7/12/15

“CÓNDOR II EN EL GOLFO: EPILOGO”


VETERANOS DE AYER

Cómo una idea argentina, que se desarrollo a expensas de mucho esfuerzo, tras ser desechada por su gobierno, termino siendo una fuente de ganancias siderales para la industria de los misiles balísticos


Por Charles H. Slim y Dany Smith


Habíamos visto anteriormente, que en la mayoría de los casos cuando los gobiernos han involucrado a sus países en situaciones incomodas como son los conflictos bélicos, sus ciudadanos son los principales desinformados sobre lo que realmente ocurre y ocurrió durante aquel. La excusa que más se ha escuchado para argumentar esta situación ha sido que “el pueblo no entiende de los importantes temas del estado” o definiciones similares. Ese oscurantismo informativo que se vincula con uno de carácter político y burocrático de los estados occidentales, fue consagrado en una institución casi misteriosa e inescrutable por los gobiernos anglosajones.


Cuando nos remontamos a la primera guerra del Golfo Pérsico, la opinión pública solo tuvo acceso a un pobre porcentaje de la información que además de porvenir de una sola fuente, era supervisada y autorizada por un comité militar estadounidense. Cuando se desató el conflicto, fue fácil para la estructura desinformativa a cargo de un área específica de la inteligencia militar, dar una versión que fuera conveniente y conforme a las directivas políticas de Washington. Pero la etapa previa al conflicto y en especial a las incumbencias que habían tenido los principales actores en todo ese devenir, no era posible ocultarla.


En aquel marco y antes de que Iraq pasara a tener un protagonismo crucial en el mapa informativo mundial, había una situación geopolítica y geoestratégica muy diferente a la que surgió luego de 1991. Con la guerra de Irán e Iraq fogoneada por Washington y financiada por los petrodólares de los estados del golfo, florecieron los más horrorosos y nuevos ingenios bélicos del campo militar; pero a su vez, los más lucrativos y millonarios negocios armamentísticos de finales del siglo. La magnitud de las transacciones y de los intereses que se movían en torno a la continuidad de dicha guerra había convertido al terreno de ambos países en polígonos de tiro y prueba de las armas de las grandes multinacionales de la industria de armamentos. Tan benéfica era para las arcas de las corporaciones y de los gobiernos occidentales, que si había posibilidades de un alto al fuego entre las partes, un episodio sorpresivo reactivaba las hostilidades.


Los principales vendedores de armas de ese entonces como eran EEUU, la URSS y algunos europeos, dieron mucho de sus producciones para que Iraq prevaleciera en el campo de batalla que, dicho sea de paso, se extendía a las ciudades más populosas y alejadas. De esta manera, desde Washington hasta el más penoso miembro de la OTAN (1) podía vender a dos bandas sus armas, obviamente de ciertas características y a un tope limitado. En ese marco y mientras Washington clamaba por los canales públicos el peligro “iraní” y apoyaba a Iraq por su lucha contra “la amenaza de la revolución chiita” proveniente de Irán, por detrás y en secreto, vendía armas a Teherán hasta que, tras un traspié de la CIA, fue descubierto causando una de los primeros escándalos ante los ojos de la opinión pública sobre las incongruencias de la política exterior norteamericana (2). Este suceso era tan truculento y sucio, que más que el tráfico de armas, se asemejo a una operación de ampones de poca monta intercambiando drogas por armas.


Pero en los más altos niveles del desarrollo de armas, los negocios más importantes y clasificados estaban involucradas industrias tecnológicas de muy alta calidad y cuyos productos no podía acceder cualquier país salvo, que hubiera un salvo conducto de alguno de los grandes patrones de la bipolaridad de aquel entonces.


En esa época como en la actualidad, la industria de las armas sigue siendo el negocio negro más lucrativo y peligroso del mundo y prueba de ello es como gobiernos e incluso países enteros han sido devorados por mafias locales conectadas por grandes empresas de armas.


Pero como bien decíamos, no cualquiera podía ingresar al selecto club de los países desarrolladores de tecnología bélica y menos aún, los que experimentaban en el área de los misiles balísticos.


Increíblemente y para la sorpresa de muchos, tal como lo habíamos presentado anteriormente (3) Argentina tenía su presencia tácitamente protagónica en aquel selecto club de los altos desarrolladores militares que oficialmente Washington alegaba como preocupante pero que, al mismo tiempo y tras bambalinas estimulaba mediante sus socios árabes, enfocados en esfuerzos aunados en la lucha contra la “revolución iraní”.



Según la posición oficial de la Casa Blanca y del Departamento de Estado de entonces, veían con preocupación el desarrollo del “Misil Cóndor 2” (4) como un vector orientado a llevar una ojiva nuclear, dado que Argentina poseía durante el gobierno de Alfonsín –y bastante a duras penas- un desarrollo en el área bastante adelantado pese, a las restricciones que aquel gobierno comenzó a implementar. Pero quienes realmente estaban preocupados eran los británicos y los israelíes quienes cada uno por causas bastante claras, no querían a una Argentina con semejante poder.


Desde esta posición se argumentaba que, Argentina podría representar un serio peligro para la seguridad regional por lo que se la debía presionar para que abandonara sus desarrollos en el programa misilistico. De esta manera mediante las presiones de la MTCR y de las continuas sugerencias vertidas por los canales diplomáticos –que redundaban en beneficio de Londres- no fue difícil asustar al gobierno de Raúl Alfonsín para que a mediados de 1989 y definitivamente, Argentina se retirara del proyecto pero, dejando todo su material intelectual, sus cálculos y los diseños en los talleres montados en Egipto e incluso en Iraq.


Tras este logro, los estadounidenses mantuvieron silencio y la CIA que seguía de cerca los progresos no le comunicó a sus aliados británicos éste desbande argentino por un simple motivo: Había que comprobar si el Cóndor 2, era tan formidable como se lo había descripto. De ese modo, se dejó que los egipcios e iraquíes que estaban comprometidos en tratar de derrotar definitivamente a Irán, concretar y desarrollar la producción de los misiles “Cóndor 2” pero, con reformas y nuevas denominaciones. Según algunos informes de inteligencia de esa época, para finales de 1988 Iraq había lanzado varios de estos prototipos contra instalaciones portuarias iraníes con resultados bastante loables desde el punto de vista del alcance y de de la novedosa guía que llevaban. Por supuesto que Buenos Aires no estaría enterado de estos logros que, para ese momento con el cierre de INTESA S.A. y de las instalaciones del “Chamical”, ya estaban embolsados para los egipcios, los iraquíes y las grandes empresas de tecnología misilistica europeas. Solo para recordar y en una breve reseña, empresas como la Messerchmitt Bolkow Blohm (MBB) de Alemania Occidental y la SNIA italiana –Subsidiaria de la FIAT- habían estado involucradas activamente desde 1985 en el desarrollo de las dos etapas del misil Cóndor que solventaron sus trabajos con fondos provistos por Bagdad y Riad principalmente.


Según las fuentes históricas, la MBB alemana colaboraba con los egipcios pero, recordemos que el proyecto era argentino, lo que, al presionar al gobierno de Alfonsín –que no puso ninguna resistencia- los ingenieros argentinos debieron abandonar sus locaciones en el Cairo e irse sin su proyecto y con la cabeza gacha; obviamente esto represento claramente una clara estafa para la Argentina y de la cual Washington fue el principal orquestador. Y si bien desde Londres se expreso un claro alivio por esto, los israelíes no podían decir lo mismo. La genialidad de los científicos argentinos había pasado a manos de sus enemigos árabes y había posibilidades ciertas de que se extendiera a países islámicos como Irán y Pakistán que son incondicionales aliados de la causa palestina.


Pero lo más insólito de todo esto, era que Argentina no saco ningún tipo de provecho. Es más, cuando Buenos Aires pudo haberse sentado a negociar con Washington para al menos “blofear” sobre sus condiciones para aceptar las pretensiones de destruir un proyecto como el “Cóndor2”, sus políticos tal como si tuvieran alergia –para no decir pánico- a enfrentar la situación, optaron por aceptar todo lo que EEUU imponía. Había sido claramente inverosímil y ridículo, ver como los mejores ingenieros del Cono sur americano, se habían ido con las manos vacías –sin un solo centavo de lo que valía su proyecto- para regresar a su patria sin dinero ni los frutos del trabajo de una década de desarrollo.



Para cuando asume el gobierno el peronismo con Carlos Menem en 1989, para Washington seguía siendo una preocupación –trasladada por Londres- el destino de los conocimientos que tenían los ingenieros argentinos que habían trabajado con sus colegas árabes en el “Cóndor 2” y en las instalaciones que aún –y a muy duras penas- seguían abiertas en “Falda del Carmen”, Córdoba. Asombrosamente, la CIA y las agencias militares de inteligencia no estaban seguros si los argentinos estaban al tanto de lo que los egipcios e iraquíes habían logrado tras su partida. Fue por ello, que se vieron obligados a tratar de obtener información actualizada sobre la situación del desarrollo aeroespacial argentino.


Lejos de las sospechas del Departamento de Estado, encontraron en Menem y sus partidarios una muy buena predisposición para cooperar con, ya no acabar el programa misilistico argentino, sino directamente “su entrega a manos del Pentágono” para su destrucción. En ese sentido y como muestra de buena voluntad, cuando ocurre la crisis del 2 de agosto de 1990, Menem da señales de que pondría a disposición de Washington toda la ayuda a su alcance ante la crisis que se había desatado en el Golfo Pérsico. Fue quizá la mejor oportunidad que el gobierno argentino dejo pasar en forma estúpida; tal vez por temor, tal vez por una avezada – e ilusoria- pretensión de convertirse instantáneamente en un aliado de Washington, Carlos Menen y el entonces Ministro de relaciones exteriores Romero no sacaron el tema como un intercambio de “toma y daca”.


Al mismo tiempo y como si todo estuviera coordinado, unos meses antes de que se desatara la crisis, las empresas europeas vinculadas al proyecto de perfeccionamiento de las capacidades del misil “Cóndor 2” entre otros, que se realizaban en el complejo “SAAD 16” en Iraq, entraban en liquidación y en teoría desaparecería toda la información existente sobre aquellos desarrollos. Con esto y muy convenientemente, cualquier futura reclamación judicial por derechos intelectuales sobre la posible aparición de un misil muy similar al legendario “Cóndor” argentino, quedaba evaporada. Para ese momento, Iraq ya tenía en sus arsenales, varios misiles “Cóndor” pero que habían sido reformados y rebautizados como “Al Bakr I” y su variante naval “Al Bakr II” que tenían un costo de mercado de varios millones de dólares, de los cuales ni Buenos Aires ni sus científicos vieron nunca.


Fue sin dudas en esas jornadas y en medio de esas calientes circunstancias, que los navíos argentinos de la fuerza de tareas 88.1, fueron involuntarios y ciegos testigos de cómo algunos de esos mismos misiles, pasaban a miles de metros por encima de sus cabezas sin saber que habían sido creados por compatriotas unas décadas antes. La madre de las inconsecuencias o más bien, la más terrible ironía hubiera sido si uno de esos misiles hubiera impactado de lleno sobre alguno de los buques argentinos cuando operaban a solo menos de 100 millas de las costas sauditas o les hubieran tomado desprevenidos haciendo puerto en instalaciones tan alejadas como “Al Jubail” en Arabia Saudita, “Bahrein” o “Al Ruwais” en Emiratos Árabes.

Cementerio de Helicopteros en Arizona



Así de esta manera, podemos ver como en una enmarañada cadena de situaciones que se vinieron dando desde la década de los setentas cuando nace el proyecto “Cóndor” , pasando por una etapa de amplio desarrollo en los ochentas propiciado por la participación financiera y operativa de los países árabes –claramente molesta para Londres y Tel Aviv- llegamos a la década de los noventas a un epilogo casi desopilante en el cual y a pesar de la obsecuencia del entonces gobierno argentino, no solo no obtuvo los beneficios que Washington le sopló en el oído a sus pares en Buenos Aires sino que aún peor, una vez que se aseguraron que las reformas hechas por Iraq y que fueron vistas en acción en episodios de esa guerra que quedaron como ULTRASECRETAS, dieron luz verde para que todo rastro de ese proyecto en manos argentinas, fuera destruido a cambio de que Washington le otorgarse unos cuantos viejos aviones A-4Q, algunas piezas de repuestos para helicópteros BELL –sacados de sus cementerios de Tucson y Arizona- y la promesa de bregar para que Buenos Aires fuese admitida tanto en la OTAN como en el Régimen de Control de Tecnología de Misiles (MTCR)

21/11/15

¿Por qué se encuentra la Cuarta Flota de la OTAN en el estrecho de Magallanes?






Video del 1 de noviembre de 2015 desde costanera sur de Punta Arenas Chile, se aprecia e portaaviones George Washigton de la Armada de los Estados Unidos. Sobre la plataforma se aprecian aviones F-18E Superhornet, Helicópteros UH-70 SeaHawk y personal tanto logístico como pilotos. El portaaviones es de propulsiòn nuclear, se cree que vino de la operación UNITAS 2015 donde participó con la Fuerza Aérea de Chile en los ejercicios BlueSky. La tripulación de apoyo esta vestida con colores indican sus funciones en la pista, verde, rojo, amarillo azul se pueden apreciar haciendo diversas tareas asi como pilotos. Las ultimas 24 horas han habido vientos con rachas de 100km/hr por lo que es probable que esta recalada en el Estrecho de Magallanes haya sido por condiciones climáticas.

Artículo de Diario la Prensa Austral:

Lisa Franchetti, contralmirante de la US Navy: “Mucha gente ha dicho que nuestro tránsito por el Estrecho ha sido el día más increíble de sus carreras en la Marina”



En medio de su tránsito desde San Diego, California, hacia Norfolk, Virginia, la fuerza naval norteamericana participó en las costas de Chile, en el Ejercicio Naval Internacional Unitas 2015, en el que participan más de 11 países, con el despliegue de 14 buques de guerra, entre ellos tres norteamericanos y nueve chilenos. “Durante este despliegue hemos realizado una serie de ejercicios que derivan de compromisos bilaterales y multilaterales, orientados a mejorar la interoperabilidad entre nuestras fuerzas y construir relaciones de paz en esta región. Acabamos de completar la fase Pacífico, que fue dirigida por la Armada de Chile, así como un ejercicio bilateral llamado Blue Sky Cinco con la Fuerza Aérea de Chile. Ambos, nos proporcionaron capacitación significativa”, mencionó la contralmirante Lisa Franchetti, quien además de marino, es Licenciada de Periodismo.


– ¿Qué impresión le dio el estrecho de Magallanes y qué significó esta navegación para sus dotaciones?

– “¡El estrecho es absolutamente espectacular! Para mí y la mayoría de los 4.500 marineros a bordo, es la primera navegación por estas aguas. La cubierta de vuelo estaba llena de gente tomando fotografías y disfrutando el hermoso paisaje. Nos causó mucha impresión la salida del sol en horas de la noche, y las majestuosas montañas nevadas. Mucha gente ha dicho que nuestro tránsito por el estrecho ha sido el día más increíble de sus carreras de la Marina”.

– ¿Cuál es su opinión sobre el papel que juega la Armada de Chile en esta parte del mundo?

– “Fuerzas navales altamente capaces como la de Chile sirven como modelo para mejorar la seguridad en la región. La Armada de Chile es muy profesional y un importante socio de la Marina de Estados Unidos. Pudimos ver en Unitas, su liderazgo en la región, que también se ve en Panamax y Rimpac, otros ejercicios navales internacionales donde Chile tiene un rol preponderante. Además, en cuanto a estos días hemos aprendido mucho de la experiencia, conocimiento y pericia de los pilotos de la Armada de Chile que nos ayudaron a navegar a través de estas complejas aguas. Lo mismo al estar navegando junto a la fragata Almirante Riveros, con los que esperamos seguirincrementando las relaciones colaborativas en Unitas Atlántico”.



¿Cuál ha sido su impresión de la bahía de Punta Arenas?

“Este es sin duda uno de los lugares más hermosos en los que he estado. Espero tener la oportunidad de traer a mi familia aquí de vacaciones un día! Quisiera aprovechar para expresar mi agradecimiento a la Armada de Chile y de la Tercera Zona Naval quienes se han esforzado porque nuestro tránsito sea seguro, además de darnos una cálida bienvenida y hospitalidad durante nuestra visita. Los marineros del Grupo de Ataque N°9 de Estados Unidos tendrán maravillosos recuerdos de su tránsito por el estrecho de Magallanes para toda la vida”.


Fuente: http://laprensaaustral.cl/cronica/lisa-franchetti-contralmirante-de-la-us-navy-mucha-gente-ha-dicho-que-nuestro-transito-por-el-estrecho-ha-sido-el-dia-mas-increible-de-sus-carreras-en-la-marina/.

18/11/15

“JUSTO A TIEMPO: SE FRUSTRA LA LLEGADA DE LOS `KFIR´”

“JUSTO A TIEMPO: SE FRUSTRA LA LLEGADA DE LOS `KFIR´”


Como una inconsciente y apresurada compra del gobierno a Israel, fue frustrada por el número tres de la Fuerza Aérea Argentina


Por Pepe Beru
Brig. Mario Roca



Hasta la semana pasada, los aviones “Kfir” de fabricación israelí estaban confirmados para su entrega, lo que había despertado suspicacias en cuanto al posible gobierno que tomará el poder próximamente (1).


Pero sorpresivamente se ha anunciando que dicha entrega se cancela. Esto evidentemente no le hizo gracia a los vendedores israelíes acostumbrados a hacer pingues negocios.


Según se había visto, era una operación que había quedado congelada desde hacía tres años y que por las consabidas políticas y posicionamientos del gobierno de CFK que desagradaban a Tel Aviv, llevaron a un Stand by en la operación que, de pronto y tras el desastre político del candidato pro-gubernamental en las elecciones pasadas, como forma de agilizar definitivamente aquel negocio, llevó a que se pagara por los famosos aviones “Kfir” una millonaria suma a la industria Aeroespacial Israelí (IAI). El número exacto de esta malograda transacción ascendía a nada más ni nada menos que 360 millones de dólares.


Según las fuentes internalizadas en este negocio, los altos oficiales del gobierno K, acatando las ordenes políticas de la Casa Rosada, fueron conminados a la compra inmediata y sin más rodeos de estos “supuestos 14 aviones de alta tecnología israelí”. Pero y tal como lo remarcamos, en apariencias se trataba de esa cantidad y de esa calidad de aviones. Fue por merito de un alto oficial de la Fuerza Aérea argentina que al tomar vista del material y las condiciones que se pretendían por la entrega por aquella friolera cantidad de dólares, decidió que no convenía en lo más mínimo para los propósitos de la defensa ni para el erario de la nación, comprar aviones que no solo no eran en la cantidad anunciada, sino que además no traerían radares, armamento ni repuestos para su mantenimiento. Simplemente, de haberse cerrado esta negociación la Argentina, hubiera recibido un lote de chatarra que no vale ni la mitad del precio exigido.

Avión MIG-31E



Como un dato comparativo a tener en cuenta, si el próximo gobierno pone a oficiales pensantes como Mario Barrio y tiene un ministerio de defensa conducido por funcionarios serios y probos, por la suma pretendida por esos cacharros (360 millones de US $ dólares), los argentinos podrían comprar con creces nada más ni nada menos que una decena de aviones MIG-31E de fabricación rusa (2), cuyo costo por unidad es de 42 millones de euros en el mercado, unos 44 millones de dólares estadounidenses.


Sin dudas de que las capacidades, la tecnología y los detalles técnicos de estos aviones rusos, además de superar a aquellos “Kfir” reciclados, le daría a la argentina una poderosa herramienta para el control soberano de los espacios aéreos y marítimos nacionales, que sin lugar a dudas pondría en serios aprietos a la flota británica y buques que violan constantemente los espacios marítimos argentinos.


De no haber sido por el valeroso cuestionamiento técnico del Brigadier Mario Roca, la Argentina habría caído en una verdadera “engaña pichanga” de la cual, además de quedar guardado bajo la alfombra del encubrimiento político y mediático, traería consecuencias funestas sobre los pilotos argentinos que además de verse obligados a volar aviones “reciclados”, no tendrían lo esencial para el entrenamiento en combate.


El cuestionamiento de Roca habría llegado a tal grado, que para evitar formar semejante operación se alejo de su destino y se refugió en su casa (2).


Entre medio de la conjura de esta verdadera estafa –de la cual los israelíes se habrían destajado de risa por un buen rato- como pudo y con la cara de piedra de costumbre, el ministro de defensa Agustín Rossi solo dio una serie de excusas que lejos estuvieron de ir a la médula de la cuestión, alejándose de explicar las particularidades de aquellos aviones. Igualmente, los medios nacionales dieron cuenta de la actitud de éste oficial argentino que, en un acto de verdadero profesionalismo y valor, se atrevió a decirles que no a sus superiores impidiendo que el estado nacional entregase mucho dinero por un material inservible y sujeto a condiciones inaceptables para las necesidades de la defensa nacional.


Desde el punto de vista de la lógica, el acto del Brigadier Roca se trató de una movida consecuente con las verdaderas amenazas y la hipótesis de conflicto que se mantienen contra el país y que tiene su principal foco en las bases militares británicas de Malvinas y el archipiélago adyacente. Estaba cantado que Tel Aviv jamás proveería sistemas de armas útiles o de capacidades amenazantes para sus grandes aliados británicos.


Solo en la mente de los personajes que trabajan para los intereses de Washington y de Tel Aviv en el país y en la región, podrían aplaudir una estafa como la que éste funcionario militar logro frenar.

13/11/15

“NUEVO GOBIERNO: ¿RUSIA, EEUU O…?



Hacia donde se orientara la geopolítica y el área de la defensa nacional con cualquiera de los dos candidatos a presidente.


Por Javier B. Dal



Próximamente habrá cambios en Balcarce 50 y señales de ello se han venido viendo apenas se conocieron los resultados de la última elección. No pasaron minutos para que las cajas apiladas de documentos y papeles que no conviene que caigan en manos ajenas al FPV, comenzaran a ser abiertas para vaciarlas pacientemente en las trituradoras de documentos e incluso, algunas fuentes, afirmaron que la chimenea de la “Quinta de Olivos” comenzara a ser usada como horno para quemar pruebas incriminantes.


Para los más pensantes dentro de la línea más dura del FPV y de la CAMPORA, todo estaba acabado y era mejor ponerse a blanquear la situación antes de que los adversarios llegaran a ocupar las instalaciones y comenzaran las investigaciones sobre estos doce años de muchos y graves hechos de corrupción. El escenario no podía ser más negro para Cristina que, mientras veía con crispación por TV como el bunker de su candidato era un desierto de desolación vociferaba en el vacio “nadie se va de acá”.


Entre uno de los temas que seguramente estarán poder definir es: Fuerzas Armadas. Un tópico no solo abandonado por el FPV sino duramente atacado durante su gestión, llegando a, prácticamente a desarticular la operatividad de las mismas. Uno de los ejemplos más terribles de esto, es el estado de la Fuerza Aérea que al día que éste gobierno deja el poder, no tiene operatividad por carecer de aparatos y repuestos. Como comparación para observar el grado de deterioro de su capacidad, se puede establecer comparativamente la cantidad de aviones de transporte C-130 que tiene la Fuerza Aérea Boliviana con los que tiene la Fuerza Aérea Argentina. En la actualidad Bolivia posee 15 aviones de transporte C-130 en operaciones mientras que Argentina apenas puede a duras penas, hacer volar cuatro.


Pese a esta paupérrima situación defensiva, la cartera del ministro Agustín Rossi cree haber gestionado una política coherente a los nuevos desafíos que el mundo actual presenta para la defensa nacional, demostrando o una gran ignorancia o una total ineptitud para comprender el peligro de no tomar en serio el planeamiento estratégico para los próximos veinte años.


Con semejantes funcionarios –aficionados en su mayoría- carentes de visión y ambición estratégica, fueron los que hasta hace poco pretendían ser candidatos a presidente creyendo que los argentinos siguen siendo una párvula de ignorantes que no intuyen lo que sucede. Ciertamente que no son estúpidos, tal vez pusilánimes pero jamás idiotas.


Aunque éste gobierno y los que le precedieron han desdeñado el área por prejuicios y por posicionamientos políticos de conveniencia, se sabe –y los políticos lo saben bien- que es una materia que no es para cualquiera y guste o no, hay que ponerse los pantalones largos y gestionar con un sentido común orientado por una política de estado en la que los intereses nacionales están por encima de cualquier partido; pero, ¿Cuál es la política de estado o la geopolítica de Argentina para los próximos veinte años? Pueden estar seguros que, preguntando desde la derecha pasando por el centro hasta la izquierda, nadie tiene la más pálida idea de a dónde debe orientarse el país.


Este pendulismo en la política argentina vuelve las cosas a su comienzo, vinculado a la dependencia y el mediocre papel de seguir a los poderosos de turno. Y es en estas circunstancias que se han conocido estas nuevas adquisiones.



Para algunos, las tratativas que se habían iniciado allá por el 2013 para lograr la adquisición de aviones “Kfir” de fabricación israelí, ha logrado ser confirmada y se entregarían al próximo gobierno, unos 14 aparatos pero, sin las capacidades letales para amenazar a las instalaciones militares británicas en las islas Malvinas. Debe quedar claro que Tel Aviv es un aliado –político, militar y financiero- de Londres, por lo cual, la llegada de este tipo de aviones a la Argentina no es un hecho fortuito ni menos aún bien calculado.


Solo con la seguridad de que los pilotos argentinos no los usaran para agredir a los aviones británicos y previa consulta con Londres, Tel Aviv daría luz verde a esta entrega.


Para tener bien en cuenta, la historia nos dice como los israelíes jugaron a dos puntas con Buenos Aires en momentos que se desarrollaba la guerra en 1982, dándoles a los argentinos por un lado una supuesta ayuda, mediante el envío de aviones F-1C Mirage que debían llegar a Perú y por otro, sus servicios de inteligencia enquistados en la capital, coordinaban operaciones de inteligencia con el MI-6 británico. Solamente con la seguridad de que el próximo gobierno será “pro-británico” se concretaría esta operación.


Entre tanto y yendo a los aspectos más técnicos, según ha trascendido, entre las variantes que se proponían para “reestructurar” la operatividad de la Fuerza Aérea, estaba la compra de los aviones Mirage F-1 españoles, los F-1 franceses, los JF chinos o incluso F-16, éstos últimos absolutamente boicoteados por Londres.


Pero una de las propuestas que en la Casa Rosada nunca se atrevieron a considerar fue la de la adquisición de aviones MIG-31 rusos, lo que apenas llegó a conocimiento del Ministerio de Defensa británico, fue reportado como URGENTE al Foreing office suscitando una fuerte presión por los canales oficiales y extraoficiales sobre el gobierno kirchnerista. Las razones no podían ser más obvias, dado que en capacidades técnicas y operatividad de combate un solo avión MIG-31 puede batirse en el aire contra dos “Panavia tornado” siendo además, por la autonomía de vuelo y la variedad de armas que despliega una amenaza naval de temer. En ese sentido si Moscú lo entregaba con los nuevos “juguetes” de guerra electrónica que hoy por hoy, perturba las operaciones de la OTAN en el Mar Negro, en el Caspio y el Mediterráneo, desataría las protestas airadas de Londres y EEUU.


Lo que si trascendió con bombos y platillos y como adquisición para la Armada serían unos cuatro remolcadores polares rusos que, además de tener un buen uso, no tienen la más mínima capacidad ofensiva.


Con esto se puede comprobar que los “K” tienen de revolucionarios, lo que el café instantáneo lo es al café. El supuesto gobierno y autopromocionado “revolucionario” K, que en teoría orientaría sus negociaciones con gobiernos políticamente afines, lo único que se atrevió a comprar para fortalecer el brazo armado de la república, fueron estos trastos.


La confirmación de la entrega de los aviones israelíes se presenta al mismo tiempo en que se han conocido algunos lineamientos de los funcionarios de “Cambiemos” para el área de la defensa. Según algunos comentarios del posible ministro de justicia Guillermo Montenegro con algunos colegas del muy posible gobierno macrista, se debería reestructurar y cambiar la planificación de las FFAA sugiriendo incluso, el desmantelamiento de las actuales bases navales para submarinos en Mar del Plata para ubicarlas en lugares más australes, algo que en verdad, suena más a fantasías que a un realismo practico del que siempre han carecido los políticos por estos lares. Además, que no queden dudas que si Londres pone el grito en el cielo, Buenos Aires se echara para atrás.


Con la vía libre para que ingresen los aviones israelíes, se está dando una clara señal de la orientación que el país tomara con respecto a las políticas que la Casa Rosada deberá atenerse. Queda claro que cualquiera de los dos candidatos, hará la vista gorda a las inmoralidades del estado de Israel que desangra impunemente al pueblo palestino y comenzaran a estrechar aún más los lazos de cooperación militar y peor aún, con los siniestros servicios de inteligencia Shin Bet y Mossad. Sea Scioli o Macri, el sionismo nacional –nexo necesario con el internacional-forma parte de ambos sectores. También es prueba de que Washington y Londres han dado el visto bueno para esta adquisición ya que, al estar bajo el condicionamiento de mantenimiento, repuestos y asesoramiento técnico israelí, no habrá lugar a posiciones políticas contra los intereses de Tel Aviv.

10/11/15

Argentina fortalece sus relaciones con Qatar




Argentina fortalece sus relaciones con Qatar


AIN.- En el marco de la visita oficial a Qatar, el Vicecanciller argentino, Eduardo Zuain mantuvo importantes encuentros destinados a fortalecer la agenda bilateral con este país.

La reunión de Consultas Políticas entre la Argentina y Qatar posibilitó actualizar los temas de la agenda entre ambos países. El Vicecanciller Zuain presidió la delegación argentina, mientras que la delegación qatarí estuvo encabezada por el Viceministro de Relaciones Exteriores, Mohammed Bin Abdullah Bin Mutib Al Rumaihi, según informó la Cancillería Argentina en un comunicado de prensa.

Los funcionarios expresaron su satisfacción por la consolidación de los vínculos bilaterales y avanzaron en los temas centrales en negociación, conviniendo en incrementar el dinamismo en materia de cooperación técnica, educativa, deportiva, y entre los Institutos Diplomáticos, entre otros. Las delegaciones abordaron una extensa agenda de trabajo e intercambiaron pareceres sobre los desafíos que el contexto internacional actual presenta a las naciones emergentes, y las respectivas situaciones regionales.

Asimismo, coincidieron en reconocer el alto potencial que tiene la relación económica bilateral, y en la necesidad de expandir las bases de los vínculos comerciales mediante la exploración de nichos para el intercambio de productos con mayor valor agregado y el fortalecimiento del papel de los hombres de negocios. En ese sentido, identificaron iniciativas concretas orientadas a profundizar el proceso de asociación binacional.

A su vez, el funcionario argentino agradeció el valioso y proactivo respaldo de Qatar a la posición argentina en la controversia sobre las Islas Malvinas. Al respecto, Zuain explicó los últimos desarrollos ocurridos en nuestras Islas, refiriéndose especialmente a las acciones unilaterales de ilegítima apropiación de recursos naturales que lleva adelante el Reino Unido así como a la política británica de incrementar su presencia militar en el Atlántico Sur.

Zuain le expresó también el reconocimiento de la Argentina por el apoyo catarí al establecimiento de un marco jurídico multilateral para la reestructuración de deudas soberanas.

En el marco de este encuentro, ambos Vicecancilleres ultimaron detalles para la próxima firma de un Memorándum de Entendimiento de Consultas Políticas entre los Ministerio de Relaciones Exteriores, de un Memorándum de Cooperación entre el Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) y el Instituto Diplomático del Estado de Qatar, de un Acuerdo de Cooperación técnica, y de un Memorandum de Entendimiento sobre Cooperación en materia de Educación Superior e investigación científica, cuyo texto se encuentra listo para la firma.

Además de este encuentro de alto nivel, el Vicecanciller argentino mantuvo reuniones con el Director Ejecutivo de la Compañía Minera de Qatar, Muhammad Mubarak Al Shahwani, con el presidente de la Qatari Businessmen Association, Sheikh Faisal Bin Qassim Al Thani, y con el Secretario General del GCGF (Gas Exporting Countries Forum), Dr. Sayed Mohamad Hossein Adeli.

4/11/15

“EL ARMA SECRETA DE SADDAM USADA EN EL TOK”





VETERANOS DE AYER

Entre el mito y la realidad de lo que Iraq guardaba en sus arsenales en la guerra del Golfo en 1991


Por Charles H. Slim


Hace mucho que los efectivos occidentales que regresaron de las campañas militares en el Golfo Pérsico, respiraron aliviados al poder volver en una sola pieza y de no haber sido ellos, muchos de aquellos que terminaron chamuscados por el Napalm, desmembrados por las bombas de racimo o simplemente enterrados vivos en las arenas del desierto por las topadoras rompetricheras inventadas por sus colegas de la infantería de marina.


Igualmente y pese al alivio que mostraron cuando muchos de ellos dejaron entrever al regresar a sus hogares, más relajados fumando un cigarrillo en las cubiertas de sus destructores, un portaaviones o viendo por última vez el amarillo ocre del desierto saudita desde una de los ojos de buey de los aviones de transporte Galaxy rumbo a Alemania y de allí a los Estados Unidos, no estaban al tanto de que con y dentro de ellos, iba un enemigo invisible que se vengaría de sus acciones y que a largo plazo causaría estragos sobre sus organismos y sus familias.


La mayoría de las tropas de tierra, las alas de combate y las tripulaciones de los grupos de tareas en operaciones, fueron completamente desinformados sobre la realidad de lo que ocurría y de lo que estaban recibiendo como respuesta por los ataques que se estaban realizando; y eso solo puede conocerse hoy día, con la variada documentación que se ha ventilado –y la que queda por ventilar- y con la masividad de casos de afecciones de veteranos de aquel conflicto que el Pentágono y el “MoD” (Ministry of Defense) británico, trataron de esconder bajo la alfombra de la historia (1).


A pesar de que las tropas fueron vacunadas con una batería de antídotos contra las principales amenazas químicas y biológicas que se sospechaban en poder de Saddam Hussein, no servían para proteger la salud del combatiente en las operaciones sino más bien, para contra restar o en su caso, neutralizar parcial y temporalmente los efectos a la exposición de estos agentes venenosos. Sencillamente, cada hombre y mujer que estuvo en esas operaciones, fueron literalmente “envenenados” con agentes como el “Soman” y otros derivado tipo “G” que los inmunizaría para que pudieran seguir “funcionando” hasta concretar las operaciones. Por supuesto que eso no causo la muerte inmediata de los vacunados pero si degrado la calidad de la salud de cada hombre y mujer que participó en las operaciones.


Pero a pesar de que ya no se discute que las FFAA de Iraq usaron con un letal alcance estos elementos y que las tropas destacadas en aquel teatro debieron usar sus equipos de NBC –Nuclear, Biological &Chemical- (2), sigue siendo un misterio semi develado, cual fue el vehículo o la vía más sofisticada para que esos elementos pudieran llegar a puntos tan lejanos como fue el puerto de Al Ruwais, en los Emiratos Árabes Unidos, uno de los episodios jamás ventilados por la prensa y menos aún por los informes de la Coalición. Concretamente, cuál fue el misil, la clase o denominación que podía transportar 500kgm de carga con un alcance de 1000kms y que cayó al este de la refinería portuaria en la madrugada del 10 de febrero de 1991 desatando uno de los encubrimientos más grandes que se registrarían en esta guerra.


Para esos momentos, las salidas de aviones y los bombardeos navales con misiles crucero “Tom Hawk” eran constantes y los cielos al norte de la desembocadura del Golfo se podían ver a lo lejos, un horizonte enturbiado con los colores rojizos y negruzco producto del fuego y el humo que estaba consumiendo al territorio de Kuwait e Iraq. Por la noche, los resplandores del fuego antiaéreo y de los incendios en las plataformas marinas en aguas kuwaitíes, pintaban un escenario subrealista. Era sin dudas un espectáculo colorido pero que no tenía nada de agradable para quienes se hallaban en esos lugares.


A pesar de que varios puntos y bases estratégicos de la Coalición estaban relativamente alejados, se produjeron varios episodios que el Comando a cargo de manejar la información y contrainformación para proteger las operaciones, que se denominaba con las siglas CENTIJ, no pudieron evitar que varios testigos pudieran presenciar aquella tremenda explosión. Estos y otras piezas informativas que fueron acalladas en ese momento pero que con el correr de los años han roto el silencio, revelando hechos inusitados e incluso nunca ocurridos para los informes oficiales del “Persian Gulf War Reports”.


A pesar de que varias secciones de las fuerzas navales –especialmente los navíos anclados en la base de Bahrein- se hallaban alejados de los grupos de tareas en las adyacencias de Arabia Saudí y Kuwait, pudieron sentir el rigor de las corridas que provocaba las sirenas de alerta de ataque aéreo con “misiles” provenientes de Iraq. Ahora bien ¿Qué tipo de misil podía llegar a amenazar a las instalaciones de la base más estratégica base que EEUU tenía al momento en el golfo? Para los que no recuerdan bien, previo a que se iniciaran las hostilidades, Saddam Hussein amenazó con utilizar “un arma secreta” que dejaría a los estadounidenses completamente estupefactos. Para los políticos y funcionarios norteamericanos solo eran bravatas y parte de la guerra psicológica que buscaba aterrorizar a la opinión de los ciudadanos estadounidenses que veían por la CNN como sus chicos se involucraría en una muerte segura.


Pero más allá de las risas y las posturas descontracturadas de George W. Bush y su plana mayor mostraban para la TV, apagadas las cámaras de la CNN y en las discusiones llevadas en el Salón Oval y en los subsuelos del Pentágono, las dudas comenzaron a carcomer a los responsables de diseñar un plan para moverse inmediatamente. Entre las preocupaciones sin lugar a dudas, ocupaba un lugar principal la amenaza de Saddam; algo que llevaría a que el jefe de la CIA que se preguntaba ¿Qué se nos ha escapado y no sabemos de Iraq? Aunque pareciera algo dificultoso que, tras largos veinte años de discreta colaboración de la CIA, Saddam les hubiera ocultado algunos secretos, la posibilidad existía. Si había algo que distinguía al mandatario iraquí de otros colegas de la región, era su perspicacia y aguda desconfianza. Y en cierto sentido, había que reconocerle esto ya que fue por ello que logro mantenerse vivo tras varios intentos fallidos de asesinato orquestados por facciones internas instigadas por agencias extranjeras, incluso el Mossad israelí.


En las interminables reuniones de gabinete, los asesores de inteligencia y los analistas militares lanzaron todo tipo de especulaciones que iban desde el posible desarrollo de una cepa biológica terrible que no podía ser aislada por las máscaras y trajes existentes, hasta la adquisición de algún artefacto nuclear a los traficantes de armas de la Europa del este que, para ese entonces se desmoronaba a pedazos.

Misil Cóndor 2



Aunque los norteamericanos tenían minuciosas informaciones sobre los programas misilisticos de Iraq, hubo uno del cual –y aunque pareciera increíble- no se sabía mucho y ese era misil “Al Bakr 2”. Este prototipo había nacido del programa argentino-egipcio “Cóndor 2” y que tras el abandono de los argentinos, los egipcios realizaron su propio desarrollo y que tras la intervención de Bagdad en el proyecto, lo mejoraron con modificaciones y la instalación de un sistema de guía inercial con la intensión de convertirlo en un misil de mayor capacidad de carga destructiva, mayor alcance y precisión.

En la primera etapa los ingenieros iraquíes y sus colegas coreanos, lograron una variante con propósitos navales que se llamó “Al Bakr” el cual logró un alcance máximo de 850 kms y con una discutible eficacia para golpear blancos navales. Supuestamente, el proyecto ambicionaba poder localizar un buque en medio del mar y hundirlo de un golpe, algo muy difícil para el tipo de trayectoria que desarrollaba, similar a la de los misiles balísticos SS-Scud diseñados para ataques “superficie-superficie”.


Al parecer tras haberse probado con un regular éxito contra instalaciones portuarias iraníes en las últimas etapas de la guerra, Saddam Hussein habría ordenado seguir con las mejoras para encontrar la excelencia técnica que perseguía el proyecto inicial. Contra blancos fijos, el “Al Bakr” fue letal y prueba de ello fue el golpe directo sobre el edificio del comando militar de la coalición en la base saudí de Al Darahan que habría sido guiado con un dispositivo de radio señal colocado previamente en el edificio. Al parecer Saddam si tenía un arma secreta y aún tenía otra con mayor alcance: el “Al Bakr 2”. Con casi el doble del largo de su gemelo y con un diámetro en su parte inferior de 1.20m, éste misil era una bestia bastante difícil de esconder aunque, los iraquíes supieron mantenerlos ocultos hasta su uso. Algunos lo describieron muy similar al “SS-18” pero tenía un problema y era que no contaban con un TEL equipado para moverlo como a los Scud.


Las informaciones sobre su existencia fueron muy controvertidas y en algún momento represento un embarazo para Washington cuando la comunidad internacional comenzó a cuestionar el uso de elementos químicos contra los kurdos del norte y no porque hubiera un interés leal y humanitario hacia las poblaciones kurdas, sino más bien porque eran armas que habían sido vendidas por laboratorios norteamericanos, alemanes y británicos.


Eran los ochentas y Washington tenía a Bagdad y en particular a Saddam Hussein como un gran aliado en la región que a su vez, con la influencia que tenía sobre la OLP liderada por Yasser Arafat que para 1988 empezaba a entablar negociaciones con Israel, representaba sin dudas una ventaja nada despreciable para Tel Aviv aunque no quisieran reconocerlo.


Pero pese a ello y a éste matrimonio de conveniencias, como tal, no podía prosperar. Con la crisis de Kuwait en 1990, Saddam ordenó que se ensamblaran en secreto los poderosos misiles “Al Bakr 2” que se hallaban diseminados en partes en bases aéreas del sur de Bagdad, Naseriya y Samarra. Las cabezas armadas y el mecanismo de guía permanecían muy bien guardadas en Bagdad mientras que los propulsores y los depósitos de combustible fueron trasladados por la noche y por rutas secretas en grandes camiones MZKT de origen soviético.


La particularidad de éste vector era que tenía dos etapas, lo que le daba capacidad de alcanzar mayor altura imposibilitando su intercepción y una vez a una altura determinada enfilar en ángulo de caída sobre el blanco.
Para algunos especialistas éste tipo de misil tendría la capacidad para llevar una letal carga de agentes químicos con la intensión de esparcirlos como una nube desde gran altura. Si se hubiera filtrado semejante trascendido, habrían habido serias dificultades para que muchos gobiernos intervinientes aceptaran participar en la coalición multinacional.


Según se había informado, el problema que tenía el manejo de este tipo de misil balístico era que carecía de un transporte similar al TEL de los “SS-SCUD” y que, a pesar de haberlo intentado, los ingenieros iraquíes no lograron implementar un sistema similar. Lo único que les quedaba a los iraquíes era trasladarlos a puntos fijos en el terreno, levantarlos con grúa sobre una torre improvisada y desde allí lanzarlos. Algunos especularon que Hussein no pidió la ayuda de la URSS porque creía que éste proyecto debía ser TOP SECRET y nadie, incluso uno de sus mejores vendedores de armas, no debían estar al tanto de esto. Desde el punto táctico, eso era muy riesgoso dado que si los aviones los detectaban eran blancos muy fáciles de eliminar. Pero una vez que eran lanzados, la base de lanzamiento ya dejaba de ser un objetivo de importancia.


No había dudas de que los israelíes tenían bastante por qué temer. Pero además de ello, Tel Aviv vivía buscando sabotear todos los programas tecnológicos de Iraq y en general los aeroespaciales de los países árabes e islámicos. Es muy seguro de que hubieron estado al tanto de éste proyecto iraquí, pero por la presencia de EEUU no pudieron detenerlo por sus propios medios.



Cuando llegaron los estadounidenses en 2003, varios proyectos militares iraquíes desaparecieron de sus bases. Incluso se ha señalado que habían en existencia algunos misiles “Al Bakr” almacenados en bases militares que de algún modo y junto a los diseños del “Al Bakr 2” fueron llevados a Irán, lejos de las manos norteamericanas. Para algunos prueba de ello son, las semejanzas que existen entre éste misil iraquí con el misil iraní “Sejjid 2”, que además de la silueta dobla el alcance que tenía el “Al Bakr 2”, lo que representa una mejora técnica superlativa como proyectil de mediano alcance.


La caída de un bólido en la zona de refinerías del puerto Al Ruwais en los Emiratos Árabes Unidos en aquella noche del 10 de febrero de 1991, pese a no haberse reportado como ocurrido, más que un SS-SCUD habría sido un prototipo de éste monstruo “Al Bakr 2” que además de haber sido visto unos minutos antes por varios pilotos norteamericanos a una altura por encima de su techo de operatividad, que paso impunemente sobre Bahrein y Qatar, había logrado llegar casi a la entrada del golfo lo que para ese entonces era impensable.

25/10/15

“PRECEDENTES NAVALES DE CONTAMINACIÓN QUÍMICA”


VETERANOS DE AYER




Hasta dónde llego la contaminación química, biológica y radiactiva en las dotaciones navales destacadas en las aguas del Teatro de Operaciones del Golfo 1990-1991


Por Dany Smith y Javier B. Dal



En la serie de medulosos artículos que hemos publicado sobre uno de los capítulos más borrosos de la guerra del Golfo en 1991 y que aún está pendiente de explicaciones, con cada paso que se ha ido dando en el camino por esclarecer lo que ocurrió con el peligro “de la guerra química”, se ido encontrando antecedentes y testimonios en primera persona de muchos veteranos de aquella contienda y que han dejado de ser exclusivamente norteamericanos e ingleses. Quizá –o más bien con seguridad- la notoriedad que adquirieron los casos de estos dos países, fue por la simple cuestión de que al notar que algo estaba mal con su salud individual, comenzaron a cuestionar la versión de su gobierno.


Recordemos que apenas comenzaron las denuncias de varios veteranos norteamericanos a mediados de los noventas, tan solo un par de años después de “Tormenta del Desierto”, el gobierno en Washington busco la forma de contrarestar los argumentos que referían a una contaminación sufrida por sus hombres, producto por la “presumible” utilización por parte de los iraquíes de armas químicas y biológicas. Para ello, puso en marcha una serie de investigaciones a cargo de varias Agencias Federales del gobierno y laboratorios especialistas en contaminación ambiental más dirigida a tapar el asunto que a buscar soluciones para los hombres y mujeres que enfermaban sin causas advertibles.


Se había determinado que una de las posibles fuentes en el origen de los males que aquejaba y sigue aquejando a miles de veteranos de esa guerra, era la combinación de drogas aplicadas a cada hombre como antídoto contra las diversas amenazas químicas que el arsenal de Saddam tenía por entonces. Para 1999 los estudios sobre las causas de varias afecciones en veteranos británicos y norteamericanos, se determinó que no existe un “síndrome del Golfo” sino, varios síndromes relacionados e interactuantes con aquel, que se plasman en sintomatologías como el “estado de ánimo descorazonado”, el respiratorio con una “neumonitis de Al Eskan” inducido a los pulmones por “arena sucia” que se traslada por el viento tanto a tierra firme como al mar. Por supuesto todos estos síntomas, son independientes del llamado “estrés postraumático” que revelan los ex combatientes.


Las afecciones que sufren los veteranos de la GGP, han degradado la calidad de vida de cada uno de los afectados sin distinciones entre combatientes de primera o segunda línea, de tierra, aire o destacados en las aguas del Golfo, algo que se ha ido comprobando en forma progresiva con el paso de los años. Fue precisamente por esta degradación del normal estado de salud que muchos han demandado ante las cortes, el rubro de “pérdida de salud” que está trayendo a mal traer a los gobiernos estadounidense y británico. A las infecciones agresivas que se han registrado en muchos casos de estos afectados, también hubieron problemas neurológicos agudos y casos de fatiga (Fibromalgia) y debilidad muscular asociados a problemas neurovegetativos que entre otras sintomatologías, se han reportado lumbalgias atípicas.


Las investigaciones exhaustivamente orientadas a las causas biológicas y sus consecuencias sobre el organismo humano, expuesto en aquel medio ambiente, dan una información bastante sustancial sobre posibles implicancias de agentes tóxicos lanzados, utilizados o como bien dijimos, inoculados por sus propias fuerzas pero se ha evitado continuamente reconocer el uso de ojivas químicas lanzadas por los iraquíes.


Desde el punto de vista científico, estos estudios son exhaustivamente notables (v. Revista cubana de medicina Militar, pero, obviamente no se involucran en las vías militares que pudieron haber causado este coctel de síndromes que la prensa estadounidense en especial, bautizó como el síndrome de la guerra del Golfo. Se trata de un terreno espinoso que relaciona varias inconsistencias y desatinos que Washington no está dispuesto a reconocer. Es allí donde se han complicado las cosas para explicar coherentemente, situaciones de hombres que no estaban en las operaciones terrestres y a cientos de kilómetros adentrados en las aguas del golfo, han mostrado una variante de síntomas tan agresivos como los advertidos a hombres que estuvieron en Kuwait.


Estos elementos han puesto de manifiesto, que la sola exposición a agentes químicos que habrían sido originados por un medio ambiente contaminado por una mezcla de fármacos, la toxicidad del petróleo ardiendo y los residuos invisibles del “polvo de uranio” originados por las municiones de Uranio empobrecido de los proyectiles de tanques, bombas y misiles de aviones y de sus respectivas municiones en buques de la coalición, no pudieron ser suficientes para enfermar los organismos de propios y ajenos. Los expertos han señalado que para que actúe con eficacia un agente químico como el “Tabun”, “Sarín” o el “Gas mostaza” debe ser esparcido en forma de microparticulas que como un finísimo rocío, regaría un área determinada del enemigo dejando además, una situación de contaminación latente sobre el terreno que se extenderá con el viento.


Y solo nombramos algunos de los agentes nerviosos y biológicos de los que disponía el arsenal de las FFAA iraquíes, que según algunos informes de inteligencia en plena época de la guerra con Irán, estaban el desarrollo de la cepa de llamada “fiebre de conejo” que podía incapacitar a una población de miles con el volumen de un terrón de azúcar.


Los testimonios indiscretos de varios combatientes que estuvieron en Kuwait y en el suroeste de Iraq se toparon con pruebas irremisibles de que los iraquíes habían estado lanzando municiones con cargas químicas e incluso biológicas, lo que al ser reportado a los superiores fue inmediatamente tapado con amenazas de consecuencias para sus carreras y su futuro al volver a casa. Había varios motivos para que Washington se encargara de que sus muchachos mantuvieran la boca cerrada; algunos de carácter político y otros militar.


Uno de aquellos motivos y que se mantuvo escondido bajo la alfombra del Pentágono, fue que laboratorios estadounidenses como el Centro de Control de Enfermedades (CDC) ubicado en Atlanta, Georgia, en 1985 había realizado una serie de envíos a Iraq del “Virus del Nilo Occidental” que se justificaron para propósitos de investigación científica a cargo de un experto de éste centro que más tarde se corroboro su inexistencia. Era por ello y por muchos otros secretos, que había que negar el uso de estas armas y hacer desaparecer del campo de batalla, los restos –y ello incluía a los soldados muertos que estaban contaminados- para enterrarlos con bulldosers en sitios desérticos.


Según algunos estudios de detalles militares ocurridos durante el conflicto, Iraq lanzó unos 40 misiles “SCUD” sobre Israel y 46 sobre Arabia Saudita, sin precisar qué tipo de cabeza de guerra llevaban en esos ataques. Tanto los israelíes como los sauditas mantuvieron absoluto silencio sobre posibles detecciones de agentes químicos o biológicos, cooperando así con la postura del Pentágono de no “alarmar” a las tropas y a sus familias en sus casas. Pero los indicios salidos de los testimonios de varios efectivos que vieron los restos de evidencia que hablaba de el uso de ojivas con cabezas químicas y sumado a la masividad de casos de veteranos enfermos, podría estimarse que en realidad se lanzaron más de cien misiles alternados con cabezas convencionales y químicas. Y no solo eso, los vectores utilizados para estos agentes no solo fueron los misiles “Scud” sino también una gama de otros misiles en poder de Iraq e incluso en sus municiones de artillería.

Frog-7 missile abandoned in Kuwait



Cuando se ha planteado esto, los expertos del Pentágono y del Ministerio de Defensa británico simplemente lo desestimaron sin haber presentando argumentos científicos que pudieran rebatir estos hechos. Cuando se abrió el frente oeste de Kuwait y comenzaron a avanzar, los marines y sus colegas de las brigadas mecanizadas pudieron ver a grupos de soldados iraquíes muertos provistos con los equipos y máscaras “NBC” (Nuclear-Biological- Chemical) de origen soviético que habían reconocido en los entrenamientos sobre el equipamiento enemigo. Pero eso no era todo; cajas con morteros de 120mm y obuses de artillería con cabezas pintadas de amarillo aún descansaban en sus cajas detrás de las piezas de los 155mm e incluso, en los cohetes del sistema “Astros II”, que saturaban un terreno con resultados muy dañinos para una avanzada terrestre.


Pero lo peor estaba por verse. Algunos efectivos estadounidenses afirmaron que habían encontrado lanzadores móviles e incluso algunos fijos de misiles navales “Frog-7” que apuntaban al Golfo y entre zafarrancho de combate que se halló, habían cajas con los garrafones marcados con el símbolo de material “Biológico-Químico” que se usa para identificar estos elementos. Lo mismo fue con algunas baterías de misiles “Silkworm” que los iraquíes les confiscaron a la marina kuwaití y le montaron reformas para adaptar ojivas con “Gas Sarín” y “Cloro”. No era necesario que cualquiera de estos vectores diera de lleno contra un buque; al ser interceptados por los sistemas como los “Sea Dart” o incluso algunos “Sea Cat” –que rara vez demostraron servir para algo-en los buques británicos, con solo explotar a la velocidad que se desplazaban y si a ello le agregamos el viento a favor de los misiles atacantes, “BINGO!, se tiene una fumigación invisible sobre los buques y las aguas adyacentes que, hizo sonar en varias ocasiones las alarmas de ataque químico montadas en las unidades navales.


Para peor y según algunas fuentes de la inteligencia militar israelí por 1987 le soplaron a sus aliados estadounidenses, que Iraq había adquirido misiles SS-21 “Scarab” que mejoraba notablemente el rendimiento de las tareas a las que se empleaba a los “Frog-7” y estaba capacitado para albergar cargas químicas y biológicas. Para la CIA la información era errónea y allí se terminaron las discusiones. Es que en esos años e incluso una semana antes del 2 de agosto de 1990, “la agencia” y la mujabarat iraquí trabajaron a la par contra Irán y cualquier cosa que pudiera molestar a los esfuerzos de Bagdad por acabar con la revolución de Jomeini, era tapado.


Pero ni bien cambiaron las cosas, los iraquíes enterados de los intentos estadounidenses de manipular la situación, se propusieron hacerles frente sin mezquinar recursos.


Según lo han corroborado los documentos de la inteligencia de “Saddam” que pululan por el internet –robados del Ministerio de Inteligencia en Bagdad- especialmente referidos sobre el aspecto de la estrategia que los iraquíes tenían previsto para cortar las líneas de suministro de la coalición, uno de los medios implementados –es decir que se utilizaron- fueron los misiles con cabezas contaminadas. Allí y con esos detalles, se podían comprender algunos reportes de la época que daban cuenta de que “misiles Scud caían al mar” o información similar. Bastaba que los mismos llegaran a un área determinada y de ser interceptados o al caer al mar, igualmente tras estallar diseminarían la carga que llevaban dentro.


En conclusión, a los ojos de los jefes del USCENTCOM la realidad era demasiado mala como para que incluso sus subordinados, estuvieran al tanto de todas estas circunstancias. Si se hubiese conocido semejante situación, pudieron haberse visto verdaderos estragos entre los grupos de tareas. Con solo pensar el grado de tensión al que estaba sometida cada tripulación en operaciones, que se hubiera filtrado un comunicado que simplemente acusara que uno de cada cuatro proyectiles que caían en los puertos y en las aguas cercanas, tenía cargas “químicas o biológicas”, simplemente hubieran desatado el pánico y con ello, el fracaso de las operaciones.


Con seguridad se puede afirmar, que por los datos metereológicos de la época en los que se registraron los vientos y tormentas que agitaron las candentes aguas del Golfo Pérsico, en solo unos días y con –tan solo- una media docena de misiles con una carga de 500kg como las que transportaba el “SS-Scud-B” o el misil “Al Abbas” de material “químico o biológico” impactados en territorio saudita, habrían contaminado las aguas y los buques que operaban más allá del paralelo 26 y hasta las costas iraníes.

24/10/15

A 3 Años de su Muerte del Comandante de la Tormenta del Desierto Norman Schwarzkopf







El general retirado Norman Schwarzkopf, el, comandante bulldog como contundente de las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos en la primera Guerra del Golfo Pérsico, murió el jueves en Florida. Tenía 78 años.

Schwarzkopf murió tras una larga enfermedad en su casa en Tampa, donde vivió en el retiro.

Schwarzkopf, un veterano de guerra de Vietnam condecorado que se levantó rápidamente a través de las filas del Ejército durante los años 1970 y 80, elaboró ​​los planes iniciales para el éxito de eyección liderada por Estados Unidos de las fuerzas de Saddam Hussein de Kuwait, que Irak invadió en 1990.

A continuación, se hizo famoso por su lenguaje en punta y creativa durante las reuniones de información televisados ​​casi diarias que dio a los periodistas como comandante de la Operación Tormenta del Desierto en 1991, siempre vestida de camuflaje del desierto, que se le atribuye la introducción.

Schwarzkopf describió la maniobra clave que llevó a la final de la guerra terrestre, un redespliegue de las fuerzas en Irak tras las líneas iraquíes, con una metáfora de boxeo: Lo llamó un "gancho de izquierda." Y él memorable desestimó un reporte no estaba de acuerdo con que " escatología bovina ".


Declaración del Secretario de Prensa sobre el fallecimiento del general Norman Schwarzkopf

Con el paso del general Norman Schwarzkopf, hemos perdido un original americano. Desde su servicio decoradas en Vietnam a la liberación histórica de Kuwait y su liderazgo del Comando Central de Estados Unidos, el general Schwarzkopf se mantuvo de pie para el país y el Ejército que amaba. Nuestras oraciones están con la familia Schwarzkopf, que esta noche puede saber que su legado perdurará en una nación que es más seguro debido a su servicio patriótico.

En su autobiografía de 1992 "No hace falta ser un héroe," Schwarzkopf relató que tenía la intención de enviar un mensaje en esas sesiones informativas.

"Con las cámaras de molienda de distancia, sabía que no estaba hablando sólo para audiencias amistosas, pero que Saddam y sus matones me observaban en la CNN en su sede", escribió.

Schwarzkopf dijo estar de acuerdo con la decisión del presidente George HW Bush no perseguir Hussein todo el camino a Bagdad. En la conferencia de febrero 1991, durante el cual él describió operaciones victoriosas de la coalición, dejó en claro que él pudo haber hecho, sin embargo, se había dado la orden de que:

"Si hubiera sido nuestra intención de tomar Irak, si hubiera sido nuestra intención de destruir el país, si hubiera sido nuestra intención de invadir el país, podríamos haber hecho sin oposición para todos los efectos de esta posición en ese momento ".

Schwarzkopf emergió de la guerra con el apodo de "Norman Stormin" y una carrera en la televisión, tanto de él como un analista militar para NBC News.
La decisión de ir a la guerra para derrocar a Hussein fue el momento decisivo de la presidencia de Bush. En un comunicado de Houston, donde era atendido en el Hospital Metodista de complicaciones relacionadas con la bronquitis, Bush llamó Schwarzkopf "uno de los grandes líderes militares de su generación."
"Más que eso, él era un hombre bueno y decente", dijo Bush dicho.

En enero de 2003, dijo Schwarzkopf en HOY de la NBC que él pensaba que el hijo de Bush, el presidente número 43, había hecho un caso "muy convincente" para la eliminación de Hussein del poder.

Pero en diciembre de 2004, él estaba criticando el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, por su manejo de la segunda guerra, diciendo a MSNBC que la política de la guerra estaba siendo controlado por civiles del Departamento de Defensa que "mostraron una total falta de comprensión de la cultura que se trataba de "en Irak.

Como resultado de ello, dijo, "las cosas han ido mal", especialmente en términos de protección blindada adecuada para las tropas sobre el terreno.

Obama, Powell granizo en general
En un comunicado la noche del jueves, el presidente Barack Obama llamó Schwarzkopf "un original americano."

"Desde su servicio decoradas en Vietnam a la liberación histórica de Kuwait y su liderazgo del Comando Central de Estados Unidos, el general Schwarzkopf se mantuvo de pie para el país y el Ejército que amaba."

Colin Powell, quien era el jefe de Schwarzkopf como presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor durante la Tormenta del Desierto, lo recordaba como "un gran patriota y un gran soldado."

"Era un buen amigo mío, un amigo cercano", dijo Powell en un comunicado. "Lo extraño."

Schwarzkopf, que había estado con sede en Tampa durante muchos años en el camino que conduce a Comando Central de Estados Unidos en 1988, era un portavoz destacado para las campañas para promover la conciencia del cáncer de próstata, con la que se diagnosticó en 1993. Le sobreviven su esposa, Brenda, y sus tres hijos adultos.

23/10/15

“ANECDOTICOS HECHOS EN EL TOK 1991”


VETERANOS DE AYER


“ANECDOTICOS HECHOS EN EL TOK 1991”


Anécdota de un veterano estadounidense sobre la participación militar argentina en la operación “Tormenta del Desierto”
Por Charles H. Slim



Cuando recibí unos mails allá por el mes de enero que provenía de un investigador argentino que estaba trabajando en la intervención de su país en las operaciones desarrolladas en el Golfo Pérsico entre 1990 y 1991, sentí curiosidad y hasta cierta perplejidad ya que no era muy común que alguien de esos lugares se preocupara por este tipo de hechos históricos (comentó este “vet” de la marina estadounidense que llamaremos “Joe B.”)


En esa comunicación me preguntaba si sabía que grado de participación habían tenido los buques argentinos en la operación “Tormenta del desierto” en la que los historiadores se han centrado más en la parte terrestre y aérea, sin detenerse en las continuas y extenuantes actividades que se realizaron en el mar. Como ex oficial de comunicaciones y destinado en el “USS Wisconsin” tuve la oportunidad de estar cerca de las dos unidades argentinas que nos acompañaron en el grupo y que si mal no recuerdo, tenían la denominación ALFIL y estaban comandados por los australianos.


Es más, recordando con mayor atención me di cuenta que estuve a bordo de uno de esos buques en el cual junto a mi equipo, establecimos un sistema de contacto compatible con el comando de operaciones en el NAVCENT, que mantendría una visualización del grupo mediante una señal que recibían los satélites y estos a su vez la retrasmitían al centro de operaciones electrónicas en tierra, desde donde se coordinaban los movimientos y comunicaciones con todos los grupos de tareas.


El comandante de operaciones del “USS Midway” que fue transportado al “USS Wisconsin” traía consigo una carpeta con tareas para encomendar a los oficiales de comunicaciones. Pero no venía solo, estaba acompañado de dos altos cargos del denominado CENTIJ –inteligencia- que nos darían una pequeña charla de lo que si debían saber nuestros aliados y lo que no les correspondía saber.


Nuestros superiores querían asegurarse de que grupos como el de los argentinos, no fueran más un peligro que una ventaja, ya que –según nuestros cerebros en la mesa de estrategia- no tenían una experiencia solvente en operaciones navales como la que se les presentaba; y en realidad nosotros tampoco la teníamos desde que ocurrió el desembarco de Normandía.


Había sido necesario aplicar la doctrina TRADOC, en la cual se buscaba uniformar –en lo que fuera posible- las señales y mensajes que se trasmitían entre las diferentes armadas que participaban en una reducida área marítima como es el Golfo. Para los países que eran parte de la OTAN no había problemas de comunicaciones y menos aún de protocolos de procedimientos en temas tan sensibles como era la alerta para ataques con armas “Químicas, Biológicas o Radiadas”. Fue necesario establecer con los argentinos, un protocolo para que se adaptaran a nuestros sistemas de comunicaciones y para que, en caso de un requerimiento específico, pudieran entender la orden y ejecutarla sin dilación.

           


USS WISCONSIN
                                           REABASTECIMIENTO CON EL BUQUE "TANQUE MARNE"



PORTA AVIONES USS MIDWAY

Ciertamente que los argentinos fueron muy competentes en las tareas que se les ordenaron y modestamente desde mi punto de vista –nos relata el veterano-, comprobé como se desempeñaron en situaciones que pudieron haber terminado en un completo desastre. Algo que no saben muchos, era que, apenas comenzó la operación, hubieron incidentes verbales de órdenes y contraordenes entre varias unidades de algunos grupos que no estaban dispuestos a correr ciertos riesgos. Hubieron momentos de tensión y sus frutos se pudieron ver en varios errores de juicio en unidades navales supuestamente más avanzadas. Se puede decir que fueron más los problemas entre los aliados de la OTAN que con elementos ajenos como era el caso de los argentinos.


Aquel factor proveniente de la tensión y el nerviosismo, apareció ni bien empezó el combate y ninguna de las tripulaciones que estuvieron operando estoy seguro, pudieron evitarla. Hubo casos de neurosis, parálisis traumáticas y peleas en varios buques de nuestro grupo, producto de una sensación angustiante que pareces que vas a morirte en cualquier momento y no puedes hacer nada para evitarlo. En un incidente que ocurrió en el Midway los nervios llegaron a tal nivel que oficiales y personal de cubierta se trenzaron a golpes de puño resultando el arresto de varios de ellos. Y otras trifulcas similares en unidades vecinas. ¡Mi Dios! Era una locura ¿Te imaginas si los chicos que debían volar a territorio enemigo, no controlaban sus nervios? Fue por eso que los que comandaban desde Riyahd, tenían un protocolo de contingencia por si las cosas se desmadraban.


Fue por ello y como parte de un protocolo predeterminado, que se debían mantener en contacto directo a todas las unidades navales que operaban en el Teatro, que además de servir para los propósitos del despliegue táctico en la mesa de estrategia, servía para controlar las actividades abordo. Se trataba de establecer un comando de comunicaciones permanente, algo bastante complicado por aquella época. Para nuestras propias fuerzas –las estadounidenses- representó un desafío enorme el establecimiento de un comando centralizado para cada una de las fuerzas operativas propias, imagínense lo que fue tratar de establecerla con otras armadas con otros idiomas y otros equipamientos.


Para cuando el grupo ALFIL 1 entró al área de operaciones –al cruzar el estrecho de Ormuz- fue que se nos indicó la preparación del equipo y las directivas que nos entregaría el CENTIJ para instalar a bordo del buque líder. Era a mediados de diciembre y lo recuerdo bien porque se corrían rumores de que los iraquíes podían atacarnos por sorpresa por medio de grupos aliados en la región. En esos momentos los argentinos estaban navegando con los franceses y más precisamente estuvieron realizando maniobras de alije o mejor dicho, aprovisionamiento de combustible del buque cisterna “Marne” cuando se estaban dirigiendo a Dubai.


Recuerdo que unos días después de que comenzaron las hostilidades, el grupo ALFIL 1 se incorporo al grupo de ataque liderado por el “USS Midway” y sus doce escoltas, entre ellas el acorazado “Wisconsin” en donde me encontraba.



En esos momentos la alerta era permanente y los vuelos de patrulla e intercambio de oficiales era constante y en uno de ellos nos trasladaron a uno de sus buques para traslado de material e izamiento de personal. Su equipamiento era bueno y el desempeño profesional de su tripulación hasta donde pude ver fue bastante profesional, si tomas en cuenta que estaban en una zona minada sometidos a la presión de guiar y ofrecer protección a la línea de abastecimiento de buques de otras nacionalidades que entraban a la zona para hacer llegar combustible, armas y pertrechos que iban hasta puertos sauditas en la primera línea como “Al Jubayl”, a nadie le quedaron dudas de que lo hicieron muy bien.

20/10/15

“CONSECUENCIAS DE LAS ARMAS QUIMICAS: EL INCIDENTE DE JUBAIL”


VETERANOS DE AYER


La crónica de uno de los hechos de aquella guerra que sigue vigente 25 años después


Por Dany Smith


Tal como habíamos tratado anteriormente en uno de nuestros artículos, en el teatro de operaciones del Golfo Pérsico habían pasado muchas más cosas de lo que contaron los controlados medios estadounidenses, tratando de minimizar el impacto en la psique colectiva del público estadounidense en particular y en la del mundo en general que veía la primera guerra televisada en vivo desde el lugar de los hechos.



La guerra aséptica que no mostraba muertos y el efecto de los muy promocionados “ataques quirúrgicos” de las fuerzas de la coalición, se volvió parte de ese mito que los propagandistas del Pentágono y sus colaboradores mediáticos, intentaron carnificar como la verdad revelada. Pero la verdad, era algo muy diferente y repugnante para ventilar.


Recordando lo que las autoridades militares de la coalición y que sus jefes políticos en Washington se encargaron de reiterar por los medios, “nunca se usaron armas químicas en dicho conflicto y si así hubiera sido, no lo supimos”. Con palabras más, palabras menos, esa fue la postura oficial del Pentágono cuando allá a mitad de los noventas, comenzaron las preguntas sobre los casos de veteranos que estaban sufriendo extrañas y graves afecciones en sus organismos e incluso, sobre la salud de sus familias.


Muchos de los que comenzaron a sentir malestares y hasta incluso, otros que murieron sin que se pudiera diagnosticar el mal que los aquejaba, estaban seguros de que el gobierno les ocultaba la realidad de lo que había pasado en los meses que duró la guerra. En medio de la euforia por la “victoria”, inflada mediáticamente por Washington, cualquier cuestionamiento caía en oídos sordos y hasta incluso, en amenazas de que no les convenía molestar al gobierno con sus quejas.


Uno de estos casos fue el ocurrido en el puerto saudita de “Al Jubail”, en donde –obviamente- se destacaron fuerzas aliados, especialmente norteamericanos y británicos dotados entre otros sistemas, de sensores de agentes químicos RUVD que podían detectar la diseminación de algunos aquellos elementos en el aire. Según se pudo saber, estos equipos y los encargados de operarlos al servicio del “Pentágono” era una unidad Checa, que experta en el manejo de situaciones de contaminación en una guerra química y biológica, contaba con sistemas móviles y protocolos ampliamente probados en los escenarios de los realistas ensayos militares que hacían con el “ejército rojo” cuando pertenecieron al “Pacto de Varsovia”.
Obviamente, para Washington eso no era ninguna barrera para que estos “ex comunistas” ofrecieran sus servicios y para Praga, el dinero compra todas las lealtades.


En este sentido, el comando general USCENTCOM a cargo de las operaciones “Escudo del Desierto” y más tarde “Tormenta del Desierto”, le encargaron a las brigadas checas, que dispusieran de patrullas de vigilancia química que, mediante sus unidades móviles equipadas con laboratorios para sus fines, monitoreaban los sectores por donde habían caído misiles, obuses o cualquier otro artefacto que despertara sospechas de un posible ataque NBQ.


A pesar de haber cumplido con muy buen desempeño la tarea de detectar el uso de agentes químicos, sus mandos se mantuvieron a pie juntillas a las órdenes del comando central de mantener un total silencio sobre los resultados que se obtenían en dicho eventos, ante los posibles cuestionamientos que pudieran surgir entre las diversas unidades dentro del Teatro de operaciones.


En aquel incidente, según lo han expuesto algunos testimonios de los ex miembros de las patrullas checas que acudieron al sector, indicaron que el viento rotaba de este a oeste algo que no era ni bueno ni malo, pero que con seguridad, con el paso de las horas terminaría contaminando una amplia superficie del territorio y de las aguas adyacentes en unos cientos de kilómetros a la redonda.


El factor climático es fundamental en estas circunstancias. Una ojiva con carga química caída sobre un terreno con vientos rápidos de cara a una población o a una instalación militar, representaba una segura infestación o envenenamiento de los seres vivos –humanos, plantas, animales- que se hallaran en la ruta del viento. Aunque los militares norteamericanos y británicos negaron que Iraq hubiera podido usar ojivas con cargas químicas y biológicas, las evidencias en el terreno que fueron advertidas por varios de aquellos veteranos, al ser comentadas ante sus superiores, solo recibieron advertencias de que mejor se olvidaran de lo que habían visto.


Uno de estos casos fue el acaecido el 19 de enero de 1991 sobre las instalaciones del puerto saudita de “Al Jubail”. Uno de los testigos presenciales de aquel hecho, recuerda que eran las 3:00 de la madrugada cuando, desde uno de los buques que se hallaba fondeado en una de las radas del puerto, escucho el característico silbido de un misil que va cayendo y para cuando se apronta a la cubierta, ve como una bola de fuego que provenía del norte cae sobre un sector militar detrás de las instalaciones portuarias, causando una brillante explosión seguida de un estampido pavoroso. Causalmente, el misil que se presumía era un “Scud”, además de hacer desaparecer una estación completa de misiles costeros CSS-20, traía consigo una sorpresa extra. Inmediatamente a la caída comenzaron a sonar las alarmas de peligro químico y los soldados destacados en el área corrieron para refugiarse y colocarse sus máscaras y equipos de guerra NBQ.





Pese a que los soldados se habían colocado sus máscaras, muchos de ellos debieron sacárselas para poder salivar y limpiarse la nariz ante la profusa mucosidad que les produjo verse expuestos a ese rocío que trajo la explosión de aquel misil. Una semana después, muchos de aquellos hombres que habían quedado expuestos al rocío venenoso cayeron en cama con todo tipo de síntomas. Muchos otros recibieron afecciones más limitadas como parálisis de sus labios inferiores o superiores pero no se les informó su origen, irritación de la vista, tos y aparentes alergias. Otros como el testigo de aquel buque anclado en el puerto, pese haber estado a unos cuantos kilómetros del incidente, hoy es uno de los miles que se encuentra afectado por problemas pulmonares que aparecieron dos años después de haber terminado la guerra.


Según testimonios de veteranos tanto norteamericanos como británicos, los ataques con ojivas NBQ –Nuclear Biológica y Química- fueron variados y con una continuidad pasmosa. Incluso testimonios de ex oficiales de la Guardia republicana que habían sido entrevistados por periodistas independientes al final de la guerra, confirmaron que entre sus municiones disponibles habían alternadas y distinguibles en colores, ojivas con cabezas químicas y biológicas, tanto para obuses de artillería como para montar en sus sistemas SS-Scud y otras variantes que habían permanecido en secreto. Tal cual a estos testimonios, documentos SECRETOS que se han ventilado un tiempo atrás y que corresponden a los robados de los archivos del Ministerio de Inteligencia en Bagdad tras la invasión en 2003, se detallan planes de contingencia para una contraofensiva “letal” contra los agresores que entre otros vectores disponibles para dicho plan, estaban los misiles tipo “Frog-5” para lanzarlos sobre las cabecera de playa que pudieran haber ocupado las fuerzas de la coalición.


Esta era una de las situaciones a las que se había destinado aquella estructura de inteligencia que vigilaba a todo y a todos en el Teatro de operaciones. Además de tratar de desarticular cualquier ataque de células pro-iraquíes operando en la zona, debían mantener en silencio cualquier información que pudiera perjudicar a los planes militares o a la propaganda mediática difuminada por y solo por la CNN. Quien se atreviera a criticar la versión que radiaba Estados Unidos sobre la evolución del conflicto, podría haber sido encarcelado por traidor.


A pesar de que los hombres que se vieron expuestos en “Al Jubail”, fueron amedrentados para que no hicieran comentarios sobre este suceso, al terminar la guerra y con el creciente número de casos que se estaban dando entre los veteranos que habían participado, muchos de ellos dieron testimonio de cómo se habían dado los hechos y que, al contrario de lo que había informado el gobierno, los iraquíes usaron sus misiles con una intensidad muy superior a la informada y muchas de ellas, con cabezas de guerra Química albergando “Gas Mostaza” o “Sarín” y Biológica “Agente botulimico” y “Antrax”. Tras una larga lucha y circunscripto en la ley de Libertad de Información, los veteranos lograron que se desclasificaran algunos documentos como el NBC-DESK LOG en el cual se detalló el incidente en el puerto de Jubail pero, con convenientes mutilaciones en el expediente.


En dichos cuerpos administrativos que habían sido sepultados en los archivos del Pentágono, a pesar de su liberación, se pudieron advertir que desde el inicio los reportes se encargaron de negar sistemáticamente la existencia del ataque químico concluyendo en algunas de sus piezas: SCUD ALERT 2. NO CHEMICAL WARHEAD REPORTS “no hay cabeza químicas reportadas”. A pesar de que varias secciones de estos informes faltaban, para los veteranos fue un triunfo y un gran avance por lograr saber que era lo que realmente había pasado y que a su vez, el gobierno asumiera las responsabilidades por aquellos hechos.


Con el paso de dos décadas y media de aquellos hechos, los informes independientes sobre el tema, en especial realizado por el profesor emérito Malcom Hooper de la Universidad Sunderland y asesor del gobierno británico en asuntos sobre las “enfermedades de la guerra del golfo”, han arrojado luz las aberraciones que se realizaron en aquella guerra que quedó documentado en el informe titulado “La Guerra más tóxica de la historia moderna”, de la cual no solo fueron afectadas las tropas terrestres y las poblaciones locales sino también, al personal aeronáutico y naval involucrado en la campaña “Tormenta del Desierto”.