Boletín del Centro Naval
Número 811
Mayo/agosto de 2005
Recibido: 6.10.2004
Durante la década del 90 se tomaron decisiones
políticas trascendentales e innovadoras para el país, cuyos beneficios, aún hoy, influyen
en áreas relacionadas con la política, economía, relaciones internacionales y defensa.
Una de ellas fue la determinación de acompañar a los EE.UU., a través del mandato de
las Naciones Unidas, en el conflicto del Golfo Pérsico, posterior a la invasión de Kuwait
por parte de Irak.
Fue el Ministerio de Defensa, por una circunstancia ocasional, quien tuvo la responsabilidad de iniciar las consultas intergubernamentales sobre la conformación de Fuerzas Internacionales que operarían en ese conflicto.
El 1º de agosto de 1990, aceptando una invitación de la Secretaría de Defensa de los Estados Unidos de América (hecha varios meses antes), viajamos a ese país, en visita oficial, el Sr. ministro de Defensa Dr. Humberto Romero y el “suscripto”, como Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA. Los anfitriones serían el secretario Dick Cheney y el Jefe del Estado Mayor Conjunto Gral. Colin Powell.
Durante las últimas semanas anteriores al viaje,se vivían tiempos de crisis en el área del
Golfo, producto de las declaraciones del presidente iraquí,Saddam Hussein, afirmando el
legítimo derecho de Irak sobre los territorios del Emirato de Kuwait. Hubo movimientos de
tropas iraquíes hacia los límites con Kuwait. Realmente existía una atmósfera de conflicto inminente.
Al llegar al aeropuerto de Miami, inicio de la visita programada, nos esperaba un grupo
de oficiales superiores de la Armada y de los Guardacostas de los EE.UU., quienes nos
invitaron a concurrir a la sede del Distrito de Guardacostas para darnos una exposición
sobre el acontecimiento ocurrido durante nuestro vuelo, la invasión de Kuwait por parte
de tropas de Irak.
Esto obligó efectuar una serie de cambios en nuestro programa y el pronto arribo a Wa s h i n gton para continuar con el tratamiento de la situación internacional que se vivía.
Por lo pronto, nuestros anfitriones, el secretario Cheney y el Gral. Powell, se habían ausentado de la capital norteamericana, para iniciar conversaciones con países árabes, en
Raid, capital de Arabia Saudita.
El Almirante Emilio Ossés sirvió en la
Armada durante cuarenta y tres años,
siendo su último cargo el de Jefe del
Estado Mayor de las Fuerzas Armadas
y Presidente del Consejo de Jefes de
Estado Mayor.
A lo largo de su carrera se desempeñó
como Oficial Subalterno en distintos
buques de la Armada,en la fragata
ARA Libertad y la Escuela Naval Militar, Comandante en el aviso ARA Zapiola, Comandante del destructor ARA
Bouchard e integró la Agregaduría Naval en los EE.UU. Como Oficial Superior
fue Comandante de la 1ra.División de
Destructores y secretario del Comandante en Jefe de la Armada.
Con el grado de contraalmirante fue
Secretario General Naval y Comandante de la Flota de Mar, cargo que retuvo
al ascender al grado de vicealmirante.
Durante la guerra de Malvinas,con el
grado de Capitán de Navío,actuó como Comandante del Tráfico Marítimo,
asumió la preparación de unidades
mercantes para el transporte logístico
hacia las islas y unidades pesqueras
para tareas de inteligencia.
Egresó de la Escuela de Aplicación de
O f i c i a l e s ,orientado en Comunicaciones
y especializado en Mantenimiento Elect r ó n i c o . Como Teniente de Corbeta realizó curso de oceanografía física y trabajó con el buque oceanográfico Ve m a
de la Universidad de Columbia (USA)
en el océano Atlántico y el Caribe.
En la Universidad Católica Argentina
cursó Licenciatura en Investigación
Operativa.Es egresado del Curso de
Comando y Estado Mayor de la Escuela de Guerra Naval.
En octubre de 1992,siendo Jefe del
Estado Mayor Conjunto y a su solicitud,se retiró del servicio activo.
Presidente del Centro Naval durante
1995-1997.
(*) Nota del autor: El presente artículo fue escrito con la colaboración
del Sr. ex Ministro de Defensa Dr. Humberto Romero.