ARA BROWN
Guerra del Golfo
LUIS MIGUEL SUÁREZ DEJA UN COMENTARIO
Resumen de la guerra del GolfoFecha: 2 de agosto de 1990 – 28 de febrero de 1991 (6 meses y 26 días).
Lugar: Irak y Kuwait principalmente, aunque también hubo ataques en territorio saudí e israelí.
Casus belli: invasión de Kuwait por parte del régimen iraquí de Sadam Huseín.
Beligerantes:Bando iraquí:Irak.
Jordania.
Libia.
Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
República de Kuwait (Estado títere controlado por Irak).
Sudán.
Yemen.
Coalición:Arabia Saudita.
Argentina.
Australia.
Bangladés.
Bélgica.
Canadá.
Catar.
Checoslovaquia.
Corea del Sur.
Dinamarca.
Egipto.
Emiratos Árabes Unidos.
España.
Estados Unidos.
Filipinas.
Francia.
Grecia.
Hungría.
Italia.
Kuwait.
Marruecos.
Níger.
Noruega.
Nueva Zelanda.
Omán.
Países Bajos.
Pakistán.
Polonia.
Portugal.
Reino Unido.
Senegal.
Sierra Leona.
Singapur.
Siria.
Tailandia.
Personajes célebres:Estados Unidos:George H. W. Bush (presidente de la nación).
Norman Schwarzkopf (general del ejército).
Dick Cheney (vicepresidente de la nación).
Colin Powell (general del ejército).
Arabia Saudita:Fahd bin Abdelaziz (rey y primer ministro de la Casa Saud).
Abdalá bin Abdelaziz (príncipe).
Sultan bin Abdelaziz (segundo viceprimer ministro).
Reino Unido:Isabel II (reina).
John Major (primer ministro de la nación).
Peter de la Billière (director de las tropas británicas).
Canadá:Brian Mulroney (primer ministro de la nación).
Francia:François Mitterrand (presidente de la nación).
Michel Roquejoffre (general del ejército).
Egipto:Hosni Mubarak (presidente de la nación).
Mohamed Hussein Tantawi (ministro de Defensa y Producción Militar).
Siria:Hafez al-Assad (autócrata de la nación).
Catar:Hamad Al Thani (jeque perteneciente a la familia real qatarí Al Thani).
Omán:Qabus bin Said Al Said (sultán de la nación).
Emiratos Árabes Unidos (EAU):Zayed bin Sultan Al Nahyan (presidente de los EAU).
Bangladés:Hossain Mohammad Ershad (presidente de la nación).
Resultado: victoria de la coalición.
Norman Schwarzkopf (general del ejército).
Dick Cheney (vicepresidente de la nación).
Colin Powell (general del ejército).
Arabia Saudita:Fahd bin Abdelaziz (rey y primer ministro de la Casa Saud).
Abdalá bin Abdelaziz (príncipe).
Sultan bin Abdelaziz (segundo viceprimer ministro).
Reino Unido:Isabel II (reina).
John Major (primer ministro de la nación).
Peter de la Billière (director de las tropas británicas).
Canadá:Brian Mulroney (primer ministro de la nación).
Francia:François Mitterrand (presidente de la nación).
Michel Roquejoffre (general del ejército).
Egipto:Hosni Mubarak (presidente de la nación).
Mohamed Hussein Tantawi (ministro de Defensa y Producción Militar).
Siria:Hafez al-Assad (autócrata de la nación).
Catar:Hamad Al Thani (jeque perteneciente a la familia real qatarí Al Thani).
Omán:Qabus bin Said Al Said (sultán de la nación).
Emiratos Árabes Unidos (EAU):Zayed bin Sultan Al Nahyan (presidente de los EAU).
Bangladés:Hossain Mohammad Ershad (presidente de la nación).
Resultado: victoria de la coalición.
Consecuencias:La República de Kuwait, el Estado títere creado por Irak tras la invasión de dicho país, es disuelta, y las tropas iraquíes son obligadas a abandonar dicho territorio.
Las tropas iraquíes encienden 700 pozos petroleros de Kuwait, desatando con ello una gran escalada de contaminación en la región. Aproximadamente unos cuarenta millones de toneladas de arena y tierra resultaron contaminadas.
La ONU impuso al régimen iraquí de Sadam Huseín un severo embargo económico.
En los años 1992, 1993, 1998 y 2003, los Estados Unidos y el Reino Unido asestaron una serie de ataques a Irak por causas distintas.
El 30 de diciembre de 2006, Sadam Huseín es condenado a la horca por distintas causas, entre ellas, la invasión de Kuwait; misma que constituye el casus belli de la guerra del Golfo.
El 2 de agosto de 1990, Irak llevó a cabo una serie de operaciones que resultarían en la invasión de Kuwait, su Estado vecino en el sur. La ocupación iraquí de Kuwait sería condenada unánimemente por todas las principales potencias del mundo.
Incluso países que, tradicionalmente, fueron considerados como aliados cercanos de Irak, como, por ejemplo, Francia e India, pidieron la retirada inmediata de todas las fuerzas iraquíes de Kuwait.
Por su parte, ni la Unión Soviética ni China darían su beneplácito a las acciones del ejército iraquí; de hecho, ambas naciones impondrían sanciones al gobierno de Sadam Huseín.
Asimismo, las Naciones Unidas responderían dando un ultimátum a Irak para que retirase su ejército del territorio kuwaití antes del 15 de enero de 1991.
Finalmente, luego de que el ejército iraquí hiciera caso omiso de las advertencias de la Naciones Unidas y tras una serie de negociaciones fallidas entre las principales potencias del mundo e Irak, una coalición militar compuesta por fuerzas militares de 34 países y lideradas por los Estados Unidos lanzaría un colosal ataque contra Irak y las tropas iraquíes estacionadas en Kuwait.
Estos eventos serían conocidos como la primera guerra del Golfo, mientras que la operación militar de la coalición recibiría el nombre de Operación Tormenta del Desierto. A continuación, os contamos su historia.
Antecedentes y contexto histórico de la guerra del Golfo
Sadam Huseín: la instauración del baazismo en Irak
El 16 de julio de 1979, Sadam Huseín Abdulmayid al Tikriti, quien había ejercido como vicepresidente del general Ahmed Hasan al-Bakr durante los últimos once años, ascendería el poder en Irak al convertirse oficialmente en el 5° presidente de dicha Republica.
Sadam Huseín (sentado y vestido de militar) junto a varios de sus familiares (mediados de la década de los 80).
Sadam, en su condición de miembro destacado del Partido Baaz Árabe Socialista, instauró en Irak una ideología basada en una amalgama de distintas corrientes políticas, sociales y culturales como el nacionalismo árabe, el socialismo y el autoritarismo. De hecho, esta última característica le hizo merecedor del título de dictador.
A pesar de todas las connotaciones negativas que pudiesen atribuirle al gobierno de Sadam Huseín, durante sus primeros años, la economía de Irak creció a pasos agigantados. Todo ello, gracias a los riquísimos yacimientos de petróleo distribuidos a lo largo del territorio iraquí.
Al-Qādisiyya de Sadam (1980–1988): guerra entre Irán e Irak
En 1980, el gobierno iraquí de Sadam Huseín exigió a Irán la región del río Shatt al-arab, una antigua reclamación iraquí que se remontaba hasta la década de 1930. Como habría de esperarse, el gobierno iraní desestimaría las exigencias de Sadam Huseín, desatando, tras ello, la ira del dirigente iraquí.
Así pues, el 22 de septiembre de 1980, una coalición de fuerzas iraquíes, compuesta por 190.000 unidades de infantería, 2200 tanques y 450 aviones, asestó un duro e inesperado ataque a la provincia iraní de Juzestán.
El ataque relámpago del ejército iraquí fue lo suficientemente rápido y eficaz como para otorgarle la victoria parcial. Sin embargo, esta victoria sería mal gestionada por su máximo dirigente, Sadam Huseín, quien por razones desconocidas daría suficiente tiempo a las tropas iraníes como para reagruparse y contratacar ferozmente.
Soldado iraní ataviado con una máscara de gas durante la guerra de Irán e Irak.
La guerra entre Irán e Irak se extendería desde el 22 de septiembre de 1980 hasta el 20 de agosto de 1988. Por increíble que parezca, tras casi ocho años de duros enfrentamientos, las fronteras de Irán e Irak permanecieron imperturbables. De hecho, esta cruenta contienda bélica solo serviría para dejar a ambas naciones sumidas en una profunda crisis económica, social y cultural.
Causas de la guerra del Golfo
En síntesis, se podría decir que Sadam Hussein ordenó la invasión de Kuwait por cuatro motivos principales:Obtener más ingresos procedentes del petróleo para así poder saldar su deuda, la cual había crecido muchísimo a raíz de la guerra con Irán. Para ello era necesario disminuir, a la fuerza, el exceso de oferta de crudo en el mercado que había estado generando Kuwait.
Anexionar más reservas de petróleo (yacimientos para explotar) al territorio iraquí; específicamente, las reservas de petróleo del yacimiento de Rumaylak, el cual se encontraba bajo la zona fronteriza entre Irak y Kuwait.
Establecer una entrada segura al golfo Pérsico desde el puerto iraquí de Um Kasar.
Mejorar su reputación y la de su gobierno, la cual se había visto severamente afectada tras el reciente fracaso en la guerra contra Irán.
Etapas de la guerra del Golfo
Las nefastas consecuencias de la Al-Qādisiyya de Sadam (1988–1990)
A finales de la década de 1980, los ciudadanos iraquíes comenzaron a experimentar las nefastas consecuencias de la Al-Qādisiyya de Sadam. Ante tan grave situación, Sadam Huseín ordenó a Kuwait, su vecino país del sur, que redujera su producción de petróleo, ya que su exceso de oferta estaba haciendo que el precio del crudo disminuyese, afectando así a la economía de Irak. A pesar de ello, Kuwait hizo caso omiso de las exigencias de Sadam.
Como habría de esperarse, la respuesta negativa del gobierno de Kuwait a las exigencias de Irak hizo encolerizar a un ya hostil Sadam Huseín, quien dependía del valor del petróleo para pagar las deudas que había contraído tras la pasada guerra contra Irán (1980–1988).
La invasión iraquí de Kuwait (1990)
Así, pues, el 2 de agosto de 1990, el ejército iraquí, uno de los más poderosos del mundo para la fecha, cruza la frontera de Kuwait con un único objetivo en mente: anexionar a Kuwait y apoderarse de sus yacimientos de petróleo y de su estratégica posición respecto al golfo pérsico.
Mapa de Irak (verde) y Kuwait (naranja). Imagen de Wikipedia.
Naturalmente, la invasión iraquí de Kuwait había sido planeada con sumo cuidado para no levantar sospechas en las potencias occidentales, quienes eran excelentes socios comerciales de Kuwait. Gracias a ello, en poco tiempo el ejército de Irak ocupó y anexionó el territorio de Kuwait a su país en forma de provincia.
Por si fuera poco, Sadam tomó a miles de turistas occidentales como rehenes para poder utilizarlos en sus negociaciones futuras con Naciones Unidas, puesto que este era consciente del inmenso valor geopolítico y económico que representaba Kuwait para las potencias occidentales.
Inicialmente, Occidente se limitó únicamente a defender a Arabia Saudí, que era otro de los potenciales objetivos de los ataques iraquíes. Para lograr tal proeza, fue necesario el despliegue inmediato de la Operación Defensa del Desierto en territorio saudí.
Operación Defensa del Desierto (agosto de 1990-enero de 1991)
Apenas la noticia de la invasión iraquí de Kuwait llegó a las Naciones Unidas, los representantes del Consejo de Seguridad condenaron el acto e impusieron grandes sanciones y embargos económicos a Irak, así como también un ultimátum el 29 de noviembre de 1990: pasado el 15 de enero de 1991, no debía haber una sola unidad militar iraquí en territorio kuwaití, de lo contrario, Irak debía prepararse ante un inminente ataque militar.
Operación Tormenta del Desierto (enero-abril de 1991)
EL NACIMIENTO DE LA COALICIÓN: EL INICIO DE LA OPERACIÓN TORMENTA DEL DESIERTO
Mapa de los movimientos de tropas de la coalición en la guerra del Golfo.
El 15 de enero de 1991, ante el deseo del ejército iraquí de permanecer en territorio kuwaití, una coalición compuesta por 34 naciones, liderada por los Estados Unidos y bajo el mandato de Naciones Unidas, nacería con un propósito esencial: liberar a Kuwait, uno de sus mejores socios comerciales, del dominio iraquí. De esta manera, daría inicio una nueva etapa en la guerra del Golfo.
EL METADISCURSO DE OCCIDENTE: KUWAIT Y ARABIA SAUDITA SON INTOCABLES
Por otra parte, la coalición debía aprovechar la coyuntura actual para enviar un fuerte mensaje al resto de países de Oriente Medio: Kuwait y Arabia Saudita son aliados de Occidente, por lo que cualquier intento de agresión hacia ellos tendrá una respuesta inmediata y contundente por parte de las potencias occidentales.
El metadiscurso de Occidente no pudo ser más claro. Sadam Huseín se había quedado prácticamente solo, pues, tan solo la Libia de Muamar el Gadafi, Jordania, Sudán y Yemen decidieron brindarle su apoyo en su intento de anexionar Kuwait; incluso la Unión Soviética, un importante aliado ideológico del baazismo, le dio la espalda a Sadam.
LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS: EL DESAFÍO DE SADAM HUSEÍN
En este sentido, Irak no podía estar en una situación más desfavorable. A pesar de ello, Sadam Huseín decidió confiar en el poder del ejército iraquí, el cual era considerado, en aquel entonces, como el cuarto mejor ejército del mundo.
En total, los iraquíes disponían de un ejército de 545.000 soldados, 4.500 blindados y 700 aviones de combate. Asimismo, estos disponían de un arsenal de misiles y armas químicas remanentes de la guerra contra Irán.
Por su parte, la coalición estaba compuesta y gozaba del poder militar de los siguientes 34 países: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Arabia Saudita, Canadá, Egipto, Siria, Catar, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Bangladés, Pakistán, Dinamarca, Bélgica, Australia, Nueva Zelanda, Tailandia, España, Italia, Marruecos, Países Bajos, Níger, Filipinas, Polonia, Argentina, Checoslovaquia, Portugal, Grecia, Sierra Leona, Corea del Sur, Singapur, Senegal, Hungría y Noruega. En otras palabras, no solo Occidente luchaba por la liberación de Kuwait.
En azul, países que formaron parte de la coalición contra Irak (en naranja). Imagen de Wikipedia.
En total, aproximadamente 960.000 soldados se enlistaron para la invasión de Irak y la liberación de Kuwait, de los cuales, al menos, 415.000 eran soldados estadounidenses. Asimismo, la coalición contaba con 2.000 carros de combate, una flota de 100 barcos de guerra (incluidos 6 portaaviones) y 1.800 aviones de guerra (sin contar aquellos que pudieron escapar de las manos de Sadam tras la invasión iraquí de Kuwait).
EL INICIO DE LAS HOSTILIDADES: LA COALICIÓN ATACA CON MISILES TOMAHAWK A IRAK
La coalición daría inicio a las hostilidades con una poderosa lluvia de, al menos, 100 misiles crucero BGM-109 Tomahawk lanzados desde los barcos aliados contra objetivos estratégicos.
La intención de estos bombardeos, cuya precisión debía ser quirúrgica (al menos, en teoría), era neutralizar todo aquello que fuese mínimamente estratégico y de utilidad para el ejército iraquí, aunque hicieron especial hincapié en reducir al mínimo la capacidad aérea iraquí.
Durante la primera semana de operaciones, la coalición afirmó haber derribado 350 aviones iraquíes, mientras que Irak afirmó haber derribado 60 aviones de la coalición.
DIVIDE Y VENCERÁS: SADAM INTENTA ROMPER LA UNIDAD DE LA COALICIÓN ATACANDO A ISRAEL
Entre los países que participaban de la coalición se encontraba Israel; sin embargo, este se había limitado únicamente a ofrecer apoyo logístico.
Por su parte, Sadam, quien sabía que, debido a diferencias ideológicas y antiguos deseos de venganza, los países de Oriente Medio se negarían rotundamente a luchar junto a los israelíes en contra de Irak, intentó romper la unidad de la coalición forzando la entrada de Israel en la guerra del Golfo.
Así, pues, Irak lanzó diversos ataques con misiles polacos del tipo 8/K-14 (Scud-B) sobre suelo israelí para provocar su entrada a la guerra.
A pesar de ello, el gobierno israelí mantuvo la compostura y evitó entrar directamente al conflicto bélico, puesto que, previamente, había estado en guerra contra los países árabes en diversas contiendas como la guerra de los Seis Días (1967) y la guerra de Yom Kipur (1973).
Operación Sable del Desierto (26-28 de febrero de 1991)
EL INCIDENTE DE AL-AMERIA: LOS DAÑOS COLATERALES DE LOS BOMBARDEOS DE LA COALICIÓN
El rápido avance aéreo de la coalición dejo consigo una enorme estela de destrucción en territorio iraquí; por desgracia, no todos los ataques aéreos de la coalición fueron ciento por ciento certeros.
Tanque iraquí destruido durante la guerra del Golfo.
Uno de los incidentes más grandes del a guerra del Golfo ocurrió el 13 de febrero de 1991, cuando dos misiles de la coalición impactaron en Al-Ameria, un refugio antiaéreo situado en la ciudad de Bagdad, acabando con la vida de 1.200 civiles iraquíes.
EL DESENLACE FINAL DE LA GUERRA DEL GOLFO: LA RENDICIÓN IRAQUÍ
Antes del despliegue de la Operación Sable del Desierto, con la cual se dio a conocer el enorme poderío militar de la coalición, las potencias occidentales ya habían realizado misiones especiales con el objetivo de destruir almacenes y distintos puntos estratégicos del ejército iraquí.
El 25 de febrero de 1991, un misil iraquí Scud-B impactó en cuarteles estadounidenses situados en Arabia Saudita, acabando con la vida de 25 soldados e hiriendo de gravedad a otros 50.
El 26 de febrero de 1991, a los dos días de haber iniciado la operación final de la guerra del golfo, más de 100.000 soldados iraquíes se rindieron ante el aplastante avance de las tropas de la coalición. A pesar de ello, ese mismo día se libró uno de los combates más colosales de la guerra de la Golfo: la batalla de 73 Easting.
La batalla de 73 Easting sería protagonizada por las fuerzas estadounidenses, británicas e iraquíes, y se convertiría, además, en la segunda batalla más grande de carros de combates blindados. No superó a la batalla de Kursk (1943), la cual se libró durante el desenlace de la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente, el 28 de febrero 1991, el ejército iraquí se rendiría oficialmente ante la coalición. De esta manera, Sadam Huseín se vería forzado a renunciar a su intento de anexionar Kuwait para apoderarse de los yacimientos de petróleo de Rumaylak y asegurar un acceso marítimo privilegiado al golfo Pérsico.
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