VETERANOS DE AYER
Por qué el gobierno argentino debe tomar distancia de los planes geopolíticos desplegados por Washington y sus aliados en el Medio Oriente
Por Charles H. Slim
El buque saudi "Az Sadiq" golpeado por un misil
Una noticia que estuvo a punto de pasar inadvertida por los medios occidentales, fue el hundimiento de un moderno buque de ataque de la real marina saudita de fabricación estadounidense en las aguas próximas a la costa de Yemen. El 8 de octubre en horas de la noche, la flota saudita que operaba en el estrecho de Bab-Al Mandeb fue sorprendida cuando un misil tierra-agua proveniente de territorio yemenita, golpeó de lleno al buque clase “As Sadiq” dejándolo en llamas y totalmente inutilizado arrojando como saldo una veintena de marinos muertos y otra treintena heridos. Pero este episodio no fue un golpe fortuito o un tiro de suerte ejecutado por la resistencia yemenita. Recordemos que el 1º de octubre un moderno catamarán de la real armada de los Emiratos árabes Unidos HSV-2-Swift de fabricación norteamericana era hecho añicos por un misil de las mismas características lanzado por la agrupación “Ansar Allah” (Espada de Dios) que ha desatado una catarata de preguntas entre Riad y Washington.
En apariencias la guerrilla chiita ha adquirido sistemas antibuque de notable capacidad para evadir las contramedidas más modernas de los buques norteamericanos. Más allá que las tripulaciones saudita y emiratí no descollan como las mejores de la región, es cierto que solo una tripulación bien adiestrada en guerra electrónica puede evadir un ataque con sistemas modernos de misiles navales. Incluso, sería muy posible que los Huties tengan hábiles operadores de los viejos misiles chinos “Frog-7” o incluso un “K300 Bastion” de origen ruso, pero algunas fuentes señalan que esos misiles serían de otro origen.
Pero a cuento de qué y cuáles serían las preocupaciones para los argentinos estos episodios que además de ajenos, ocurren en las lejanas tierras del Medio Oriente; pues, aunque la situación de sus FFAA no sea muy operativa algunas fuentes han dejado entrever que hay ingentes tratativas por parte de EEUU y de otros socios en que Argentina “colabore” con las acciones en la región, tratando de involucrarla en la dinámica de la llamada “guerra contra el terrorismo” que haría participes nuevamente a la Armada.
No olvidemos el encuentro que a mediados del mes de junio tuvieron el ministro de defensa Julio Martínez, el embajador estadounidense Noah Mamet y el Comandante del Comando sur Alte. Kurt W. Tidd en el cual se trataron temas como, la posible compra de aviones F-16 (de dudosa concreción), pertrechos y equipos para el ejército (rezagos) y las posibles mejoras y cooperación en el área naval (a cambio de algo).
Pese a que a lo estrictamente político quedo fuera de las conversaciones la orientación de la charla castrense evidencio un notable interés en el representante del Pentágono por aportar un papel importante a la Armada.
Algunos hemos especulado que tras estos “beneficios” y auspiciosos adornos a las maltrechas FFAA y bajo las llamadas “clausulas secretas” se esconden objetivos que tras haberse tratado en el encuentro que tuvo la comitiva argentina en el mes de mayo con la Adjunta de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental Rebecca Chávez y el think tank William Perry, solo satisfacen a los intereses de Washington.
Más allá de los engañosos argumentos que despliega Washington, Londres y Tel Aviv, hemos explicado con anterioridad los peligros que representaría para las modestas –para no decir vetustas-naves de la marina de guerra argentina, volver a surcar las aguas del Golfo Pérsico como lo hicieron allá por 1990 y 1991 o incluso entrar a las del Golfo de Adén (v.http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/09/veteranos-de-ayer-el-peligro-de.html ). A la poco clara posición geopolítica de la Casa Rosada se agregan varios vacíos legales que no permitirían una reedición como la de 1991 contra Iraq. Aún Buenos Aires no termina de aclarar cuál es el marco legal para enviar tropas a zonas de guerra como sucedió con el grupo de tareas “ALFIL 1” y menos aún, cuáles son sus intereses geopolíticos en dicha región. Aunque para ser más concretos, cualquier tipo de injerencia de Buenos Aires en este juego, puede terminar muy mal.
Cubierta del Alte Brown 1991
Hemos visto como desde el inicio del año, ha habido varios intentos de extender las hostilidades sobre la región con la intensión velada de crear un falso casus belli contra el gobierno sirio que allane el camino a un ataque contra Damasco abriendo la posibilidad de extenderlo contra Irán. La incursión a comienzos de año de dos lanchas rápidas norteamericanas en aguas iraníes que fueron capturadas por la Guardia revolucionaria iraní, fue una fracasada operación por tratar de crear un incidente político-militar entre Washington y Teherán. Según fuentes reservadas ambas naves fueron usadas como cebos sacrificables –obviamente sin que ellos lo supieran- para ser voladas a distancia por “misiles guiados” operados desde territorio Qatarí. Continuando con estas fuentes, el plan habría sido ideado por la inteligencia militar israelí (AMAN) con la colaboración de los servicios de inteligencia qataríes y de una facción dentro de la CIA, para que dicho incidente fuera cargado a la cuenta de Irán.
Según puntualizaba esta fuente, la guía del misil que se utilizaría provendría desde un Drone que triangulando la información con el Comando de operaciones secreto en alguna localización desconocida en las costas del golfo, aseguraría un golpe limpio e invisible que garantizaría la responsabilidad a la única fuerza hostil en el área, la marina iraní. Lo interesante de este episodio es que al parecer, la operación fracaso al verse imposibilitados de disparar el vector por haber perdido la capacidad electrónica para guiarlo al blanco por efecto de “interferencia” imposible de saltar. De esta manera al entrar las lanchas en aguas territoriales iraníes, fueron rápidamente rodeadas por las lanchas rápidas y tras ser abordados, llevados a puerto iraní.
El fracaso de esta operación fue por la activación del arma secreta que Rusia está usando en Siria y que para ser breves, logra contar todo tipo de señal electrónica o de microondas que sean lanzadas desde buques, aviones AWACS o desde los satélites espía en órbita, con la intensión de escudriñar, interceptar o capturar comunicaciones de toda índole y por supuesto, para guiar remotamente misiles o artefactos como los Drones. Sería el mismo dispositivo pero con un alcance mucho más amplio que aquel que activo un avión SU-24 e inutilizó la electrónica del moderno lanzamisiles “USS Donald Cook” en el Mar negro hace dos años y que documentaron algunos artículos de investigación como Jibiny (v. http://www.voltairenet.org/article185319.html ).
Aquel moderno destructor norteamericano vio en parpadear de ojos, quemado todo sus circuitos de abordo, dejando inutilizados entre otros al sistema Aegis y todo el sistema de armas. Tal como lo comento un alto oficial naval, la situación del “Cook” era la de una chatarra flotante. Ahora bien, con estos precedentes y con las novedosas provocaciones que se están viendo en el golfo de Adén ¿Podría un navío argentino hacer frente a semejantes obstáculos? Y aunque a algún imaginativo y obsecuente funcionario de las políticas de Washington propusieran enviar recursos humanos argentinos (tripulación) para operar buques de segunda mano norteamericanos, la idea sigue siendo pésima.
Catamaran de EAU destruido en dos minutos
Es por ello que Buenos Aires debe ser prudente y no dejarse tentar por los cantos de sirena y entrar en cuentas de que EEUU se halla en una campaña de “conscripción” para reclutar carne de cañón para extender sus operaciones militares sobre Siria e Irán, que hasta el momento ha venido siendo frenada por factores que Washington no había considerado.
Más allá del bochorno que represento para el Pentágono que dos de sus lanchas fueran capturadas sin disparar un solo tiro y haber tenido que ver como los iraníes difundieron por la televisión abierta en toda la región a sus marines marchando mansos con las manos en la cabeza a cumplir con el arresto por su intrusión, puertas adentro los altos mandos navales y de inteligencia trataban de dilucidar por qué esos dos buques habían entrado en la zona sin que en apariencias, hubiera habido ordenes de que se movieran en esa dirección. La respuesta oficial fue “un error técnico” que desvió el curso de las naves, algo que no resulta creíble. Tal vez si, tal vez no, estos altos mandos hayan develado quién ordenó esa incursión y cuáles eran sus verdaderos propósitos; eso no cambia nada ya que nunca saldrá a la luz del día.
Hace tan solo unos días, el destructor norteamericano “USS Mason” que navegaba en el estrecho entre Sanná y Yibuti, logro evadir un ataque con misiles navales no identificados que por poco termina en un desastre. Tal como lo remarcaban los medios anglosajones y sus repetidoras en Argentina, esto significaba presionar a los EEUU para que “contraatacara contra la resistencia Hutie, alineada a Irán”. Al advertir estas líneas ideológicas en las editoriales, se puede oler un aroma a claro embuste en este presunto ataque que sin dudas –por los precedentes- pudo haber existido, pero programado para fallar. Otra posibilidad es que se halla tratado de un ataque real, realizado efectivamente por los Huties gracias a la entrega de misiles antibuque de manos de agentes negros que sin saberlo están al servicio de Israel. Con esto en consideración podríamos asegurar que todo esto es una operación negra para darle argumentos políticos a la Casa Blanca para una arremetida sobre la región.
Con este panorama se hace muy claro que despachar alguna nave de combate de la Armada sería simplemente un suicidio para sus tripulantes y una invitación para que ellos se vuelvan el blanco de alguno de estos planes sucios que actualmente se desarrollan en la región. Tan distorsionada se ve la situación, que incluso a Naciones Unidas le cuesta maquillar esta turbia situación en la que Washington tiene un amplio protagonismo.
Tal vez el gobierno de Macri lo ignore o quizás lo esté tomando a la ligera, pero sin dudas parece no advertir que en aquella región hay en curso una frenética búsqueda por desatar una guerra abierta contra Siria y que quienes le soplan al oído sobre las “maldades de Assad”, el “peligro de Hesbolla” y de una supuesta expansión “chiita” no solo no están haciendo nada por combatir al “terrorismo” de los grupos como “Al Nusra”, “Al Qaeda” y el “Daesh”sino que por el contrario, tal como lo documentan medulosos artículos de investigadores serios (v. http://www.globalresearch.ca/air-strikes-against-syria-who-are-the-war-criminals-who-is-supporting-al-qaeda-russia-or-america/5548799 ) ellos -y no precisamente los rusos o los iraníes- son quienes los están apoyando.