20/11/20

"ROLES TÁCTICOS" CON LOS GRUPOS DE BATALLAS EN EL GOLFO PERSICO, HISTORICO LO DE LA ARGENTINA QUE NADIE CUENTA O ES SECRETO-




Cuál fue el marco de acción del grupo argentino "ALFIL 1" en la compleja logística de la Guerra del Golfo






A los  treinta años después de la participación de la Argentina en la Guerra del Golfo Pérsico, el silencio y la falta de información oficial sobre el servicio prestado por las unidades de la “ALFIL 1”  grupo a los esfuerzos de la campaña que terminó con la liberación de Kuwait aún persisten. Asimismo, su misión ha sido reconocida como un “grupo de combate” tanto por las autoridades kuwaitíes como por sus compañeros de los demás ejércitos participantes. Son tantas y tan jugosas las anécdotas que acumularon aquellas largas y agotadoras jornadas de campaña que ni los mismos regatistas argentinos que allí participaron saben que existen.


No podemos acusar a los marineros argentinos de ser apáticos con su propia experiencia. Sería injusto si lleváramos sobre sus hombros las inconsistencias a las que se han tenido que acostumbrar a lo largo de los años. Son el resultado de sus propias circunstancias, de la doctrina en la que se formaron, de su propio carácter colectivo y claro, de los gobiernos a los que han servido.


En un nuevo análisis de los operativos llevados a cabo en ese momento, las amenazas importantes, sensibles y peligrosas a las que se enfrentan los grupos que operaban más allá del paralelo 25 norte dentro del Teatro de Operaciones (incluido el BNC alerta de ataque).


Quizás sea necesario aclarar una cuestión. En ese momento el Comando de Operaciones Conjuntas del CINCCENT liderado por el general Norman Schwartzkopfs se rompió la cabeza cuando se dio cuenta de que antes de tomar la acción directa, había un problema serio que resolver y ese era el logístico. Este asunto estaba lejos de resolverse para la Marina de los Estados Unidos en ese momento, a pesar de que la OTAN tenía los recursos para apoyar a la empresa; pero no fueron suficientes. Quizás esta carencia se debió a la doctrina de la disuasión nuclear derivada de la “Guerra Fría” que no hacía previsible el despliegue masivo de tropas para una guerra convencional en un escenario tan exótico como el mesopotámico.





Incluso las fuentes consultadas en el Pentágono, revelaron que en ese momento CINCCENT aún no contaba con un plan aprobado para enfrentar las necesidades de un despliegue masivo como el requerido para esa situación. Los antecedentes de la última gran guerra mundial (1936-1945), demostraron la urgente necesidad de una logística eficiente. Sin una logística adecuada y rutas bien protegidas, el fracaso de la misión estaba asegurado. Tal fue la preocupación que existía en ese momento, que el General de Infantería de Marina (USMC) Harry W. Jenkins comentó en una reunión que la logística fue el problema número uno durante los primeros tres meses del inicio de las operaciones que en un primer momento se les llamó "Escudo del desierto".


"La estrategia y las tácticas proporcionan el plan para llevar a cabo operaciones militares, logísticas y de medios, por lo tanto" -Teniente coronel George C. Thorpe, USMC, 1917


Nunca se requirió un nuevo y complejo plan de logística militar, visto después del final de la Segunda Guerra Mundial. El desafío de enfrentar a Irak lo hizo necesario. La complejidad de la región donde se establecería el Teatro de Operaciones, la limitación en el acceso de posibles rutas terrestres y aéreas para satisfacer la acumulación de insumos que debían ser trasladados, requirió ideas audaces que pudieran ser un gran éxito o conducir al desastre. . Fue entonces cuando acudiendo al experto en logística Teniente General William “Gus” Pagonis y su equipo de trabajo, se diseñó un plan de operaciones para trasladar la mayor cantidad de suplementos, suministros y combustible a lo largo de una ruta marítima para el mantenimiento de lo que agosto de 1990 Schwartzkopfs y sus generales predijeron una larga lucha.


Pagonis estudió la situación y realizó informes a pedido del general John Yeosok, comandante de ARCENT, y fue allí donde determinó un plan logístico en base a los datos recolectados por la inteligencia recolectada hasta ese momento, incluyendo, por supuesto, la inteligencia que existió desde tiempos en que Washington era un "amigo" de Bagdad. 

Uno de los recursos que también se utilizó para determinar la ruta de suministro fue la información satelital y los primeros vehículos aéreos no tripulados “Pioneer” de reconocimiento que realizaron vuelos espías a gran altitud. Turquía mostró una fuerte reticencia a la operación, haciendo evidente la imposibilidad de utilizar su territorio como ruta alternativa. Además, el suministro que podían obtener de Arabia Saudita era limitado y no resolvía cuestiones delicadas como combustible refinado para vehículos, municiones en todo el espectro de sus calibres,



Documentos exclusivos de la época revelan cómo y dónde se amplió la ruta de abastecimiento marítimo diseñada por Pagonis y cuáles eran los puntos estratégicos de desembarco de los avíos (por ejemplo, Port Al Jubail), que ante el peligro de un ataque sorpresa, tuvieron que ser trasladados rápidamente por una flota gigantesca de camiones a las bases de recolección del desierto que serían vitales para el desarrollo de las operaciones terrestres de la "Tormenta del Desierto".


Uno de los puntos críticos que debían cubrir las líneas de abastecimiento era el agua potable. El transporte de toneladas de paquetes de agua embotellada para el consumo de tropas terrestres se hizo necesario para satisfacer las necesidades de hombres y mujeres que, además de no estar adaptados para soportar las altas temperaturas de la región, eran sensibles al agua de la red saudí que solía causar cólicos y en muchos casos graves averías.


Esto dejó más que claro que (más allá de las resoluciones de las Naciones Unidas) habría preparativos para una guerra. La principal excusa para movilizar esta fuerza logística sería "proteger a Arabia Saudita" de una supuesta invasión de Saddam Hussein, aunque resultó ser una estratagema. Así fue y bajo este argumento se puso en marcha la denominada “Operación Escudo del Desierto” con la presunta misión de proteger los campos petroleros del norte.


Dentro del desarrollo de esta operación se inició la participación de los dos buques argentinos, en la cual sus tripulaciones convencidas de que actuaban en un marco de legalidad internacional pasaron de realizar tareas de bloqueo económico en los buques que entraban y salían de puertos iraquíes, a desarrollar vigilancia. y acciones de protección para las aguas de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) contra posibles incursiones de comandos iraquíes en instalaciones portuarias y terminales petroleras.


Como todas las fuerzas navales que formaban parte de la Coalición y que estaban al mando del Almirante Stanley A. Arthur, el grupo “ALFIL 1” tuvo un rol táctico de suma importancia tanto en la etapa de la operación “Desert Shield” como dentro de la etapa bélica llamada operación "Tormenta del Desierto". 

El grupo formado por el destructor “Admiral Brown” (buque clase MEKO 360 H)  y la corbeta de misiles “Spiro” (buque clase MEKO 140A)  , de acuerdo con sus capacidades operativas y antecedentes, formaba parte del Maritime Fuerza de Interdicción (MIF) comandada desde el buque “USS-La Salle” (AGF 3 Clase Raleigh) 
que dependía de las órdenes CINCCENT que a su vez estaban subordinadas al Comando USNAVCENT en Riad que atendía las operaciones navales dentro del Golfo.



“USS-La Salle” (AGF 3 Clase Raleigh)



Una vez iniciadas las hostilidades a las 00:00 horas del 16 de enero de 1991, el grupo argentino comenzó a desarrollar roles más activos dentro de las operaciones navales que a partir de ese momento y bajo el nombre de “Tormenta del Desierto” fueron claramente de apoyo al combate.


Para su desempeño en los roles tácticos asignados, las dotaciones fueron subordinadas a una serie de directivas operativas que como se las conoció como “Reglas de enfrentamiento” (ROE) que las facultaban, entre otras cuestiones, para abrir fuego ante contingencias en el desempeño de sus tareas.


Comando de Estados Unidos buscando una mina marina

En este contexto, en los esfuerzos de interdicción, el grupo “ALFIL 1” proporcionó cobertura para el arresto y abordaje de barcos sospechosos de violar el embargo comercial contra Irak. Equipados con helicópteros a bordo “ALOUETTE-III” (el mismo modelo utilizado por la Armada francesa), realizaron misiones de reconocimiento y vigilancia ante posibles amenazas a los convoyes de suministro, siendo las más habituales las minas flotantes. Entre estas acciones también se encontraba brindar apoyo para permitir la realización de "Piezas de Visita y Búsqueda" que eran grupos de hasta diez hombres que, luego de interceptar y detener un barco, debían abordarlo para registrar sus cargamentos. También existían grupos especiales (MEU-SOC) de la Marina de los Estados Unidos que equipados con armas ligeras y equipados con modernos visores infrarrojos “NIGHTSCOPE”, podían tomar por asalto aéreo o desde barcos asignados,


Como todos los barcos que entraron en las aguas del norte del Golfo - hasta 300 km de la costa de Kuwait - los barcos argentinos corrían ciertos riesgos de chocar con misiles aire-mar (magnéticos, acústicos y de presión) "EXOCET", las múltiples defensas costeras  con instalaciones de misiles antibuque “Skilworm” y “FROG-7” (de origen ruso pero Irak mejoró su precisión y alcance) que podrían hundir una corbeta de un solo impacto.

Algunas curiosidades que los argentinos pudieron haber encontrado en el variado e imaginativo arsenal del ejército iraquí fue un avión civil "Dassault Breguet Mystere Falcon 50" que había camuflado en su vientre un misil "Silkworm" con la obvia misión de un ataque kamikaze.


Aunque no contó con apoyo logístico propio, "ALFIL 1" demostró gran versatilidad y profesionalismo en el desempeño de las tareas asignadas entre sí, manteniendo las operaciones navales del grupo de batalla liderado por el portaaviones "USS-Midway" y su suministro. línea para que la munición y el combustible estén disponibles en todo momento, cumpliendo el objetivo de sostenibilidad bajo la denominación "TACLOGS"  


A pesar de todo esto, el estado argentino ha mantenido un velo de niebla que ha ido cubriendo con esmerado reconocimiento las actividades de servicio que este grupo realizó y que llevaron al exitoso desarrollo de estas tareas tácticas.

51º E y 27º N



“LLEGANDO AL TEATRO” MAXIME CUANDO NO HABIA, O NO "EXISTIO" MANDATO DE PAZ




Micelaneas y algunas anécdotas de como fue la travesia del G.T.88 de la Armada Argentina en su camino al Golfo Pérsico en 1990




Son muchos los aspectos que pueden describir la preparación de una fuerza de hombres para dirigirse hacia una contienda bélica, pero pocas son las oportunidades que aquellos (sus protagonistas) tienen para poder expresarlas más, cuando poco o nada sabían hacia donde se dirigían y cuales serían las consecuencias.


La campaña naval argentina al Golfo Pérsico enviada el 25 de septiembre de 1990 es una de esas ocasiones que ha quedado grabadas a fuego en la historia contemporánea y también en la memoria de sus protagonistas. Fue la inserción brutal de la Argentina y un modesto aporte al llamado “nuevo orden mundial” que la administración republicana de George H. Bush inauguraría desde el final de este conflicto. Quienes sino sus protagonistas recuerdan como si fuera ayer los entretelones y los pormenores de aquellas jornadas de nervios e incertidumbres en las calurosas y peligrosas aguas orientales.


“A pesar de que sabíamos lo que ocurría, nunca hubiera imaginado estar involucrado en esta campaña”, comento uno de los suboficiales aeronáuticos que pronto sería incluido en la “División Víctor” para formar parte de la misión.


El grupo naval “G.T. 88.00” compuesto por el destructor “ARA Almirante Brown” y la corbeta “ARA Spiro” que zarpo de su base en Puerto Belgrano en la primavera de 1990, tuvieron una extensa travesía para poder cumplir con las ordenes que se le impartieron en un primer momento, “llegar a la zona de operaciones y ponerse a disposición del Comando a cargo”. Ninguno de sus tripulantes abordo, incluyendo a la misma oficialidad tenían certeza sobre cuál sería dicho comando y bajo que normativa se desenvolverían.


En rasgos generales lo único que sabían a ciencia cierta era lo que escuchaban por los medios de aquel entonces (radio y televisión) y lo que les había comunicado sus propios mandos, resumiéndose en que irían en una misión enmarcada en el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas en particular la n° 661 sin por supuesto, explicarles sus alcances y naturaleza jurídica.

Mecánicos "Aluette" a bordo del "ARA Ate Brown" 1990



Una cosa si había quedado clara, no había señales de que personal de Naciones Unidas (observadores o algún representante) estuviera al pendiente por reunirse con ellos antes de su salida del país o que estuvieran esperándoles en aquellos lugares. Ni antes de la zarpada ni en el embarque y mucho menos en la navegación, se presento algún miembro de esa organización para dar una charla o recibir instrucciones de despliegue en sus funciones de “mantenimiento de la paz”como se solía hacer cuando una unidad era puesta bajo la autoridad de uno de sus comandantes (Cascos Azules).


Los eventos por aquel entonces, se movieron a gran velocidad y cada uno de los seleccionados para componer las dotaciones de cada buque, experimentaron en sus propias personas, todo lo que implicaba la suerte de aquella designación. No solo el estado material del buque debía estar preparado para sortear posibles contingencias en una zona –que hasta esos momentos pensaban- solo era de un potencial conflicto, sino también su personal embarcado. 

El estado psico-fisico de cada uno de los tripulantes era imprescindible para cubrir las tareas que estarían por venir. Las características de la región a la que serían enviados requerían protecciones “extra” para reforzarles sus sistemas inmunológicos. Las vacunas que se les inyectaron a cada tripulante contra varias enfermedades tropicales y exóticas como la Malaria, combinadas con otras –de las cuales nunca fueron informados- para prevenir la posible acción de agentes tóxicos y/o biológicos (ej.: Botulismo; Antrax; Viruela etc) de armamento presente en la región, fue un prologo inconsciente de qué se trataba aquel asunto y la magnitud en lo que se iban a meter.


A lo lejos el Portaaviones "USS-Midway"

Así como en la faz política y diplomática aún se mantienen muchos secretos detrás de la crisis que se desató el 2 de agosto de 1990, en cuanto a la operación naval argentina enviada a una región del planeta en la que jamás sus buques y hombres habían operado, poco o nada se sabe. A medida que fueron acercándose a su destino, ambas tripulaciones comenzaron a sentir el rigor del clima y de la tensión que flotaba en la atmósfera. Como lo expreso uno de estos tripulantes, el asombro ante parajes tan extraños y a la vez maravillosos, le daba otra dimensión a las rutinarias tareas de la navegación.


Tras cruzar el atlántico y llegar a las costas africanas, comenzaron a darse cuenta que estaban muy lejos de casa y a medida que avanzaban por el Mediterráneo con ese sentimiento a cuestas las preguntas afloraban en la mente de muchos de ellos ¿Saddam Hussein arrugará y no sucederá nada?, ¿Quedará como una anécdota como en la crisis de los misiles soviéticos a Cuba en la década de los sesentas? O ¿Nos veremos en el medio de una situación alejada a las tareas de bloqueo naval? Y es que a pesar de la poca información a la que estaban expuestos, los supuestos y los rumores sobre la inflexibilidad diplomática y la complejidad de la situación volaban con el viento. Y es que las especulaciones que algunos de ellos realizaban no estaban erradas ya que Iraq tras una larga guerra contra su vecino Irán –y con la ayuda de Occidente y EEUU a la cabeza- había armado un gigantesco y capacitado ejército que lo posicionaba en el 4° lugar de los más poderosos del mundo.


Ciertamente que si estaban yendo a hostigar a una nación con una tamaña capacidad bélica y extensa experiencia en combate –máxime cuando no existía mandato de paz alguno-, las probabilidades de una respuesta con consecuencias dañosas se magnificaban en grado sumo. Es más, los preparativos que fueron realizando en navegación informaban de que debían estar listos para posibles enfrentamientos armados. Los ejercicios de tiro, la calibración de los cañones automáticos (OTO MELARA y BREDA BOFORS), la calibración de la firma magnética de cada buque para evitar minas, el armado de los helicópteros embarcados, y los ensayos de abandono de la nave lo dejaban más que evidente.


En aquellos momentos, las amenazas potenciales que existían en el Golfo eran variadas y fatales. La guerra entre Irán e Iraq apenas había culminado dos años antes (1988) y aún persistía la inestabilidad entre ambos países. Aquella guerra fue uno de los campos de ensayo para los más variados sistemas de misiles tanto tierra-tierra como los antibuque en sus más ingeniosas adaptaciones (MM-38 y SS-N2-Styx). Para quienes estaban familiarizados con noticias de lo que ocurría unos años antes en esa región, recordarían uno de los episodios que les costo muy caro a los estadounidenses cuando navegaban confiadamente por la misma ruta que más tarde transitarían ellos.


El 17 de mayo de 1987 la fragata de clase Oliver Hazard Perry, el “USS Stark” (FFG-31) cuando patrullaba sin novedad las aguas del norte del Golfo recibió sorpresivamente dos impactos de misiles “AM-39 EXOCET” lanzados desde un avión Mirage F1 iraquí que los operadores del puente nunca vieron venir. Según las crónicas de aquel momento, el piloto iraquí confundió a la fragata con un petrolero iraní, excusa que la Casa Blanca acepto por conveniencias políticas del momento. A pesar de los sofisticados sistemas de contramedidas electrónicas y defensa del buque (PHALANX), no pudieron siquiera captar el lanzamiento de los misiles. Con semejante episodio como antecedente, las preguntas afloraban por si mismas ¿Qué podrían hacer con sus modestos sistemas de radar si algo similar los amenazara? El resultado de aquel ataque fue la inutilización y la salida de servicio del buque, 28 marinos muertos y más de 10 heridos. El incidente había sucedido apenas tres años antes y ello dejaba a la vista la posibilidad de que ello se repitiera con el agravante de que habrían otros sistemas más modernos a disposición de los iraquíes.


Pero la rutina de la navegación ayudaba a matar esos pensamientos aunque había otras amenazas más silenciosas y desconocidas que podían acecharles durante la misión. Recuerdan algunos de ellos y a la distancia, que aquellas aburridas clases sobre guerra Química, Biológica y Nuclear (N.B.Q.) tenían un propósito que a medida que se aproximaban al Teatro, comenzaban a volverse más palpables con la realización de ejercicios que precisamente simulaban la contaminación tras un ataque con estos elementos.


Cuando estaban llegando al Mar Rojo sin saberlo, estaban ingresando a una parte del Teatro de Operaciones de un conflicto que (sin que ellos lo supieran) ya se estaba diagramando en las “mesas de planificación estratégica” y de ejercicios simulados en computadora (INTERNAL LOOK 90) en los cuarteles del CENTCOM y MARCENT en las ciudades sauditas de Riad y Darham y que más tarde iba a estallar sin remedio bajo la denominación “Desert Storm”. Fue en esas aguas que además de asombrarse por el incesante tráfico de esos gigantescos buques mercantes atiborrados de conteiners y de buques de guerra de varias nacionalidades, tuvieron aquel accidente de uno de sus helicópteros embarcados “Aluette” (3H112) que además de hacer traspirar a los capitanes del grupo, les quito el sueño a los mecánicos aeronáuticos de abordo.


Cruzando al portaaviones USS-Midway 1990

De ese evento los tripulantes sacaron el aspecto positivo y el ánimo no se vió afectado. Además de no haber pérdidas humanas, la experiencia sirvió para ensayar una situación que podría llegar a darse en medio de las operaciones reales como es un amarizaje forzoso, rescate de la tripulación y el izado de la nave, maniobras que podían complicarse en medio de una zona bajo situación de guerra. Dos días después (el 3 de noviembre) tras cruzar el estrecho “Bab Al Mandab” que por lo que pudieron ver, estaba controlado por los franceses, ingresarían a las aguas del Golfo de Adén que baña las costas del Yemen (en esos momentos un aliado político de Iraq) para dirigirse al Mar Arábigo.


El 5 de noviembre el grupo alcanzaba las 10.000 millas de navegación y ya en ruta final tras llegar al Golfo de Omán se aprestaban para girar hacia el norte y pasar por el estrecho de Ormuz y de ese modo ingresar en las aguas del Golfo Pérsico que dicho sea de paso, no todos los navíos que compondrían la “fuerza multinacional” se atreverían a incursionar.


Recién para comienzos del mes de noviembre de 1990 llegaban al Golfo Pérsico, epicentro de las operaciones navales que dirigían los norteamericanos desde Riad y una vez allí, comenzarían a tomar dimensión y real conocimiento en la que se estaban metiendo. Fue en esos momentos y tras pasar por las costas del Sultanato de Omán y bordear las costas de los Emiratos Árabes Unidos comenzaron a tomar contacto directo con quienes realmente estaban a cargo, los estadounidenses. Fue así como los oficiales a cargo se reportaron a sus pares norteamericanos del Comando Central Estadounidense (US CENTCOM) y a partir de ahí, tras recibir instrucciones iniciales de un oficial estadounidense, fueron asignados como unidad de operaciones tácticas bajo la denominación “Alfil 1”, pasando a conformar la estructura de la primera fase operativa denominada “Desert Shield” pero esa, es otra historia.


ACA EN ESTE LINK NUNCA HABLAN DE PAZ Y NO FIGURA LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO : https://peacekeeping.un.org/es/our-history


LA IMPORTANCIA DE LA FACE NAVAL EN EL GOLFO PERSICO, DONDE SE ENCOTRABA ARGENTINA-



¿Por qué la Campaña del Golfo Pérsico de 1990-1991 no pudo haber sido concretada con éxito sin la fuerza naval?




Como ha sido una costumbre en la historia de occidente y en la del mundo anglosajón en particular, solo los resultados favorables son dignos de contar y aún así, recién cuando ellos sean debidamente retocados a conveniencia de su historia política. Incluso, aquellos episodios desfavorables, serán contados de una forma amañada que los disfrase de epopeyas. Es por ello que los sucesos importantes y trascendentes de la humanidad tienen dos caras y solo una ha sido contada a las posteridades ¿Por qué? Pues porque se trata de seguir manteniendo un estado de cosas que importa al poder establecido.


Es de ese modo que manipulando a las generaciones venideras con falacias y mentiras, se puede perpetuar una idea, una política y con ello una historia determinada.


La guerra del Golfo Pérsico en 1991 como parte de la historia contemporánea y desde su más estricta fase militar, ha sido abordada desde una perspectiva acotada y reducida centrándose solamente en mostrar dos fases: La campaña aérea y la campaña terrestre dejando de lado arbitrariamente a la que proporciono el factor vital para poder desarrollar aquellas dos, la naval.


Este reduccionismo arbitrario se ha debido a una clara intensión de obviar los entretelones (políticos, económicos, diplomáticos etcetc) que rodearon al conflicto y a darle al evento un resultado efectista del triunfalismo estadounidense. Tal como un cuento para niños.


Pero la realidad de como ocurrieron las cosas es muy diferente a lo que un documental de la “History Channel” lo cuenta. Llendo al punto diremos que ni la Fuerza aérea ni las fuerzas terrestres reunidas en aquel momento no habrían logrado sus objetivos sin la existencia de un poder naval que hubiera contribuido y respaldado su presencia. Las razones de esta conclusión se basan ante todo en las características geográficas que presentaba aquel teatro de operaciones y la importancia geopolítica y estratégica del mismo.


Como se verá, el tema es mucho más complejo y enredado de lo que EEUU ha documentado y es necesario explicar por qué la fase naval fue preponderante para la eficacia de la Operación “Desert Storm” de 1991.
Desde el punto de vista geopolítico, el control de los espacios marítimos aledaños al objetivo planteado, era fundamental para garantizar la continuidad del flujo comercial del petróleo mundial. George H. Bush no habría podido impulsar aquellos planes sino le aseguraba al poderoso emporio petrolero (del cual participaba con “Arbusto Energy Oil Co”.), que el mercado del petróleo seguiría fluyendo sin inconvenientes desde el Golfo.


En momentos que se desato la crisis el 70 % de los recursos petrolíferos extraíbles se hallaban en la región del Oriente Medio, de los cuales dependían en diversos porcentajes Europa, Japón y los EEUU.


Recordemos que la administración de George H. Bush llegaba al poder con una Armada (US NAVY) materialmente mejorada gracias a la multimillonaria inversión de su predecesor que bajo la llamada “Doctrina Reagan”, puso en marcha –entre otras- la estrategia de Air land Battle que entre otros objetivos, tenía la de llevar adelante intervenciones en otros países siendo la marina la punta de lanza de las operaciones.


Pero si usted aún se esta preguntando cómo EEUU pudo organizar tan rápidamente su intervención en el Golfo en 1990 y golpear militarmente como lo hizo después, sepa que nada estaba abandonado al azar. Más allá de las ventajas que Washington saco de las circunstancias geopolíticas imperantes (caida de la URSS) y de su estrecha relación con el gobierno de Saddam Hussein durante la guerra con Irán, los asesores de Seguridad Nacional y sus cerebros tenían desde hacía mucho un plan de contramedidas para la región.


A mediados de la década de los setentas mientras Washington coqueteaba diplomáticamente con el gobierno del joven Saddam Hussein y su Departamento de Estado nominaba al Irán del Sha Reza Palevi como uno de los pilares estratégicos del Oriente Medio, en 1977 el Consejo de Seguridad Nacional (CSN) aprobo la Decisión Directiva Presidencial n° 18 del presidente Jimmy Carter –Desclasificado el 1/06/1992- recomendando una estrategia que incluyera el uso de la fuerza en situaciones “no-OTAN” dentro del Oriente Medio en general y del Golfo Pérsico en particular.


Según algunas fuentes no oficiales, en este documento se prevé en los párrafos casualmente entintados (Censurados) un capitulo bajo el título “Middle East Contingencies” a los países estratégicos (Iraq e Irán) y el modo de intervernirlos en caso de que los intereses de EEUU se vieran en riesgo. Esta censura sobre dichos párrafos no fue casual ya que si Bagdad o Teherán se hubieran enterado de estas previsiones muy seguramente Washington no habría podido maniobrar como lo hizo durante toda la década de los ochentas.


Para occidente (EEUU y la Europa Occidental) las rutas marítimas de ingreso y salida del Golfo Pérsico eran y siguen siendo de importancia estratégica vital para las comunicaciones y el comercio. Es por ello que no hay que esperar que los portaaviones estadounidenses salgan del área. Incluso si en algún momento Washington considerase que ya no tienen propósito de operar allí, existen otros intereses en la región que no permitirán que se retiren, siendo uno de ellos los israelíes.


En 1979 la excusa para penetrar en el Golfo fue el hipotético peligro de una extensión del extremismo islámico iraní sobre la península árabiga y cuando ello dejo de ser funcional a sus objetivos, los cerebros en Washington pasaron a crear otro enemigo sacrificando a uno de sus socios como lo fue Iraq. Siempre habrá una excusa para que estas fuerzas de tareas flotantes (como el caso de la VII Flota) se encuentren allí (Al Qaeda, ISIS y el terrorismo es una de ellas). Estos fueron precisamente uno de los elementos preponderantes para desarrollar las fases tácticas que culminaron con el cese de las hostilidades en febrero de 1991.


El control de las líneas marítimas revistió –y actualmente sigue revistiendo- una importancia estratégica central para el desarrollo, preparación y ejecución de la “Tormenta del Desierto”, factor que al mismo tiempo fue torpemente desdeñado por los estrategas de Bagdad. Si Saddam Hussein y sus comandantes hubieran valorado en su debida medida el factor naval como un pilar estratégico para defenderse de una agresión externa, ciertamente que el resultado de la crisis de 1990 y su desenlace hubiera sido otro e incluso Iraq no habría sufrido la calamitosa invasión de 2003.


Se puede asegurar que el pilar naval fue decisivo para el desenlace de la guerra de 1991. Igualmente, su sola valoración no sería suficiente para lograr los objetivos tácticos y estratégicos que se pusieron en marcha contra Iraq. Las consideraciones sobre los medios para llevar la confrontación a ese escenario fueron exhaustivas y muy bien meditadas. Fue allí donde radicó como primer objetivo a concretar la “necesidad estratégica” de conformar una Coalición naval que asegurara el control total de las aguas territoriales árabes del Golfo Pérsico.


El componente de dicha Coalición estaba políticamente condicionada. La sola participación de buques de países miembros de la OTAN era no conveniente aunque ello no hubiera bastado para lo planeado. Igualmente señalemos que en aquel entonces había fuertes resistencias de varios socios de la alianza en participar de ésta aventura.


Pero ¿Cuál fue la primera señal de que habría una guerra? Precisamente, el esfuerzo diplomático de Washington ante Naciones Unidas por imponer un bloqueo marítimo.


En la guerra uno de los objetivos estratégicos primordiales es privar al enemigo de sustento y provisiones siendo necesario para ello cortar sus vías de comunicación comercial. A pesar de la pequeña costa iraquí, ampliada con la anexada kuwaití, era por donde salía una parte importante de su producción petrolera. El bloqueo naval era la táctica por excelencia para dicho fin aunque, se requería una justificación política de peso para desplegarla ex ante y que mejor para ello, que hacer participar a terceros países apoyándose en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas mediante una muy aún discutida interpretación del Capitulo VII de la Carta Orgánica.


En el caso de Iraq, cortar las ganancias de sus exportaciones petroleras y sus importaciones de bienes por mar fue el primer acto de beligerancia de EEUU y de la UEO (obviamente encubierto) como prolegómeno al ataque que se llevaría a cabo el 16 de enero de 1991. No olvidemos que entre medio de estos preparativos, los estadounidenses hicieron fracasar todas las conversaciones desestimando cualquiera de las propuestas de Bagdad y de otros países. En resumen ganar tiempo era el objetivo. Fue a instancias de la aquella funcionalidad de Naciones Unidas como Washington, con el apoyo de armadas de terceros países, que Washingotn logró establecer este primer objetivo estratégico de ahorcar el sustento económico de Iraq.


Asimismo la importancia de controlar el espacio marítimo no solo radicaría en la necesidad de establecer una ruta de aprovisionamiento logística segura para las tropas terrestres que irían acumulándose sino también, una política de control estratégico de todo el espectro más amplia y compleja, que se extiende hasta nuestros días. En ese marco, toda la ayuda posible era bienvenida e inestimable ya que la ocupación marítima era la plataforma sustentatoria de las acciones aéreas y terrestres por venir.


Amen a ello, hasta ese entonces no se tenía plena información de las capacidades antibuque de los sistemas iraquíes quienes en apariencia contaban con misiles costeros (Chinos y franceses) y baterías costeras fijas que podrían complicar en alguna medida las tareas de la Armada de EEUU. En lo referente a la capacidad de la Armada iraquí, poco había para considerar como una amenaza real aunque si, con los buques capurados a la pequeña armada real kuwaití que se hallaba compuesta por lanchas misilisticas modernas (Lanchas “Lürssen FPB-57”) que además de veloces, tenían montados misiles MM-40 “Exocet”.


VII Flota camino al Golfo Pérsico 1990

Con anterioridad y hasta 1990, EEUU tuvo límites en el control marítimo del Golfo Pérsico dedicándose a custodiar a los superpetroleros de los ataques iraníes. El confuso incidente del “USS-Stark” en 1987 dejo en claro los riesgos existentes. Solo Arabia Saudita proveía una cooperación apática y limitada a los movimientos estadounidenses, justificados en su interesado apoyo a Iraq contra Irán. Y no hay que perder de vista que dicho apoyo no estaba centrado en el “peligro del chiismo” o la “virulencia revolucionaria” de Khomeini promocionado con entusiasmo por los medios occidentales, no nada de eso. Lo único que querían los monarcas de la Casa real Hachemita era continuar gozando de sus privilegios y opulencia que proveía las ganancias del negocio del petróleo del cual participaban las Corporaciones y empresas estadounidenses entre las que se contaba “Arbusto Oil Energy.Co”.


Para cuando el 2 de agosto de 1990 estalló la crisis, la flota estadounidense en la zona bajo el comando COMMIDEASTFOR, no estaba a la altura de las circunstancias y hasta tanto se trasladara la VII Flota al Golfo Pérsico, convocar a una Coalición naval multinacional cubriría el vacío que se sumaría junto aquella a las primeras instancias de las operaciones tácticas de bloqueo contra Iraq. Hasta tanto llegara la VII Flota, la flota del “Medio Oriente” realizaría las tareas de interceptación junto a los aliados que iban llegando.


Como puede verse, el celo de EEUU por centrar sus esfuerzos en consolidar un pilar naval en aquella oportunidad, estaba preconcebido. Fue por ello que Washington permitio a Iraq el acceso irrestricto de armamento terrestre y aéreo pero casualmente nunca alentó el crecimiento y modernización de su pequeña flota. Seguramente bajo el argumento de que la Armada de EEUU protegería su litoral contra las amenazas iraníes, convenció a Bagdad de no preocuparse por construir un poder naval propio. Como vimos, ello fue un error fatal para Iraq.


Pero fue este paulatino dominio del mar en el Medio Oriente y en particular del Golfo Pérsico que permitió a los EEUU, establecer el primer escalón de sus objetivos geopolíticos y estratégicos en la región, como hemos visto planificados con antelación siendo la Armada el factor gravitante para concretarlos.




La Guerra del Golfo Pérsico de 1991 fue, según el presidente Bush, sobre "más de un país pequeño; es una gran idea; un nuevo orden mundial", con "nuevas formas de trabajar con otras naciones ... solución pacífica de disputas, solidaridad contra la agresión, arsenales reducidos y controlados y trato justo a todos los pueblos ”. No mucho después de la guerra, sin embargo, el flujo de palabras de la Casa Blanca sobre un nuevo orden mundial se redujo a un goteo.

Al igual que los catorce puntos de Woodrow Wilson o las cuatro libertades de Franklin Roosevelt, la gran retórica de George Bush expresó los objetivos más importantes para el apoyo público cuando un estado democrático liberal entra en guerra. Pero después de la guerra, cuando la realidad se entrometió, los grandes planes se convirtieron en una carga. Se llevó a la gente a comparar el resultado imperfecto de la guerra con un ideal imposible. El estándar adecuado para el juicio debería haber sido cómo sería el mundo si Saddam Hussein se hubiera quedado.

11/11/20

MENSAJE DEL DIA DE LOS VETERANOS A LA FUERZA DE EE.UU





Del Vicealmirante John B. Mustin, Jefe de la Reserva de la Marina.

El Vicealmirante del Jefe de la Reserva de la Armada John Mustin entrega el mensaje del Día de los Veteranos a la fuerza de Reserva.






Saludos Compañeros de Nave. Hoy celebramos el Día de los Veteranos. Para mis compañeros marineros de reserva, cada uno de nosotros está conectado de manera única por nuestros recuerdos compartidos, nuestro servicio compartido y nuestro compromiso compartido con nuestro país. Para nosotros, este no es un día libre del trabajo. No es una gran venta en el centro comercial ni una excusa para ir a la playa. Es una ocasión solemne, un día reservado al recuerdo, la reflexión, la oración y el agradecimiento.




           




En nombre de toda la Reserva de la Armada, honramos a todos los estadounidenses que han servido en el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Infantería de Marina, la Fuerza Espacial y la Guardia Costera, en tiempos de guerra y paz, y brindamos el debido respeto a los estadounidenses que han fallecido. la antorcha de la libertad de una generación a la siguiente, particularmente aquellos que hicieron el máximo sacrificio.

El Día de los Veteranos se originó como el "Día del Armisticio" el 11 de noviembre de 1919, el primer aniversario del fin de la Primera Guerra Mundial. El Congreso aprobó una resolución en 1926 para una observancia anual, y el 11 de noviembre se convirtió en un feriado nacional a partir de 1938. El Día de los Veteranos ocurre el 11 de noviembre de cada año en los Estados Unidos en honor a la “Undécima hora del undécimo día del undécimo mes” de 1918 que marcó el final de la Primera Guerra Mundial, conocido como Día del Armisticio. En 1954, el presidente Dwight. D. Eisenhower cambió oficialmente el nombre de la festividad del Día del Armisticio al Día de los Veteranos. El Día de los Veteranos conmemora a los veteranos de todas las guerras.

Durante 245 años, en tiempos de guerra y paz, nuestros hombres y mujeres en uniforme dieron un paso al frente para defender a nuestros conciudadanos y al país que aman. Ellos asumieron una gran responsabilidad y vivieron con los más altos estándares de deber y honor, y hoy les damos las gracias. Y le damos la gracias a todas las Naciones de la Coalición del Golfo Persico año 1991.

Hoy vivimos tiempos desafiantes. Además de la pandemia de COVID-19, vivimos en una era de competencia de gran poder, que requiere que todos los marineros de reserva mantengan los niveles más altos de preparación, tanto para la movilización como para contribuir a la guerra, listos para responder al llamado de la nación, en un momento darse cuenta. Para luchar esta noche y ganar, si la nación lo exige. Como miembros de la Reserva, debe hacer esto al mismo tiempo que aborda las demandas de su profesión civil y las necesidades de las familias que ama.

Somos, por diseño y necesidad, una fuerza que debe estar "lista para ganar". Es nuestro compromiso con nuestra nación que cada uno de nosotros esté capacitado, disponible y listo para ganar en el instante en que lleguemos a la estación. Honraremos a nuestros veteranos estando listos ahora, listos siempre.

Por último, gracias a todos los miembros del Equipo de Reserva de la Marina por sus sacrificios y contribuciones, ya sea aquí en casa o fuera de rango. Estoy increíblemente orgulloso de todos ustedes y espero verlos en la Flota.

Todos tenemos mucho que hacer. ¡Ahora, pongámonos ocupados!

El Vicealmirante Mustin envía un gran saludos


2/11/20

SOMOS O NO SOMOS VETERANOS DEL GOLFO PERSICO, PARA EL CONGRESO NACIONAL Y POLITICA EXTERIOR





TEMARIO

1. ANTECEDENTES

2. CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS

3. MISIÓN

4. UNIDADES NAVALES EMPLEADAS

5. DERROTERO

6. AMENAZAS

7. RESULTADOS



FOTO: Helicóptero Chinook sobre la cubierta del Destructor ARA Almirante BROWN.





Antecedentes

En la madrugada del 02 AGO, 1990, las tropas Iraquíes invadieron el Emirato Kuwaití. 

Las poderosas FFAA armadas iraquíes aniquilaron la resistencia kuwaití y anexaron al Emirato a su territorio. 

La respuesta internacional no se hizo esperar, y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizó la creación de una Fuerza Multinacional para reestablecer la independencia de Kuwait, en los términos del Cap. VII de la carta de la ONU. Esta resolución no tenía precedentes.

 Las resoluciones fueron: 661/90 (imposición del embargo total a Irak), 665/90 (autorización al uso de la fuerza para imponer sanciones económicas) y 678/90 (autorización al uso de la fuerza militar para liberar Kuwait).


El Operativo Alfil fue la participación de la ARA, en la ejecución de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra IRAK en 1990 en el marco de la Operación Escudo del Desierto (fase 1) y tormenta del Desierto (fase 2).

En merito a lo expuesto, solicito que acompañen con su voto el presente Proyecto de Ley.- 

Posición de los Buques de Guerra en el Golfo Pérsico fue Latitud 27°,7505 Norte y Latitud 50°,6834 Este

FOTO: Aviones F-18 estacionados en Arabia Saudita.





CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS





UBICACIÓN RELATIVA








El Golfo Pérsico es un gran golfo marino de poca profundidad (30 m de media) situado entre Irán y la Península Arábiga. Constituye una extensión del Océano Índico.


Esta masa de agua de 251 000 Km2 está conectada con el Mar Arábigo al este mediante el Estrecho de Ormuz y el Golfo de Omán.




Baña las costas dé Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Bahréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Omán.


Con una longitud de un millar de km y una anchura de 200 a 300, el golfo Pérsico es casi un mar cerrado, cuya profundidad máxima es apenas de 50 metros. Recibe menos agua de los cursos fluviales de Irán e Irak, que se pierde debido a la evaporación.





MISIÓN

Durante la Operación Escudo del Desierto (hasta el 15 ENE 1991), la misión era de control del tránsito marítimo e Imposición del embargo de materiales, mercadería y carga que fuesen o proviniesen de Irak o Kuwait.


Desde el 15 ENE 1991, la misión se amplió al mantenimiento de las líneas de comunicaciones marítimas para las fuerzas de la Coalición, patrulla del área en soporte de dichas fuerzas y escolta del tren logístico desde Omán hasta la costa kuwaití, donde estaban en estación permanente los buques capitales (portaaviones, cruceros, porta helicópteros) de la coalición.


UNIDADES NAVALES EMPLEADAS


La participación de la ARA se constituye con 500 hombres en 2 corbetas, 1 destructor, 1 buque de carga, 2 aviones de transporte y 2 helicópteros, dividido en 2 Grupos de Tareas: el GT 88.0 y el GT 88.1.


Despedida del GT 88.0 en la Base Naval Puerto BELGRANO




GT 88.0

Destacado a las órdenes del capitán de navío Eduardo Alfredo ROSENTHAL, estuvo compuesto por:

El Destructor Misilístico Clase MEKO 360H2 ARA Almirante BROWN (D-10).




FOTO: Destructor ARA Almirante BROWN.




Corbeta Misilística Clase MEKO 140A16 ARA SPIRO (P-43).



FOTO: Corbeta ARA SPIRO






2 helicópteros SA--16B ALOUETTE III 

(matrículas 3-H-109 y 3-H-112).



FOTO: Helicóptero SA-316B ALOUETTE III.






GT 88.1

En Febrero de 1991 partió un nuevo GT a relevar al GT 88.0. Este nuevo GT, estuvo al mando del CN D. Rodolfo Hasselbag. Dicho GT tuvo una composición distinta por la evolución de la situación militar, se prefirió cambiar al Destructor del Grupo (en este caso, el ARA La Argentina, [D-11]) por un transporte cargado con medicinas, alimentos y material de ayuda humanitaria. El grupo se constituyó por:


Corbeta Misilística Clase MEKO 140A16 ARA (P-42) Rosales (FOTO).






Transporte Clase Costa Sur ARA Bahía San Blás (FOTO).





Fuerzas Navales de la Coalición (12): Argentina, Australia, Bélgica, Canadá, EEUU, Francia, Holanda, Italia, Dinamarca, España, Noruega y el RUGB.





ZONA DE OPERACIONES NAVALES



Entre el 15AGO1990/15ENE91 la fuerza multinacional intercepto 6000 buques mercantes, de las cuales 560 las realizo el GT 88.0

Esto resulto de la ubicación asignada al GT 88.0

Mientras que las tareas de escolta a los buques de la cadena logística se realizaron en su tercer tramo, desde la zona del Comando de la Fuerza Logística hasta la Zona de Portaaviones.









AMENAZAS




Existieron cuatro tipos de amenazas: Aérea, de superficie, de minas y terrorista. Ademas siempre estaba presente la amenaza de ataques QBN, tanto en el Mar como en Puerto.

Amenaza Aerea: la principal amenaza estaba materializada por el misil antibuque AM-39 EXOCET, transportado por el vector Dassault Mirage F-1EQ de la Fuerza Aerea Iraqui, la cual luego de sufrir cuatro derribos a manos de los aviones interceptores de la coalicion dejaron de actuar sobre las aguas del Golfo.





Antecedente de Ataque con Misil Exocet.

Ataque al USN STARK FFG 31 (1987), este acto fue llevado a cabo por la Fuerza Aerea Iraqui, empleando 2 misiles antibuque AM-39 EXOCET causando 37 muertes.






El USN STARK FFG 31, navegaba en las Aguas del Golfo haciendo de escolta de Superpetroleros Sauditas.





Amenaza de Superficie: estaba materializada por la existencia de naves de la Armada de Irak y Kuwait que fueron neutralizadas entre el 29ENE/02FEB91 durante la Batalla de Bubiyan donde las Armadas de EEUU, RUGB y Canadá interceptaron a los Buques que trataban de escapar del Golfo.





quedando un centenar de embarcaciones civiles (DHOWS) con capacidad de efectuar acciones ligeras contra unidades navales y mercantes, por medio de armamento portatil como lanzacohetes y misiles.





DHOWS: embarcaciones tradicionales del Golfo Persico, de madera, livianas y de motores muy potentes.




Amenaza de minas: representado por los presumibles campos sembrados frente a la costa Kuwaiti, dio paso con el tiempo, a la mayor probabilidad de accion de minas a la deriva por el efecto combinado de errores en el fondeo, accion del mar y la premeditada diseminacion de las mismas.





El 19FEB91 los buques Norteamericanos Trípoli (Buque Anfibio) y Princeton (Fragata misilistica) son afectadas por las minas iraquíes.






Mapa de las Principales Zonas minadas





Amenaza Terrorista: el ataque terrorista mantuvo un perfil bajo pero constante a lo largo de todos esos meses en el Teatro de Operaciones, durante las breve permanencias en Puerto, se mantuvieron guardias adecuadas en cubierta, una permanente vigilancia de las aguas de la dársena y un control estricto a los accesos de los muelles con la colaboración de las autoridades locales.


La GT 88.0 en el Puerto de FUJAIRAH (EMIRATOS ARABES UNIDOS)








RESULTADOS


Resultados de las Op(s) del GT 88.0

El D-10 Almirante BROWN Navegó más de 25000 MN.

La P-43 SPIRO Navegó más de 23000 MN.






Las estadísticas totales conjuntas.

Interceptaciones: 570.

Misiones de escolta: 17, estas misiones implicaron que el GT abriese 4 veces fuego.

La sección destacada de la EA1H realizó 67 vuelos. Un accidente operativo (falla de turbina), afortunadamente sin víctimas, redujo el parque aéreo del GT a un solo aparato. La aeronave accidentada fue rescatada pero se consideró su reparación demasiado onerosa.






SA-316B ALOUETTE III Matricula 3-H-112.






Dado de alta el 1/7/1978, como 3-H-112, tomó parte de la Guerra del Golfo entre septiembre y noviembre de 1990, a bordo del destructor Almirante Brown, cayó al mar en el golfo Pérsico el 2/11/1990, recuperado y reparado, dado de baja el 2/12/2009, desde el 2011 preservado en el Museo de Aviación Naval.






Resultados de las Op(s) del GT 88.1

La P-42 cumplió misiones de patrullaje y escolta, agregada al comando naval multinacional. Dicha nave logró unas 326 intercepciones. Posteriormente, realizó maniobras combinadas con las Armadas Española, Inglesa y Estadounidense. La Rosales recibió apoyo logístico de buques Franceses y Australianos.



FOTO: Chinook sobre la cubierta del Corbeta ARA Rosales.







La orden de regreso del GT 88.1 fue emitida el 23 MAY 1991. Su arribo se produjo en Buenos Aires en JUL 1991. Para el 02 AGO de 1991, la misión del GT 88.1 estaba finalizada.




FOTO: Corbeta ARA Rosales escoltando al USN Stern.








MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCIÓN.



1/11/20

SCHIARETTI Y LA MISION DIFERIDA DE LA GUERRA DEL GOLFO



La benevolencia financiera del emir de Kuwait se explica por su enorme agradecimiento a la Argentina -entre otras tantas naciones- por haber participado de la coalición internacional que liberó al país en la llamada Guerra del Golfo Pérsico, librada durante el segundo semestre de 1990 y los primeros meses de 1991.





El gobernador Juan Schiaretti acaba de firmar un contrato en Kuwait para financiar la construcción (un tanto paradojal, considerando el origen de los fondos) de seis acueductos troncales en la provincia de Córdoba.

Las condiciones de financiamiento obtenidas son, decididamente, extraordinarias: 50 millones de dólares, 24 años de plazo, cuatro años de gracia y una tasa de interés del 3%. Si se considera el riesgo país que ostenta la Argentina por estos días, podría especularse con que algún jeque kuwaití se haya equivocado de papeles.

Pero no, no es ningún error. La benevolencia financiera del emir de Kuwait se explica por su enorme agradecimiento a la Argentina -entre otras tantas naciones- por haber participado de la coalición internacional que liberó al país en la llamada Guerra del Golfo Pérsico, librada durante el segundo semestre de 1990 y los primeros meses de 1991.

El 2 de agosto de 1990,el ejército de Saddam Hussein invadió Kuwait pretextando antiguas reivindicaciones territoriales. El entonces presidente George Bush organizó, rápidamente y bajo el paraguas de las Naciones Unidas, una coalición internacional para enfrentar al dictador iraquí y liberar al pequeño reino de su yugo. Carlos Menem, entreviendo una oportunidad histórica para reposicionar a la Argentina en el mundo occidental, decidió unirse la entente y ordenó el envío del 
destructor ARA Almirante Brown y la corbeta ARA Spiro para que integraran la fuerza multinacional (como nota de color, el operativo fue denominado “Alfil”). Su gesto fue debidamente reconocido, tanto por Bush como por el jeque Yaber Al-Ahmad Al-Yaber Al-Sabah. 

El estadounidense y el argentino fueron los invitados más celebrados por los kuwaitíes en los fastos del décimo aniversario de la liberación, llevados a cabo en febrero de 2001.
Algunos años después de la guerra, Kuwait decidió establecer una línea de créditos especial como un gesto hacia los países árabes en desarrollo que habían integrado la coalición y, por gratitud, la extendió a la Argentina. Aunque esta línea estuvo disponible desde principios de siglo, prácticamente nadie la utilizó. Germán Kammerath, en los albores de su mandato como intendente, llevó a cabodecididas gestiones para obtenerla, pero la crisis de finales de 2001 pulverizó cualquier posibilidad de endeudamiento, por más benéfica que ésta hubiera resultado.


Para un país como el nuestro, el hecho de que exista un préstamo blando esperando durante tanto tiempo y que casi nadie lo haya gestionado es, cuando menos, un desatino, especialmente considerando las circunstancias que rodearon la decisión kuwaití. 


En la Guerra del Golfo, tanto la Argentina como su presidente jugaron cartas fuertes, del tipo que comúnmente no se arriesgan. Colaborar con una fuerza de tareas internacional dispuesta a entablar combate con las fuerzas armadas iraquíes no era una agenda estrictamente nacional, ni sus beneficios evidentes en lo inmediato.
Vale destacar que, más allá de que las unidades de la Armada se limitaron a tareas de patrullaje y brindar cobertura al tren logístico que abastecía las fuerzas en el teatro de operaciones, lejos de la batalla terrestre, la decisión de Menem significó el reingreso del país a la escena internacional, un talante que el riojano mantuvo a lo largo de sus diez años de gobierno. 

La reciente (y, por cierto, magnífica) reunión del G20 en Buenos Aires es, si se quiere, el certificado póstumo de aquellos años en los que Buenos Aires se coddaba con las principales potencias del mundo.
No es casual que uno de los advertidos de esta posibilidad crediticia haya sido Schiaretti. El gobernador está empeñado en llevar adelante un ambicioso programa de infraestructura y en gestionarlo sin fisuras.

 Detrás de esta “política del cemento” se esconden recursos provenientes de fuentes diversas, la mayoría de ellas fruto de créditos y colocación de deuda, sin dejar de mencionar a una serie de compromisos financieros de la Nación que, por ahora, no se han cumplido.

La oposición suele advertir por el nivel de endeudamiento que esta política supone. No obstante, y aunque sea razonable preocuparse por los pasivos -especialmente cuando lo que se intenta es reemplazar al gobernador el año próximo- no debe olvidarse que, por definición, la obra pública es intergeneracional, es decir, que su goce no estará circunscripto a quienes la disfrutarán en lo inmediato. Esto es bastante básico, y es de suponer que hasta los críticos de Schiaretti aceptan el principio, aunque, tácticamente, deban callarlo.

La gran dificultad, sin embargo, no deviene en reconocer esta característica, sino en las condiciones financieras de los montos que se comprometen. No es lo mismo un crédito de un organismo multilateralque la colocación de deuda en divisas extranjeras a través de un bono provincial. 

Como siempre, en la decisión de utilizar uno u otro mecanismo pesan muchos factores, entre ellos el tiempo. Así, las condiciones ventajosas que ofrece, por ejemplo, el BID, suelen estar penalizadas por una serie de procedimientos que trascienden a un gobierno determinado y que, de tan sinuosos, conspiran contra el corte de cintas en el momento oportuno, cosa que no ocurre cuando se toma deuda en el mercado.

El hecho de contar con un financiamiento como el logrado con Kuwait -claramente uno del tipo político, en el mejor sentido del término y que contrasta vivamente con la “generosidad” de Hugo Chávez hacia su aliado Néstor Kirchner en 2008(3% contra 15% de interés en dólares)- permite calzar lo mejor de dos mundos. No hace falta insistir en que contar con dinero fresco y barato para ejecutar obras de infraestructura en plazos acotados es el sueño de cualquier gobernante.

En este sentido, debe dársele a Schiaretti la derecha por haber persistido en un insospechado camino iniciado en un conflicto lejano,tanto en el tiempo como en la geografía. Los dinares kuwaitíes estuvieron siempre esperando por los audaces que quisieran salir de la zona de confort financiera.

 Hubo pocos, poquísimos, argentinos que lo intentaron; el cordobés fue uno de ellos. Es, si se quiere, un protagonistade la misión diferida de una política argentina muchas veces vilipendiada y de una guerra que, más allá del petróleo y de los intereses en juego, la comunidad internacional libró exitosamente contra un dictador sangriento.

31/10/20

FUERZA ESPACIAL DE EE.UU LLEGA UN NUEVO MUNDO

 


                              El desierto




En esta imagen publicada por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el capitán Ryan Vickers posa para una foto con su nuevo uniforme tras asumir el cargo en un traslado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos a la Fuerza Espacial de Estados Unidos en la Base Aérea de Al-Udeid, Qatar, el martes 1 de septiembre de 2020. 



DUBÁI, EMIRATOS ÁRABES UNIDOS — La recién formada Fuerza Espacial de Estados Unidos está desplegando tropas en una nueva y vasta frontera: la península arábiga.


La Fuerza Espacial tiene ahora un escuadrón de 20 efectivos destinados en la Base Aérea catarí de Al-Udeid, su primer destino en el extranjero. Esta rama del ejército, creada a instancias del presidente, Donald Trump, es la sexta de las fuerzas armadas estadounidenses y la primera que se crea desde la introducción de la Fuerza Aérea en 1947.


El proyecto ha provocado escepticismo en el Congreso, sátira en Netflix y, debido a un logo muy similar, bromas sobre “Star Trek” y batallas intergalácticas.


Es posible que en el futuro se libren guerras en el espacio, pero el desierto árabe ya ha visto lo que los expertos describen como la primera “guerra espacial”, la operación Tormenta del Desierto de 1991 para expulsar a fuerzas iraquíes de Kuwait.




Estados Unidos afronta ahora nuevas amenazas en la región, del programa iraní de misiles y de los esfuerzos por piratear e inutilizar los satélites.


“Empezamos a ver a otros países que son extremadamente agresivos preparándose para llevar el conflicto al espacio”, dijo a The Associated Press el coronel Todd Benson, director de las tropas de la Fuerza Espacial en Al-Udeid. “Tenemos que poder competir y defender y proteger todos nuestros intereses nacionales”.


En una ceremonia celebrada este mes en Al-Udeid, 20 miembros de la Fuerza Aérea flanqueados por banderas estadounidenses y grandes satélites entraron en la Fuerza Espacial. Pronto se les sumarán más efectivos para formar una unidad de “operadores espaciales clave”, que gestionarán satélites, seguirán la pista de maniobras enemigas e intentarán evitar conflictos en el espacio.


“Las misiones no son nuevas, y la gente no es necesariamente nueva”, dijo Benson.


Eso preocupa a algunos legisladores estadounidenses, que ven la nueva rama, con sus planes de tener 16.000 efectivos y un presupuesto de 15.400 millones de dólares en 2021, como un proyecto capricho de Trump antes de las elecciones presidenciales de noviembre.


Las preocupaciones sobre la militarización del espacio exterior existen desde hace décadas. Pero conforme aumenta la competencia por el espacio, expertos militarse han defendido la necesidad de crear un cuerpo espacial para defender los intereses estadounidenses.


Las amenazas de países rivales han crecido desde la Guerra del Golfo en 1991, cuando el Ejército de Estados Unidos utilizó por primera vez coordenadas GPS para indicar a las tropas dónde estaban en el desierto cuando expulsaban de Kuwait a las fuerzas del dictador iraquí Saddam Hussein.


Benson rechazó identificar a las naciones “agresivas” que monitorearán y quizá combatirán sus tropas. Pero la decisión de desplegar personal de la Fuerza Espacial en Al-Udeid sigue a meses de tensiones en alza entre Estados Unidos e Irán.


La hostilidad entre los dos países, desencadenada por la retirada unilateral de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, subió de nivel en enero cuando las fuerzas de Estados Unidos mataron a un importante general iraní. Irán respondió lanzando misiles balísticos contra soldados estadounidenses en Irak.


La Guardia Revolucionaria iraní, un cuerpo paramilitar, lanzó esta primavera su primer satélite al espacio, revelando lo que los expertos describen como un programa espacial militar secreto.


El gobierno de Trump ha impuesto sanciones a la agencia espacial iraní, a la que acusa de desarrollar misiles balísticos amparándose en un programa civil para poner satélites en órbita.


Las potencias mundiales con programas espaciales más avanzados, como Rusia y China, han hecho progresos más amenazantes, según las autoridades estadounidenses. El secretario de Defensa, Mark Esner, advirtió el mes pasado de que Rusia y China estaban desarrollando armas que podrían derribar satélites estadounidenses, con el potencial de crear peligrosa basura espacial y dejar fuera de servicio celulares y previsiones meteorológicas, así como drones estadounidenses, cazas, portaaviones e incluso equipos que controlan armas nucleares.


“El Ejército depende mucho de las comunicaciones, la navegación y el sistema global de alertas de misiles por satélite”, indicó el capitán Ryan Vickers, recién nombrado miembro de la Fuerza Espacial en Al-Udeid.


Las tropas estadounidenses, añadió, utilizan coordenadas GPS para rastrear a los barcos que pasan por cruciales rutas navieras en el Golfo Pérsico “para asegurarse de que no entran en las aguas internacionales de otros países”.


El Estrecho de Ormuz, la entrada al Golfo Pérsico y por donde pasa el 20% del crudo mundial, ha sido escena de encuentros tensos, en los que Irán detuvo barcos afirmando que habían entrado en sus aguas. Una señal interrumpida o errónea podría provocar una confrontación.


Se cree que Irán interfiere desde hace años con las señales de radio y satélite para impedir que medios extranjeros en farsi lleguen a la república islámica, donde la radio y la televisión están controlados por el estado.


La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) ha advertido que los vuelos comerciales que sobrevuelen el Golfo Pérsico pueden sufrir interferencias en sus comunicaciones provocadas por Irán. También barcos en la región han reportado comunicaciones de actores desconocidos que afirman falsamente hablar desde buques estadounidenses o de su coalición, según las autoridades estadounidenses.


“No es tan difícil de hacer, pero hemos visto a Irán y otros países volverse muy eficientes en hacerlo a gran escala”, dijo Brian Weeden, veterano de la Fuerza Aérea y director de planificación de programa en la Secure World Foundation, que promueve usos pacíficos del espacio exterior. “Hay una preocupación de que Irán pueda interferir con comunicaciones militares de banda ancha”.


En respuesta a preguntas de AP, Alireza Miryousefi, un portavoz de la delegación iraní ante Naciones Unidas, dijo que “Irán no tolerará interferencias en nuestros asuntos, y de acuerdo con el derecho internacional, responderá a cualquier ataque a nuestra soberanía”. Añadió que Irán ha sufrido numerosos ciberataques de Estados Unidos e Israel.


Mientras no haya un acuerdo convencional que prohíba que armas convencionales como misiles balísticos disparen desde el espacio, la militarización sólo irá en aumento, dijo Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas, con sede en Washington. Rusia y China ya han creado divisiones de fuerzas espaciales, y el repentino interés de la Guardia Revolucionaria en el lanzamiento de satélites ha aumentado la preocupación de Estados Unidos.


Aun así, las autoridades estadounidenses insisten en que el nuevo despliegue de la Fuerza Espacial pretende asegurar los intereses estadounidenses, no desatar una carrera armamentística fuera de la Tierra.


“El Ejército estadounidense querría ver un espacio pacífico”, dijo Benson, director de las tropas de la Fuerza Espacial desplegadas en Qatar. “El comportamiento de otros es lo que nos ha llevado a este punto”.