con los fuertes valores y compromiso con la democracia" de ambas naciones.

"Nuestras fuerzas son profesionales, y las fuerzas profesionales respetan la ley, la democracia, los derechos humanos, las mujeres, la paz y la seguridad. Somos muy profesionales cuando trabajamos juntos", dijo a La Diaria.
El Partido Comunista del Uruguay (PCU) repudió la visita de Faller. Mediante una declaración, advirtió que "bajo la vieja excusa de la 'cooperación militar, educación profesional y capacitación técnica, asistencia en respuesta a la pandemia y a los desastres naturales', [EEUU] tiene la clara intención de asegurar su hegemonía en nuestra región".
Además, el PCU señaló que "el Gobierno de Luis Lacalle Pou ha dado señales claras de alineamiento hacia los EEUU, con la salida de Uruguay de la UNASUR, el apoyo en la OEA a la reelección de Luis Almagro y el regreso al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR)".

¿Qué es el Comando Sur?

El Comando Sur es una de las 10 unidades de las Fuerzas Armadas de EEUU cuyo objetivo es defender los intereses de ese país en América del Sur, América Central y el Caribe. Se trata de una herramienta de diplomacia militar del Pentágono, para combatir aquello que el Departamento de Estado señala como amenazas, mediante acciones directas o indirectas. También proporciona capacitación, entrenamiento y coordina operaciones militares conjuntas con diversas fuerzas armadas de la región.

El Comando Sur está a cargo de las bases militares estadounidenses en la región: las de Guantánamo en Cuba y Soto Cano en Honduras, de centros de operaciones en Aruba, Curazao y El Salvador, y de redes de radares en Perú, Colombia y países del Caribe. También está vinculado a la Escuela de las Américas, operada por el Ejército de EEUU para entrenar y capacitar a oficiales de los ejércitos de América Latina en "contrainsurgencia", que funcionó en Panamá y luego fue trasladada a Georgia, y por la que pasaron más de 80.000 militares latinoamericanos.

Faller, que asumió como jefe en 2018, está a la espera de que el Senado estadounidense confirme su relevo por la teniente general Laura Richardson, nominada por el presidente Joe Biden. De ocurrir, Richardson se convertirá en la primera mujer que dirija la unidad, con más de 1.200 uniformados y civiles a su cargo.

1/4/21

"EL TREN DE INCOSECUENTES" Y CUANDO EE.UU APOYA A SUS IMPERIALISTAS.


UN DOS DE ABRIL 1982 EE.UU SE OLVIDO DEL TIAR Y LE DIO REPUESTAS A LOS IMPERIALISTAS.UNA PATRIA DESVASTADA POR LOS MALOS DESGOBIERNOS EN POLITICAS INTERNACIONAL.


A 39 años de la recuperación de las Islas Malvinas y archipiélago del Atlántico sur la Argentina se ve inmersa en el caos político interno y a la incertidumbre geopolítica como estado nación ¿Habrá salvación para la Patria integral?









Hace treinta y nueve años la Argentina llevaba adelante uno los itos políticos e históricos que cambiarían para siempre su posición en la región y el mundo. La recuperación de las islas Malvinas, Georgias y Sándwiches del Sur en aquel 2 de abril de 1982 dio paso al enfrentamiento bélico con el Reino Unido que -más allá del resultado militar- sentó un precedente geopolítico y jurídico que no puede obviarse. Más allá de que la recuperación de las islas del Atlántico sur y con ello el control sobre los espacios marítimos circundantes fue temporal y terminó en una derrota en junio de 1982, el sentimiento de pertenencia y las ansias de volver nunca se perdieron.

Pese a este sentimiento colectivo que mora en el subconsciente del pueblo argentino, su dirigencia política -especialmente la capitalina- totalmente alejada de la realidad del ciudadano común, ha demostrado no saber (o quizás no querer) receptarlo y mucho menos tener la vocación, la inteligencia ni el valor para desarrollar una agenda estratégica a largo plazo que atienda y analice los desafíos que representa la empresa, ya no para recuperar el archipiélago, sino para limitar los movimientos del usurpador que desde hace décadas se beneficia de sus recursos y que va en franca expansión sobre el resto del territorio continental. Esto último no es algo que debiera asombrar ya que no hay recursos militares para limitar esas intensiones. Si bien los posibles planes del gobierno argentino por modernizar las FFAA con equipamiento ruso y chino sería una señal en este sentido, es tan solo un pequeño paso en un largo camino que llevará décadas de una política sostenida.

Pero la historia política del país evidencia interrupciones cíclicas en el desarrollo de sus políticas estratégicas (cuando supo tenerlas) no solo por golpes cívico-militares sino por meros cambios partidocraticos en los ocupantes de la Casa Rosada.

El problema que se presenta en la actualidad esta signado por la situación interior del país caracterizada por una total anomia social, el desgobierno, la corrupción estructural y el caos ideológico. En este sentido el nuevo milenio halla a la Argentina en un total abandono de sus intereses estratégicos y entrega completa a las actividades británicas en todo el atlántico sur, quienes a su vez amplían peligrosamente sus actividades con la pronta remisión (no solo de submarinos) de parte de su arsenal nuclear estratégico a una instalación secreta en Malvinas. Con esto en vista la amenaza para la Argentina y la región se profundiza de forma critica y peligrosa poniendo a la región en el mapa (como mero observador) de una hipotética tercera guerra mundial.

Mientras en Buenos Aires los sectores admiradores y hasta obsecuentes de las políticas anglosajonas y siguiendo a la nueva tendencia en la Casa Blanca dan inicio a un falso y flemático debate sobre “democracia o autocracia” (puesto a rodar por el senil presidente Joe Biden), el país se va por un caño ya que tal como lo revelan las encuestas y relevamientos sobre la situación económico-social, los sueldos -para quienes tienen la fortuna de tenerlo- no llegan a cubrir las necesidades básicas de una canasta de alimentos digna para una familia tipo que a su vez se ve asfixiada por la impiadosa subida de los impuestos, el aumento escalonado del precio en los combustibles y el desempleo endemico. Ciertamente que no hay en la Argentina un “Churcill”, “Thatcher” o “Reagans” (proceseres para estos sectores) que puedan implantar ese liberalismo salvaje que tantos acompañaron con el Menemismo de los noventas y al cual hoy (disfrazados de “republicanos”), critican al gobierno como si no hubieran estado.




Para complicar el cuadro, la aparición del COVID 19 acentuó la actual situación de precariedad y dejo a la vista la desarticulación del estado que (sumido por décadas en la circunstancialidad, en asistencialismo y la demagogia política) no había podido prevenir lo que estaba por ocurrir y mucho menos, tenía los recursos materiales y humanos para afrontarlas. En el medio, los mismos medios y periodistas jugando a los espantadores oficiales ventilando cifras de infectados y muertos conforme convenga a quienes digitan los orquestadores de esta “pandemia”. 

Tal vez lo peor de todo ello sea que ninguno de sus organismos de inteligencia o de sus prestigiosos académicos tenía la más mínima idea de lo que realmente había ocurrido y es que, en realidad, desde hace años que no existe algo así por estos lugares. Pensar en la Argentina siempre ha sido un mal negocio y en las últimas épocas se vuelto muy riesgoso.



De este modo mientras quienes acusan al gobierno de Alberto Fernández de inoperante y falto de visión, no reconocen que la oposición (a la cual solapadamente miman) no ha demostrado ser mejor dado que en su mayoría son los mismos que formaron parte del anterior gobierno de Mauricio Macri quienes entre otras cuestiones capitales, malgastó los fondos requeridos al FMI, entregó las reservas de oro del Banco Nación a Londres, facilito los negocios de empresas privadas amigas del entorno presidencial y desguarneció aún más las aguas del Atlántico sur y el sistema integral de la defensa ¿Qué clase de patriotismo podría encontrarse en este tipo de gente?

Mientras unos tratan de jugar a la revolución con medianías, voluntarismo y practicas anacrónicas, los otros (auto rotulados como “republicanos”) entregan los intereses de la nación al enemigo estratégico bajo la literaria denominación de “apertura al mundo” que obviamente -ese mundo- se limita a EEUU, Gran Bretaña y la UE y que algunos de ellos se animan a catalogarlo como “el mundo civilizado” no reparando que esa adorada civilidad que se cubre con la consabida palabra “democracia” en todo lo que va del nuevo milenio ha sido autora y generadora de brutales intervencionismos políticos y militares que -al amparo de engaños y mentiras- han causado destrucción, miseria y millares de muertes alrededor del mundo ¿Acaso estos pueden ser considerados mejores que el actual gobierno?

Son estos mismos que se empalagan hablando de Paris y del europeísmo teniendo siempre como centro una supuesta superioridad anglosajona, denostando a su propia tierra, sus bondades y el sacrificio de sangre que sus hijos ofrendaron para luchar en aquel invierno de 1982 contra los agresores de aquellos lares que (vale la pena recordar) han hecho “grandes” sus economías a costa de la agresión colonialista e imperialista secundado a EEUU. Ciertamente que no hay explicación filosófica y moral -por más sofisticada que ella fuese- que valga para argumentar tanta bajeza intelectual.

En este mismo sentido, varios de estos exponentes que forman parte de los comedidos medios alineados a las políticas de Washington y a Gran Bretaña, avaladores de todas las “políticas civilizadoras” de La Casa Blanca, no han ahorrado entusiasmo al comentar la bravuconada del presidente Biden que en público calificó a su homologo ruso como “asesino” sin decir nada de los 8000 millones de dólares del presupuesto anual que La Casa Blanca destina para ordenar y ejecutar asesinatos selectivos contra quienes ellos consideran como indeseables; muy democrático ciertamente. Tampoco parecen recordar que Biden como senador del Partido Demócrata en una entrevista de 1982 ante la cadena CBS, apoyó de manera explicita a Gran Bretaña olvidándose que EEUU tenía un compromiso hemisférico con el TIAR que violo de forma flagrante y vergonzosa con su asistencia a la Fuerza de Tareas de la Royal Navy. El sesgo de estos personajes es tan obvio que no hace falta análisis alguno.

Precisamente en lo referente a la política exterior, Argentina por intermedio del gobierno actual pareciera estar sosteniendo y consolidando una posición ideológica dirigida a despegarse de la influencia que los gobiernos anteriores y en particular el del presidente Macri había involucrado de forma íntima con países como EEUU e Israel quienes a su vez trataron en ese entonces, aprovechando el acceso que les permitieron funcionarios clave como Patricia Bullrich, Arribas, Magdalani y Oscar Aguad sumado a la magra situación institucional, de cooptar el área de seguridad, inteligencia y Fuerzas Armadas para que sean una extensión más de sus políticas en la región. Obviamente que entre esas políticas no se cuenta el interés por apoyar a la Argentina en sus reclamos sobre el Atlántico sur.

Quienes apoyan estas injerencias son aquellos que con mucho ahínco y esmero no paran de señalar públicamente como un mal camino para la nación, establecer relaciones con Rusia, China, Irán y por supuesto Venezuela aprovechando cualquier argucia para desatar y fundar sus acostumbradas y ponzoñosas editoriales. En este último sentido, queda claro que quienes bregan por amigarse incondicionalmente con Gran Bretaña, EEUU y sus aliados no refieren a sus pueblos sino a los intereses (políticos-económicos y estratégicos) de los gobiernos anglosajones que son parte en la ocupación del Atlántico sur.

Por el contrario y desde una pragmática novedosa, los acercamientos a Rusia, China e Irán no solo representan un giro audaz en las relaciones del estado argentino sino que demuestra (o al menos así pareciera) una vocación de establecerse como un actor geopolítico con un peso gravitante a modo de ir ganando con el tiempo la suficiente fuerza e influencia como para poder lidiar con la situación de facto que mantiene Gran Bretaña en el sur argentino.

20/3/21

SUR ATLANTICO ll



¿Por que el Primer Ministro británico Boris Johnson busca reforzar el área de la defensa con una ambiciosa inversión y promesas de despliegues militares globales? ¿Cómo se halla la Argentina ante esta situación?







La Patagonia es uno de los territorios vírgenes más vastos de Sudamérica y por ello muy ambicionados por intereses externos, pero para los gobiernos pasatistas argentinos, siempre ha estado relegado al fondo del cajón y ello ha venido creando situaciones que ya no pueden ser ocultadas. Parte de aquellas son la actual situación de ausencia y descontrol en las aguas y las islas del Atlántico sur que le cuestan por año al estado argentino miles de millones de dólares por el zaqueo y espoliación de sus recursos ictícolas a manos de flotas pesqueras que superan diez a uno en número de los navíos de la Armada Argentina.

Desde 1982 hasta esta parte la situación de ésta importante región del país insular ha sido pendular y ello se ha debido a las cambiantes y hasta contradictorias decisiones que cada gobierno político vino tomando sobre esta situación. Al finalizar la guerra por las islas Malvinas lejos de reorganizarse y aprender de las lecciones políticas y militares de dicho evento, la clase gobernante y en particular, el gobierno radical del presidente Raúl Ricardo Alfonsín trabajó a brazo partido para sepultar los reclamos soberanistas sobre las islas y lo peor de todo, ayudo (mediante un proceso claramente exagerado y tendencioso) a debilitar el brazo armado de la nación haciéndole a Gran Bretaña un favor impagable para sus aspiraciones geopoliticas en la región.

Margaret Thatcher no podría haber estado más agradecida por esta situación. Sin dudas que en privado y cuando se reunía con sus asesores de defensa y con sus comandantes “Margie” reconocería que quien más ayudó a Gran Bretaña para retener las islas Malvinas no fue el régimen chileno de Pinochet sino el gobierno radical de Alfonsín.

Hoy pareciera que el gobierno de Alberto Fernández -un emulo de Alfonsín- (impulsado por una ambición populista meramente electoral) pretendería profundizar los reclamos soberanos a base de un supuesto plan estratégico que tendría como fin, recuperar por las vías de la ley internacional y haciendo valer sus derechos históricos, con alguna planificación paralela que involucra la necesaria reconstrucción de Fuerzas Armadas con capacidad de sostener una posición política semejante y en último caso, afrontar la amenaza que plantearía la extensión de los despliegues británicos en la región.

La situación de las islas ocupadas manu militari, es una cuestión de hecho y las palabras no la van a cambiar. Incluso las bases legales existentes no bastan para negociar en paridad. Esto último representa para el Foreing Office mero “paper working”. Aquí hacen falta políticas audaces y pro activas tendientes a balancear una clara desventaja geopolítica para la Argentina. En este contexto su canciller Felipe Solá ha salido al cruce de las últimas declaraciones del Primer Ministro Boris Johnson quien frente a la Cámara de los Comunes expresó el 16 de marzo pasado la necesidad de una Revisión Integrada de Seguridad, Defensa (incluyendo el traslado de material bélico nuclear), Desarrollo y Política Exterior que afectará sin dudas a la situación de las Islas Malvinas y todo el Atlántico sur. Esto llevo a que la cancillería argentina se levantara clamando que Londres sigue tratando los temas de sus territorios de ultramar con una mentalidad colonialista, como si alguien creyera que el proceso BREXIT iba a calmar o cambiar la característica política que les llevó a ser un imperio.

Por el contrario, las aspiraciones de Gran Bretaña en este contexto (y sin importar la actual situación con el COVID) serán mucho más ambiciosas y agresivas que tendrá entre otros objetivos, retener a como de lugar sus posesiones de ultramar. Es en este sentido que los analistas y comentaristas argentinos que perfilan sus posiciones pro británicas hablando de que Londres no tiene intensiones amenazantes simplemente no quieren ver la realidad.

De esta manera, los buques y submarinos de la Royal Navy (y la de sus aliados estadounidenses) no han detenido sus operaciones en todo el Atlántico sur que además de evidenciar el ejercicio imperturbable de su política colonial, condiciona de forma amenazante el tránsito de los navíos y aviones de bandera argentina.

Durante todo este tiempo Londres ha desinterpretado y hasta ha ignorado de forma olímpica los reclamos argentinos y prueba de ello son sus continuos esfuerzos por fortificar las islas (con un sistema de misiles “Sky Saber” proveído por Israel a travez de un empresario argentino). En cierta medida ello es entendible (pero no justificable) y esto se explica por la simple razón de que Argentina no representa una amenaza real para sus intereses ni tiene un peso especifico propio para plantarse en una negociación. En el Foreign Office saben que los chillidos de los argentinos no son más que una molestia para los oídos y nada más. El gobierno argentino no está en posición de impulsar negociación, introducir algún tipo de condiciones ni mucho menos tiene el poder para apoyarlas. Ni siquiera tienen un consenso dentro de su propio gobierno para establecer relaciones serias con la Federación rusa para permitir un emplazamiento que pudieran comprometer estratégicamente a la guarnición de “Mount Pleasant”. En resumen, los británicos no ven en la política de la actual gestión argentina motivo de preocupación alguna.

Eso desde lo político. En lo que viene siendo el ejercicio del poder militar como brazo extensivo de ejecución de las políticas de estado, en principio Argentina hace tres décadas que ha venido en franca decadencia en sus Fuerzas Armadas y hoy se puede asegurar que carece de un sistema defensivo real que pueda oponerse a una operación relámpago de la “Real Armada” y sus aliados de la OTAN. Esto se puede deducir de la pobre infraestructura de su ejército terrestre, de la carencia de navíos en la Armada y el desguace de su Fuerza Aérea que por falta de material y aviones no ha podido ser empleada para el necesario transporte logístico que demanda el acarreo de las vacunas contra el COVID 19 desde Rusia o China. Con este estado de cosas, no hay posibilidad de que Buenos Aires tenga un peso creíble en una mesa de negociaciones con Gran Bretaña.

Sinteticamente, los argentinos no controlan sus propias aguas y prueba de ello fue lo sucedido en 2017 al submarino “ARA San Juan”, asunto que aún está sin resolución.

No es posible llevar adelante una política estratégica sin una doctrina, un planeamiento estratégico y un objetivo previamente trazado. El problema central que existe se resume en una pregunta ¿Cuál es la geopolítica que pretende Argentina? Hasta el momento no hay respuesta conocida. El voluntarismo ha demostrado ser una medida poco inteligente para gobernar y mucho más para manejar asuntos complejos ya que ello trae consecuencias indeseables. Tal vez haya funcionado en procesos revolucionarios de comienzos y mitad del siglo XX, pero hoy ello ya no es posible de recrear. Esto lo menciono por un aparente intento de algunos elementos del gobierno de Fernández por construir poder usando aquel principio anacrónico creyendo de forma errónea que viven en la Rusia pre-revolucionaria de 1917, o en la China de Mao o incluso en la revolución castrista. Al parecer varios de los mismos funcionarios que habían estado en el gobierno de CFK, han caido en cuentas que no pueden jugar a la revolución sin arriesgarse con decisiones adultas y con riesgos verdaderos.

La capacidad de reacción de la clase política argentina ha demostrado ser más lenta que lo que cualquiera podría imaginar. Al parecer debieron pasar tres décadas para que entendieran que los problemas no se van con solo mirar a otro lado. Creer que deshacerse de las Fuerzas Armadas y de su estructura de inteligencia iba a resolver el problema de los derechos humanos y que con ello hacían una contribución al pacifismo es la demostración una supina estupidez que obviamente, los británicos celebraron con mucho entusiasmo. Incluso muchos de los actuales funcionarios de gobierno, fueron parte en aquella ilusión menemista de la “inserción al primer mundo” o la de creer que el alineamiento automático con Washington llevaría al país al progreso económico y a formar parte de las grandes ligas mediante una “alianza extra-OTAN”. Aún más, como lo hemos venido viendo, gran parte de los actuales componentes han sido partícipes en el desmembramiento del área de la defensa y con ello, culpables del actual debilitamiento militar-estratégico que impacta no solo en el desguarnecimiento de los intereses en el Atlántico sur sino en el poder de negociación con el cual un estado debe contar en el juego de una verdadera real politik.

Al respecto, las especulaciones de que Boris Johnson y su gabinete hallan realizado estos anuncios preocupados por los últimos anuncios del Ministerio de Defensa argentino Agustin Rossi sobre posibles adquisiciones de la industria rusa y china, es algo que carece de asidero dado que en “WhiteHall” y el Foreign Office están seguros de que solo son bravuconadas y nada más. Solo habrá que esperar para ver si Londres cumple con los anunciones de Johnson y refuerza con armas nucleares su arsenal en Malvinas. Si ello sucede, Buenos Aires ya no tendrá chances de recuperación alguna.

12/3/21

UN SUBMARINO DE EE.UU SALE DE DEBAJO DEL HIELO EN EL ARTICO




El submarino nuclear estadounidense Toledo salió a la superficie del hielo del Ártico.




El proceso de su salida se puede ver en el vídeo publicado en el canal de la Marina de EEUU.


La grabación muestra cómo el submarino lentamente sube a la superficie tras romper el hielo. En algún momento, varios miembros de la tripulación lo dejan para comenzar a liberar el casco cortando el hielo con una motosierra.


El Toledo llegó al Ártico para los ejercicios Ice Exercise (ICEX) que se realizan en el océano Ártico para evaluar la preparación de la Marina para las operaciones en la región.




La misma Marina de EEUU caracteriza el ICEX 2020 como "la maniobra bienal de tres semanas que ofrece la oportunidad de evaluar su preparación operacional en el Ártico y entrenar con otros servicios, naciones asociadas y aliados para aumentar la experiencia en la región y mantener la estabilidad regional, al tiempo que se mejoran las capacidades para operar en el entorno del Ártico".




La salida de submarinos desde debajo del hielo no es una operación fácil, pero Rusia la ha practicado muchas veces, comentó a Sputnik el almirante Víktor Krávchenko, jefe del Estado Mayor de la Armada durante el periodo 1998-2005.
"No tiene nada de sobrenatural, nosotros también la hemos dominado", expresó Krávchenko.

En su opinión, la flota rusa "debería usar la ciencia" para encontrar una oportunidad de vigilar los submarinos americanos bajo el hielo. Pero lo importante es vigilarlos antes de que se sumerjan bajo el Ártico.

8/3/21

"BREXIT ON"


Es una realidad la separación del Reino Unido del bloque de la Unión Europea, entonces los mismos británicos se preguntan ¿Y ahora qué?


Las primeras consecuencias de esta salida ya se están haciendo sentir. Una de ellas se esta viendo en los limites de las islas británicas con la discusión que ya se plantea con Francia y los Países Bajos para el paso de los buques mercantes británicos por el Canal de la Mancha sin pago de aranceles.

 A pesar de que la economía británica es la segunda más potente de la región, no puede subsistir por si misma. 

Fuera de la UE, Gran Bretaña que depende de las importanciones del continente debería pagar aranceles, tasas y permisos de paso como cualquier estado que no forma parte del bloque, algo que Boris Johnson estaría buscando evitar pero que deberá afrontar hasta tanto llegue a algún tipo de acuerdo con la UE y con cada uno de éstos países ribereños.


Embajador británico Mark Kent



¿Y cómo impactará el Brexit en la relación de Gran Bretaña y Argentina?
Desde ya, ello producirá un cambio de perspectiva en esta de por si desequilibrada relación pero para nada significara un cambio en la situación de facto que Londres mantiene en las islas del Atlántico sur. 

Esto último lo dejo bien en claro el embajador británico en Buenos Aires Mark Kent quien pese a los cordiales saludos entre el canciller Felipe Solá y su par británico Simom Mc Donald que intercambiaron tras las correspondientes presentaciones protocolares hayan sido muy entusiastas, no significa reconocer una posición diferente a la que ha venido teniendo en los últimos 37 años hasta esta parte ni mucho menos una intensión de restablecer conversaciones sobre la soberanía argentina en el archipiélago.


Es Argentina quien deberá revisar cómo hará para negociar sus relaciones comerciales con el bloque europeo en consideración a esta separación británica.


En el aspecto militar de ultramar y vinculado a las islas Malvinas, se plantea el problema de relación operativa con la OTAN que en su funcionalidad responde al eje político existente entre EEUU y la UE. Con la salida de Londres, de alguna manea la OTAN deberá adaptar un nuevo canal de operaciones con uno de sus más importantes socios en el escenario geoglobal.


La perspectiva que los británicos van a recalcular será únicamente la de analizar como harán (en medio de la severa crisis económica por la que pasan) para sostener económicamente al emplazamiento militar de las islas y al mismo tiempo, limitar los beneficios económicos que surgen de la pesca, del cobro de permisos y los de la explotación petrolera a los Kelpers.

Precisamente, uno de los temores del Foreing Office es que los Kelpers traben relaciones por su cuenta con otras potencias (incluyendo Empresas privadas) para que les proporcionen material militar e incluso tropas mercenarias que les permita una defensa, independiente de la británica.



Ante este temor, los británicos han venido fortaleciendo su relación político-militar en la región, en especial con Chile y Uruguay con quienes en los últimos dos años ha estado realizando ventas de material aero naval que desbalancea la situación insular con respecto a la Argentina.


Actualmente para Londres y particularmente para los Kelpers la Argentina no representa amenaza alguna ya que los respectivos gobiernos de éste país han realizado un espléndido trabajo al hundirlo en una cíclica crisis económico y social interminable que ha debilitado todas las instituciones y sus infraestructuras estatales, entre ellas la de la defensa que se manifiesta en el inocultable desmembramiento de su capacidad militar.

3/3/21

HALLAN UNA MINA LAPA EN EL CASCO DE UN BARCO FENTE A IRAK EN EL PERSICO






Bagdad, Una mina lapa fue encontrada adherida al casco de un barco operado por una compañía petrolera estatal iraquí cuando repostaba combustible en aguas internacionales del golfo Pérsico frente a las costas de Irak, informó este viernes el Ejército de este país.

El jueves se vio "un cuerpo extraño pegado a uno de los barcos en la zona de espera" de repostaje en aguas internacionales, a unas 28 millas náuticas de los puertos petroleros de Irak, indicó la oficina de prensa de la comandancia de las Operaciones Conjuntas iraquíes.

Tras comprobar que se trataba de una mina lapa, el Ministerio de Interior iraquí evacuó, con ayuda de la fuerza naval, el barco que estaba junto al petrolero para proceder a su repostaje, aisló la embarcación afectada y envió un equipo de artificieros para intentar desactivar el explosivo, labor que continúa.

De acuerdo con el comunicado del Ejército, la nave afectada, de la que no precisó la nacionalidad, había sido alquilada por la Compañía Estatal de Comercialización de Petróleo (SOMO), encargada de la comercialización del crudo iraquí.

Este incidente coincide con una nueva escalada de la tensión entre Estados Unidos e Irán en la zona del Golfo, a donde Washington ha enviado recientemente bombarderos B-52 de largo alcance y un submarino nuclear.