VETERANOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE
Por el contrario, la Ley 24.948, cuyo título oficial es el de “Bases Publicas Orgánicas y Funcionales para la Reestructuración de las Fuerzas Armadas”, aprobada en marzo de 1998, responde a criterios políticos y estratégicos vigentes en ese momento e incluye previsiones respecto a la participación argentina en operaciones de paz.
Así, el artículo 2º. de ese texto legal reza como sigue: - La política de defensa implica la protección de los intereses vitales de la Nación Argentina, de acuerdo a lo determinado en el artículo 2º. de la ley 23.554. Se sustenta en lograr consolidar e incrementar las capacidades espirituales y materiales que tornen eficaz una estrategia disuasiva, coadyuvando, además, al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, en particular, las de nuestro continente. Al mismo tiempo, el artículo 5º. reza como sigue: -
Tanto en las previsiones estratégicas como en la organización, el equipamiento, la doctrina y el adiestramiento, se dará prioridad al accionar conjunto y a la integración operativa de las fuerzas, así como con las fuerzas de seguridad en sus funciones de apoyo y con fuerzas del ámbito regional y las de los países que integren contingentes de paz por mandato de las Naciones Unidas.
También en el Titulo II de esa Ley, “Disposiciones generales para la reestructuración”, se hacen previsiones para la participación de las fuerzas nacionales en operaciones de paz. Así, en el artículo 6º., se expresa: - La reestructuración considerará el empleo del instrumento militar propio en las siguientes modalidades: Operaciones convencionales en defensa de los intereses vitales de la Nación. Operaciones en el marco de las Naciones Unidas. Operaciones en apoyo de la seguridad, encuadradas en la ley 24.059. Operaciones en apoyo a la comunidad nacional o de países amigos.
Resulta evidente en esta Ley, aprobada diez años después que la de Defensa Nacional, la relevancia que adquieren las operaciones de paz para el Sistema Nacional de Defensa. Esta es, sin duda, una ley “moderna”, que carga consigo las enseñanzas derivadas de un escenario estratégico internacional caracterizado por el fin de la Guerra Fría, la intervención militar multinacional en Kuwait e Iraq en 1991, y las consecuencias de la guerra civil que culminó con el desmembramiento de la antigua Yugoslavia.
Con todo, tampoco en este texto legal se formula directiva alguna que pudiera marcar una línea de pensamiento orientativa para las decisiones del Poder Ejecutivo y el Congreso Nacional respecto a las condiciones que deberían reunirse para acceder al compromiso de fuerzas nacionales en el exterior, en el marco de las operaciones de paz.
En 1999 se alcanza un hito con pocos precedentes en la historia moderna de la Argentina. Se elabora y edita el Libro Blanco de la Defensa Nacional.
En él, a partir del mensaje del Presidente de la Nación que encabeza el texto, se suceden constantes referencias a la participación argentina en operaciones auspiciadas por la Naciones Unidas.
El documento avanza también en otras cuestiones, algunas de ellas muy fatigadas por la opinión nacional, pero escasamente profundizadas en general, como es la de los intereses nacionales.
El Libro Blanco dedica todo el Capítulo V a la consideración de los intereses nacionales. Luego de una evaluación escueta pero correcta de los intereses vitales argentinos, hace una referencia concreta a lo que se ha denominado “intereses estratégicos”, a los que define. El texto, incluido en el punto 3 de ese Capítulo, expresa que “Esta clase de intereses son los que de una manera u otra inciden en el logro de los intereses nacionales”. Agrega que si bien éstos tienen también carácter de fines, su menor prelación respecto a los intereses vitales –a los que contribuyen- los hace menos permanentes que aquellos, al tener mayor asociación con las características variables que presente el escenario estratégico y el desarrollo de las relaciones internacionales del país.
Aunque se explicita que la contemplación de los intereses estratégicos en este capítulo (Capítulo V del Libro Blanco) no debe ser considerada como de automática incidencia directa sobre los objetivos básicos de la Defensa, ni mucho menos sobre el desarrollo y empleo primario del Instrumento Militar, se afirma que constituyen, sin embargo, cuestiones de elevada importancia nacional, respecto de los cuales el Sistema de Defensa no debe ser absolutamente indiferente, debiendo encontrarse en capacidad potencial de contribuir de diversos modos a su mejor logro dentro del marco legal vigente y según lo requieran las autoridades constituidas, en función de la evolución de la situación estratégica.
Advirtiendo que no se implica una priorización, el listado de intereses estratégicos comienza con “La paz y seguridad internacionales”.
En la Parte III, Las Políticas de Defensa, Capítulo 6, Bases de la Política de Defensa, Punto 4, Política de Defensa y Política Exterior, se afirma que “la política de defensa, en su más alto grado de abstracción, se encuentra a su vez estrechamente imbricada en muchas cuestiones con la política exterior del país, a la cual contribuye permanentemente y en muchos casos materializa”. Pone como ejemplos de lo anterior la participación de las fuerzas argentinas en la coalición internacional de la Guerra del Golfo en 1991, bajo mandato de la ONU, como también la reinstalación de la democracia en Haití.
Se afirma también que “otra muestra la brinda la amplia participación de tropas y unidades argentinas en las operaciones de paz bajo auspicio internacional, actividades que representan, en la práctica, el compromiso de la política exterior argentina con los esfuerzos internacionales por la paz y la estabilidad”.
En el Capítulo VII, Los principales campos de acción, Punto 4, En el plano internacional general, se expresa que la Argentina ha desarrollado, particularmente en los últimos años, una política de intenso involucramiento en el proceso de rediseño del contexto estratégico de seguridad internacional, mediante la participación de sus Fuerzas Armadas en operaciones de paz de diversa índole.
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