26/4/21

FUERZA MULTINACIONA DE INTERDICCION MARITIMA (1990 - 1991) GOLFO PERSICO


QUIEN DIJO QUE NO HUBO GUERRA, NI MISION DE PAZ



ARA BROWN

ARA SPIRO


Participación de la Armada Argentina

Como consecuencia de la invasión militar iraquí a Kuwait producida el 1º de agosto de 1990, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió la Resolución Nº 661/90, que imponía el embargo total al comercio mundial con lraq, la Resolución Nº 665/90, que autorizaba el uso de la fuerza en caso de necesidad para imponer sanciones económicas y, por último, la Nº 678/90 que permitía el uso de la fuerza militar contra lraq.

Para contribuir al cumplimiento de los requerimientos de la ONU, el Poder Ejecutivo Nacional argentino emitió el Decreto Nº 1871/90 y fue promulgada la Ley Nacional Nº 23.904/91. Ambos instrumentos legales autorizaban la intervención de la Armada en el Golfo Pérsico.

Esta intervención realizada en el marco de una alianza internacional, denominada Operativo "Alfil", se materializó inicialmente en el grupo compuesto por el Destructor ARA “Almirante Brown” y la Corbeta ARA “Spiro” que, al concluir su período de operaciones, fueron relevados por el grupo compuesto por la Corbeta ARA “Rosales” y el Buque Transporte ARA “Bahía San Blas”.

El primer equipo de naves argentinas zarpó el 25 de septiembre de 1990, para regresar, el destructor en abril de 1991 y la corbeta, en mayo. Cada una de las unidades completó una trayectoria de más de 39.000 millas navegadas.

Del segundo equipo, la corbeta partió de la Argentina el 20 de febrero de 1991 y regresó en agosto, luego de cubrir más de 31.000 millas navegadas. A su vez, el buque transporte zarpó el 21 de marzo de 1991 y regresó en agosto. Su carga de ayuda humanitaria consistió, fundamentalmente, en leche en polvo, trigo y productos medicinales.

20/4/21

LAURA RICHARDSON, ¿ QUIEN ES LA PRIMERA MUJER EN LIDERAR EL COMANDO SUR?





El Pentágono informó el sábado sobre la nominación de Laura Richardson, teniente general del ejército de Estados Unidos, a general de cuatro estrellas. Además, el ente de defensa la promovería al puesto de comandante del Comando Sur.

Su nominación para ambos puestos se dio por parte del presidente Joe Biden. Richardson se desempeña actualmente como la comandante general de la Junta Norte del Ejército, una base ubicada en San Antonio, estado de Texas.

Richardson sería ahora la primera mujer en ocupar el cargo de comandante del Comando Sur.

¿Quién es Laura Richardson?

Richardson es teniente general del Ejército de los Estados Unidos y comandante general del Ejército Norte de los Estados Unidos. Anteriormente se desempeñó como subcomandante general del Comando de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.

Como aviador del ejército, Richardson voló helicópteros Sikorsky UH-60 Black Hawk. Ascendida a general de brigada en 2011, se desempeñó en varios comandos en Fort Hood y se desempeñó como jefa de personal de comunicaciones en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán.

En 2017, fue ascendida a teniente general y nombrada subcomandante general del Comando de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. 

Richardson se desempeñó como comandante interino del comando desde octubre de 2018 hasta marzo de 2019.

Según lo reseñado por The New York Times, Biden también nominó a Jacqueline D. Can Ovost, quien es miembro de la Fuerza Aérea, para liderar el Comando de Transporte y supervisar las estrategias de transporte del ejército.

El diario indicó que el Pentágono habría frenado las promociones de ambas oficiales durante el mandato de Donald Trump, por miedo a que las rechazara por ser mujeres.

A 30 AÑOS DE LA INVASION DE KUWAIT, LAS SECUELAS DE LA GUERRA DEL GOLFO GOLPEAN AUN A IRAK




Luego de que Saddam Hussein invadiera Kuwait, el 2 de agosto de 1990, y luego fuera derrotado por una coalición liderada por Estados Unidos, la situación nunca volvió a ser la misma en el Golfo Pérsico.





La guerra devastó a Irak y desestabilizó esa delicada zona petrolera de Medio Oriente.
Luego de que Saddam Hussein invadiera Kuwait hace 30 años, el 2 de agosto de 1990, y posteriormente fuera derrotado por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, la situación nunca volvió a ser la misma en el Golfo Pérsico, ya que la guerra devastó a Irak y desestabilizó esa delicada zona petrolera de Medio Oriente.

Aquella contienda bélica no solo empobreció a los iraquíes, sino que derivó en la invasión estadounidense de Irak, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S), encabezada en marzo de 2003 por el Gobierno del expresidente George W. Bush.

El 31 de agosto de 2010, veinte años después de esas dos guerras, el ex mandatario Barack Obama anunció la retirada definitiva de las tropas norteamericanas que habían ocupado el país.

Hussein creyó que su ejército, que había sido apoyado por Estados Unidos en la guerra contra Irán, entre 1980 y 1988, podía conquistar fácilmente a ese pequeño emirato petrolero, cuyo Gobierno había sido derrocado por un grupo de oficiales.

Efectivamente, la invasión terminó el 4 de agosto de 1990, dos días después de iniciarse el ataque por la Guardia Revolucionaria iraquí, pero la ocupación de Kuwait se prolongó durante siete meses.

Antes de la invasión de Kuwait, Hussein era bien visto por Estados Unidos, país que había provisto al Presidente iraquí de recursos químicos y armamento para luchar contra los iraníes.

Hussein invadió Kuwait luego de acusar a ese pequeño país y a Emiratos Árabes Unidos (EAU) de haber incrementado su producción de petróleo a bajos precios, reduciendo los ingresos y causando daños en la economía iraquí, según informes de prensa.

Históricamente Irak mantuvo varias polémicas con Kuwait. Los sucesivos gobiernos iraquíes desde que se fundó el estado en 1923, habían rechazado aceptar las fronteras establecidas por el Imperio Británico, tras firmarse la Convención Anglo-otomana de 1913.

Pero, según algunos analistas, había otro motivo: Hussein quería controlar el petróleo de toda la zona.

El expresidente estadounidense George H. Bush condenó la invasión de Kuwait y el 6 de agosto de 1990, las Naciones Unidas establecieron las primeras sanciones económicas contra el Gobierno iraquí.

De todos modos, Hussein buscó un acuerdo que hubiera permitido controlar la mitad de Kuwait, pero Bush rechazó la propuesta y pidió la completa retirada del emirato petrolero.

El 17 de enero de 1991, una coalición internacional formada por 34 países inició la operación "Tormenta del Desierto", que se convirtió luego en la Guerra del Golfo Pérsico.

Tales determinaciones fueron consecuencia de la invasión por parte de las tropas iraquíes de Saddam Hussein al Emirato de Kuwait el 2 de agosto de 1990, anexando este país a su territorio.

Argentina, que en ese momento era gobernada por Carlos Menem, participó del conflicto con un destructor, tres corbetas y dos helicópteros de la Armada Argentina que se sumaron al Operativo Alfil, participáción que tuvo un fuerte rechazo popular y que tras el conflicto le valió el reconocimiento como Aliado Extra-OTAN.

Antes de que Hussein retirara sus tropas de Kuwait, mientras los pozos petroleros ardían a su paso, murieron entre 25.000 y 30.000 soldados iraquíes, según informes de prensa.

Los kuwaitíes sufrieron "daños físicos y psicológicos" durante la ocupación iraquí, de acuerdo a estudido médico difundidos por la universidad estadounidense de Harvard.

Años después, el gobierno del expresidente George W. Bush, hijo de George H. Bush, incluyó a Irak en el llamado "Eje del mal", junto a Irán y Corea del Norte.

Bush sostenía que Irak tenía "armas de destrucción masiva", que jamás fueron encontradas por las tropas estadounidense que invadieron territorio iraquí en 2003.

El 9 de abril de ese mismo año, las fuerzas estadounidenses conquistaron la capital iraquí, y ocho meses más tarde Hussein fue capturado en un escondite subterráneo de Al Daour, cerca de su Veraudad natal de Tikrit, al noroeste de Bagdad.

"Soy Saddam Husein; soy el presidente de Irak y quiero negociar", dijo en inglés a los soldados estadounidenses.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impuso a Irak una serie de compensaciones económicas para individuos, compañías y gobiernos afectados por la destrucción de los pozos petroleros en Kuwait, mediante el 5% de la venta de sus productos de petróleo.

El total de la reparación de los daños de guerra era de 52.400 millones atribuidos a un centenar de gobiernos y organizaciones internacionales, según la comisión de compensación de la ONU.

El 30 de diciembre de 2006, el expresidente iraquí, vestido de negro, rechazando la capucha del verdugo, moría ahorcado en Bagdad luego de ser juzgado por crímenes de lesa humanidad, por su responsabilidad en la muerte y torturas de 145 iraquíes chiitas en 1982.

Detrás de écampista Veral quedaba la leyenda del hombre que, al igual de otros líderes de Medio Oriente, fue primero aliado y luego se convirtió en enemigo acérrimo de Estados Unidos.

7/4/21

¿QUE HAY DETRAS DE LA VISITA DEL JEFE DEL COMANDO SUR A URUGUAY Y ARGENTINA?

 


El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Craig S. Faller, realizó una visita oficial a Uruguay y Argentina.

En Uruguay el almirante se reunió con el ministro de Defensa y visitó las donaciones que realizó su país para enfrentar la pandemia de COVID-19. Prevé hacer lo mismo en Argentina.

Por medio del Programa de Asistencia Humanitaria (HAP, por sus siglas en inglés), el Departamento de Defensa estadounidense donó más de 260 millones de dólares para enfrentar la crisis generada por la pandemia de COVID-19, estas ayudas incluyen hospitales de campaña, equipos de protección personal, material médico, camas de terapia intensiva, equipos de detección del virus y monitoreo.
Más recientemente, EEUU también se comprometió con 4.000 millones de dólares en apoyo a la vacunación global y distribución a través del mecanismo Covax.

Uruguay y Argentina son dos de los países que recibieron donaciones. En Uruguay, el HAP financió más de 20 proyectos con un valor de 4,8 millones de dólares para la compra de equipos de primera necesidad, suministros y recursos que han sido usados a través del país.

El jueves 8 Feller se reunirá con el ministro de Defensa, Agustín Rossi. No es la primera vez que Faller visita Argentina, los medios locales señalan que en esta oportunidad su gira tiene un triple sentido diplomático: explicitar que la administración demócrata no tomará distancia con el Gobierno de Alberto Fernández por su decisión de renunciar al Grupo de Lima, ratificar la posición de la Casa Blanca respecto a la situación de Venezuela y la creciente influencia de China y Rusia.

Las nuevas amenazas que EEUU identifica para América Latina
El 24 de marzo, durante la conferencia titulada Fortaleciendo las alianzas en una región de promesas, en el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry, Faller dijo que China y los grupos delictivos transnacionales configuran la principal amenaza que enfrenta América Latina, y que sus actividades se profundizaron en 2020 gracias a la crisis generada por la pandemia.

Sobre China, dijo que "está tratando de reescribir las reglas del mundo, quiere una nueva forma de democracia, que en realidad es una autocracia".

"No hace falta más que ver los abusos a los derechos humanos, la corrupción, los tratados preferenciales, la diplomacia de las vacunas que tienen ahora. Y buscan convertirse en un socio ante la necesidad", agregó.

También aseguró que Pekín "está activo buscando aumentar su influencia económica, en materia de tecnología, de seguridad urbana, de inteligencia artificial", y advirtió: "la influencia china excede la asociación comercial".

Respecto al "fenómeno del delito transfronterizo", Faller apuntó que es evidente que "la pandemia lo ha agravado", y que se formó "la tormenta perfecta para ser aprovechado por Rusia, Irán y China para aumentar su influencia en la región".

El 16 de marzo, Faller dio su testimonio por escrito al Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos, donde dijo que "Rusia está participando activamente en esta región [Sudamérica] para contrarrestar lo que considera una intromisión de EEUU en su territorio cercano. Al ampliar su acceso aéreo y marítimo para proyectar el poder militar tiene acuerdos con Venezuela y Nicaragua que permiten a los buques de guerra rusos visitarlos con poca antelación".

A su vez, opinó que "la pandemia del COVID-19 también proporcionó a Rusia otra vía por la cual ampliar su campaña para superar a EEUU en el ámbito de la información", dijo Feller.

Faller en Uruguay

Se trató de la primera visita al país desde que asumió el cargo en 2018. Luego de una reunión que mantuvieron en la sede ministerial, Faller brindó una conferencia de prensa en la que destacó la "valiosa" relación de cooperación entre ambos países y calificó a Uruguay como un "importante socio en materia de seguridad", según la prensa local. Por su parte, García informó que se iniciaron negociaciones para adquirir tres embarcaciones, vehículos blindados y un helicóptero de las fuerzas armadas estadounidenses.
Consultado por el periódico local La Diaria sobre los intereses del Gobierno estadounidense respecto a Uruguay en materia militar, el almirante respondió que buena parte de la "larga y duradera relación" con el país se debe al entrenamiento que brinda su Ejército a través del International Military Education and Training. También señaló que el "interés" y la "alianza" con el país sudamericano "comienzan con los fuertes valores y compromiso con la democracia" de ambas naciones.

"Nuestras fuerzas son profesionales, y las fuerzas profesionales respetan la ley, la democracia, los derechos humanos, las mujeres, la paz y la seguridad. Somos muy profesionales cuando trabajamos juntos", dijo a La Diaria.
El Partido Comunista del Uruguay (PCU) repudió la visita de Faller. Mediante una declaración, advirtió que "bajo la vieja excusa de la 'cooperación militar, educación profesional y capacitación técnica, asistencia en respuesta a la pandemia y a los desastres naturales', [EEUU] tiene la clara intención de asegurar su hegemonía en nuestra región".
Además, el PCU señaló que "el Gobierno de Luis Lacalle Pou ha dado señales claras de alineamiento hacia los EEUU, con la salida de Uruguay de la UNASUR, el apoyo en la OEA a la reelección de Luis Almagro y el regreso al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR)".

¿Qué es el Comando Sur?

El Comando Sur es una de las 10 unidades de las Fuerzas Armadas de EEUU cuyo objetivo es defender los intereses de ese país en América del Sur, América Central y el Caribe. Se trata de una herramienta de diplomacia militar del Pentágono, para combatir aquello que el Departamento de Estado señala como amenazas, mediante acciones directas o indirectas. También proporciona capacitación, entrenamiento y coordina operaciones militares conjuntas con diversas fuerzas armadas de la región.

El Comando Sur está a cargo de las bases militares estadounidenses en la región: las de Guantánamo en Cuba y Soto Cano en Honduras, de centros de operaciones en Aruba, Curazao y El Salvador, y de redes de radares en Perú, Colombia y países del Caribe. También está vinculado a la Escuela de las Américas, operada por el Ejército de EEUU para entrenar y capacitar a oficiales de los ejércitos de América Latina en "contrainsurgencia", que funcionó en Panamá y luego fue trasladada a Georgia, y por la que pasaron más de 80.000 militares latinoamericanos.

Faller, que asumió como jefe en 2018, está a la espera de que el Senado estadounidense confirme su relevo por la teniente general Laura Richardson, nominada por el presidente Joe Biden. De ocurrir, Richardson se convertirá en la primera mujer que dirija la unidad, con más de 1.200 uniformados y civiles a su cargo.

1/4/21

"EL TREN DE INCOSECUENTES" Y CUANDO EE.UU APOYA A SUS IMPERIALISTAS.


UN DOS DE ABRIL 1982 EE.UU SE OLVIDO DEL TIAR Y LE DIO REPUESTAS A LOS IMPERIALISTAS.UNA PATRIA DESVASTADA POR LOS MALOS DESGOBIERNOS EN POLITICAS INTERNACIONAL.


A 39 años de la recuperación de las Islas Malvinas y archipiélago del Atlántico sur la Argentina se ve inmersa en el caos político interno y a la incertidumbre geopolítica como estado nación ¿Habrá salvación para la Patria integral?









Hace treinta y nueve años la Argentina llevaba adelante uno los itos políticos e históricos que cambiarían para siempre su posición en la región y el mundo. La recuperación de las islas Malvinas, Georgias y Sándwiches del Sur en aquel 2 de abril de 1982 dio paso al enfrentamiento bélico con el Reino Unido que -más allá del resultado militar- sentó un precedente geopolítico y jurídico que no puede obviarse. Más allá de que la recuperación de las islas del Atlántico sur y con ello el control sobre los espacios marítimos circundantes fue temporal y terminó en una derrota en junio de 1982, el sentimiento de pertenencia y las ansias de volver nunca se perdieron.

Pese a este sentimiento colectivo que mora en el subconsciente del pueblo argentino, su dirigencia política -especialmente la capitalina- totalmente alejada de la realidad del ciudadano común, ha demostrado no saber (o quizás no querer) receptarlo y mucho menos tener la vocación, la inteligencia ni el valor para desarrollar una agenda estratégica a largo plazo que atienda y analice los desafíos que representa la empresa, ya no para recuperar el archipiélago, sino para limitar los movimientos del usurpador que desde hace décadas se beneficia de sus recursos y que va en franca expansión sobre el resto del territorio continental. Esto último no es algo que debiera asombrar ya que no hay recursos militares para limitar esas intensiones. Si bien los posibles planes del gobierno argentino por modernizar las FFAA con equipamiento ruso y chino sería una señal en este sentido, es tan solo un pequeño paso en un largo camino que llevará décadas de una política sostenida.

Pero la historia política del país evidencia interrupciones cíclicas en el desarrollo de sus políticas estratégicas (cuando supo tenerlas) no solo por golpes cívico-militares sino por meros cambios partidocraticos en los ocupantes de la Casa Rosada.

El problema que se presenta en la actualidad esta signado por la situación interior del país caracterizada por una total anomia social, el desgobierno, la corrupción estructural y el caos ideológico. En este sentido el nuevo milenio halla a la Argentina en un total abandono de sus intereses estratégicos y entrega completa a las actividades británicas en todo el atlántico sur, quienes a su vez amplían peligrosamente sus actividades con la pronta remisión (no solo de submarinos) de parte de su arsenal nuclear estratégico a una instalación secreta en Malvinas. Con esto en vista la amenaza para la Argentina y la región se profundiza de forma critica y peligrosa poniendo a la región en el mapa (como mero observador) de una hipotética tercera guerra mundial.

Mientras en Buenos Aires los sectores admiradores y hasta obsecuentes de las políticas anglosajonas y siguiendo a la nueva tendencia en la Casa Blanca dan inicio a un falso y flemático debate sobre “democracia o autocracia” (puesto a rodar por el senil presidente Joe Biden), el país se va por un caño ya que tal como lo revelan las encuestas y relevamientos sobre la situación económico-social, los sueldos -para quienes tienen la fortuna de tenerlo- no llegan a cubrir las necesidades básicas de una canasta de alimentos digna para una familia tipo que a su vez se ve asfixiada por la impiadosa subida de los impuestos, el aumento escalonado del precio en los combustibles y el desempleo endemico. Ciertamente que no hay en la Argentina un “Churcill”, “Thatcher” o “Reagans” (proceseres para estos sectores) que puedan implantar ese liberalismo salvaje que tantos acompañaron con el Menemismo de los noventas y al cual hoy (disfrazados de “republicanos”), critican al gobierno como si no hubieran estado.




Para complicar el cuadro, la aparición del COVID 19 acentuó la actual situación de precariedad y dejo a la vista la desarticulación del estado que (sumido por décadas en la circunstancialidad, en asistencialismo y la demagogia política) no había podido prevenir lo que estaba por ocurrir y mucho menos, tenía los recursos materiales y humanos para afrontarlas. En el medio, los mismos medios y periodistas jugando a los espantadores oficiales ventilando cifras de infectados y muertos conforme convenga a quienes digitan los orquestadores de esta “pandemia”. 

Tal vez lo peor de todo ello sea que ninguno de sus organismos de inteligencia o de sus prestigiosos académicos tenía la más mínima idea de lo que realmente había ocurrido y es que, en realidad, desde hace años que no existe algo así por estos lugares. Pensar en la Argentina siempre ha sido un mal negocio y en las últimas épocas se vuelto muy riesgoso.



De este modo mientras quienes acusan al gobierno de Alberto Fernández de inoperante y falto de visión, no reconocen que la oposición (a la cual solapadamente miman) no ha demostrado ser mejor dado que en su mayoría son los mismos que formaron parte del anterior gobierno de Mauricio Macri quienes entre otras cuestiones capitales, malgastó los fondos requeridos al FMI, entregó las reservas de oro del Banco Nación a Londres, facilito los negocios de empresas privadas amigas del entorno presidencial y desguarneció aún más las aguas del Atlántico sur y el sistema integral de la defensa ¿Qué clase de patriotismo podría encontrarse en este tipo de gente?

Mientras unos tratan de jugar a la revolución con medianías, voluntarismo y practicas anacrónicas, los otros (auto rotulados como “republicanos”) entregan los intereses de la nación al enemigo estratégico bajo la literaria denominación de “apertura al mundo” que obviamente -ese mundo- se limita a EEUU, Gran Bretaña y la UE y que algunos de ellos se animan a catalogarlo como “el mundo civilizado” no reparando que esa adorada civilidad que se cubre con la consabida palabra “democracia” en todo lo que va del nuevo milenio ha sido autora y generadora de brutales intervencionismos políticos y militares que -al amparo de engaños y mentiras- han causado destrucción, miseria y millares de muertes alrededor del mundo ¿Acaso estos pueden ser considerados mejores que el actual gobierno?

Son estos mismos que se empalagan hablando de Paris y del europeísmo teniendo siempre como centro una supuesta superioridad anglosajona, denostando a su propia tierra, sus bondades y el sacrificio de sangre que sus hijos ofrendaron para luchar en aquel invierno de 1982 contra los agresores de aquellos lares que (vale la pena recordar) han hecho “grandes” sus economías a costa de la agresión colonialista e imperialista secundado a EEUU. Ciertamente que no hay explicación filosófica y moral -por más sofisticada que ella fuese- que valga para argumentar tanta bajeza intelectual.

En este mismo sentido, varios de estos exponentes que forman parte de los comedidos medios alineados a las políticas de Washington y a Gran Bretaña, avaladores de todas las “políticas civilizadoras” de La Casa Blanca, no han ahorrado entusiasmo al comentar la bravuconada del presidente Biden que en público calificó a su homologo ruso como “asesino” sin decir nada de los 8000 millones de dólares del presupuesto anual que La Casa Blanca destina para ordenar y ejecutar asesinatos selectivos contra quienes ellos consideran como indeseables; muy democrático ciertamente. Tampoco parecen recordar que Biden como senador del Partido Demócrata en una entrevista de 1982 ante la cadena CBS, apoyó de manera explicita a Gran Bretaña olvidándose que EEUU tenía un compromiso hemisférico con el TIAR que violo de forma flagrante y vergonzosa con su asistencia a la Fuerza de Tareas de la Royal Navy. El sesgo de estos personajes es tan obvio que no hace falta análisis alguno.

Precisamente en lo referente a la política exterior, Argentina por intermedio del gobierno actual pareciera estar sosteniendo y consolidando una posición ideológica dirigida a despegarse de la influencia que los gobiernos anteriores y en particular el del presidente Macri había involucrado de forma íntima con países como EEUU e Israel quienes a su vez trataron en ese entonces, aprovechando el acceso que les permitieron funcionarios clave como Patricia Bullrich, Arribas, Magdalani y Oscar Aguad sumado a la magra situación institucional, de cooptar el área de seguridad, inteligencia y Fuerzas Armadas para que sean una extensión más de sus políticas en la región. Obviamente que entre esas políticas no se cuenta el interés por apoyar a la Argentina en sus reclamos sobre el Atlántico sur.

Quienes apoyan estas injerencias son aquellos que con mucho ahínco y esmero no paran de señalar públicamente como un mal camino para la nación, establecer relaciones con Rusia, China, Irán y por supuesto Venezuela aprovechando cualquier argucia para desatar y fundar sus acostumbradas y ponzoñosas editoriales. En este último sentido, queda claro que quienes bregan por amigarse incondicionalmente con Gran Bretaña, EEUU y sus aliados no refieren a sus pueblos sino a los intereses (políticos-económicos y estratégicos) de los gobiernos anglosajones que son parte en la ocupación del Atlántico sur.

Por el contrario y desde una pragmática novedosa, los acercamientos a Rusia, China e Irán no solo representan un giro audaz en las relaciones del estado argentino sino que demuestra (o al menos así pareciera) una vocación de establecerse como un actor geopolítico con un peso gravitante a modo de ir ganando con el tiempo la suficiente fuerza e influencia como para poder lidiar con la situación de facto que mantiene Gran Bretaña en el sur argentino.

20/3/21

SUR ATLANTICO ll



¿Por que el Primer Ministro británico Boris Johnson busca reforzar el área de la defensa con una ambiciosa inversión y promesas de despliegues militares globales? ¿Cómo se halla la Argentina ante esta situación?







La Patagonia es uno de los territorios vírgenes más vastos de Sudamérica y por ello muy ambicionados por intereses externos, pero para los gobiernos pasatistas argentinos, siempre ha estado relegado al fondo del cajón y ello ha venido creando situaciones que ya no pueden ser ocultadas. Parte de aquellas son la actual situación de ausencia y descontrol en las aguas y las islas del Atlántico sur que le cuestan por año al estado argentino miles de millones de dólares por el zaqueo y espoliación de sus recursos ictícolas a manos de flotas pesqueras que superan diez a uno en número de los navíos de la Armada Argentina.

Desde 1982 hasta esta parte la situación de ésta importante región del país insular ha sido pendular y ello se ha debido a las cambiantes y hasta contradictorias decisiones que cada gobierno político vino tomando sobre esta situación. Al finalizar la guerra por las islas Malvinas lejos de reorganizarse y aprender de las lecciones políticas y militares de dicho evento, la clase gobernante y en particular, el gobierno radical del presidente Raúl Ricardo Alfonsín trabajó a brazo partido para sepultar los reclamos soberanistas sobre las islas y lo peor de todo, ayudo (mediante un proceso claramente exagerado y tendencioso) a debilitar el brazo armado de la nación haciéndole a Gran Bretaña un favor impagable para sus aspiraciones geopoliticas en la región.

Margaret Thatcher no podría haber estado más agradecida por esta situación. Sin dudas que en privado y cuando se reunía con sus asesores de defensa y con sus comandantes “Margie” reconocería que quien más ayudó a Gran Bretaña para retener las islas Malvinas no fue el régimen chileno de Pinochet sino el gobierno radical de Alfonsín.

Hoy pareciera que el gobierno de Alberto Fernández -un emulo de Alfonsín- (impulsado por una ambición populista meramente electoral) pretendería profundizar los reclamos soberanos a base de un supuesto plan estratégico que tendría como fin, recuperar por las vías de la ley internacional y haciendo valer sus derechos históricos, con alguna planificación paralela que involucra la necesaria reconstrucción de Fuerzas Armadas con capacidad de sostener una posición política semejante y en último caso, afrontar la amenaza que plantearía la extensión de los despliegues británicos en la región.

La situación de las islas ocupadas manu militari, es una cuestión de hecho y las palabras no la van a cambiar. Incluso las bases legales existentes no bastan para negociar en paridad. Esto último representa para el Foreing Office mero “paper working”. Aquí hacen falta políticas audaces y pro activas tendientes a balancear una clara desventaja geopolítica para la Argentina. En este contexto su canciller Felipe Solá ha salido al cruce de las últimas declaraciones del Primer Ministro Boris Johnson quien frente a la Cámara de los Comunes expresó el 16 de marzo pasado la necesidad de una Revisión Integrada de Seguridad, Defensa (incluyendo el traslado de material bélico nuclear), Desarrollo y Política Exterior que afectará sin dudas a la situación de las Islas Malvinas y todo el Atlántico sur. Esto llevo a que la cancillería argentina se levantara clamando que Londres sigue tratando los temas de sus territorios de ultramar con una mentalidad colonialista, como si alguien creyera que el proceso BREXIT iba a calmar o cambiar la característica política que les llevó a ser un imperio.

Por el contrario, las aspiraciones de Gran Bretaña en este contexto (y sin importar la actual situación con el COVID) serán mucho más ambiciosas y agresivas que tendrá entre otros objetivos, retener a como de lugar sus posesiones de ultramar. Es en este sentido que los analistas y comentaristas argentinos que perfilan sus posiciones pro británicas hablando de que Londres no tiene intensiones amenazantes simplemente no quieren ver la realidad.

De esta manera, los buques y submarinos de la Royal Navy (y la de sus aliados estadounidenses) no han detenido sus operaciones en todo el Atlántico sur que además de evidenciar el ejercicio imperturbable de su política colonial, condiciona de forma amenazante el tránsito de los navíos y aviones de bandera argentina.

Durante todo este tiempo Londres ha desinterpretado y hasta ha ignorado de forma olímpica los reclamos argentinos y prueba de ello son sus continuos esfuerzos por fortificar las islas (con un sistema de misiles “Sky Saber” proveído por Israel a travez de un empresario argentino). En cierta medida ello es entendible (pero no justificable) y esto se explica por la simple razón de que Argentina no representa una amenaza real para sus intereses ni tiene un peso especifico propio para plantarse en una negociación. En el Foreign Office saben que los chillidos de los argentinos no son más que una molestia para los oídos y nada más. El gobierno argentino no está en posición de impulsar negociación, introducir algún tipo de condiciones ni mucho menos tiene el poder para apoyarlas. Ni siquiera tienen un consenso dentro de su propio gobierno para establecer relaciones serias con la Federación rusa para permitir un emplazamiento que pudieran comprometer estratégicamente a la guarnición de “Mount Pleasant”. En resumen, los británicos no ven en la política de la actual gestión argentina motivo de preocupación alguna.

Eso desde lo político. En lo que viene siendo el ejercicio del poder militar como brazo extensivo de ejecución de las políticas de estado, en principio Argentina hace tres décadas que ha venido en franca decadencia en sus Fuerzas Armadas y hoy se puede asegurar que carece de un sistema defensivo real que pueda oponerse a una operación relámpago de la “Real Armada” y sus aliados de la OTAN. Esto se puede deducir de la pobre infraestructura de su ejército terrestre, de la carencia de navíos en la Armada y el desguace de su Fuerza Aérea que por falta de material y aviones no ha podido ser empleada para el necesario transporte logístico que demanda el acarreo de las vacunas contra el COVID 19 desde Rusia o China. Con este estado de cosas, no hay posibilidad de que Buenos Aires tenga un peso creíble en una mesa de negociaciones con Gran Bretaña.

Sinteticamente, los argentinos no controlan sus propias aguas y prueba de ello fue lo sucedido en 2017 al submarino “ARA San Juan”, asunto que aún está sin resolución.

No es posible llevar adelante una política estratégica sin una doctrina, un planeamiento estratégico y un objetivo previamente trazado. El problema central que existe se resume en una pregunta ¿Cuál es la geopolítica que pretende Argentina? Hasta el momento no hay respuesta conocida. El voluntarismo ha demostrado ser una medida poco inteligente para gobernar y mucho más para manejar asuntos complejos ya que ello trae consecuencias indeseables. Tal vez haya funcionado en procesos revolucionarios de comienzos y mitad del siglo XX, pero hoy ello ya no es posible de recrear. Esto lo menciono por un aparente intento de algunos elementos del gobierno de Fernández por construir poder usando aquel principio anacrónico creyendo de forma errónea que viven en la Rusia pre-revolucionaria de 1917, o en la China de Mao o incluso en la revolución castrista. Al parecer varios de los mismos funcionarios que habían estado en el gobierno de CFK, han caido en cuentas que no pueden jugar a la revolución sin arriesgarse con decisiones adultas y con riesgos verdaderos.

La capacidad de reacción de la clase política argentina ha demostrado ser más lenta que lo que cualquiera podría imaginar. Al parecer debieron pasar tres décadas para que entendieran que los problemas no se van con solo mirar a otro lado. Creer que deshacerse de las Fuerzas Armadas y de su estructura de inteligencia iba a resolver el problema de los derechos humanos y que con ello hacían una contribución al pacifismo es la demostración una supina estupidez que obviamente, los británicos celebraron con mucho entusiasmo. Incluso muchos de los actuales funcionarios de gobierno, fueron parte en aquella ilusión menemista de la “inserción al primer mundo” o la de creer que el alineamiento automático con Washington llevaría al país al progreso económico y a formar parte de las grandes ligas mediante una “alianza extra-OTAN”. Aún más, como lo hemos venido viendo, gran parte de los actuales componentes han sido partícipes en el desmembramiento del área de la defensa y con ello, culpables del actual debilitamiento militar-estratégico que impacta no solo en el desguarnecimiento de los intereses en el Atlántico sur sino en el poder de negociación con el cual un estado debe contar en el juego de una verdadera real politik.

Al respecto, las especulaciones de que Boris Johnson y su gabinete hallan realizado estos anuncios preocupados por los últimos anuncios del Ministerio de Defensa argentino Agustin Rossi sobre posibles adquisiciones de la industria rusa y china, es algo que carece de asidero dado que en “WhiteHall” y el Foreign Office están seguros de que solo son bravuconadas y nada más. Solo habrá que esperar para ver si Londres cumple con los anunciones de Johnson y refuerza con armas nucleares su arsenal en Malvinas. Si ello sucede, Buenos Aires ya no tendrá chances de recuperación alguna.

12/3/21

UN SUBMARINO DE EE.UU SALE DE DEBAJO DEL HIELO EN EL ARTICO




El submarino nuclear estadounidense Toledo salió a la superficie del hielo del Ártico.




El proceso de su salida se puede ver en el vídeo publicado en el canal de la Marina de EEUU.


La grabación muestra cómo el submarino lentamente sube a la superficie tras romper el hielo. En algún momento, varios miembros de la tripulación lo dejan para comenzar a liberar el casco cortando el hielo con una motosierra.


El Toledo llegó al Ártico para los ejercicios Ice Exercise (ICEX) que se realizan en el océano Ártico para evaluar la preparación de la Marina para las operaciones en la región.




La misma Marina de EEUU caracteriza el ICEX 2020 como "la maniobra bienal de tres semanas que ofrece la oportunidad de evaluar su preparación operacional en el Ártico y entrenar con otros servicios, naciones asociadas y aliados para aumentar la experiencia en la región y mantener la estabilidad regional, al tiempo que se mejoran las capacidades para operar en el entorno del Ártico".




La salida de submarinos desde debajo del hielo no es una operación fácil, pero Rusia la ha practicado muchas veces, comentó a Sputnik el almirante Víktor Krávchenko, jefe del Estado Mayor de la Armada durante el periodo 1998-2005.
"No tiene nada de sobrenatural, nosotros también la hemos dominado", expresó Krávchenko.

En su opinión, la flota rusa "debería usar la ciencia" para encontrar una oportunidad de vigilar los submarinos americanos bajo el hielo. Pero lo importante es vigilarlos antes de que se sumerjan bajo el Ártico.

8/3/21

"BREXIT ON"


Es una realidad la separación del Reino Unido del bloque de la Unión Europea, entonces los mismos británicos se preguntan ¿Y ahora qué?


Las primeras consecuencias de esta salida ya se están haciendo sentir. Una de ellas se esta viendo en los limites de las islas británicas con la discusión que ya se plantea con Francia y los Países Bajos para el paso de los buques mercantes británicos por el Canal de la Mancha sin pago de aranceles.

 A pesar de que la economía británica es la segunda más potente de la región, no puede subsistir por si misma. 

Fuera de la UE, Gran Bretaña que depende de las importanciones del continente debería pagar aranceles, tasas y permisos de paso como cualquier estado que no forma parte del bloque, algo que Boris Johnson estaría buscando evitar pero que deberá afrontar hasta tanto llegue a algún tipo de acuerdo con la UE y con cada uno de éstos países ribereños.


Embajador británico Mark Kent



¿Y cómo impactará el Brexit en la relación de Gran Bretaña y Argentina?
Desde ya, ello producirá un cambio de perspectiva en esta de por si desequilibrada relación pero para nada significara un cambio en la situación de facto que Londres mantiene en las islas del Atlántico sur. 

Esto último lo dejo bien en claro el embajador británico en Buenos Aires Mark Kent quien pese a los cordiales saludos entre el canciller Felipe Solá y su par británico Simom Mc Donald que intercambiaron tras las correspondientes presentaciones protocolares hayan sido muy entusiastas, no significa reconocer una posición diferente a la que ha venido teniendo en los últimos 37 años hasta esta parte ni mucho menos una intensión de restablecer conversaciones sobre la soberanía argentina en el archipiélago.


Es Argentina quien deberá revisar cómo hará para negociar sus relaciones comerciales con el bloque europeo en consideración a esta separación británica.


En el aspecto militar de ultramar y vinculado a las islas Malvinas, se plantea el problema de relación operativa con la OTAN que en su funcionalidad responde al eje político existente entre EEUU y la UE. Con la salida de Londres, de alguna manea la OTAN deberá adaptar un nuevo canal de operaciones con uno de sus más importantes socios en el escenario geoglobal.


La perspectiva que los británicos van a recalcular será únicamente la de analizar como harán (en medio de la severa crisis económica por la que pasan) para sostener económicamente al emplazamiento militar de las islas y al mismo tiempo, limitar los beneficios económicos que surgen de la pesca, del cobro de permisos y los de la explotación petrolera a los Kelpers.

Precisamente, uno de los temores del Foreing Office es que los Kelpers traben relaciones por su cuenta con otras potencias (incluyendo Empresas privadas) para que les proporcionen material militar e incluso tropas mercenarias que les permita una defensa, independiente de la británica.



Ante este temor, los británicos han venido fortaleciendo su relación político-militar en la región, en especial con Chile y Uruguay con quienes en los últimos dos años ha estado realizando ventas de material aero naval que desbalancea la situación insular con respecto a la Argentina.


Actualmente para Londres y particularmente para los Kelpers la Argentina no representa amenaza alguna ya que los respectivos gobiernos de éste país han realizado un espléndido trabajo al hundirlo en una cíclica crisis económico y social interminable que ha debilitado todas las instituciones y sus infraestructuras estatales, entre ellas la de la defensa que se manifiesta en el inocultable desmembramiento de su capacidad militar.

3/3/21

HALLAN UNA MINA LAPA EN EL CASCO DE UN BARCO FENTE A IRAK EN EL PERSICO






Bagdad, Una mina lapa fue encontrada adherida al casco de un barco operado por una compañía petrolera estatal iraquí cuando repostaba combustible en aguas internacionales del golfo Pérsico frente a las costas de Irak, informó este viernes el Ejército de este país.

El jueves se vio "un cuerpo extraño pegado a uno de los barcos en la zona de espera" de repostaje en aguas internacionales, a unas 28 millas náuticas de los puertos petroleros de Irak, indicó la oficina de prensa de la comandancia de las Operaciones Conjuntas iraquíes.

Tras comprobar que se trataba de una mina lapa, el Ministerio de Interior iraquí evacuó, con ayuda de la fuerza naval, el barco que estaba junto al petrolero para proceder a su repostaje, aisló la embarcación afectada y envió un equipo de artificieros para intentar desactivar el explosivo, labor que continúa.

De acuerdo con el comunicado del Ejército, la nave afectada, de la que no precisó la nacionalidad, había sido alquilada por la Compañía Estatal de Comercialización de Petróleo (SOMO), encargada de la comercialización del crudo iraquí.

Este incidente coincide con una nueva escalada de la tensión entre Estados Unidos e Irán en la zona del Golfo, a donde Washington ha enviado recientemente bombarderos B-52 de largo alcance y un submarino nuclear.

2/3/21

IGUAL QUE ACA, CUANDO UN ALMIRANTE PIDE MAS PRESUPUESTO, AHORA POR EL OCEANO INDICO.

 


El Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos pidió al Congreso una asignación adicional de 27.000 millones de dólares para contener a China, comunicó el periódico Defense News citando un documento enviado al Congreso.

"Un informe del Comando del Indo-Pacífico de EEUU enviado al Congreso el lunes [el 1 de marzo] pide aproximadamente 27.000 millones de dólares adicionales para el período de entre 2022 y 2027", señala el medio.

El jefe del comando, almirante Philip Davidson, según el texto, exige el despliegue de nuevos misiles, sistemas de defensa aérea, radares, bases, centros de intercambio de inteligencia, sitios de pruebas y depósitos de alimentos en la región del Pacífico.

El jefe del comando, Almirante Philip Davidson







Los militares reiteraron su llamamiento a construir un sistema de defensa aérea por valor de 1.600 millones de dólares en la isla de Guam, así como radares de alta frecuencia por 200 millones de dólares en la República de Palaos y radares espaciales por valor de 2.300 millones de dólares entre otros.

27/2/21

LOS REZAGOS DE LA GUERRA DEL GOLFO A 30 AÑOS DE LA INVASION DE IRAK A KUWAIT



El 2 de agosto de 1990, las tropas de Saddam Hussein atacaron territorio kuwaití. Luego de cinco meses de ocupación, la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, pudo liberar el Estado árabe.


Un día como hoy, pero en 1990, Irak invadió el emirato de Kuwait en una operación militar que dio lugar a la guerra del Golfo. Foto de la Operación de la Tormenta del Desierto. (Foto: US Air Force)


La madrugada del 2 de agosto de 1990, el ejército de Irak, uno de los más poderosos de la época, invadió el estado de Kuwait. La rápida y sorpresiva movilización, dirigida por Saddam Hussein, fue tan eficaz que en solo dos días lograron desmantelar las defensas del pequeño emirato.

La comunidad internacional condenó el ataque iraquí motivada por diferencias en la producción de petróleo y la negativa kuwaití de condonar una deuda entre ambas naciones. Lejos de ceder en su ataque, Hussein anunciaba en Bagdad que Kuwait permanecería “como parte de la patria iraquí”.


Hoy se cumplen 30 años de esta irrupción bélica que desencadenó la Guerra del Golfo (1990-1991), un enfrentamiento que alimentó las rencillas entre los países de Medio Oriente y el rechazo a las fuerzas occidentales.

El analista internacional Óscar Vidarte explica que a inicios de la década del 90 y tras el fin de la Guerra Fría, Estados Unidos emergía como la única gran potencia mundial y trataba de impulsar una institucionalidad internacional.


“Saddam Hussein no supo interpretar esta situación y pensó que no habría un rechazo internacional, más aún por parte de Estados Unidos, de quien recibió apoyo durante su extenso enfrentamiento con Irán, que había culminado solo dos años antes”, explica Vidarte.


Bush logró ejecutar una rápida operación en la Guerra del Golfo. 

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le dio plazo a Irak hasta el 15 de enero para retirarse de Kuwait, pero la advertencia no fue escuchada. Dos días después, tras varias reuniones diplomáticas sin éxito por lograr una solución pacífica, la coalición internacional, conformada por unos 30 países y encabezada por Estados Unidos, puso en marcha en plan Tormenta del Desierto, el cual finalmente logró la liberación del emirato.


“George Bush [padre] era amigo de la realeza de Kuwait y Arabia Saudita. Eran sus aliados en Medio Oriente. Estados Unidos tenía intereses, no solo por el petróleo, sino también por un tema estratégico en la región”, señala el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Florida Eduardo Gamarra.
—Punto de quiebre—

Haber logrado que Kuwait recuperara su soberanía no consiguió que Irak dejara de ser un foco de tensión en el golfo.

“Tras la Guerra del Golfo hubo una división en el mundo árabe. Los palestinos, una ficha importante en Medio Oriente, se pusieron de lado de los iraquíes. También estuvieron de su lado países como Jordania, Sudán, Yemen y Libia. Por el lado de la coalición internacional estaban Arabia Saudí, Siria y Egipto. Recuperarse de ello le costó al mundo árabe ya que, a nivel social, el rechazo a occidente, y en especial hacia Estados Unidos, es muy fuerte. Esta fragmentación trajo rencillas entre los estados que duran hasta ahora”, manifiesta Ramiro Escobar, profesor de Periodismo Internacional de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

Del mismo modo, el apoyo estadounidense a Kuwait y su esperanza de rediseñar Medio Oriente, al tener más aliados en la región, no funcionó. “En la actualidad el régimen iraquí es muy cercano a Irán, el gran enemigo de Estados Unidos. A ellos se les suman otros Estados como Siria”, señala Escobar.

No obstante, Irak pierde el papel de Estado predominante en la región debido a las restricciones y sanciones impuestas tras la guerra, que los acompañó hasta una década después. A ello se le suma la división de su población notablemente marcada por las diferencias ideológicas que, hasta esa fecha, había sido reprimida por Hussein.

“Hoy en día es un país caótico con problemas estructurales entre chiitas, sunitas y kurdos, con un alto nivel de inestabilidad política y social”, explica Vidarte.

Gamarra apunta que cuando Estados Unidos apoyó la militarización de sus aliados en el Medio Oriente generó un concepto de guerra asimétrica que fue usado, posteriormente, por los grupos árabes extremistas para cometer actos terroristas. “Ellos justificaban así sus atentados. Para ellos existe una lucha desigual entre el súper poder y los países que estaban dominados”, dice

—La guerra en vivo—

En la Guerra del Golfo se vivió, por primera vez en la historia, uno de los fenómenos más importantes para los medios de comunicación: la transmisión en vivo de las operaciones bélicas, a través de los equipos informativos de la cadena CNN.

“La importancia de los medios de comunicación en estos escenarios internacionales obtuvo mayor repercusión. En materia de comunicación, esta guerra marca un antes y un después en la relación entre medios y estados”, manifiesta Vidarte.

Escobar recuerda que, pese al dramatismo de las imágenes, las personas siguieron el enfrentamiento bélico que era reportado desde Bagdad, capital iraquí: “Era imposible que no nos reuniéramos alrededor del televisor para ver los bombardeos que parecían fuegos artificiales”.


La Guerra del Golfo fue el primer enfrentamiento bélico transmitido en vivo por televisión.

–El Perú en la guerra–

El diplomático peruano Javier Pérez de Cuéllar, elegido secretario general de las Naciones Unidas en 1981, tuvo una participación como mediador en la Guerra del Golfo.

El 13 de enero, Hussein recibió a Pérez de Cuéllar en Bagdad. 

La entrevista fue privada y tuvo una duración de dos horas y media. Al finalizar, el diplomático manifestó: “Solo Dios sabe si habrá paz o guerra”. Un días después, convocó al Consejo de Seguridad para una reunión informativa.



Así tituló el diario El Comercio sobre la reunión entre Saddam Hussein y Javier Pérez de Cuéllar en 1991. (Foto: Archivo El Comercio)

–Así informó El Comercio–

El 4 de enero, El Comercio titulaba: “Estados Unidos lanzó una nueva oferta de diálogo a Irak”, luego que se informara que en Washington se planteaba una reunión entre James Baker, secretario de Estado del país americano; y Tarek Aziz, canciller iraquí.

El 12 de enero este Diario tituló: “A medianoche del 15 vence plazo a Irak”.
–Fechas claves de la guerra–


02/08/1990: Las tropas de Saddam Hussein invaden Kuwait.

08/08/1990: Desde Bagdad, Irak proclama la anexión de Kuwait.

14/08/1990: La ONU crea un comité para coordinar las acciones militares para la liberación de Kuwait.

30/08/1990: Hussein advierte que atacará Israel y Arabia Saudí si Estados Unidos avanza contra Irak.

29/11/1990: El Consejo de Seguridad de la ONU fija el 15 de enero de 1991 como fecha límite para que Irak deje Kuwait.

10/01/1991: El diplomático peruano Javier Pérez de Cuéllar viaja a Ginebra para entrevistarse con los ministros de la Comunidad Europea, antes de ir a Irak.

15/01/1991: Se vence la fecha límite de la ONU para que Irak retire sus tropas.

17/01/1991: Inicia la operación Tormenta del Desierto.

18/01/1991: Hussein responde el ataque de la coalición internacional lanzando misiles sobre Israel y Arabia Saudita.

28/02/1991: Se declara la liberación de Kuwait.



26/2/21

A 30 AÑOS DE LA ZARPADAS DE LA ARA ROSALES AL GOLFO PERSICO



En Puerto Belgrano el día 22/02/2021 se efectuó la ceremonia de partida hacia el Golfo Persico, conmemorando los 30 años. Juntos con la dotación de este año y la dotación de 1991, el agasajo consistió en palabras alusivas por el Cte presente hacia la vieja dotación del mismo. Seguidamente un brindis para los agasajados del momento.







HISTORIA DE LA CORBETA ARA ROSALES
Historia de Coronel de Marina Leonardo Rosales y la corbeta

Leonardo Rosales nació en 1792 y se incorporó a la Marina en 1812. Su bautismo de fuego fue en el combate de Arroyo de la China a bordo de la sumaca “Trinidad” en 1814. Participó de muchos combates, los de Boca de Colastiné, Punta Collares, Los Pozos, Punta Lara y Quilmes, siendo condecorado con el Escudo de Plata por la toma de Montevideo y la Campaña Naval de Juncal.

El nombre de este prócer argentino fue puesto por primera vez en 1874 a un bergantín goleta, luego a una torpedera de mar, a un destructor tipo Fletcher en 1961 y actualmente lo porta la corbeta misilística tipo Meko 140.








SUBOFICIAL  HERNAN GONAZALES





Con gran capacidad ofensiva, flexibilidad operativa y disponibilidad para la acción, se comenzó su construcción en la década del 80 y se izó por primera vez el Pabellón un 14 de noviembre de 1986, siendo su primer Comandante el Capitán de Navío Manuel Iricibar.


Entre las más destacadas actividades operativas de la unidad se encuentra el operativo internacional Alfil II en 1991 formando parte de la Fuerza de Bloqueo Multinacional al Golfo Pérsico. En 1996 repatrió los restos mortales del Coronel de Marina Leonardo Rosales desde Uruguay y en 2004 reemplazó junto a la corbeta ARA “Robinson” a la fragata ARA “Libertad” en el desarrollo del Viaje de Instrucción, por encontrarse ésta en su proceso de reparación de media vida.

Desde 1986 hasta la actualidad ha participado de innumerables actividades operativas nacionales e internacionales como los ejercicios Fraterno, Atlasur y Unitas, surcando los mares de diferentes latitudes.






17/2/21

UN NUEVO TIPO DE GUERRA ANTE UN ENEMIGO INVISIBLE





Desde las batallas dirigidas por monarcas a la creación del soldado-ciudadano, los conceptos sobre quién es el adversario han ido cambiando. ¿Qué sucede cuando todos somos combatientes?



"War At a Distance" de Harun Farocki

Las relaciones entre los estados se rigen alternativamente por el derecho de la paz o el de la guerra. Normalmente, las relaciones entre la mayoría de los estados se hallan bajo el imperio del orden jurídico de la paz. Pero éste queda suspendido y es reemplazado por el de la guerra durante el estado de beligerancia entre dos o más estados.

Mientras el derecho de la paz protege a los estados contra el aniquilamiento y la mutilación de su territorio, y a los individuos contra la destrucción de sus vidas y bienes; el derecho de la guerra renuncia a la protección del territorio y restringe las garantías individuales limitándose a proteger al hombre contra los sufrimientos y destrozos “gratuitos”. Así lo definen Bohdan Halajczuk y Moya Dominguez en su libro de Derecho Internacional Público. El encomillado del adjetivo es mío, entendiendo que en la gratuidad del sufrimiento estaría la desproporción de las medidas estatales durante la guerra.


El derecho de la guerra no sólo abarca ciertas limitaciones y prohibiciones a los ciudadanos, sino que además abarca todo un conjunto de normas que regulan las relaciones entre los estados beligerantes durante la guerra.


Desde el punto de vista militar, hay guerra cuando se lucha. Pero puede haber guerra sin lucha, por ejemplo, Argentina estaba en guerra con Alemania sin haber disparado un solo tiro.

Para el derecho internacional el estado de beligerancia empieza normalmente con la declaración de guerra. En la convención firmada en La Haya en 1907 se aceptó la obligatoriedad de la declaración previa a la guerra.

Estamos en guerra anuncian los dirigentes del mundo; estamos en guerra dice Macron, dice Merkel, dice Trump, dice Fernández.



Un mural en Nuevo México advierte sobre los peligros del virus 


Ahora bien, ¿por qué interpretamos esta frase en su sentido metafórico? Porque, justamente, parecería que nos detenemos en la segunda parte de la oración, parte que, a veces, se expresa y, otras, queda subsumida a sobreentendidos: estamos en guerra “contra un virus”. Tomando la preposición de forma entera lleva a mudar el razonamiento al ámbito médico, sanitario, científico. Estamos en guerra y nuestro enemigo es invisible: el virus.


Considero que deberíamos tomar al pie de la letra a los dirigentes, escuchar de forma literal lo que están anunciando: hay una declaración de guerra. Las condiciones jurídicas (que se han realizado amparándose frente al enemigo invisible) han cambiado para toda la población mundial.


En otros tiempos la humanización de la guerra se realizaba no sólo por medio de normas técnicas que prohibían el recurso de ciertas armas, sino también mediante distinciones personales, la diferenciación entre combatientes y nacionales dentro del campo del súbdito enemigo.

Estamos en guerra.


El súbdito enemigo es invisible, de modo que no puede realizarse la distinción entre combatientes y nacionales. Aunque dentro del lenguaje marcial que se está utilizando se llama “trinchera” a los hospitales y “soldados de primera fila” a los médicos.

No hay distinción entre combatientes y nacionales porque el enemigo puede alojarse y capturar el cuerpo de cualquier nacional.


Hasta el siglo XIX la guerra la conducían los monarcas por medio de soldados profesionales, luego las guerras comenzaron a hacerla los pueblos con la aparición del soldado ciudadano. Mientras que hasta el siglo XVIII el soldado-ciudadano podía vivir durante la guerra en territorio enemigo sin mayores molestias, luego del siglo XIX pierde la disposición de sus bienes y hasta se lo trata de sospechoso como espía o saboteador. De modo que en el momento de estallar la guerra puede resultar inevitable el internamiento de todos los súbditos enemigos por falta de tiempo para apreciar su peligrosidad.



Un nuevo tipo de guerra. Un trabajador cubre la estatua del comandante soviético Ivan Stepanovic Konev en Praga


Estamos en guerra.


El súbdito enemigo es invisible y puede anidar en el cuerpo sano de cualquier ciudadano.

Por falta de tiempo para apreciar la peligrosidad del enemigo (invisible) debemos confinar a todos los ciudadanos. El Convenio de Ginebra del año 1949 contempla la posibilidad del traslado de los súbditos enemigos al territorio de otro estado (que no esté implicado en el estado de beligerancia). Como el individuo no es considerado como un súbdito pasivo, sino como un protagonista de la guerra (podría alojar en su cuerpo al enemigo) no hay traslados posibles.

En el estado actual de guerra no hay distinción ente combatiente y súbdito enemigo.

Para llevar a su enemigo a la capitulación, el estado beligerante no se limita a las armas sino que recurre también a medidas económicas: bloqueo de costas, incautación de bienes del enemigo, confiscación de la propiedad enemiga, interrupción de relaciones económicas.

Estamos en guerra.

Nuestro enemigo es invisible.

Se tomarán medidas económicas extremas para llevar al enemigo a su capitulación.

Para el derecho internacional de la guerra existen los combatientes y los no combatientes. A los primeros se los faculta para la acción, y pueden ser el blanco de los ataques del adversario, adquieren la condición de prisioneros de guerra si son capturados por el enemigo. Los no combatientes no pueden realizar actos de hostilidades.

Estamos en guerra frente a un enemigo invisible, todos somos combatientes, es decir: todos podemos ser el blanco de ataques (enfermedad/muerte) y podemos ser considerados prisioneros de guerra.



"CLOUD #135 Hough Lines", de Trevor Paglen 

Guerreros de la visión. El uso filosófico que se ha dado a la vista y a la luz produjo la diseminación de la ilustración y el racionalismo. El manual de la armada norteamericana utiliza los conceptos de “otras operaciones más que guerra” en lugar de “guerra” (Operations Other Than War). De modo que factores no militares se incluyen en el concepto de OOTW. Como la ingeniería y la tecnología diseña el mundo, la catástrofe de este tiempo no tiene la estructura performática de la escritura, sino que la guerra tendrá una discursividad visual. La comunicación tecnológica implicó la aniquilación del espacio por el tiempo. La ciudadanía ya no es un estatus legal garantizado por un soberano, como lo describe Azulay, sino una forma de estar juntos, de compartir un mundo con otros (todos somos ciudadanos del mundo, todos estamos en la misma guerra).

El cineasta Haroun Farocki y el artista y geográfo Trevor Paglen estudiaron las imágenes de mundo en la inscripción de la guerra. Farocki observó que la palabra inmersión es el vocablo adecuado para hablar de las imágenes virtuales. Las tropas traumatizadas de los EEUU que volvían del combate eran tratados con video juegos. Una terapia virtual de escenarios de estimulación que recreaban las experiencias traumáticas de la guerra de Irak. Del mismo modo que imágenes virtuales son utilizadas para entrenar a las topas para el combate.

Estamos en guerra. Todos somos combatientes.

Un medio digital que se usa para terapias de exposición fue la herramienta para el hecho traumático del colapso del 11 de septiembre del año 2001. Un sin cuerpo. Una mediación por la pantalla. Una visibilidad puesta al extremo para hacer invisible al otro (que se mata/ que se intenta curar).

Si las guerras de la Modernidad (todavía) se hacían con los cuerpos entre los cuerpos, aún ahí, aún en ese gesto violento lo tanático tenía un borde erótico. De eso sabemos bastante, Georges Bataille llevó sus líneas sobre el suplicio desde la religión hasta el arte. Sin embargo, ahora estamos frente a otro tipo de lucha: una guerra sin cuerpos. El enemigo (invisible) se aloja dentro del cuerpo de un ciudadano que siempre es combatiente. 
Una guerra cuya emergencia se revuelve en el mismo borde tantico, deserotizado. Una guerra higiénica.


En la isla neoyorquina de Hart se realizan entierros masivos 

Un enemigo invisible es un enemigo también silencioso, no habla, no tiene espesor; adviene rumor. Las víctimas mostradas en fotografías de fosas comunes también hablan de una ausencia, de una falta de cuerpo; puro cadáver. Una forma pornográfica de estimular, de excitar la vista del ciudadano (combatiente) reclutado en el confín de su hogar. 

Él/ ella también invisibilizado, militarizando sus cabezas. El miedo, como el dolor, construye un puro presente y su cronicidad anestesia de tal modo de hacer estallar la confianza en las interpretaciones de mundo.

Los dirigentes no mienten, declaran. Y su declaración es una declaración de guerra socializando desde un estado de alerta constante, la urgencia del miedo.

“RUSIA, ARGENTINA Y EL G20”


LO QUE MACRI HIZO:

POR ESO HOY TENEMOS LA VACUNA.


Cuáles serán los beneficios de la Argentina ante los nuevos delineamientos geoestratégicos para Eursasia encabezados por Rusia y China





Hace tiempo que veníamos exponiendo con lujo de detalles, sobre la necesidad de que Argentina comience una política seria de reestructuración de sus Fuerzas Armadas visto el complicado contexto geopolítico en el que las naciones se ven actualmente inmersas, con nuevos peligros y amplios desafíos a sortear en campo militar y de los cuales no está exento el país. Con esto revive la importancia de reforzar las estructuras de los estados nación que han venido siendo agredidos desde el lanzamiento de aquel “Nuevo Orden Mundial” inaugurado por el presidente George H Bush el 11 de septiembre de 1991. Quizá nunca y menos aún hoy, haya habido lugar para la improvisación en lo que respecta a la defensa nacional y la planificación estratégica que debemos recordar, pudo verse condicionada a comienzos de año por Londres, tras el encuentro entre el entonces primer ministro David Cameron y el presidente Mauricio Macri en Davos.


Pero a pesar de que el gobierno de Macri se halla condicionado políticamente a no direccionar sus contactos externos con gobiernos que no agraden a Washington y Tel Aviv, la regla parece haberse flexibilizado por una cuestión temporal y obviamente bajo el más estricto control. Nos referimos al notable acercamiento que se ha venido dando entre Buenos Aires, Moscú y Pekín que antes de tomar el gobierno hubiera parecido impensado. Estos contactos que se han venido viendo y que se están profundizando en áreas comerciales de diversa índole, parecen orientarse a entre otras cuestiones, reestructurar a las mal trechas Fuerzas Armadas y dotarlas de equipamiento tecnológico ruso de punta que muy seguramente no estará exento de quejas de Londres. Habíamos analizado ya mucho antes de que Macri y su gobierno llegaran al poder, cuáles eran las posibles planificaciones para volver a levantar de los suelos a un ejército sin un armamento a la altura de la realidad actual, de una Armada sin buques y de una Fuerza aérea sin aviones de combate.


En ésta última semana el viaje de Macri y su comitiva a la Cumbre del G-20 en Hangzu, China, se ha visto circunscripta en un momento histórico de la realidad mundial en la cual se pudo comprobar que EEUU es un país más como cualquier otra en el concierto internacional, al menos así se lo hizo ver el gobierno chino a la llegada de la prepotentes comitiva norteamericana que vio con desagrado que no se le tendiera a Barak Obama una alfombra roja para su recepción. Tal como su conocido modo de conducir sus políticas en el exterior, se puedo ver a una desaforada Susan Rice tratando de dar órdenes a los encargados chinos del manejo de la recepción quienes además de no darle lugar a sus gritos, recibió como contestación “Y este es nuestro país, okey!?”


Pese a que la importancia del G-20 ha sido relativizada en comparación a las que realiza el G-7, lo cierto es que para Argentina puede haber sido la entrada a una nueva realidad, luego de décadas de ostracismo y obsecuencia enfermiza hacia Washington y la Unión Europea.


En este marco, además de las tratativas referidas al comercio, la cooperación en varias áreas del desarrollo industrial y de intercambio de tecnologías, se dio lugar a tratar temas de preponderancia política, estratégica y de seguridad de alcance mundial como es sin dudas el terrorismo y los conflictos de Ucrania y Siria.




Precisamente en estos temas, es que se hallan íntimamente enfrascados los tres grandes actores participes en la cumbre como son EEUU, Rusia y China, disputando tras las bambalinas de aquella despiadada guerra en Medio Oriente, el control de la ruta de la seda.


Sobre esto, luego de que fracasaran las negociaciones entre EEUU y Rusia para llegar a un plan de paz en Siria, ha quedado en claro que dicho fracaso fue deliberadamente buscado por la comitiva estadounidense.


Las razones para ello, son que Washington pretende seguir manteniendo el caos en la región del Sham, que abarca el desierto entre Siria e Iraq que precisamente es la ruta de paso para restaurar las vías comerciales de Oriente a Europa mediante la recreación de aquella vieja ruta de la seda. Con un caos controlado, los estadounidenses con la colaboración de sus aliados, había logrado bloquear los planes de abrir extensas vías de comunicaciones que conecten Pekín con Berlín en particular y Europa en general.


Pero luego de la intervención rusa que dio lugar a los notables progresos del gobierno sirio por empujar a los mercenarios fuera de gran parte de su territorio, La Casa Blanca debió comenzar a maniobrar diplomática y militarmente para no meter la pata, más de lo que lo había hecho ya. Recordemos sino el descalabro de sus programas de la CIA montados en el norte de Siria que –con la colaboración de Ankara- se avocaban a reclutar, armar y entrenar a varios grupos de mercenarios con el objetivo de derroca al gobierno sirio, no de combatir a ISIS. Al ser todo esto puesto en evidencia, continuar con la agenda tal como lo venía haciendo era inviable. Claramente, la intervención de Rusia y el acercamiento de China a Siria ha cambiado el panorama.


Esto se está evidenciando con el liderazgo político y diplomático indiscutible que Rusia encabeza desde los últimos cincos años en todo lo que respecta a encarar los desafíos orquestados desde occidente usando claro, a la OTAN y por supuesto al sector financiero que maneja prácticamente todo el mundo.


Es en medio de esta tensa disputa que la cándida delegación argentina ha ido buscando oportunidades para agregar al país, especialmente en cuanto haga a la posibilidad de abrir nuevos mercados entre Asia y el país.



Corbeta rusa clase Gremiaschi



Y sin dudas de que las expectativas son muy alagüeñas dada las cordiales relaciones que, contrariamente esperaban muchos, fructifican entre el presidente Vladimir Putin y su homologo argentino que han quedado ratificadas –para la sorpresa de muchos- tras el encuentro en China. Al parecer el gobierno argentino hubo autorizado a la delegación encabezada por el ministro de defensa Julio Martínez, ha gestionar posibles adquisiciones de equipos militares para la fuerza aérea y la Armada, con la opción de lograr transferencia de tecnología que de concretarse, marcara una distinción cualitativa en toda la región. De esta manera Argentina podría participar en un mercado novedoso para el Cono sur y de una amplia gama de variedades que en otros mercados se hallan fuera del alcance.


El momento no podía ser más propicio, dado que para Moscú las necesidades de Buenos Aires pueden ser cubiertas en su totalidad y sin los condicionamientos que acostumbradamente se prevén desde Washington y Londres a adquirir basura residual que además de costosa es material que manejan y conocen muy bien los enemigos históricos como son los británicos, quienes trabajan con paciencia y muy sigilosamente en horadar la integridad territorial del estado argentino.


Las posibilidades de un desarrollo en el campo de la defensa argentina, se ven ciertamente muy propiciadas a tener acceso a material tecnológico que puede resolver los problemas de varios puntos estratégicos de los cuales el país adolece desde hace décadas, por claras políticas negligentes. Desde estas perspectivas, habrán grandes beneficios tanto para Argentina como para la Federación rusa que además de ofrecer un amplio abanico de posibilidades en sistemas modernos de defensa, promoverá el desarrollo de las industrias militares rusas con un alto grado de cooperación en base a la confianza y las ganancias mutuas

La sorpresiva decisión de Macri no sería otra cosa, que la natural reacción a las costumbristas promesas sin cumplir de los centros de poder occidentales quienes tras trazarle la agenda política bajo condiciones tales como “habrá inversiones financieras si no se tocan las Fuerzas Armadas y otras cuestiones como Malvinas” entre otras más, opto por tomar el toro por las astas y romper con esta vieja situación.


Según han precisado algunas fuentes en Moscú, la comitiva argentina habría sido informada detalladamente de los catalogos de armas que se estaban exponiendo en la feria ARMY 2016 de Moscú, especialmente sobre las que cubrirán las necesidades que actualmente preocupan al gobierno argentino. Entre las posibles adquisiciones que darán mucho que hablar están los aviones de combate SU-25 o posiblemente un lote de aviones MIG-29 remodelados con electrónica de última generación. Para la Armada se habría planteado como sugerencia la adquisición de lanchas rápidas tipo “Escorpión” e incluso alguna corbeta tipo “Gremiaschi” que podría cubrir con éxito el actual y desprotegido litoral marítimo argentino.


Precisamente se prevé que las ganancias provenientes de la industria militar rusa aspiran a llegar en lo que queda de este año a unos 15 mil millones de dólares según han señalado expertos norteamericanos basándose en un artículo del diario ruso Pradva 



En este marco, el mismo ministro de defensa ruso Serguei Shoigú calificó las negociaciones como muy positivas y consideró a la Argentina un “socio importante”, lo que además de romper el mito de que el anterior gobierno seudo-Nacional y Popular de Cristina Fernández era revolucionario por establecer unos timoratos lazos con Rusia, demuestra que más allá de discursos sin contenidos, son los intereses más que los ideologismos los que pesan en la real politik.