6/1/19

“INCURSIÓN SOBRE CHARLIE 1”


VETERANOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE


Como en todas las guerras, hay miles de anécdotas que nunca fueron conocidas por ser experiencias personales. La guerra del Golfo Pérsico está plagada de vivencias que debieron ser silenciadas por décadas. Aquí la vivencia en primera persona de un veterano británico,





Cuando realizábamos incursiones negras sobre el noreste del Golfo, solíamos pasar por encima o por debajo de las dotaciones navales que estaban llevando adelante los muchachos de otros operativos que respaldaban las operaciones principales de la Coalición Aliada en el Teatro de Kuwait. Esto no estuvo exento de peligros y no solo por la actuación de los iraquíes que demostraron una amplia imaginación para tratar de frenar las acciones navales o de los iraníes que habían reforzado sus armas navales en toda la costa y observaban con atención todos los movimientos de la flota de la Coalición.


En aquellos momentos la posición de varios de estos grupos de tareas era un secreto, incluso nosotros los S.B.S. que estábamos del mismo lado, no teníamos idea de que ellos ignoraban que nosotros estarían allí; y a su vez ellos tampoco tenían la menor idea de que nosotros estaríamos pasando furtivamente bajo sus narices. Esta historia sucedió a finales del mes de enero de 1991 cuando la campaña aérea sobre Kuwait arreciaba y habían surgido informes de inteligencia de que los iraquíes estaban preparando junto a grupos aliados, un golpe mortal sobre las líneas marítimas de aprovisionamiento siendo uno de los blancos principales el flanco este, cercano a las islas “Abu Musa” y “Kundra” en disputa por los Emiratos Árabes con Irán donde aparentemente operaban células respaldas por Bagdad.


Según pudimos saber los aviones EA-6B que habían estado realizando vuelos de observación, habían detectado actividades hostiles en una zona que no debía tener ese tipo de actividad. El escudriñamiento de los AWACS estadounidenses era dificultoso por el peligro de que el barrido electrónico irritara a los iraníes quienes podrían girarse a favor de Bagdad creando un dilema estratégico imposible de resolver. Nosotros mismos no estábamos muy seguros a quiénes respondían los “ayatolas”, pero con el pasar del tiempo nos dimos cuenta que nosotros nunca fuimos de su predilección.


Recuerdo que la atmosfera era irrespirable. El olor a quemado que traía el viento desde Kuwait parecía impregnarlo todo. La tensión y el miedo se podía tocar con la mano y no era para menos; según algunos rumores que nuestros comandantes no querían confirmar, los iraquíes ya a esas alturas nos habían rociado con varios pesticidas y agentes químicos y que había en los hospitales de campaña varios infantes de marina de la Marina Real y algunos pilotos con síntomas de envenenamiento.


A pesar de que nos surtieron de los equipos reglamentarios NBQ (Nuclear, Biológico y Químico) muchos murmuraban que “Saddam tenía unas cuantas armas secretas que traspasaba cualquier traje”. Un tiempo después de la guerra caí en cuentas de que esos rumores los habían plantado con mucho ingenio los mismos mandos aliados, tal vez con la intensión de explicar las incalculables bajas que sufriríamos por el uso de armas químicas iraquíes o incluso, las que usarían nuestras fuerzas.


Lo cierto era que estábamos en acción. Nos habían trasladado desde “Al Jubail” hasta el HMS “Exeter” que se hallaba operando al norte de la zona de operaciones de las dotaciones canadienses y australianas. En uno de nuestros “Super Puma” a eso de la 1:20 de la madrugada, salió y volamos muy bajo sobre las oscuras aguas del golfo pasando desapercibidos por los radares de los buques aliados que estaban patrullando en cercanías de la ruta de aprovisionamiento. Las ordenes eran claras: “Nadie sabe de qué estamos aquí”. La operación tenía un objetivo central que se revelaría en vuelo y no podíamos salirnos de la rutina. Si nos detectaban nuestros amigos abrirían fuego y nosotros no tendríamos como repelerlo.


Había que ingresar y reconocer una porción de la costa iraní a la altura del paralelo 50 en cercanías de “Bandar Al Kangan”, un área muy comprometida y posiblemente vigilada por la Guardia Revolucionaria.
Según reportes de inteligencia, los “Fedayines” de Saddam se habían instalado en ese sector para realizar algún ataque sobre las líneas de aprovisionamiento ¿Cómo lo harían? No teníamos idea. Solo había algunas especulaciones sobre las tácticas que podrían usar. Igualmente de hallar el supuesto campamento desde donde se lanzaban misiones de siembra de minas y sabotaje, había que eliminarlo con la mayor discreción posible.
Como fuese debíamos evadir tanto a los nuestros como a los otros (fueran iraquíes o iraníes). Era una verdadera locura pero para eso nos empleaban, después de todo siempre supe y estuve consciente que este trabajo era así y nos volvía elementos meramente dispensables para nuestro gobierno.




El área marítima por donde debíamos cruzar se denominaba “Charlie”, una denominación en código que los estadounidenses impusieron a los buques y artefactos que operaban en la zona centro norte del Golfo como retaguardia de la primera línea naval y protegiendo la ruta de abastecimiento naval que entraba por Ormuz.


En aquella madrugada estuvimos al filo del desastre. Cuando pasamos por debajo de las líneas del radar de los destructores y corbetas aliadas, al parecer nuestros jefes no contaban con que algunos de nuestros “amigos” habían sido nuestros rivales y eran más despiertos que otros de nuestros amigos. Me refiero a la Task Force de los argentinos que estaba operando en esa zona justo en momentos que debíamos pasar. En un momento determinado el copiloto nos alertó por el intercomunicador diciendo: “Silencio! Fuera luces y todos mudos”.
Un destructor se apareció a solo 3 millas de nuestra puerta izquierda y el maldito apenas era visible por algunas luces de cubierta. Contuvimos la respiración y más de uno tuvo retorcijones en su estómago y es que a esa distancia con un simple cañón automático y con solo una ráfaga precisa hubiéramos sido historia. Apenas llegamos al punto de desembarco “Ronnie” quien era nuestro jefe de grupo nos susurró “ese era el Almirante Brown de la maldita marina argentina!” Ronnie tenía las emociones a flor de piel y tenía motivos para ello ya que él había sido parte de la fracasada operación de infiltración realizada en 1982 durante la guerra, sobre una base aérea argentina en cercanías de Comodoro Rivadavia. Visto tiempo después y en las charlas de Pubs con mis amigos, esto parecía una maldita pésima broma del destino.


SBS Commands in Falkland War 1982



Tras montarnos en el bote y llegar sigilosamente a la costa, comenzaría la misión. Lo cierto fue que tras llegar al punto cero a un par de kilómetros del objetivo y tras comprobar que no había más que una instalación petrolera abandonada en la que habían colocado un “radio faro”, nos sentimos como unos estúpidos y debimos volver para lo cual teníamos que salir cuanto antes de allí, e internarnos en el mar a la espera en silencio y antes que saliera el sol que nos recogiera el helicóptero. Siempre pensé que se había tratado de una jugarreta de los iraquíes que quisieron involucrar a sus vecinos iraníes a su favor.


Como fuese, ya estábamos mojados y con los oídos llenos de arena, así “Que demonios!” me dije, esto es lo que me gusta de este negocio. Cuando oímos que llegaba el helicóptero nos preparamos para la salida y en ese momento todos estábamos indefensos ante cualquier armas automática en las proximidades. Mientras se posaba a unos metros sobre nuestras cabezas y bajaba la escalerilla, “Scot” uno de mis compañeros me jala del hombro para señalarme que había movimiento de luces en la cosa y parecían moverse presurosas hacia donde habíamos estado. Un minuto de más podía ser la diferencia entre la vida y la muerte así que subimos tan rápido que perdimos gran parte del equipo que llevábamos. Ya en vuelo y teniendo que mantener el mismo sigilo con el que llegamos, debíamos pasar por la zona “Charlie” con la esperanza de no hallar a nadie en las inmediaciones.


Gracias al cielo los argentinos estaban lejos y con nuestros lentes Nigth-scope de noche pudimos ver la popa del destructor Brown girando suave a unas 5 millas de nosotros. A veces me pregunto si alguien arriba de ese buque noto nuestra presencia.

5/1/19

EE.UU ESTA EN RIESGO; IRÁN LLEVARÍA TROPAS AL "PATIO TRASERO PARA ATACAR ...



La imagen puede contener: cielo, océano, exterior y agua



Las tropas de Irán, podrían estar 4 meses a partir de Marzo en el "patio trasero" de Estados Unidos.

Nueva amenaza vigila a Estados Unidos, pues Irán, enviará buques de guerra al océano Atlántico a partir de Marzo de este año.


La decisión fue tomada con la intención de motivar a la República Islámica para contrarrestar lo que se considera como una presencia naval agresiva.

La operación iniciaría en marzo y se estima que las tropas iranís, duren por lo menos 4 meses.

"El océano Atlántico está lejos y la operación de la flotilla naval iraní podría tomar cinco meses", dijo el contralmirante Touraj Hassani.


Además dijo que el nuevo destructor Sahand, sería uno de los tantos buques de Irán que participaría en la flotilla.

Sahand, está equipado con cañones antiaéreos y anti buques, misiles-tierra y tierra-aire.

Un funcionario de Irán, dijo que el mes pasado, la Marina de dicho país, podría navegar en el Atlántico, muy cerca de las aguas de Estados Unidos.

La Marina de Irán, ha extendido su alcance en los últimos años, pues han enviado embarcaciones en el océano Índico y el golfo de Adén, con el fin de proteger a sus barcos de piratas somalíes.

Se prevé que Irán, también envíe buques de guerra a Venezuela para una misión.


4/1/19

Croacia le da a Israel una fecha límite para definir la venta de cazas F-16


Croacia le da a Israel una fecha límite para definir la venta de cazas F-16


Croacia el jueves instó a Israel a superar un raro desacuerdo con los Estados Unidos y confirmar si puede llevar a cabo un acuerdo para vender 12 cazas de combate F-16 usados, y agregó que de lo contrario se anulará la compra.



El Ministerio de Defensa de Croacia dijo que necesita una respuesta de Israel para el 11 de enero.

El tentativo acuerdo de $ 500 millones para comprar los cazas de combate Barak F-16 de Israel se realizó en marzo del año pasado, en espera de la aprobación de los Estados Unidos, que permitiría a Israel vender los cazas de fabricación estadounidense a un tercero. El acuerdo se metió en problemas después de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos insinuara que Israel necesita quitar las mejoras que se agregaron después de que Israel compró los aviones a los Estados Unidos hace unos 30 años.

Israel ha mejorado los aviones con sofisticados sistemas electrónicos y de radar, lo cual fue crucial en la decisión de Croacia de comprar los aviones a Israel en lugar de a los Estados Unidos.

“Si los cazas no están de acuerdo con lo que hemos acordado, el acuerdo no se llevará a cabo y tendremos otra oferta de compra”, dijo el presidente del parlamento de Croacia, Gordan Jandrokovic.


Las relaciones entre la administración de Trump e Israel han sido muy estrechas, particularmente en temas de defensa. Pero la venta de las aeronavez a Croacia parece ser uno de los raros desacuerdos entre los dos países. No fueron superados incluso después de una reunión entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo y el primer ministro Benjamin Netanyahu, el martes en Brasil, según los medios israelíes.

“Esperamos posiciones definitivas y claras tanto de Israel como de Estados Unidos sobre este tema y luego tomaremos una decisión final”, dijo el Primer Ministro croata, Andrej Plenkovic.

El acuerdo es la compra militar más grande de Croacia desde que se separó de la federación yugoslava en la guerra de 1991-95.



Croacia, miembro de la OTAN, se enfrenta a una mini carrera armamentista con el aliado ruso Serbia, que recientemente recibió seis cazas de combate MiG-29 rusos.


QUINCE FIRMAS OCCIDENTALES SE INTERESAN POR LOS SUBMARINOS TAIWANESES






https://www.infodefensa.com/mundo/2019/01/04/noticia-quince-firmas-occidentales-interesan-submarinos-taiwaneses.html

“AMBICIONES NEO COLONIALES”


Comienzan a salir a la luz algunos objetivos que se persiguieron con el Brexit y el alcance de los mismos ¿Qué medidas deberán adoptar los gobiernos de la región ante esta nueva amenaza transcontinental?












Cuando los británicos eligieron salirse la Unión Europea con el Brexit, muchos ingenuos se creyeron que se trataba de una decisión fincada en principios de autode- terminación y propiciados por el interés en el mejoramiento de los intereses económicos británicos con respecto a sus socios de la Comunidad. Muchos y en especial los medios trataron de no denominar al proceso como una demostración de “nacionalismo” inglés. Pero para varios expertos este proceso importara un desastre para Gran Bretaña y eso es algo que Londres sabe que sucederá sino comienza a encontrar formas de financiar su nueva política y para ello debe volver a las políticas filibusteras de “ir por algo y tomarlo”.


Esto viene a cuento de los planes que pronto se pondrán en marcha para que Gran Bretaña incremente sus bases en el extranjero teniendo como uno de sus puntos seleccionados a Latinoamérica. La noticia no puede sino despertar la atención en la región y en particular al Caribe, donde existen los gobiernos que aún resisten los embates de la política exterior de Washington. No es una casualidad que los británicos hayan previsto pretender ampliar su influencia al mejor estilo del viejo imperio británico en momentos que se han reactivado las tensiones geopolíticas con la Federación rusa por el asunto del significativo incremento potencial en sus sistemas de misiles estratégicos.


Sin dudas que uno de los principales objetivos es el de cercar a Venezuela donde se halla una importante plaza estratégica de la Federación rusa y a disposición de China. En este sentido no es casual que el Secretario de Defensa británico Gavin Williamson afirmara que existe una necesidad de su país de retomar el lugar de un importante actor internacional, teniendo como miras a conseguir dichos fines, la de entrar en las Islas de Monserrat o Guayana.


Este tipo de planes debiera alarmar a los organismos regionales como la OEA, a los internacionales y en especial a la ONU que supuestamente brega por la paz y el respeto de la ley internacional ¿Acaso a Gran Bretaña –lo mismo que a EEUU e Israel- no le caben las generales de la ley? Y es que este tipo de empresas poco o nada tienen de democráticas y altruistas. Si se confiesa la intensión de instalar nuevas bases militares en lugares fuera de las fronteras de un país, está claro que lo será contra la voluntad de algún otro. La experiencia cercana enseña cuales son los medios y las consecuencias del actuar de Gran Bretaña y sus colegas estadounidenses cuando se embarcan en campañas para aumentar su influencia en una determinada región.


Pero ¿Cuál ha sido la reacción de los gobiernos de la región? Bien y como era de esperar, tras el cambio de polo en la ideología que actualmente ocupa el poder en la mayor parte de los gobiernos del continente –en especial de Sud América y el Caribe-, parquedad y hasta una completa pasividad en las acciones que ya vienen desarrollando los británicos en la región. Miremos sino lo que sucede en el Atlántico sur y en el extremo del continente entre Punta Arenas y Tierra del Fuego. El casi absoluto monopolio de la actividad de control y cobro de canones por la navegación a cargo de los británicos, es pasmoso. El gobierno argentino parece haber renunciado no solo a la soberanía sobre las islas Malvinas, Sandwiches y Georgias, sino también sobre las aguas jurisdiccionales del sur.


A esta muy desventajosa posición argentina con un vecino con apetitos expansionistas como Chile (aliado de Londres), hay que sumar el providencial ascenso del gobierno derechista de Bolsonaro en Brasil quien es un aliado incondicional de las posiciones políticas de EEUU y por ende de los británicos. En este sentido para Londres el momento no podía ser más propicio y no lo dejaran pasar de largo. Con estos gobiernos en sintonía con la ideología anglosajona, los británicos no dudaran en poner en marcha una acelerada movilización de recursos para establecer nuevos puntos estratégicos con el objetivo de ir estrechando el control sobre Rusia y China aunque ello no afecte mucho a estos dos grandes actores mundiales.


Sin dudas de que este renacido neocolonialismo que se inauguró en el norte de África con las operaciones de la OTAN lanzadas contra Libia allá en 2010, busca más bien presionar y condicionar a las naciones latinoamericanas que se vean dentro del radio de influencia de sus bases militares, tal cual podemos verlo con el caso de la Argentina bajo una ilegal ocupación de su Atlántico sur.


Más allá que la prensa regional y en especial la de Argentina se muestra acostumbradamente silenciosa ante estos hechos, la población argentina está bastante informada de lo que está sucediendo y pese a que se haya acuciada por una interminable crisis económica, no pierden de vista que hay un proceso de cooptación total de su soberanía y que de no comenzar a tomar medidas activas para contrarestarlo, el futuro de sus hijos será muy duro.


Una de las áreas en donde comenzó un proceso de mayor cooptación es en las FFAA y de seguridad, con la preparación y adoctrinamiento de los nuevos cuadros de oficiales a cargo de instructores, teóricos y asesores tanto de EEUU como de Israel, socios íntimos de Gran Bretaña. Este proceso no solo tiene esta parte meramente pasiva, sino que incluye una faz activa en la cual se verán actos violentos y presuntos atentados tendientes a consolidar un Status Quo de miedo y desconfianza que haga imprescindibles los asesoramientos de estos expertos extranjeros. Además se busca reforzar los conocimientos de doctrina que son adquiridos en las aulas de los liceos argentinos y de las academias a cargo del Pentágono.


Según algunas fuentes extraoficiales informan por estas horas de que el gobierno argentino ha propuesto el desarrollo de un plan de creación de cuerpos de reservistas como forma de contribución a la calamitosa situación defensiva y a los fines de crear una situación intermedia entre los soldados profesionales y los conscriptos comprometiendo a los ciudadanos que se presten voluntariamente a servir en armas. Aunque el proyecto pareciera muy benéfico para la política de la defensa, hay en él una notable desventaja estratégica que no se quiere mostrar y ello es, la desactivación paulatina de las diversas ramas de la defensa (Armada, Fuerza Aérea y Tierra) y la doctrina que se impartirá a los reservistas, estará nutrida de los manuales estadounidenses e israelíes. Para quienes no vean una dificultad en este programa propuesto, deben mirar a las experiencias contemporáneas vistas en otras latitudes y comprobar que, quitándole a un país su potencia de fuego (tanques, aviones y misiles) será fácilmente doblegada ya que milicianos de a pie simplemente serán aplastados por la aviación y las fuerzas mecanizadas enemigas.


Sin lugar a dudas de que estos planes vienen adunados con las ambiciones británicas que ya están en movimiento y que en el caso argentino, con seguridad ya tienen fecha de ejecución.


Por lo pronto, Gran Bretaña tiene asegurada su plaza en el Atlántico sur y es muy posible que ante estos nuevos planes de expansión y aprovechando la tolerada pasividad del gobierno macrista (vista con el incidente “ARA San Juan”), pretenda insertarse en el norte argentino, junto a sus socios estadounidenses e israelíes, quienes operan con total libertad autorizados por el actual gobierno nacional y tolerado por los gobernadores de las provincias donde se hallan.

“RETIRO, RECESIÓN E INTRIGA”




Cómo podrá Trump resolver el grave entuerto en el que se halla con la actual situación interna y global



Esta época pasara a la historia como una de las más inestables y volátiles de las relaciones políticas y humanas en el comienzo del siglo XXI. Ningún país tiene los presidentes y gobiernos por cuestiones del azar o la magia, no para nada. Si bien es verdad que en apariencia son los votantes los cuales colocan a quienes les representaran sus intereses en la administración de sus gobiernos, solo son el factor visible y de poco peso en el negocio de entronizar un gobierno a molde de los intereses privados.


El mundo se está rajando o mejor dicho, las estructuras gubernamentales que sustentan las políticas económico-financieras de puro saqueo en favor de una pequeña elite plutocrática que se ahoga en dinero mientras causa la miseria y la sobrevivencia de una amplia franja poblacional denominada como la “clase media”. La estructura social se ha rajado y está poniendo a unos contra otros y lo peor de todo, disgregando el tejido social de los países en vías de desarrollo que han aceptado las recetas mágicas de los “popes” democráticos occidentales.


Sobre esto último sin dudas se puede discutir mucho sobre el carácter democrático de dichos actores ya que han convertido a sus sociedades en sofisticados guetos panópticos donde nadie tiene un mínimo de intimidad.


Si hay alguien que está colaborando con toda esta debacle es sin dudas EEUU y ello no significa hablar específicamente de Donald Trump. Si es cierto que él es la cara visible de la Casa Blanca y es autor de una infinidad de estupideces que complican más aún la pésima imagen de EEUU en el exterior, no es el cerebro la política exterior ni del descalabro bursátil visto hace apenas unos días. Por el contrario su personalidad ha representado ser la pesadilla más insoportable para el Establishment neoconservador que ha conseguido algunos puntos a favor (como lograr la frenar la inmigración, promover la construcción de un murallón en la frontera con México y la declaración de Jerusalén como capital de Israel entre otras) pero está resintiendo el fracaso de muchos otros.


Cuando las cosas son del agrado de este sector, todos aplauden a Trump de pie en la Cámara de representantes del Congreso y los medios se moderan en sus críticas enmarcadas en la novela del “Russia Gate”, en especial en Gran Bretaña donde la rusofobia mediática se ha convertido en un tema de estado para Teresa May. Si por el contrario las cosas salen al revés o van contra los intereses de algunos de los sectores influyentes que componen esa elite lo tildan inmediatamente y sin mayores escrúpulos de “populista de derecha” entre otros anodinos epítetos. Como sea, él será el fusible ante cualquier desastre que no pueda controlarse.


Hay una severa crisis en la Reserva Federal y existen discusiones internas por el tema de las tasas ¿cuánto deberán subir? Incluso algunos expertos financieros que no son del agrado del Establishment financista de Wall Street, señalan que la economía estadounidense solo gira en torno a la deuda pública, tan astronómica y exorbitante que no se tiene certeza de su cifra real. La Reserva Federal necesita aumentar los intereses para evitar un cataclismo interno mientras continúa imprimiendo billetes en forma descontrolada. Para algunos los buenos tiempos de la economía estadounidense se han terminado y es necesario volver a lo básico. Para otros hay una recesión en puerta y Trump sabe eso y es por ello que el presidente norteamericano ha tomado algunas de las medidas más molestas para el Establishment.


EEUU se ve impotente en frenar el desarrollo económico, comercial y financiero de Rusia pero en particular de China, y parte de ello lo vemos con las desesperadas medidas arancelarias que han estado a punto de desatar una guerra comercial abierta pero que no está exenta de escaramuzas político-diplomáticas que podría escalar al campo bélico. Precisamente sobre ello, Washington y todo el arco político pero en especial con el sector neocon y sus colegas pro-sionistas, han puesto el grito en el cielo apenas Vladimir Putin anunció públicamente en marzo del año que se está yendo el desarrollo de su potencialidad armamentística (con los misiles Sarmat y Avangard) que deja al arsenal nuclear estratégico estadounidense en la categoría de chatarra sofisticada, pero chatarra al fin.





Esto puso en evidencia un nuevo estado de cosas que sin dudas amenaza la supremacía estadounidense y ni bien tomaron conciencia en Washington de la veracidad de lo que el Kremlin había anunciado, llamaron inmediatamente a tratar de llegar a un “arreglo” con la intensión de que esto no dañara la reputación de los EEUU.


A la pérdida de credibilidad en la batalla de la propaganda mediática hay que agregar el recrudecimiento de las actividades de inteligencia –en particular las cibernéticas- está tomando un cariz cada vez más agresivo.


Pero de cara a la opinión pública, la farsa debe continuar y como procede el manual de la política estadounidense, el doble rasero debía aplicarse y de ese modo mientras los contactos estadounidenses claman por un poco de respiro, Rusia hace respetar sus intereses retomando sus vuelos estratégicos más allá del espacio aéreo de la Federación rusa. La respuesta de Washington fue imponer más sanciones y retirarse unilateralmente de varios tratados sobre el control de armas de destrucción masiva ¿Acaso eso es una casualidad?


La última de las medidas tomadas por Trump, tomo por sorpresa a los Halcones del Pentágono quienes confiaban en su determinación en mantener el estado de guerra perpetuo que tan buenos negocios da a la industria militar. Retirar a los grupo de tareas de fuerzas especiales que entrenaban a los “rebeldes moderados” y los grupos kurdos del “YPG” en Al Tanf y otros puntos del norte sirio fue algo que muchos no pudieron digerir. Uno de ellos su jefe del Pentágono James Mattis quien ya hizo las balizas y está a la espera de su salida. Apenas se conoció el anuncio sonaron los teléfonos desde Riad y Tel Aviv preguntando si aquello era cierto.


Ante la ola de críticas y fuertes presiones que esto causo dentro del círculo de influencias manejadas por lobbies vinculados a estos aliados, Trump realizó un viaje relámpago a Iraq donde aún hay más de 5000 soldados acantonados. Según informes de aquella visita Trump llego a la base aérea iraquí de “Al Asad”, que el ejército la marina estadounidense ocupa desde la invasión de 2003 y desde allí anunció que “no se retirarían de Iraq ya que desde allí podrían atacar Siria”. Este comentario que no es más que la confirmación de actos de agresión contra un estado soberano que atenta contra la ley internacional (Cfr. Cap. VII Carta de la ONU) y que habría sido la comidilla del escándalo para los medios occidentales, vemos como además de ser dejado de lado, demuestra con claridad lo que ha venido sucediendo desde hace años en la región.


Se sabe que los alegatos de Trump no revelan nada nuevo. Hace años que tropas estadounidenses operan sobre territorio sirio e incluso no tuvieron problemas cuando apareció el embuste del “Daesh” en junio de 2014.
Además hoy por hoy se hace insostenible su presencia ya que el actual gobierno en Bagdad, pese a ser de la misma mafia que colaboro con la ocupación, se halla fuertemente presionado por los sectores populares que no quieren ver a los norteamericanos en su territorio. Por otra parte, hay que recordar que Washington tiene un estricto protocolo de cobertura de la identidad de sus efectivos en operaciones en Iraq, no solo por seguridad ante los grupos de la resistencia que aún siguen operativos –como se alega-sino más bien para evitar individualizaciones que puedan servir para que la justicia –tanto iraquí como de cualquier parte- pueda llegarlos a requerir ante la comisión de crímenes de guerra y otros tantos que se han cometido y se siguen cometiendo en la región. Como sea, el futuro de Trump es bastante ocre y solo hay que esperar como se iniciara el nuevo año.

“LA PRIMAVERA QUE VIENE”

Conforme se van dando los acontecimientos en torno a Venezuela, el ingreso de la OTAN a Colombia y la política agresiva que se está implementando desde la Casa Blanca no hay lugar a dudas de que pronto se verán acontecimientos odiosamente similares a los vistos en el norte de África en 2011 con sus conocidas consecuencias.





No hay nada nuevo dentro de las tácticas anglosajonas para proseguir con su agenda geoestratégica destinada a imponer sus políticas acorde a los intereses que les convenga. Ayer Iraq y Afganistán, luego vino el norte de África con la supuesta Primavera Árabe, el Medio Oriente, lo intentaron en Crimea y trataron de cooptar a Ucrania por completo pero fracasaron gracias a Rusia y hoy los cerebros del Departamento de Estado y el Pentágono parecen haber concentrado sus esfuerzos para desatar un nuevo polo de conflicto en nada menos que en el mismo continente americano con especial foco en el sector latinoamericano.


Como siempre se hace necesario de aclarar, que más allá de la desagradable postura política de Trump, quienes ingenierizan estos planes y los ponen en ejecución son los cerebros detrás de las sombras del poder, estrechamente relacionados con el denominado Establishment. Cuando Trump se deshizo de sus agitadores digitales como Steve Bannon, volvieron a pisar el salón Oval los “señores de la guerra” quienes fueron los consejeros de la administración Bush-Cheney e inspiradores de la guerra perpetua contra el Terrorismo. Uno de ellos, John Bolton quien tras regresar a las grandes ligas de la política como consejero de Seguridad Nacional ha reeditado esta lógica siniestra para ser aplicada en la región del Caribe y Sudamérica.


Al parecer es otro capítulo de la novela del “Nuevo Orden Mundial” que inició la administración republicana de George H. Bush allá el 11 de septiembre de 1991. A partir de allí, lo que prevaleció fue la ley de la jungla donde quien tiene el garrote más grande se impone. Caracterizado por el abuso evidente de la influencia política y peor aún el uso ilegitimo, ilegal y desmedido de la fuerza los EEUU –con la innegable complicidad de Naciones Unidas- trató de avanzar sobre todo el globo a fin de hacerse del control de los recursos y espacios vitales que terciaran a sus intereses.


Tal como se ensayó en la guerra contra Iraq de 1991, el recurso de la legalidad sucia refrendada por un Consejo de Seguridad desbalanceado y eminentemente controlado por su silla, se hacía muy endeble y pobre para desandar el largo camino que demandaba la empresa de una nueva era que los cerebros del Departamento de Estado y una pléyade de ideólogos neocon llamaron en 1997 “Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense” o en sus siglas en inglés PNAC. En alguna medida debieron prever que esta supremacía absoluta dentro de este órgano no dudaría para siempre.


Para ello se apoyó en la OTAN, una organización nacida a expensas de la guerra fría que tras la disolución de la URSS en 1991 dejo de tener propósito de existir. Pese a ello Washington y sus aliados en Bruselas no piensan eso y como se ha visto utilizan su estructura para los fines políticos-económicos y estratégicos que indique la agenda.


Durante la guerra fría, a partir de 1959 Cuba pasó a ser el cuco de la región y para ello Washington puso a rodar toda una parafarnalia militar y de inteligencia que le costaría miles de millones de dólares de su presupuesto de defensa a lo largo de treinta años. El único incidente que representó un peligro estratégico para EEUU fue la crisis de los misiles soviéticos que estaban llegando para ser emplazados en las islas caribeñas. En esos momentos el insulso gobierno argentino se prestó al bloqueo de Cuba creyendo en la reciprocidad que le debería EEUU en un futuro (incumplimiento del TIAR 1982). 







Los cronistas de entonces, los gobiernos y los medios de la región y los historiadores parciales señalaron a la URSS como la única culpable de este movimiento cuando en realidad, ello se debió al emplazamiento por la OTAN de misiles de mediano alcance en territorio turco a la misma distancia que se halla Cuba de la Florida.


Como podemos ver cuando la Casa Blanca y sus diversos estamentos necesitan justificar alguna acción, siempre olvidan citar las causas originales casualmente, porque son ellos mismos quienes las han originado.


Pero el tiempo había pasado y en Latinoamérica –más allá de las injerencias subterráneas de sus embajadas- EEUU se mantuvo alejado e incluso se dijo muchas veces que había abandonado a la región y como pago brotaron los nacionalismos populistas, en especial el de Venezuela que liderado por Hugo César Chávez dio tantos dolores de cabeza a Washington. Es por ello que cuando los norteamericanos claman “qué hemos hecho para que nos pase esto o aquello”, enseguida encontraran la respuesta en tipos como Henry Kissinger quien como funcionario clave de la Casa Blanca ha estado metido en todos los asuntos que hoy comportan los problemas crónicos e irresueltos de la política exterior del estado de la Unión.


Actualmente y contra todo pronóstico de los analistas del establishment regional –acorde con la política del norte-, la OTAN ya tiene sus pies en suelo latino y para peor está planeando extender su influencia desde México hasta Tierra del Fuego. Tras la autorización del gobierno colombiano para entrar en la Organización Atlántica, EEUU ha estado maniobrando con mayor libertad en la región del Caribe con especial interés en desestabilizar a Venezuela y a sus aliados. El incremento de sus operaciones militares y de inteligencia en especial con incursiones de los infames “Drones” sobre la región –usados para asesinar a supuestos terroristas-, son el preludio de un futuro negro. No olvidemos todos los intentos de orquestar golpes de estado contra Caracas (Operación Jericó lanzada el 12 de febrero de 2015) y que por la cohesión de los cuadros chavistas, fueron abortados. Los hechos que se registran en la zona son evidencia de ello y amenazan con extenderse en el mediano plazo.


Sin lugar a dudas otro factor que hay que tener en cuenta para determinar la consecución de estos planes es el triunfo de Bolsonaro en Brasil quien más allá de su confesada adhesión a las políticas estadounidenses e israelíes, tiene en su gabinete a nada menos que al general Hamilton Mourao, un viejo amigo del Pentágono quien además de ser su vice tiene como antecedente en su larga carrera militar, el haber sido protagonista del golpe de estado llevado a cabo en 1964.


Ello debe ser una advertencia sobre lo que puede llegar a crearse en la región si se aceptan las políticas y tácticas de muerte que bajo denominaciones rimbombantes o de justificaciones como ser la “necesidad y perpetuidad” llevarán a la desestabilización política completa agravada por micro conflictos al mejor estilo libio o como se intentó crear en Siria.


Para quienes hace años vienen estudiando el tema saben que esto responde a un programa planificado conocido como “la Doctrina Cebrowski” por haber sido concebida por el Almirante estadounidense Arthur Cebrowski quien oficio como Director de la Office of Force Transformation creada tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 por el Secretario de defensa Donald Rumsfeld. La particularidad que tiene esta doctrina es que se basa en la creación de situaciones de inestabilidad interna en los países marcados como objetivo e incluso (como se hizo en el Medio Oriente) crear el caos perpetuo que no permita reestructurar a los países que se vean afectados.


Este mismo proceso pero con sus particulares matices ya se desplega en el Cono Sur, todo un andamiaje militar y de inteligencia principalmente en y desde Argentina que además de tener sus islas del Atlántico sur ocupadas por Gran Bretaña, existe allí dentro de las islas Malvinas, instalaciones de la OTAN que con el actual gobierno argentino, sin dudas darán el salto hacia la Patagonia con la intensión de establecer un punto estratégico a los fines de ampliar su radio de cobertura aéreo y del paso marítimo por el Cabo de Hornos ¿Están al tanto de esto en Buenos Aires?

11/12/18


VETERANOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE

“QUILOMBOS AJENOS”

CUAL ERA EL MARCO GEOPOLITICO DEL MEDIO ORIENTE CUANDO EL GOBIERNO DE CARLOS SAUL MENEM Y CIA. DECIDIÓ PARTICIPAR EN LA GUERRA CONTRA IRAQ DE 1991.¿ ESTABAN EN CONOCIMIENTO Y A LA ALTURA DE AQUELLAS CIRCUNSTANCIAS?




Cuando el gobierno de la Argentina se involucró en la guerra contra Iraq en 1991, no tenían ni idea en la que se estaban metiendo; esto obviamente está referido a los gobernantes y mandos militares de ese entonces que no midieron en ningún momento las consecuencias de aventurarse en un conflicto como el que se desato en aquel momento y huelga decirlo, no ha terminado.

La ausencia de estudios e informes concienzudos sobre las raíces del conflicto, las posiciones y los argumentos políticos e históricos de las partes involucradas, demostraría ese aventurerismo improvisado del cual se destacaba –y aún continua destacándose- la planificación de los sucedáneos gobiernos argentinos. Así como un sector del peronismo nacional mantenía una prosapia y encendida simpatía por las causas árabes y algunos de sus más destacados líderes, estaban (y continúan) los antagonistas situados en la vereda del frente alineados a Israel y su relato victimizante.

Tanto unos como otros, carecían de conocimiento acabado de las causas que decían apoyar y fuere por ignorancia o por interés, recortaban a gusto las partes de la historia que mejor se acomodara a sus discursos. De esta manera, aquellos que reivindicaban al egipcio Abdel Gamal Al Nasser, al líder palestino Yasser Arafat o al libio Gadafy poco o nada conocían de las diferencias y las particularidades existentes entre los gobiernos y sociedades árabes más allá de las generalizaciones tan comunes entre los argentinos.
Lo mismo se aplica a los activistas y simpatizantes de Israel, quienes cerrándose en un discurso mesiánico y engañoso tratando de ocultar sus propias miserias, pretendían acusar de todo lo malo a los vecinos del estado implantado. En este grupo se hallaban los pro estadounidenses o quienes se autodenominan como “liberales”, un término que adorna muy bien pero que en realidad no dice nada.
Como ha quedado bien en claro por esta época, es que nada de lo que se decía era tan cierto como se suponía y existían aberraciones políticas en la región creadas deliberadamente por la interferencia de Washington, que jamás fueron conocidas y estudiadas por los responsables del área de exteriores y menos aún de la defensa argentina

A la complejidad de las relaciones sociales dentro del mundo árabe islámico se agregaba las inextricables ambigüedades e inconfesables conexiones políticas dentro de este mundo que en apariencias mostraban o decían una cosa pero en la realidad representaban otras. Allí de que, ni todos los árabes son musulmanes ni todos los gobiernos de dicha región, tenían un compromiso firme con la resistencia “árabe-islámica” nacida del llamado “conflicto palestino-israelí”.
Es más, varios de esos gobiernos trabajaban clandestina (y hoy quedaron expuestos) y activamente contra los intereses de aquel compromiso a tal punto de traicionar a sus propios hermanos.
La política es el arte de hacer las cosas posible podría decirse, y aquí en el Medio Oriente ese dicho se lleva a los extremos. Para ese entonces, la política exterior de los EEUU y de sus aliados europeos dentro de la región era en apariencias, moderada y de tratar solamente con los “árabes buenos” (como solían distinguir algunos en Washington) encarnados en las petromonarquías del Golfo Pérsico, la ambivalente monarquía del Rey Hussein de Jordania y los gobiernos laicos como el entonces Iraq, Yemen y Egipto.

Este solo es un somero bosquejo de las relaciones existentes allá desde la década de los setentas hasta entrado finales del siglo XX. Dentro de este, existía un entramado de relaciones secretas y subterráneas que se mantenían absolutamente fuera del alcance de la opinión pública y aún más lejos de los medios informativos que quisieran husmear en este campo. Y es que por aquel entonces y con el trasfondo de la “guerra fría” y el cuco del “comunismo”, haber sacado a la luz infidencias que hubieran complicado los objetivos estratégicos de Washington en la región, sin dudas habría sido pagado con la vida o la cárcel demostrando hasta donde llegaba la paranoia del autoproclamado “mundo libre”.

Aquella propaganda que incluso fue explotada hasta el cansancio por las peliculejas de Hollywood en la que se veían a los árabes (sin distinción de nacionalidades) poniendo bombas a los pobres occidentales o a los atormentados judíos de Israel, enmascaraba una realidad tan contradictoria como siniestra en la que las lealtades solo pasaban por el dinero, los negocios sucios y claro, el poder. ¿Quién hubiera podido creer en los años setentas o incluso en los ochentas que los sauditas mantenían contacto con los supuestos enemigos israelíes? O incluso ¿Quién habría podido entender que la CIA trabajaba codo a codo con algunas agencias de inteligencia árabes quienes a su vez, tenían contacto con el odiado Mossad israelí?

Mucho menos existía en la forma como lo pintaban en occidente, esa “lealtad religiosa” que separaba con tanta claridad a los pueblos árabes islámicos de una cultura occidental encarnada en los valores “democráticos” de los EEUU y la entonces llamada “Europa libre”. Más allá de que caudillos árabes como Nasser, Arafat y Gadafy instauraron gobiernos nacionalistas abiertamente antiimperialistas, existían zonas grises por donde se movían los intereses inconfesables que traicionaban a sus bases ideológicas que terminaban traicionando a sus propios hermanos. Esto se vio con mayor profundidad con Arabia Saudita, un ente monárquico creado por Gran Bretaña en el periodo de entreguerras y que en la década de los setentas fue “él” aliado árabe contra el comunismo y el nacionalismo árabe.
El caso de Kuwait no difiere mucho de su vecino ya que nació en 1960 tras haberse descubierto los riquísimos yacimientos petrolíferos del sur de Iraq para lo cual –y estafa mediante- se creó una secesión territorial con una población nómada que respondía a la corona británica.
Tras la segunda guerra mundial, EEUU hereda estos amigos con los cuales desplegaría sus diversos planes en la región. Acuerdos espurios, alianzas imposibles de creer y encargos sangrientos marcaron las relaciones de Washington con todos los actores de esta región (incluyendo a Israel por supuesto), como una forma de mantener a la URSS fuera del escenario.

Con el paso del tiempo muchas cosas fueron transparentándose y aquel halo de misterio que muchos investigadores e historiadores supieron rodear a sucesos impactantes de la época, tenían en el fondo una explicación tan simple como humana. El caso del bombardeo israelí al reactor nuclear iraquí de “Osirak” en 1981, supuso una acción brillante de las FDI israelíes que –que desde la versión fantástica para consumo público- logro burlar las defensas aéreas de Jordania y Arabia Saudita, gracias en parte, a la pericia de los pilotos hebreos. Pero en realidad, aquello pudo ser realizado gracias a la colaboración de la monarquía hachemita que, trabajando en secreto con Washington, apago los sistemas de radar y dejo pasar impunes a los aviones israelíes. De ese modo los aviones F-16 A Netz y sus escoltas, pasaron sin problemas ida y vuelta sobre el desierto saudita.

A pesar de que la Casa real de Fahd se mostraba al mundo como el mediador en el conflicto árabe-israelí y mantenía buenas relaciones con el Iraq de Saddam Hussein, su servicio de inteligencia o mukhabarat colaboraba en el más absoluto secreto con la CIA y éste a su vez interactuaba al mismo tiempo con el Mossad israelí y con el “Iraqi Intelligence Service” (IIS) iraquí. A la palestra y por aquellas fechas, el Departamento de Estado, el Pentágono y por supuesto la CIA, empujaban al partido Baas iraquí para poner a raya a la revolución islámica de Khomeini en Irán no porque representara una amenaza ideológica para la geopolítica de EEUU y los árabes sunitas del golfo, sino por la amenaza económica que representaba la capacidad de producción petrolera iraní a los negocios de las compañías petroleras norteamericanas y británicas asociados –casualmente- los corruptos jeques de la península arábiga y también, para garantizar la estabilidad política de Israel.

Todo era muy difícil de explicar y nadie podría haberlo creído en esos momentos. Recuerden que mientras Tel Aviv cancelaba el progreso nuclear iraquí, Washington estrechaba lazos con Bagdad de cara a encargarle el tema iraní. Incluso para cuando Israel invade el Líbano en junio de 1982 (días antes de que Argentina se rindiera en Malvinas), el Consejo del Comando Revolucionario de Iraq presentó a Teherán una propuesta de alto al fuego para retirar sus tropas y dirigir los esfuerzos contra la agresión sionista. En ese momento en Washington creyeron que sus planes se vendrían abajo y buscaron la manera de mantener a Iraq en el frente de batalla contra Irán a como fuera y como primera medida lo sacaron de la lista negra de los países que apoyaban al terrorismo permitiendo que Bagdad obtuviera un crédito por 300 millones de dólares de la Commodity Credit Corporation (CCC) de la Secretaría de Agricultura de los EEUU, con el cual compraría granos y en caso de que Bagdad no pagase sus deudas por la compras, Washington respondería.

En tanto, las relaciones entre la CIA y la IIS de Saddam eran inmejorables, pero ello no era obstáculo para que al mismo tiempo aquella agencia no cortara sus lazos con los israelíes y los mukhabarat de las monarquías del golfo (en especial con Arabia Saudita) que en esos momentos apoyaban entusiastamente a Iraq. Para 1984 las relaciones con Iraq eran tan estrechas y positivas que la CIA obtenía valiosa información del armamento soviético que nutría los arsenales iraquíes e incluso cooperaban con el entrenamiento de células terroristas (con la cooperación saudita y paquistaní) que luego operaban en Afganistán, Irán y el Líbano.
Como contraprestación, Washington además de catalogar a Iraq como “aliado regional”, facilito a través de la CIA el acceso a las armas de destrucción masiva, entre las cuales se hallaban los agentes químicos “Sarín”, “Tabún” y “Cloro” que (además de usarlas contra los kurdos) servirían para frenar a los iraníes y que luego quince años después George W. Bush bajo falsos argumentos esgrimiría como justificación para invadir Iraq en 2003.

A todo ello y mientras la opinión pública se comía el relato oficial que los medios le vendía una lucha de los “buenos árabes” contra los “malos chiitas iraníes”, los israelíes metían la uña llevando adelante operaciones multimillonarias en contrabando de armas tanto para Iraq como para Irán.
Además de obtener muy buenas ganancias,Tel Aviv se quería asegurar que ambas partes extendieran la contienda y se dañaran mutuamente. En el mismo plan estaba la CIA y fue en esas circunstancias que en 1985 se produjo el escándalo “Irán-Contras” que revelo el doble rasero de la política exterior norteamericana que involucró al Cnel Oliver North, dejando expuesto a la opinión pública, el involucramiento de oficiales militares y de inteligencia estadounidenses en la venta de armas a nada menos que a Irán.

Cuando se desato la crisis entre Iraq y Kuwait en agosto de 1990, EEUU estaba tanto del lado iraquí como de los kuwaitíes; incluso estuvo atento y manipulo el conflicto existente entre las partes por los campos petroleros de Rumaillah. Mientras a Saddam le susurraban al oído que los desagradecidos kuwaitíes le estaban robando el petróleo del sur, otra delegación de la agencia le mostraba al jeque Al Sabah supuestas fotos aéreas que mostraban actividades iraquíes en su territorio. Como se ve, Washington jugo con ambas partes y se encargó de que las tratativas de Jeddah fracasaran propiciando la crisis que se desataría el 2 de agosto de 1990.

AHORA BIEN ¿ACASO ALGUIEN EN BUENOS AIRES Y MAS PRECISAMENTE DENTRO DE LA CASA ROSADA CONOCIA ALGO DE TODO ESTO POR AQUEL ENTONCES?



13/10/18

CUANDO LA JUSTICIA LLEGA AL LOS DELINCUENTES


VETERANOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE

COMO LLEGA TODO, EL QUE LAS HACE SIEMPRE TIENE SU MERECIDO. ESTOS SEÑORES NOS MANDARON A LA GUERRA DEL GOLFO PÉRSICO, NI SI QUIERA NOS DIERON LAS GRACIAS LAMENTABLEMENTE NOS IGNORARON COMO ESTADO NACIONAL. LA ARMADA ENTREGO UN DISTINTIVO COMO PARA APACIGUAR LO QUE EL ESTADO NO RECONOCIÓ. Y ACÁ SEÑORES HUBO MUCHA PLATA.


EL ESTADO DE KUWAIT LE PAGO A LA ARGENTINA VARIOS MILLONES DE DOLARES POR EL SERVICIO PRESTADO, PERO DONDE ESTA ESA PLATA JAMAS VIMOS UN MANGO.NO SIEMPRE SE VIVE DEL ESFUERZO DE OTROS. PERO COMO BUENOS SOLDADOS FUE UNA EXPERIENCIA MAS QUE UN PAÍS NO LO HACE UNA PERSONA SI NO TODOS.
AHORA TIENEN CONDENA POR ALGO SERA, AL JUGAR A DOS PUNTA PASA ESTO. PERO DIOS ES SABIO SABE DE JUSTICIA.





Me voy a tomar unos minutos para los que no son participantes de la Guerra del Golfo no saben, pero si, para lo que estuvieron , me irrita cuando ponen me gusta, o comparten mis comentarios. Señores están autorizados a poner sus pensamiento u opiniones, o a ustedes no les molesta que fuimos a una Guerra y se quedaron conforme en mi caso no. O todos les gusta mirar o mirones que no dicen nada a mi eso me molesta, es como si no hubiese pasado nada pero pongo al revés ¿ Que hubiese pasado si nos hundían un buque o algunos dentro de un tiempo tenemos un enfermedad incurable?. Como se elevaron tantas notas, se pidió a diputados, senadores y a alguno señores Oficiales, la cuestión que nadie sabe no contestan o como yo interpreto deja de joder, que acá no paso nada, es mas se inicio juicio pero como no hubo una unión se paralizo todo, ojo pero yo sigo y sigo insistiendo creo que tendré resultados pero no para todos ojo no se equivoquen tenes que hacer juicio. Gracias a todos. Por si les interesa aca estan los resultados y vos quedaste conforme con conocer otro mundo...         

https://elpais.com/.../11/01/economia/909874801_850215.html

30/9/18

La Argentina, en el conflicto del Golfo en el 1991 y casi 1998


VETERANOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE


EX PRESIDENTE MENEM Y EL EX PRESIDENTE DE EGIPTO

Se trata de una pregunta que ha estado sin una respuesta jurídica durante casi tres décadas. Como podrán ver, se trata de un caso en particular referido a los efectivos de la Armada Argentina que tras haberse desatado la crisis entre Irak y Kuwait en agosto de 1990, por decisión del entonces gobierno del Dr. Carlos S. Menem fueron enviados a bordo de dos navíos de guerra el 25 de septiembre de ese mismo año a las aguas del “Golfo Pérsico o Arábigo” situadas a unas 8.800 millas del país y que terminaron actuando desde el 16 de enero hasta el 27 de febrero de 1991 y en el marco de la operación “Tormenta del Desierto”, dentro del Teatro de Operaciones del Golfo Pérsico.

A la vista de muchos colegas, el tema era inabordable por varias razones; algunas de ellas por el supuesto hecho de que la acción o una posible reclamación de derechos estaba prescripta. Otra acusaba que, al no haber una ley específicamente puntual sobre la situación de estos más de quinientos hombres de la Armada, no había de dónde agarrarse para plantear un caso con argumentos jurídicos ciertos.

Si se ve desde el primer punto de vista, la pregunta sería 

¿Qué plazo de prescripción se le aplicaría? O mejor dicho, 

¿A qué acción se refieren mis colegas cuando dicen que ella ha prescripto? 

Como primera respuesta para desarmar ese planteo debo decir que, existen derechos inherentes a las personas que son los llamados derechos personalísimos que además de ser de carácter universal (Cfr. Declaración Universal de Derechos Humanos, de Naciones Unidas del 10 de diciembre de 1948) no tienen un plazo para su reclamación. En el caso que abordamos, hablamos de derechos específicos para una determinada clase de personas que se enmarcan en una precisa y excepcional situación como la “guerra”.

Antes de precisar sobre la cuestión, debemos señalar que los más de 500 hombres de nacionalidad argentina, se hallaban bajo estado militar lo que significaba  que además de estar activos, estaban sujetos a reglamentos y leyes especiales regidos por el pabellón que enarbolaban los respectivos buques, los cuales (cabe remarcar) fueron armados y aprovisionados para eventuales acciones de combate.

Volviendo a la pregunta formulada en el título, vemos que referimos a la palabra “operativa” que nos refiere a si, éstos derechos que se  hallan reconocidos en la Constitución nacional, requieren de la necesidad de una ley reglamentaria que los ponga en vigencia.
Administrador..


EDITORIAL
La Argentina, en el conflicto del Golfo
15/02/1998 - 


Un recalentamiento de la crisis en el golfo Pérsico y la probabilidad de una operación militar punitiva comandada por los Estados Unidos contra Irak han vuelto a ubicar a nuestro país en el centro de un principal conflicto internacional. 


La decisión de participar en dicho conflicto no tiene justificaciones consistentes, obvia pasos recomendables en el sistema republicano y redobla el riesgo creado con la primera intervención en 1991.

Por otra parte, existen fuertes diferencias entre la participación en una acción como la de 1991, realizada con la cobertura de las Naciones Unidas, y la actual, que responde a una iniciativa estadounidense.

En 1991, la Argentina se integró a una fuerza multinacional coordinada por los Estados Unidos que actuaba por mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para obligar a Irak a retirarse de Kuwait, país que había sufrido una invasión. 

Se había producido un violentamiento grave del derecho internacional y, al margen de los intereses estratégicos regionales y globales en juego, existían razones fuertes para sustentar la acción emprendida.El Gobierno argentino decidió, en aquel momento, hacerlo con un contingente militar al golfo Pérsico y reforzar, de ese modo, lo que consideraba como interés prioritario: el alineamiento activo con los Estados Unidos. 

Para ello, obvió los pasos constitucionales previstos, que indicaban que tal envío de tropas a un conflicto externo debía ser aprobado por el Congreso.Más allá de la opinión que merezca la orientación diplomática, todo hace presumir que la participación argentina en un conflicto contra Irak contribuyó a que nuestro país fuera elegido como blanco del terrorismo contra la Embajada de Israel y la AMIA.En la actual circunstancia no existe resolución alguna del Consejo de Seguridad que dé mandato para volver a actuar militarmente contra IrakI independientemente de la condena que merece la actitud iraquí, no hay consenso internacional en torno al uso de la fuerza para obligar a Hussein a desarmarse y colocarse bajo la supervisor externa. 

Están la firme oposición de Rusia y China, las objeciones de Francia y las resistencias de los países árabes más cercanos a Occidente.Con distinto énfasis, el Gobierno argentino se pronunció en favor de las decisiones que tomen los Estados Unidos. Finalmente, anunció una participación más modesta en un eventual conflicto a través del envío de asistencia sanitaria y no de tropas militares. 

De esta manera se pretende evitar la vía del trámite parlamentario Asimismo, y a pesar de que no se lo explicó de este modo, es inevitable inscribir esta demostración dentro del status especial otorgado a nuestro país como aliado extra OTAN de los Estados Unidos. 

Lo cual deja al descubierto la cuestión de fondo: no se observa con claridad cuál es el interés nacional que el Gobierno está preservando o persiguiendo, más allá de una cuestión de principios que no obliga a la Argentina a tomar semejante papel en el conflicto del golfo Pérsico.Hay elementos, por el contrario, para pensar que sobreexposiciones de esta naturaleza pueden colocar a nuestro país en condiciones vulnerables e indeseables para los objetivos de paz y seguridad que se busca -y se debe- resguardar.

27/9/18

DEMANDAN A FIRMAS ALEMANAS POR PROVEER GASES TOXICOS PARA LA GUERRA DEL GOLFO PERISCO


VETERANOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE


VETERANOS DEL LA GUERRA DEL GOLFO PÉRSICO DE EE.UU DEMANDARON A 20 FIRMAS ALEMANAS POR ABASTECIMIENTO DE GASES TÓXICOS DE COMBATE.
POR SUPUESTO QUE ESTAS EMPRESA JAMAS VAN A DECIR QUE HICIERON NEGOCIOS CON IRAK..

4 ENE 1995

Unos 2.000 veteranos norteamericanos de la guerra del Golfo han demandado a unas 20 empresas alemanas , a las que acusan de haber permitido a Irak abastecerlo, de gases tóxicos de combate, donde Alemania no participo, según se informa en la edición del semanario Stern.
Los demandantes exigen a estas empresas una indemnización de 1.000 millones de dólares (unos 130.000 millones de pesetas), por las secuelas provocadas a su salud por dichos gases utilizados en la guerra.Según esta publicación, más de 17.000 soldados estadounidenses padecen todavía dolores, fatigas crónicas y otras molestias, cuatro años después de la guerra. Estas secuelas han sido denominadas como el síndrome de la guerra del Golfo.
Entre las empresas demandadas y que han confirmado la existencia de la denuncia en su contra se encuentran Thyssen Ag, Preussag AG, Degussa AG, Sigma GmbH y Heberger Bay. Portavoces de la empresa Thyssen han asegurado que la querella carece de fundamento".