26/10/09

Represión sionista en lugar sagrado de Jerusalén



Un sheij musulmán muestra su mano y ropa manchada con la sangre de un herido palestino que sufrió la represión de las fuerzas sionistas de ocupación en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén.
La policía israelí detuvo a varios jóvenes palestinos tras una serie de enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar sagrado del Islam y una de las zonas más tensas de Jerusalén.

Las fuerzas de seguridad israelíes afirmaron haber detenido a 16 personas que, según un vocero de la policía, lanzaron piedras en el complejo de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.

Entre los detenidos, según la policía, se encuentra el ministro palestino para asuntos de Jerusalén, Abdel Qader, a quien acusan de incitación a la violencia.

Fuentes de la Media Luna Roja aseguraron a la Agencia de Noticias Reuters que al menos 18 jóvenes tuvieron que ser atendidos tras los disturbios. Las autoridades israelíes informaron que tres agentes resultaron heridos.

Tensión en aumento

En el recinto se encuentra la mezquita de al-Aqsa, el tercer lugar en importancia para los musulmanes tras Medina y La Meca, que se encuentran en Arabia Saudita.

La zona –que ha sido escenario de enfrentamientos en múltiples ocasiones- está bajo autoridad sionista desde que Israel la tomó en la guerra de 1967 junto al resto de Jerusalén Este.

Los choques de este fin de semana son el resultado del aumento de la tensión en el área a lo largo de las últimas semanas.

El sábado, la policía de Jerusalén había anunciado un aumento de la presencia policial en el área después de que varios líderes musulmanes pidieran a los palestinos que defendieran la ciudad contra la "conquista judía".

Por otro lado, según informó la corresponsal de la BBC en Oriente Medio Katya Adler, a lo largo de la semana se difundieron rumores entre los palestinos de que judíos extremistas planeaban dañar el lugar santo. Algo que de momento no se ha producido.

Granadas de humo

El mes pasado, la policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a un grupo de unos 150 manifestantes palestinos que arrojaron piedras contra los no musulmanes que entraban en el conjunto de la Mezquita de Al-Aqsa.

Mientras que la policía aseguró que el objetivo eran turistas extranjeros, los palestinos afirmaron que se trataba de judíos extremistas. De todas formas el lugar es un santuario musulmán restringido y los sionistas saben perfectamente que los musulmanes son quienes deben decidir el ingreso de personas al complejo y no ellos.

En los incidentes de este fin de semana, la policía indicó que penetró en el recinto para detener a los manifestantes que lanzaron piedras y cócteles Molotov contra los agentes sionistas.

Según el vocero de la policía de Jerusalén, Shmuel Ben-Ruby, las fuerzas de seguridad utilizaron granadas de humo para dispersar a la multitud. La zona, agregó, continúa en estado de alerta máxima.

De acuerdo con fuentes oficiales palestinas, los agentes sellaron el complejo, en cuyo interior permanecen cerca de 100 fieles musulmanes palestinos.

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