El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Craig S. Faller, realizó una visita oficial a Uruguay y Argentina.
En Uruguay el almirante se reunió con el ministro de Defensa y visitó las donaciones que realizó su país para enfrentar la pandemia de COVID-19. Prevé hacer lo mismo en Argentina.
Por medio del Programa de Asistencia Humanitaria (HAP, por sus siglas en inglés), el Departamento de Defensa estadounidense donó más de 260 millones de dólares para enfrentar la crisis generada por la pandemia de COVID-19, estas ayudas incluyen hospitales de campaña, equipos de protección personal, material médico, camas de terapia intensiva, equipos de detección del virus y monitoreo.
Más recientemente, EEUU también se comprometió con 4.000 millones de dólares en apoyo a la vacunación global y distribución a través del mecanismo Covax.
Uruguay y Argentina son dos de los países que recibieron donaciones. En Uruguay, el HAP financió más de 20 proyectos con un valor de 4,8 millones de dólares para la compra de equipos de primera necesidad, suministros y recursos que han sido usados a través del país.
El jueves 8 Feller se reunirá con el ministro de Defensa, Agustín Rossi. No es la primera vez que Faller visita Argentina, los medios locales señalan que en esta oportunidad su gira tiene un triple sentido diplomático: explicitar que la administración demócrata no tomará distancia con el Gobierno de Alberto Fernández por su decisión de renunciar al Grupo de Lima, ratificar la posición de la Casa Blanca respecto a la situación de Venezuela y la creciente influencia de China y Rusia.
Las nuevas amenazas que EEUU identifica para América Latina
El 24 de marzo, durante la conferencia titulada Fortaleciendo las alianzas en una región de promesas, en el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry, Faller dijo que China y los grupos delictivos transnacionales configuran la principal amenaza que enfrenta América Latina, y que sus actividades se profundizaron en 2020 gracias a la crisis generada por la pandemia.
Sobre China, dijo que "está tratando de reescribir las reglas del mundo, quiere una nueva forma de democracia, que en realidad es una autocracia".
"No hace falta más que ver los abusos a los derechos humanos, la corrupción, los tratados preferenciales, la diplomacia de las vacunas que tienen ahora. Y buscan convertirse en un socio ante la necesidad", agregó.
También aseguró que Pekín "está activo buscando aumentar su influencia económica, en materia de tecnología, de seguridad urbana, de inteligencia artificial", y advirtió: "la influencia china excede la asociación comercial".
Respecto al "fenómeno del delito transfronterizo", Faller apuntó que es evidente que "la pandemia lo ha agravado", y que se formó "la tormenta perfecta para ser aprovechado por Rusia, Irán y China para aumentar su influencia en la región".
El 16 de marzo, Faller dio su testimonio por escrito al Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos, donde dijo que "Rusia está participando activamente en esta región [Sudamérica] para contrarrestar lo que considera una intromisión de EEUU en su territorio cercano. Al ampliar su acceso aéreo y marítimo para proyectar el poder militar tiene acuerdos con Venezuela y Nicaragua que permiten a los buques de guerra rusos visitarlos con poca antelación".
A su vez, opinó que "la pandemia del COVID-19 también proporcionó a Rusia otra vía por la cual ampliar su campaña para superar a EEUU en el ámbito de la información", dijo Feller.
Faller en Uruguay
Se trató de la primera visita al país desde que asumió el cargo en 2018. Luego de una reunión que mantuvieron en la sede ministerial, Faller brindó una conferencia de prensa en la que destacó la "valiosa" relación de cooperación entre ambos países y calificó a Uruguay como un "importante socio en materia de seguridad", según la prensa local. Por su parte, García informó que se iniciaron negociaciones para adquirir tres embarcaciones, vehículos blindados y un helicóptero de las fuerzas armadas estadounidenses.
Consultado por el periódico local La Diaria sobre los intereses del Gobierno estadounidense respecto a Uruguay en materia militar, el almirante respondió que buena parte de la "larga y duradera relación" con el país se debe al entrenamiento que brinda su Ejército a través del International Military Education and Training. También señaló que el "interés" y la "alianza" con el país sudamericano "comienzan con los fuertes valores y compromiso con la democracia" de ambas naciones.
"Nuestras fuerzas son profesionales, y las fuerzas profesionales respetan la ley, la democracia, los derechos humanos, las mujeres, la paz y la seguridad. Somos muy profesionales cuando trabajamos juntos", dijo a La Diaria.
El Partido Comunista del Uruguay (PCU) repudió la visita de Faller. Mediante una declaración, advirtió que "bajo la vieja excusa de la 'cooperación militar, educación profesional y capacitación técnica, asistencia en respuesta a la pandemia y a los desastres naturales', [EEUU] tiene la clara intención de asegurar su hegemonía en nuestra región".
Además, el PCU señaló que "el Gobierno de Luis Lacalle Pou ha dado señales claras de alineamiento hacia los EEUU, con la salida de Uruguay de la UNASUR, el apoyo en la OEA a la reelección de Luis Almagro y el regreso al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR)".
¿Qué es el Comando Sur?
El Comando Sur es una de las 10 unidades de las Fuerzas Armadas de EEUU cuyo objetivo es defender los intereses de ese país en América del Sur, América Central y el Caribe. Se trata de una herramienta de diplomacia militar del Pentágono, para combatir aquello que el Departamento de Estado señala como amenazas, mediante acciones directas o indirectas. También proporciona capacitación, entrenamiento y coordina operaciones militares conjuntas con diversas fuerzas armadas de la región.
El Comando Sur está a cargo de las bases militares estadounidenses en la región: las de Guantánamo en Cuba y Soto Cano en Honduras, de centros de operaciones en Aruba, Curazao y El Salvador, y de redes de radares en Perú, Colombia y países del Caribe. También está vinculado a la Escuela de las Américas, operada por el Ejército de EEUU para entrenar y capacitar a oficiales de los ejércitos de América Latina en "contrainsurgencia", que funcionó en Panamá y luego fue trasladada a Georgia, y por la que pasaron más de 80.000 militares latinoamericanos.
Faller, que asumió como jefe en 2018, está a la espera de que el Senado estadounidense confirme su relevo por la teniente general Laura Richardson, nominada por el presidente Joe Biden. De ocurrir, Richardson se convertirá en la primera mujer que dirija la unidad, con más de 1.200 uniformados y civiles a su cargo.