12/11/22

EL DIA QUE EL ESTADO NACIONAL PUSO EN LA ALFOMBRA LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO 1991

 VETERANOS DE AYER


PARA EL ESTADO NACIONAL PASARON 30 AÑOS QUE NOS MANDARON A UNA GUERRA, Y AL DIA DE HOY TODO PARECE ESTAR BAJO LA ALFOMBRA.


La guerra invisible de miles de veteranos de 1991 que pasaron mas 30 años ni siquiera han pensado en iniciar.



Aunque hayan pasado MA 30 años de aquella desastrosa guerra en los confines del Medio Oriente, siguen pendientes varios temas que para los gobiernos involucrados en dichas acciones, han sido una problemática que se ha multiplicado exponencialmente conforme al número de hombres involucrados en el Teatro de Operaciones de Kuwait.

 Más allá de que EEUU –junto a Gran Bretaña y Francia- fue quien encabezó las operaciones militares para desalojar a las fuerzas iraquíes que el 2 de agosto de 1990 habían ocupado el emirato de Kuwait y en ese sentido, les dio el reconocimiento institucional a los miembros de cada una de las fuerzas intervinientes, fue mérito de éstos mismos hombres el poner en evidencia que “había algo más que el gobierno no les había dicho”; algo que los estaba matando –y sigue haciéndolo- silenciosamente y que además, había afectado a sus propias familias.


En el comienzo, al regreso de los efectivos, Washington les condecoro y les otorgó la valía correspondiente de veteranos que implica un reconocimiento implícito de compensación económica en modo de pensiones que, muy modesta por cierto, se trata de un derecho que se apega a las costumbres y la legislación norteamericana que a su vez tiene un reconocimiento legislativo a nivel del derecho internacional. 

En éste sentido, el pueblo estadounidense tiene expresamente reconocidos a sus veteranos y de ello no existen discusiones. Lo que sí estuvo en cuestión por los mismos veteranos fue –y sigue actualmente siéndolo- es la desinformación sobre a lo que realmente habían estado expuestos durante toda la estadía y el desarrollo de las actividades bélicas en el golfo.


Cabe recordar que si bien ellos fueron reconocidos por su gobierno, no por ello estarían conformes al descubrir que el mismo, los había expuesto a una situación mil veces más dañina y letárgica que la sola participación en operaciones militares en una aparente guerra convencional. 

Y bien dicho aparente ya que, de los testimonios de oficiales de la tropa iraquí y estadounidense y de informes de inteligencia de ambos lados, se dieron cuenta sobre el uso de armas químicas, biológicas y otras enriquecidas con Uranio. Cuando los primeros reclamos de solitarios veteranos parecían ser condenados al olvido en los archivos burocráticos del Departamento de Defensa, poco a poco, todos comenzaron a entender que si callaban, serían olvidados y sus casos simplemente morirían con ellos.




Similar a lo ocurrido con los “vets” de Vietnam, los del Golfo debieron luchar ante y contra el gobierno para que se hiciera cargo de sus afecciones. Obviamente había una diferencia superlativa con los afectados por aquel “agente naranja” lanzado por la USAF para desfoliar la selva vietnamita y era que sus camaradas de la guerra en el Golfo Pérsico no sabían ni siquiera cuáles de los varios elementos químicos, biológicos y radiactivos que estuvieron en danza, les estaba afectando su organismo y el de sus propias familias (hijos con deformaciones, problemas neurológicos, cáncer, etc)


Con ello, los veteranos se organizaron para demandar judicialmente al gobierno y tras las investigaciones de expertos como el Dr. Howard Unrnovitz a cargo por entonces de la Fundación de Investigación de Enfermedades Crónicas de EEUU, lograron obtener pruebas sobre la exposición a un medio ambiente tóxico que causo un desorden genético que origino todo tipo de afecciones trasmisibles a sus hijos.


No paso mucho tiempo para que los reclamos aislados dieran sus frutos. En el 2001 un informe epidemiológico del gobierno encargado al Hospital de Veteranos de Durham arrojó conclusiones parciales pero alarmantes sobre los riesgos de contraer enfermedades que habían contraído los veteranos. Ello revelo que las afecciones que venían afectando a los veteranos de todas las ramas militares, tenían un nexo en común y para peor no era natural. 


Algunos informes surgidos desde dentro de fuentes médicas militares, han evaluado que más del 75% de los veteranos de la guerra, están muriendo por efecto a la exposición al Uranio de las bombas utilizadas por sus propios aviones y vehículos blindados. Entre los síntomas advertidos están la deshidratación, fiebre, comezón, manchas oscuras en la piel y problemas neurálgicos severos.


A todo esto, se le agregan los reiterados casos de suicidios de veteranos y en algunos casos de sus mujeres, que suelen enmarcárselo en una crisis psicológica producto de los traumas de la guerra y la imposibilidad de reinserción en la sociedad civil.


Ciertamente, no se quedaron quietos porque el gobierno les reconoció una magra pensión con la cual, apenas pueden cubrir las necesidades básicas. Cuando averiguaron que habían sido expuestos a un ambiente contaminado con elementos tóxicos y que pese a las protecciones, quedaron vulnerables a aquellos agentes, se fueron organizando para volver a pelear una nueva guerra, una contra su propio gobierno. Con el asesoramiento de médicos y abogados que no le temen al sistema, fueron concretando los primeros pasos para cada una de las fuerzas que componen a la Armada, les dieran respuestas expresas y concretas a sus petitorios.



Como era de esperar los organismos castrenses y sus áreas burocráticas fueron muy reacias a colaborar con las peticiones de los veteranos llegando incluso, a las coacciones y en algunos otros la presión directa para que abandonasen sus pretensiones. A diferencia de otros países intervinientes y en especial en la Argentina, los poderes del estado se hallan claramente seccionados sin que se produzcan –salvo para pocos temas- una suerte de contubernio que como dice el dicho sirva para “que la sangre no llegue al río”. Fue por esto que tras la insistencia organizada y sostenida, los veteranos lograron ser escuchados por congresistas demócratas y republicanos que pusieron manos a la obra para acompañar el reclamo.


Uno de los logros de este trabajo fue sin dudas, la creación del Comité de Investigación sobre Veteranos de la Guerra del Golfo que se identifica con las siglas en inglés RACGWV, por medio del cual se abrieron investigaciones sobre los casos de veteranos que acusan afecciones enmarcadas en el llamado “Síndrome del Golfo” y que dado motivo a diversos informes que vinculan específicamente a la guerra con la salud . 

Además desde el 2008 se elaboran informes científicos sobre las afecciones y los posibles elementos que los habrían causado, llevando para ello, el requerimiento intergubernamental de reportes precisos y remisión de informes detallados sobre las operaciones desarrolladas durante toda la “Tormenta del desierto”. Sin lugar a dudas, la implementación de este Comité y el involucramiento del Congreso como caja de resonancia para que el ejecutivo tomara cartas en el asunto, ha sido un avance muy loable aunque, insuficiente.


A comparación de lo que sucede con otros gobiernos, el estadounidense se ha visto presionado por la constancia y tenacidad de agrupaciones de veteranos que se determinaron a obtener las respuestas para sus cuestionamientos. Por el contrario, en otros casos como el argentino, sus hombres no solo no cuentan con un Comité parlamentario que bregue por dilucidar el estado integral de la salud sino, que aún no se le ha reconocido a éstos aún la calidad de veteranos de guerra. Parecería un contrasentido si no se conoce a fondo el trasfondo político.

ARA SPIRO

Para hacer solo una breve prognosis de la intervención argentina, veamos cuales fueron las circunstancias políticas que rodearon su participación. A pesar de que la Argentina argumentó su adhesión a las operaciones de bloqueo contra Iraq en 1990 y que se extendieron a las bélicas de 1991, circunscribiéndolas en supuestos “mandatos de la ONU”, habría que señalar que ello peca de falaz. 

 Primeramente: cuando Naciones Unidas llamó a la colaboración de las naciones para el desalojo de las tropas iraquíes de Kuwait, sepan bien que dichas resoluciones son de carácter facultativo que significa, que Buenos Aires no estaba obligado a enviar a nadie a las aguas del Golfo. Sin dudas aquí, nació una responsabilidad ineludible para el estado.


Segundo: al involucrarse voluntariamente en el envío de una fuerza naval armada para realizar tareas de bloqueo, habría que haberle informado al entonces presidente y su gabinete que dicha acción era “un acto hostil” que presuponía un estado de guerra, suficiente como para que los iraquíes –y en estricto cumplimiento de las leyes internacionales de guerra- tuvieran argumentos para hundir uno de esos barcos.

 Tercero: no hubo intervención material de Naciones Unidas por el simple hecho de que, precisamente, no hubo mandato a tal efecto. Sobre ello, el gobierno argentino recurrentemente se escudó –para negar reconocimientos- en que su intervención se dio en el marco de un “mandato de Cascos Azules”, confundiendo las meras conminaciones resolutivas (Res. 660; 661; 662; 669) catalogadas “no vinculantes” , con los mandatos que se fundan en el artículo 51 de la Carta Orgánica.


Cuarto: el único mandato que fue establecido por Naciones Unidas en dicho conflicto, fue el 9 de abril de 1991, a posterior del cese de las hostilidades y que se denomino UNIKOM estableciéndose allí, el despliegue tropas de paz con cascos azules para el establecimiento y vigilancia de una zona desmilitarizada entre Iraq y Kuwait 


Quinto: y último, las naves argentinas fueron parte del plan de las operaciones USNAVCENT de despliegue para interdicción y posible combate, que se halla descrita en documentos del Pentágono y aunque se trate de ocultar bajo eufemismos, la situación real sobre su participación saldrá a la luz sin remedio. 

De esa situación que se halla grabada en las hojas de ruta de la las operaciones navales dirigidas desde la “mesa de estrategia” que se estableció en Darahm.


A pesar de que ha habido una importante apertura informativa en cuanto a lo que realmente ocurrió en aquella guerra, en el caso argentino hay un gran desconocimiento sobre el alcance real que tuvo la contaminación química, biológica y radiactiva en todo el espectro geográfico del TOK, la cual fue llevada por los vientos a todas las áreas circundantes a Iraq y Kuwait sin discriminar a soldados, civiles, marinos ni aviadores de cualquier nacionalidad; todos fueron en algún grado, afectados por los vapores químicos y el polvillo venenoso del UE que no solo fue respirado por los más de 175.000 veteranos norteamericanos que tras su regreso han registrado graves afecciones a la salud, sino también por los marinos de las fuerzas de tareas desplegadas en las aguas del Golfo incluyendo a las dotaciones argentinas que se hallaban a no menos de 300 kilómetros de las operaciones principales.



Nuestra fuente en Buenos Aires no ha encontrado rastros de actividad reivindicativa organizada de los marinos argentinos, salvo algunos casos individuales elevados al Congreso que pese a su soledad, auguran abrir el camino para llamar la atención de la situación colectiva del resto.

29/10/22

CUANDO ERAMOS EXTRAOTAN EN EL GOLFO PERSICO






El Comando Marítimo Aliado de la #OTAN (MARCOM) es el comando central de todas las fuerzas marítimas de la OTAN, y el Comandante MARCOM es el principal asesor marítimo de la Alianza . #DeterAndDefend ¿Quieres saber más? Aquí te describimos y te mostramos las distintas misiones:


Y llegamos a la Argentina, nadie nos dio pelota y recuerdo en la formacion del entonces Comando de Flota, Cte Almirante Molina Pico "  * BIENVENIDOS DE LA ODISEA *". que bajon no hablo ni de Guerra, ni de Mision de Paz. 

Pienso que este señor nos frusto todo, para el fue una navegacion mas....Siendo que el estuvo como agregado naval en EE.UU en la guerra...no va a saber que pasaba, es mas tiene los croquis de nuestras derrotas sobre el golfo persico y como nos moviamos, no se por que escondio todo.

*QUE ES ODISEA: SEGUN LA RAE
1.Viaje de larga duración, lleno de aventuras adversas y favorables."por primera vez en la historia y gracias a los medios de información, el ciudadano asistió asombrado a la odisea de un telescopio espacial"
2.Serie de penalidades y dificultades que pasa alguien para llevar a cabo algo."contactar con la oficina constituye toda una odisea: cuando el teléfono no está ocupado, suena pero nadie contesta

 

Si quieren mirar mas abrir este blogpost que es mi diario de guerra:
👇
https://veteranosdelgolfopersico.blogspot.com/2022/06/el-conflicto-irak-kuwait-30-anos-de-la.html




25/10/22

"COMPESACIONES DE GUERRA"

 



¿Por qué algunas situaciones se hallan por encima de otras cuando se han desenvuelto en los mismos escenarios? Aquí algunas comparaciones y consideraciones legales que demuestran la histórica e injustificada deuda con los marinos argentinos del grupo “Alfil 1 y 2”.

Tal como lo explica la ley y los expertos en los temas legales, cuando existe un choque de derechos se debe tender a una articulación, a un entendimiento inteligente que trate de resolver el problema jurídico que se presenta por el camino más equitativo. Algunas cuestiones pueden llegar a ser dificultosas, otras completamente inexplicables, pero otras simplemente son irreconciliables, sin que ello obste a darles una solución apoyada en algún principio de la lógica.
El tema de los veteranos de guerra argentinos es una de esas situaciones. En la historia de su país, las situaciones de sus combatientes en todas las guerras pasadas, han sido más tarde o más temprano contempladas por legislaciones aisladas que terminaron por darles un poco de justicia a quienes tras cruentas batallas por su independencia o tras la llamada guerra de la Triple Alianza perdieron algún miembro, su salud o simplemente sus vidas.

En resumen, como estado la Argentina nunca sanciono una legislación unificada y coherente para que lograra atender a los casos que en el futuro pudieran presentarse. Esta abulia legislativa ha sido sin dudas una muestra más de la recortada y timorata visión de políticos corto placistas y totalmente desinteresados de los temas de la políticas de estado de la nación, engañándose con la imperdonable candidez que reflejan expresiones como “nosotros no somos un país beligerante”, “Argentina es un país pacífico” y otras tantas sandeces que solo esconden el miedo al compromiso que representa manejar los altos asuntos de estado.
Igualmente y pese a ello, los derechos de estos hombres ya estaban garantizados en una dispersa pero presente legislación receptada en tratados y convenciones internacionales.

Todo este comentario viene a cuenta de la aún irresuelta situación de los veteranos de guerra argentinos que estuvieron en el Golfo Pérsico en 1991 y que según hemos venido viendo, parece haber una pequeña luz al final del túnel. Todavía al día de hoy cuando hago comentarios sobre esto muchos se miran extrañados y dicen ¿acaso estuvimos en una guerra en el Medio Oriente? O como también muchos otros respondían “ah no, esos fueron cascos azules de la ONU”, revelando en la mayoría de los casos, la clara ignorancia de lo que realmente ocurrió en aquel entonces.
Más allá de que los testimonios de algunos de estos efectivos en algún momento han trascendido al conocimiento público, como el caso del suboficial Guillermo Cormik jefe de propulsión de la corbeta Spiro, lamentablemente ello no había ido más allá que eso (Diario Publicable. “1990-Argentina en la guerra del Golfo”.

Al parecer algunas cosas han cambiado y algunos se están ocupando seriamente de la tratativa sobre la participación de esta misión argentina en uno de los momentos más calientes de finales del siglo XX (Derecho y Justicia. “Son operativos los derechos del veterano del Golfo Pérsico?”

Precisamente por las indagaciones que ha estado llevándose por este caso, se han encontrado datos muy interesantes que revelan que no solo existían esos derechos desde el mismo momento que los buques de la misión “ALFIL 1” fueron enviados al Teatro de Operaciones sino que –y peor aún- se les oculto deliberadamente el acceso de esos mismos para favorecer indebidamente a altos funcionarios gubernamentales de aquella época.

De esta manera nos comentaba uno de los investigadores legales que se avocan al tema, que en la misma legislación de Personal Militar 19.101 y su reglamentación, se hallan contemplados los derechos que les corresponden a quienes bajo estado militar han desarrollado actividades en conflictos armados, sean ellos bajo misiones de paz de Naciones Unidas como los llevados a cabo en coaliciones internacionales como la que tuvo lugar en 1991.

En pocas palabras nos dejaron en claro, que en ese tipo de acciones nadie y menos aún un estado, pone en movimiento sus fuerzas armadas –y ello implica a sus hombres- sin haber tomado en cuenta los costes operativos y los consiguientes rubros que deberán reconocer a sus efectivos a su regreso. Este punto de vista surge aún mucho más patente en la guerra del Golfo Pérsico, en la cual los más de 500 marinos argentinos no participaron en una guerra por la defensa nacional como si fue la de Malvinas en 1982, sino que estuvieron durante más de tres meses dentro de una zona de guerra internacional.

Incluso esto ha puesto en un blanco sobre negro que ha llevado a comparar situaciones que pese a su irregularidad y en apariencias no conectadas entre sí –si las comparamos con la misión argentina de 1991-, ello no ha obstado a que a ciertos sujetos de la misma nacionalidad –pero bajo otras lealtades- se les reconozcan sin dilaciones y sin discusiones, los más elementales derechos que surgen precisamente, de sus intervenciones en el mismo escenario bélico.

El caso que más sorprende y que se vincula con “argentinos” es el de los más de cincuenta ciudadanos de esa nacionalidad que tras haber emigrado a los EEUU se enlistaron en las FFAA logrando por una orden ejecutiva del presidente George W. Bush adquirir la ciudadanía para terminar combatiendo en Iraq en 2003. Claramente hay una notable diferencia entre estos “instantáneos US marines” con los marinos argentinos que participaron en la primera etapa de la guerra del Golfo en 1991, pero sin dudas de que ello remarca una amarga discriminación que no se puede dejar de mencionar.

Cuando estos más de cincuenta argentinos bajo la bandera estadounidense participaron en la invasión y posterior ocupación del país árabe en 2003, su situación –y por supuesto haciendo una valoración subjetiva- podía asimilarse a la de los detestables pero siempre presentes “mercenarios” o también llamados “soldados de fortuna”, que por dinero sirven al mejor postor. Estos elementos, que actúan bajo contratos con empresas de reclutadores locales que a su vez dependen de corporaciones como la estadounidense “Constelattion” y “BlackWater”, tienen a su vez reconocidos sus derechos en la legislación internacional.

Esta detestable comparación viene a cuento de que, pese a las consecuencias que estos combatientes causaron en dicho conflicto y todas sus consecuencias, a su regreso fueron reconocidos como veteranos e inmediatamente ingresados al programa de beneficios que el Pentágono tiene para quienes han cumplido con su servicio de armas en un conflicto armado, recibiendo la cobertura y el pago de una pensión (Benefits.gov. Pensión de veteranos.

Si lo vemos desde un ángulo práctico, estos cuarenta tipos no se equivocaron ya que sirvieron a un estado que –y más allá de las complicaciones por las afecciones por radiación y químicos que aún son negados por el gobierno- cumplió con sus más básicos derechos, algo que de haberlo hecho en Argentina, habrían tenido que lidiar con las acostumbradas maniobras político administrativas de los gobiernos de turno que los hubiera obligado a un incasable peregrinar en una larga lucha de papeles y frustraciones.

O que podemos decir de los mercenarios argentinos que combaten bajo contrato privado en Yemen y también en Iraq. Son varios los argentinos que trabajan para la empresa de seguridad “BLACKWATER” –que tiene nexos con el Pentágono- y que según algunas fuentes, ya hay bajas por meterse en este peligroso negocio (HispanTv. “Mueren un comandante mexicano y un combatiente argentino de Blackwater en Yemen”.

El caso del mercenario argentino Roberto .M, es ilustrativo de ello. Contratado por BlackWater en 2005, fue asignado con varios peruanos a proteger la legación norteamericana en Basora, al sur de Iraq donde tras un ataque con morteros, perdió su ojo derecho y le quedo para el resto de su vida una esquirla alojada en su espalda. Según él, la empresa lo retiro y le pago el tratamiento médico y su compensación en dólares por los servicios prestados.

A la vista de todo esto y tal como lo señalan las fuentes consultadas, la vías para reclamar el reconocimiento de la condición de veteranos de los marinos argentinos que actuaron en 1991 en la “Tormenta del Desierto”, siempre estuvieron ahí e incluso hoy con las modificaciones a algunos decretos reglamentarios, el camino aunque allanado, no estará exento de contratiempos y la necesaria actuación judicial por la resistencia del estado.

23/10/22

“OPERATIVO ALFIL 1 HACE 32 AÑOS”

Cómo al paso de 32 años de aquella guerra internacional sigue siendo una batalla sin concluir para los veteranos argentinos




Hace 32 años atrás, para estos días, las dos naves argentinas del “Operativo Alfil I”, se encontraban en pleno de las operaciones militares de apoyo táctico y estratégico a la campaña militar contra las fuerzas iraquíes que se hallaban en Kuwait. A finales de enero de 1991, el destructor “ARA Ate. Brown” y la corbeta “ARA Spiro” terminaban una quincena infatigable de tareas de escolta y protección de las líneas logísticas que abastecían a los portaaviones que estaban lanzando los principales ataques aéreos sobre Kuwait e Iraq.


Eran momentos de mucha tensión. El ambiente era tan denso que como dice el dicho “se podía cortar con un cuchillo”. Las presiones que la misma situación de guerra en la que se encontraban las tripulaciones, se agregaban las que surgían de las relaciones jerárquicas ya no solo entre los mismos argentinos sino incluso, debiendo estar atentos a las órdenes y maniobras que disponían los cerebros navales desde el cuartel general del NAVCENT en Arabia Saudita, desde donde se coordinaban las acciones en una gran mesa de estrategia.


Aunque no se les comunicó a ningún miembro de las tripulaciones argentinas, todos –sin distinción entre oficialidad y suboficiales- estaban siendo observados y evaluados por los atentos ojos de los elementos norteamericanos que permanecían en el área de comunicaciones y que hacían de enlace con el Comando general. Aquellos tres marinos yanquis que el NAVCENT había enviado para instalar las antenas para comunicaciones en la “Brown”, eran también los ojos y los oídos de los encargados de la inteligencia de la campaña. Y es que los motivos eran tan importantes como determinantes; además de mantener los canales fluidos de comunicación, debían asegurarse de cuál era la moral y la disciplina de las tripulaciones y prevenir posibles inconductas que hubieran hecho fracasar las operaciones.


Sin dudas que fueron momentos muy duros; los minutos parecían horas y las horas semanas; y no solo los argentinos se vieron sometidos a estos extremos que crispaban los nervios. Sus mismos colegas norteamericanos, británicos y canadienses, cayeron en muchos casos, rendidos al poder de la presión que destruía los nervios de los hombres más firmes y preparados.



Desde la cubierta de la Brown



Hoy a 25 años y a lo lejos, se puede evaluar con mucha precisión, lo que represento esa posición de las tropas argentinas operando dentro de aquel letal teatro de operaciones y en una situación que solo aquellos hombres conocieron de primera mano. Justamente e 1º de febrero de 1991 desde las cubiertas de la “Brown” y la “Spiro”, los marinos argentinos contemplaban atareados como iban y venían los aviones de combate norteamericanos que despegaban del portaaviones “USS Midway”, punta de lanza que dio inicio a las operaciones de bombardeo contra Kuwait e Iraq y al cual asistieron hasta el final de la campaña.


Fueron testigos de cómo los aviones norteamericanos “A-6 Intruder” preparaban sus miras lanzado sus bombas en blancos remolcados por el “USS Kansas City”, que se hallaba navegando junto a ellos. O como podrían olvidar como aquellos gigantescos helicópteros “Chinook” de la naval estadounidense maniobraban por encima de la cubierta del destructor “Brown” para trasladar personal de un buque a otro; sin dudas que eso fue una experiencia profesional inédita, inimaginable y a l vez imborrable para los argentinos.


Inmersos en sus tareas de agitadas rutinas de combate, los argentinos debían estar listos para cualquier contingencia que por un mínimo descuido, podía ser fuente de un desastre. Las aguas del golfo estaban pobladas de problemas que podían llegar a ser letales y solo ellos, pudieron ser testigos de varios de aquellos. La fuerza de la Coalición naval no solo debió estar al pendiente –y bajo una total desinformación- de las amenazas militares que “Saddam” tenía apuntando hacia el Golfo, sino también de los varios peligros que ni siquiera tenían idea que existían.


Sin dudas de que fueron protagonistas de la última y más portentosa guerra naval que el siglo XX vio antes de finalizar. El poder destructivo de las armas empleadas y la cantidad en toneladas que se movieron por las peligrosas aguas del golfo pérsico para que los arsenales de las tropas terrestres y las “Santa Bárbara” de los buques como el “USS Midway” no detuvieran el fuego, sigue siendo uno de los temas que se atienden con mucha importancia en las cátedras de apoyo de combate y logística –entre otras- en la Academia Militar de West Point, ubicada en estado de New York, Estados Unidos.


El brazo logístico fue primordial para el éxito de la campaña “Tormenta del desierto” ya que sin el desarrollo de las operaciones de control, vigilancia y custodia de los transportes que entraban al Golfo por el estrecho de Ormuz, seguramente se habrían registrado graves incidentes, que acometidos por células extremistas dispersas en la región, hubieran causado una demora en el abasto para las tropas que debían mantener un fuego coordinado y constante, si no querían que las Brigadas mecanizadas iraquíes los aplastaran con algún contra ataque. Como dijo el diseñador de éstas operaciones logísticas, “debemos funcionar como un reloj de precisión; si no podemos garantizar eso, le diré Schwarzkopf que no inicie nada”.



Un Chinook sobre la Brown



Entre las tareas que el operativo “Alfil I” tenía que cumplir, era las de asegurar el paso de los buques tanque que debían aprovisionar a la flota que se hallaba en operaciones. Esto que los norteamericanos denominan “refuelling” o reaprovisionamiento de combustible, que en la situación de guerra en la que se encontraban, representaba un riesgo potenciado no solo por la posibilidad de ser sorprendidos por un misil –ej. Misiles costeros Frog- en medio de la operación de alije, sino también por la presencia de todo tipo de minas explosivas. Precisamente sobre esto último, a pesar de la operatividad de varios buques “barreminas” y de los incesantes vuelos de helicópteros que exploraban las zonas para detectar entre otras cuestiones, posibles minas flotantes, existían en ese momento otros tipos de estos ingenios que estaban en el fondo del lecho del golfo y operaban en una manera más sofisticada.


Si tan solo una de esas minas hubiera tocado a un buque en momentos del reaprovisionamiento, se hubiera desatado un infierno sobre el agua dejando muy pocas probabilidades de que hubiese supervivientes.


Lo mismo con los buques que trasladaban municiones, bombas y misiles para los aviones que estaban embarcados en los siete portaaviones que encabezaban las operaciones navales de apoyo a la ofensiva que se realizaría por las tropas en Arabia Saudita. El arribo sin pausa y con seguridad era primordial para garantizar eficacia en las operaciones que se delineaban desde el cuartel general en Riad, desde donde los generales y almirantes coordinaban con minucia los movimientos de cada operativo desplegado en el golfo.


Ninguna embarcación estaba desligada de la cadena de mando que provenía desde el NAVCENT enclavado en Riad, base estratégica que coordinaba y planificaba el desarrollo de las operaciones en los diversos sectores que comprendieron el Teatro. En esas planificaciones y en medio de las hostilidades, los argentinos demostraron profesionalismo y un entusiasmo poco esperado por algunos mal pensados coordinadores de la campaña que, dicho sea de paso, supieron cometer errores que demostraban estar alterados por la presión.


Se había formado una comunidad en la zona, aunque para nada relajada; en el Teatro de operaciones que se extendía desde la entrada del estrecho de Ormuz hasta el norte del Golfo, los buques podían verse las siluetas recíprocamente y a veces supieron estar tan cerca unos de otros, que lograban verse como sus camaradas norteamericanos corrían con el culo entre las manos ante situaciones que habían quedado consignadas a quedarse y no salir de allí. 

Recuerden sino aquel incidente del “USS Midway” que en apariencias y sin que se esperara, recibió un duro ataque con misiles que teóricamente –y según los expertos militares- no podían estar allí. ¿Qué hubiera sucedido si uno o esos misiles pasaban de largo y llegaban a una de las embarcaciones argentinas que estaba tan cerca? 

Solo para que el lector se haga a la idea de lo que podía haberle hecho un misil “Frog-7” a un buque como el Alte Brown o peor aún, a la pequeña corbeta Spiro, solo considere que al ser un vector de 9.1 metros de largo y con una cabeza armada de 550 kilogramos que ha ganado velocidad con un alcance de 75 kilómetros (mucho más que la distancia que patrullaban las naves), el solo imaginarse que uno de esos monstruos impactase por debajo de la línea de flotación en alguno de estos navíos, hoy estaríamos hablando de “bajas” y para el gobierno argentino, un dolor de cabeza para el cual no hay aspirina.



Ante la inminencia de los peligros que poblaron aquel cajón de aguas llamado “Golfo Pérsico” que lo asemejaba a un polígono acuático y pese a los informes del Departamento Naval estadounidense –en especial el director de la ONU- que concluyeron como destacable a la invalorable actividad de las dotaciones argentinas en las operaciones “Escudo del desierto” y “Tormenta del Desierto” , muchos se preguntan ¿Qué espera el gobierno argentino para reconocer a estos hombres su derecho bien ganado a ser reconocidos como VETERANOS?

21/10/22

EL PRECIO DE LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO, Y LA ARGENTINA ???

 


GUERRA EN EL GOLFO PERSICO.



El conflicto del Golfo le costó a EE UU entre 28.000 y 86.000 millones de dólares.

PARA LA ARGENTINA NO SE SABE SI GASTO, O CUANTO LE MANDO KUWAIT ???

Para contribuir al cumplimiento de los requerimientos de la ONU, el Poder Ejecutivo Nacional argentino emitió el Decreto Nº 1871/90 y fue promulgada la Ley Nacional Nº 23.904/91. Ambos instrumentos legales autorizaban la intervención de la Armada en el Golfo Pérsico.

Si la guerra del golfo Pérsico acaba pronto, la economía norteamericana va a recibir un fuerte empujón hacia arriba como consecuencia de la euforia y la confianza que despertará entre los consumidores. Esa euforia consumista, derivada de un petróleo más barato y unos tipos de interés más bajos, ayudará a salir al país del actual momento recesionista. Pero la guerra va a resultar muy cara. Y los fondos extras proceden de los impuestos.

Las estimaciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso calculan que la guerra del Golfo supondrá unos gastos situados entre 28.000 millones de dólares (2,8 billones de pesetas), si la guerra dura un mes, y 86.000 millones de dólares (8,6 billones de pesetas), si se prolonga hasta seis meses.Los gastos del primer día del conflicto han sido estimados en 500 millones de dólares (50.000 millones de pesetas), de ellos 350 millones solamente valorando las bombas y los misiles lanzados contra Irak. Si la guerra entrara en una fase global, con la participación masiva de las fuerzas de asalto, del Ejército y de los marines, los costes diarios de la guerra ascenderían a 1.000 millones de dólares.

ARA SPIRO


Un millón cada misil

En el periódico USA Today, William Ward, que fue consejero de Defensa de los presidentes Richard Nixon y Gerald Ford, desglosa la cifra de esos 500 millones de dólares que se estima que costó la primera jornada bélica de Estados Unidos y las fuerzas aliadas, cuya envergadura no tiene precedentes en la historia.

Ese día se lanzaron por lo menos 100 misiles de crucero (precio estimado: un millón de dólares cada uno) y unos 500 misiles antirradar (100.000 dólares cada uno). Añadiendo los gastos de combustible (50 millones) y los daños causados a los aviones (100 millones, incluyendo un F-18 perdido ese día), la cifra se sitúa en torno a los 300 millones de dólares (30.000 millones de pesetas).

Si se añade, según el mismo analista, el valor de las 20.000 bombas lanzadas (a 10.000 dólares cada una, con una tonelada de explosivos), la cifra asciende 200 millones (20.000 millones de pesetas), y así se completan las cuentas de esos 500 millones de dólares fundidos en el primer día de la Guerra del Golfo. El informe del Congreso, sitúa dos escenarios básicos. 

El más conservador estima que, si la guerra durara menos de un mes, costaría unos 28.000 millones de dólares y causaría alrededor de 3.000 bajas, entre muertos y heridos, y la pérdida de 200 tanques y 100 aviones. El escenario más pesimista (y el menos probable, al mismo tiempo) prevé que, si la guerra durara seis meses, los costes se elevarían a 86.000 millones de dólares, con más de 45.000 bajas y la pérdida de 900 tanques y 600 aviones.

Los 86.000 millones de dólares que costaría la guerra en el peor supuesto es una cifra extra al margen del gigantesco presupuesto de defensa norteamericano, que asciende a 269.000 millones de dólares. Y el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Lloyd Bentsen (demócrata por Tejas), ha pedido que se presione a los países aliados para compartir el enorme coste del conflicto bélico.

En este sentido, el Gobierno japonés ha decidido otorgar una nueva ayuda financiera de 5.000 millones de dólares (cinco billones de pesetas) para el mantenimiento de las tropas multinacionales que se enfrentan a Irak. El ministro japonés de Finanzas, Ryutaro Hashimoto, que asistirá hoy en Nueva York a la reunión del Grupo de los Siete (G-7), será el encargado de informar de esta decisión al Gobierno de EE UU para evitar lo que califica como una futura "guerra de impuestos".

"El coste (extra) hay que calcularlo en miles de millones de dólares si el conflicto acaba pronto y la contribución aliada es importante", dice el informe del Congreso. "Pero el coste sería mucho mayor -muchas decenas de miles de millones- si EE UU tiene que financiar la mayor parte del coste de una guerra que durara muchos meses".

Impuestos para todos

El dividendo de la paz, en cualquier caso, acabará afectando a todos los ciudadanos norteamericanos (y por extensión, aunque de forma distinta, habría que decir de los aliados también). 

Como ha recordado el presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara, Dante Fascell, la guerra "va a afectar a todas nuestras relaciones en el ámbito financiero". Por su parte, el representante demócrata por Nueva York Thomas Downey dijo: "El dividendo de la paz nos lo comimos mucho antes de que comenzara esta operación bélica".

15/10/22

32 ANIVERSARIO DE LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO




Irak y los países occidentales se enfrentaron para conseguir el control de Kuwait, un país árabe muy rico en petróleo



Sadam Hussein se dirige a sus tropas durante la primera guerra del Golfo. Otras Fuentes


El 28 de febrero de 1991 terminó la Guerra del Golfo, un conflicto que durante casi siete meses enfrentó al gobierno de Irak con una coalición de 34 países liderados por el ejército de Estados Unidos.

El 2 de agosto de 1990, el dictador iraquí Sadam Husein ordenó la invasión de Kuwait, un pequeño país árabe con grandes reservas petrolíferas. Irak también es un país muy rico en petróleo, pero estaba en disputa con Kuwait por una serie de pozos petrolíferos en la frontera entre los dos países.

Las tropas iraquíes ocuparon las instituciones y detuvieron a las autoridades de Kuwait, y se instaló un nuevo gobierno títere para controlar el país. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó el ataque, impuso sanciones económicas y bloqueó el tráfico aéreo para intentar detener la invasión, aunque sin éxito.

La ONU dio un ultimátum a Irak para retirarse de Kuwait antes del 15 de enero de 1991. Ante la negativa de Sadam Husein, se inició el ataque. A partir del 16 de enero, las tropas de la coalición internacional iniciaron la Operación Tormenta del Desierto.

En agosto de 1990, pocos días después de la invasión de Kuwait, Estados Unidos ya había desplegado sus tropas en Arabia Saudí para prepararse para el combate. Los estadounidenses no querían perder su influencia en una región tan rica en petróleo, y para ello necesitaban contar con gobiernos aliados como el de Kuwait.

La Guerra del Golfo tuvo el despliegue militar más importante desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945): cerca de un millón de soldados de la Coalición y medio millón de soldados iraquíes, miles de tanques y aviones de combate. Los aviones de la Coalición bombardearon día y noche las posiciones clave del ejército iraquí y varias ciudades en Irak y Kuwait.

Las tropas iraquíes se rindieron el 28 de febrero. En su retirada, incendiaron centenares de pozos petrolíferos de Kuwait para dejarlos inutilizados, lo que supuso una gran pérdida económica que también tuvo graves consecuencias a nivel medioambiental.

La Guerra del Golfo cambió también la manera de informar sobre los conflictos armados: en una época sin internet, las televisiones se lanzaron a hacer retransmisiones en directo, con los reporteros informando desde el mismo frente de batalla.

Las consecuencias de la guerra




La Guerra del Golfo tuvo consecuencias muy desiguales: murieron unos 500 soldados de la Coalición internacional, mientras que el ejército iraquí perdió entre 20.000 y 30.000 soldados (a falta de cifras oficiales). Además, murieron más de 4.000 civiles atrapados en medio del conflicto.

Irak quedó destrozado por los ataques de la Coalición, que bombardeó durante semanas ciudades e infraestructuras de todo el país: edificios gubernamentales, carreteras, espacios públicos... Por otro lado, la población iraquí tuvo que sufrir las consecuencias de las sanciones económicas impuestas por las Naciones Unidas como castigo por la invasión de Kuwait.

La Coalición consiguió liberar a Kuwait, pero el régimen represivo de Sadam Husein se mantuvo hasta 2003. Aquel año, los Estados Unidos iniciaron la invasión de Irak con el pretexto de que el régimen iraquí disponía de armas de destrucción masiva. El ejército estadounidense no se retiró oficialmente de Irak hasta 2011.

A día de hoy, Irak todavía sufre las consecuencias de estas guerras y de otros enfrentamientos, como la lucha por derrotar al Estado Islámico entre 2014 y 2015. La falta de recursos materiales y económicos hace muy difícil la recuperación, crece el malestar entre la población y cada vez hay más protestas contra la corrupción del gobierno.

Petróleo: el poder del oro negro

Los combustibles fósiles, y sobre todo el petróleo, son la fuente de energía más utilizada en todo el planeta. Precisamente, el petróleo es una de las materias más valiosas del mundo y se conoce como “oro negro”.

Los países con mayores reservas petrolíferas son los más ricos y, a menudo, eso significa también que tienen más poder e influencia sobre los asuntos internacionales. Estados Unidos es el principal productor mundial, Arabia Saudita es el segundo y Rusia, el tercero.

Gran parte de la producción mundial de petróleo tiene lugar en Oriente Medio, una zona muy inestable a nivel político. Por eso son tan importantes las alianzas internacionales que se crean entre estos países y el resto de países productores.

La riqueza de reservas es uno de los motivos por los que hay tantos conflictos armados en esta región, donde diferentes grupos se pelean por controlar la producción de petróleo en varios país



13/10/22

SIMPATIA IDEOLOGICA

ESTO PASABA EN EL AÑO 2018, CUANDO LOS TRIPULANTES SIGUEN MENDIGANDO LA INDENIZACION POR PARTICIPAR EN LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO, ACA TIENEN CUANDO EL JEFE DEL PENTAGONO, JAMES MATTIS, FELICITO DE LA PARTICIPACION ARGENTINA EN EL GOLFO PERSICO. DIGO NADIE DEL MINISTERIO DE DEFENSA DE HOY Y DE AYER  HA HECHO ALGUN ANUNCIO ???



El jefe del Pentágono, James Mattis, llegó al país. Mantuvo una reunión de trabajo seguida de un almuerzo con el ministro Oscar Aguad y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo.

A su turno, Mattis destacó a la Argentina como “un socio y un amigo muy respetado de los Estados Unidos, con quien comparte “visión de libertad, la democracia, el imperio de la ley y la garantía de los derechos individuales de nuestros ciudadanos .

El general de la US Navy recordó el apoyo que la Argentina brindó a los Estados Unidos y “contra los rusos durante la Crisis de los Misiles en Cuba, en el año 1962, con tres aeronaves de la Fuerza Aérea. 

También el aporte de varios buques de la Armada y más de 500 hombres al polémico “Operativo Alfil , que en 1991 apoyó el bloqueo naval interpuesto por Estados Unidos contra el régimen de Saddam Hussein en Irak, en la Guerra del Golfo Pérsico.


El ex marine también destacó que ambos países están “trabajando juntos en un amplio rango de acciones , que incluyen la asistencia humanitaria, operaciones de apoyo frente a catástrofes, la no proliferación de armas de destrucción masiva, y programas de asociación estatal, como el suscripto entre el Ministerio de Defensa y la Guardia Nacional del estado de Georgia, en 2016.Alianza de largo plazo

Mattis también dejó entrever las aspiraciones geoestratégicas de Washington para la región. El militar resaltó que “las relaciones positivas y transparentes entre militares del mismo hemisferio es un factor positivo en términos de estabilidad y seguridad de nuestros pueblos , por lo que auguró una “mutua y benéfica relación en materia de Defensa .

No es menor la exaltación de la administración Macri, en tiempos en que se acentúa la crisis política, social y humanitaria en Venezuela, y para cuyo desenlace Washington confía en contar con el respaldo de los países de la región, entre ellos la Argentina. Sin embargo, el Gobierno reiteró en varias ocasiones, y especialmente en agosto pasado, durante la visita del vicepresidente norteamericano Mike Pence, que no avalaría una intervención militar contra Caracas.

Como informó El Cronista días atrás, la agenda de reuniones se mantuvo en total reserva, si bien se supo que la reforma del rol de las Fuerzas Armadas, la cooperación en misiones de paz en zonas en conflicto y la compra de material bélico forman parte del temario. No por nada participó de las reuniones Fulvio Pompeo, el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, a quien Macri le confió la responsabilidad de “asesorar en materia de cooperación y adquisiciones internacionales en cuestiones de “Seguridad, Defensa e información estratégica

28/9/22

CUANDO EN LA ARGENTINA NO RECONOCEN, ACA EN INGLATERRA SI, GANADA POR UN ABOGADO...

 



El veterano británico de la Guerra del Golfo, el ex oficial médico del Regimiento del Paracaidismo Shaun Rusling, habla con los medios de comunicación después de que el Tribunal Superior confirmó una sentencia que le da derecho a una pensión porque está sufriendo de un síndrome vinculado a su servicio en la Guerra del Golfo de 1991, en Londres, 13 de junio de 2003. 

El fallo puede facilitar que otros veteranos que dicen que su salud ha sido arruinada reclamen daños, Aunque el juez dejó en claro que la decisión no significa el reconocimiento oficial del concepto genérico del síndrome de guerra del Golfo y que los casos posteriores serían considerados sobre sus méritos individuales. REUTERS/


La reina Elizabeth II se reúne con veteranos de la primera guerra del Golfo (de izquierda a derecha) Alan Keeling de Telford, Dean Graham de Lincoln y Gary Wakelam de Birkenhead en la Not Forgotten Association Garden Party de Buckingham Palace, Londres.











Washington DC, Desfile del Día Nacional de los Caídos, área de escenario flotante Kuwait Guerra del Golfo Veteranos, inmigrantes mujer niña madre hija musulmana,

26/9/22

“32 AÑOS DESPUÉS”



Casí treinta y dos años después de la campaña naval al Golfo Pérsico, uno de sus protagonistas argentinos nos cuenta las intimidades de las horas previas al inicio de la guerra
Así como lo dice el titulo de éste artículo, pasó ese tiempo de aquella intervención naval de la Argentina en la crisis y posterior guerra del Golfo Pérsico de 1991 y pese al tiempo transcurrido no hay avances de parte de su gobierno sobre alguna determinación por reconocer los méritos de los miembros del Grupo “ALFIL 1”. Pero esto es algo que no sorprende si vemos como se han manejado otros temas de trascendencia en los que la responsabilidad estatal se ha visto involucrada.
Casi treinta años de aquella campaña naval que representó para el país y para la Armada en particular una experiencia extraordinaria en lo que hizo a una de las operaciones militares más complejas de finales del siglo XX. Pero aunque la historia que ha documentado aquella crisis (nacida por la invasión de Iraq a Kuwait) que terminó en una guerra abierta entre Iraq y una Coalición de treinta y un países liderada por los EEUU es muy escueta en detallar las reales consecuencias que acarreó para todos los participes, siguen quedando como los mejores documentos los testimonios de sus protagonistas.
Si le preguntásemos al actual gobierno argentino o a una de sus direcciones gubernamentales (incluyendo a la Armada por supuesto) ¿Cuáles fueron las implicaciones y los detalles operativos de aquel entonces?, encontraremos miradas absortas en algunos, explicaciones simplistas en otros un total silencio en otros que demuestran en parte, un absoluto desconocimiento de aquella misión. En parte ello es entendible ya que no podríamos acusar de ignorancia a los nuevos funcionarios y empleados gubernamentales que tenían dos años de edad o incluso no habían nacido cuando se produjeron aquellos eventos. Igualmente (y es de suponer) que por cuestiones de capacidad e idoneidad para ocupar el cargo deberían estar preparados para los puestos que ocupan. Como diría alguien “la ineficaz burocracia en todo su esplendor”.
Pero las vivencias de los marinos argentinos del grupo (G.T.88) compuesto por la corbeta “ARA Spiro” y el destructor “ARA Almirante Brown” viven en cada uno de ellos aún, cuando la mayoría las calle por ese estúpido temor reverencial que muchos se ellos siguen albergando hacia una superioridad que ya no existe. Incluso ya varios han dejado este mundo sin haber plasmado sus testimonios de aquellas jornadas.
¿Dónde estaba el grupo “ALFIL 1” en aquel día “D” que dio comienzo a las hostilidades? La respuesta del gobierno que se apega a la historia escrita por los documentalistas norteamericanos dirá que las unidades navales del grupo se hallaban operando en cumplimiento de un mandato que impuso sanciones económicas a la república de Iraq determinadas por resoluciones de Naciones Unidas. Hoy sabemos que ello fue una falacia ya que, no existió ningún mandato de la organización y aquellas resoluciones nunca fueron obligatorias para los países miembros, en especial para la Argentina que ingreso a la Coalición por un estricto interés político.
Igualmente eso fue lo que se le vendió al personal militar interviente y a la opinión pública en general.
Pero así estaban las cosas por ese entonces. Una década se inauguraba y con ella nuevas circunstancias geopolíticas se avizoraban en el horizonte y con ellas, las consecuencias para el futuro. La URSS se derrumbaba y los EEUU no tardarían en clamar por la necesidad de un Nuevo Orden Mundial que casualmente, fue oficialmente inaugurado por George H. Bush tras esta guerra. Pero las vivencias en primera persona de quienes participaron en la “crisis y guerra” en el golfo siguen siendo irremplazables para conocer que fue lo que sucedió realmente.
Así nos lo comenta uno de ellos en un mail llegado a mi oficina el 8 de enero pasado en cual nos cuenta: “Unos días antes de que se desatara el conflicto, se caraterizaron por intensos movimientos y operativos militares en toda el área que se podían advertir con los desplazamientos de los buques de ataque norteamericanos, británicos y franceses que pasaban por el Golfo de Omán en dirección al norte.
Otro indicio era el nerviosismo que flotaba en el aire y que se palpaba en la rigidez de los oficiales a cargo de la misión. También lo fue el estar constantemente checkeando el funcionamiento de los cañones automáticos, el sistema de “Chaf” antimisiles y el armamento de abordo. En esos momentos lo que se sabía de lo que estaba ocurriendo en las tratativas que se llevaban en Naciones Unidas por distender la situación, era lo que CNN y sus repetidoras publicaban por TV, es decir nunca supimos lo que realmente ocurría”.
Nos queda claro que nuestro camarada a se hallaba junto a sus compañeros operando en el Golfo de Omán, que se hallaba a cargo del ARCENT que dependía en ultima instancia del CENTCOM el cual era para ellos el “Comando Operacional Superior” (Resoluciones EMGA n° 155/96 y 328/13). Y nos continuó relatando:
“Los estadounidenses y sus socios mostraban la seguridad de que habría guerra. Las municiones y el combustible ingresaban a granel algo que llevaba a dicha conclusión. Quienes estaban operando en donde nosotros estábamos eran los del Cuerpo de Ingenieros de la Armada (U.S. Army Corps of Engineers) quienes bajo el SUPCOM (Abastecimientos subordinado al CENTCOM) proveerían el apoyo logístico y soluciones técnicas a las unidades de batalla.
Un dato que jamás supimos era que estos mismos tipos habían estado aquí mismo participando en el mes de noviembre de 1989 en unos ejercicios conjuntos denominados “OPLAN 1002-90” que se mejorarían para julio de 1990 mediante otro ejercicio informático, una simulación en computadora denominada “INTERNAL LOOK-90” que casualmente tuvieron como hipotésis de conflicto, defender al reino de Arabia Saudita de una supuesta invasión por parte de Iraq”.
“Todo eso obviamente era ignorado por quienes cumplíamos ordenes y (viéndolo a la distancia) no me quedan dudas de que incluso que ni siquiera el gobierno de Menem y Caballo estaba al tanto de estas circunstancias, por lo pronto nosotros cumplimos con nuestras tareas”.
El destructor que había perdido uno de sus helicópteros “Aluette” en maniobras sobre el Mar Rojo allá por octubre de 1990, debía ser reemplazado por otro que llegaría por un transporte aéreo desde Buenos Aires. Sobre esto nos relata diciendo: “La fecha límite del ultimátum de las 00hs del 16 de enero estaba próxima y era imperioso reponer uno de los “Aluette”a su llegada.
Sin ese aparato, las tareas del grupo podrían haberse visto seriamente limitadas comprometiendo incluso la seguridad del grupo. Por suerte el día 14 de enero los aeronáuticos “la Brown” fueron a recibir al avión Hercules C-130 de la Fuerza Aérea que llegó al Aeropuerto de “Fuyeira” (Emiratos Árabes Unidos) trayendo el helicóptero de repuesto; eso nos levantó el ánimo”.
“Recuerdo que el tiempo estaba inestable y solo unos días antes tuvimos fuertes tormentas que de haber continuado habrían retrasado llegada del avión e incluso el inicio de las operaciones. Una vez que embarcaron el Aluette “3H115”, los mecánicos lo acondicionaron para que estuviera listo para comenzar sus salidas”.
“Me acuerdo que fue un jueves. Como voy a olvidarlo. El día 16 de enero fue el último de un periodo de expectativas e incertidumbre y quienes pudieron bajar a tierra para estirar las piernas antes de zarpar lo hicieron. Yo no pude bajar así que no me quedo otra que revisar el equipo. Las comunicaciones se volvieron más constantes y las instrucciones para nuestro grupo caían como catarata, el momento se acercaba y la tensión aumentaba. La presión se hacía sentir con cada hora que pasaba”.
“La noche llego y nos aprestábamos para lo peor. En la madrugada del 17 de enero, cerca de las 2.30 hs algunos helicópteros volando en cercanías del puerto donde estábamos me movilizaron a prenderme un pucho y esperar el relevo. La hora clave se acercaba y con ella el silencio de una falsa calma se fue haciendo cada vez más imperante.
Asi fue hasta que somos informados de que han comenzado las operaciones de interferencia electrónica de las comunicaciones en toda la zona con la finalidad de anular los sistemas de defensa antiaérea y de mando y control iraquíes. Tan potentes fueron las interferencias electromagnéticas que nuestras propias comunicaciones abordo estuvieron inhabilitadas hasta un tiempo después del inicio de los ataques aéreos”.
Y así fue. En medio de excitación, nervios y mucha incertidumbre tomamos conocimiento que a las 0400hs de la madrugada del 17 de enero daba inicio a la Operación Tormenta del Desierto. Los leves truenos que se escuchaban a lo lejos eran los misiles “TomaHawk” que comenzaron a ser lanzados desde los buques en el horizonte dejando el rastro de humo blancuzco detrás.
Me di cuenta que la paz se había terminado y de ahora en adelante estábamos en medio de una guerra. Inmediatamente comenzamos con nuestras tareas de apresto para iniciar nuestra parte en las operaciones para lo cual, cada sección debía estar alerta en los objetivos asignados. Las órdenes fueron zarpar y establecernos en las aguas próximas a “Fuyeira” para iniciar las operaciones de aseguramiento de la zona. Todo podía pasar y no queríamos ser sorprendidos. Y fue así que salimos del puerto a las 10:30hs de ese mismo 17 de enero y cumpliendo con el entrenamiento para combate nos fondeamos en las aguas próximas”.
Desde ese momento las salidas de aviones desde los portaaviones yankis, especialmente el “USS Midway” se hicieron incesantes. Con el pasar de los días fuimos avanzando y adentrándonos en las aguas del Golfo Pérsico donde llevábamos adelante las misiones de escolta y vigilancia de los convoyes logísticos que iban ingresando al Teatro de operaciones algo que nos puso en la mira de cualquier potencial ataque enemigo o de tropezar con algunas de sus minas”.

24/9/22

HACE 32 AÑOS QUE ZARPABAMOS AL GOLFO PERSICO 1990/1991

25/09/2022 ESTO PASABA 32 AÑOS DE LOS SUCEDIDO

EFEMERIDES NAVALES












Participación de la Armada Argentina

Como consecuencia de la invasión militar iraquí a Kuwait producida el 1º de agosto de 1990, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió la Resolución Nº 661/90, que imponía el embargo total al comercio mundial con lraq, la Resolución Nº 665/90, que autorizaba el uso de la fuerza en caso de necesidad para imponer sanciones económicas y, por último, la Nº 678/90 que permitía el uso de la fuerza militar contra lraq.

Para contribuir al cumplimiento de los requerimientos de la ONU, el Poder Ejecutivo Nacional argentino emitió el Decreto Nº 1871/90 y fue promulgada la Ley Nacional Nº 23.904/91. Ambos instrumentos legales autorizaban la intervención de la Armada en el Golfo Pérsico.

Esta intervención realizada en el marco de una alianza internacional, denominada Operativo "Alfil", se materializó inicialmente en el grupo compuesto por el Destructor ARA “Almirante Brown” y la Corbeta ARA “Spiro” que, al concluir su período de operaciones, fueron relevados por el grupo compuesto por la Corbeta ARA “Rosales” y el Buque Transporte ARA “Bahía San Blas”.

El primer equipo de naves argentinas zarpó el 25 de septiembre de 1990, para regresar, el destructor en abril de 1991 y la corbeta, en mayo. Cada una de las unidades completó una trayectoria de más de 39.000 millas navegadas.

Del segundo equipo, la corbeta partió de la Argentina el 20 de febrero de 1991 y regresó en agosto, luego de cubrir más de 31.000 millas navegadas. A su vez, el buque transporte zarpó el 21 de marzo de 1991 y regresó en agosto. Su carga de ayuda humanitaria consistió, fundamentalmente, en leche en polvo, trigo y productos medicinales.

SIGO INSISTIENDO QUE NO FUE UNA MISION DE INTERDICCION, NI MISION DE PAZ, NOS MANDARON A LA GUERRA DE LA MANO DE EE.UU. Y ESTO PARECE HABER DESAPARECIDO DE LOS PAPELES DE LOS SEÑORES QUE TANTO DICEN SU DISCURSO. COMO VERAN AHI TIENEN LAS CARAS VISIBLES DE QUIENES ORDENARON ESTE DESPLAZAMIENTO.

17/9/22

ARGENTINA RATIFICA SU COMPROMISO CON LAS MISIONES DE PAZ DE NACIONES UNIDAS




Argentina contribuye actualmente con 286 efectivos en ocho misiones.


Taiana y Lacroix.

El secretario general adjunto del Departamento de Operaciones de Paz de las Naciones Unidas, Jean-Pierre Lacroix, se reunió con el canciller argentino, Santiago Cafiero, y el ministro de Defensa, Jorge Taiana.

Esta visita se desprende de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Operaciones de Paz de las Naciones Unidas, celebrado en Lima a principios de septiembre, en la que las delegaciones de toda la región debatieron sobre la posibilidad de avanzar en una red de cooperación conjunta regional en el campo de las operaciones de paz.

El canciller destacó la extensa tradición argentina en operaciones de mantenimiento de la paz, y explicó que para el país las operaciones de mantenimiento de la paz son un elemento central de su política exterior. Argentina contribuye actualmente con 286 efectivos en ocho misiones.


Reunión entre Lacroix y Cafiero. Foto: Cancillería Argentina

Durante su reunió con el ministro Taiana se debatió el rol que tendrá Argentina como país seleccionado para ser sede de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Operaciones de Paz de las Naciones Unidas a celebrarse en el 2023.

"Desde el fin de la Guerra Fría, Argentina ha tenido una presencia creciente en las misiones de paz, en un momento en el que el mundo reclamaba más cascos azules en aquellos lugares atravesados por conflictos”, sostuvo Taiana.

EL ministro agregó: “La inclusión de las Fuerzas Armadas en los procesos de mantenimiento de la paz sirvió para que tomaran contacto con fuerzas de otros países, para conocer sus experiencias y demostrar también sus capacidades luego del retorno a la democracia, que el próximo año cumplirá cuatro décadas".

Una vez finalizada la reunión, Lacroix y su comitiva visitaron y recorrieron las instalaciones del Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (Caecopaz), ubicado en Campo de Mayo.

CUANDO UN ESTADO RETIENE PAGOS DE LA O.N.U POR MISIONES DE PAZ



El Estado retiene desde 1998 pagos girados por la ONU

Daniel Gallo
LA NACIÓN

Tropas argentinas, durante un patrullaje en Gonaives, en diciembre de 2004


Mirando esta edicion del diario la Nacion, donde escribe el periodista Daniel Gallo que me hizo reflexionar sobre los págos que nos hicieron en la guerra del Golfo Persico, en realidad cobramos viaticos nada mas. Por lo que veo aca que estos señores que van en misiones de Paz cobran el servicio y en dolares mas alla que de que te den viaticos diarios. 

Aca hubo un desigualdad mayor, quedando nosotros con un viatico mensual y participando de una Guerra, que hay diferencia de Mantener la Paz. Entonces cual sera las medidas a tomar por los Veteranos que fueron al Golfo Pérsico en el año 1990/1991, cuando ellos hablan de Paz no es tan así, hay guerra o, se va a una guerra..Si no lean mas abajo  que paso con los hombres de las FF.AA en misión de Paz. 

Esto es un duro golpe a la Moral de cada participante Naval en el año 1991. Nadie respondio y nadie dijo, ni los mismos Oficiales. Siempre me quedo esa duda que no tuve repuestas a quienes les mande cartas o twiter...??? Claro hay un claro choreo de plata que solamente la superiodad lo sabe y el individuo en pelotas esperando su pago por el servicio prestado a Naciones Unidas. Siendo que estas son las que pagan !!!


El Estado se encamina a dar una respuesta positiva al reclamo de indemnizaciones que realizan militares heridos -y familiares de fallecidos- en misiones de paz de las Naciones Unidas.

La controversia comenzó cuando el Estado recibió en 1998 una partida de 3.109.816 dólares, enviada por la ONU en concepto de indemnización para los ocho cascos azules argentinos que resultaron víctimas de incidentes en el exterior hasta 1995. Pero ese dinero no llegó a los beneficiarios al entenderse que la ley 19.101 fija monto de indemnizaciones para el personal militar.


El caso testigo es el del sargento primero Sergio Raúl Balla, cuyo expediente tiene finalmente el visto bueno del Ministerio de Defensa para que se le otorgue la indemnización completa, de 399.942 dólares. Queda por delante la aprobación de la Cancillería.





El sargento Sergio Raúl Balla. Foto: Archivo


Esto paso cuando en ese tiempo era ministro de Defensa, José Pampuro, encomendó el seguimiento del caso al secretario de Asuntos Militares, Julián Domínguez. La posición de la cartera castrense es acelerar los pasos para llegar a una respuesta en favor de los damnificados.

En un campo minado


El sargento Balla perdió las piernas el 16 de diciembre de 1993, cuando el vehículo en el que patrullaba en Croacia fue destruido por una mina antitanque. En ese incidente murió el mayor José Rojas.

Desde el momento en que sufrió la pérdida de las piernas, Balla sólo recibió 1800 dólares como indemnización. El Estado busca ahora compensar el olvido hacia los hombres que sirvieron en fuerzas de paz.


El 29 de abril último, en el final de la gestión de Horacio Jaunarena, el departamento legal del Ministerio de Defensa recomendó abonar la totalidad del pago girado por la ONU. No hizo lugar, en cambio, a un pedido por daño moral de 500.000 pesos.

Domínguez comentó que la cartera militar informó a la oficina del procurador del Tesoro para conseguir ese reparación. Se espera ahora la respuesta de la Cancillería.

En casos similares se encuentran los familiares de los fallecidos mayor Rojas (por cuya muerte la ONU giró 561.557 dólares), el capitán Esteban Lioni (450.514), el suboficial principal Francisco Acuña Godoy (450.907), el sargento Oscar Vallejos (289.816) y el sargento Marcelo Aguilera (296.182). La ONU también envió compensaciones por lesiones al capitán Alejandro Reuther (52.976 dólares) y al sargento Gustavo Parras (682.477).

Según se informa en el Ministerio de Defensa, la posición oficial es reconocer esas deudas.


Habra que seguir los paso con estos hombres que fueron en misión de paz, y la cartera de defensa sigue haciendo oídos sordos, ni hablemos de la Fuerza Naval enviada al Golfo Pérsico que ya llevamos 31 años sin repuestas algunas o esperarían que alguien venga muerto o sin miembros con discapacidad para toda la vida. Se seguirá luchando hasta conseguir los que el estado se guarda.

13/9/22

FUERZA MULTINACIONAL DE INTERDICCION MARITIMA 1990/1991

 

Golfo Pérsico



Las operaciones de interdicción se realizan para controlar los espacios marítimos de jurisdicción nacional ante las amenazas surgidas a nivel global, asociadas a la apropiación furtiva de los recursos naturales marítimos. Donde esos espacios la Argentina presto apoyo al tren logistico de mas de 70 buques con armas belicas.

La Carta de las Naciones Unidas, establece en su artículo 1º, lo siguiente: “Los Propósitos de las Naciones Unidas son: Mantener la paz y la seguridad internacionales y, con tal fin, tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz”. Asimismo, en su artículo 39 establece: 

“El Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de agresión y hará recomendaciones o decidirá qué medidas serán tomadas de conformidad con los Artículos 41 y 42 para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales”. 

Naciones Unidas, a través de los artículos mencionados como también mediante los demás artículos de la Carta, establece las medidas y las formas en que actuará para hacer cumplir sus propósitos, que se materializan principalmente a través de las Resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, las que determinan las acciones a seguir, los medios a emplear y sus limitaciones, entre otros aspectos.

 Nada de este parrafo anteior se cumplio, se fue diractemente a una Guerra y al dia de la fecha nadie se hace responsables, ni nadie contesta, ni nadie sabe que se mandaron buques de Argentina a este Golfo. Por menos las NACIONES UNIDAS DEBERIAN PAGAR POR ESTE SERVICIO.


ARA SPIRO



ARA BROWN


Participación de la Armada Argentina

Como consecuencia de la invasión militar iraquí a Kuwait producida el 1º de agosto de 1990, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió la Resolución Nº 661/90, que imponía el embargo total al comercio mundial con lraq, la Resolución Nº 665/90, que autorizaba el uso de la fuerza en caso de necesidad para imponer sanciones económicas y, por último, la Nº 678/90 que permitía el uso de la fuerza militar contra lraq.

Para contribuir al cumplimiento de los requerimientos de la ONU, el Poder Ejecutivo Nacional argentino emitió el Decreto Nº 1871/90 y fue promulgada la Ley Nacional Nº 23.904/91. Ambos instrumentos legales autorizaban la intervención de la Armada en el Golfo Pérsico.

Esta intervención realizada en el marco de una alianza internacional, denominada Operativo "Alfil", se materializó inicialmente en el grupo compuesto por el Destructor ARA “Almirante Brown” y la Corbeta ARA “Spiro” que, al concluir su período de operaciones, fueron relevados por el grupo compuesto por la Corbeta ARA “Rosales” y el Buque Transporte ARA “Bahía San Blas”.

El primer equipo de naves argentinas zarpó el 25 de septiembre de 1990, para regresar, el destructor en abril de 1991 y la corbeta, en mayo. Cada una de las unidades completó una trayectoria de más de 39.000 millas navegadas.

Del segundo equipo, la corbeta partió de la Argentina el 20 de febrero de 1991 y regresó en agosto, luego de cubrir más de 31.000 millas navegadas. A su vez, el buque transporte zarpó el 21 de marzo de 1991 y regresó en agosto. Su carga de ayuda humanitaria consistió, fundamentalmente, en leche en polvo, trigo y productos medicinales.