El presidente estadounidense, Barak Obama, insistió hoy en el fin de la misión de combate estadounidense en Irak, que oficialmente termina el martes, y el mantenimiento de sus planes de retirada pese a la ola de violencia que azota el país, dijo hoy en su discurso radiofónico semanal.
"Hemos traído a casa a más de 90.000 soldados desde que asumí el puesto", agregó. Tras siete años de guerra, los soldados estadounidenses están a punto de poner fin a su misión de combate.
"En los próximos meses nuestras tropas seguirán apoyando el entrenamiento de las fuerzas iraquíes y trabajando con las iraquíes en misiones contra el terrorismo, así como protegiendo nuestros esfuerzos civiles y militares", dijo.
Sin embargo, subrayó: "La guerra está terminando".
"Como estado soberano, Irak es libre de trazar su propio curso", dijo en referencia a la asunción de la responsabilidad de la seguridad por parte de las tropas iraquíes. "A finales del próximo año, todos nuestros soldados estarán en casa", señaló.
Oficialmente la misión de combate estadounidense termina el 31 de agosto, cuando Obama ofrecerá discurso televisado a la nación. No obstante, poco menos de 50.000 soldados estadounidenses permanecerán en el país hasta finales del próximo año.
En plena retirada de las fuerzas de combate estadounidense, Irak se vio inmerso en una ola de terror en los últimos días, con hasta 60 muertos en un día. Sin embargo, el Departamento de Estado norteamericano cree que el aumento de la violencia no sorprende y asegura que en conjunto, la estabilidad aumenta en el país
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