14/4/17

“CON PENAS Y SIN GLORIAS”



VETERANOS DE AYER, HOY Y DE SIEMPRE


Como es volver de una guerra y no ser reconocido por el estado a que se sirvió
Por Dany Smith


ARA Brown de regreso en 1991

Sentados en un café de la ciudad de Buenos Aires, ahí nomas del famoso obelisco, en una tarde lluviosa de marzo cuatro viejos camaradas nos encontramos como por casualidad y casi por un hecho fortuito, cada uno de un país diferente, que formaron parte de aquella vieja contienda en el Golfo Pérsico que ya está por cumplir tres décadas. Alguno podría creer que no hay nada de causal en esto y en realidad es posible que así sea. Encontrarnos un canadiense, un argentino, un yanqui y un servidor del Reino Unido en la misma avenida “9 de Julio” llama mucho la atención ¿no lo cree usted?


Lo cierto es que en realidad es tan así. Tom H. y Jack G. son miembros de la editorial sobre temas militares y actualidad política “veteranstoday” (http://www.veteranstoday.com/ ), estaban en Buenos Aires en parte de recreo y en otra parte de recopilación de información sobre la situación militar de la región y las aparentes compras que ha realizado el gobierno argentino a EEUU.


Un servidor había venido a investigar y buscar información sobre la guerra de Malvinas, como parte de un proyecto para armar un libro documental sobre la verdad ocurrida en aquella oportunidad, especialmente sobre las operaciones del S.A.S. y el S.B.S. . En eso me encontré con un camarada de la Armada argentina que sirvió en la guerra del golfo en el destructor “Almirante Brown” y me sirvió de guía en la ciudad capital a donde me condujo a la biblioteca nacional donde pude acceder a muy buenas referencias históricas. Lo primero que le pregunte fue ¿Cómo va la lucha por el reconocimiento de tu gobierno para contigo y tus camaradas? A lo que respondió con su gesticuladora cara “No me preguntes che”. Llovía copiosamente y el momento se prestaba para un buen café en un lugar tranquilo.


Saliendo de la biblioteca del Congreso que se ubica frente al Capitolio, y tratando de protegernos de la lluvia no vimos a dos tipos que pasaban justo por la puerta y nos dimos de bruces contra ellos lo que desató un rosario de insultos en inglés y en castellano de mi camarada, que fueron respondidos por disculpas y consideraciones en inglés de aquellos tipos. Se veían realmente consternados por el accidente y tan pronto paso el ardor de los nervios caímos en cuentas –y ellos obviamente también- de que hablábamos el mismo idioma. Terminamos riendo y por sugerencia de uno de ellos, fuimos a tomarnos un café no muy lejos de allí.


Medalla a Veteranos de EEUU 1991



A las resultas todos éramos viejos lobos de mar, salvo Jack H. que había estado en Vietnam como piloto de helicóptero y se retiro de la fuerza en 1984 un año después de lo de Granada y desde allí dedicado a la temática de la defensa activa de los derechos de los veteranos. Tanto Tom H., Jorge G. y yo estuvimos embarcados durante las operaciones de Escudo y Tormenta del desierto. Por suerte para nuestro anfitrión hablábamos un castellano aceptable aunque también Jorge tiene un inglés nada despreciable por ello no fue difícil intercambiar vivencias.


Durante la charla fue inevitable no tocar el tema de los veteranos argentinos que habían estado con Jorge en el Golfo. Allí y para asombro de los oídos de los yanquis, les comento que desde que habían regresado de aquella misión los sucedáneos gobiernos no habían hecho nada por reconocerles sus derechos, el primero de ellos a su condición de veteranos y luego todos los derechos compensatorios que acompañan a ese reconocimiento. Jack fue el más extrañado y hasta casi molesto por esa situación que contaba nuestro anfitrión a quien le dijo “amigo, deben unirse y reclamar con algún bufete de abogados”; a nosotros nos ocurrió, a mis camaradas que vinieron les sucedió lo mismo y a tipos como a Tom que estuvo en el “USS Worden” cuando llegaron a puerto les dieron una condecoración, un apretón de manos y las consecuencias que trajeron dentro de sus cerebros y sus organismos (contaminación química y radiactiva) pasaron por arriba y ¡Buena suerte!


Allí fue que Jorge le dijo, que la situación aquí era mucho más precaria ya que ni siquiera se les había dado el mero reconocimiento oficial y legal de haber estado en operaciones de guerra, a lo que tanto Jack como Tom con cara de enojo soltaron su característico insulto “What Motherfuckers man!!!! Tras esto, Jack repuso “¿Ni siquiera están cobrando compensaciones por sus actividades?, es increíble”. Fue allí que Tom se interpuso y dijo “Ni preguntar sobre enfermedades producto de la contaminación a la que estuvimos expuestos, ¿no?” Porque creo ya debes saber que estuvimos en medio de un ambiente con una polución extremadamente contaminante y fue recién por estudios de tipos como Howard Urnovitz, que descubrimos que muchos muchachos que habían regresado y mostraban problemas de cáncer y leucemias atípicas tenían alterados sus cromosomas (ARN).


Aproveche el momento para recordarles a mis camaradas yanquis que en Gran Bretaña todavía teníamos miles de casos de veteranos de 1991 que aun estaban luchando para que el gobierno de su Real Majestad, reconociera los derechos a una compensación suplementaria que ayudara económicamente a los afectados por los efectos nefastos de la contaminación venenosa tanto de armas químicas usadas por los iraquíes como de los gases desprendidos del uso masivo de bombas con cabeza de Uranio empobrecido usadas en las municiones estadounidenses y de la llamada “lluvia negra” tras los incendios de los pozos petroleros de Kuwait.


Igualmente tanto Jack como Tom insistieron que tenían que tomar la iniciativa legal organizándose con asesoramiento, actividad intensa de abogados y médicos que se comprometan con la causa de cada hombre y mujer afectados. Ellos deben comenzar con pedidos de examinaciones médicas para determinar el estado de cada colega y con eso dan inicio a sus reclamaciones con asociaciones como la VLG liderada por el abogado Mark Lippman y su equipo, que les guíen en el largo camino que va a representar reclamar al gobierno.


Tal como lo señalaba Jack, su gobierno busca continuamente ocultar los resultados terribles de lo que viene luego de una guerra que se ven con las incapacidades físicas, psíquicas y hasta espirituales que muchos sufren causando no solamente un desastre personal sino también crisis familiares sin remedio que jamás tendrán cobertura periodística. Esto sucedió también con los veteranos de golfo hasta 1996 cuando tras presiones de todo nosotros, logramos que se realizaran investigaciones e informes que tras continuas pulseadas con el gobierno federal, llevaron a determinar una ley de discapacidad para hombres y mujeres que habían estado allí.


Después de unas dos horas y media de charla y de anécdotas, nos levantamos de la mesa y salimos para que éstos dos yanquis por su lado, Jorge y yo por el nuestro nos despidiéramos hasta alguna otra oportunidad sin dejarle de recordar a nuestro camarada argentino, que no deben abandonar una lucha que aun no han empezado.

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS CENTRO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO Y POLÍTICA INTERNACIONAL GEOPOLÍTICA DEL PETRÓLEO

VETERANOS DE AYER, HOY Y DE SIEMPRE




Guerra del Golfo Pérsico

1. INTEGRANTES: BARRIENTOS, MARIEUDIS. PÉREZ, NAJIDA. UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS CENTRO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO Y POLÍTICA INTERNACIONAL GEOPOLÍTICA DEL PETRÓLEO

      2. UBICACIÓN TEMPORAL Y ESPACIAL UBICACIÓN • Zona del Golfo Pérsico FECHA • Del  
      2 de agosto de 1990, hasta el 28 de febrero de 1991. COALICIÓN • Kuwait, Estados Unidos,
      Reino Unido, Liga Árabe, Arabia Saudita, Egipto, Siria, Marruecos, Catar, Omán, Emiratos
      Árabes Unidos, Francia, Dinamarca, Bélgica, Pakistán, Canadá, Australia, Nueva Zelanda,
      España, Italia, Bangladés, Níger, Argentina, Polonia, Checoslovaquia, Grecia, Corea del Sur,
      Hungría, Noruega.

3. EL GOLFO PÉRSICO • El recurso casi exclusivo del Golfo es el petróleo. • Los países que lo conforman concentran las dos terceras partes de las reservas de petróleo del mundo. • Principal proveedor de petróleo mundialmente.

4. ANTECEDENTES DE LA GUERRA • Tanto Irak como Kuwait formaban parte del Imperio Otomano. • Colaboración entre Irak y Kuwait en la guerra Irán-Irak 1980-1988. • Tras la guerra contra Irán, Irak vio su economía fuertemente afectada.

5. ANTECEDENTES DE LA GUERRA El 18 de julio de 1990 el gobierno de Irak envía una carta a la Liga Árabe donde expone serias acusaciones contra Kuwait:

1) Que Kuwait violó las cuotas topes de producción petrolera y de vender el crudo a 14 dólares, en lugar de los 18 dólares el barril, fijados por la OPEP.

2) El pago de indemnización, debido a que Irak lo acusaba de haber bombeado, desde 1980, petróleo por valor de unos 2.400 millones de dólares en sus yacimientos de la región de Ar Rumailch, cerca de la frontera no delimitada.

 3) Haber construido instalaciones militares en territorio iraquí, sin su permiso.

4) Solucionar el diferendo territorial sin concesiones.

6. CAUSAS DE LA GUERRA

1) La demanda histórica de Irán sobre el territorio de Kuwait.

2) La negativa de Kuwait de abandonar las explotaciones petroleras en dos islas próximas al campo de Rumalia.

3) La rotunda negativa por parte de Kuwait sobre condonar la deuda a Irak tras la guerra en la región contra Irán.

4) La violación por parte de Kuwait del límite de producción petrolera establecida por la OPEP afectando los precios del petróleo llevándolos a la baja.

7. TRASFONDO DE LA GUERRA IRAK • Acción EE.UU • Acción • Invasión a Kuwait • Operación Tormenta del Desierto

8. DESARROLLO DE LA GUERRA

       9. ETAPA PREVIA A LA GUERRA • Saddam Hussein comenzó el 15 de Julio de 1990 a enviar
          Fuerzas de la Guardia Republicana al sur de Basora, en la zona próxima a la frontera con  
          Kuwait. •

        En fecha 16 de julio de 1990, el mandatario Iraquí se reunió con la embajadora de los Estados   
        Unidos, April Glaspie, y volvió a repetir que no tenía intenciones de lanzar ninguna invasión.  
        En fecha 24 de Julio de 1990 el presidente Saddam Hussein se reunió con el presidente
        Egipcio Hosni Mubarak en representación de la Liga Árabe, asegurado que no tenía
        Intenciones de invadir Kuwait.

            10. INICIO DE LA GUERRA • El 2 de agosto de 1990, el mandatario Iraquí decide     
                  Invadir Kuwait. • El ejército de Kuwait fue rápidamente vencido por las tropas   
                  Iraquíes.  Como consecuencia de esta invasión, diversos turistas occidentales fueron   
                  Cogidos como rehenes. • Las tropas iraquíes tomaron el control de los medios.
  
                  Por todos lados surgieron grupos de resistencia armada liderados por oficiales del
                  Ejército kuwaití. • Como consecuencia de esta Invasión, el Emir Gobernador del
                  Estado de Kuwait, Alaa Hussein Alí huyo del país hacia Arabia Saudita.


             11. REACCIÓN INTERNACIONAL 1.- Ante la preocupante invasión, el Consejo de
                  Seguridad de las Naciones Unidas condeno este acto a través de distintas
                  Resoluciones, como lo fueron: • La Resolución Nª 660, de fecha 02 de agosto de  
                 1990. La cual exigía la inmediata retirada de las tropas invasoras. • La Resolución  
                  Nª 661 solicitó un embargo económico a Irak, afectado al mercado internacional.  
                  La Resolución Nª 678 que legitimaba el uso de la fuerza por la Coalición y  
                  Establecía el 15 de enero de 1991 como fecha límite para que Irak abandonase sus  
                  Posiciones en Kuwait.

12. REACCIÓN INTERNACIONAL

      2.- Como respuesta a estos sucesos, el 16 de enero de 1991 una coalición internacional   
          De 31 países liderada por Estados Unidos y bajo mandato de la ONU, inició una  
          Campaña militar con el fin de obligar al ejército invasor a replegarse de Kuwait,
          atendiendo a la resolución Nº 660 de la ONU, la cual condenaba el ataque e invasión  
          Iraquí.

      3.- El presidente de Irak rechazó las medidas tomadas por el Consejo de Seguridad de la      
           ONU y se reúne con el Secretario James Baker del estado norteamericano y el Ministro  
           Tariq Aziz de relaciones exteriores de Irak, sin lograr compromiso alguno, amenazando
           El mandatario iraquí con arremeter contra Israel si no se retrataban del ultimátum
           Impuesta por la ONU.

     4.-Tras todas las reuniones diplomáticas que se trataron con el presidente de Irak a   
         Retirarse de Kuwait y no obtener una solución además cumpliéndose la fecha   
         Establecida por el Consejo de Seguridad de la ONU, para que Irak abandonase sus  
         Posiciones en  Kuwait sin que cumpliera este ultimátum la ONU deciden activar la
         Segunda etapa de contra ataque la cual se llamó Operación Tormenta del Desierto.

14. PRIMERA ETAPA DE LA GUERRA OPERACIÓN ESCUDO DEL DESIERTO

15. ESCUDO DEL DESIERTO u Esta etapa fue la fase inicial de la respuesta de los países aliados. u Fue nombrada por los norteamericanos como “El proceso del reforzamiento de las defensas de Arabia Saudita”, que fue atacada por Irak, cuando miembros de Kuwait huyeron al país vecino.  Esta fase comenzó inmediatamente de la invasión a Kuwait el 2 de agosto de 1990 y termino el 16 de enero de 1991. Su finalidad era proteger a Arabia Saudita de una posible ofensiva Iraquí.  El presidente de los Estados Unidos de América declaro la emisión de tropas norteamericanas y armamento, acción que siguieron otros países aliados.

16. SEGUNDA ETAPA DE LA GUERRA OPERACIÓN TORMENTA DEL DESIERTO

17. OPERACIÓN TORMENTA DEL DESIERTO u EL 16 de enero de 1991, día después de la fecha límite fijada por la ONU, para el abandono de las fuerzas armadas iraquíes de Kuwait, la coalición internacional, liderada por Estados Unidos de América, inicio ataques aéreos y terrestres, liderado por el norteamericano General N. Schwarzkopf .La Coalición consiguió reunir 680.000 Soldados. u Aviones no tripulados fueron enviados al espacio aéreo Iraquí.

18. OPERACIÓN TORMENTA DEL DESIERTO En esta segunda etapa de contraataque, diseñó un plan compuesto de 4 fases para la Operación Tormenta del Desierto, era una operación ofensiva para recuperar Kuwait, la cual estaba compuesta de las siguientes operaciones: •Bombardeo estratégico de objetivos prioritarios. Obtención de la superioridad aérea.  Bombardeo de las posiciones iraquíes. Batalla terrestre y total destrucción de las divisiones de la Guardia. La Guerra duro varias semanas, en las que se arrojaron cerca de 600.000 toneladas de bombas en Irak y Kuwait. La guerra culmino el 28 de febrero de 1991, con sanciones hacia el país de Irak y sin obtener el objetivo por el cual el presidente Saddam Hussein invadió a Kuwait.

19. CONSECUENCIAS DE LA GUERRA

20. CONSECUENCIAS POLÍTICAS DE LA GUERRA •

Con el cese de la guerra Irak debió devolver a Kuwait todas las propiedades confiscadas, el retorno y liberación de todas las personas detenidas durante la guerra. •Saddam Hussein debió aceptar todas las condiciones impuestas por la ONU, entre ellas restricciones que quedaron reflejadas en la Resolución 687 del Consejo de Seguridad de la ONU el día 3 de abril de 1991.

Irak se vio en la obligación de ratificar todas las convenciones y protocolos relativos a la prohibición de almacenar armas no convencionales, tuvo que aceptar la supervisión internacional y la destrucción de estas armas. •Kuwait recupero su autonomía y su Emirato, regresando su Emir que estaba refugiado en Arabia Saudita. El triunfo de la ONU y de los Estados Unidos de América, estableció un nuevo orden mundial, imponiendo a USA como la principal potencia mundial hasta nuestros momentos.

21. CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA GUERRA •La crisis económica y social que tuvo que vivir el pueblo de Irak por el gasto que hicieron en el uso de aviones, buques, carros y armas de guerra. • La ONU aplico a Irak un embargo económico fuerte. •Irak se obligó a pagar a Kuwait alrededor de 75 billones de dólares para cubrir los gastos de los daños causados. •La destrucción de la red de transporte.
La destrucción de las telecomunicaciones y las industrias. •El programa de “Petroleó por Alimento”, en la que Irak acepto las condiciones del Consejo de Seguridad de la ONU comprometiéndose a exportar cantidades limitadas de petróleo, a cambio de destinar las divisas para la compra de alimentos y medicinas y pagar las reparaciones de guerra derivadas de su invasión a Kuwait.

22. CONSECUENCIAS SOCIALES DE LA GUERRA •La muerte de un millón de personas, de las cuales la mitad eran niños menores de 5 años. •Estados Unidos de América sufrió un gran número de bajas de soldados. •Hubo alrededor de 378 víctimas mortales y 1000 heridos en el combate. •Según estadísticas iraquíes durante el enfrentamiento fueron asesinados más de 3 mil ciudadanos iraquíes inocentes.


23. CONCLUSIONES: FUE UNA GUERRA

11/4/17

GUERRA DEL GOLFO PERSICO

VETERNOS DE AYER DE HOY Y DE SIEMPRE




Mas claro imposible, acá se trata de todo, bien contado por especialistas en Derecho y Política Internacional. y las dos Resoluciones clara de la ONU que ordeno la Guerra.

Publicado el 13 de feb. de 2017


“CUESTIONES SEMÁNTICAS”




"VETERANOS DE AYER HOY Y DE SIEMPRE"

 USS Wisconsin 1991

Alouette III embarcado en el Golfo, 1991 buque EE.UU
Buque de Primeros Auxilio



Consecuencias de la guerra y Pozos de Petroleo prendidos



La ruta de la muerte. 
Miles de iraquíes asesinados en su retirada



Según un análisis desde el punto de vista jurídico sobre la participación argentina en la guerra del Golfo no deja lugar a dudas sobre la naturaleza de su misión

En realidad nadie puede decir lo que allí sucedió sino solo quienes fueron protagonistas directos de la guerra. Esto ante las continuas manipulaciones e inexactas informaciones que dan cuenta de las acciones que llevaron a cabo las dos naves de la fuerza de tareas T.88.0 compuesta por el destructor “ARA Alte Brown” y la corbeta “ARA Spiro”, actores principales y testigos directos de lo que fue aquella guerra a miles de kilómetros de su patria que muchos continúan erróneamente denominando “operaciones de paz”.

Contextualicemos la intervención de esta “fuerza de combate”. Primeramente veremos que lo que desató la crisis en el golfo fue la invasión de Iraq sobre el vecino Kuwait, cuestión que no nos avocaremos a analizar como lo hemos hecho anteriormente. En ese mismo instante el mundo estaba cambiando. El equilibrio geoestratégico de la bipolaridad existente entre EEUU y la Europa de oeste y la URSS se había roto con la disgregación de éste último.

El gobierno argentino al tener conocimiento de dicho evento, no tardo en expresar su apoyo irrestricto a Washington y recién después adherir a los supuestos mandatos de Naciones Unidas. En ese sentido el gobierno de Carlos Saúl Menem vio la oportunidad de colgarse de uno de los episodios con trascendencia internacional que catapultaría a su gobierno a los altos niveles de la política internacional y que a su vez, lo pondría a la vista de la Casa Blanca.

De este modo podemos ver como los acontecimientos se desarrollaban por dos carriles políticos diferentes. Uno iba por la preocupación de la ONU expresada con la resolución 660 del 2 de agosto de 1990, mediante la cual condena a Iraq por la invasión y ocupación de Kuwait y unos días después, el 6 de agosto la resolución 661 que estableció un embargo económico sobre la república árabe de Iraq siendo para la Casa Rosada, motivos suficientes para argumentar su intervención. El otro carril iba por la vía de los preparativos netamente militares y los cuales estaban liderados por los EEUU, preparativos que no estuvieron exentos de ciertas curiosidades que los historiadores militares –especialmente norteamericanos- tratan de obviar.

Desde el punto de vista jurídico, las resoluciones de Naciones Unidas no son vinculantes por lo cual, no tenían fuerza para “obligar” a la Argentina a intervenir. Por otra parte y como veremos, nunca hubo un mandato para el establecimiento de paz.

Sin meternos en asuntos políticos y centrándonos en la mera cuestión operativa de las unidades argentinas, vamos a esclarecer algunos puntos oscuros que han sido aprovechados para confundir a los legos en la materia y en especial con lo que tiene que ver con el derecho internacional.

Mucho antes de que Naciones Unidas tratara en profundidad lo que había desatado la crisis en el Golfo Pérsico, Washington ya había desplegado una fuerza militar a Arabia Saudita y gestionaba tratativas con Ankara para utilizar su país para desplegar tropas norteamericanas en la frontera norte de Iraq. La familia real saudita llamó a Washington urgente notificando lo que pasaba y como respuesta el mismo presidente estadounidense George H. Bush y su general del estado mayor Collin Powell fueron transportados inmediatamente a Arabia Saudita en las horas posteriores al 2 de agosto.

En ese mismo momento, en Washington (el 2 de agosto de 1990) se hallaba una comitiva del Ministerio de defensa encabezada por Humberto Antonio Romero quienes por estos motivos, no pudieron ser recibidos por el mismo presidente Bush debiendo contentarse con el recibimiento del vice Dan Quayle quien estaba a cargo del Consejo Nacional de Seguridad. Igualmente el momento fue oportuno para que –consultas telefónicas mediante- se le expresara a Washington que “la Argentina colaboraría con lo indispensable en esta crisis”, recibiendo el agradecimiento de Quayle y que luego serían reforzadas con misivas personales del mismo Menem dirigidas a su par George H. Bush.

A partir de ese momento y sin que Naciones Unidas ni el Consejo de Seguridad se expidieran sobre algún “mandato” de cómo se procedería en este caso, el gobierno argentino se puso a la par de los procedimientos que Washington estaba impulsando por su propio carril sin interesarle si aquellos órganos internacionales se expedirían por legalizar una intervención bajo la bandera de Naciones Unidas. Recordemos que George H. Bush utilizó el incidente para justificar una escalada alegando que “Iraq había agredido a un país vecino”, “que había violentado la ley internacional” y una serie de argumentos que le sirvieron para ordenar la creación de una Coalición militar sin el aval de Naciones Unidas.

Importante también tener en cuenta, que los comandantes a cargo de la “Coalición” y del Comando de operaciones que se monto en la capital saudita y en Darham estuvo compuesto por oficiales de alta graduación dirigidos por una plana de generales y almirantes norteamericanos quienes a su vez estaban liderados por el general del ejército de los EEUU Norman Schwarzkcopf; comando al que se subordinaría luego el grupo de tareas “ALFIL I”.

Al mismo tiempo y calcando la posición norteamericana, el 16 de septiembre Menem alega que “Argentina enviará tropas al golfo sin ningún tipo de consulta” y agregó que sus decisión estaba justificada “si el objetivo perseguido es consolidar la paz”. El 18 de septiembre tras haber comprometido su colaboración a Washington, alego públicamente que se enviaría una fuerza “para restablecer la paz y evitar una tragedia de imprevisibles consecuencias en la zona del conflicto”. Un día después el mismo Menem reconoce que el gobierno kuwaití le requirió unilateralmente –y obviamente por consejo de Washington- colaboración, asimilando el pedido como si “la misma ONU lo hubiera hecho”. Pero una de las cerezas que decoran este pastel, es que el 24 de septiembre se reunieron en Buenos Aires, el Subjefe del estado Mayor Conjunto de los EEUU el Almirante Jeremiah y el embajador norteamericano en Buenos Aires Terence Todman con el ministro de defensa Humberto Romero y con el Jefe del Estado Mayor de la Armada el Vice Almirante Emilio Osses en donde se ultimaron los detalles técnicos y se concluyó con la participación argentina en la “Coalición”.

Un día después, el 25 de septiembre y tras agotar todos los repuestos de los pañoles de Puerto Belgrano, zarpan con sus bodegas de armas y municiones completas las dos naves argentinas rumbo al Golfo Pérsico.

No olvidemos que a esa fecha en Naciones Unidas no se había expedido sobre la “autorización para el uso de la fuerza y ultimátum” para que Iraq se retirara de Kuwait (Res. 670/678) y menos aún, esbozó el proyecto de un “mandato” para sí, evitar la guerra y hacer prevalecer la paz.

Precisamente sobre el tema de un “mandato”, sin más rodeos hay que dejar en claro que Naciones Unidas jamás otorgó entre agosto de 1990 y marzo de 1991 mandato alguno para involucrarse como organismo en la conformación de una “fuerza de paz”, dando un paso al costado y dejando a que fuera EEUU y sus aliados quienes conformaran una fuerza en forma de Coalición que tuvo su Comando de operaciones en Riad, Arabia Saudita.

El último argumento esgrimido por el presidente argentino fue expuesto el 19 de septiembre cuando afirmo que “Argentina no puede darse el lujo, en este momento que estamos emergiendo de una crisis, de quedar aislados del resto del mundo”, culminando con la aseveración de que “no son tropas intervencionistas sino para consolidar la paz, para evitar consecuencias de un enfrentamiento”, había señalado con énfasis, quedando en claro que esto último nunca se cumplió y que ante el inevitable involucramiento en las hostilidades, el Congreso sanciono a las apuradas en enero de 1991 la ley 23904 autorizando a la fuerza T.88 a responder el fuego.

Antes de seguir hay que dejar en claro que Argentina al apoyarse en la Res. 661 que impuso un embargo a Iraq, puso en marcha la primera medida políticamente hostil contra otra nación soberana que luego ampliara con su participación activa en su aplicación mediante el bloqueo marítimo (Acto hostil).

Como vemos al no haber habido un “mandato” no hubo representación ni menos aún involucramiento operativo de Naciones Unidas en esta Coalición armada. Lo que si existió fue una “autorización” (Cf. Art. 42 Carta de N.U.) del Consejo de seguridad para el uso de la fuerza, que fue el desencadenante de la guerra –y no de operaciones de paz- que se abrió a las 00hs del 16 de enero de 1991 y que recién culminó con terribles consecuencias para la población civil el 27 de febrero del mismo año.

Las naves argentinas no se interpusieron en el medio de los contendientes (Como hubiera supuesto un mandato de mantenimiento de paz) ni menos aún enarbolaron la bandera de Naciones Unidas; por el contrario fueron parte del bando aliado contra Iraq.

En conclusión, con estos antecedentes que están muy bien documentados y conjugados con la normativa del derecho internacional aplicable a la participación naval argentina, en especial a la referente al “Derecho de la guerra Marítima” que se elaboro a partir de las Conferencias de la Haya y de las previsiones de la “CONVEMAR 1982”, las dotaciones argentinas participaron en acciones bélicas y no en operaciones de mantenimiento de la paz.

7/4/17

Para Menem, hay que alinearse "inmediatamente" Esto decia...




Desfile en la 5 Avenida Nueva York


17 de Septiembre de 2001 

El ex presidente Carlos Menem aseguró ayer que el Gobierno de Fernando de la Rúa debería "alinearse inmediatamente con los Estados Unidos" en una eventual acción internacional de represalia contra el terrorismo tras los atentados perpetrados en Washington y Nueva York.

Menem fundamentó, en declaraciones a radio Diez, que el alineamiento argentino con los Estados Unidos se deriva de la designación de nuestro país como "aliado extra OTAN", la alianza militar más poderosa del mundo.

El ex presidente justicialista, que permanece detenido en una quinta de la localidad bonaerense de Don Torcuato por la causa de la venta de armas, sostuvo en la misma línea que la colaboración argentina con los Estados Unidos podría ser a través de tropas militares o de "ayuda humanitaria".

"Son decisiones que debe tomar un Presidente. Tienen que ver con su forma de ver, con su personalidad", dijo Menem cuando le preguntaron por el camino que elegirá De la Rúa ante un posible conflicto internacional tras los atentados del martes en Washington y Nueva York.

Menem, que en 1990 envió dos naves de la Armada Argentina a la guerra del Golfo Pérsico sin consultar previamente al Congreso, dijo además que la Argentina debe "en este momento demostrar la solidaridad con los países agredidos por el terrorismo".

"No podemos permanecer neutrales ante agresiones de esta magnitud. Nadie está exento de que le ocurran estas cosas en su propio territorio", enfatizó el ex primer mandatario desde Don Torcuato.

Menem argumentó en favor de la posibilidad de enviar tropas a Medio Oriente -los Estados Unidos planean una intervención en Afganistán, donde se refugiaría el terrorista Osama bin Laden-, al asegurar "las Fuerzas Armadas son totalmente profesionales y están aptas para la defensa de la paz y la guerra".

El ex presidente relativizó, en tanto, que un jefe de Estado deba tomar una determinación siguiendo el resultado de las encuestas, que por estos días reflejan que la mayoría de los argentinos no quiere que el Gobierno envíe tropas a Medio Oriente.

"Si hubiésemos tenido en cuenta las encuestas, no habríamos enviado las naves al Golfo Pérsico. Y la bandera argentina no hubiera desfilado luego, junto a la de otros 27 países, por la Quinta Avenida de Nueva York", dijo Menem.

El ex presidente justicialista señaló, en la misma línea, que para tomar este tipo de decisiones el Presidente "escucha a su conciencia" y debe tener "en cuenta su poder de mando".

6/4/17

EL SÍNDROME DE LA GUERRA DEL GOLFO PÉRSICO






Jerry Phillips tiene 48 años de edad, mide 1 metro con 80 centímetros y pesa 110 kilos. En su antebrazo izquierdo tiene un tatuaje donde aparece un diablo y la frase Nacido para crear problemas .

Su profesión es la de camionero, pero desde hace bastante tiempo tiene problemas tratando de conducir su vehículo. Ni siquiera tolera estar cerca de uno y hace seis años que Philips no trabaja. Sufre de una enfermedad misteriosa, caracterizada por dolores de pecho, dolores de cabeza, mareos, náusea, confusión y olvidos. En ocasiones, le cuesta respirar; en otras, se encuentra tan agotado que tarda días en recuperarse.

Jerry Phillips es una víctima de lo que ha sido calificado de Síndrome de la guerra del Golfo .

La guerra del Golfo Pérsico duró poco más de un mes: desde el 16 de enero al 27 de febrero de 1991. Cuando las tropas estadounidenses retornaron, algunos soldados fueron afectados por fatiga, diarrea, dolores en los músculos y en las articulaciones, pérdida de la memoria, dificultades para respirar y problemas gastrointestinales.

Hasta la fecha, más de 110 mil veteranos han ingresado en hospitales aquejados de lo que ahora se conoce como el Síndrome de la guerra del Golfo . En varias audiencias del Congreso estadounidense se ha investigado la desconcertante enfermedad. Pero en lo que respecta al Pentágono, o al Departamento de Defensa, no existe tal cosa.

Cuando se envía a una gran cantidad de jóvenes sanos a luchar en un medio ambiente muy peligroso y lleno de tensiones, algunos de ellos retornan con una variedad de enfermedades , dice Stephen Joseph, subsecretario de defensa para asuntos de salud pública. Entre esas enfermedades, dice Joseph, hay algunas que podían haber afectado a las tropas en cualquier parte del mundo , y ciertas condiciones sicológicas , como resultado de los peligros corridos.

Jerry Phillips no está de acuerdo con esto. Tampoco los millares de veteranos que han quedado enfermos. Ellos se consideran víctimas de algo más siniestro: la exposición a productos químicos tóxicos.

Los productos químicos que podrían haber afectado a los soldados son los siguientes: - Petróleo y subproductos como el kerosén, combustible diesel y gasolina con plomo empleados en vehículos y para humedecer la arena. Las tropas en Kuwait y en el este de Arabia Saudita también estuvieron expuestas al humo de pozos petroleros incendiados.

- Pesticidas y repelentes de insectos, cuyo uso fue muy extendido, y sin control alguno sobre todo el Golfo Arábigo.

- Medicinas y vacunas. Una de ellas es el bromuro de pyridostigmina. Se trata de una droga que protege el organismo de los efectos de un gas que ataca el sistema nervioso. La droga ha sido empleada durante décadas en pacientes afectados de myasthenia gravis, una enfermedad que se caracteriza por una fatiga aguda y por debilidad de los músculos. Esa medicina nunca ha sido aprobada para su uso general.

Durante la guerra del Golfo se administró esa droga a tropas que corrían peligro de un ataque con armas químicas. Las tropas también fueron vacunadas contra enfermedades infecciosas comunes y contra dos agentes de la guerra biológica, el ántrax y el botulismo, después de cada comidas.

Finalmente, había también armas químicas y biológicas en el campo de batalla. Todavía se ignora qué tipo de exposición a esas armas sufrieron los soldados.

A comienzos del año pasado, presionado por investigadores del Congreso estadounidense y por denuncias de grupos de veteranos, el Pentágono efectuó una serie de exámenes e informó que alrededor de 400 soldados estadounidenses habían estado expuestos a armas químicas entre ellas el mortífero gas sarin , que ataca el sistema nervioso luego del bombardeo de un depósito iraquí de municiones, algunos días después de concluir la guerra.

En septiembre de 1993 la cifra aumentó a más de 5 mil soldados. En octubre, el Pentágono brindó un nuevo estimado: 20 mil efectivos militares habrían estado expuestos a armas químicas. En marzo de este año, la Agencia Central de Inteligencia sugirió que posiblemente cientos de miles de soldados estadounidenses habían sido afectados por armas químicas.

Esas revelaciones confirmaron las sospechas de muchos veteranos de que las Fuerzas Armadas sabían desde el comienzo que había existido una peligrosa exposición a armas químicas y no lo revelaron para proteger su propio descuido o complicidad en el asunto.

Puedo afirmar sin lugar a dudas que el Departamento de Defensa ha mentido acerca de la exposición sufrida por las tropas , dice James Tuite, ex empleado del Senado, quien encabezó las primeras investigaciones del Congreso sobre el Síndrome de la guerra del Golfo y ahora continúa su labor a manera independiente.

Pero la pregunta que sigue pendiente es: Cuál fue el efecto de la exposición a las armas químicas experimentado por las tropas estadounidenses durante la guerra del Golfo? Guerra en el laboratorio El epidemiólogo Robert Haley, del Centro Médico del Suroeste de la Universidad de Texas, en Dallas, junto con su equipo, efectuó un estudio para tratar de determinar la relación entre la exposición a ciertos productos químicos y el Síndrome de la guerra del Golfo .

En abril de 1996, en colaboración con investigadores del Centro Médico de la Universidad Duque, el equipo anunció las consecuencias de la exposición a productos químicos usados en la guerra del Golfo. Los investigadores emplearon gallinas en su estudio, pues reaccionan ante los productos químicos de manera similar a los seres humanos.

Cuando se dio a los animales dosis de un solo producto químico no se detectaron síntomas de enfermedad. Pero cuando combinaron dos de ellos, las gallinas comenzaron a perder peso, y fueron afectadas por diarrea, debilidad general y temblores.

Al ser expuestos a tres productos químicos combinados, los animales enfermaron aun más. Algunos sufrieron de parálisis general y murieron.

Pruebas de laboratorio mostraron daños en diferentes zonas del sistema nervioso de las gallinas. La conclusión de los investigadores fue que una combinación de dos o tres productos químicos como a los que estuvieron expuestos los soldados aliados habrían causado el Síndrome de la guerra del Golfo .

Según los investigadores, la razón de que un solo producto químico no pueda causar esa afección y sí en cambio dos o más de ellos, es la acción de la enzima Buche en el torrente sanguíneo. Esa enzima se encarga de eliminar productos químicos del organismo. Cuando hay una combinación de productos éstos agotan la provisión de la enzima y el organismo se ve invadido por sustancias tóxicas que rápidamente atacan el cerebro y el sistema nervioso.

Irónicamente, las mismas medidas recomendadas por las autoridades militares a las tropas para que se protegieran del peligro, habrían intensificado sus problemas una vez concluido el conflicto bélico.

Luego de la investigación efectuada con animales, el equipo de Haley decidió analizar a 249 miembros de un batallón de la reserva naval de Estados Unidos que participó en la guerra del Golfo. Los investigadores encontraron tres categorías de enfermedades, todas ellas resultado de daños neurológicos asociados con la exposición a productos químicos.

La primera de ellas se caracteriza por problemas de memoria, distracción, depresión, insomnio y fatiga. La segunda, por confusión mental, y la tercera por dolores en los músculos y en las coyunturas, dificultad para levantar objetos de cierto peso, y cosquilleo y adormecimiento de los miembros.

Cuando los veteranos fueron sometidos a exámenes sicológicos, se determinó que sus problemas no eran de índole mental sino física.

El Pentágono no puede seguir alegando que el síndrome de la guerra del Golfo es resultado de tensiones de orden sociológico , dice Haley. Si insiste en esa postura es porque ignora los síntomas del stress post traumaticos.