SEGURIDAD Y DEFENSA
La actual situación económico política de Argentina parece condicionar el desarrollo de un sector defensivo razonablemente óptimo: ¿Hasta cuándo?
Por Javier B. Dal
Aunque el gobierno de Mauricio Macri parece poco decidido a encarar una carrera seria y planificada para reconstruir el abandonado sector de la defensa nacional, las necesidades de una clara política geoestratégica ante los reales y muy cercanos peligros que se ciernen a nivel global, se hacen cada vez más patente la necesidad de construir un área de defensa acorde a las conflictivas circunstancias mundiales, pudiendo hallar solución con algunas políticas decididas que incluso beneficiarían económicamente a las arcas del estado nacional.
No es un secreto que Argentina se halla indefensa y por ello corre un riesgo cierto su integridad no solo territorial sino también en las que involucran a la faz política y económica. Tal como lo hubo razonado alguien ya hace mucho tiempo, quien pretende ser independiente de aquel que depende su plato de comida, se hace claro que es muy difícil que pueda existir tal pretendida independencia. Ello quiere referir puntualmente a que, Mauricio Macri pese a su alineamiento ideológico y político con los centros de poder anglosajones, sabe que no puede pretender cosas que aquellos no están interesados en conceder. Y esto se traspola a la lamentable situación de las FFAA argentinas, que a lo largo de éstas tres décadas, han venido desarmándose sin que los gobiernos pasatistas hayan tomado cartas en el asunto. Pese a que, en los sucesivos proyectos de presupuesto anuales para el área, se sigue manteniendo una ambigua fórmula de “modernización en la formación y desarrollo y fortalecimiento de su capacidad operacional”, los resultados en el terreno de la realidad solo muestra una decadencia pavorosa.
Si alguien no entiende el por qué de semejante situación, solo basta recordar la charla que tuvo Mauricio Macri con el primer ministro británico David Cameron en la cumbre de Davos, en la cual además de haberse impuesto el silencio sobre reclamaciones diplomáticas sobre Malvinas, se dejo en claro que Argentina no debe recuperar su capacidad militar y de ser posible desarmarse completamente (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/defensa-y-seguridad-fuerzas-des-armadas.html )
Sin dudas, ante estas directivas foráneas que para peor parecieran irse acatando al pie de la letra por el actual gobierno, las esperanzas de reconfigurar un planeamiento estratégico para la defensa se ve muy difícil de ver. Si ello continua, habrá que revisar cual es el nuevo significado de la palabra soberanía o simplemente erradicarla del diccionario político argentino.
Esta política de desarme y estancamiento no es nueva ni causal. Desde la asunción del primer gobierno de Juan Domingo Perón, la puesta en marcha de políticas nacionales, entre ellas la de defensa, fueron rutilantes y ampliamente conocidas en todo el continente. Con miras a sacudirse la dependencia de equipos bélicos de Gran Bretaña y con un proyecto geoestratégico claro que se combino con aspiraciones político-económico regionales –como fue el tratado del ABC- Perón entendió que si querían tener éxito, había que desarrollar un brazo armado fuerte y vigoroso para no caer bajo las fuerzas de atracción imperantes de esa época como eran el imperialismo anglosajón y el Comunismo soviético. Así y con la férrea decisión política de un verdadero gobierno nacional y popular se le encargo la tarea de estructurar los cimientos de la industria militar argentina al ingeniero y General de Div. Manuel Savio quien entre otras tareas, creo la Planta siderúrgica SOMISA donde se elaboraban estructuras metálicas bajo la dirección de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM).
Pero tras la gestada caída de Perón en 1955, estas áreas de la defensa fueron lentamente erosionadas por las continuas intromisiones de asesores y aparentes consejos desinteresados de Washington quienes simplemente buscaban cerrar todo tipo de producción siderúrgica y por supuesto, el desarrollo de una industria de carácter militar.
Bateas de TAM abandonadas tras el cierre de la fábrica
La que una vez fue la industria militar más importante de sud América y tras el paso de gobiernos ciertamente calamitosos para el interés nacional, paso a ser una reducida molécula industrial que solo elabora municiones convencionales para pistolas, fusiles y algunos calibres de ojivas de artillería en la Planta de Río tercero y Fray Luís Beltrán. A la miseria que se sumió el área se agregaron los desmanejos mafiosos que se llevaron adelante durante la era menemista y que entre otras, culminó con la voladura de la Fabrica de Río Tercero en Córdoba, tan catastrófica como los atentados contra la embajada y la AMIA llevados adelante en Buenos Aires. Incluso ésta miseria, sigue presente hasta nuestros días con las repetidas situaciones irregulares en las cuales se han detectado el faltante de toneladas de municiones de variado calibre de la Planta Fray Luís Beltrán que, según informes de inteligencia han ido a parar tanto a Paraguay, a las favelas de Brasil e incluso a grupos de mercenarios que hoy por hoy asolan a Siria.
Recordemos que la industria militar argentina había llegado a desarrollos tan importantes como tecnológicamente destacables, que entre otros productos, había comenzado a mediados de la década de los setentas, la fabricación de los primeros misiles con cabeza inteligente de todo el Cono sur denominado “Cóndor”, algo que no fue dejado pasar por los enemigos del país y que, tras intentos por sabotear el programa terminaron siendo usados y usufructuados económicamente en otras latitudes (. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/veteranos-de-ayer-tecnologia-militar.html )
Otro de los logros que había desarrollado y que representaba uno de los adelantos tecnológicos en el Cono sur era la fabricación de los famosos tanques “TAM” , que se ensamblaban en la fabrica estatal TAMSE ubicada en la Fábrica Militar de Río Tercero en Córdoba. El cese definitivo de la producción de éste vehículo blindado, vino a poner punto final a una industria nacional de punta que curiosamente, se dio en 2012 en pleno del gobierno “nacional y popular”, quien supuestamente con semejante rótulo, debió haber propendido en sostener un área tan vital y estratégica para la defensa nacional. Hoy se conoce que, Israel realizaría algunas reformas a los pocos tanques existentes a un costo bastante discutible.
Algunas informaciones filtradas en círculos de la inteligencia militar, el cierre de la TAMSE y de los edificios anexos de la planta de ensamble habría estado gestionado por el Foreing Office desde Londres que, mediante sugerentes conminaciones a no provocar a la corona, apretó al gobierno berreta de Cristina quien carente de decisión política, opto por obedecer al interés inglés.
F-18G "Growler"
Escandalosamente el presupuesto actual para las tres fuerzas no alcanza ni siquiera para cubrir las necesidades básicas operacionales. Según se ha conocido, la cifra que cubre el presupuesto para el presenta año ascendería a unos 69.000 millones de pesos que, pasados a dólares hacen unos 4.818 millones de dólares que en lo que hace a la adquisición de equipos militares es una miseria. Algunos ejemplos nos dará la idea de lo que estamos exponiendo. Por ejemplo si el gobierno de Macri pretendiera estar a la altura de sus mentores en Washington o, siendo más realistas, al nivel de las Fuerzas Armadas de Chile, la adquisición de un avión de combate norteamericano como el EA-18G- “Growler” (que posee la FACH) debería desembolsar unos 102 millones de dólares por unidad y sin contar con los implementos. Si imaginamos que el gobierno de Macri pretende armar una escuadra de tan solo ocho de estos exponentes, debería desembolsar la suma de 816 millones de dólares quedándole aún unos 4000 millones para atender el resto de gastos y armar a las otras dos fuerzas.
Destructor clase "Aleirg Burke"
En el caso de la Armada, la situación es tan crítica como la de sus colegas de la Fuerza Aérea que ha quedado comprobada con la inexistencia de una flota de guerra que pueda garantizar la soberanía política y económica de las extensas aguas que tiene el litoral argentino. Supongamos –y haciendo un verdadero esfuerzo de imaginación- que Washington da la autorización para entregar a la Argentina unos 20 destructores clase “Aleirg Burke” y para lo cual, le hace una rebaja en la adquisición de estos buques con casco de acero a unos 500 millones de dólares la unidad. Al hacer las cuentas, los encargados del ministerio de defensa se darán cuenta de que será imposible costear la adquisición simplemente por el hecho de que el presupuesto no alcanza. Pareciera algo que no interesa a la clase política que dice representar los intereses nacionales y mucho más si lo contraponemos con algunos ejemplos de lo que son las amenazas actuales y globales.
A modo de comparación entre el escuálido presupuesto argentino y el que insumen algunos grupos irregulares para el gasto de su armamento y operaciones, baste el ejemplo del llamado “ISIS” que en el 2015 publicó que su presupuesto para solventar su lucha contra los gobiernos apostatas de Siria e Iraq, alcanzaba a más de 2000 millones de dólares lo que, pese a no ser un estado real y sin estructuras como las que se conciben en un estado-nación , representa una muy respetuosa caja de recaudación. De este presupuesto, se compran equipos, armas, misiles antitanque, municiones, explosivos y equipos de comunicaciones de última generación. Además se pagan salarios mensuales a los combatientes que rondan entre 300 a 650 dólares por cada hombre. Si a ello le agregamos que las filas de ésta organización alcanzaría unos 50.000 efectivos, el costo de mantenimiento de sus sueldos es realmente importante. Y si eso no bastase, para finales del 2015 el balance de la organización había publicado que habían logrado un superávit que ascendía a los 215 millones de dólares provenientes del negocio del tráfico de crudo.
minúsculo ejemplo de las armas que emplea el ISIS
Para lo que va del año 2016 y a pesar de los reveces propiciados por la intervención rusa en Siria, el presupuesto del “ISIS” no parece haber mermado, algo que quedo demostrado con la adquisición equipos más sofisticados y armas portátiles recién salidas de fábrica. Siguiendo con las comparaciones, el “ISIS” tiene mayor capacidad de fuego que tienen las tres fuerzas en conjunto lo que, desde el punto de vista operacional debería preocupar a los cerebros que se encargan de esta cartera.
Por último y volviendo a la Argentina, vemos que si comparamos estas realidades y le agregamos las mega estafas de la clase política que han sumido al país en un estado de dependencia abominable y tomando el ejemplo de la estafa de 650 millones de dólares correspondientes a los fondos de Santa Cruz a cargo del matrimonio Kirchner, convertido a pesos el botín con que se alzaron éstos dos pájaros de cuenta asciende a nada más ni nada menos que 9.259 millones de pesos, una nada despreciable suma para solo una familia santacruceña que no se halla muy lejos del escuálido presupuesto castrense. Y este es solo un ejemplo de todo lo que podría mejorarse si mucho de los dineros que se han malversado y que han ido a parar a políticos corruptos como los K, volvieran a las arcas del estado para entre otras áreas, comenzar a diseñar y reestructurar alternativas de defensa concretas que con los tiempos que corren no pueden dejarse esperar.