1/10/21

OPERACION DESPEDIDA DEL DESIERTO



CUANDO GENTE QUE ESCRIBE CIERTO COMENTARIOS DE LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO, PARECIERA QUE NO TIENEN INFORMACION Y ES ASI, NO PUEDEN ESCRIBIR NI SABER LO QUE HICIERON EL GRUPO DE TAREA 88.0 EN EL GOLFO.
ES DE DENIGRAR A LOS QUE FUIMOS A UNA GUERRA. 

ACA EXPUESTO LO QUE ESTO SEÑORES/AS ESCRIBEN SIN SABER O PREGUNTAR, O POR QUE EN LOS VIEJOS ANAQUELES POLVORIENTOS DEL MINISTERIO DE DEFENSA NO SE HABRIERON PARA VER QUE LO QUE PASO, ME INDIGANA QUE ESTOS SEÑORES ESCRITORES NO SEPAN DONDE ESTUVIERON LOS BUQUES ARA BROWN Y ARA SPIRO... YA A QUE SE REFIEREN A ZONA COMO "C" "B" Y "A" ACA ES DONDE ESTUVINOS, ESTOS PUNTOS FUE LA ZONA DE BATALLA, LO TIENEN Y NO ESCRIBAN POR ESCRIBIR....LA HIPOTISIS NO LA CONOCEN. 
LOS PUNTO "E" Y "D" SON LA SALIDA POR EL GOLFO DE OMAN POR SUPUESTO POR DONDE SALIS AL CANAL DE SUEZ.









EL Diseño Logístico Operacional a partir del estudio de la Guerra del Golfo de 1991 AUTOR: Capitán de Corbeta Andrés Lucas SEIDEL PROFESORA: Lic. María Cristina Alonso Año 2013

Conclusión 5: 

Demostración de la Hipótesis Teniendo en cuenta lo desarrollado en el presente trabajo y las conclusiones expuestas, la hipótesis propuesta, “El estudio de la estructura de Comando y Coordinación Logística de la Coalición en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991 permitirá adecuar la Doctrina Logística Argentina en el nivel Operacional” no se ha podido demostrar.
 

La etapa final de la Campaña fue quizá la más desconocida por haber sido eclipsada por la aplastante victoria de la Coalición. Fue denominada Operación Despedida del Desierto. Esta operación comprendió los momentos Delta y Echo, aunque fue principalmente el segundo.

Básicamente se trató de acciones y tareas que aseguraban las fronteras kuwaitíes, proveía servicios de emergencia a la población liberada y establecía las condiciones para la negociación. El objetivo de las negociaciones era la explotación de las condiciones creadas por los éxitos militares de establecer las inspecciones y el régimen de sanciones para limitar el poder militar iraquí a fin de cuidar sus límites internacionales, mientras se alentaba una transición del poder entre Saddam y algún sucesor para el gobierno.48

Mientras tanto, las unidades que hubiesen participado activamente en Tormenta del Desierto y el grueso del material desplegado serían repatriados. 46 Castelli, Mariano – Viento y desierto, cien horas de operaciones terrestres – 1ª ed. Buenos Aires, 2007. Pp. 173. 47 Ibid. Pp 175. 48 Craft Douglas W. – “An Operational Analysis of the Persian Gulf War” – Strategic Studies Institute U.S. Army War College, 1992. Pp 13 y 14. 21

Esta fase de repatriación o repliegue, a pesar de que no suene lógico, fue una tarea aún mayor que la del despliegue. En primer lugar, dado la breve duración de las acciones, muchos de los abastecimientos traídos al teatro, como todos los stocks de reservas de munición, nunca se usaron.

Pero otros factores contribuyeron que el repliegue fuera todo un reto. Todo el material que había llegado prolijamente estibado en contenedores o en palets, estaba ahora desparramado por todo el desierto árabe-iraquí. 

Más allá de tener que transportar nuevamente ese material desde el desierto hacia las terminales de salida, si en promedio la descarga de un buque se procesaba en tres días, para hacer la operación inversa se invertían al menos cinco días de arduo trabajo.49 Para complicar más esta fase, se pueden mencionar varias consideraciones. Primero, que había una gran variedad de tareas que se debían atender. Muchas de ellas no son muy obvias, como por ejemplo la tarea de lavado.

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos exige que todo material que provenga del exterior debe estar limpio para prevenir el ingreso de insectos o elementos no autóctonos.50 La Comunidad Europea exige algo parecido, para el caso del material que debió ser reenviado a sus bases en Alemania.

Si bien este trabajo estuvo previsto desde el inicio, la sorpresiva finalización de la guerra adelantó al menos tres semanas el inicio de la misma, principalmente por la disponibilidad de agua prevista para otro momento. La segunda consideración es, que el gran desafío del repliegue puede no ser fácilmente comprendido, excepto para quienes cuidadosamente llevaron la cuenta de la cantidad y movimientos del material recibido y desplegado en el Teatro de Operaciones.

En los tres primeros meses de la operación, es decir, desde agosto hasta principios de noviembre (juntando las dos olas de despliegue) se recibieron en los puertos y aeropuertos 1.2 millones de toneladas de material y su culminación fue más de un año más tarde.

Para la época en que esto ocurría, finales de marzo de 1991, la Unión Soviética mostraba sus primeros síntomas graves de desmoronamiento, y las principales fuerzas ofensivas norteamericanas, basadas principalmente en Estados Unidos y Europa, estaban desplegadas en el Golfo Pérsico51, por lo que la presión política para completar el repliegue lo antes posible era grande. 49

Pagonis William G. Lt General – “Moving Mountains” – Harvard Business School Press, United States of America, 1992. Pp. 12. 50 Ibid. Pp 13. 51 Ibid. Pp. 150. 22

Para eso se propuso un plan de repliegue de dos pasos. El primer paso era la evacuación del personal, lo más rápido que humanamente se pudiera.

Incluido en este paso serían replegados los tanques, artillería y toda la munición necesaria para su rápida reincorporación a sus lugares de asiento normales, en Europa y Estados Unidos. Esto involucraría el movimiento de 365.000 hombres con su equipo en los siguientes noventa días.

El segundo paso era aún más ambicioso. Aunque el marco de tiempo previsto terminó siendo algo más largo, un año o quizás más, este paso preveía el trabajo de clasificar, separar, limpiar y cargar en buques y aviones todos los suministros que las fuerzas de combate salientes habían dejado atrás.

Para poder realizar esto se necesitaba un número enorme de transportes, con sus respectivos servicios de mantenimiento.

Tanto los choferes como los mecánicos, sin olvidar al personal de los batallones logísticos, necesitaban alojamiento, comida y servicio de sanidad. Es decir, gran parte de la estructura logística permaneció en el área y fue siendo replegada en fases a medida que el trabajo iba disminuyendo.52 

El 22do Comando de Apoyo fue el encargado de organizar el regreso de las tropas. Aproximadamente unos 5000 hombres eran replegados cada día. Esto puede parecer poco al compararlo con el movimiento de un aeropuerto importante, pero se estaban haciendo trabajos militares y civiles al mismo tiempo.

Es decir, que se estaba embarcando al personal para repatriarlo pero sin descuidar los controles aduaneros para evitar el contrabando hacia los Estados Unidos. Según lo previsto, en noventa días, se habían trasladado 365.000 hombres.53

A principios de abril se produjo el primer relevo de personal. Todo el personal reservista destinado al 22do Comando de Apoyo recibió la orden de volver a Estados Unidos, siendo reemplazado por 6000 voluntarios reservistas y de la Guardia Nacional.54

A nivel estratégico, los jefes de estado norteamericano y saudí habían llegado a un acuerdo, que una vez finalizadas las acciones bélicas sobre Kuwait y estabilizada la zona no debía quedar ningún tipo de tropa en suelo Árabe.

En ese aspecto, era la primera vez en que Estados Unidos planificaba en detalle el repliegue total del material utilizado.

La única excepción fue el material bélico que el Gobierno de Kuwait solicitó para reponer lo perdido en manos iraquíes que no fue algo significativo.

El resto fue retirado del teatro de operaciones, destinado en parte a volver a 52 Pagonis William G. Lt General – “Moving Mountains” – Harvard Business School Press, United States of America, 1992. Pp. 151 53 Ibid. Pp. 156. 54 Ibíd. Pp. 156. 23 completar los niveles de suministros en las bases de Europa, Asia, América Central y Sudamérica.

En los primeros seis meses de trabajo de repliegue se embarcaron 117.000 vehículos a rueda, 12.000 vehículos a oruga, 2.000 helicópteros y 41.000 conteiner de materiales varios.

A finales de 1991 solo unas 30.000 toneladas de munición quedaban en suelo saudita. Las últimas tropas logísticas, junto con su Comandante, el General Pagonis, evacuaron Arabia Saudita en enero de 1992, dejando a sus reemplazos las últimas toneladas de pertrechos remanentes. Eso pudo ser finalmente retirado en los seis meses siguientes. 55.

Capítulo 3. – La logística según la Doctrina Argentina En el presente capítulo se hará una comparación de la Logística en la Guerra del Golfo y la Doctrina Logística Operacional Argentina, en base al Manual de Estrategia y Planeamiento para la Acción Militar Conjunta – Nivel Operacional – La Campaña MC 20-01.

En el capítulo V de esa publicación, titulado La Logística Operacional, se explican las cuestiones doctrinarias sobre el tema de estudio del presente trabajo, lo que permitirá llevar una correcta estructura metodológica. Los niveles de la guerra se basan en la relación medios-fines y sus consecuencias causa efecto.

El concepto que vincula la relación, atravesando verticalmente los niveles de la guerra, es el de los medios y recursos. La logística regula y guía, en cada nivel de la guerra identificado, la adecuación entre los distintos fines y medios y sus consecuencias. 56 3.1 El ciclo logístico El ciclo logístico es un proceso que define la realización de tareas escalonadas en una secuencia lógica, imprescindible para la resolución de cualquier problema logístico.

Este ciclo comprende tres etapas. Determinación de las necesidades, obtención y distribución.57 En la guerra del golfo, este ciclo está claramente identificado en cada una de las etapas logísticas que se llevaron a cabo, con la salvedad del agregado de una cuarta etapa al ciclo, que es la planificación detallada del repliegue del personal, medios de combate y suministros de todas las clases.

Todas las fases logísticas ejecutadas en la Guerra del Golfo se basaron en la doctrina norteamericana existente al momento de las acciones. Tomado en su conjunto, constituyó un firme pero flexible concepto de trabajo, disponible para reorganizar la respuesta a las cambiantes tácticas y estrategias de CENTCOM.58 Dentro de la Determinación de las Necesidades, primer problema a resolver durante la planificación, se debe tener en cuenta principalmente, la composición de la fuerza a apoyar, características del Teatro de Operación, duración aproximada de la campaña, entre otras. 56 Manual de Estrategia y Planeamiento para la Acción Militar Conjunta – Nivel Operacional – La Campaña MC 20-01.

Ministerio de Defensa. Revisión 2013. Pp. 146. 57 Ibid. Pp. 146 58 Pagonis William G. Lt General – “Moving Mountains” – Harvard Business School Press, United States of America, 1992. Pp.120. 25 

Igualmente importante es determinar la calidad (especificidad del requerimiento), cantidad, tiempo oportunidad y lugar.59 En la planificación y ejecución logística de la Guerra del Golfo, estos aspectos fueron tenidos en cuenta perfectamente.

 La logística logró satisfacer todas las necesidades de los elementos de combate. El cambio de calibre en los cañones de los elementos blindados de 105 a 120 mm realizado por personal civil voluntario no presentó prácticamente fallas y los mismos instaladores realizaron labores de control de calidad para minimizar los tiempos de alistamiento.

Todos los vehículos provenientes de Europa fueron repintados con el diseño de enmascarado de desierto, sin sufrir deterioros mientras operaron en el Teatro. Esto a parte de satisfacer los requerimientos de especificidad logró un efecto positivo sobre la moral de los combatientes.60 

En cuanto a las cantidades, en ningún momento de la campaña ninguna unidad sufrió la carencia de algún elemento. Agua, combustible, munición, víveres. Como se expuso durante el trabajo y principalmente en el punto 2.2., los niveles de abastecimiento nunca llegaron a niveles críticos. 

Al inicio de la campaña todo el material necesario para apoyar el inicio de las acciones estaba dentro del teatro de operaciones.

El resto del material fue entregado en las terminales de entrada conforme avanzaba la maniobra. En cuanto a la obtención, la doctrina argentina detalla que en esta etapa se determina la fuente y el procedimiento de obtención de los medios logísticos definidos como necesarios en la etapa anterior. También en esta etapa se debe tener en cuenta la cantidad, especificidad y oportunidad en que se necesiten para satisfacer los requerimientos.61

Para esto, la logística norteamericana puso en funcionamiento su gran aparato financiero-económico-militar. Mediante la ley de movilización logró proveer de suficiente personal y medios de transporte y combate para responder a la demanda. Los organismos puestos en las funciones de coordinación en Asuntos Civiles y Cívico Militar, permitió obtener del mismo teatro de operaciones una gran cantidad de suministros vitales, como ser principalmente agua y combustible.

De la misma forma logró completar su necesidad de transporte mediante la contratación de camiones y choferes locales. 59 Manual de Estrategia y Planeamiento para la Acción Militar Conjunta – Nivel Operacional – La Campaña MC 20-01. Ministerio de Defensa. 

Revisión 2013. Pp.147. 60 Pagonis William G. Lt General – “Moving Mountains” – Harvard Business School Press, United States of America, 1992. Pp. 8. 61 Manual de Estrategia y Planeamiento para la Acción Militar Conjunta – Nivel Operacional – La Campaña MC 20-01. Ministerio de Defensa. Revisión 2013. Pp.148. 26 

En la etapa de distribución se define la forma de poner a disposición del usuario requirente, los recursos solicitados y obtenidos en las etapas anteriores.

Se debe hacer visible la concreción de los cuatro atributos de aptitud de finidos inicialmente. Para ello, las bases y puntos logísticos montados en el teatro lograron mantener los niveles de abastecimiento adecuados con materiales que satisficieron a los usuarios, sobre todos las bases avanzadas principales de donde las divisiones del ejército se abastecían.

3.2 Diseño Logístico El diseño logístico descentralizado es aquel en que el CTO conduce el apoyo logístico a través de la Central Logística Conjunta del Teatro de Operaciones (CLCTO), mediante el cual lo planea, dirige, controla, supervisa y coordina. 

La ejecución del apoyo logístico, se concreta a través de los sistemas logísticos de los Comandos Componentes. Si el CTO decide tener bajo su comando directo las terminales de entrada al teatro, las mismas dependerán de la CLCTO.

En ese caso los medios que operan las terminales le dependerán.62 En el diseño logístico de la Guerra del Golfo, el General Pagonis, como Comandante Logístico del Teatro de Operaciones, tiene bajo su control las terminales de entrada y al personal que las operan, ya sea portuarias o aeroportuarias. Todos los requerimientos de transporte para el traslado del material y personal desde sus lugares de asiento hasta el teatro de operaciones fueron canalizados a través del CINCTRANS, un comando de transporte conjunto similar al COTRAC.

Cada componente, tal cual se menciona en el punto 1.3. del presente trabajo, ejecuta la logística con sus propios elementos orgánicos coordinando los detalles tanto con el Gral Pagonis como con los otros componentes. La USMC, que recibió el refuerzo de elementos logístico de apoyo al combate, proporcionó un grupo logístico que administró una terminal de entrada destinada a satisfacer los requerimientos propios y del Ejército, como se detalla en la página 17 del presente trabajo.

Es decir que según el análisis basado en la doctrina argentina, las fuerzas norteamericanas realizaron un diseño logístico descentralizado. 62 Manual de Estrategia y Planeamiento para la Acción Militar Conjunta – Nivel Operacional – 

La Campaña MC 20-01. Ministerio de Defensa. Revisión 2013. Pp. 159 y 160. 27 3.3 Estructura Logística del Teatro de Operaciones La estructura logística es el conjunto de las instalaciones, infraestructura y recursos existentes en la Zona de Comunicaciones del Teatro de Operaciones, que convenientemente perfeccionados, expandidos y organizados, permiten desplegar y operar a los elementos, servicios y medios logísticos que deben realizar el sostén de todas las fuerzas que actúan dentro del Teatro. Esta estructura puede ser planeada con antelación o utilizada solo al momento de iniciar las acciones.63 

La razón de ser de la primera operación de la campaña, la llamada Operación Escudo del Desierto, tuvo como finalidad la preparación territorial.

Es decir, antes de iniciar las acciones los logísticos norteamericanos debieron estudiar las instalaciones existentes, mejorar las que no cumplían con sus requerimientos y construir aquellas que no existían. 

La preparación de rutas, depósitos, contratación de medios locales, construcción de cañerías para transporte de combustible, etc. responde a las necesidades planteadas por quienes planificaron la operación ofensiva, es decir, para cumplir las necesidades operativas de la Operación Tormenta del Desierto.

Esta estructura logística, en parte, también determinó la secuencia de arribo al Teatro de Operaciones ya que intercaladas con las unidades de combate se recibieron a los elementos de apoyo al combate. 63 Manual de Estrategia y Planeamiento para la Acción Militar Conjunta – Nivel Operacional –

 La Campaña MC 20-01. Ministerio de Defensa. Revisión 2013. Pp. 169. 28

 CONCLUSIONES 

La Campaña que conforma la Guerra del Golfo de 1991 fue sin duda un ejemplo de planificación y ejecución que culminó con una aplastante derrota de las fuerzas iraquíes. Esta Campaña se basó fundamentalmente en la logística. Las características del Teatro de Operaciones en cuanto a sus grandes distancias, clima hostil y capacidad de apoyo de los países de la zona le dio un matiz diferente a otros conflictos.

Conclusión 1: 

Previsiones La existencia de un plan de operaciones surgido de un planeamiento deliberado, done se detallaban las previsiones de utilización de una determinada fuerza en una zona de operaciones similar permitió a las Fuerzas Armadas estadounidenses una capacidad de respuesta adecuada en cuanto al tiempo y los medios inicialmente desplegados. 

Basándose en eso, y mediante un planeamiento de crisis ejecutado posteriormente, permitió solucionar los defectos del plan original y desplegar el resto de los medios más idóneos para poder cumplir con la misión. La estructura logística norteamericana en tiempos de paz, con unidades navales preposicionadas con elementos logísticos de rápido despliegue (MPS), con las Brigadas Expedicionarias de la Infantería de Marina, con los kit de repuestos para los elementos de la Fuerza Aérea norteamericana; permiten un rápido despliegue de medios a cualquier parte del planeta en un tiempo relativamente corto. 

Conclusión 2: 

Estructura de comando y medios logísticos. La bibliografía disponible no permitió obtener exactitudes en cuanto a la orgánica general de la estructura logística, permitiendo solo un somero detalle de las características principales. Tampoco permitió estudiar en detalle todas las funciones logísticas de material, personal y finanzas. En cuanto a la logística de material es la más desarrollada y sobre la que mejor se pudo trabajar.

Las funciones de personal y finanzas son mencionadas por las distintas fuentes en forma superficial y sin detalles que permitan obtener conclusiones de importancia. 29 

Conclusión 3: 

Logística de mantenimiento local y apoyo de terceros estados La ayuda de Arabia Saudita, Omán y Emiratos Árabes Unidos en cuanto a la provisión de combustible, comida, agua potable y transporte local, sumado a la contribución económica y de medios de Japón a la Coalición supusieron una ayuda logística incalculable. Evitó la necesidad de transportar combustible desde grandes distancias, permitió la disponibilidad permanente de agua potable, de vehículos de transporte terrestre con sus respectivos choferes, el mantenimiento del personal en los primeros días de despliegue al brindar lugar de alojamiento y racionamiento. Estas facilidades logísticas no se dan con frecuencia en los teatros de operaciones, por lo que se puede concluir que ha sido un caso excepcional y de escasa probabilidad de ocurrencia.


Conclusión 4: 

Doctrina Logística La comparación de los puntos doctrinarios argentinos más importantes con la logística desarrollada por Estados Unidos durante la Guerra del Golfo no muestra diferencias fundamentales.


La particularidad, en cuanto a la secuencia del despliegue, enviando en primera instancia a las unidades de combate previo a iniciar la preparación territorial, marca el éxito en el apoyo a la política y estrategia de EE.UU. en la región. Hay pocos lugares en el mundo que poseen la infraestructura y riqueza para proporcionar el nivel de apoyo de los Estados del Golfo. Las primeras decisiones sobre el desarrollo de la estructura de soporte de teatro establecieron límites a la flexibilidad para futuras operaciones, tal el caso de la red de carreteras que debió ser mejorada durante las últimas semanas previas al inicio de la ofensiva. De otro modo el apoyo a las grandes unidades de batalla se hubiese dificultado sobremanera.


Conclusión 5: 

Demostración de la Hipótesis Teniendo en cuenta lo desarrollado en el presente trabajo y las conclusiones expuestas, la hipótesis propuesta, “El estudio de la estructura de Comando y Coordinación Logística de la Coalición en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991 permitirá adecuar la Doctrina Logística Argentina en el nivel Operacional” no se ha podido demostrar. 30 

La Guerra del Golfo de 1991 ha cumplido con la doctrina logística vigente en gran parte de su desarrollo, y las características excepcionales del teatro de operaciones ya mencionadas en las conclusiones hacen que no pueda tomársela como referente para un cambio doctrinario.

Durante el desarrollo del trabajo, por no contar con bibliografía específica, no se ha podido describir convenientemente todo lo referente a la logística de personal, por lo que se propone como una nueva línea de investigación el desarrollo de ese aspecto de la guerra

25/9/21

“LOS PARTIDOS POLÍTICOS ARGENTINOS Y EL ENVÍO DE TROPAS AL GOLFO PÉRSICO (1990- 1991). DEBATES Y POSICIONES DEL OFICIALISMO Y LA OPOSICIÓN. ¿DISTINTOS PROYECTOS DE INSERCIÓN INTERNACIONAL?”

 1. INTRODUCCIÓN

Por lo menos queda un testigo de lo que paso:

https://www.dropbox.com/home?preview=EL+CONFLICTO+IRAK+POR+ALMIRANTE+(RE)+MOLINA+PICO.docx     (enlazar y buscar en Google)

Sancionado el 13/02/1991 la ley 23094, después que terminado el conflicto.


EFEMERIDES NAVALES


Vicealmirante Ferrer (F) afirma el envió de naves a la Guerra del Golfo




 A Treinta años de la participación argentina en el conflicto bélico desatado en Kuwait en agosto de 1990, resulta válido analizar desde una perspectiva histórica más amplia los profundos debates sobre la inserción internacional que aquélla situación suscitó. 

Fundamentalmente porque algunas de las racionalizaciones y construcciones ideológicas allí aplicadas dieron el tono a más de diez años de política exterior y continúan siendo objeto de discusión y análisis. La primera Guerra del Golfo fue muy significativa a nivel mundial y también a nivel local. 

Respecto de la economía norteamericana representó una respuesta a la crisis económica del país y el triunfo de los sectores vinculados a la industria de armamentos y manufactureros de punta que buscaban reestablecer el su predominio en el mundo a través de una política internacional agresiva, que creara las condiciones para la profundización de su hegemonía en el Tercer Mundo (avanzando por ejemplo en la subordinación de América Latina a los Estados Unidos) y montándose sobre la debilidad militar de Europa y Japón y en el repliegue soviético, desplazando así a otros ligados al mercado interno y a las viejas manufacturas fordistas, defensores del proteccionismo y de la reindustrialización. 

 Asimismo, el conflicto demostró que la clase dirigente norteamericana había superado el síndrome de Vietnam y que los Estados Unidos estaban dispuestos a intervenir militarmente en todas partes del mundo. Así, una guerra de intervención en un país del Tercer Mundo reordenaba las relaciones de fuerza en la economía internacional. 

 Lejos ya de los primeros planes de la presidencia de Reagan, el objetivo central de la guerra en el contexto de la crisis económica norteamericana era el de controlar recursos y negarles mercados a los demás, ganando tiempo para la recomposición de la economía interna, representando un cambio de estrategia global para lidiar con la crisis del capitalismo norteamericano.

 Fue justamente luego de que estallara esa guerra, que el presidente George H. W. Bush invocó la existencia del “Nuevo Orden Mundial”. 

Lo hizo pocos días después de la invasión, el 11 de septiembre de 1990, en un discurso pronunciado ante las dos cámaras del Congreso. Respecto de las transformaciones del sistema internacional, la guerra hacía visible esa racionalización posterior. Era la primera vez que los Estados Unidos, junto con las potencias occidentales actuaban sin la oposición del bloque de países soviéticos. La potencia del norte obtuvo el apoyo de treinta y dos países.

En cuanto a la coyuntura local argentina, el conflicto en Kuwait provocó una serie de intensas discusiones al interior y entre el Partido Justicialista (oficialismo) y la Unión Cívica Radical (oposición) referidos a distintas posiciones sobre la política exterior y el rol de la Argentina en el escenario mundial. 

Aquí se abordarán esas discusiones, porque su implicancia trascendió el conflicto puntual y constituyó un hito histórico, no sólo por la ruptura de una tradición neutralista sino porque la construcción discursiva que legitimó el envío de tropas traducía una nueva concepción respecto de la inserción internacional del país.

Este artículo constituye una aproximación al análisis de las posiciones políticas de los partidos con mayor representación parlamentaria en el país (UCR y PJ), a través del estudio de caso de la Guerra del Golfo Pérsico desatada en 1990. 

La pregunta central es en qué medida los debates parlamentarios fueron reflejo de dos modelos de inserción internacional diferentes y contrapuestos. Para ello deben inscribirse en la coyuntura política y económica nacional ampliada. 

Aquí reside la importancia del enfoque histórico de esta problemática. Si bien la problemática estudiada aquí pertenece al área de estudio de las relaciones internacionales, “ninguna teoría de las relaciones internacionales es posible si ella no se sitúa en la perspectiva dinámica, en la del movimiento” (Duroselle, 1992:177).

Identificar el objeto de estudio implica un recorte cuyo objetivo es, en este caso, analizar en profundidad la dinámica política del período, pero esa esfera no puede interpretarse en forma autónoma respecto del resto de las dimensiones de la realidad social. Hay una instancia propia de lo político, pero no auto referida, o auto explicativa. 

 Sólo la historia permite vincular los elementos propios con los otros movimientos en la sociedad, y por lo tanto, no sólo explicar los movimientos particulares de la dinámica 3 política sino también su inscripción en los procesos totales, que a su vez son constitutivos, condicionantes y condicionados por la dinámica política. 

 El objetivo de este trabajo es, en primer lugar, reconstruir los debates en torno al envío de tropas al Golfo Pérsico, y en un segundo momento, interpretar las concepciones o tendencias más profundas que reflejaron.

2. LA RELACIÓN DE LA ARGENTINA CON LAS POTENCIAS. HACIA EL ALINEAMIENTO. 

 La década de los noventa fue escenario de cambios profundos con respecto a la inserción internacional del país. Algunos de ellos venían abriéndose paso ya desde el “giro realista” del gobierno de Raúl Alfonsín. Otros, se constituyeron como “novedad” a partir del gobierno de Carlos Saúl Menem e implicaron un viraje fundamental. 

 La adopción de un determinado patrón de inserción internacional se vinculó con fenómenos de transformación económica, social y política que han provocado fuertes debates y prolíficos análisis y se inscribió en el marco de la proclamación del mundo “globalizado”, caracterizado por la unificación del mercado mundial a partir de la desintegración de la Unión Soviética -incluyendo la producción, la comercialización, los mercados financieros y los de servicios- y el dominio total de las economías de mercado. 

 Desde los Estados Unidos se proclamó, como decíamos, la existencia de un “Nuevo Orden Mundial”, un orden único, en el que se desdibujarían las barreras políticas, y donde se puso en cuestión la propia vigencia y relevancia del Estado-nación. En consecuencia, también desde ese país se afirmaba el sostenimiento de “valores internacionales” y una “legalidad internacional” como expresión de ese “nuevo orden”. 

 Como contracara de este discurso, la aparición de distintos conflictos bélicos como la primera Guerra del Golfo, entre otros, demostró a comienzos de la década del 90 que la “globalización” de las relaciones económicas mundiales no había significado la formación de una “comunidad internacional” igualitaria, sino que se había acentuado la dependencia y el atraso de los países periféricos. La guerra del Golfo, hizo evidente el peso aún vigente de los Estados nacionales, particularmente el de las grandes potencias.

 La participación argentina con el envío de dos naves en la Guerra del Golfo formó parte de una serie de medidas de política exterior del primer gobierno de Carlos Saúl Menem, cuyo objetivo era principalmente demostrar el alineamiento con los Estados Unidos, en el marco de una estrategia de inserción internacional que priorizaba 4 las cuestiones económicas, sustentándose en los supuestos del “realismo periférico”, a los que haremos referencia. 

 Para situarnos en el contexto de las relaciones bilaterales entre la Argentina y la potencia del norte, durante la década de los ochenta tanto la coyuntura internacional y nacional como la tradición político-ideológica del partido radical habían permitido la existencia de una estrategia diplomática de alto perfil que mantuvo –en principio márgenes de autonomía con respecto a los Estados Unidos, y que priorizaba la inserción multilateral. 

Esta estrategia se sostenía principalmente en la posibilidad de “diversificar los puntos de apoyo” con Europa occidental y con la Unión Soviética, tal como lo afirmaba el canciller de Raúl Alfonsín, Dante Caputo [2]

 Sin embargo, una de las prioridades de la política económica exterior durante la década de los ochenta fue el tratamiento de la deuda externa, que presionaría fuertemente sobre la economía argentina. 

Cabe recordar que dicha década se caracterizó por las dificultades – al igual que en el resto de las economías latinoamericanas- que hicieron que el período se conociera como la “década perdida”, signada por el elevado endeudamiento externo, los precios decrecientes de las exportaciones de materias primas, el aumento del proteccionismo por parte de las potencias industriales y las altísimas tasas de interés internacionales.

Para 1984, la estrategia multilateral de negociación de la deuda externa llevada a cabo por Argentina junto con otros países latinoamericanos había fracasado [3] , y a partir de allí la relación con los Estados Unidos y con Europa comenzó a modificarse. 

 Ese cambio tanto en la política económica como en la política exterior es lo que se denominó como un “giro realista” de Alfonsín, y algunas de sus manifestaciones más notarias fueron su compromiso a pagar la deuda -a partir del cual Reagan medió entre el gobierno de Buenos Aires y la banca acreedora, aunque exhortando al cumplimiento marzo de 1985, donde se mostró más complaciente con el ambiente que predominaba en Washington anunciando la necesidad de reformar el Estado y privatizar empresas públicas. 

Tanto esta declaración como la intención manifestada de licitar áreas petrolíferas -Plan Houston- y la posterior puesta en marcha del Plan Austral merecieron gestos auspiciosos por parte del gobierno norteamericano y los organismos financieros internacionales. Cumplimiento de los ajustes requeridos por los bancos- y particularmente su segunda visita a los EE.UU.

[2]El ministro de Relaciones Exteriores de Alfonsín sostuvo: “Al principio la concepción se basaba en la rehabilitación de la posición argentina en el plano internacional y, muy especialmente, en el marco de los países occidentales. Junto con esta idea estaba la de evitar que un país monopolizara la relación en ese ámbito, por lo cual Europa parecía como una posibilidad de diversificar los puntos de apoyo de la política exterior en Occidente”, DANTE CAPUTO, en Entrevista realizada para la Revista América Latina Internacional, vol. 6 núm. 21, julio-septiembre, Buenos Aires, Argentina, 1989, p. 266.

[3] Durante los dos primeros años del gobierno radical, la diplomacia argentina intentó políticas de concertación multilateral en el escenario latinoamericano, para hallar solución al problema de la deuda externa. Los ámbitos donde se expresó esta intención fueron la Conferencia de Quito en enero de 1984, la declaración conjunta efectuada con Brasil, México y Colombia en el mes de mayo, la Reunión de Cartagena en junio, y la Segunda Reunión del Grupo de Cartagena en Mar del Plata en el mes de septiembre del mismo año. Los intentos de dar tratamiento “político” a la deuda y el de conformar un “Club de Deudores” fracasaron ante la negativa de los Estados Unidos y de las potencias europeas.

Los hitos del “alineamiento” fueron, el envío de tropas al Golfo Pérsico en septiembre de 1990, la desactivación del proyecto misilístico Condor II, la ratificación del Tratado de Tlatelolco o de No Proliferación Nuclear, la firma en forma conjunta con Brasil del Acuerdo para el Uso Exclusivamente Pacífico de la Energía Nuclear y la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC), el retiro del Movimiento de No Alineados y la modificación de los votos argentinos en la ONU pueden comprenderse en el marco de estos objetivos [7]

El gobierno de Carlos Saúl Menem fue el período donde se firmaron la mayor cantidad de convenios entre la Argentina y los Estados Unidos. Estas tácticas de política exterior no pueden comprenderse en forma separada de una política económica orientada a obtener el visto bueno del Fondo Monetario Internacional y de la banca acreedora. 

Recordemos que los sucesivos planes económicos desde la asunción de Menem, en especial la aplicación del ajuste con paridad fija a partir de la Ley de Convertibilidad en 1991, se orientaron a responder a los condicionamientos de dichos organismos, lo que culminó en el ingreso al Plan Brady en 1992. 

 Hay que agregar aquí que la nueva vinculación con los Estados Unidos no eliminó un rasgo que constituye una tendencia de largo plazo en la historia argentina: la competencia entre intereses asociados a distintas potencias por el predominio dentro del aparato económico y estatal. El paradigma de las “relaciones carnales [8]  no significó necesariamente un retroceso para los intereses económicos vinculados con la Unión Europea, como quedó demostrado en el proceso de privatización de las empresas públicas.

[7] La Argentina aumentó sin duda el número de la coincidencia en sus votos con los Estados Unidos., por ejemplo, en las resoluciones respecto de la situación de los derechos humanos en Cuba, en las cuestiones referidas al desarme, la no proliferación nuclear respecto del problema del narcotráfico y las resoluciones de condena a las violaciones de derechos humanos en Irán. Para este tema ver FRANCISCO CORIGLIANO, “La dimensión multilateral de las relaciones entre Argentina y Estados Unidos durante de la década de 1990”: El ingreso al paradigma de “Relaciones Especiales”, en: ANDRÉS CISNEROS Y CARLOS ESCUDÉ (comp.) Historia de las Relaciones Exteriores de la República Argentina, Tomo XV Cap II, GEL, Buenos Aires, Argentina, p. 225-228.

[8] El concepto de “relaciones carnales” proviene de una frase pronunciada por el canciller Di Tella, que sostuvo “Nosotros queremos un amor carnal con los Estados Unidos, nos interesa porque podemos sacar un beneficio”. Diario Clarín, 9 de diciembre de 1990, p. 12.

3. SECUENCIA DE LOS HECHOS Y PRINCIPALES DEBATES 

 Justamente, la Guerra del Golfo se constituyó como un episodio paradigmático de la nueva orientación en política exterior, ya que, rompiendo con la tradicional neutralidad de la Argentina ante los conflictos que no la incluían directamente, el envío de tropas fue, ante todo, un acto que demostraba el apoyo a Washington. 

En el plano internacional inauguró el nuevo protagonismo de las Naciones Unidas y la reivindicación de la “ley internacional” como justificación jurídica de las intervenciones. Una de las consecuencias en el escenario latinoamericano fue que en 1991, en el documento conocido como Compromiso de Santiago, se modificó el principio de no intervención incorporando la “acción colectiva en defensa de la democracia”. 

Por otra parte y con respecto a la Argentina, el envío de tropas al golfo fue el inicio de una mayor participación en los operativos de paz de la ONU, modificando también la función de las Fuerzas Armadas. En cuanto a su discurso legitimador, Argentina hizo propios los motivos y argumentos de la administración norteamericana. 

 En el mes de agosto de 1990 se abrió la discusión en los círculos cercanos al presidente acerca del envío de tropas antes de que esto fuera requerido por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, evaluando básicamente el costo que tendría tal decisión. El canciller Cavallo había afirmado el día 9 de ese mes que la Argentina enviaría tropas sólo “dentro de un plan de la ONU”. 

 El propio presidente, el senador Eduardo Menem y el canciller Cavallo se mostraron dubitativos al respecto mientras ya se elaboraban las posiciones más extremas -que se harían predominantes- donde se alegaba la necesidad del envío de tropas como “gesto” de alineamiento y acuerdo con los Estados Unidos. 

Junto con esta última versión se hicieron dominantes los diagnósticos que remarcaban los supuestos “errores” de la política exterior argentina frente a este país durante la Segunda Guerra Mundial y también los supuestos “costos” que esto habría traído aparejados a diferencia de nuestro vecino Brasil. 

 La correspondencia epistolar con el presidente norteamericano, así como la entrevista de Domingo Cavallo con Hosni Mubarak, jefe de Estado de Egipto, parece haber tenido un rol importante en la adhesión a la posición norteamericana, que aún sin la aprobación de la ONU, dispondría la partida de tropas hacia la región en conflicto.

El canciller Cavallo sostuvo que:  Si la Argentina quiere participar de los beneficios del proceso de gestación de un nuevo mundo de paz y progreso, debe asumir las responsabilidades. Frente a la actitud del régimen de Bagdad, la indiferencia implica atraso y aislamiento. 

Al mismo tiempo, en el informe al Poder Legislativo, el canciller y el Ministro de Defensa Humberto Romero explicaron que no se requería el aval de las Cámaras “porque no se trataba de una intervención bélica sino de una acción disuasoria a través del bloqueo económico”. 

 En respuesta, en el Senado existieron dos proyectos de declaración, uno proveniente del bloque radical y otro del justicialista. El primero de ellos, presentado por el senador Solari Yrigoyen “condenaba” principalmente el envío de tropas y luego la falta de consulta al Legislativo. 

El segundo, en cambio, se refería únicamente a este último aspecto, “lamentando” la adopción de la decisión sin el respaldo del Congreso de la Nación. Ambos coincidían en denunciar el accionar de Irak en la región. 

Sólo cinco de los senadores justicialistas defendieron la decisión del Poder Ejecutivo. 

El resto de ellos, mantuvo una fuerte discusión con el Ministro de Defensa, Humberto Romero y con el canciller. En la primera de las sesiones donde se intentó tratar dichos proyectos, el justicialismo estuvo ausente –lo que provoco la falta de quórum-, elemento que demostró las divergentes posiciones al interior de dicho bloque. 

Era difícil defender la actitud del Presidente, pero al mismo tiempo no estaban dispuestos a criticarla en público sin reunirse antes con Domingo Cavallo. 

Luego de la reunión con el canciller Cavallo, la mayoría de los senadores justicialistas modificaron su posición y apoyaron la decisión de enviar tropas. Para el 27 de septiembre, incluso el Senador Eduardo Menem se convertiría en defensor de la medida. 

 Cuando efectivamente se trataron los proyectos de declaración en la sesión del 26 y 27 de septiembre se argumentó a favor y en contra del envío, no sólo remitiéndose a los aspectos procedimentales sino incluyendo formulaciones y diagnósticos con respecto a la cambiante realidad internacional.

Ninguno de los proyectos de declaración fue aprobado. 

 Desde la Cámara Baja, el diputado radical César Jaroslavsky propuso –a iniciativa del ex canciller Dante Caputo- una interpelación a Humberto Romero (Ministro de Defensa) y Domingo Cavallo (Ministro de Relaciones Exteriores) para que explicaran las razones del envío. 

 Esta moción tuvo el respaldo de los diputados provenientes del radicalismo, del Grupo de los Ocho, de una parte de la Ucedé, del Partido Socialista Unificado, del Partido Federal-Buenos Aires, del Movimiento al Socialismo, del Partido Intransigente, del Partido Socialista Popular, de la Democracia Cristiana de Córdoba y de Bandera Blanca, pero no contó con los dos tercios necesarios por la oposición de la mayoría de los diputados del PJ y de la Ucedé.

El 23 de enero el Congreso aprobaba el proyecto del Ejecutivo de que las naves argentinas en el Golfo brindaran “apoyo logístico” a las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos. Algunos diputados justicialistas opositores no asistieron a la sesión, como Franco Caviglia, Eduardo Budiño, Augusto Alasino y Rafael Flores. 

Antonio Cafiero, en cambio, habría expresado sus temores acerca de la posibilidad de que el Ejecutivo perjudicara a la provincia de Buenos Aires con los ingresos coparticipables. 

 Por el contrario y a favor del oficialismo, Alberto Pierri fue uno de los que militó más intensamente a favor del proyecto



4. HACIA UNA INTERPRETACIÓN

Aquí se hace presente además la justificación utilizada por los Estados Unidos para su intervención, apelando a la “legalidad internacional”. 

Como bien han analizado Claudio Spiguel y Rubén Laufer, en este supuesto “orden global” lo que vale para algunos no vale para todos. Más específicamente, las intervenciones multilaterales fueron producto de la decisión de Estados Nacionales, y han sido ejercidas también sobre unidades nacionales, mientras se proclamaba su debilitamiento. 

Muchas veces, la defensa de los valores “humanos” y la “democracia” es el velo utilizado para justificar intereses económicos o estratégicos de alguna de las potencias. 

 El apoyo con naves argentinas constituyó un hito donde el nuevo gobierno puso en práctica tal diagnóstico sobre los cambios en el sistema internacional descartando la posibilidad de ser neutrales y realizando un gesto de total apoyo a Washington. El primero y más contundente. A ese respecto el canciller Domingo Cavallo sostuvo años después: 

“La República Argentina no podía ni debía asumir una posición de neutralidad ante esa invasión. Tal actitud ya no tiene más espacio en el marco de las relaciones internacionales actuales. En la sesión citada del 26 y 27 de septiembre de 1990, el senador oficialista Juan Carlos Romero argumentaba –haciéndose eco de este diagnóstico- a favor del envío de tropas que  … por primera vez la Argentina, ante esta oportunidad de sumarse a la creación de un instrumento apto, rápido y eficiente para el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, asume un papel activo y voluntario en un mundo que ya no admite, como tesitura externa, el aislamiento y la indiferencia. No entender esto, señor presidente, es no entender el mundo en que vivimos.

Al analizar la situación en el Golfo, consideraba que frente a la constitución de un sistema de seguridad colectiva posterior al desmembramiento de la URSS, el accionar de Saddam Hussein había amenazado dicho orden, y por lo tanto, la respuesta debía ser también colectiva. 

En consecuencia defendió abiertamente la decisión del envío de tropas y la política exterior del canciller Domingo Cavallo, cuestionando únicamente la falta de consulta al Poder Legislativo.



 EN CUANTO A LA “ADECUADA” INSERCIÓN DE LA ARGENTINA EN ESE CONTEXTO

Como dijimos, la política llevada a cabo por Carlos Saúl Menem y sus cancilleres Domingo Cavallo y Di Tella se distanciaría rápida y abruptamente de estos postulados. Ya en su primera reunión con Bush, el presidente Menem prometió respetar los compromisos de la deuda y mencionó su apoyo al “restablecimiento de la democracia” en Panamá. 

 Una elaborada concepción comenzó a regir las orientaciones en materia de política exterior del gobierno de Menem. Al interior del oficialismo, la discusión acerca de la inserción se enmarcó en los postulados del “realismo periférico” elaborados por Carlos Escudé. Sus principios básicos parten de la consideración de la Argentina como un país dependiente vulnerable y por lo tanto “poco relevante para los intereses vitales de las grandes potencias”53, y de acuerdo a esta consideración traza líneas de acción necesarias para la “inclusión” en el sistema internacional.

El ex canciller Guido Di Tella declaraba, con respecto a la prioridad en la agenda de los temas económicos: “La política exterior no es 90% de política y 10% de economía. No diría lo contrario, pero una proporción de más de la mitad está al servicio de la política económica”

 Aparece en la construcción ideológica una relación directa entre la política exterior “pragmática” y las políticas económicas de apertura y liberalización de la economía. Es notoria la coincidencia entre y este último planteo y las posiciones de los dos cancilleres del gobierno de Menem, Cavallo y Di Tella. La revitalización de la matriz de pensamiento conservador liberal argentino sirvió de discurso legitimador y fue fundamental para la instalación de la necesidad de reformas estructurales en la agenda estatal.

CONCLUSIONES

En primer lugar, los debates en el Parlamento fueron intensos ya que ponían en juego distintas concepciones sobre los cambios en el sistema internacional, sobre la posición internacional de la Argentina y sobre el estilo de la política exterior. Mientras algunos defendían las orientaciones del “realismo periférico” y el paradigma de “relaciones carnales” con los Estados Unidos como única potencia mundial, otros defendían el carácter multipolar del escenario internacional y oscilaban entre condenar el envío de tropas o lamentar la forma en la que se había producido, sin consulta al Legislativo y a los países del Grupo de Río. 

RESUMEN 

Este artículo estudia los debates parlamentarios respecto del envío de naves argentinas al Golfo Pérsico en 1990 y 1991, cuyos protagonistas fueron el Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical. Se propone analizar los argumentos que se utilizaron en dicho debate para comprender las distintas concepciones respecto de la inserción internacional argentina.

 Partiendo de un enfoque histórico, el objetivo es demostrar que, a pesar de las discusiones, esos debates no reflejaron una discusión profunda respecto de lo que se considera una inserción soberana, ya que como telón de fondo hubo amplias coincidencias entre ambos partidos, en especial respecto de la aplicación de las políticas neoliberales y de la apropiación del discurso que las legitimó. Palabras claves: debates parlamentarios – Golfo Pérsico- dirigencia política- inserción internacional – políticas neoliberal.

La administración del ex presidente Menem, y los funcionarios e ideólogos allegados hicieron propios no sólo los diagnósticos de los Estados Unidos, sino también su discurso legitimador de las intervenciones en países del Tercer Mundo. 

Líneas políticas dentro de la Unión Cívica Radical, también. Tanto el radicalismo como el justicialismo tienen una tradición ideológica en materia de política exterior. Para el justicialismo fue la formulación por parte de Juan Domingo Perón de la llamada Tercera Posición, mientras que en el caso del radicalismo esa tradición fue heredada de la influencia krausista en el pensamiento de Hipólito Yrigoyen, en particular de su idea de nación y de las relaciones de las naciones entre sí como libre asociación de autonomías. Sin embargo, hacia fines de la década de los ochenta, y en los noventa en especial, la dirigencia política argentina, proveniente tanto de un partido como de otro, adoptó –no sin conflictos y disputas- un marco ideológico “neoconservador”. 

Por esa razón, entre otras, radicalismo y justicialismo se vieron divididos y fracturados.





ACA SE AUTORIZO EL ENVIO, Y ENCIMA BUSCAN ALGUNA LEY, YA QUE ESTABAMOS EN EL MEDIO DE LA GUERRA.






SERA JUSTICIA












20/9/21

EL 25 DE SEPTIEMBRE 2021 SE CUMPLIRAN 30 AÑOS DE LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO




Las Fuerzas Armadas como Instrumento de la Política Exterior




VETERANOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE


LES CUENTO QUE NO SABIA QUE TITULO PONERLE A ESTE INCREIBLE ROMPECABEZA, Y COMO ME GUSTA INVESTIGAR Y TENER LO QUE REALMENTE SE DEBE CONOCER. HE INVETIGADO VARIOS DOCUMENTO DE DEFENSA, BOLETINES NAVALES, BOLETINES DEL CENTRO NAVAL, PUBLICACIONES NAVALES Y ME ENCUENTRO CON ESTO.

SI TIENEN UN TIEMPO SACARAN SUS PROPIAS CONCLUSIONES DEL POR QUE, DE LA DESPROLIGIDAD DE EX-PTE. MENEM -MARINA Y DEFENSA NO SOMOS VETERANOS DEL GOLFO PERSICO. HASTA ACA YO CREO QUE HE AGARRADO LA PUNTA DE LA MADEJA DEL POR QUE Y ES MAS NUNCA ME VOY A OLVIDAR


"DEL ALTE. MOLINA PICO QUE CUANDO REGRESAMOS NOS DIJO BIENVENIDOS DE LA ODISEA" (ERA CTE. FLOTA DE MAR)

ESAS PALABRAS SE ME GRABARON PARA SIEMPRE E AQUI SI LO LEEN VERAN QUE CARGOS TUVO ESTE SEÑOR QUE TENIENDO TODO A MANO NO SE COMUNICO CON LA PROPIA MARINA ...DEFENSA...PRESIDENTE ETC.



PARA DEJAR CLARO LA MISION DE LOS BUQUES QUE FUERON ENVIADOS AL GOLFO PERSICO. CLARO NO HAY DOCUMENTADO NADA A LA VISTA PERO EL QUE BUSCA ENCUENTRA HAY DOCUMENTOS PERO ENCAJONADOS Y NADIE QUIERE METER LOS DEDOS POR QUE LES QUEMA. SEÑORES HOY NO ESTARIAMOS BREGANDO, PIDIENDO,MENDIGANDO UNA LEY BUSCANDO QUIEN NOS DA UNA MANO PARA SER VETERANOS. 

"ES MAS FACIL DECIR " QUE FUE UNA AYUDA HUMANITARIA PARA EL MANTENIMIENTO DE LA PAZ Y COMO DEPENDIENTE DE LA ARMADA ARGENTINA" Y QUE EL MINISTERIO DE DEFENSA PIENSA QUE EN UNA "GUERRA" IBAMOS A ESO.



HASTA ACA HAY RESPONSABLES QUE LOS PONDRE CON FOTOS MAS ALLA QUE UNO MURIO....LO INCREIBLE DE ESTO QUE ESTE SEÑOR ALTE. DICE QUE FUIMOS A LA GUERRA LEAN Y SE DARAN CUENTA...LO ACOSARE HASTA QUE LA MUERTE ME SORPRENDA...SEÑORES A PETISIONAR A LOS LEGISLADORES NO NOS QUEDA OTRA.


“La tecnología está dominada por dos tipos de personas:
• Aquellos que entienden lo que no manejan.
 • Aquellos que manejan lo que no entienden”.
De las Leyes de Murphy.

Durante la presidencia del Dr. Menem, el país se hace presente con un contingente y medios relevantes en una misión de Naciones Unidas. Así, la Armada Argentina desplaza buques y personal en la Bahía de Fonseca (Honduras) en 1990 .



EX-PTE. CARLOS S. MENEM (F)

Por otro lado, a mediado del mismo año, nuevamente la Armada, materializa el uso del instrumento militar como expresión de la política exterior del País.

Mediante la intervención de un destructor y una corbeta en la Guerra del Golfo Pérsico.

Si bien las intervenciones en coaliciones militares internacionales no constituyen una misión de paz en los términos tradicionales, resultan relevantes de ser analizadas en este contexto, ya que junto a las misiones de paz son concurrentes el concepto de empleo del poder militar al servicio de la política exterior del país mediante la proyección de fuerzas en apoyo de los intereses y objetivos de la nación, satisfaciendo la necesidad de legitimación militar al imponer el cumplimiento de resoluciones de la ONU en resguardo de la paz en el primer caso y a la contribución a la paz y seguridad internacional como valor agregado, en el caso de las misiones de paz tradicionales mencionadas al principio.


Las premisas

El análisis se apoya básicamente sobre los objetivos establecidos inicialmente por la administración del Presidente Carlos Menem y, que han sido mantenidos tanto por la administración de Fernando De la Rúa como la de Eduardo Duhalde . Reinsertar la República Argentina en el contexto internacional, mediante la apertura al libre comercio y su realineación política con EE.UU.

Establecer una política de integración de las Fuerzas Armadas argentinas a la sociedad, mejorando la relación político-militar existente.

Responder a las necesidades de intervención en Misiones de Paz de Naciones Unidas mediante un firme compromiso y envolvimiento.

Adoptar y mantener como política de estado estas intervenciones en Misiones de Paz y/o coaliciones internacionales.

No se agotan en la participación militar y el cumplimiento de misiones afines.

Han ido expandiendo su rol a una amplia gama de tareas (ayuda humanitaria, asistencia de desplazados, supervisión de elecciones, asistencia sanitaria, etc.)

Una nueva visión nacional Durante el período de la Guerra Fría estas misiones estuvieron acotadas a misiones de observación o intervenciones limitadas de contingentes.

A partir de 1989 recobran vitalidad dando lugar a una nueva era de misiones de paz, caracterizada por la cooperación internacional y en la que el actor principal es la ONU.

Cabe destacar el papel de EE.UU., país que, si bien retiene la posibilidad de actuar unilateralmente en cualquier conflicto, impulsa la participación de la comunidad internacional en el compromiso con la paz y seguridad internacional.

Así, se abrió la oportunidad para la República Argentina en su proceso de reinserción en la escena internacional, cambiando el perfil aislacionista, errático y no alineado que la caracterizara.

Este cambio refleja una interpretación cabal acerca que la seguridad de la propia nación no está asegurada ni exenta de la influencia de conflictos, desarrollados en lugares distantes del planeta. En tal sentido, el Dr. Ricardo Lagorio – ex subsecretario de Política y Estrategia del Ministerio de ese tiempo en Defensa Argentino- describe las intervenciones: "fue una divisoria de aguas respecto de la materialización de la política exterior de la República Argentina".

La decisión de enviar los buques al Golfo fue una interpretación acerca de la nueva percepción del sistema internacional, de cómo pensar sobre los temas de seguridad internacional.

Por otro lado, las FF.AA. trataban de remontar el descrédito, consecuencia de pronunciamientos militares contra el orden democrático, y de la derrota de la Guerra por las Islas Malvinas.

La posibilidad de participar en estas misiones permitiría demostrar su adecuación y subordinación al orden democrático, materializar su apoyo a los objetivos de la Nación y recuperar su prestigio.


“Ser militar en la Argentina de hoy”.
Almirante Enrique Molina Pico (R)


ALTE.MOLINA PICO (R)

Escuela Naval Militar, medalla de oro; Escuela Politécnica 
Naval, medalla de oro; Escuela de Guerra Naval, medalla de oro. Esta repetición tan honrosa no concluyó en nuestra tierra, y siguió luego: curso superior de la Marina Italiana, medalla de oro; Escuela Superior de Guerra de Francia, primer puesto.

Después, la Armada llevó a Molina Pico a ocupar altos cargos
en el Estado Mayor, que lo formaron para tareas que exceden a lo meramente técnico, para ampliarse en campos políticos, administrativos y financieros.

Capacitado plenamente para representar a nuestra Marina de Guerra en el exterior, Molina Pico en 1990 se convirtió en Agregado Naval ante los Gobiernos de Estado Unidos y Canadá, donde debió mejorar las relaciones después de la campaña de Malvinas. No fue allí una figura decorativa: organizó la primera fuerza naval de las Naciones Unidas en el Caribe, incluyendo buques argentinos, y coordinó operativos de las fuerzas de nuestro país durante la guerra en el Golfo Pérsico.

           
ARA BROWN Y ARA SPIRO EN EL GOLFO PERSICO


Vuelto a la Argentina, entre 1991 y 93 resultó nombrado Comandante de la Flota de Mar, y al cabo de estas funciones recibió la importante designación de Comandante de Operaciones Navales.

Desde ella dirigió el patrullaje del espacio marítimo argentino,
deteniendo numerosos pesqueros pirata, alguno de los cuales no dejó de suscitar una crisis internacional; también coordinó operaciones con las Escuadras de otros países.

Ya como almirante, Enrique Molina Pico estaba sobradamente capacitado para resultar Jefe del Estado Mayor General de la Armada, función la más alta de la carrera, que desempeñó entre 1993 y 1996. Fue también un cargo que le permitió demostrar su capacidad organizativa y el impulso a nuevos emprendimientos.

En él mantuvo la capacidad operativa de la Marina de Guerra pese a la escasez financiera, y organizó las misiones de paz en Haití y Chipre. En lo administrativo se ocupó con éxito de reordenar los sistemas de comunicación, computación y contable, y el régimen de calificación y selección del personal, además de la obra social naval.

Puesto que este señor almirante no dejó de perfeccionarse
luego de pasar a retiro, por imperativo del reglamento.

Sintetizo:

Es Doctor en Ciencias de la Administración y Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de Belgrano; ingeniero en Mantenimiento de la Armada; cursó el Doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad Católica. Por si algo faltara, también cursó la carrera de Historia del Arte en la Universidad Nacional del Sur.



EX-MINISTRO DEFENSA HERMAN GONZALEZ (F)






EX-MINISTRO DE DEFENSA HUMBERTO ROMERO (F)

ACA LOS PROTAGONISTAS DE HECHO QUE NOS CAGO LA VIDA A MAS DE 470 HOMBRES DE GUERRA DEL GOLFO PERSICO.

17/9/21

INFORME CONFIRMA EXISTENCIA DE ENFERMEDAD DE LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO


Informe confirma existencia de enfermedad de la Guerra del Golfo.





By Andy Sullivan


WASHINGTON (Reuters) - Un informe difundido esta semana concluyó que el síndrome de la Guerra del Golfo es una enfermedad legítima que afecta a más de 175.000 veteranos de guerra de Estados Unidos que estuvieron expuestos a toxinas químicas en la contienda de 1991.

El reporte solicitado por el Congreso estadounidense podría ayudar a los veteranos que han estado luchando con el Gobierno por el tratamiento de una amplia gama de condiciones neurológicas inexplicables, que incluyen desde cáncer cerebral hasta esclerosis múltiple.

El Comité Asesor de Investigación sobre Enfermedades de los Veteranos de la Guerra del Golfo concluyó que la condición es una enfermedad física diferente de la “neurosis de guerra” que padecen los veteranos de otras contiendas. Algunos estudios previos habían señalado que se trataba de la misma dolencia.


“La evidencia científica no deja lugar a dudas de que la enfermedad de la Guerra del Golfo es una condición real con causas reales y consecuencias graves para los veteranos afectados”, indicó el comité, que ha estado evaluando el problema desde el 2002.

El comité, compuesto por científicos independientes y veteranos, dijo que el Congreso debería mejorar la financiación de las investigaciones sobre la salud de los combatientes de la Guerra del Golfo al menos a 60 millones de dólares anuales.

“Esta es una obligación nacional, especialmente urgente por la cantidad de años que los veteranos de la Guerra del Golfo han esperado por respuestas y asistencia”, señaló el comité.


El síndrome de la Guerra del Golfo afecta a al menos un cuarto de los 700.000 soldados estadounidenses que sirvieron en la contienda de 1991 que llevó al desalojo de Irak en Kuwait, lo que equivale a entre 175.000 y 210.000 veteranos en total, reveló el informe.

Muy pocos soldados han visto mejorar sus síntomas en los últimos 17 años, agregó el reporte.

Entre los síntomas se destacan jaquecas persistentes, dolor general, problemas cognitivos, fatiga inexplicable, erupciones en la piel, diarrea crónica y dificultades digestivas y respiratorias.


Reporte adicional de Ross Colvin; Editada en español por Ana Laura Mitidieri

UN MARINE ARGENTINO EN EL GOLFO PERSICO (LLAMADO EL GURKA) ALISTADO EN EL EJERCITO DE EE.UU



La increíble historia del “Gurka”, el camarógrafo de “ShowMatch” que batalló en la Guerra del Golfo

Gustavo Rodríguez fue parte del ejército estadounidense en los '90, antes de conocer a Marcelo Tinelli. Cómo llegó hasta allí, sus experiencias en combate, su reunión con Carlos Menem y el día que la hinchada de Boca coreó por él.


El 2 de agosto de 1990, día que las tropas iraquíes cruzaron la frontera de Kuwait, el porteño Gustavo Rodríguez llevaba un año y medio dentro del ejército de Estados Unidos. Ese día La 101st Airborne Division, división de asalto aéreo de élite a la cual pertenecía, se encontraba de guardia, lista para cualquier ataque.

Días después, el argentino estaría partiendo en un avión C-5 rumbo a Kuwait a combatir en la Guerra del Golfo.

Gustavo, ahora conocido como El Gurka, apodo impuesto por su amigo José María Listorti, recuerda en el bar ubicado al lado del gimnasio al que asiste todas las mañanas puntualmente a las 7 esos momentos de máxima tensión.

Luego le irá a comprar comida a su hurón, la mascota que lo acompaña hace seis años, y se tomará el colectivo de la línea 15 rumbo a los estudios Baires en Don Torcuato para realizar su tarea de camarógrafo en Corte y Confección: famosos, el ciclo de moda conducido por Andrea Politti en El Trece y producido por Marcelo Tinelli.



Gustavo Rodríguez, El Gurka, camarógrafo de "ShowMatch" y ex combatiente en la Guerra del Golfo. 

Una historia de película

Gustavo nació en 1965 en Argentina pero al año su familia, por la profesión de ingeniero civil de su padre, se mudó a España. Años después se trasladaron a Texas, Estados Unidos, donde hizo el colegio primario y parte del secundario; para regresar a la Argentina en plena adolescencia junto a su madre, Ana María Arregui, productora de espectáculos y programas de televisión.

Gracias a la ayuda de profesoras particulares que lo ayudaron a perfeccionar su español, terminó los estudios y a los 18 años -en 1983- debió hacer el servicio militar obligatorio. "En un año fui solo dos veces al polígono de tiro -cuenta Gustavo-. Una vez con una pistola y la otra con una ametralladora que se trabó y no pude tirar. En la colimba eras un sirviente, ibas a limpiar".

La instrucción la hizo en La Agrupación Albatros, fuerza de choque que se utilizaba para contener y reprimir las manifestaciones en el centro porteño. "Íbamos con el escudo y nada de experiencia a las marchas en el Obelisco. Y era una época complicada post Malvinas", recuerda.

Después probó un tiempo como trapecista en el circo Rodas hasta que le "agarró la loca" y se fue a Estados Unidos, donde lo esperaban su padre y hermano mayor. La excusa fue ir a estudiar biología marina. "Estuve un tiempo en un college en California. Pero ahí me di cuenta que no era lo mío y volvimos con mi hermano a Texas".

"Un mexicano loco ex combatiente de Vietnam, muy copado", así define al esposo de su tía que le empezó a meter fichas para que se enliste en el ejército. "Allá el ejército es un laburo. Si clasificás, desarrollás un trabajo. Firmás por un tiempo y después te podés volver a enlistar o no. El mínimo era tres años y medio. Me dio mucha manija hasta que dije ‘Voy a probar’", rememora.



La foto de ingreso de Gustavo Rodríguez al ejército estadounidense. Instagram @sgtgurka

En San Antonio hizo el test físico y de cultura general que lo ubicó en infantería. La instrucción fueron seis meses en el estado de Georgia. Gustavo apela a las películas bélicas como ejemplo para relatar la presión psicológica recibida por sus superiores. "Quieren que te vayas. Durante el primer mes de 800 se fueron 350. Después de ese tiempo la cosa cambia porque ya pasás a pertenecer al gobierno de Estados Unidos y es otra la responsabilidad".

-¿Pensaste en abandonar?

-No. Yo ya tenía la cabeza formada y algo de experiencia. Tenía 23 años. Había pendejos que sí lloraban toda la noche.

Nunca se había tirado en paracaídas, pero su futuro siguió en la escuela de paracaidismo. "Yo venía de seis meses de instrucción y estaba hecho un asesino en serie. Experto en tiro, granadas, armar y desarmar armas, en combatir en distintos terrenos…".

Hizo también la escuela de asalto aéreo y luego ingresó en la reconocida unidad 101st Airborne, que tiene en su escudo una Águila Americana que él lleva tatuada en la zona del omóplato derecho.


Gustavo Rodríguez y el tatuaje insignia de la división 101st Airborne. 


Hizo prácticas en Alemania, Italia y Panamá. "Era jugar a la guerra. Todos con equipos láser y chalecos con sensores. Pero llega un punto que decís 'basta, ahora quiero hacer algo de verdad'".

Sus vivencias en el Golfo

"Como verás en los noticieros, la cosa por aquí se pone cada vez peor, no sé qué va a pasar. Yo sigo entrenando, ya tengo las bolitas por el suelo. No se banca más. Bueno, paso a decirte: ¿Por qué no escribís, carajo? Desde que estoy aquí recibí una sola carta tuya. Ya sé que no sos un gran poeta, pero loco, un par de cartitas te podés mandar. Desde que estoy he recibido una tuya, dos de papá y tres de Diana (NdR: una novia que tenía en EE.UU.). Aquí hay gente que recibe dos por día y me da por las pelotas. No sé si habrás mandado más de una, pero sé que hubo un par de paquetes con cartas que se quemaron y no llegaron aquí".

Con fecha de 14 de septiembre de 1991, Gustavo le envió esta carta desde Arabia Saudita, cerca de la frontera con Irak, a su hermano Guillermo, que meses después publicó Clarín en una nota titulada "Un marine argentino en la línea de fuego". 

Allí, su madre lo define como "un grandote muy simpático y entrador" y cuenta que se enteró que lo habían destinado al conflicto en el Golfo -algo que le ocultaban- al reconocerlo por televisión en un informe en la CNN.



La historia de Gustavo Rodríguez en la edición de 20-1-91 en Clarín.

"Pasa que cada carta era un regalazo. Yo siempre fui positivo, pero a veces se hace difícil", dice ahora Gustavo al escuchar fragmentos de aquel mensaje y enseguida enumera la lista de dificultades con las que convivió más de siete meses: desierto con 50 grados de calor y la necesidad de acumular ropa para no perder la humedad del cuerpo, la latente amenaza de serpientes y escorpiones ("había uno chiquito verde flúor que era tremendo"), el frío extremo durante las noches, la arena todo el tiempo en boca y ojos, deshidratación... "Ya nos habíamos acostumbrado a ponernos nosotros solos el suero", describe.

El Año Nuevo de 1991 lo pasó toda la noche solo haciendo guardia. Y cuando comenzaron las misiones tirando proyectiles de los aviones que iban y venían constantemente no pudo dormir literalmente durante una semana. "La luz del fuego que salía, distinta al que volvía, y su sonido es algo que no me olvido más", se sincera.



El Gurka en la Guerra del Golfo.

El 5 de marzo de 1991 Gustavo cumplió 26 años y ese día derribaron el helicóptero UH- 68 ("el famoso halcón negro") en el que se transportaba, pese a que el alto al fuego ya estaba decretado. "Calculo que fue alguna ronda perdida de algún batallón aislado que no sabía del fin del conflicto. Capaz que no tenían comunicación. Vieron pasar el bicho y le tiraron".

Un disparo cortó la cola del helicóptero, que pudo aterrizar de forma controlada. En tierra armaron una formación de 360° a su alrededor y esperaron el ataque que finalmente no llegó.



Gustavo Rodríguez, con el ejercito estadounidense en la Guerra del Golfo.

"Al rato nos vinieron a rescatar. Pero igual ahí ya estaba totalmente curado de espanto. Ya las había vivido todas. Ya sabía cómo me reaccionaba el cuerpo y qué tenía que hacer. Porque al principio dudas de cómo vas a reaccionar, que tan fuerte sos psicológicamente. Podés estar bien físicamente, pero no es lo mismo correr un maratón que correr con ese calor, una mochila y con balas que van y vienen a tu alrededor".

En el avión de regreso a Estados Unidos tomó coraje y le preguntó a un superior el porqué de tantos castigos físicos y exigentes entrenamientos como reprimenda ante errores mínimos, como por ejemplo que la cantimplora no este apoyada en el ángulo solicitado.

"Un día estábamos en posición de descanso, entró un sargento, no se qué vio adentro de la carpa y nos sacó a todos. Estábamos en medio del cachengue y nos tuvo una hora saltando, haciendo flexiones... 'La concha de la lora'", suelta al recordar.


Gustavo Rodríguez posa en una plaza del barrio de Nuñez, cerca de su hogar. 


"Todo en el ejército tiene una explicación", le respondieron cuando él planteó su inquietud. Y escuchó: "Fácil, en esa hora me puteaste a mí y a toda mi familia, ¿no? Bueno, de esa forma te saque la cabeza de la guerra, pero no te saqué la adrenalina del cuerpo".

"Querido hermanito, ¿qué contursi? Como verás, yo sigo aquí firme al pie del cañón en este hermoso y distinguido país llamado Arabia Saudita y la remilputa madre que lo parió. He aquí que estamos entrenando al norte, cada vez más cerquita de Kuwait, desde el 18 de noviembre y volvemos a nuestra base el 18 de diciembre. Durante este entrenamiento hemos estado practicando pequeñas misiones con balas de verdusqui. Como verás la situación está cada vez más candente y nos estamos preparando un pedazo. Pase lo que pase, ponele la firma que vuelvo". 30 de noviembre de 1990.
En el Golfo aguantan los bosteros

En una de sus cartas, Gustavo le hizo un pedido a sus familiares: alfajores, cigarrillos, la camiseta de la Selección Argentina y la de Boca, el club de sus amores.

Desde a Argentina, su abuela y su madre aportaron dos docenas de alfajores Havanna y las remeras solicitadas. Y su hermano sumó los cigarrillos. Gustavo aún sonríe al recordar su alegría al recibir esa encomienda: "Lo de los alfajores fue tremendo, no lo esperaba".

El Gurka con la camiseta de Boca en la Guerra del Golfo.

La de Boca la transpiró más que nadie. La llevaba siempre puesta, abajo de todo su uniforme, siempre húmeda para soportar el calor. "Llevar la camiseta de Boca para mí era una fuente de energía".

Un día tomó su cámara y le pidió a un compañero que lo fotografíe luciendo la azul y amarilla junto a una impactante ametralladora. La imagen viajó a la Argentina, se hizo pública y tocó el corazón de los hinchas xeneizes, que lanzaron el canto: "Ya lo veo, ya lo veo, en el Golfo aguantan los bosteros".

En sus días de licencia tras la guerra, Gustavo viajó a la Argentina y visitó el histórico programa de Mirtha Legrand. Contó su experiencia y recibió dos invitaciones.



Gustavo Rodríguez y su visita al programa de Mirtha Legrand.

Una fue de Fernando Niembro, por entonces Secretario de Medios de la Presidencia de la Nación, que le organizó un encuentro con el presidente Carlos Saúl Menem, que había decidido la participación de Argentina como aliado de EE.UU. en el Golfo Pérsico.

Gustavo fue con el álbum de fotos personales. "Me preguntaba todo. Me acuerdo que tenía una reunión con representantes ferroviarios, que lo estaban esperando. Pero dijo que lo esperen y se quedó un rato largo viendo las fotos, le encantaban", recuerda sobre su encuentro con el entonces primer mandatario.



Gustavo Rodríguez en su visita a Carlos Menem.

La otra invitación fue de parte de Carlos Heller y Antonio Alegre, a cargo de la conducción de Boca, para presenciar en la Bombonera el Superclásico que posteriormente ganaría el xeneize por la mínima con gol de Diego Latorre. "Me presentaron por los parlantes y la hinchada empezó a cantar esa canción de que en el Golfo aguantan los bosteros. Yo me paré a saludar. Fue tremendo... Lo cuento y me vuelve la piel de gallina".

Un soldado de "VideoMatch"

Gustavo completó el año y meses que le quedaba de contrato con el ejército estadounidense y decidió regresar a la Argentina. Buscando trabajo, su madre le propuso entrar como sonidista en una productora audiovisual.

"En mi vida había hecho nada de eso. Ahí me preguntaron si también sabía hacer cámara y dije que sí. Me mandaron a hacer una nota. El asistente me vio tratando de armar el equipo y se dio cuenta que no tenía ni idea y me ayudó. Al mes y medio el dueño de la productora me mandó con (Marcelo) Tinelli, en el 94", resume sobre el momento que su vida cambió rotundamente y comenzó a viajar con Freddy Villareal, Diego Korol y Listorti para VideoMatch.



El Gurka junto a Lio Messi en una entrevista que realizó Marcelo Tinelli. 

"Había que estar siempre listo para ir a grabar. Un día sale una nota y José María, que sabía mi historia, me dice 'estás listo Gurka'. Y quedó el apodo", explica, detallando la historia de los guerreros de Nepal que sirvieron en el ejército británico.

-¿Es verdad que vos fuiste el responsable que la rivalidad entre Caiga Quien Caiga y VideoMatch no termine a las manos?

-Sí, esa anécdota la suele contar Andy (Kusnetzoff). Pasa que había mucha rivalidad. Andy hacía las preguntas rebuscadas, era un pibe que la tenía clara. Y Freddy con Figuretti era joder al entrevistado y tratar de aparecer de colado en alguna foto. Entonces le cagaba todas las notas a Andy. Por eso la pica. Una vez estábamos en el Rosedal de Palermo. Era un evento del político (Carlos) Ruckauf. 

En un momento empiezo a escuchar que se empiezan a pelear. Miro y lo veo a Freddy con el Chato Prada, que era el productor, contra ellos. Entonces salí corriendo y entré empujando a todos. Ahí se cortó todo. Andy cuenta que llegó el Gurka y se calmó todo, je. Yo venía de estar en la guerra hace poco. Realmente en esa época estaba salvaje. También la verdad es que aprovechaba el personaje.



El Gurka actualmente está a cargo del steadycam en los "Bailando". 


-¿Qué te quedó como enseñanza de tu paso por el ejército?

-La verdad que nunca me sirvió algo que aprendí en la guerra porque volví para ser camarógrafo y lo sigo siendo hace 30 años. Pero me dejó enseñanzas a nivel físico, espirituales, psicológicos. Tengo el conocimiento de cómo reacciona mi cabeza ante una presión psicológica extrema. Más allá de que me afecte o no me afecte, se hasta que punto lo puedo tolerar. Sé como puedo reaccionar ante una situación límite. Son cosas fuertes que te marcan.

-"Creo que lo pensaría dos veces", fue tu respuesta tras la Guerra del Golfo ante la pregunta si volverías a una guerra. Hoy, ¿repetirías una experiencia similar?

-Olvídate, ni loco. Ni boy scout. Mi vida cambió, es otra. Me queda la esencia, pero ya está. Fue una etapa de mi vida… pero no lo volvería a hacer ni en pedo.