1/2/20

IRÁN, UN PAÍS EN PLENA EBULLICIÓN




Tras la admisión del régimen de Teherán de su responsabilidad en el derribo del avión comercial ucraniano, se desató una ola de protestas en el país que exhibe grietas internas y cuestionamientos al poder de los ayatolás.

La confirmación de la autoría iraní del derribo del Boeing 737 de Ukranian International Airlines (UIA), en el que viajaban 176 personas, se produjo luego de la difusión por parte del gobierno de Teherán de las conclusiones de una investigación interna de las Fuerzas Armadas. 

“Una investigación interna de las Fuerzas Armadas concluyó que misiles disparados como consecuencia de un error humano provocaron el derribo del avión”, manifestó, a través de su cuenta de Twitter, el presidente del país, Hassan Rouhani, al tiempo que asumió el compromiso de “identificar y perseguir a los responsables de esta tragedia imperdonable”.


“Nuestro enemigo no es Estados Unidos, el enemigo está en casa” y “Los clérigos se tienen que ir” fueron algunas de las consignas de los manifestantes.

Lejos de aceptar mansamente la explicación de su gobierno, la noticia desató una ola de protestas en Irán. “Nuestro enemigo no es Estados Unidos, el enemigo está en casa” y “Los clérigos se tienen que ir” fueron algunas de las consignas de los manifestantes, liderados por estudiantes de la Universidad de Teherán. Fiel a su estilo, Donald Trump no desaprovechó la oportunidad y envió un mensaje de condena al régimen de los ayatolás y de apoyo al “valiente y sufrido pueblo iraní”. “No maten a los manifestantes”, sugirió a las autoridades de la República Islámica, en un mensaje escrito en lengua farsi (persa), a través de su cuenta de Twitter.

“Nuestro enemigo no está en EE.UU.; el enemigo está en casa”, claman los manifestantes iraníes en las calles de Teherán, quienes cuentan con Donald Trump como un aliado inesperado.

En rigor, no es la primera vez que las calles de las grandes ciudades de Irán se ven sacudidas por movimientos de protesta. Tras la salida de EE.UU. del pacto nuclear y la profundización de las sanciones económicas contra Teherán, una gran oleada de manifestaciones se produjo entre fines de diciembre de 2017 y comienzos de enero de 2018.

 El saldo, según fuentes de la Justicia iraní, fue de 25 muertos y 4972 detenidos. Más recientemente, en noviembre de 2019, se desató otra gran movilización popular, que de acuerdo con datos de Amnistía Internacional, habría dejado un saldo de 208 muertos y se barajaba la cifra de entre 7000 y 8000 detenidos.



El gobierno iraní admitió el derribo del Boeing 737 de Ukranian International Airlines (UIA), en el que viajaban 176 personas 

Los cuestionamientos por el aumento del precio de los combustibles, la devaluación del rial iraní -la moneda local- y el aumento del costo de vida desataron la ira de buena parte de la clase media, descontenta también con la corrupción reinante. 

Desde su exilio en Europa, la abogada y Premio Nobel de la Paz en 2003, Shirin Ebadi, comparó a su país con “un volcán pronto a entrar en erupción”. Ebadi también ha criticado la injerencia del régimen de Teherán en los países vecinos, que -según ha afirmado esta activista- “solo han traído inestabilidad a la región y pobreza al pueblo iraní”.

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