9/9/09

El mes del Ramadán en Mendoza



Los musulmanes mendocinos realizan una súplica conducidos por el sheij Rafik Ashour.
Los musulmanes de la provincia argentina de Mendoza comenzaron con este ayuno sagrado caracterizado por la abstinencia para fortalecer el espíritu.

La comunidad islámica de Mendoza atraviesa la mitad de la celebración del Ramadán, un mes de ayuno diurno marcado por la abstinencia de comer, beber, fumar y de mantener relaciones sexuales con la pareja desde el alba hasta la puesta del sol.

Debe ser cumplido por todo musulmán, excepto por las mujeres embarazadas, los enfermos, los niños y los viajeros. Ayer a la tarde, Diario UNO participó en el tradicional desayuno que se sirve pasadas las 19, cuando comienza a anochecer. Los fieles mendocinos y de otros orígenes se reúnen a diario en la mezquita ubicada sobre el paseo Alameda de Ciudad.

Se trata de un reencuentro familiar y recogimiento que rememora uno de los cinco pilares del Islam junto con las cinco oraciones diarias, la profesión de fe, la limosna y la peregrinación a La Meca.

Osman Amores (47), responsable de la difusión de la cultura islámica en la provincia, explicó que el carácter sagrado del Ramadán responde a que es el mes de la sumisión y del acercamiento a Dios, de la lucha contra los deseos, del cumplimiento de las plegarias y de paciencia frente a las adversidades.

También se presta atención especial a los sufrimientos de los más necesitados y a fortalecer los vínculos de la solidaridad y la conciencia del prójimo.

Para el sheij Rafik Ashour, quien llegó desde Egipto hace casi tres años, "es el mes de la revelación, de la paz, de la preparación y el conocimiento. El momento en que todos los musulmanes se unen en su amor por Dios".

Salime Taha (55) comenzó con esta práctica desde que tenía 10 años ya que su padre fue uno de los máximos referentes de la congregación durante tres décadas. "Aprendemos a doblegar el espíritu y el carácter a través del ayuno. Lo vivimos como un tiempo sagrado que esperamos todo el año para reforzar nuestra tranquilidad espiritual", contó la mujer, a quien la acompañan sus jóvenes sobrinos en esta experiencia.

Según la tradición, en este período el Profeta Muhammad (PyB) recibió la revelación del Corán como guía de los hombres.

"El Ramadán elimina todas las distinciones sociales y cada uno de los creyentes siente la necesidad del hambre a modo de enseñanza ante la posibilidad de negarle comida a quien lo necesite", cerró Amores.

Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán, conocido internacionalmente por ser el mes en el que los musulmanes realizan un ayuno diario desde el alba hasta que se pone el sol.

Determinar con exactitud cuándo comienza el ramadán es importante de cara al cumplimiento de las prescripciones religiosas asociadas a este mes. Muchos musulmanes insisten en seguir la tradición de marcar el inicio del ramadán a simple vista, es decir, escudriñando el cielo hasta percibir el primer creciente después de la luna nueva. Otros se guían por la fecha y hora calculada de antemano para cada zona o esperan el anuncio oficial de algún organismo islámico.

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