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9/8/24
4/8/24
PRECENCIA DEL NUEVO VICEALMIRANTE CARLOS ALLIEVI
POR FIN SALE DE LA BOCA DE UN VICEALMIRANTE QUE FUE CONDECORADO POR IR A LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO.
YA PELEANDO POR 33 A脩OS PIDIENDO UN RECONOCIMIENTO, CUANDO TODOS LOS ANTERIORES DIRIGENTE, MINISTROS DE DEFENSA, Y EL ESTADO MAYOR CONJUNTO, HASTA EL CONGRESO DE LA NACION TAMBIEN ESTA COMPENETRADA ETC, SIEMPRE LO NEGARON.
VICEALMIRANTE CARLOS ALLIEVI JEFE DE DE ESTADO MAYOR DE LA ARMADA ARGENTINA.
Durante 1990 y 1991 se desempe帽贸 como Jefe de Navegaci贸n a bordo del Destructor ARA “Almirante Brown”, participando de la "Operaci贸n Alfil" en la Guerra del Golfo P茅rsico.
2/8/24
ARGENTINA Y SU PARTICIPACION BELICA EN LA HISTORIA MUNDIAL
Se cumplen a帽os del ataque de tropas de varias naciones, encabezadas por la marina y el ej茅rcito de Estados Unidos, contra Irak. El 17 de enero de 1991, tras haber expirado el ultim谩tum de la ONU al presidente de Irak, Sadam Husein, para la retirada de sus tropas de Kuwait, la fuerza multinacional dirigida por Estados Unidos atac贸 objetivos en Irak y Kuwait. Argentina particip贸 activamente en la llamada guerra del Golfo, enviando, a la zona de conflicto, al destructor Almirante Brown (foto) y a la corbeta Spriro. Carlos Menem era por entonces el presidente, y Erman Gonzalez el Ministro de Defensa.
No fue la primera vez que Argentina sum贸 tropas propias como parte de una acci贸n conjunta internacional. No es 茅ste un tema menor. Por detr谩s de los hechos, se dibuja siempre una mirada que le permite a los gobiernos fijar posiciones en relaci贸n a su ubicaci贸n en el mapa geopol铆tico mundial. Nos proponemos en este informe repasar las decisiones que asumi贸 Argentina en distintos per铆odos frente a situaciones similares.
Antecedentes
En Julio de 1944 ciento sesenta mil soldados aliados lograron desembarcar en Normand铆a abriendo brechas en la defensa alemana. Fue una acci贸n sorpresiva para el enemigo, que les permiti贸 llegar a Par铆s y liberar a Francia despu茅s de 4 a帽os de ocupaci贸n nazi. La hist贸rica batalla terminar铆a sellando el resultado de aquella contienda. Seis meses m谩s tarde, en febrero de 1945 Roosevelt, Churchill y Stalin se reunieron en Yalta, para definir las bases del nuevo orden pol铆tico mundial. Los m谩ximos responsables de las tres potencias se distribuyeron la geopol铆tica del planeta, cuando a煤n no hab铆a finalizado la guerra. Se sent铆an seguros del triunfo, daban como un hecho la capitulaci贸n de las naciones del eje. Despu茅s del encuentro en Yalta todo se precipit贸. Se sumaron nuevas derrotas en el campo de batalla y las naciones del eje comenzaron a quedar aisladas y acorraladas. El 28 de abril Benito Musolini fue atrapado por los partisanos italianos cuando intentaba huir del avance aliado. Mussolini y su esposa, Claretta Petacci, fueron ejecutados en Lago de Como. Sus cuerpos se expusieron, colgados de los tobillos, en una plaza de Milan. Dos d铆as m谩s tarde, el 30 de abril, se suicid贸 Adolf Hitler, y el 7 de mayo de 1945 los generales del Tercer Reih se rindieron. Recien el 14 de agosto lo har铆a el emperador Hiroito de Jap贸n, despu茅s que dos populosas ciudades japonesas, Hiroshimas y Nagasaky, soportaran el estallido de bombas at贸micas.
La primera lanzada desde un bombardeo norteamericano el B29, bautizado como el Enola Gay, cay贸 en Hiroschima el 6 de agosto. Dos d铆as m谩s tarde Rus铆a le declar贸 la guerra a Jap贸n e invadi贸 Manchuria para sellar definitivamente, la suerte del imperio japon茅s. Al finalizar la guerra quedaba claro qui茅nes ser铆an las naciones dominantes en las pr贸ximas d茅cadas, las que impondr铆an modelos econ贸micos y sociales. Las que se atribuir铆an el poder de polic铆a internacional, las que convalidar铆an, o no, la legitimidad de gobiernos en todo el mundo, por encima de sus caracter铆sticas dictatoriales o democr谩ticas.
En Yalta las potencias acordaron un modelo de organizaci贸n dominante. Crearon Naciones Unidas, como un 煤nico foro internacional destinado a debatir los conflictos entre naciones, y tambi茅n aprobaron la creaci贸n del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Dos organismos financieros surgidos con el pretexto de ayudar a financiar la reconstrucci贸n de las naciones en guerra, pero cuyo verdadero objetivo fue regular la econ贸micas mundial en beneficio de los intereses de las naciones dominantes.
En el tercer milenio, setenta y cuatro a帽os despu茅s de concluida la segunda gran guerra, se aprecia con indisimulable claridad el 茅xito de aquel proyecto. La ONU no pudo frenar la invasi贸n a Irak, y el FMI, junto al Banco Mundial, son quienes marcan el rumbo econ贸mico internacional, y el endeudamiento de las naciones m谩s postergadas.
Las normas y reglamentos que rigen la ONU, son funcionales a los intereses de las naciones poderosas que dominan al organismo. Su Consejo de Seguridad est谩 integrado por 11 miembros, de los cuales cinco son permanentes: China, Francia, EEUU, Gran Breta帽a y Rusia. Los otros seis integrantes son rotativos y no tienen voto en muchas medidas trascendentales. Por ejemplo, el consejo de seguridad de la ONU posee la autoridad para forzar una intervenci贸n armada, siempre que tenga el voto un谩nime de los 5 miembros permanentes. Estas reglas se desmoronaron en marzo de 2003 cuando EEUU decidi贸, en forma unilateral, atacar Irak sin la aprobaci贸n del Consejo de las Naciones Unidas.
Las naciones con mayor poder condicionan el funcionamiento de Naciones Unidas. En 1949, tres a帽os despu茅s de su creaci贸n, doce pa铆ses occidentales, inquietos ante la posibilidad de una nueva guerra a escala mundial, firmaron un pacto para constituir la mayor sociedad militar del mundo. As铆 naci贸 la OTAN, la organizaci贸n del Tratado del Atl谩ntico Norte, que compromet铆a a los pa铆ses miembros a asumir como propia cualquier agresi贸n a uno de sus integrantes. Fue el comienzo de una 茅poca signada por la guerra fr铆a que enfrentaba al bloque sovi茅tico con las naciones de la OTAN. ¿Que protagonismo asumi贸 nuestro pa铆s en este proceso de reordenamiento pol铆tico mundial, despu茅s de la segunda gran guerra?
Argentina se mantuvo neutral en el conflicto hasta marzo de 1945 cuando le declar贸 la guerra a las naciones del eje. Decisi贸n tomada, aunque sin movilizaci贸n de tropas, por el presidente Edelmiro Farrel y su Ministro de Guerra, Juan Domingo Per贸n. Aquella decisi贸n ubic贸 a nuestro pa铆s como una de las 51 naciones integrantes de la primera sesi贸n de la ONU, que se realiz贸 el 10 de enero de 1946 en Londres. All铆, logr贸 sostener el principio de no intervenci贸n, aunque la acept贸 cuando la decisi贸n era tomada por el Consejo de Seguridad de la ONU. Eso sucedi贸 en Corea entre 1950 y 1953. En esos tres a帽os de batallas interminables, murieron en la naci贸n asi谩tica, m谩s de 4 millones de personas. Fue el gobierno de Arturo Frondizi el que envi贸, por primera vez, en 1958, un contingente militar argentino en car谩cter de observador. Fue una misi贸n de paz al L铆bano, integrada por militares que viajaron sin uniforme de combate. En 1960, Frondizi env铆o a 脕frica aviadores de la Fuerza A茅rea que transportaron, en aviones DC3, alimentos y elementos de supervivencia al Congo.
En 1962 la guerra fr铆a lleg贸 a su punto m谩s alto de confrontaci贸n. Se estuvo a muy poco de iniciar una tercera guerra mundial cuando se desencaden贸 un hecho conocido como la crisis de los misiles en Cuba. La Uni贸n Sovi茅tica hab铆a instalado estas armas apuntando hacia Washington como respuesta a un posible ataque norteamericano para derrocar el gobierno de Fidel Castro. El presidente argentino, Jos茅 Mar铆a Guido, apoy贸 la posici贸n de su par norteamericano Jhon Kennedy, y despacho hacia el Caribe tres aviones y los destructores Espora y Rosales para que participen del bloqueo a Cuba. La crisis de los misiles se entremezclaba, para alimentar a煤n m谩s el fuego amenazante de una nueva guerra mundial, con otro estallido b茅lico producto de la guerra fr铆a: Vietnam Estados Unidos, preocupado por evitar la extensi贸n de las fronteras del comunismo hacia Indochina y Asia, envi贸 una fuerza extraordinaria de 500 mil soldados a la regi贸n. La guerra en Vietnam dur贸 trece a帽os. Fue el conflicto armado m谩s duradero en que intervino Estados Unidos. Una dimensi贸n de la violencia que sufri贸 el pueblo vietnamita se puede apreciar con un solo dato. Durante estos a帽os el territorio de Vietnam recibi贸 m谩s bombas que todas las lanzadas durante la segunda guerra mundial. Los portentosos bombarderos B 52 arrojaron las devastadoras e incendiarias NAPALM provocando el exterminio de pueblos enteros.
A pesar del poder铆o b茅lico desplegado, las tropas norteamericanas terminaron acorraladas por el ej茅rcito de Vietnam del Norte. Fue una derrota inesperada que el gobierno de EEUU sufri贸 dentro y fuera de sus fronteras. La acci贸n de movimientos pacifistas, m谩s la tragedia hecha relato en los sobrevivientes que retornaban al pa铆s, sumadas a las im谩genes horrorosas que llegaban de Vietnam, generaron un frente opositor que condicion贸 la continuidad de la guerra. El 27 de enero de 1973, en Par铆s, el Secretario de Estado Norteamericano Henry Kissinger, en nombre del gobierno de Richard Nixon, firm贸 la rendici贸n.
Argentina, a trav茅s de los gobiernos de Jos茅 Mar铆a Guido y Arturo Illia, apoy贸 las acciones norteamericanas en Vietnam. Pero, en 1965 aquel alineamiento con la pol铆tica exterior de EEUU, desencaden贸 una crisis profunda en nuestro pa铆s. Fue cuando el General Juan Carlos Ongan铆a, por entonces Comandante en Jefe del Ej茅rcito, le sugiri贸 al presidente Illia enviar tropas a Rep煤blica Dominicana para forzar una normalizaci贸n institucional en ese pa铆s. El pedido de Ongan铆a gener贸 un debate nacional que incluy贸 manifestaciones en las calles de Buenos Aires, realizadas por quienes se opon铆an a la intervenci贸n Argentina en Centroam茅rica. Illia, finalmente, no envi贸 tropas, aunque apoy贸 a EEUU en la creaci贸n de una Fuerza Interamericana de Paz que interviniera en dominicana.
En 1970, Ongan铆a se due帽o del poder institucional tras derrocar a Illia con un golpe de estado y envi贸 observadores militares, por pedido de la OEA, a El Salvador y Honduras para controlar el cese del fuego en la regi贸n. Militares argentinos volver铆an a Centroam茅rica a帽os m谩s tarde, pero bajo circunstancias bien distintas. Fue entre 1979 y 1982. Lejos de asimilarse a una misi贸n de paz, m谩s de 500 efectivos se instalaron en Honduras y Nicaragua para desarrollar tareas de entrenamiento y ayuda para combatir la guerrilla. Organismos de derechos humanos terminar铆an denunciando, tiempo despu茅s, que los militares argentinos ense帽aban m茅todos de tortura que hab铆an sido aplicados en nuestro pa铆s. Eran tiempos que en la casa Rosada estaba el General Leopoldo Fortunato Galtieri, y Nicanor Costa Mendez canciller argentino.
Desde la finalizaci贸n de la segunda guerra mundial hasta nuestros d铆as, Argentina ha participado en poco m谩s de 25 operaciones militares en el extranjero, 14 de ellas se produjeron en los 10 a帽os que dur贸 el gobierno de Carlos Menem. La presencia de soldados argentinos entre los cascos azules, durante los diez a帽os de Menem, fue un gesto de permanente pleites铆a a la pol铆tica exterior de Estados Unidos. Una adhesi贸n que derivar谩 en graves consecuencias para nuestro pa铆s. Para tomar dimensi贸n de lo que representaron aquellas 14 misiones de militares argentinos en el extranjero, durante los a帽os de Menem, es importante repasar algunos n煤meros. Nuestro pa铆s ten铆a, en 1994, m谩s de 3.300 soldados, de las tres fuerzas, distribuidos en distintas zonas con conflictos en todo el mundo. Los gastos de estos movimientos fueron afrontados por Argentina, a la espera de su reintegro, por parte de la ONU. El sueldo de un oficial en misi贸n en el extranjero oscila entre 2300 y 2700 d贸lares, seg煤n su rango. Un monto que se cobra por encima del que tiene como base. Argentina, adem谩s, gast贸 en 1991, 20 millones de d贸lares para enviar sus dos naves de guerra al Golfo.
Asumiendo la guerra como un negocio al que hab铆a que apostar, Menem aseguraba que ten铆a la promesa de EEUU, que empresas argentinas participar铆an de la reconstrucci贸n de Kuwait. No solo no hubo participaci贸n de empresas argentinas en la reconstrucci贸n del pa铆s invadido por Irak, sino que de los 20 millones de d贸lares gastados para enviar las naves de guerra al golfo, solo se recuperaron 8 millones. Sin embargo, el peor costado que tuvo la participaci贸n abierta de Argentina en la guerra del Golfo no fue el econ贸mico. Los atentados a la embajada de Israel, primero, y a la AMIA, m谩s tarde, certificaron que aquella participaci贸n argentina en la guerra del Golfo no fue gratuita.
En junio de 2004 un plenario de comisiones del Congreso Nacional aprob贸 el tratamiento del proyecto del Poder Ejecutivo, para que se autorice el env铆o de tropas a Hait铆 en el marco de la resoluci贸n 1542 de la Organizaci贸n de Naciones Unidas (ONU). Fue el pasaporte para 614 militares argentinos que viajaron a Hait铆 para sumarse a una fuerza internacional propiciada por la ONU. Adem谩s del personal militar nuestro pa铆s enviar谩 73 veh铆culos, ambulancias, un buque y un hospital m贸vil, entre otros pertrechos.
En el debate en el plenario, que uni贸 a integrantes de dos comisiones parlamentarias de la c谩mara baja, de Relaciones Exteriores y la de Defensa, entreg贸 una amplia y rica bater铆a de conceptos por donde pod铆a transitar la pol铆tica exterior argentina, en relaci贸n a las misiones de paz y las intervenciones militares en otros pa铆ses. El diputado Jorge Arguello defendi贸 el env铆o diciendo que se trata de un esfuerzo multilateral para la reconstrucci贸n de Hait铆, el pa铆s m谩s pobre de Am茅rica. Su par Federico Storani, plante贸 el riesgo de ser simples guardiacostas de los EEUU, en tanto que Marta Mafei propuso enviar socorristas y no militares. El socialista Luis Zamora afirm贸 que la acci贸n convalidar谩 un gobierno ilegal.
En la actualidad nuestro pa铆s ha modificado procedimientos internos para evitar que una decisi贸n trascendente, como es la de enviar militares argentinos a otras naciones en misiones internacionales, quede solo en manos del presidente. La remisi贸n de tropas exige hoy la sanci贸n de una ley en tiempo y forma. En ocasi贸n de la guerra del Golfo el permiso fue aprobado cuando las naves argentinas ya estaban en el Golfo p茅rsico, en la zona de operaciones y bajo las 贸rdenes de Estados Unidos. Los debates parlamentarios, en aquel entonces, fueron est茅riles, quedaron como un eco quejoso a acciones del gobierno.
MILEI DETRAS DE LOS PASOS DE CARLOS MENEM
UNA SEGUIDOR DE MENEM, JAVIER MILEI ENTRA EN UNA ARRIESGADA MAS PELIGOROSA, EN LA POSICION INTERNACIONAL AL ALIARSE A ISRAEL.
Si se intentara buscar antecedentes a la posici贸n internacional de Javier Milei con Estados Unidos e Israel, probablemente lo m谩s cercano fuera el gobierno de Carlos Sa煤l Menem, de quien el dirigente libertario se ha manifestado un entusiasta “seguidor”.

El Ex presidente Carlos Sa煤l Menem (F)
El v铆nculo entre EEUU y Argentina en aquellos a帽os se clasific贸 con la ya popular expresi贸n “relaciones carnales”. En cuanto a las relaciones con Israel existen distintas investigaciones en las que se analiza si el Estado argentino rompi贸 o no la “equidistancia” que mantuvo tradicionalmente frente al conflicto palestino-israel铆.
Los hechos a analizar son varios, pero algunos se destacan m谩s que otros. Sin dudas, el m谩s significativo es el env铆o de tropas a la Guerra del Golfo en septiembre de 1990, en claro alineamiento con Washington.
Seg煤n precisa la investigadora del Conicet Ornela Fabani en un documento del organismo cient铆fico, el conflicto en Medio Oriente podr铆a leerse tambi茅n a trav茅s de la disputa entre Israel y Palestina. Para esta 煤ltima, la Irak de Hussein, que hab铆a invadido Kuwait y dado inicio al enfrentamiento, era el 煤nico actor capaz de hacerle frente a Tel Aviv. Si bien la decisi贸n de Menem no pretend铆a tomar partido en ese conflicto, el hecho de enfrentar a Hussein era todo un mensaje.
Un a帽o m谩s tarde, en 1991, el gobierno de Menem decidi贸 abandonar el grupo de pa铆ses No Alineados, que Argentina integraba desde 1973 por iniciativa del expresidente Juan Domingo Per贸n, pero que tambi茅n suscit贸 inter茅s para Ra煤l Alfons铆n. Las “relaciones carnales” de Argentina con Estados Unidos hab铆an hecho cada vez m谩s complicado el consenso con los Pa铆ses No Alineados en numerosos temas. Entre ellos, la cercan铆a del Grupo con la causa de Palestina.
Durante ese mismo tiempo, el presidente Menem realiz贸 su primer viaje a Medio Oriente, con Tel Aviv como primera parada. Una decisi贸n que caus贸 sorpresa entre propios y extra帽os, ya que se cre铆a que el expresidente visitar铆a Siria, de donde proced铆an sus ancestros, y a donde hab铆a viajado durante los tiempos de campa帽a. Por otra parte, el destino tomaba una importancia mayor, ya que se trataba de la primera visita oficial de un mandatario argentino a Israel.
Aunque el viaje enoj贸 al l铆der sirio, Al Assad, que se neg贸 a recibir a Menem una vez que este quiso reunirse, el mandatario peronista utiliz贸 su encuentro con el primer ministro de Israel, Yitzhak Shamir, para explorar la posibilidad de acercar posiciones entre 谩rabes e israel铆es. En ese sentido, el presidente argentino ofreci贸 a Buenos Aires como sede de una conferencia de paz para Medio Oriente, que termin贸 reuniendo a representantes de Israel y Palestina, aunque en la ciudad de Madrid.
Las gestiones de Menem muestran que aunque involucr贸 a Argentina en la Guerra del Golfo o eligi贸 Tel Aviv como primera parada de un viaje a Medio Oriente, el l铆der peronista intent贸 morigerar su posici贸n, aunque lejos estaba de poder rebalancear lo ya hab铆a hecho hasta ese momento. En todo caso, intent贸 equilibrar los apoyos con mayor 茅nfasis tras los Acuerdos de Oslo, impulsados por Bill Clinton en 1993.
Prueba de ello es la reuni贸n que celebr贸 su canciller, Guido di Tella, con altos funcionarios de la Organizaci贸n para la Liberaci贸n de Palestina en 1993; o m谩s tarde, en 1996, las gestiones realizadas por el propio Menem ante Israel para flexibilizar las condiciones impuestas por el Estado jud铆o con Palestina respecto al paso de alimentos y medicinas.
Volviendo a los hechos en torno a la Guerra del Golfo, Fabani cuenta que cuando el gobierno argentino anunci贸 el env铆o de tropas, el excanciller del primer gobierno de Menem, Domingo Cavallo, afirm贸 que si Argentina quer铆a “participar de los beneficios del proceso de gestaci贸n de un nuevo mundo de paz y progreso” deb铆a “asumir las responsabilidades”.
Por supuesto, si eso supuso recibir alguna ayuda de los poderes centrales en materia econ贸mica o de pol铆tica exterior, la realidad lo pone seriamente en duda. Por el contrario, solo basta mencionar los dos atentados brutales que sufri贸 la comunidad jud铆a durante el mandato del dirigente riojano.
En tan solo cuatro meses de gesti贸n, el presidente Milei ha dado sobradas muestras de que el alineamiento con Israel es total, y que lejos est谩 de querer impulsar cualquier tipo de soluci贸n pac铆fica al conflicto israel铆-palestino, o en 煤ltima instancia (para 茅l) mantener la tradicional equidistancia argentina en relaci贸n al conflicto.
En este sentido, el env铆o de tropas durante la Guerra del Golfo que impuls贸 Menem, as铆 como el resto de gestos que realiz贸 en favor de Tel Aviv, podr铆an parecer poca cosa en comparaci贸n con la temeridad con la que est谩 dispuesto a avanzar el mandatario libertario en Medio Oriente.
26/7/24
LA NAVEGACION AL GOLFO PERSICO QUE NO FUE TURISTICA
1990-2020. UNA VISI脫N TESTIMONIAL Comunicaci贸n del acad茅mico de n煤mero Enrique Molina Pico, en la sesi贸n privada de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Pol铆ticas, el 8 de julio de 2020,
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25/7/24
GEORGE BUSH ORDENA INICIAR LA GUERRA DEL GOLFO
George Bush ordena iniciar la Guerra del Golfo con la operaci贸n Tormenta del Desierto: Recuerdo de una verg眉enza Argentina.
Tras el conflicto, la ONU impuso a Iraq un severo embargo que produjo grav铆simos trastornos sociales en el pa铆s.
En julio de 1992, aviones brit谩nicos y estadounidenses despegaron desde Turqu铆a y quemaron cultivos en Iraq.
El 26 de junio de 1993, Estados Unidos bombarde贸 Iraq en represalia por una supuesta conspiraci贸n para asesinar a George H. W. Bush.
Del 16 de diciembre al 19 de diciembre de 1998, mientras en EE.UU. arreciaba el esc谩ndalo Lewinsky, EE.UU. y Gran Breta帽a llevaron a cabo sobre Iraq una serie de bombardeos a la que llamaron «operaci贸n Zorro del desierto».
En el a帽o 2002 George W. Bush acusa a Corea del Norte, Ir谩n e Iraq de constituir un «Eje del Mal», desencadenando la invasi贸n de Iraq de 2003.
La teor铆a del «choque de civilizaciones»
En la 茅poca inmediatamente posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, la tesis del «choque de civilizaciones», promovida por Samuel Huntington, fue utilizada como justificaci贸n para el enfrentamiento por entonces casi inminente de Estados Unidos con el mundo isl谩mico.
Conflicto entre Irak y Kuwait
El conflicto entre Irak y Kuwait alter贸 profundamente la situaci贸n pre-existente en la regi贸n, convulsion贸 a todo el mundo 谩rabe-isl谩mico, as铆 como tuvo serias repercusiones internacionales de alcance mundial, primero con el esfuerzo b茅lico y la Guerra del Golfo, y despu茅s con el largo y dif铆cil proceso de negociaci贸n global de la paz en Oriente Medio auspiciado por Estados Unidos en el marco de Naciones Unidas.
La guerra entre Irak y Estados Unidos fue la mayor crisis regional desde el fin de la Primera Guerra Mundial. No s贸lo afect贸 a las m谩s remotas zonas del mundo 谩rabe, sino tambi茅n, y en un grado nunca visto, a los tres Estados no 谩rabes de Oriente Medio: Ir谩n, Turqu铆a e Israel.
Negociaciones de la alianza
Se suceden en la ONU numerosas resoluciones: condena de la invasi贸n el 2 de agosto, embargo econ贸mico el 6 de agosto, el bloqueo militar el 25 de agosto y el 29 de noviembre la autorizaci贸n del uso de la fuerza que permiti贸 la creaci贸n de una amplia alianza y una r谩pida guerra.
El Secretario de Defensa Dick Cheney, entre 1990 y 1991 jug贸 un papel clave en el conflicto b茅lico. Dirigi贸 todos los acuerdos y alianzas previas a la Guerra del Golfo; consigui贸 que el rey Fahd de Arabia Saud铆 permitiera la instalaci贸n de bases militares estadounidenses en Daharan, y en 1992 firm贸 un acuerdo de seguridad entre EE.UU. y el emirato de Qatar, donde se instal贸 el comando central de las tropas de EE.UU. estacionadas en la regi贸n del Golfo P茅rsico.
Pozo ardiendo Vencido el ultim谩tum de la ONU, el ataque de las fuerzas aliadas comenz贸 el 17 de enero de 1991 a las 2.44 horas de la madrugada y el primer objetivo fue Bagdad. Se inici贸 un nuevo tipo de ataque aplicando tecnolog铆a avanzada. Se contaba con una unanimidad internacional bastante amplia.
La primera fase ten铆a como objetivo debilitar al m谩ximo las defensas iraqu铆es, destruir la infraestructura, desmoralizar al Ej茅rcito y desbaratar las comunicaciones. La aviaci贸n aliada, especialmente la de EE.UU, Gran Breta帽a y Arabia Saud铆, realiz贸 m谩s de 100.000 salidas desde sus bases en los pa铆ses de la zona y desde los portaaviones que navegaban por el Golfo. Bombarderos B-52 llegados desde Europa, repostados en vuelo, a sus objetivos en Irak.
A pesar de que Saddam Hussein, intentaba provocar el inicio de la ofensiva terrestre aliada, el jefe de las fuerzas occidentales Schwarzkopf, repet铆a que 茅sta llegar铆a cuando la capacidad de respuesta de Irak fuera m铆nima. Se arrojaron 88.500 toneladas de bombas; de 茅stas s贸lo 6.250 correspond铆an a las llamadas "bombas inteligentes".
Al final se consigui贸 un escaso 铆ndice de precisi贸n del 25 por ciento. Entre las fuerzas aliadas formadas por 745 mil soldados resultaron muertos en combate 179 y en accidentes 77. Los heridos fueron 320. El 22 de enero Saddam ordena que se prenda fuego a los pozos petrol铆feros y a las instalaciones de extracci贸n de petr贸leo de Kuwait.
Cada d铆a arden unas 220.000 toneladas de crudo. Tambi茅n desv铆an 500 millones de litros de petr贸leo hacia el golfo P茅rsico. La vida marina de la zona sufre da帽os irreparables. El emirato est谩 al borde de una cat谩strofe ecol贸gica. Se llega a temer un cat谩strofe clim谩tica mundial.
En julio de 1992, aviones brit谩nicos y estadounidenses despegaron desde Turqu铆a y quemaron cultivos en Iraq.
El 26 de junio de 1993, Estados Unidos bombarde贸 Iraq en represalia por una supuesta conspiraci贸n para asesinar a George H. W. Bush.
Del 16 de diciembre al 19 de diciembre de 1998, mientras en EE.UU. arreciaba el esc谩ndalo Lewinsky, EE.UU. y Gran Breta帽a llevaron a cabo sobre Iraq una serie de bombardeos a la que llamaron «operaci贸n Zorro del desierto».
En el a帽o 2002 George W. Bush acusa a Corea del Norte, Ir谩n e Iraq de constituir un «Eje del Mal», desencadenando la invasi贸n de Iraq de 2003.
La teor铆a del «choque de civilizaciones»
En la 茅poca inmediatamente posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, la tesis del «choque de civilizaciones», promovida por Samuel Huntington, fue utilizada como justificaci贸n para el enfrentamiento por entonces casi inminente de Estados Unidos con el mundo isl谩mico.
Conflicto entre Irak y Kuwait
El conflicto entre Irak y Kuwait alter贸 profundamente la situaci贸n pre-existente en la regi贸n, convulsion贸 a todo el mundo 谩rabe-isl谩mico, as铆 como tuvo serias repercusiones internacionales de alcance mundial, primero con el esfuerzo b茅lico y la Guerra del Golfo, y despu茅s con el largo y dif铆cil proceso de negociaci贸n global de la paz en Oriente Medio auspiciado por Estados Unidos en el marco de Naciones Unidas.
La guerra entre Irak y Estados Unidos fue la mayor crisis regional desde el fin de la Primera Guerra Mundial. No s贸lo afect贸 a las m谩s remotas zonas del mundo 谩rabe, sino tambi茅n, y en un grado nunca visto, a los tres Estados no 谩rabes de Oriente Medio: Ir谩n, Turqu铆a e Israel.
Negociaciones de la alianza
Se suceden en la ONU numerosas resoluciones: condena de la invasi贸n el 2 de agosto, embargo econ贸mico el 6 de agosto, el bloqueo militar el 25 de agosto y el 29 de noviembre la autorizaci贸n del uso de la fuerza que permiti贸 la creaci贸n de una amplia alianza y una r谩pida guerra.
El Secretario de Defensa Dick Cheney, entre 1990 y 1991 jug贸 un papel clave en el conflicto b茅lico. Dirigi贸 todos los acuerdos y alianzas previas a la Guerra del Golfo; consigui贸 que el rey Fahd de Arabia Saud铆 permitiera la instalaci贸n de bases militares estadounidenses en Daharan, y en 1992 firm贸 un acuerdo de seguridad entre EE.UU. y el emirato de Qatar, donde se instal贸 el comando central de las tropas de EE.UU. estacionadas en la regi贸n del Golfo P茅rsico.
Pozo ardiendo Vencido el ultim谩tum de la ONU, el ataque de las fuerzas aliadas comenz贸 el 17 de enero de 1991 a las 2.44 horas de la madrugada y el primer objetivo fue Bagdad. Se inici贸 un nuevo tipo de ataque aplicando tecnolog铆a avanzada. Se contaba con una unanimidad internacional bastante amplia.
La primera fase ten铆a como objetivo debilitar al m谩ximo las defensas iraqu铆es, destruir la infraestructura, desmoralizar al Ej茅rcito y desbaratar las comunicaciones. La aviaci贸n aliada, especialmente la de EE.UU, Gran Breta帽a y Arabia Saud铆, realiz贸 m谩s de 100.000 salidas desde sus bases en los pa铆ses de la zona y desde los portaaviones que navegaban por el Golfo. Bombarderos B-52 llegados desde Europa, repostados en vuelo, a sus objetivos en Irak.
A pesar de que Saddam Hussein, intentaba provocar el inicio de la ofensiva terrestre aliada, el jefe de las fuerzas occidentales Schwarzkopf, repet铆a que 茅sta llegar铆a cuando la capacidad de respuesta de Irak fuera m铆nima. Se arrojaron 88.500 toneladas de bombas; de 茅stas s贸lo 6.250 correspond铆an a las llamadas "bombas inteligentes".
Al final se consigui贸 un escaso 铆ndice de precisi贸n del 25 por ciento. Entre las fuerzas aliadas formadas por 745 mil soldados resultaron muertos en combate 179 y en accidentes 77. Los heridos fueron 320. El 22 de enero Saddam ordena que se prenda fuego a los pozos petrol铆feros y a las instalaciones de extracci贸n de petr贸leo de Kuwait.
Cada d铆a arden unas 220.000 toneladas de crudo. Tambi茅n desv铆an 500 millones de litros de petr贸leo hacia el golfo P茅rsico. La vida marina de la zona sufre da帽os irreparables. El emirato est谩 al borde de una cat谩strofe ecol贸gica. Se llega a temer un cat谩strofe clim谩tica mundial.
Definici贸n de la crisis del Golfo
Tras el fin de la guerra irano-iraqu铆 surge una preocupaci贸n creciente en los c铆rculos oficiales norteamericanos, europeos e israel铆es: la posibilidad del establecimiento de un equilibrio estrat茅gico militar en Oriente Medio entre los Estados 谩rabes e Israel, una posibilidad que, si bien quiz谩s no inmediata, dar铆a al traste con un modelo de control postcolonial de la regi贸n basado en la superioridad militar israel铆 y la funcionalidad de las petromonarqu铆as del Golfo.
Entre los Estados 谩rabes la eliminaci贸n de Irak, como potencia regional emergente tras la guerra contra Ir谩n (Irak tiene m谩s (le 438.000 Km2 y es el Estado 谩rabe m谩s poblado de la regi贸n, con 19 millones de habitantes en 1992) se convert铆a en prioritaria.
Consecuencias de la guerra contra Irak
Estos tres niveles de intervenci贸n tienen una relaci贸n directa con la importancia energ茅tica de Oriente Medio, que (incluido Ir谩n) produce Un cuarto de la producci贸n Mundial de petr贸leo y contiene -en 1990- el 65, 7% de las reservas mundiales, un porcentaje que aumentar谩 hasta un 85% en los pr贸ximos 20 a帽os. EE.UU. con un porcentaje del 2,6% de las reservas mundiales, consumi贸 en 1989 el 25,5% de la producci贸n petrol铆fera Mundial.
El resultado de la guerra determin贸 una serie de elementos b谩sicos para la posterior ofensiva diplom谩tica de EE.UU. en la regi贸n:
El uso de la fuerza militar por medio de la demostraci贸n hacia el conjunto del mundo 谩rabe, pero tambi茅n hacia el conjunto del Tercer Mundo, de la voluntad norteamericana de utilizar toda su capacidad de destrucci贸n militar masiva contra un pa铆s (literalmente: "devolver a Irak a la era preindustrial).
La desvalorizaci贸n de la Intifada y de sus logros internacionales y regionales por medio de la penalizaci贸n pol铆tica de la OLP y de la poblaci贸n palestina de los Territorios Ocupados por sus posturas durante la guerra. A ello se une el fin de la ayuda econ贸mica de las petromonarqu铆as a la OLP y la financiaci贸n alternativa del movimiento islamista Hamas como competidor social.
Agudizaci贸n de la divisi贸n inter谩rabe tanto en las esfera pol铆tica como econ贸mica.
Profundizaci贸n del abismo entre las poblaciones y los reg铆menes 谩rabes y, crisis de la representatividad pol铆tica popular. La poblaci贸n 谩rabe, tras haberse durante la guerra recuperando y compartiendo desde Marruecos a Palestina los lemas de la lucha nacionalista, queda conmocionada por la destrucci贸n impune de Irak, favoreciendo el impulso posterior de los islamistas.
S铆ndrome de la Guerra del Golfo
Durante 1993, se han disparado las denuncias de militares pertenecientes a la coalici贸n aliada que participaron en la guerra contra Irak en relaci贸n a un llamado "s铆ndrome Tormenta del Desierto" que estar铆a afectando su salud y la de sus familias. El informe de The Medical Educational Trust recoge la informaci贸n hasta ahora conocida.
Las afecciones son m煤ltiples y en ocasiones incluyen el colapso del sistema inmune. Las denuncias provienen sobre todo de militares norteamericanos y brit谩nicos. En Irak, diversas comisiones internacionales y las propias autoridades sanitarias del pa铆s ven铆an con anterioridad a 1993 denunciando el aumento espectacular e inexplicable de malformaciones, abortividad y c谩nceres infantiles.
Tambi茅n se indica que los veteranos aliados podr铆an estar padeciendo ahora las consecuencias de haber sido tratados preventivamente contra armamento qu铆mico con medicamentos en fase de experimentaci贸n no autorizados: m谩s de 400.00 soldados habr铆an sido as铆 "conejillos de indias".
Excluido Irak del escenario resolutivo 谩rabe, el proceso de normalizaci贸n entre Israel y los restantes Estados 谩rabes de la zona, mucho m谩s d茅biles y dependientes que Irak, es un hecho. La guerra contra Irak fue la premisa obligada de la puesta en marcha del proceso de paz 谩rabe-israel铆.
Excluido Irak del escenario resolutivo 谩rabe, el proceso de normalizaci贸n entre Israel y los restantes Estados 谩rabes de la zona, mucho m谩s d茅biles y dependientes que Irak, es un hecho. La guerra contra Irak fue la premisa obligada de la puesta en marcha del proceso de paz 谩rabe-israel铆.
Recuerdo de una verg眉enza Argentina
El presidente Carlos Menem, en su car谩cter de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, ha ordenado la movilizaci贸n de oficiales y suboficiales del Ej茅rcito, la Fuerza A茅rea y la Armada nacional, dijo el ministro.
Agreg贸 que los militares argentinos no conformar谩n una fuerza beligerante. No van a emprender acciones b茅licas ofensivas, no van a asumir un rol de beligerancia.
El gobierno argentino anunci贸 ayer que decidi贸 enviar dos buques al Golfo P茅rsico en misi贸n de paz para participar en el bloqueo econ贸mico contra Irak.
El vocero presidencial Humberto Toledo, aclar贸 que se trata de una misi贸n de paz, por lo que no necesita la aprobaci贸n del Congreso, agregando que los efectivos no entrar谩n en combate sin autorizaci贸n del Congreso.
Entre tanto, Zulema Yoma la esposa del Presidente argentino Carlos Menem, afirm贸 sentirse avergonzada por la decisi贸n de enviar naves de su pa铆s al Golfo P茅rsico.
De ascendencia siria y practicante de la religi贸n musulmana, Zulema declar贸, me siento avergonzada como argentina de mandar tropas a sumarse al bloqueo contra Irak.
Zulema Yoma subray贸, vamos a ayudar a nuestros enemigos en este momento, a quienes nos ofendieron con las Malvinas. No puedo olvidar los dolores y las l谩grimas que hemos derramado cuando hundieron a nuestro barco el General Belgrano durante la guerra con Gran Breta帽a en 1982 dijo la se帽ora de Menem.
Entre tanto, los nueve pa铆ses de la Organizaci贸n de Europa Occidental (UEO) se pronunciaron por la ampliaci贸n al tr谩fico a茅reo del embargo contra Irak. Decidieron adem谩s fortalecer su coordinaci贸n que extienden a los medios terrestres y a茅reos seg煤n un comunicado publicado anoche al t茅rmino de su reuni贸n en Par铆s.
Los nueve tomar谩n en los m谩s breves plazos medidas suplementarias necesarias para instaurar de manera completa y eficaz el embargo, y lanzaron un llamado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que adopte muy r谩pidamente las decisiones apropiadas en ese sentido, precis贸 el comunicado.
El canciller franc茅s, Roland Dumas, dijo que los nueve tambi茅n pedir谩n al Consejo que extienda el embargo comercial a pa铆ses que infrinjan las presentes sanciones decretadas por las Naciones Unidas.
Dumas a帽adi贸 que un comit茅 militar conjunto se reunir谩 hoy para poner en vigencia nuevas medidas que extiendan la coordinaci贸n entre fuerzas terrestres y a茅reas de la UEO que operan en el Golfo.
Holanda dijo ayer que enviar谩 18 cazas F-16 a la regi贸n del Golfo si el Consejo decreta un embargo a茅reo contra Irak. Este anuncio se produjo en momentos en que el Consejo segu铆a reunido en Nueva York.
En una acci贸n sin precedentes, la Uni贸n Sovi茅tica ha acordado prestar a Estados Unidos un gran barco para trasladar equipos militares al Golfo P茅rsico, revelaron ayer fuentes de la Organizaci贸n del Tratado de Atl谩ntico del Norte (OTAN).
Tambi茅n han habido discusiones entre funcionarios estadounidenses y sovi茅ticos sobre el uso de grandes aviones sovi茅ticos de transporte Antonov para ayudar a trasladar soldados y pertrechos estadounidenses al Golfo P茅rsico, dijeron las fuentes. Seg煤n el ministro de Finanzas de Israel, Yitzhak Modai, el presidente sovi茅tico Mijail Gorbachov calific贸 al mandatario iraqu铆 Saddam Hussein de bestia salvaje, pero manifest贸 su esperanza de que Irak pueda ser obligado a retirarse de Kuwait sin derramamiento de sangre.
Por su parte, el canciller, David Levy, dijo que la Uni贸n Sovi茅tica prometi贸 salir a la defensa de Israel si Irak lo agrede.
El canciller saud铆, pr铆ncipe Saud al-Faisal, declar贸 ayer en Mosc煤 que su pa铆s acoger铆a de buen grado a tropas sovi茅ticas en su pa铆s si Mosc煤 decidiera sumarse a la fuerza internacional concentrada para enfrentar a Irak.
Por otro lado, el presidente Carlos Menem calific贸 ayer como conveniente para Argentina el env铆o de tropas al Golfo en una controvertida medida que convertir铆a a este pa铆s en el primero de Am茅rica Latina en participar en el bloqueo militar contra Irak.
La Casa de Gobierno concluy贸 ayer los arreglos para un anuncio formal a la poblaci贸n sobre la participaci贸n militar, que consistir铆an en un par de centenares de oficiales profesionales y dos buques misil铆sticos de la Armada, seg煤n anticiparon fuentes gubernamentales.
En otro frente diplom谩tico, el presidente sirio Hafez Assad efectuar谩 su primera visita a Teher谩n la semana pr贸xima para discutir la crisis del Golfo P茅rsico y la situaci贸n en el mundo 谩rabe en general, informaron ayer fuentes sirias.
Se anticipa que el viaje ser谩 de utilidad para una campa帽a de Assad para proyectarse como aliado confiable del Oeste y mejorar la imagen de su pa铆s despu茅s de los a帽os de aislamiento que le report贸 su implicaci贸n en ataques terroristas.
24/7/24
LA VEZ QUE ARGENTINA PARITICPO EN AL (PRIMERA) GUERRA CONTRA IRAK
La Guerra del Golfo P茅rsico fue un conflicto b茅lico que enfrent贸 al r茅gimen de Saddam Hussein contra una coalici贸n de pa铆ses liderada por Estados Unidos y que sucedi贸 mucho antes de los atentados del 11 de septiembre y la Guerra de Irak de 2003.
Este conflicto tiene una particularidad para los argentinos, ya que fue la primera vez desde las Guerra de Malvinas que nuestro pa铆s particip贸 de un conflicto armado. La medida, por supuesto, gener贸 much铆sima pol茅mica en Argentina.
Argentina y su rol en la Guerra del Golfo
Para entender esta historia tenemos que remontarnos al 2 de agosto de 1990, fecha de la invasi贸n de Irak a Kuwait. El r茅gimen de Saddam Hussein estaba sumergido en deudas con su pa铆s vecino, con el que adem谩s manten铆a una disputa por los precios del barril de petr贸leo.
Hussein acus贸 a Kuwait de robar petr贸leo de un campo compartido por ambos pa铆ses, por lo que decidi贸 invadirlo y anexarlo a su territorio. Como respuesta, la ONU aplicar贸 sanciones contra Irak y form贸 una coalici贸n internacional liderada por Estados Unidos para expulsar a Irak de Kuwait.
Entre esos pa铆ses, estaba la Argentina, que desde la llegada de Carlos Menem a la presidencia hab铆a iniciado una pol铆tica de «integraci贸n al mundo» que al d铆a de hoy todav铆a divide a la opini贸n p煤blica nacional. Nuestro pa铆s fue el 煤nico pa铆s del continente que particip贸, excepto por Honduras.
Rechazo rotundo
De hecho, la participaci贸n argentina en la Guerra del Golfo fue tan impopular, que una encuesta revel贸 que el 95% de los argentinos estaba en contra del env铆o de buques al conflicto. A pesar de esto y los reclamos de diversos sectores de la oposici贸n, el Congreso aprob贸 el env铆o de tropas a la guerra.
Quien dio el anuncio fue el entonces Ministro de Relaciones Exteriores Domingo Cavallo, que esperaba que la medida atrajera inversores extranjeros. Tiempo despu茅s, Cavallo se convertir铆a en Ministro de Econom铆a.
La participaci贸n del pa铆s estuvo centrada en el bloqueo naval del Golfo P茅rsico, impidiendo que barcos ingresen o salieran del puerto de Kuwait. Para ello, se enviaron 500 hombres en 2 corbetas, 1 destructor, 1 buque de carga, 2 aviones de transporte y 3 helic贸pteros.
Durante la misi贸n, llamada « Operativo Alfil», se realizaron cerca de 900 intercepciones, abriendo fuego m谩s de 4 veces. Si bien no hubo v铆ctimas durante la operaci贸n, se perdi贸 un helic贸ptero debido a un accidente.
La guerra concluy贸 con la expulsi贸n de las tropas iraqu铆es de Kuwait y debilit贸 seriamente la relaci贸n que Saddam Hussein manten铆a con Estados Unidos, un aliado clave durante los 80 en su lucha contra Ir谩n. Por la victoria, las tropas argentinas desfilaron junto al resto de la coalici贸n en Nueva York.
La participaci贸n de nuestro pa铆s impuls贸 un acercamiento importante con los pa铆ses de la OTAN y, principalmente, con Estados Unidos. Esta etapa ser铆a denominada por muchos como la de las « relaciones carnales» con el pa铆s del norte, parafraseando una frase acu帽ada por el canciller Torcuato Di Tella.
Desde entonces, la participaci贸n argentina en la primera Guerra de Irak qued贸 para siempre asociada a un per铆odo que culminar铆a con la crisis de 2001 y lemas pol铆ticos como el «que se vayan todos». ¿Conoc铆as esta historia?
17/7/24
ADI脫S IRAK, ¿ Y AHORA QU脡?
Las tropas aliadas se despiden de Irak, pero a los soldados no les resulta f谩cil dejar sus traumas de guerra. Tambi茅n muchos de los soldados Americanos, Canadienses, Argentinos, Italianos etc. presentan graves traumas cuando regresan del Golfo.
Nuestra querida Argentina, su gobierno les paso de largo, no les hizo mella en nada, fuimos y volvimos gracias a Dios, el solo hecho de estar en el Teatro de Operaciones ya es infernal el estado de nervios, mas sumado el Strees que uno va acumulando a lo largo de los dias. Estos 34 a帽os nadie pregunto, nadie anuncio nada, nadie salio a buscar quienes se sienten mal. Desjades total nadie sabe nada o lo saben y esconden lo que deben pagar por estar en la GUERRA, encima hoy desean esta en la OTAN, no saben el compromiso que es, nadie asesora como es el tramite por lo que veo en todos los medios y voceros del Gobierno.
Lleg贸 la hora de preocuparse por el estado mental de los militares que regresar谩n a casa.
Nuestra querida Argentina, su gobierno les paso de largo, no les hizo mella en nada, fuimos y volvimos gracias a Dios, el solo hecho de estar en el Teatro de Operaciones ya es infernal el estado de nervios, mas sumado el Strees que uno va acumulando a lo largo de los dias. Estos 34 a帽os nadie pregunto, nadie anuncio nada, nadie salio a buscar quienes se sienten mal. Desjades total nadie sabe nada o lo saben y esconden lo que deben pagar por estar en la GUERRA, encima hoy desean esta en la OTAN, no saben el compromiso que es, nadie asesora como es el tramite por lo que veo en todos los medios y voceros del Gobierno.
Lleg贸 la hora de preocuparse por el estado mental de los militares que regresar谩n a casa.
Aca en primera persona:
“Durante mi primera noche en Irak ametrall茅 a una familia y despu茅s a un tipo en un BMW que quer铆a derribarnos”. As铆 recuerda el ex soldado estadounidense, Michael Drummond, el inicio de su misi贸n en la guerra de Irak en 2003; 茅l cuenta su historia en una p谩gina web que se dedica a recopilar las experiencias de los militares en el frente y que bien podr铆a crecer hasta tener versiones para cada uno de los pa铆ses que intervinieron con sus tropas en la malhadada Operaci贸n Libertad Iraqu铆 o en la guerra de Afganist谩n.
Y es que, como es sabido –a m谩s tardar desde la Primera Guerra Mundial–, los enfrentamientos armados no dejan solamente cuerpos mutilados y heridas visibles, sino tambi茅n serias afecciones ps铆quicas generadas por las vivencias extremas de los soldados. Poco se habla de los traumas de la poblaci贸n iraqu铆 o de c贸mo la sociedad afgana har谩 para superar los suyos; pero, al menos para los Gobiernos que enviaron batallones a Irak y a Afganist谩n, ha llegado la hora de preocuparse por el estado mental de los militares que regresar谩n a casa. Y Alemania no es una excepci贸n.
TEPT: trastornos por estr茅s postraum谩tico.
Lo m谩s probable es que los problemas que aquejan al soldado Michael Drummond desde que abandon贸 Irak sean muy similares a los que afligen a los combatientes de otras naciones. “Yo sufr铆a de insomnio y termin茅 desarrollando una suerte de ‘complejo de Superman’; yo me percib铆a todopoderoso y me ofrec铆a para cumplir cualquier misi贸n peligrosa”, cuenta Drummond, quien, tras regresar a Estados Unidos, se percat贸 de que necesitaba ayuda especializada. Un m茅dico le diagnostic贸 TEPT: trastornos por estr茅s postraum谩tico.
Los enfrentamientos armados no dejan solamente cuerpos mutilados y heridas visibles, sino tambi茅n serias afecciones ps铆quicas generadas por las vivencias extremas de los soldados.
Varias investigaciones revelan que cada quinto soldado que retorna de Irak sufre de trastornos por estr茅s postraum谩tico, una afecci贸n caracterizada por estados de p谩nico, renuencia a hablar de las experiencias vividas y una tendencia a apaciguar el dolor mediante el consumo excesivo de alcohol y potentes drogas.
La alarma suena en varios pa铆ses
La reinserci贸n de los soldados en la vida civil les resulta muy dif铆cil a muchos de los que regresan del frente de batalla y ni sus familiares ni sus amigos est谩n preparados para apoyarlos en ese proceso. “Nadie me dijo que 茅l regresar铆a a casa siendo una persona completamente distinta, que 茅l estar铆a rabioso con tanta frecuencia; nadie me lo dijo”, comentaba sollozante Tracy Eiswert en un programa del Public Broadcasting Service (PBS), la cadena estadounidense de televisi贸n p煤blica.
Al contrario de Drummond, el esposo de Eiswert no cont贸 con el respaldo de un m茅dico comprensivo. Casos como 茅ste han hecho sonar la alarma en varios pa铆ses. En Estados Unidos, por ejemplo, hay cada vez m谩s organizaciones privadas dedicadas a atender a los veteranos de guerra y el Gobierno de Barack Obama acaba de reformar ciertos lineamientos para que las enfermedades asociadas al TEPT sean reconocidas de manera m谩s expedita; en otras palabras, para recibir atenci贸n especializada los soldados estadounidenses ya no tendr谩n que seguir demostrando que vivieron una experiencia traum谩tica concreta en el campo de batalla ni ofrecer los nombres de testigos presenciales como evidencia.
“Uno puede superar estos traumas”
“Uno no tiene que haber intervenido directamente en un combate para terminar traumatizado por la guerra”, dijo Obama recientemente. Hasta ahora se han registrado cerca de 400.000 casos de TEPT en Estados Unidos. Los afectados reciben mensualmente hasta 2.700 d贸lares del Estado y asistencia sanitaria gratuita.
Las asociaciones de veteranos de guerra aplaudieron estos cambios como un ejemplo de pensamiento progresista, pero insisten en que queda mucho por hacer para asegurarse de que los soldados que regresan encuentren su camino de vuelta a la vida civil. La historia del ex soldado Michael Drummond parece haber tenido un final feliz; su mensaje para quienes, como 茅l, est谩n por abandonar Irak reza: “Hay ayuda disponible, no se rindan. Uno puede superar estos traumas”.
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VIVIR CON EL FANTASMA DE LA GUERRA
Los soldados que viven la muerte de cerca sufren largo tiempo despu茅s la tortura de los recuerdos, el ‘s铆ndrome de estr茅s postraum谩tico’. Necesitan apoyo y hablar de lo que sienten.
Para muchos soldados no es posible superar el trauma de la guerra.
Cuando vuelven a la vida civil, muchos soldados han pasado por momentos dram谩ticos en los que han presenciado la muerte de personas durante un ataque, y no les resulta f谩cil volver a enfrentar la realidad de un mundo que no est谩 en guerra. En Alemania, los m谩s afectados son los soldados que cumplen misi贸n en Afganist谩n. Pero la causa del trastorno de estr茅s postraum谩tico no es la debilidad o la inestabilidad emocional, sino consecuencia de sucesos imposibles de sobrellevar si no se dejan atr谩s los sentimientos. Una trampa que hace que vuelvan en el momento menos pensado.
Perseguidos por fantasmas de la guerra


Los recuerdos reprimidos vuelven con fuerza.
Los fantasmas los persiguen en las situaciones m谩s cotidianas, hasta cuando van de compras al supermercado. No es extra帽o que miren permanentemente hacia las salidas, vigilando que no surja de all铆 ning煤n peligro.
Esa tensi贸n es normal, dice el Dirk Preusse, m茅dico de escuadr贸n en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Alemania en Coblenza: “Al haber pasado por situaciones muy peligrosas, controlan todo el tiempo que algo as铆 no les vuelva a suceder algo as铆. Todo lo que les recuerda el peligro les hace revivir la mismas sensaciones que tuvieron durante el episodio traum谩tico. En los soldados, el disparador puede ser una calle angosta, por ejemplo. Un peque帽o est铆mulo, la mayor铆a de las veces inconsciente, es suficiente para desencadenar nuevamente el recuerdo del trauma vivido. Y eso los transporta de vuelta a ese episodio como si lo estuvieran viviendo otra vez”, explica Dirk Preusse.
Los est铆mulos var铆an de acuerdo con la persona. A algunos les basta un perfume, a otros determinadas im谩genes. Son ‘flashbacks', o recuerdos s煤bitos, que les hacen revivir el trauma. “Los ‘flashbacks' son contenidos insistentes de la memoria que no se pueden evitar. Son como pel铆culas o fotograf铆as en la mente que funcionan de otra forma que las dem谩s, ya que, por su enorme carga emocional no elaborada, provocan que se reviva un momento como si de verdad se estuviera otra vez all铆.
Sentimientos reprimidos vuelven con m谩s fuerza

La causa de este funcionamiento reside en que esos recuerdos no han podido ser almacenados correctamente por la psiquis. Al vivir una situaci贸n de estr茅s extremo, se produce una escisi贸n entre la realidad y las emociones. En tales situaciones, el individuo intenta reprimir los sentimientos, y eso los soldados deben aprenderlo muy bien, ya que, de lo contrario, no podr铆an reaccionar durante la batalla. Se paralizar铆an. Pero el sentimiento reprimido que no se elabora no desaparece, sino que sigue existiendo. Y lo que ocurre durante un ‘flashback' es que la persona regresa al momento y al episodio, con todos los sentimientos que le corresponden”, apunta el experto.
En medio de la guerra los soldados apenas tienen tiempo de elaborar lo vivido. La elaboraci贸n se produce m谩s tarde, cuando vuelven de su misi贸n, como sucede con muchos de los soldados alemanes que sirven en el GLFO y Afganist谩n. Los sucesos y las im谩genes resurgen en la conciencia y entonces comienzan a sufrir pesadillas, ataques de p谩nico y depresiones. “La imagen que se tiene de los soldados como personas inestables no es correcta. Un s铆ndrome de estr茅s postraum谩tico puede afectar a cualquier persona si se la somete a un n煤mero suficiente de situaciones traum谩ticas de determinadas caracter铆sticas. Claro que hay personas que est谩n m谩s predispuestas y reaccionan m谩s sensiblemente. Todos tenemos nuestro tal贸n de Aquiles. Tal vez les alcance un episodio violento, o dos. Pero en el caso de los soldados siempre se trata de muchos episodios que los amenazan sustancialmente”, contin煤a Dirk Preusse.
Recuerdos escabrosos
Un tercio de los afectados se repone luego de una misi贸n, dice el m茅dico. El otro tercio desarrolla un cuadro masivo de estr茅s postraum谩tico. El tercio restante se siente bien, pero un peque帽o detalle alcanza para sacarlo de sus casillas.
“Muchos se a铆slan porque piensan que nadie los puede comprender, y tienen raz贸n. No pueden contarle a su esposa que su compa帽ero pis贸 una mina y su cuerpo vol贸 en pedazos, no quieren traspasarle esa carga, ya que, si lo hacen, tambi茅n ella sufrir谩 el trauma, ya que tal vez hasta conozca a ese compa帽ero. Lo que aconsejamos a los soldados es, precisamente eso, que cuenten que algo horrible sucedi贸, pero que no den detalles, ya que eso representa una carga demasiado grande para sus familiares”, advierte el experto.
La pregunta m谩s terrible

La guerra deja siempre huellas imborrables.
“Lo peor es cuando uno vuelve y le preguntan ‘¿C贸mo fue?'. Lo vivido a煤n est谩 fresco en la memoria cuando se vuelve a casa”, dice el teniente coronel Ralph Adametz, del Comando Sanitario en Coblenza, quien particip贸 de cinco misiones en el extranjero, la 煤ltima dirigiendo un batall贸n en el GOLFO. Nunca cont贸 los detalles escabrosos a sus familiares. “Uno empieza a pensar en c贸mo fue todo d铆as o semanas despu茅s de haber vuelto. Es dif铆cil explicarle a los dem谩s c贸mo fue lo que uno vivi贸, porque se sabe que el otro no lo entender谩. Uno no se siente preparado para hablar de eso”, cuenta Ralph Adametz.
Tambi茅n 茅l habl贸 de sus vivencias con sus seres queridos mucho m谩s tarde, cada vez que algo le recordaba en el GOLFO, por ejemplo, al hacer las compras y ver cierto art铆culo en las g贸ndolas. La familia tuvo que armar de a poco lo que experiment贸 Adametz como si se tratara de un rompecabezas. El teniente coronel dice que fue afortunado, ya que no vivi贸 episodios traum谩ticos durante su misi贸n.
Apoyo psicol贸gico para los que vuelven
Los soldados que hoy est谩n estacionados en Afganist谩n se ven afectados por el estr茅s postraum谩tico. El capell谩n Stefan Werdelis ofici贸 misa y brind贸 consuelo a las tropas durante cuatro meses en el norte afgano. En ese tiempo murieron diez soldados, cinco de los cuales eran alemanes. Los que regresaron no tienen por qu茅 avergonzarse, subraya Werdelis. “Necesitan sentir que la sociedad en que viven reconoce el servicio que ellos prestaron, que no tienen por qu茅 esconderse y mucho menos avergonzarse por lo que hicieron. Y precisan de un ambiente profesional en el que se observe con atenci贸n si alguno de ellos necesita apoyo psicol贸gico. Y esto tampoco debe ser motivo de verg眉enza. Creo que actualmente se est谩 dando una tendencia favorable a destabuizar las enfermedades ps铆quicas”, concluye el p谩rroco.
Autora: Sarah Steffen/ Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz
16/7/24
LA ERA ESTRATEGICA DE LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO 1991
Ni Estados Unidos ni sus aliados europeos ni 谩rabes quer铆an que Irak dominara el mercado del petr贸leo una vez tomados los yacimientos kuwait铆es ni que ese pa铆s, gobernado con mano de hierro por Sadam Husein, tratara de impulsar sus ambiciones regionales.
La invasi贸n de Kuwait fue condenada inmediatamente por la comunidad internacional. A medida que la Guerra Fr铆a llegaba a su fin, se aprovech贸, inmediatamente, la oportunidad para reiniciar el papel, hasta entonces, latente, de las Naciones Unidas en seguridad colectiva y gesti贸n de conflictos.
El 2 de agosto de 1990, el Consejo de Seguridad de la ONU aprob贸 la Resoluci贸n 660 e impuso sanciones econ贸micas contra Irak.
El 29 de noviembre de 1990, la Resoluci贸n 678 del Consejo de Seguridad de la ONU autoriz贸 el uso de la fuerza contra el ej茅rcito iraqu铆 si 茅ste no hab铆a evacuado Kuwait antes del 15 de enero de 1991. Aprobada por 12 votos a favor, 2 en contra (Cuba, Yemen) y 1 abstenci贸n (China), fue la primera resoluci贸n de la ONU que autorizaba el uso de la fuerza desde la guerra de Corea (1950).
La coalici贸n detuvo su avance en Irak y declar贸 un alto el fuego 98 horas despu茅s del inicio de la campa帽a terrestre. Cumpliendo su palabra, sobre todo, con el expresidente Fran莽ois Mitterrand, el expresidente estadounidense George H. W. Bush (1989-1993) no empuj贸 a sus tropas a tomar Bagdad. El r茅gimen de Saddam Hussein, aunque derrotado militarmente, permaneci贸 en el poder. Durante la guerra, los combates se limitaron, estrictamente, a Irak, Kuwait y las zonas fronterizas con Arabia Saudita. No obstante, los escasos combates fueron intensos y causaron muchas bajas civiles y militares en el bando iraqu铆 (seg煤n las fuentes, entre 150.000 y 180.000 v铆ctimas, pero menos de mil en el bando de la coalici贸n, de las cuales s贸lo 247 murieron en combate.
La Guerra del Golfo marc贸 una ruptura con el antiguo orden de la Guerra Fr铆a. Desde un punto de vista geoestrat茅gico, fue un hito hist贸rico tan significativo como lo fue, pol铆ticamente, la ca铆da del Muro de Berl铆n. Su ausencia en la gesti贸n del conflicto demuestra que la URSS ya hab铆a ca铆do de rodillas internacionalmente antes de derrumbarse sobre s铆 misma unos meses m谩s tarde. En cierto modo, este conflicto, sobre todo, para los pa铆ses de la regi贸n, empezando por Irak, debe interpretarse tambi茅n como un rebote de la guerra Ir谩n-Irak, que, en s铆 misma, por sus motivos y la inversi贸n de alianzas tras la revoluci贸n isl谩mica en Ir谩n, ya estaba fuera de la estricta l贸gica bipolar de la Guerra Fr铆a.
La Guerra del Golfo tambi茅n debe considerarse en el contexto de la serie de enfrentamientos militares y de episodios violentos que ensangrentaron, posteriormente, la tierra de los dos r铆os, ya fuera la guerra de Irak en 2003 o la guerra contra el Estado Isl谩mico a partir de 2014. Por 煤ltimo, la Guerra del Golfo dio paso a una sucesi贸n de conflictos en los que participaron Estados Unidos y sus aliados en tierras isl谩micas.
La Guerra del Golfo marc贸 una ruptura con el antiguo orden de la Guerra Fr铆a. Desde un punto de vista geoestrat茅gico, fue un hito hist贸rico tan significativo como lo fue, pol铆ticamente, la ca铆da del Muro de Berl铆n. Su ausencia en la gesti贸n del conflicto demuestra que la URSS ya hab铆a ca铆do de rodillas internacionalmente antes de derrumbarse sobre s铆 misma unos meses m谩s tarde. En cierto modo, este conflicto, sobre todo, para los pa铆ses de la regi贸n, empezando por Irak, debe interpretarse tambi茅n como un rebote de la guerra Ir谩n-Irak, que, en s铆 misma, por sus motivos y la inversi贸n de alianzas tras la revoluci贸n isl谩mica en Ir谩n, ya estaba fuera de la estricta l贸gica bipolar de la Guerra Fr铆a.
La Guerra del Golfo tambi茅n debe considerarse en el contexto de la serie de enfrentamientos militares y de episodios violentos que ensangrentaron, posteriormente, la tierra de los dos r铆os, ya fuera la guerra de Irak en 2003 o la guerra contra el Estado Isl谩mico a partir de 2014. Por 煤ltimo, la Guerra del Golfo dio paso a una sucesi贸n de conflictos en los que participaron Estados Unidos y sus aliados en tierras isl谩micas.
Aunque, en su momento, s贸lo recibi贸 una atenci贸n relativa, tambi茅n, estuvo en el origen de una dramaturgia que pretend铆a escenificar un antagonismo religioso, ideol贸gico y cultural entre el mundo musulm谩n y Occidente.
La intervenci贸n de la coalici贸n en la Guerra del Golfo constituy贸 un poderoso est铆mulo para la propaganda de Al Qaeda hostil ante la presencia de Occidente en la pen铆nsula ar谩biga. Falto de argumentos y recursos, el propio Sadam Hussein, que, en aquella 茅poca, era considerado un l铆der 谩rabe nacionalista y laico, invoc贸 la Yihad contra los americanos.
A un nivel m谩s fundamental, la Guerra del Golfo desempe帽贸 un papel clave en la generaci贸n de conflictos posteriores a la Guerra Fr铆a, que fue de inspiraci贸n tanto desde el punto de vista del mantenimiento de la paz y de la gesti贸n del orden mundial emergente como desde un punto de vista operativo.
La Guerra del Golfo de 1990 fue, en casi todos los aspectos, un conflicto inaugural. Anticip谩ndose al final oficial de la Guerra Fr铆a, pone de relieve sus principales consecuencias pol铆ticas y militares. Ante todo, la Guerra del Golfo reflej贸 la determinaci贸n de la comunidad internacional de aplicar, por fin, los principios de seguridad colectiva y de resoluci贸n pac铆fica de conflictos consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.
En segundo lugar, demuestra que una gran potencia puede implicarse abierta y masivamente en un conflicto con fuerzas convencionales sin que ning煤n otro Estado env铆e una se帽al nuclear para fomentar la moderaci贸n. Ni Rusia ni China intentaron, a finales de 1990 o principios de 1991, limitar la acci贸n norteamericana en Irak con una advertencia de este tipo.
FINALIZADA LA GUERRA
La Guerra del Golfo marc贸 una ruptura con el antiguo orden de la Guerra Fr铆a. Desde un punto de vista geoestrat茅gico, fue un hito hist贸rico tan significativo como lo fue, pol铆ticamente, la ca铆da del Muro de Berl铆n.LOUIS GAUTIER
Un conflicto inaugural y matricial
La Guerra del Golfo de 1990 fue, en casi todos los aspectos, un conflicto inaugural. Anticip谩ndose al final oficial de la Guerra Fr铆a, pone de relieve sus principales consecuencias pol铆ticas y militares. Ante todo, la Guerra del Golfo reflej贸 la determinaci贸n de la comunidad internacional de aplicar, por fin, los principios de seguridad colectiva y de resoluci贸n pac铆fica de conflictos consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.
En segundo lugar, demuestra que una gran potencia puede implicarse abierta y masivamente en un conflicto con fuerzas convencionales sin que ning煤n otro Estado env铆e una se帽al nuclear para fomentar la moderaci贸n. Ni Rusia ni China intentaron, a finales de 1990 o principios de 1991, limitar la acci贸n norteamericana en Irak con una advertencia de este tipo.
En cuanto a la Francia de Fran莽ois Mitterrand, se preocup贸 mucho por se帽alar que este conflicto, llevado a cabo en nombre del derecho internacional, no se libraba en una atm贸sfera nuclear. El conflicto del Golfo revela, as铆, una disyuntiva entre las estrategias nucleares de las grandes potencias y las estrategias convencionales que utilizan en sus operaciones militares exteriores. La guerra en Ucrania, desde 2022, ha restablecido, en cierta medida, este v铆nculo, ya que Rusia ha utilizado repetidamente la amenaza nuclear para poner l铆mites a la participaci贸n de terceros en el conflicto.
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