No obstante, el flamante destructor de la armada británica muestra el pabellón y se ejercita con los países africanos en su tránsito hacia Malvinas.
Los desplazamientos de buques de guerra desde sus bases naturales hasta un lugar de despliegue suelen ser una excelente oportunidad para que el país dueño del mismo muestre su bandera, ofrezca tecnologías novedosas y se ejercite con las armadas de los países cerca de los cuales transita.
El buque Tipo 45 HMS Dauntless, Clase Daring de la Royal Navy que viene desde Gran Bretaña a ocupar una estación de patrulla en el Atlántico Sur, aprovecha la oportunidad para ejercitarse con países como Senegal, Marruecos y Gambia, ya que no puede hacerlo con Brasil, Uruguay, Argentina o Chile.
Estos países han cerrado sus puertos a buques británicos que se desplazan hacia y desde las Islas Malvinas, obligando a Gran Bretaña a modificar no solamente sus rutas de navegación, sino tambiñen sus tradicionales objetivos en Sudamérica.
Estos destructores Tipo 45 son los reemplazos de los Tipo 42, cuya misión principal es la defensa aérea de la flota. Las fuerzas argentinas hundieron dos destructores del Tipo 42 durante la guerra de 1982, el Sheffield y el Coventry. Además hundieron otros buques de la flota invasora con el empleo de aviones de combate y dañaron otros que debieron regresar a Gran Bretaña o quedar en reparaciones prolongadas antes de poder emprender el regreso, como el portaaviones HMS Invincible.
La defensa aérea de la flota británica mostró ser un fracaso, por más que la propaganda inglesa se esfuerce en mostrar lo contrario. Además de los aviones de alta tecnología para el momento que poseía la Armada Argentina, como el binomio Super Etendard-Exocet, la flota británica no pudo soportar el ataque de aviones atrasados tecnológicamente, pero volados por tripulantes con coraje y decisión, que les propinaron violentos golpes y casi doblegan su voluntad de lucha.
De acuerdo con las declaraciones británicas esta nueva clase de buques tiene incorporadas las lecciones de la guerra de 1982 y no serían tan vulnerables a los ataques de las aeronaves. Claro que en aguas argentinas, donde permanecerá la mayor parte de su tiempo, no tendrá que preocuparse por estos problemas.
Los desplazamientos de buques de guerra desde sus bases naturales hasta un lugar de despliegue suelen ser una excelente oportunidad para que el país dueño del mismo muestre su bandera, ofrezca tecnologías novedosas y se ejercite con las armadas de los países cerca de los cuales transita.
El buque Tipo 45 HMS Dauntless, Clase Daring de la Royal Navy que viene desde Gran Bretaña a ocupar una estación de patrulla en el Atlántico Sur, aprovecha la oportunidad para ejercitarse con países como Senegal, Marruecos y Gambia, ya que no puede hacerlo con Brasil, Uruguay, Argentina o Chile.
Estos países han cerrado sus puertos a buques británicos que se desplazan hacia y desde las Islas Malvinas, obligando a Gran Bretaña a modificar no solamente sus rutas de navegación, sino tambiñen sus tradicionales objetivos en Sudamérica.
Estos destructores Tipo 45 son los reemplazos de los Tipo 42, cuya misión principal es la defensa aérea de la flota. Las fuerzas argentinas hundieron dos destructores del Tipo 42 durante la guerra de 1982, el Sheffield y el Coventry. Además hundieron otros buques de la flota invasora con el empleo de aviones de combate y dañaron otros que debieron regresar a Gran Bretaña o quedar en reparaciones prolongadas antes de poder emprender el regreso, como el portaaviones HMS Invincible.
La defensa aérea de la flota británica mostró ser un fracaso, por más que la propaganda inglesa se esfuerce en mostrar lo contrario. Además de los aviones de alta tecnología para el momento que poseía la Armada Argentina, como el binomio Super Etendard-Exocet, la flota británica no pudo soportar el ataque de aviones atrasados tecnológicamente, pero volados por tripulantes con coraje y decisión, que les propinaron violentos golpes y casi doblegan su voluntad de lucha.
De acuerdo con las declaraciones británicas esta nueva clase de buques tiene incorporadas las lecciones de la guerra de 1982 y no serían tan vulnerables a los ataques de las aeronaves. Claro que en aguas argentinas, donde permanecerá la mayor parte de su tiempo, no tendrá que preocuparse por estos problemas.
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