7/1/19

“ZAFARRANCHO DE COMBATE”


Vivencias en primera persona de un veterano argentino de la guerra del Golfo Pérsico en 1991



 ARA BROWN
ARA SPIRO

Fue sin lugar a dudas una sorpresa inesperada y muy agradable, cuando hace unos meses tocan a mi departamento en Kensington para entregarme una encomienda postal que venía de muy lejos y con ella una carta (algo raro en estos días de internet). En un aceptable inglés, éste camarada hacía llegar sus experiencias y también sus inquietudes ante la dura lucha que siguen por el tan merecido reconocimiento que su gobierno les adeudan. Eran unas doce copias de páginas de un diario de un veterano argentino que participo en las operaciones del “Escudo del Desierto” y de la “Tormenta del Desierto” que tras haber leído nuestros artículos quería compartir algunas de sus experiencias en aquellas jornadas dándolas a conocer por nuestro medio.

Resultado de imagen para portaaviones midway
PORTAAVIONES “USS-Midway”

A continuación les dejo la traslación de aquella carta de un miembro del destructor argentino “ARA Alte Brown” que llamaremos “J.K.A” para que compartan sus vivencias en primera persona y que se resumen al mes de diciembre de 1990.


“A pesar de los veinticinco años que han pasado, quienes estuvimos involucrados en la guerra del Golfo Pérsico allá por 1991, no podemos olvidar todo lo que ello conllevo, abandonar nuestros hogares, nuestras familias para zarpar sin órdenes precisas y aquellas fatídicas jornadas navegando en forma constante durante meses en los navíos de guerra “ARA Alte. Brown” y la “ARA Spiro” de la agrupación T.88 que llevó el pabellón argentino para que flameara en aquellas extrañas aguas del Oriente Medio.


Ponerme a describir las actividades que cotidianamente se realizaban en las embarcaciones puede llegar a dormir al lector, pero no puedo dejar de recordar que en todo momento hasta que llegamos a dicho escenario, todos y cada uno en sus tareas teníamos que prepararnos para algo que, aunque rogábamos que no pasara, intuíamos que podría desencadenarse de un momento a otro sin que estuviéramos al tanto de la realidad de lo que ocurría a ciencia cierta en aquella zona.


En realidad nunca esperamos que las cosas llegaran a donde terminaron llegando; creíamos que las presiones que los americanos y toda la fuerza que habían reunido, incluyéndonos a nosotros, haría desistir a Iraq de abandonar aquel pequeño emirato petrolero que incluso, no sabíamos donde quedaba. Igualmente no tomaríamos conciencia en la que nos metimos hasta que no cruzamos el estrecho de Ormuz.


Acostumbrados a navegar en las aguas australes o a lo sumo en los cálidos mares del Brasil, no se podía dejar pasar esas grandes diferencias que cuando uno no las conoce solo dice, es algo similar a pero que en realidad cuando las comparas no se parece a nada conocido, y me refiero al calor. Nunca experimentamos un calor como el que vivimos ahí, era simplemente sofocante.


El mes de diciembre de 1990 fue realmente particular. Fue la previa para lo que se desataría el 16 de enero y una pequeña muestra de lo que se desplegaría en medio de una situación de alta confusión y muy poca información que entre otras consecuencias, desataría una crisis de nervios colectiva que pondría a prueba el carácter de cada uno de los que estábamos en esos barcos y cómo afectaría ello el desempeño en las tareas operativas.




A comienzos de ese mes entrabamos al golfo y nuestra primera impresión fue asombro no solo por el paisaje de esas aguas turquesa repletas de tiburones sino, por el tránsito marítimo incesante y las instalaciones portuarias árabes abarrotadas de embarcaciones que parecían ciudades flotantes. Sin saberlo, estábamos entrando a lo que más tarde sería el escenario de la guerra más cruenta de finales del siglo XX.


Solo como una pequeña muestra de lo que nos esperaba, se ordena que se pusieran a calibrar los cañones “Oto Melara” de 127 mm (si mi memoria no me falla) de las cubiertas y ejercicios de práctica de tiro para todo el mundo con las ametralladoras de 20mm. Si bien los primeros anduvieron espectacularmente, si hubiéramos dependido de las segundas habríamos estado en problemas.


Apenas entramos la radio informa nuestro primer destino, Emiratos Árabes Unidos. Era una visión espectacular pero por sobre todo era un alivio ya que muchos estábamos ansiosos de tocar tierra aunque más no fuera, para sentir suelo firme. Si no mal no recuerdo, llegamos en los primeros días de diciembre en momentos que se ventilaban noticias sobre una sublevación militar en pleno Buenos Aires, algo que se conoció masivamente por estos lugares como un reguero de pólvora.


Asimismo seguimos con nuestra rutina y a quien no le tocara guardia en esos momentos podía bajar para aunque más no fuese, a fumarse unos puchos y dar una vuelta por las dársenas del puerto de Sarjah. Una de las cosas que me acuerdo y que disipo los nervios que crecían a cada hora era la llegada del correo que traía el Sea Spray era sin dudas el momento que más esperábamos muchos. El resto del tiempo y quien podía aprovechaba la estancia y hacia “pacotilla”.


Otra cosa que me llamó la atención fue saber que había familias argentinas viviendo en Dubai y en el resto de la región de las cuales recibimos su atención y un inestimable apoyo moral. Solo se conoce esa extraña sensación cuando uno está muy lejos de su terruño y se potencia aun más cuando la incertidumbre flotaba en el aire. Pronto sabríamos o al menos tendríamos una idea de cuál sería nuestro rol en todo el espectáculo que se estaba montando.


El día 11 de ese diciembre las actividades comenzaron temprano. Los yanquis y australianos habían llegado con una fuerza de ataque liderada por el portaaviones “USS-Midway” y de solo verlo te daba cosa. Todo el mundo a sus puestos y a partir de ese momento, los nervios de los oficiales que ya estaban crispados, rompieron el techo de lo tolerable y volcaban su “cagazo” en una reunión con el jefe del “D-10” con los subalternos. Igualmente nosotros sabiendo muy bien cómo hacer nuestro trabajo, no tuvimos ningún problema al interactuar con los norteamericanos que además de buques enormes, portaban esos helicópteros que daba la impresión que pesaban diez toneladas.


Desde ese día todo fue ajuste y preparativos. El 13 se rompe la rutina y la actividad comenzó con todo. Nosotros con nuestros modestos recursos veíamos como desde el portaaviones “Midway” salían los F-4 Phantom y sobrevolaban sobre nosotros como parte de esos ejercicios para aceitar la coordinación entre todos los que participábamos. Impresionante era ver a esos gigantescos helicópteros “CH-53” y otros del tipo “Bell” como se suspendían sobre nuestras cubiertas para traslado de personal o dejarnos material informativo. Comunicaciones, maniobras navales y aéreas con nuestro helicóptero y acciones combinadas tuvo a mal traer a nuestros jefes; la tensión fue tal que podías verles llevar el culo entre las manos para no cagarse encima.
Fue si dudas una prueba de los yanquis para ver que tan capaces éramos.


Con el final del día, vino la calma y el ajetreo por fin termino. Quien pudo irse al catre lo hizo y quienes tuvimos que seguir arreglando algunas cosas no pudimos hacerlo hasta más tarde. A la altura del puerto de Fuyeirah nos cruzamos con el buque de servicio “USS-Walter S. Diehl” para reabastecimiento de combustible.


La rutina siguió y el 21 llegamos a Abu Dabi, donde seguimos trabando en los ajustes operativos y un día después llegan los yanquis y se estacionan junto a nosotros con el “USS-Midway”; simplemente impresionante. Las fiestas ya estaban ahí nomás y para cuando llego el 24, cayó piedra y nos honraron con su visita “Cohan, Romero y Oses” quienes se vinieron a sacar unas fotos con nosotros y a franelear con nuestros jefes mientras nos tuvimos que bancar a los “gallegos” que habían atracado con un destructor atracado cerca de nosotros, donde desde temprano sonó música, luces y mucho alcohol.


Para el 27 llegan los técnicos con los repuestos de la base Espora para los helicópteros “Alouette” que llevábamos en los hangares y a verificar al que se había accidentado. Con los repuestos llegaron cartas y encomiendas con algunos videos para ver a nuestras familias. Para todo esto, el ánimo era excelente. Los quince días interminables que vendrían de aquel enero de 1991, marcaría el ascenso de las tensiones y el nerviosismo que no discriminaba entre norteamericanos, australianos, canadienses o italianos”.

buque EE.UU intruso enel mar negro


USS Fort McHenry al Mar Negro


El gobierno de la 'madre Rusia' condenó la acción bélica del gobierno estadounidense


El gobierno de Rusia condenó el ingreso del buque de desembarco estadunidense USS Fort McHenry en el Mar Negro, a través del estrecho de los Dardanelos, que según datos de rastreo marítimo se produjo a las 18:08 GMT del domingo, informaron medios locales.


El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, condenó que la acción, coordinada entre Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), mantiene un nivel de actividad cerca de las fronteras rusas "sin precedentes desde los días de la Guerra Fría".


La Sexta Flota de Estados Unidos afirmó en un comunicado que el barco de asalto anfibio, que forma parte del grupo 22 de expedición, realizará operaciones conjuntas con socios de la OTAN "para promover la seguridad y estabilidad en Europa".


Lisa Franchetti, comandante de la flota, indicó que "el tránsito del USS Fort McHenry al Mar Negro reitera nuestra determinación colectiva para la seguridad en esa zona y fortalece nuestras estrechas relaciones con los aliados de la OTAN y socios en la región".




CTE. DE LA FLOTA, Lisa Franchetti

A mediados de diciembre pasado, el enviado especial de Estados Unidos a Ucrania, Kurt Volker, declaró que su país debería considerar la posibilidad de aumentar su presencia en el Mar Negro.


En respuesta, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, comentó que el papel del enviado estadunidense no es para nada pacificador.


Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las relaciones entre Rusia y Estados Unidos han sido afectadas por una "provocación" de las autoridades ucranianas en el estrecho de Kerch, en referencia al ingreso de naves ucranianas a aguas que Rusia reivindica en torno a la península de Crimea.




El transporte marítimo en los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, que unen al Mediterráneo con el Mar Negro, está regulado por el Convenio de Montreux de 1936.

En tiempos de paz, los Estados ribereños del Mar Negro tienen derecho a pasar buques de guerra por esos estrechos, previa notificación a las autoridades turcas.

Para los países que no tienen costas en el Mar Negro hay una serie de restricciones, y Turquía puede cerrar el estrecho sólo en caso de guerra, y para todas las partes en conflicto.

6/1/19

EL PELIGRO DE PARTICIPAR DE LA GEOPOLITICA AJENA

VETERANOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE

Riesgos y consecuencias de una posible nueva intervención argentina en el Golfo Pérsico





No ha pasado mucho tiempo desde que las alarmas de un posible ataque a Irán, sonaban indiscretamente por varios portales alternativos de noticias. Los argumentos oficiales para esta empresa era “el peligro que representa para el mundo”. Pero detrás de todas esas maniobras discursivas y la tan acostumbrada propaganda cargada de malicia e islamofobia, hay y siguen existiendo intereses geopolíticos bien definidos.


Era allá por el año 2007 cuando una noticia impactante pasaba desapercibida en los medios informativos occidentales y ni que hablar de los argentinos. El 6 de septiembre de ese año una flotilla de ataque israelí incursionó sobre territorio sirio y destruyó las instalaciones de una planta nuclear que habría sido entregada por Corea del Norte. A pesar de que el hecho no fue reconocido oficialmente ni por Damasco ni por Tel Aviv, los cierto era que fue citado por la ex Secretaria de Estado norteamericano Condolleza Rice en un cable diplomático que fue filtrado por “Wikileaks”.


En ese mismo cable, Rice reconocía el derecho de Israel para realizar esta acción que se asemejaba a la realizada en 1980 contra el reactor iraquí de Osirak que destruyó las aspiraciones de un desarrollo atómico propio.


Además de dejar en claro que para Tel Aviv la ley internacional no les comprende y que están más allá de ella, sirvió para marcar el contexto en el que se produjo este golpe contra la soberanía siria. Estaba claro que se trataba de un precalentamiento para llevar adelante una operación más ambiciosa y mucho más riesgosa como era –y siguen ambicionando en Tel Aviv- atacar a Irán.


Desde mediados del 2009 que Israel había venido presionando por todos los medios posibles, para que EEUU se involucre en un ataque sobre la república Islámica. Acciones criminales y terroristas como fueron los asesinatos de científicos nucleares a manos del Mossad, fueron solo una parte de las tácticas de las que Tel Aviv estaba dispuesta a usar para cumplir con sus planes. Las ambiciones por desarmar a Irán señalan un claro plan geopolítico que a su vez, abriría paso a llegar al plan culmine: destruir la capacidad nuclear de Pakistán.
Los esfuerzos políticos por justificar una agresión contra la República Islámica no escatimaron en recursos y en argumentos que iban desde los más abstractos a los más infantiles como los vistos con Benjamín Netanyahu presentando ante el foro de Naciones Unidas, unas caricaturas de cómo entendía a Irán como un peligro no para Israel, sino para el mundo.


Las presiones sobre la Casa Blanca tampoco se detuvieron y la administración de Barak Obama no estuvo exenta de improperios y hasta de amenazas por parte de los sectores más duros del sionismo norteamericanos. Y en cierta medida estos sectores y los que se representaban en los Lobbies judíos como AIPAC, se sentían decepcionados o mejor dicho traicionados por las promesas incumplidas que aquel mismo Obama, había hecho en la tribuna de aquel Lobbie por el 2008.


Pero AIPAC y sus socios parecían haber olvidado que Barak Obama es el presidente de todo EEUU y no de la comunidad judía o en el peor de los casos, de Israel. Pero incluso la culpa tampoco era de los representantes de estos grupos de presión, dado que se había vuelto una costumbre que se vieran con “derechos” –mucho más calificados- a reclamar por estos intereses sectoriales, dado que aportan suculentas sumas de dinero para apoyar las campañas de los presidenciales; después de todo, los predecesores en la Casa Blanca siempre han estado presionados a ligarse a estos compromisos no escritos.


Sobre esas bases y con la influencia que ejercen en el Congreso estadounidense, Tel Aviv ha intentado infructuosamente involucrar a EEUU en una agresión contra Irán sobre la base de meras “sospechas” y no de informes certeros con pruebas objetivas, que señalasen de que se estuvieran desarrollando armas con capacidad nuclear, las cuales Israel desarrolla desde fines de la década de los sesentas en el siglo pasado.

Algunos trascendidos contemporáneos a aquel ataque sobre territorio sirio, hablaban de que se buscaba la cooperación de varios países para que esas acciones se extendieran sobre Irán. Entre los solicitados estaba Argentina, quien apelando a las continuas acusaciones que se vertían desde Tel Aviv y Washington sobre Teherán de haber sido el autor del ataque contra la Embajada de Israel y la AMIA, el gobierno argentino tendría algo así como “un deber moral” de cooperar con los recursos que estuvieren a su alcance.


Pero pese a que en la Casa Blanca estaba el entusiasta George W. Bush y su gabinete decididamente pro-israelí, la viabilidad de acompañar a la aspiración de Tel Aviv por atacar a Irán era algo para nada conveniente para Washington. La difícil situación de EEUU en Iraq y Afganistán, la creciente animosidad del público estadounidense por una guerra que había quedado estancada, hacía inaceptable que se provocara una escalada que muy seguramente repercutiría en contra de lo que, especialmente estaba sucediendo en Iraq. La seguridad de sus tropas ya estaba severamente comprometida y con un plan como el propuesto por Israel, simplemente se agravaría.


Pero esas no eran las verdaderas consideraciones que frenaron a Washington; la situación de Irán y el control estratégico que ejerce sobre el estrecho de Ormuz, lo convierte en un enemigo que no conviene despertar. Estas consideraciones estrictamente estratégicas se veían agravadas por los riesgos que una operación como la gestada por los israelíes, podía acarrear a su flota y a los intereses de las compañías petroleras que cotizan en Wall Street.


Desde el punto de vista militar, EEUU tenía mucho que perder, mientras que Israel una vez concretada la misión, sus aviones volverían a su base a varios cientos de millas del lugar.


A las posibles represalias sobre la base naval en Bahrein, los estadounidenses y sus socios árabes del golfo no estaban dispuestos a volver a vivir aquellas jornadas de inseguridad para sus buques tanque, que durante la guerra entre Irán-Iraq, se vieron repetidamente agredidos causando pérdidas multimillonarias en crudo vertido al mar o quemado por los ataques de aviones o lanchas suicidas.


Otra consideración muy puntual, era el renovado y más potente sistema de misiles costeros desarrollados por Irán y que, con un estrecho tan peligroso como el de Ormuz además de dificultar la salida, podrían cerrarlo muy fácilmente.


Con esta decepción de último momento para un Israel que no estaba acostumbrado a un no de Washington, además de la furia en Tel Aviv causó como el efecto dominó, una seguidilla de negativas para involucrarse en una aventura como la propuesta. En el caso del gobierno de Néstor Kirchner, pese a su aparente posición de independencia política, estaba presionado para que Irán fuera señalado judicialmente como el responsable de los ataques en Buenos Aires y en esa línea se le habría pedido que colaborase con una participación militar que se desarrollaría a la sombra de la legalidad internacional.


Esta circunstancialidad adversa a los planes de Tel Aviv, ayudo a que cancelaran momentáneamente sus aspiraciones de atacar a la república islámica.


En ese sentido, el gobierno argentino advirtiendo los grandes peligros que rodeaban acompañar o al menos cooperar con los planes que proponía Tel Aviv y considerando que EEUU se había abierto de estos planes, La Casa Rosada decidió mantenerse al margen y no involucrarse en una situación para la cual no estaba –y no sigue estando- preparada.


Por un solo momento, pensemos lo que hubiera involucrado cooperar con semejantes planes. Primero, al no existir una autorización legal que se materializan por medio de resoluciones –bastante discutidas- del Consejo de seguridad, encontraba el escollo de aunque más no fue, de una muy discutida legalidad. Una actitud como esa, impulsada desde sectores extranjeros, hubiera roto el histórico respeto que nuestra nación ha reconocido a las soberanías de todas las naciones del mundo.


Segundo, si Argentina se prestaba a estos planes, ¿con qué recursos participaría? Su situación en el área de la defensa simplemente se podía catalogar como desesperante. A diferencia de la participación de las unidades navales en la campaña bélica conocida como “Tormenta del Desierto” entre 1990 y 1991, las circunstancias geopolíticas eran bastante cambiantes y la situación en la región se mostraba en una creciente inestabilidad. Enviar personal militar –de haberse concretado esta agresión- hubiera representado un sacrificio muy difícil de justificar y ajeno a los intereses nacionales; y una inexplicable carga política para el futuro del país.




Y por último, si hubieran condiciones tecnológicas y materiales –hoy inexistentes- para que la Armada se hiciera presente en una nueva operación en aquel mismo teatro, los potenciales peligros que rodearon a las operaciones “ALFIL 1” y que fueron muy reales, en la actualidad y por las características geográficas de las extensas costas iraníes, los nuevos y letales sistemas de misiles anti buque que Irán despliega generosamente, especialmente en la boca del estrecho, aquellos peligros dejarían de ser tales para convertirse en un hecho concreto. Hoy por hoy, un solo misil, puede aniquilar a una fragata evadiendo todos los sistemas de contramedidas que en el pasado podían –y con la ayuda de la suerte- desviar al misil de su trayectoria.

LA NUEVA Y VERDADERA FASE


Como la intervención rusa puede frustrar definitivamente los planes de EEUU y de Israel para destruir a Siria



La situación en Siria había venido siendo desesperante sin haber encontrado en los organismos internacionales, la ayuda real y necesaria para combatir a esa entelequia que se conoce como “Estado Islámico”. Y ha sido suficiente para el pueblo sirio, que a la ignominia de Naciones Unidas y las impostadas posturas de Washington, deben soportar que día con día esos grupos de mercenarios, reciban descaradamente la ayuda externa otorgada por los mismos que dicen combatirles.


Era cuestión de tiempo para que Moscú tomara una determinación clara en el asunto. Luego de la ponencia de Vladimir Putin ante la Asamblea de Naciones Unidas, dejó bien en claro que Rusia estaba con los que están contra el terrorismo y los que únicos en Siria que lo combaten, es el gobierno y sus Fuerzas armadas.


Sin más rodeos, el Congreso ruso había venido estudiando la propuesta del ejecutivo para que fuerzas militares rusas se involucren en la lucha abierta contra los grupos que están asolando al país árabe, todo ello como parte de un interés vital para la Federación de cortar inmediatamente con una amenaza que se está buscando extrapolar a sus regiones.


Solo faltaba la requisitoria oficial del gobierno sirio, para que los asesores rusos puedan ingresar legalmente y colaborar con el gobierno en las diversas áreas que hagan al combate contra organizaciones como “Jabbat Al Nusrah”, “Al Qaeda” y por supuesto el “ISIS”. Tal como lo dejó en claro el mandatario ruso, la intervención de su país se haría dentro del estricto marco de la ley internacional con lo cual, oficializado el pedido desde Damasco, Moscú puso en marcha los mecanismos para agilizar los aprestos para concretar el comienzo de las operaciones conjuntas. Con ello, se deja a la vista una diferencia superlativa con las acciones que EEUU y sus aliados –especialmente el Reino Unido- quienes sin permiso y obrando en la clandestinidad, sin dar cuenta de a quienes y a cuantos mataba, además de bombardear instalaciones en territorio nacional, cometen graves crímenes contra la población civil.


Sin medias tintas y yendo a la médula del problema, Vladimir Putin y su gabinete dejaron bien en claro las diferencias existentes entre la intervención que se preparaba para desplegar en Siria y la que habían venido llevando a cabo estadounidenses y sus aliados; y la diferencia puntual y crucial era que ellos lo hacían fuera de la ley internacional.


Según se ha informado desde el Kremlin, el senado ha autorizado el despliegue de aviones de combate en Siria para concretar operaciones contra blancos de los grupos armados y que estarán coordinados con las fuerzas árabes sirias y aliados regionales –como Hezbolla- marcando otra de las grandes diferencias que se pueden hallar entre las acciones de la Coalición encabezada por EEUU que desde hace ya un año ha venido bombardeando con criticable éxito a estos grupos.


Precisamente en este marco, Washington ve con clara inquietud el despliegue de una fuerza aérea rusa dado que ya no será posible operar con la dudosa selectividad y la impunidad con la que sus aviones habían venido atacando blancos que no estaban dentro del rango de los mercenarios. Era por esto que desde el Pentágono el Secretario de Defensa estadounidense Ashton Carter, ordenaba a sus mandos establecer canales comunicación con el comando militar ruso en Siria. Se había denunciado muy seguido, que los aviones estadounidenses y británicos han atacado posiciones del ejército árabe sirio, instalaciones petroleras del estado, gasoductos y otros puntos de interés económico que solo dañan a la república Siria.


Tal como lo anunció el jefe de la Administración del Kremlin Sergüei Ivanov, la participación de Rusia será exclusivamente aérea y no se contempla accionar con fuerzas terrestres dado que ello es imposible. Las precisiones de Ivanov parecían señalar el grado de peligrosidad que representa la región donde se hallan los mercenarios, encuadrándola casi como una situación de “infestación” territorial. Y esta definición no es para nada errada. Según los informes de inteligencia que los mismos rusos habían venido realizando sobre la situación en las zonas donde operan los grupos mercenarios, colocar hombres en el terreno representaba una situación que no era recomendable.


Pero la evaluación de los rusos no se basa en especulaciones o acusada a temores por la integridad de sus soldados o miedo a enfrentar los peligros de un campo de batalla; éstos además de tener duros entrenamientos en todo tiempo, cuentan con la experiencia sobre lo que es combatir en los escenarios más duros que cualquiera pudiera haber conocido. Entre líneas, sus informes dejaban en claro que si sus hombres ingresaban a la lucha terrestre muy seguramente se cruzarían con invitados no previstos como eran los SAS británicos, los “Rangers” americanos e incluso a los mismos israelíes.




Lo cierto es que con este comunicado oficial, Rusia confirmaba su participación en exclusiva ayuda al gobierno sirio, sin dar detalles sobre el tiempo y las características estratégicas de las operaciones a realizar.


Sin lugar a dudas, la entrada en juego de los aviones rusos MIG-31, MIG-29 y SUKHOI-25, marcaría una determinante ventaja para los combatientes sirios en tierra y darán una protección letal contra los muy bien equipados “pseudo-yijadistas” que entre otras armas, cuentan con los sofisticas misiles anti tanque “TOW 2” y misiles aire aire “STINGER”.

“INCURSIÓN SOBRE CHARLIE 1”


VETERANOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE


Como en todas las guerras, hay miles de anécdotas que nunca fueron conocidas por ser experiencias personales. La guerra del Golfo Pérsico está plagada de vivencias que debieron ser silenciadas por décadas. Aquí la vivencia en primera persona de un veterano británico,





Cuando realizábamos incursiones negras sobre el noreste del Golfo, solíamos pasar por encima o por debajo de las dotaciones navales que estaban llevando adelante los muchachos de otros operativos que respaldaban las operaciones principales de la Coalición Aliada en el Teatro de Kuwait. Esto no estuvo exento de peligros y no solo por la actuación de los iraquíes que demostraron una amplia imaginación para tratar de frenar las acciones navales o de los iraníes que habían reforzado sus armas navales en toda la costa y observaban con atención todos los movimientos de la flota de la Coalición.


En aquellos momentos la posición de varios de estos grupos de tareas era un secreto, incluso nosotros los S.B.S. que estábamos del mismo lado, no teníamos idea de que ellos ignoraban que nosotros estarían allí; y a su vez ellos tampoco tenían la menor idea de que nosotros estaríamos pasando furtivamente bajo sus narices. Esta historia sucedió a finales del mes de enero de 1991 cuando la campaña aérea sobre Kuwait arreciaba y habían surgido informes de inteligencia de que los iraquíes estaban preparando junto a grupos aliados, un golpe mortal sobre las líneas marítimas de aprovisionamiento siendo uno de los blancos principales el flanco este, cercano a las islas “Abu Musa” y “Kundra” en disputa por los Emiratos Árabes con Irán donde aparentemente operaban células respaldas por Bagdad.


Según pudimos saber los aviones EA-6B que habían estado realizando vuelos de observación, habían detectado actividades hostiles en una zona que no debía tener ese tipo de actividad. El escudriñamiento de los AWACS estadounidenses era dificultoso por el peligro de que el barrido electrónico irritara a los iraníes quienes podrían girarse a favor de Bagdad creando un dilema estratégico imposible de resolver. Nosotros mismos no estábamos muy seguros a quiénes respondían los “ayatolas”, pero con el pasar del tiempo nos dimos cuenta que nosotros nunca fuimos de su predilección.


Recuerdo que la atmosfera era irrespirable. El olor a quemado que traía el viento desde Kuwait parecía impregnarlo todo. La tensión y el miedo se podía tocar con la mano y no era para menos; según algunos rumores que nuestros comandantes no querían confirmar, los iraquíes ya a esas alturas nos habían rociado con varios pesticidas y agentes químicos y que había en los hospitales de campaña varios infantes de marina de la Marina Real y algunos pilotos con síntomas de envenenamiento.


A pesar de que nos surtieron de los equipos reglamentarios NBQ (Nuclear, Biológico y Químico) muchos murmuraban que “Saddam tenía unas cuantas armas secretas que traspasaba cualquier traje”. Un tiempo después de la guerra caí en cuentas de que esos rumores los habían plantado con mucho ingenio los mismos mandos aliados, tal vez con la intensión de explicar las incalculables bajas que sufriríamos por el uso de armas químicas iraquíes o incluso, las que usarían nuestras fuerzas.


Lo cierto era que estábamos en acción. Nos habían trasladado desde “Al Jubail” hasta el HMS “Exeter” que se hallaba operando al norte de la zona de operaciones de las dotaciones canadienses y australianas. En uno de nuestros “Super Puma” a eso de la 1:20 de la madrugada, salió y volamos muy bajo sobre las oscuras aguas del golfo pasando desapercibidos por los radares de los buques aliados que estaban patrullando en cercanías de la ruta de aprovisionamiento. Las ordenes eran claras: “Nadie sabe de qué estamos aquí”. La operación tenía un objetivo central que se revelaría en vuelo y no podíamos salirnos de la rutina. Si nos detectaban nuestros amigos abrirían fuego y nosotros no tendríamos como repelerlo.


Había que ingresar y reconocer una porción de la costa iraní a la altura del paralelo 50 en cercanías de “Bandar Al Kangan”, un área muy comprometida y posiblemente vigilada por la Guardia Revolucionaria.
Según reportes de inteligencia, los “Fedayines” de Saddam se habían instalado en ese sector para realizar algún ataque sobre las líneas de aprovisionamiento ¿Cómo lo harían? No teníamos idea. Solo había algunas especulaciones sobre las tácticas que podrían usar. Igualmente de hallar el supuesto campamento desde donde se lanzaban misiones de siembra de minas y sabotaje, había que eliminarlo con la mayor discreción posible.
Como fuese debíamos evadir tanto a los nuestros como a los otros (fueran iraquíes o iraníes). Era una verdadera locura pero para eso nos empleaban, después de todo siempre supe y estuve consciente que este trabajo era así y nos volvía elementos meramente dispensables para nuestro gobierno.




El área marítima por donde debíamos cruzar se denominaba “Charlie”, una denominación en código que los estadounidenses impusieron a los buques y artefactos que operaban en la zona centro norte del Golfo como retaguardia de la primera línea naval y protegiendo la ruta de abastecimiento naval que entraba por Ormuz.


En aquella madrugada estuvimos al filo del desastre. Cuando pasamos por debajo de las líneas del radar de los destructores y corbetas aliadas, al parecer nuestros jefes no contaban con que algunos de nuestros “amigos” habían sido nuestros rivales y eran más despiertos que otros de nuestros amigos. Me refiero a la Task Force de los argentinos que estaba operando en esa zona justo en momentos que debíamos pasar. En un momento determinado el copiloto nos alertó por el intercomunicador diciendo: “Silencio! Fuera luces y todos mudos”.
Un destructor se apareció a solo 3 millas de nuestra puerta izquierda y el maldito apenas era visible por algunas luces de cubierta. Contuvimos la respiración y más de uno tuvo retorcijones en su estómago y es que a esa distancia con un simple cañón automático y con solo una ráfaga precisa hubiéramos sido historia. Apenas llegamos al punto de desembarco “Ronnie” quien era nuestro jefe de grupo nos susurró “ese era el Almirante Brown de la maldita marina argentina!” Ronnie tenía las emociones a flor de piel y tenía motivos para ello ya que él había sido parte de la fracasada operación de infiltración realizada en 1982 durante la guerra, sobre una base aérea argentina en cercanías de Comodoro Rivadavia. Visto tiempo después y en las charlas de Pubs con mis amigos, esto parecía una maldita pésima broma del destino.


SBS Commands in Falkland War 1982



Tras montarnos en el bote y llegar sigilosamente a la costa, comenzaría la misión. Lo cierto fue que tras llegar al punto cero a un par de kilómetros del objetivo y tras comprobar que no había más que una instalación petrolera abandonada en la que habían colocado un “radio faro”, nos sentimos como unos estúpidos y debimos volver para lo cual teníamos que salir cuanto antes de allí, e internarnos en el mar a la espera en silencio y antes que saliera el sol que nos recogiera el helicóptero. Siempre pensé que se había tratado de una jugarreta de los iraquíes que quisieron involucrar a sus vecinos iraníes a su favor.


Como fuese, ya estábamos mojados y con los oídos llenos de arena, así “Que demonios!” me dije, esto es lo que me gusta de este negocio. Cuando oímos que llegaba el helicóptero nos preparamos para la salida y en ese momento todos estábamos indefensos ante cualquier armas automática en las proximidades. Mientras se posaba a unos metros sobre nuestras cabezas y bajaba la escalerilla, “Scot” uno de mis compañeros me jala del hombro para señalarme que había movimiento de luces en la cosa y parecían moverse presurosas hacia donde habíamos estado. Un minuto de más podía ser la diferencia entre la vida y la muerte así que subimos tan rápido que perdimos gran parte del equipo que llevábamos. Ya en vuelo y teniendo que mantener el mismo sigilo con el que llegamos, debíamos pasar por la zona “Charlie” con la esperanza de no hallar a nadie en las inmediaciones.


Gracias al cielo los argentinos estaban lejos y con nuestros lentes Nigth-scope de noche pudimos ver la popa del destructor Brown girando suave a unas 5 millas de nosotros. A veces me pregunto si alguien arriba de ese buque noto nuestra presencia.

5/1/19

EE.UU ESTA EN RIESGO; IRÁN LLEVARÍA TROPAS AL "PATIO TRASERO PARA ATACAR ...



La imagen puede contener: cielo, océano, exterior y agua



Las tropas de Irán, podrían estar 4 meses a partir de Marzo en el "patio trasero" de Estados Unidos.

Nueva amenaza vigila a Estados Unidos, pues Irán, enviará buques de guerra al océano Atlántico a partir de Marzo de este año.


La decisión fue tomada con la intención de motivar a la República Islámica para contrarrestar lo que se considera como una presencia naval agresiva.

La operación iniciaría en marzo y se estima que las tropas iranís, duren por lo menos 4 meses.

"El océano Atlántico está lejos y la operación de la flotilla naval iraní podría tomar cinco meses", dijo el contralmirante Touraj Hassani.


Además dijo que el nuevo destructor Sahand, sería uno de los tantos buques de Irán que participaría en la flotilla.

Sahand, está equipado con cañones antiaéreos y anti buques, misiles-tierra y tierra-aire.

Un funcionario de Irán, dijo que el mes pasado, la Marina de dicho país, podría navegar en el Atlántico, muy cerca de las aguas de Estados Unidos.

La Marina de Irán, ha extendido su alcance en los últimos años, pues han enviado embarcaciones en el océano Índico y el golfo de Adén, con el fin de proteger a sus barcos de piratas somalíes.

Se prevé que Irán, también envíe buques de guerra a Venezuela para una misión.


4/1/19

Croacia le da a Israel una fecha límite para definir la venta de cazas F-16


Croacia le da a Israel una fecha límite para definir la venta de cazas F-16


Croacia el jueves instó a Israel a superar un raro desacuerdo con los Estados Unidos y confirmar si puede llevar a cabo un acuerdo para vender 12 cazas de combate F-16 usados, y agregó que de lo contrario se anulará la compra.



El Ministerio de Defensa de Croacia dijo que necesita una respuesta de Israel para el 11 de enero.

El tentativo acuerdo de $ 500 millones para comprar los cazas de combate Barak F-16 de Israel se realizó en marzo del año pasado, en espera de la aprobación de los Estados Unidos, que permitiría a Israel vender los cazas de fabricación estadounidense a un tercero. El acuerdo se metió en problemas después de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos insinuara que Israel necesita quitar las mejoras que se agregaron después de que Israel compró los aviones a los Estados Unidos hace unos 30 años.

Israel ha mejorado los aviones con sofisticados sistemas electrónicos y de radar, lo cual fue crucial en la decisión de Croacia de comprar los aviones a Israel en lugar de a los Estados Unidos.

“Si los cazas no están de acuerdo con lo que hemos acordado, el acuerdo no se llevará a cabo y tendremos otra oferta de compra”, dijo el presidente del parlamento de Croacia, Gordan Jandrokovic.


Las relaciones entre la administración de Trump e Israel han sido muy estrechas, particularmente en temas de defensa. Pero la venta de las aeronavez a Croacia parece ser uno de los raros desacuerdos entre los dos países. No fueron superados incluso después de una reunión entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo y el primer ministro Benjamin Netanyahu, el martes en Brasil, según los medios israelíes.

“Esperamos posiciones definitivas y claras tanto de Israel como de Estados Unidos sobre este tema y luego tomaremos una decisión final”, dijo el Primer Ministro croata, Andrej Plenkovic.

El acuerdo es la compra militar más grande de Croacia desde que se separó de la federación yugoslava en la guerra de 1991-95.



Croacia, miembro de la OTAN, se enfrenta a una mini carrera armamentista con el aliado ruso Serbia, que recientemente recibió seis cazas de combate MiG-29 rusos.


QUINCE FIRMAS OCCIDENTALES SE INTERESAN POR LOS SUBMARINOS TAIWANESES






https://www.infodefensa.com/mundo/2019/01/04/noticia-quince-firmas-occidentales-interesan-submarinos-taiwaneses.html

“AMBICIONES NEO COLONIALES”


Comienzan a salir a la luz algunos objetivos que se persiguieron con el Brexit y el alcance de los mismos ¿Qué medidas deberán adoptar los gobiernos de la región ante esta nueva amenaza transcontinental?












Cuando los británicos eligieron salirse la Unión Europea con el Brexit, muchos ingenuos se creyeron que se trataba de una decisión fincada en principios de autode- terminación y propiciados por el interés en el mejoramiento de los intereses económicos británicos con respecto a sus socios de la Comunidad. Muchos y en especial los medios trataron de no denominar al proceso como una demostración de “nacionalismo” inglés. Pero para varios expertos este proceso importara un desastre para Gran Bretaña y eso es algo que Londres sabe que sucederá sino comienza a encontrar formas de financiar su nueva política y para ello debe volver a las políticas filibusteras de “ir por algo y tomarlo”.


Esto viene a cuento de los planes que pronto se pondrán en marcha para que Gran Bretaña incremente sus bases en el extranjero teniendo como uno de sus puntos seleccionados a Latinoamérica. La noticia no puede sino despertar la atención en la región y en particular al Caribe, donde existen los gobiernos que aún resisten los embates de la política exterior de Washington. No es una casualidad que los británicos hayan previsto pretender ampliar su influencia al mejor estilo del viejo imperio británico en momentos que se han reactivado las tensiones geopolíticas con la Federación rusa por el asunto del significativo incremento potencial en sus sistemas de misiles estratégicos.


Sin dudas que uno de los principales objetivos es el de cercar a Venezuela donde se halla una importante plaza estratégica de la Federación rusa y a disposición de China. En este sentido no es casual que el Secretario de Defensa británico Gavin Williamson afirmara que existe una necesidad de su país de retomar el lugar de un importante actor internacional, teniendo como miras a conseguir dichos fines, la de entrar en las Islas de Monserrat o Guayana.


Este tipo de planes debiera alarmar a los organismos regionales como la OEA, a los internacionales y en especial a la ONU que supuestamente brega por la paz y el respeto de la ley internacional ¿Acaso a Gran Bretaña –lo mismo que a EEUU e Israel- no le caben las generales de la ley? Y es que este tipo de empresas poco o nada tienen de democráticas y altruistas. Si se confiesa la intensión de instalar nuevas bases militares en lugares fuera de las fronteras de un país, está claro que lo será contra la voluntad de algún otro. La experiencia cercana enseña cuales son los medios y las consecuencias del actuar de Gran Bretaña y sus colegas estadounidenses cuando se embarcan en campañas para aumentar su influencia en una determinada región.


Pero ¿Cuál ha sido la reacción de los gobiernos de la región? Bien y como era de esperar, tras el cambio de polo en la ideología que actualmente ocupa el poder en la mayor parte de los gobiernos del continente –en especial de Sud América y el Caribe-, parquedad y hasta una completa pasividad en las acciones que ya vienen desarrollando los británicos en la región. Miremos sino lo que sucede en el Atlántico sur y en el extremo del continente entre Punta Arenas y Tierra del Fuego. El casi absoluto monopolio de la actividad de control y cobro de canones por la navegación a cargo de los británicos, es pasmoso. El gobierno argentino parece haber renunciado no solo a la soberanía sobre las islas Malvinas, Sandwiches y Georgias, sino también sobre las aguas jurisdiccionales del sur.


A esta muy desventajosa posición argentina con un vecino con apetitos expansionistas como Chile (aliado de Londres), hay que sumar el providencial ascenso del gobierno derechista de Bolsonaro en Brasil quien es un aliado incondicional de las posiciones políticas de EEUU y por ende de los británicos. En este sentido para Londres el momento no podía ser más propicio y no lo dejaran pasar de largo. Con estos gobiernos en sintonía con la ideología anglosajona, los británicos no dudaran en poner en marcha una acelerada movilización de recursos para establecer nuevos puntos estratégicos con el objetivo de ir estrechando el control sobre Rusia y China aunque ello no afecte mucho a estos dos grandes actores mundiales.


Sin dudas de que este renacido neocolonialismo que se inauguró en el norte de África con las operaciones de la OTAN lanzadas contra Libia allá en 2010, busca más bien presionar y condicionar a las naciones latinoamericanas que se vean dentro del radio de influencia de sus bases militares, tal cual podemos verlo con el caso de la Argentina bajo una ilegal ocupación de su Atlántico sur.


Más allá que la prensa regional y en especial la de Argentina se muestra acostumbradamente silenciosa ante estos hechos, la población argentina está bastante informada de lo que está sucediendo y pese a que se haya acuciada por una interminable crisis económica, no pierden de vista que hay un proceso de cooptación total de su soberanía y que de no comenzar a tomar medidas activas para contrarestarlo, el futuro de sus hijos será muy duro.


Una de las áreas en donde comenzó un proceso de mayor cooptación es en las FFAA y de seguridad, con la preparación y adoctrinamiento de los nuevos cuadros de oficiales a cargo de instructores, teóricos y asesores tanto de EEUU como de Israel, socios íntimos de Gran Bretaña. Este proceso no solo tiene esta parte meramente pasiva, sino que incluye una faz activa en la cual se verán actos violentos y presuntos atentados tendientes a consolidar un Status Quo de miedo y desconfianza que haga imprescindibles los asesoramientos de estos expertos extranjeros. Además se busca reforzar los conocimientos de doctrina que son adquiridos en las aulas de los liceos argentinos y de las academias a cargo del Pentágono.


Según algunas fuentes extraoficiales informan por estas horas de que el gobierno argentino ha propuesto el desarrollo de un plan de creación de cuerpos de reservistas como forma de contribución a la calamitosa situación defensiva y a los fines de crear una situación intermedia entre los soldados profesionales y los conscriptos comprometiendo a los ciudadanos que se presten voluntariamente a servir en armas. Aunque el proyecto pareciera muy benéfico para la política de la defensa, hay en él una notable desventaja estratégica que no se quiere mostrar y ello es, la desactivación paulatina de las diversas ramas de la defensa (Armada, Fuerza Aérea y Tierra) y la doctrina que se impartirá a los reservistas, estará nutrida de los manuales estadounidenses e israelíes. Para quienes no vean una dificultad en este programa propuesto, deben mirar a las experiencias contemporáneas vistas en otras latitudes y comprobar que, quitándole a un país su potencia de fuego (tanques, aviones y misiles) será fácilmente doblegada ya que milicianos de a pie simplemente serán aplastados por la aviación y las fuerzas mecanizadas enemigas.


Sin lugar a dudas de que estos planes vienen adunados con las ambiciones británicas que ya están en movimiento y que en el caso argentino, con seguridad ya tienen fecha de ejecución.


Por lo pronto, Gran Bretaña tiene asegurada su plaza en el Atlántico sur y es muy posible que ante estos nuevos planes de expansión y aprovechando la tolerada pasividad del gobierno macrista (vista con el incidente “ARA San Juan”), pretenda insertarse en el norte argentino, junto a sus socios estadounidenses e israelíes, quienes operan con total libertad autorizados por el actual gobierno nacional y tolerado por los gobernadores de las provincias donde se hallan.