A 207 años del Combate Naval de Montevideo, un repaso por los hechos históricos fundacionales y por su actualidad, ante nuevos desafíos.
El 17 de mayo de 1814 cae la fortaleza de Montevideo y con ella la fuerza de España en el sur de América. Fue luego de increíbles acciones navales que no hicieron más que reafirmar y resaltar la pericia táctica y militar del entonces Coronel de Marina Guillermo Brown. De esta manera quedaron cubiertas las espaldas de Buenos Aires y los ejércitos de las Provincias Unidas del Río de la Plata, con el General José de San Martín a la cabeza, iniciaron su preparación para la Campaña de los Andes.
Apenas unos años antes, la Armada Argentina había tenido su bautismo de fuego en esas mismas aguas, pero no había logrado doblegar a la Flota de la Real Armada Española, muy superior en número y poder de fuego. Pero el intento valió para reafirmar que ése era el camino, ya que entonces comprendieron que, sin ganar el Plata y la fortaleza española en la Banda Oriental, no sería posible consolidar la libertad e independencia para América.
Las Provincias Unidas se volcaron a sitiar por tierra la fortaleza de Montevideo, pero era imposible su rendición si no ganaban el río. No sólo porque a través de él se abastecía, sino porque también representaba una amenaza permanente del arribo de refuerzos.
Los estudios históricos unánimemente coinciden en que la victoria en el Combate Naval de Montevideo fue determinante. Un hecho cuya importancia estratégica se erigió como un paso decisivo en la campaña posterior del cruce de los Andes y todo lo que de ella se obtuvo. El propio General San Martín consideró la victoria de Brown y sus navíos como «lo más importante hecho por la Revolución americana hasta el momento».
Algunas décadas después, cuando se cumplían 150 años de la Revolución de Mayo, mediante el Decreto N° 5.304 del 12 de mayo de 1960 se instituyó el 17 de mayo como Día de la Armada, por lo que desde entonces en esta fecha se reconoce en la figura del Almirante Brown la incansable labor de los hombres y mujeres de la Institución en su dedicado servicio a la Patria.
La Armada del nuevo siglo
Hoy, con la mirada puesta en el futuro, la Armada Argentina continúa navegando tras la estela del gran Almirante Guillermo Brown, trabajando multidisciplinariamente con otros ministerios y en conjunto con sus camaradas del Ejército Argentino y la Fuerza Aérea Argentina, en cada escenario y misión que la Patria le impone.
El actual escenario sanitario mundial en general y el de nuestro país en particular, ha obligado a exigir al máximo a los hombres y mujeres de la Armada para brindar el mayor apoyo logístico y sanitario posible en el marco de las operaciones Belgrano I y II para hacer frente a las necesidades impuestas por la pandemia de COVID-19.
En este marco, y de manera conjunta e interministerial, la Armada ha trabajado en la adecuación de los hospitales navales «Pedro Mallo» en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Puerto Belgrano en la base naval homónima (al sur de la provincia de Buenos Aires), para brindar atención en la emergencia sumando camas y personal. Ha contribuido también en la fabricación de elementos de cuidado como barbijos y alcohol en gel; efectuado desinfecciones de espacios de interés; y concretado campañas de apoyo a la comunidad en los municipios de su sector asignado mediante la distribución de alimentos e insumos a los sectores sociales más comprometidos, empleando para ello tanto con medios terrestres como unidades navales en la zona del Litoral fluvial argentino.
En este particular marco, también la Antártida –como el continente de la ciencia y la preservación– fue escenario de operaciones de la Armada como componente naval del Comando Conjunto Antártico, en su compromiso de participar de manera conjunta en una nueva Campaña Antártica de Verano. Este año, además de contar con el adiestramiento de sus componentes para poder desarrollar esta compleja misión, se trabajó con mucho esfuerzo en implementar estrictos protocolos sanitarios que permitieron preservar a todo el personal interviniente, manteniendo de esta forma la presencia ininterrumpida de nuestro país en el continente blanco desde 1904.
Esta realidad sanitaria particular que afecta a todo el planeta, obligó también a trabajar de manera diferente en el despliegue de Cascos Azules a las Misiones de Paz de la Organización de Naciones Unidas, donde además del adiestramiento y alistamiento previo con estrictos protocolos en nuestro país, se proyectó y ejecutó el envío y recepción de tropas de manera escalonada, evitando así la proliferación de posibles contagios. De esta manera, la República Argentina mantiene su compromiso de contribuir con el sostenimiento de la paz en lugares con conflictos, impidiendo escaladas de violencia hasta que resuelvan sus diferencias.
Constituye también un norte permanente el desafío de garantizar la presencia argentina en nuestras aguas, protegiendo sus recursos en los espacios de interés y garantizando la seguridad de la vida humana en el mar.
En tal sentido, y en el marco de sus competencias en cumplimiento de su misión como integrante del Instrumento Militar de la Nación, la Armada realiza en forma permanente la Vigilancia y Control de los vastos espacios marítimos argentinos en el Atlántico Sur y la custodia de las cuantiosas riquezas que contienen. Buques y aeronaves, conjuntamente con unidades de la Prefectura Naval Argentina, custodian el mar territorial en defensa de los intereses nacionales.
Asimismo, la Armada continúa con su plan de modernización de unidades para este fin, donde concretará este año la incorporación de dos nuevos patrulleros oceánicos clase Gowind que incrementarán esta labor operativa. Se trata del ARA «Luis Piedrabuena», que arribará al país antes de mitad de año, y del ARA «Storni», cuya llegada está prevista para el epílogo del 2021.
Transcurridos ya más de dos siglos desde su origen, la Armada Argentina es una parte inescindible de la historia del país y también de su presente y su futuro. La herencia del Gran Almirante es ejemplo e inspiración para cada miembro de la Armada, obligándolos a mirar mares y ríos nacionales como espacios valiosos que debemos conocer, desarrollar y defender.
La esencia de la Armada se halla en su capital humano formado por hombres y mujeres, militares y civiles, con profunda vocación de servicio y un arraigado espíritu democrático. Es en la virtud, compromiso y cohesión donde sus integrantes hallan la voluntad y las energías que les permiten afrontar los esfuerzos y desafíos, cada vez más complejos, que entraña el cumplimiento de nuestra misión: velar por los intereses de los argentinos en el mar.