31/3/20

EL DOCUMENTO LLEVA FECHA DEL 29 DE AGOSTO PASADO, EL Nº 125/90 CALIFICADO COMO SECRETO

KUWAIT: LA GUERRA DEL "MUNDO NUEVO" OSCAR RAUL CARDOSO (Periodista especializado del Diario "CLARIN")


Nadie puede asegurar que la crisis del Golfo Pérsico no haya devenido en este final de 1990 en una ruleta global sobre cuyo paño tanto Saddam Hussein como George Bush realizaron sucesivas apuestas de alto riesgo, embarcando en ellas al resto del planeta en forma tan masiva como no se presenciaba desde la II Guerra Mundial. Menos aun, nadie -esté de un lado o del otro de la cuestión- puede hoy, con un grado mínimo de seriedad, vaticinar en cual casillero se detendrá la bolilla. Toda decisión humana se mide por sus resultados y a esta regla no escapan las que adoptaron hasta aquí, y deberán seguir adoptando, los jefes de estado de los Estados Unidos e Irak. 

Es bueno tener presente también que la historia enseña que la instancia de los resultados suele, muy frecuentemente, dejar espacio solo para el lamento. Desde que Descartes formuló su contribución al desarrollo del pensamiento occidental se sabe que, antes de conocer aquellos resultados, las decisiones se hacen fuertes o débiles en los argumentos que las informan y en el hilo conductor que une a estos. La primera prueba de cada acción humana es la de la razón. Hussein y Bush transformaron al mundo en un gran escenario en el que el pie para la intervención de cada actor proviene del exterior.

 El mismo carácter de la crisis global hace que las distancias se desvanezcan y que intereses naciónales diversos den la ilusión de ser repentinamente homogéneos. A esta altura del desarrollo de los hechos parece haber espacio solo para esperar que la destrucción de las armas diseñe el escenario sobre el cual podrá comenzar a ensayarse un balance con aspiración de ser definitivo. Pero el modo en que se desarrollo hasta aquí la crisis, los cien días que median desde la invasión de Kuwait por parte de Irak, hace que las pruebas parciales de la razón solo puedan aplicarse a las primeras decisiones políticas y económicas. 

La propia blietzkrieg iraquí del pasado 2 de agosto constituyó poco más que un desfile de doce horas(1), con algunos disturbios. Esto la convierte más en una acción política que militar. En un sentido que no pretende pecar en la ironía, y teniendo en cuenta solo las acciónes cotidianas, sr. decirse que la ocupación iraquí se encuadra mejor en un marco delictivo de escala gigantesca (saqueo, secuestros extorsivos, crisis de rehenes, etcétera) que en una operación militar. 

Por lo demás, el despliegue militar de Occidente y, en especial, el masivo emplazamiento de tropas norteamericanas en la región del Golfo Pérsico solo puede ser juzgado hasta ahora en términos políticos. Sobre la capacidad bélica norteamericana existen grandes interrogantes. 

Algunas de las polémicas más intensas que hoy se registran en Estados Unidos están referidas precisamente a la eficacia real de esa demostración de fuerza, si la confrontación se vuelve inevitable. Uno de los interrogantes mayores que debe despejar el conflicto es aquel referido a la inteligencia del elefantiásico programa armamentista norteamericano de la pasada década, El billón de dólares(2) invertido en el fortalecimiento militar norteamericano por Ronald Reagan está por rendir su primer examen de magnitud y algunos expertos advierten que no es seguro, ni mucho menos, que lo pase con las mejores calificaciones. Es interesante apuntar aquí, sin embargo, que más allá de los resultados estrictamente militares que arroje en acción el aparato bélico renovado y multiplicado en los años 80, éste aportó ya a Washington un significativo rédito político al enfrentar a la superpotencia socialista y a su antiguo bloque de influencia con una creciente tensión en la carrera armamentista que en mucho contribuyó al colapso de la economía comandada de estos países.

 En forma independiente del resultado final de la crisis del Golfo, lo cierto es que la decisión de Hussein ha tenido ya un impacto determinante en las relaciones internacionales y transformo en verdad inapelable el lugar común que vaticina que nada volverá a ser igual que antes. 

Como la crisis está en pleno desarrollo y varios de sus protagonistas viven hoy en ascuas por el nivel de incertidumbre -notoriamente Bush y Hussein están jugando su suerte personal y política en esta confrontación-, el presente papel se limitará a examinar solo aquellos aspectos políticos del conflicto sobre los cuales sea total la certeza de su potencial transformador para elsistema de relaciones globales de poder.

 Aunque Hussein no sobreviva en el poder, ni logre conservar el territorio que tomó por asalto y aun cuando Bush no pueda articular -tal y como lo imagina hoy- un nuevo perfil para la hegemonía norteamericana en aquellas relaciones, el escenario político internacional ya ha sido modificado.

 La crisis del Golfo Pérsico no es solo una guerra potencial. Si se acepta la, premisa -proclamada por el propio Bush después de su última cumbre con Mijail Gorbachov(3)- de que hay un nuevo orden internacional en gestación, éste aspirará a ser convalidado por todas las regiones del globo. 

El problema de Bush no es entonces solo jurídico, militar y económico, sino también -y muy especialmente- uno de construcción de legitimidad política capaz de perdurar en el tiempo. Este proceso de cambio es aun más poderoso que los ejércitos que intentan conducirlo. 

Supone la reformulación de dogmas viejos y aceptados durante generaciones y de otros mucho más nuevos que, sin embargo, habían comenzado a ser convalidados por ese malentendido que se llama sabiduría colectiva.

 II 

El primer efecto del conflicto del Golfo Pérsico fue el de despertar a Occidente de su fantasía poshistórica. Para ponerlo en las palabras uno de los editorialistas de The Economist en el primer análisis tras la invasión:

 "Todo era un poco demasiado ensoñador. La guerra fría había terminado, el dividendo de la paz estaba camino del banco. Todo lo que restaba era un poco de desprolijidad en la periferia. En trozos del Cercano Oriente, de Africa y de Asia aun era necesario ganar unos cuantos conversos más para las grandes ideas de la paz, los mercados libres y la democracia. Aquí y allá -y especialmente en el mundo árabe- pervivían pequeñas y medianas dictaduras. Pero no retrasarían mucho más la inevitable marcha de la historia. 

Despierta, mundo, después de tus festejos pos-guerra fría y enfrenta tu resaca.

"(4) ¿Qué sostenía la fantasía poshistórica según su principal téorico, Francis Fukuyama(5)

? La idea de Occidente - la organización política según la democracia y la económica según las leyes de propiedad privada y del mercado- había derrocado a sus tres grandes enemigos en este siglo: los restos del absolutismo, elfascismo y el marxismo.

 Lo que el mundo enfrentaba, luego de la caida del muro de Berlin y lo que este derrumbe encarnó, era según Fukuyama el límite de la posibilidad de desarrollo ideológico de la humanidad. Enarbolando las ideas que Hegel había desarrollado en su Fenomenología del Espíritu, luego del triunfo de Napoleón sobre Prusia, Fukuyama arribó hace un año en Washington a la misma conclusión que pensador alemán extrajo de su realidad en lena en 1806: la historia, entendida como la evolución de las ideas, había llegado a su fin. Fukuyama vaticinó un mundo en el que generales y filósofos serían apenas un remanente curioso -y ahora ocioso- del pasado, un mundo en el que no habría causas por las cuales pelear o morir.

 Los soldados que hoy cavan trincheras en el desierto parecen estar haciendo añicos con sus palas el impecable razonamiento de este teórico nipo-americano al cual, quizá por su posición como planificador del Departamento de Estado, muchos identificaron como un intento por racionalizar la era Bush. 

Fue 1989, al que muchos comentaristas coincidieron en bautizar con el pretencioso título de annus mirabilis(6), el año que trajo consigo la promesa del triunfo definitivo de la idea de Occidente. Esta promesa es la que se derrite hoy bajo elsol de la región del mundo conocida como el Golfo Pérsico. 

El Golfo Pérsico (233.100 km2) es una extensión de poca profundidad del Mar Arábigo conectada con el Golfo de Omán a través del Estrecho de Ormuz. Entre sus muchas islas, Bahrain es la más extensa. Su importancia geopolítica se originó como antigua ruta comercial. 

Las primeras conquistas europeas y las rivalidades de las potencias del viejo continente en la región datan del siglo XVII, específicamente con la captura de la ciudad portuguesa de Ormuz por parte de tropas británicas.

 El denominado Tratado Marino Perpetuo de 1853, celebrado entre británicos y árabes formalizó la superioridad delReino Unido en la zona y obtuvo una suerte de reválida internacional en 1907, a través de un nuevo acuerdo. 

El descubrimiento de ricos depósitos petroleros en los años 30 dio al Golfo la relevancia que posee hasta el presente. Luego de la declinación británica y su retiro de la región, tras la II Guerra Mundial, solo los Estados Unidos y la Unión Soviética quedaron sobre el escenario del Golfo Pérsico como competidores extraregionales.

 Las décadas del 60 y del 70 con sus guerras entre árabes e israelies, disturbios fronterizos y disputas por los derechos petroleros dieron al área un perfil de conflicto del cual el iniciado por Bagdad en agosto pasado es apenas la confirmación. Es llamativo que sea un pequeño país como Kuwait (apenas 16.058 kilómetros cuadrados de superficie, dos millones de habitantes y una densidad considerable de 125 personas por km2), aunque inmensamente rico (casi U$S 14.000 dólares de ingreso per capita estimado para 1990 antes de la crisis del Golfo Pérsico), el que halla actuado como detonante de la amenaza de un derrumbe anticipado del orden posguerra fría en gestación. 

Hasta la invasión iraqui, el Emirato de Kuwait era, más que un estado nacional en la definición clásica, una empresa transnacional que asignaba a sus habitantes la nacionalidad o la residencia según un criterio muy similar al que las corporaciones manejan para distinguir entre su personal de planta o permanente y el temporario. Al igual que muchas empresas transnacionales, la política de Kuwait era la de mantener una planta lo más reducida posible y la de apelar a personal temporario en gran cantidad. 

Solo el 41 por ciento de los habitantes del reino gozaba derechos generales y del total de residentes solo poco más del 9% tenía el uso pleno de derechos, entre ellos el de la propiedad. Este antiguo y otrora paupérrimo asentamiento de beduinos, pescadores y nadadores de profundidad en busca de perlas, ubicado en el extremo occidental del Golfo Pérsico fue fundado como entidad estatal feudal -bajo soberania del Imperio Otomano- a mediados del siglo XVII por la dinastía al-Sabah que lo gobernó hasta el pasado 2 de agosto en forma continuada. 

La familia al-Sabah cultiva una larga tradición de apelar, y de su subordinarse, a la protección de potencias extranjeras(7). En 1899 cedió el manejo de sus asuntos exteriores alReino Unido a cambio de la protección por parte de este de su territorio. La independencia plena de Kuwait, que llegó en 1961, es un antecedente importante del presente conflicto.

 Poco tiempo después de haberla proclamado, Irak reclamó formalmente el territorio kuwaití. Fueron entonces tropas británicas -cuya presencia se fundamentó en aquel acuerdo del siglo pasado- las que cumplieron elrol de limitar en los hechos las aspiraciones iraquíes. 

A lo largo de toda su historia, Kuwait ha conocido solo el totalitarismo en su versión árabe, particularmente opresiva, y el gobierno de una dinastía que se ajusta más a la identidad tribal que al molde occidental de monarquía.

 David Pryce-Jones, un autorizado experto, explica este fenómeno tan característico de la región en los siguientes términos: "Convertido por un tratado en el gobernante de un nuevo estado, la cabeza de una familia beduina, o un sheik tribal, se descubre a si mismo como un anacronismo, acostumbrado a prácticas que no ofrecen ayuda alguna para enfrentar las urgentes cuestiones políticas, sociales y económicas del presente. La autoridad despótica no es substituto para las demandas técnicas del gobierno moderno. 

Pero la vida tribal no provee otra forma de institución de gobierno. Arabia Saudita, Bahrain, Kuwait, las siete pequeñas entidades que conforman a los Emiratos Arabes Unidos del Golfo son tribus y aun familias agrandadas y estados solo en el más tenue de los sentidos que da el poseer un nombre, una bandera y un voto en las Naciones Unidas.

 De estos estados solo Kuwait y Bahrain han experimentados con alguna forma no tribal de legislatura y en ambos casos sin éxito y brevemente."(8) Uno de los signos más claros de la tradición de poder de los al-Sabah ha sido el nepotismo, disfrazado de prerrogativas reales. 

Lo sigue siendo aun hoy en que la dinastía carece de territorio nacional fuera del que le presta un Hotel Sheraton de Arabia Saudita al cual elrey Fahd le concede las prerrogativas de la Convención de Viena, en materia de inmunidad. 

En este Sheraton hay un piso sumamente importante para el gobierno de Kuwait en el exilio, que no es el piso en el cual reside el Emir. Es el quinto piso que está completamente dedicado a la administración financiera de los depósitos que tiene Kuwait fuera de su territorio. Kuwait es mencionado -desde las crisis petroleras de los años 70- como la tierra dorada del ingreso per capita más alto del mundo. Puede que se incurra en verdades de perogrullo cuando se sostiene que no todo el brillo proviene del oro y que también es posible medir por estadística.

 Es interesante entonces comprobar como, según el Indice de Desarrollo Humano elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Kuwait ocupa un lugar inferior al de la Argentina según esa suerte de patrón internacional que mide la forma en que la riqueza y el progreso de los países efectivamente alcanzan a los individuos que los habitan. 

El ingreso per capita kuwaití contrasta con fuerza con los de Egipto, U$S 650, Turquía, U$S 1200, y Jordania U$S 1500, desigualdad que le ha dado a Hussein una de las herramientas propagandísticas regionales más poderosas. La inserción internacional de Kuwait puede establecerse comprobando que es miembro de los principales organismos internacionales, comenzando por la Organización de las Naciones Unidas que lo tiene reconocido como miembro pleno, y en el marco regional pertenece al Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, una suerte de embrión de OTAN del Golfo Pérsico creada, a impulso de Arabia Saudita, en febrero de 1981(9).

 Es además fundador y destacado integrante de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP). ElConsejo debía ser el ámbito para gestar un esquema regional de seguridad pero todos los intentos fracasaron hasta el presente.

 Los mismos motivos que llevaron a su creación -el avance delfundamentalismo islámico a fines de los 70 y la guerra entre Iran e Irak (1980-1988)- resultaron los principales impedimentos para concretar aquel esquema en forma operativa, confirmando el impedimento histórico de los árabes para integrar y actuar en organizaciones colectivas.

 La Liga Arabe de 1945, un catálogo de frustraciones, es quizá el mejor ejemplo histórico de esta imposibilidad árabe. Lo único que el Consejo pudo crear en materia de esquema de seguridad es una institución de ejercicios militares conjuntos, realizados hasta el momento de la invasión del que participaba el pequeño ejército kuwaití(10) y una fuerza de despliegue rápido- o el embrión de una futura fuerza de esas características- cuyo asiento es Arabia Saudita, país que ha aportado el grueso de sus integrantes y también de los fondos necesarios para su manutención.

 Desde 1986 el emir Jamir al-Ahmad al-Jabir al-Sabah -una personalidad poco respetada en el mundo árabegobernaba Kuwait con la suma del poder público, dado que ese año disolvió la Asamblea Nacional de 50 miembros que, en la letra constitucional, debía compartir el poder. Una vez que la tentación parlamentaria fue dejadas atrás, el emir pudo volver a cogobernar solo con su gabinete de dieciséis miembros de los cuales por lo menos la mitad pertenecía a la familia real. En cuanto a los restantes, muchos de ellos estaban unidos a aquella por razones matrimoniales.

 Aunque elConsejo fracasó en sus diseños globales, encontró en Saddam Hussein una suerte de estado-escudo contra la expansión del islamismo shiita -el que subordina la autoridad temporal del estado a la religiosa -que desveló, y aun desvela, a los gobiernos de la región desde el derrocamiento del Sha de Iran en 1979. Durante los ocho años de enfrentamiento entre los ejércitos de Bagdad y de Teherán y aun cuando el Consejo de Cooperación del Golfo intentó mantener una posición de aparente neutralidad, sus miembros aportaron fuerte en asistencia financiera al dique de contención iraquí. 

Solo Kuwait concedió en créditos sin intereses, diez mil millones de dó1ares a Hussein cuya condonación lisa y llana exigió hasta horas antes de la invasión. La cifra impacta -es casi una sexta parte de la deuda externa argentina- pero, hasta donde están contabilizadas las inversiones extranjeras de Kuwait, estas suman 100.000 millones de dólares.

 Otros 50.000 millones de la misma divisa que también están invertidos en Occidente, generalmente en empresas productoras de alta tecnología y vinculadas con el turismo (hoteles, líneas aéreas), pertenecen a la familia al-Sabah. 

La ocupación iraquí de Kuwait ha retirado del mercado mundial de petró1eo cuatro millones de barriles - aproximadamente la misma merma que produjo las crisis de 1973 y 1979-, generando incertidumbre y una consecuente escalada de precios pero, ese mercado ha cambiado mucho desde entonces y las posibilidades de una disrupción prolongada son remotas. 

El cálculo hecho por Hussein parece haber sido errado. Ignora los cambios estructurales en los intereses, domésticos e internacionales, del principal aliado iraquí, la Unión Soviética; los intereses norteamericanos en la región -de los cuales el libre acceso a petróleo barato es el exponente más acabado- y la existencia de garantías explícitas de Washington a estados como Arabia Saudita(11), cuya seguridad se vería seriamente amenazada si Bagdad tuviese éxito en retener el territorio de Kuwait y el control del 20 por ciento de la producción de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y el 25 por ciento de las reservas petroleras mundiales comprobadas. 

Entre los motivos para el escalofrío de Occidente está la posibilidad de que Hussein emerja como un nuevo Saladino -el heroico paladín árabe delsiglo XII- de una derrota militar en la que enfrentó y resistió hasta elfinal a la fuerza más poderosa acumulada en la historia de la humanidad contra una única nación.

 Este es un lujo que la nueva pax americana global que está en gestación desde el colapso delsocialismo no puede permitirse. 

III 

En términos de derecho constitucional y derecho internacional público, la decisión que adoptó el Gobierno argentino respecto del Golfo Pérsico casi puede reducirse a un juego de ingenio político para elegir cuáles artículos se aplican. Un orden mundial en estado de convulsión desaconseja esa ligereza porque lo que está en juego es la forma de insertar al país en un sistema global de seguridad aun en proceso de elaboración. 

La Argentina no escapó -no era razonable esperar que lo hiciese- a la tendencia global de modo que su situación es en esta crisis tan complicada como la de, por ejemplo, Japón.

ARA BROWN

 El Japón pertenece a una región distante y diferente, cuyo poder nacional acumulado es infinitamente mayor y cuya dependencia energética del golfo Pérsico es real(importa de esa zona el 64% del petróleo que consume). América Latina dio una respuesta compleja al desafío. Respaldó, sin fisuras, a la razón y al derecho condenando la agresión iraquí, pero no llegó a ofrecer aun el testimonio que en realidad más interesa a los forjadores de aquel nuevo orden: el concurso -aun simbólico- al esfuerzo bélico. 

Los gobiernos de los grandes, como México y Brasil no están convencidos de que ese camino sea el mejor. Los protagonistas de la crisis y las circunstancias históricas de la Argentina concurrieron para elegirlo como el primer país de este continente que cruzaría la linea de la historia, sumándose a la nueva coalición pos guerra fría.

 Carlos Saúl Menem será juzgado -en algún momento futuro- por la claridad para identificar intereses nacionales y por la eficiencia para servirlos, con la decisión que adoptó. Como gobernante demandó al país el riesgo de vidas y patrimonio. Nadie en su circunstancia puede pedir más y -lo quiera o no- enfrenta elriesgo de convocar a un sacrificio inútil. 

Una vez que se comprende que esta es su esencia, puede analizarse el marco formal de la decisión. Sus elementos centrales son: * El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas legalizó el bloqueo naval -que se extenderá seguramente al espacio aéreo- contra Irak aplicado. 

También autorizó a los estados participantes a solicitar ayuda a otros países recomendando -sin demandar- una respuesta favorable.





ARA SPIRO

 * La Carta Orgánica de la ONU es ley de la Nación Argentina. Las obligaciones que fija -en especial las referidas al mantenimiento y restablecimiento de la paz internacional (Capítulo VII)- son de vigencia plena para el país. El artículo 43 establece con claridad que los miembros del sistema de la ONU se obligan a proveer al organismo la ayuda necesaria. 

* Pero el Consejo no ha demandado -según los términos de la Carta de la ONU- tal contribución ni a la Argentina, ni a ningún otro país. No ha decidido la integración de fuerza de paz alguna y sigue invocando en sus resoluciones la acciones y previstas en el artículo 41, que son no militares. Solo abrió la puerta para el uso de la fuerza para hacer cumplir las sanciones sin mencionar explícitamente la posibilidad y aplicando la limitación de un criterio de razonabilidad. 

* Para que una solicitud de contribución bélica tuviese fuerza plena el Consejo debería haber hallado justificación -hasta ahora no lo hizo- para invocar el artículo 42 (empleo de la fuerza) y aun así la obligación de contribuir estaría condicionada a la elaboración de uno o más convenios especiales. 

El Comité de Estado Mayor (artículo 47) sigue sin ser convocado desde la guerra de Corea y Washington parece ser el más interesado en dejarlo dormir su sopor histórico, porque no quiere transformar en multilateral una cadena de mando que ahora le es exclusiva en esencia. 

Uno de los motivos que llevó ayer a Bush a relevar al jefe de su fuerza aérea fue que éste decidió sincerar la intención de su país de no compartir el mando. 

* La fuerza multinacional desplegada en el golfo no es una fuerza de paz y no todas las posibilidades de acción al alcance de su comando se inscriben en el marco de la ley internacional. 

Puede convertirse, en un abrir y cerrar de ojos históricos, en una fuerza beligerante. * Si existiese una solicitud delConsejo de Seguridad, formulada de acuerdo a derecho, o si la fuerza del golfo se inscribiera en la caracterización denominada de paz la Argentina estaría obligada y el Poder Ejecutivo debería dar cumplimiento. Propios y ajenos en el Congreso no podrían reclamar participación. 

Pero como ninguno de esos requisitos se cumplen en este caso los legisladores tienen las facultades plenas que les concede la Constitución Nacional para autorizar el ingreso a territorio argentino de tropas extranjeras o la salida de efectivos propios al exterior. 

La decisión de enviar tropas argentinas al golfo Pérsico recorrió un sendero jurídico sinuoso como lo demuestra un memorando de la Consejería Legal de la Cancillería que afirma que "por tratarse de una medida facultativa para el Gobierno argentino, el Poder Ejecutivo debería recabar la autorización del Congreso para la salida de fuerzas nacionales que se destaquen en caso de producirse una solicitud de los Estados mencionados en el párrafo 1 de la resolución 665/90 delConsejo de Seguridad.(12)

ARA SPIRO AL ACECHO

 Hubo luego un ensayo de cura en salud. En otro documento distribuido el jueves 20 del mismo mes la Cancillería, para atenuar el hostigamiento político a que fue sometido el envío, se sostiene que en el primer texto, al que se alude pero no se identifica, la Consejería Legal "no hizo un análisis exhaustivo de todas las posibilidades ofrecidas por la resolución 665, sino que se limitó a responder a la pregunta que le fue planteada." 

Tampoco aclara cuál fue ese interrogante. En los dos momentos las necesidades de la conducción política de la diplomacia parecen haber sido sustancialmente distintas. En la primera se reclamó a la Consejería Legal un asesoramiento, en tanto en que en la segunda se le instruyó para que construyera una lógica jurídica que respaldara la decisión política de enviar tropas al golfo. 

Una fuente diplomática cercana al canciller admitió al autor de este papel que "tenemos media biblioteca a favor y media en contra... Usamos la que está a favor. Una situación similar se produce en casi cada instancia decisiva trascendente del Gobierno, pero este contraste motivó también críticas señalando que los organismos del Estado no pueden producir dictámenes que "sirvan tanto para un fregado como para un cocido", según la gráfica descripción de otro veterano miembro del servicio exterior. 

Las normas legales que se consideraron en este proceso fueron muchas -constitucionales y de derecho público internacional- y no pueden sintetizarse con facilidad. 

Pero es útil pasar revista a algunas definiciones centrales de ambos documentos. El primero sostiene entre sus argumentos que: * Un análisis de la resolución 665/90 que lleva al autor a la conclusión de que "introduce la posibilidad concreta que la República Argentina reciba un pedido de ayuda en virtud del punto 3 de la resolución citada. 

Esto plantea -agrega- interrogantes fundamentales relacionados, por una parte con la naturaleza del compromiso internacional (..) y por la otra con las competencias respectivas de los Poderes Legislativo y Ejecutivos (...) * Afirma también que la resolución "no (...) pretende imponer a los Estados la obligación de contribuir con fuerzas militares, lo que exigiría (...) la celebración de los convenios especiales descritos" en el artículos 43 de la Carta de las Naciones Unidas, uno de los que regula el empleo de fuerza militar para la preservación y restablecimiento de la paz.

 Esos convenios son mandatorios en el caso de que la ONU decidiera la intervención. Una de las corrientes de análisis de la crisis del golfo considera que la actual fuerza está realizando ya una intervención militar. * El memorando menciona un pronunciamiento anterior -numerado como 122/90 de la Consejería en el que se dictaminó que el Poder Ejecutivo sr. disponer el envío de tropas sin la participación delCongreso si el Consejo de Seguridad lo realizara invocando -algo que no ha hecho- el citado artículo 43. 

USS COMFORT

La forma en que se llega a esta conclusión es compleja pero alcanza con decir aquí que la Carta de la ONU es ley de la Nación y por lo tanto el Poder Ejecutivo estaría en este caso dando cumplimiento a las obligaciones que la Organización impone a los estados miembros. Los legisladores no podrían reclamar porque como puntualiza el documento "el Congreso habría implícitamente autorizado la salida de tropa al aprobar la Carta de las Naciones Unidas".

 Pero aun en ese caso, agrega, "el Congrcso debía intervenir para establecer la: modalidades, número y tipo de tropas, a través de la aprobación de convenios especiales" ya que la propia Carta establece que estos "estarán sujetos a ratificación por los Estados signatarios de acuerdo con sus respectivos procedimientos constitucionales" (artículo 43). 

* El primer documento afirma que "el análisis anterior no parece aplicable, sin embargo, al requerimiento formulado en los términos de la Resolución 665/90" y en consecuencia "no se está en presencia de los mecanismos colectivos de cumplimiento obligatorio". 

Reconoce finalmente que "resulta (...) abusivo pretender que existió una autorización anticipada delCongreso para la salida de tropas". El texto más reciente -que tiene el mismo origen- desautoriza implícitamente al anterior y sostiene , en cambio, que "la decisión que el Gobierno adoptó poco tiene que ver con esta variante de 'maxima' ya que no se pretende contribuir con un eventual uso de la fuerza e la región." En esto el nuevo ensayo de argumentación legal también se da de bruces con la posición política explicada por el presidente Menem quien afirmó que "si hay que tirar se tira".

 O de su canciller, Domingo Cavallo, que suele reconocer, por ahora en privado, que si la guerra estalla el Gobierno buscará mantener sus tropas en la región del conflicto.

 Más que estas formalidades -por importantes que ellas sean- está la sabiduría de sumarse con mayor o menor reflexión a un orden internacional aun incompleto y sobre cuyo contenido se consulta poco, si acaso algo, a quienes deben contribuir a forjarlo. 

NOTAS (1) 

Ver los relatos de las invasión en las ediciónes número 33 de TIME (IRAQ on the March) y NEWSWEEK (Bagdad's Bully) del 13 de agosto de 1990 y The New York Times del 4 y 5 de agosto de 1990.

 (2) Estimación del Departamento de Defensa de Estados Unidos-.

 (3) Ver ediciónes No. 38 y 39 de TIME y NEWSWEEK de septiembre 17 y 23 de 1990. 

(4) Who willstop Saddam? The Economist agosto- 4 de 1990 

(5) Fukuyama, Francis The End of History- The NationalInterest No. 16 septiembre de 1989.

 (6) Un análisis interesante de las implicancias de 1989 para las relaciones internacionales puede encontrarse en From Cold War Towards Trusting Peace de McGeorge Bundy en Foreign Affairs- Anuario America and the World- Vol 69 No.1 

(7) Ver Shimoni, Yaacob Political Dictionary of the Arabe World- The Jerusalem Publishblg House Ltd. 1987. (8) Pryce-Jones, David The Close Circle (An interpretation of the Arabs) - Grafton Books- Londres 1990. 

(9) ElConsejo de Cooperación del Golfo tiene su sede en Riad y pertenecen al mismo Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Qatar, Bahrain y Oman. Irak no integra el organismo. Sus objetivos declarados son promover el desarrollo de la cooperación económica, política, militar, social, y cultural.

 (10) Kuwait gastaba el 5.2% de su PBN (estimado en u$s 28.832.000.000 para 1990) en la defensa.

 (11) Un antecedente importante es la carta de 1950 enviada por el presidente de los Estados Unidos, Harry Truman alRey Saud de Arabia.

 (12) El documento lleva fecha del 29 de agosto pasado, el No. 125/90, la firma del Consejero legal, Horacio Basabe y fué calificado como "secreto". 

(Describe una realidad jurídica diferente de la que sirvió para informar la determinación final. El gobierno adujo que la inclusión de un contingente argentino en la fuerza multinacional que bloquea a Iraq y Kuwait ocupado no implica intervención militar y por tanto no está sujeto a la jurisdicción legislativa establecida por la Constitución pero al final fue una Guerra.)

30/3/20

"FUNCIONES TÁCTICAS"


¿Cuál fue el marco de acción del grupo argentino "ALFIL 1" en la compleja logística de la Guerra del Golfo?




A casi treinta años después de la participación de la Argentina en la Guerra del Golfo Pérsico, el silencio y la falta de información oficial sobre el servicio prestado por las unidades de la “ALFIL 1”  grupo a los esfuerzos de la campaña que terminó con la liberación de Kuwait aún persisten. Asimismo, su misión ha sido reconocida como un "grupo de combate" tanto por las autoridades kuwaitíes como por sus camaradas de los otros ejércitos participantes. Las anécdotas acumuladas por esos largos y agotadores días de campaña son tantas y tan jugosas que ni los mismos marineros argentinos que participaron allí saben que existen.


No podemos acusar a los marineros argentinos de ser apáticos a su propia experiencia. Sería injusto si llevamos sobre sus hombros las inconsistencias a las que se han tenido que acostumbrar a lo largo de los años. Son el resultado de sus propias circunstancias, de la doctrina en la que se formaron, de su propio carácter colectivo y claro, de los gobiernos a los que han servido.


En un nuevo análisis de las operaciones llevadas a cabo en ese momento, las amenazas importantes, sensibles y peligrosas a las que se enfrentaron los grupos que operaban más allá del paralelo 25 norte dentro del Teatro de Operaciones (incluidas las alertas de ataque BNC .


Quizás una cuestión debe aclararse. En ese momento, el Comando de Operaciones Conjuntas CINCCENT dirigido por el general Norman Schwartzkopfs se rompió la cabeza cuando se dio cuenta de que antes de tomar medidas directas, había un problema grave que resolver y ese era el logístico. Este asunto estaba lejos de resolverse para la Marina de los Estados Unidos en ese momento, a pesar del hecho de que la OTAN tenía los recursos para apoyar a la compañía; pero no fueron suficientes. Quizás esta falta se debió a la doctrina de la disuasión nuclear  derivada de la "Guerra Fría" que no preveía el despliegue masivo de tropas para una guerra convencional en un escenario tan exótico como el mesopotámico.





Incluso las fuentes consultadas en el Pentágono revelaron que en ese momento CINCCENT aún no tenía un plan aprobado para enfrentar las necesidades de un despliegue masivo como el requerido para esa situación. Los antecedentes de la última gran guerra mundial (1936-1945) demostraron la urgente necesidad de una logística eficiente. Sin una logística adecuada y rutas bien protegidas, se aseguró el fracaso de la misión. Tal era la preocupación que existía en ese momento, que el general del Cuerpo de Infantería de Marina (USMC) Harry W. Jenkins comentó en una reunión que la logística era el problema número uno durante los primeros tres meses del inicio de operaciones que en un primer momento fueron llamados "Escudo del desierto".


"La estrategia y las tácticas proporcionan el plan para llevar a cabo operaciones militares, logísticas y mediáticas, por lo tanto", teniente coronel George C. Thorpe, USMC, 1917


Nunca se requirió un nuevo plan de logística militar complejo antes del final de la Segunda Guerra Mundial. El desafío de enfrentar a Iraq lo hizo necesario. La complejidad de la región donde se establecería el Teatro de Operaciones, la limitación en el acceso de posibles rutas terrestres y aéreas para satisfacer la acumulación de suministros que debían trasladarse, requirió ideas audaces que podrían ser un gran éxito o conducir a un desastre . Fue entonces cuando el experto en logística teniente general William "Gus" Pagonis y su equipo de trabajo diseñaron un plan de operaciones para transferir la mayor cantidad de suplementos, suministros y combustible a lo largo de una ruta marítima para el mantenimiento de lo que Schwartzkopfs y agosto de 1990 sus generales predijeron una larga pelea.


Pagonis estudió la situación e hizo informes a petición del general John Yeosok, comandante de ARCENT, y fue allí donde determinó un plan logístico basado en los datos recopilados por la inteligencia recopilada hasta ese momento, incluida, por supuesto, inteligencia que existió desde tiempos en que Washington era un "amigo" de Bagdad. Uno de los recursos que también se usó para determinar la ruta de suministro fue la información satelital y los primeros UAV de reconocimiento "Pioneer" que llevaron a cabo vuelos espía a gran altitud. Turquía mostró una fuerte reticencia a la operación, haciendo evidente la imposibilidad de utilizar su territorio como una ruta alternativa. Además, el suministro que podían obtener de Arabia Saudita era limitado y no resolvía problemas delicados como el combustible refinado para vehículos, municiones en todo el espectro de sus calibres,




Documentos exclusivos de la época revelan cómo y dónde se extendió la ruta de suministro marítimo diseñada por Pagonis y cuáles fueron los puntos estratégicos de desembarque de los accesorios (por ejemplo, Port Al Jubail), que ante el peligro de un ataque sorpresa, tuvieron que ser trasladados rápidamente por una gigantesca flota de camiones a las bases de recolección del desierto que serían vitales para el desarrollo de las operaciones terrestres de "Tormenta del Desierto".


Uno de los puntos críticos que las líneas de suministro tenían que cubrir era el agua potable. El transporte de toneladas de paquetes de agua embotellada para el consumo de tropas terrestres se hizo necesario para satisfacer las necesidades de hombres y mujeres que, además de no estar adaptados para soportar las altas temperaturas de la región, eran sensibles al agua de la red saudita que solía causar cólicos y, en muchos casos, averías graves.


Esto dejó más que claro que (más allá de las resoluciones de las Naciones Unidas) habría preparativos para una guerra. La principal excusa para movilizar esta fuerza logística sería "proteger a Arabia Saudita" de una supuesta invasión de Saddam Hussein, aunque esto resultó ser una estratagema. Fue así y bajo este argumento, la llamada "Operación Escudo del Desierto" se lanzó con la presunta misión de proteger los campos petroleros del norte.


Dentro del desarrollo de esta operación, comenzó la participación de los dos barcos argentinos, en los cuales sus tripulaciones convencidos de que estaban actuando en un marco de legalidad internacional pasaron de llevar a cabo tareas de bloqueo económico en barcos que entraban y salían de los puertos iraquíes, para desarrollar la vigilancia. y acciones de protección para aguas de Arabia Saudita y Emiratos (EAU) contra posibles incursiones de comandos iraquíes en instalaciones portuarias y terminales petroleras.


Al igual que todas las fuerzas navales que formaban parte de la Coalición y que estaban bajo el mando del Almirante Stanley A. Arthur, el grupo "ALFIL 1" tuvo un papel táctico extremadamente importante tanto en la etapa de la operación "Escudo del Desierto" como dentro del etapa bélica llamada operación "Tormenta del Desierto". 

El grupo formado por el destructor "Almirante Brown" (clase de barco MEKO 360 H)  y la corbeta de misiles "Spiro" (clase de barco MEKO 140A)  , de acuerdo con sus capacidades operativas y antecedentes, formaron parte del Marítimo Fuerza de interdicción (FOMIN) comandada desde el barco "USS-La Salle" (AGF 3 Raleigh-class) que dependía de las órdenes CINCCENT que a su vez estaban subordinadas al Comando USNAVCENT en Riyadh que atendía las operaciones navales dentro del Golfo.

Una vez que las hostilidades comenzaron a las 00:00 el 16 de enero de 1991, el grupo argentino comenzó a desarrollar roles más activos dentro de las operaciones navales que desde ese momento y bajo el nombre de "Tormenta del Desierto" apoyaban claramente el combate.



Por su desempeño en los roles tácticos asignados, las dotaciones estaban subordinadas a una serie de directivas operativas que, como se les conocía como "Reglas de compromiso" (ROE), les permitieron, entre otras cuestiones, abrir fuego frente a contingencias en El desempeño de sus tareas.


Comando de los Estados Unidos busca una mina marina

En este contexto, en los esfuerzos de interdicción, el grupo "ALFIL 1" proporcionó cobertura para el arresto y embarque de buques sospechosos de violar el embargo comercial contra Irak. Equipados con helicópteros a bordo "ALOUETTE-III" (el mismo modelo utilizado por la Armada francesa), llevaron a cabo misiones de reconocimiento y vigilancia contra posibles amenazas para el suministro de convoyes, siendo las minas flotantes más comunes. Entre estas acciones también estaba proporcionar apoyo para permitir la realización de "Piezas de visita y búsqueda", que eran grupos de hasta diez hombres que, después de interceptar y detener un barco, tuvieron que abordarlo para registrar sus cargas. También había grupos especiales (MEU-SOC) de la Armada de los EE. UU. Que estaban equipados con armas ligeras y con modernos visores de infrarrojos "NIGHTSCOPE", que podían tomar por asalto aéreo o desde barcos asignados,


Al igual que todos los barcos que ingresaron a las aguas del norte del Golfo - hasta 300 km de la costa kuwaití - los barcos argentinos corrieron ciertos riesgos de colisionar con misiles aire-mar (magnéticos, acústicos y de presión) "EXOCET", las múltiples defensas costeras  con instalaciones de misiles antibuque "Skilworm" y "FROG-7" (de origen ruso pero Iraq mejoró su precisión y alcance) que podrían hundir una corbeta con un solo golpe.
Algunas curiosidades que los argentinos pudieron haber encontrado en el variado e imaginativo arsenal del ejército iraquí fue un avión civil "Dassault Breguet Mystere Falcon 50" que había camuflado en su vientre un misil "Gusano de seda" con la obvia misión de un ataque kamikaze.


Aunque no tenía su propio apoyo logístico, "ALFIL 1" demostró una gran versatilidad y profesionalismo en la realización de las tareas asignadas entre sí, manteniendo las operaciones navales del grupo de batalla liderado por el portaaviones "USS-Midway" y su suministro línea para que las municiones y el combustible estén disponibles en todo momento, cumpliendo el objetivo de sostenibilidad bajo el nombre de "TACLOGS"  .


A pesar de todo esto, el estado argentino ha mantenido una cortina nebulosa que ha estado cubriendo las actividades de servicio que este grupo llevó a cabo con un reconocimiento cuidadoso y que condujo al desarrollo exitoso de estas tareas tácticas.

LOS ARCHIVOS SECRETOS DEL GOLFO PERSICO Y LAS IMPLICANCIAS




IMPLICANCIAS Y RIESGOS DOCUMENTADOS DE LA PARTICIPACIÓN ARGENTINA EN LA PRIMERA GUERRA DEL GOLFO, SEGÚN INFORMES DE INTELIGENCIA IRAQUÍES HALLADOS POR UNA FUENTE CONFIDENCIAL.


NO SE SI LES QUEDA CLARO, QUE FUIMOS A UNA GUERRA QUE EL MINISTERIO DE DEFENSA ARGENTINO Y EL ESTADO NACIONAL NO RECONOCEN QUE SOMOS VETERANOS DE UNA GUERRA, ORDENADA POR EL EX- PRESIDENTE CARLOS MENEM Y AUTORIZADOS POR EL CONGRESO DE LA NACIÓN.




Cuando el Comité Revolucionario del Partido “Baas” a instancias del entonces presidente Saddam Hussein decidió escarmentar a Kuwait por el robo de petróleo que se estaba realizando en los campos de Rumailah, todas las opciones se hallaban a consideración de Bagdad. Algunos generales aconsejaron a Hussein que debía realizarse una operación relámpago, enviar algunas unidades comando para escarmentar a los jeques de la casa real Al Sabah, destruirle algunos oleoductos, sus lujosos yates amarrados en el muelle real, pero solo eso. Otros por su parte, llamaron a recuperar la soberanía total de aquel territorio (incluyendo las islas Bubiyan y Warbah) que había sido arrebatado por los británicos en 1961 y que se mantenía desde entonces como una espina en el costado de la nación iraquí.
Pero como ha sucedido en muchas otras oportunidades, las voces de terceros en discordia se interpusieron –obviamente con deliberada intensión- e hicieron lo suyo para sacar partido de la situación y de ese modo, Iraq terminara metiéndose en una de las crisis más complejas y duraderas de la historia contemporánea.


De este modo fue el sector de los más extremistas del “Baas”, quienes alentados por informes aportados por la CIA, los que se impusieron para que tomaran el emirato y reclamaran su soberanía ante el foro de Naciones Unidas. Con ello queda claro que las acciones del 2 de agosto ya eran esperadas en Washington aunque, solo lo sabían unas cuantas selectas personas entre ellas, el mismo presidente George H. Bush y evidentemente algún general de cinco estrellas en el Pentágono, tal como lo informan documentos secretos de la época –Directiva de Seguridad Nacional n° 45-.

Aunque muchos no lo crean, en Bagdad se sospechaba de la posición de la Casa Blanca y de sus movimientos en la región. En la intimidad de reuniones del núcleo de los más importantes jefes del partido nacionalista árabe “Baas”, Saddam intercambiaba puntos de vista con su vice Ibrahim Izzat Al Duri, quien tras haber sido el representante en las conversaciones de Jeddah, sobreviviría años después a la invasión y posterior ocupación anglo estadounidense.


Durante las conversaciones en Jeddah, Arabia Saudita (por mediados de Julio de 1990), los norteamericanos monitorearon de cerca la evolución de las mismas y se aseguraron de que la delegación iraquí no aceptara condicionamientos haciéndoles creer que estarían de su lado hasta las últimas consecuencias. Igualmente tanto Saddam como el círculo más estrecho del partido “Baas”, no terminaban de asimilar esa condescendencia.


Todos coincidían en que los norteamericanos tenían información pormenorizada de todas las áreas estratégicas de Iraq y en particular las de Bagdad y era por ello, que el Mutkhabarat (Inteligencia) cambiaba constantemente las rutas de viaje de Saddam y de los más importantes ministros de gobierno para evitar intentos de asesinato o sorpresivos atentados. O incluso se cambiaban con regularidad los asientos de los comandos de operaciones de mando y control de la Guardia Republicana desde donde se coordinaban los movimientos de tropas en los cuales, durante la guerra contra Irán habían sido visitados por funcionarios y militares estadounidenses. Y la explicación era simple, “jamás confiaron en los estadounidenses”.

Y es que lo iraquíes no estaban errados ya que, cuando se corrió un rumor de que una fuente iraquí le había dicho a un experto en petróleo norteamericano que “en una semana Iraq estaría protegiendo a los kuwaitíes” y este a su vez llevó su preocupación al gobierno federal en Washington, el Departamento de Estado por intermedio de sus funcionarios le aseguró que no había de que preocuparse por que “ellos conocían todas las actividades de los iraquíes”; y ciertamente que las conocían ya que el sistema ELINT (a cargo de la NSA) y la inteligencia electrónica provista por los aviones AWACS no podían obviar el cuantioso movimiento de tropas iraquíes.
Cuando la crisis fue llevada ante Naciones Unidas, Bagdad siguió de cerca la evolución de los acontecimientos, tanto los que allí se desarrollaban como los que al mismo tiempo se estaban produciendo dentro de la región misma del Golfo del Golfo Pérsico. Allí mismo, en el terreno desde ese mismo 2 de agosto comenzaron los cambios y los movimientos se precipitaron especialmente, mediante las incursiones de reconocimiento tanto de las agencias de inteligencia occidentales –con EEUU a la cabeza como la de los iraquíes y sus grupos aliados. Desde el estrecho de Ormuz hasta la misma península de “Fao”, se desarrolló una intensa lucha clandestina por tratar de mantener un control predecible de los acontecimientos en las poblaciones árabes-islámicas de la región que para esos momentos se veía seducida por la figura de Saddam.

Según algunos “papers” hallados en la Deep Web, correspondientes a expedientes secretos de la inteligencia iraquí (IIS) datados de 1990 y que se habrían salvado del zaqueo realizado por los estadounidenses en la invasión del 2003, detallan algunas operaciones de sus células que fueron llevadas adelante en puntos estratégicos del golfo. Esto demostraría que había por aquel entonces una extensa red de inteligencia del “Baas” trabajando codo con codo con células aliadas en Arabia Saudita, Qatar e incluso dentro de la misma Bahrein. Lo particular de estas, es la descripción de una incursión llevada adelante desde la zona portuaria de “Al Khobar”, en Arabia Saudita, la cual recopiló material informativo y fotográfico del movimiento naval que se estaba agolpando en el vecino Bahrein.

La misión tenía el objetivo de tratar de llegar a las cercanías de “Ghuraifa” en los suburbios de “Juffair” donde se halla la base estadounidense y desde una locación cercana tomar fotografías, recopilar datos de los buques, sus características y tipo, nacionalidades y capacidades que serían enviados por un correo humano quien se desplazaría por agua y luego por tierra hasta Amman en Jordania y de allí –presumiblemente- por valija diplomática a Bagdad. En una de las fojas del informe tachado como clasificado, fechado en noviembre 30 de 1990, informa el incremento del tráfico de naves de guerra, identificando entre las recientemente llegadas a dos buques de combate argentinos que estaban maniobrando junto a otras fragatas de bandera española y australiana aguas adentro.

Hasta ese momento solo había órdenes de recopilar información y enviarla a la prontitud. Para los iraquíes todos los buques que estaban plegándose a las fuerzas estadounidenses con su base principal en Bahrein, serían un blanco legítimo en caso de estallar las hostilidades (G-Day). Ello se dio inmediatamente en la madrugada del 16 de enero de 1990 cuando –por la Directiva de Seguridad Nacional n° 54- comenzó el bombardeo de la Coalición Aliada. Según el informe, se debía conformar una célula de ataque eligiendo blancos de oportunidad incluyendo a las mismas instalaciones portuarias tanto sauditas como de los Emiratos. Hasta ese momento no había certeza sobre la posición de Buenos Aires dado que –aunque no se crea- muchos en el gabinete del gobierno con Saddam Hussein a la cabeza, no creían que los argentinos participarían contra Iraq.

Pero un despacho codificado enviado desde la legación iraquí en Brasil informo a la embajada iraquí en el distrito de “Pankow” de la entonces Alemania del este, en la noche del 1° de febrero de 1991que “Argentina ha decidido aliarse a los EEUU” coincidiendo con el anuncio público del mismo presidente Menem unos días antes al declarar que 

“Argentina está en Guerra”, colocando así al país en el bando enemigo.
En realidad ello no era una sorpresa dado que apenas ingresaron los buques argentinos dentro de las aguas del Golfo, debieron ponerse a disposición de las directivas tanto del ARCENT-G-2 y el CENTCOM J-2 (Comandos de Operaciones estadounidenses), quienes eran las cabezas estratégicas de las operaciones militares dentro de la zona y más allá. 

Uno de los primeros pasos de recepción de los huéspedes fue, ordenar al comandante de la misión “GT.88” (Grupo de Tareas 88) que permitiera el abordaje de especialistas informáticos para que instalaran las antenas TACSAC a los fines de unificar las comunicaciones y a su vez controlar la posición en todo tiempo de la misión naval (GPS System) que bajo supervisión del Comando central y en la mesa de guerra paso a llamarse “ALFIL 1”.

Ello fue como colgar una medalla identificatoria que implícitamente significaba “eres de los nuestros” y sin dudas que así se lo trasmitieron los jefes militares en operaciones a sus mandos en Buenos Aires y estos inmediatamente al mismo presidente Carlos Menem ¿Qué significó ello? Pues estuvo claro. Nadie se retiraría sin el conocimiento y autorización del comando de operaciones en Arabia Saudita, así de simple.

La Casa Rosada no tenía opción. Creyendo que solo sería un mero acto de presencia ante una crisis que se resolvería por las presiones político diplomáticas de Washington, debió aceptar con fundado temor las consecuencias por venir.
Recordemos que aquel anuncio del presidente argentino causó tanto rechazos como sorpresas que como es bien sabido, fue motivo de extensas columnas y artículos en los medios más influyentes de EEUU. 

En Bagdad también se conoció la noticia por los diarios locales, algo que causó sorpresa y desagrado por una postura alejada de la histórica prudencia en el campo diplomático que caracterizó al país sudamericano. Igualmente desde ese momento, Bagdad pasó a considerar a la Argentina como un agresor más y por ello, un objetivo militar más en la que Saddam Hussein llamo la “madre de todas las batallas”.




GUERRA EN EL GOLFO: América Latina; La vuelta de la guerra en América Latina


Por James Brooke, especial para el New York Times
4 de febrero de 1991


Crédito ...Los archivos del New York Times
Vea el artículo en su contexto original del
4 de febrero de 1991 , Sección A , Página 10 






Esta es una versión digitalizada de un artículo del archivo impreso de The Times, antes del inicio de la publicación en línea en 1996. Para preservar estos artículos tal como aparecieron originalmente, The Times no los modifica, edita ni actualiza.
Ocasionalmente, el proceso de digitalización introduce errores de transcripción u otros problemas; Seguimos trabajando para mejorar estas versiones archivadas.


Una mañana reciente, un grupo de jóvenes arrojó bombas de pintura al Consulado de los Estados Unidos aquí, protestando por la participación estadounidense en la guerra del Golfo Pérsico.

El mismo día, un grupo separado de hombres jóvenes se reunió en el consulado para preguntar sobre alistarse para luchar por los Estados Unidos en el Golfo Pérsico.

Mientras que el primer grupo estaba motivado por la política y el segundo por el desempleo, el contexto era similar: a medida que América del Norte entra en guerra, América del Sur vuelve a mirar desde la barrera.

Con Brasil en la periferia distante de la guerra, los funcionarios de turismo predicen un aumento en las reservas a medida que los europeos y los estadounidenses cambian los planes de vacaciones y reservan vuelos a un destino que de repente parece seguro. Brasil, el mayor importador de petróleo de la región, ha impuesto restricciones para reducir el consumo de gasolina. Las bombas de combustible en Brasil ahora están cerradas los domingos y las noches de lunes a viernes. La compañía continúa ayuda


El fabricante de cohetes de Brasil, Avibras, causó furor cuando reveló que continuaría brindando a Iraq asistencia técnica para mantener su radar de fabricación brasileña y sus sistemas de cohetes de tierra a tierra. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores inmediatamente prometió tomar "todas las medidas legales" para poner fin a la ayuda.


En Argentina, la decisión del presidente Carlos Saúl Menem de enviar dos buques de guerra al Golfo Pérsico provocó manifestaciones fuera del Congreso y puños en el interior. Aunque el gobierno de Kuwait en el exilio pagó a Argentina $ 18 millones en enero por la ayuda, la aprobación del Congreso se obtuvo solo después de un debate que dividió a la nación y la pareja presidencial.



Zulema Yoma de Menem, la esposa separada del presidente, condenó la interferencia en el Medio Oriente de "un grupo de poderes con poder destructivo infernal". El Sr. Menem declaró a la nación: "Argentina está en guerra".

Lo más visible son las protestas y los bombardeos que han tenido lugar en América del Sur. Muchos han aprovechado los resentimientos tradicionales contra los Estados Unidos. Protestas fuera de la embajada

"Los árabes deberían atacar los intereses de Estados Unidos en represalia por su guerra imperialista", dijo Ali Muhama, un brasileño de origen palestino, en una manifestación el 12 de enero, cuatro días antes de que estallara la guerra.

Ha habido protestas fuera de la embajada y cuatro consulados de los Estados Unidos en Brasil, pero no se ha informado de ninguna fuera de la embajada de Iraq en Brasilia. En una excepción imparcial, el Partido Verde de Brasil formó una "cadena de paz" humana que unía el Consulado de los Estados Unidos en Río de Janeiro y la oficina local de Iraqi Airways, a dos cuadras de distancia.

Hasta ahora, los ataques contra instalaciones estadounidenses han sido menores. Una pequeña bomba rompió ventanas en la biblioteca de la embajada en Quito, Ecuador, y un pequeño cohete dañó la unidad central de aire acondicionado de la embajada en Lima, Perú.

"Hemos tenido muchas más personas tratando de alistarse que personas lanzando bombas fétidas", dijo un portavoz de la embajada en Lima, donde un cartel advierte que la embajada no acepta voluntarios. "Se presume que es un boleto a una tarjeta verde", dijo el portavoz, refiriéndose al permiso de trabajo de los Estados Unidos para inmigrantes. Amenazas de bomba en Sao Paulo

En Sao Paulo, Brasil, la ciudad más poblada del continente, el escuadrón local de bombas había investigado 42 amenazas de bomba a mediados de enero, ocho veces la tasa normal. En los únicos dos bombardeos de Brasil registrados hasta la fecha, el 20 de enero, una bomba dañó una sinagoga en Porto Alegre y otra dañó una iglesia mormona dirigida por misioneros estadounidenses en Goias.

Las amenazas de bomba han creado una mentalidad de asedio entre los diplomáticos estadounidenses, que han dejado explicaciones de la participación de los Estados Unidos en la guerra a Cable News Network, que se transmite ampliamente por la televisión local con voces en off portuguesas o españolas. En contraste, los diplomáticos iraquíes están llenando de entrevistas a la prensa en Argentina, Brasil y Uruguay.

"Nuestros ataques con misiles contra Israel mataron a 1,000 personas e hirieron a 2,500", afirmó recientemente Munthir Mushin, encargado de negocios de Irak en Argentina, en una entrevista con un periódico de Buenos Aires.

Una versión de este artículo aparece impresa en 4 de febrero de 1991, Sección A , página 10 de la edición nacional con el título: GUERRA EN EL GOLFO: América Latina; Ondulación de la guerra La vuelta en América Latina .

"EL RETORNO DE LA REINA"


Las tratativas secretas entre Washington y Londres para que Gran Bretaña se haga cargo de las operaciones Medio Oriente “Ampliado” pueden traer consecuencias inesperadas y nada benéficas para los árabes de la región.




El Ministro británico Ben Wallace y el Secretario estadounidense Mark Spert

En tanto el mundo sigue sumido en miedo a una Pandemia de dudoso origen, Washington prosigue con su agenda geoestratégica y pone a rodar sus próximos pasos para concretar sus nuevos planes en el Medio Oriente y Venezuela. Esto no sorprende a quienes estamos pendientes de la evolución de los eventos globales en especial en lo que EEUU tiene una injerencia preponderante.


De este modo Donald Trump prosigue con sus planes de una retirada paulatina de sus tropas del Medio Oriente firmando acuerdos y concediendo algunos privilegios a regímenes de la región para que continuen con la tarea de “Gendarme regional”. Como podrá advertirse EEUU se retira físicamente pero seguirá ejerciendo el control geopolítico a distancia desde Washington y el militar desde los cuarteles generales del CENTCOM.


Hace apenas unas semanas, en una reunión entre el Secretario de Defensa norteamericano Mark Spert y el Ministro de Defensa británico Ben Wallace llevada a cabo en el Pentágono, en Virginia el 5 de marzo pasado, se trataron varios puntos vinculados a los intereses y objetivos militares que ambos mantienen en Euroasia pero también en el Oriente Medio. Según las fuentes, ambos estudiaron la situación de la región y en especial la de Siria en la cual ambos pese a los esfuerzos por derrocar a Bashar Al Assad, habrían coincidido en dejarla momentáneamente bajo la influencia de Rusia.
Esta última conclusión a la que arribaron ambos funcionarios y aliados de la OTAN, respalda la situación real existente obre el terreno que no puede calificarse sino, como una clara victoria política y estratégica para el Kremlin y en particular para su ilustre ocupante, el presidente Vladimir Putin.


Vladimir Putin

Claramente Putin nunca aflojo el cedal y aunque en occidente apostaban a que no soportaría la presión o sería distraído de la politica exterior (en particular sobre Siria) con las complicaciones de asuntos domesticos vinculados a la pandemia y su dura política de cuarentena forzada, eso no sucedió. Las tropas rusas han logrado estabilizar el norte sirio impidiendo que las bandas armadas respaldadas por las tropas especiales norteamericanas extiendan sus dominios.


Esto no significa para nada que los anglosajones hayan pactado detener su agresión contra la república árabe siria, no para nada. Se trata tan solo de un reagrupamiento y acomodamiento de fuerzas en el que Gran Bretaña parece tendrá de ahora en adelante un papel proponderante. La llamada OTAN-MO (Organización de Tratado del Atlántico Norte-Medio Oriente) pasará a estar encabezada por los británicos mientras los estadounidenses comenzarán a desplazar sus fuerzas a otras zonas más importantes pero sin abandonar los objetivos de mantener el caos controlado que han instaurado desde su ingreso en la región.


A la luz de este acuerdo, pareciera un contrasentido el anuncio del retiro de tropas norteamericanas de Afganistán pactado con en el Talibán, aunque ello habrá que esperar a que se concrete fehacientemente dados los precedentes de Washington de incumplir con sus compromisos (con las falsas retiradas de Siria e Iraq).


Este cambio en la conducción de los planes estratégicos para el Medio Oriente, traerá consigo una alteración en la composición del bloque de aliados regionales que participan en aquellos. De este modo Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Israel ya ven alterados sus roles en la participación que tiene cada uno de ellos en los focos bélicos de la región. Incluso uno de ellos y tal vez dos, sean traicionados y descartados en breve para beneficio de la nueva agenda.


Algunos eventos de hace apenas unas semanas dejarían entrever las posibilidades de que aquello se produzca. Según fuentes confiables en Jordania han revelado que entre el 21 y el 22 de marzo pasado más de 4000 marines norteamericanos y tropas emiratíes (EAU) llevaron a cabo ejercicios de guerra en una locación construida a mediados del 2015 en “Al Hamrah” en cercanías de Abu Dabi. La misma es una simulación de una ciudad árabe-islámica construida originariamente para ensayar una intervención militar sobre Irán (Un asunto que aún está pendiente).


Tropas de los EAU

Oficialmente se informó que estos ejercicios se daban en el marco de la vigesima edición de maniobras conjuntas denominadas como “Furia Nativa” que desde 2008 se vienen llevando cada dos años. Pero en realidad esto tiene un objetivo de próxima ejecución.


Estos ejercicios conjuntos no son casuales. Aprovechando el estado de cuarentena instaurado por el terror informativo nadie advirtió el masivo despliegue de tropas y equipos dentro del Emirato. Desde hace un tiempo las fuerzas emiraties se hallan combatiendo junto a las fuerzas especiales británicas en el sur del Yemen quienes además de recibir el apoyo aéreo israelí se hallan bajo el comando estadounidense.


Desde que Riad lanzo su agresión contra Yemen en febrero de 2015 no hubieron más que fracasos militares. El problema central de las FFAA sauditas es su composición mayormente de mercenarios extranjeros (especialmente latinoamericanos) haciendo que su lealtad sea alquilada por quién mejor pague. Esto es un talón de Aquiles que el Pentágono ha tenido siempre en cuenta y al parecer, ante la no calculada extensión de las operaciones, ha determinado que ya no es confiable para el próximo estadio que Washington pretende instaurar en la región.


Otro aspecto que no hay que despreciar es la crisis por la caída del precio del petróleo suscitada entre Arabia Saudita y Rusia que según el Congreso norteamericano estaría afectando a la economía estadounidense, pero muchos dentro Washington aseguran que EEUU tiene parte de culpa en esta crisis, pero estaría siendo usado como un argumento más para distanciarse de Riad.


Pero los cambios que se producirán tienen raíces más profundas. La inclinación de Washington hacia los EAU tiene un fundamento poderoso como es la estrecha e histórica relación existente entre la monarquía emiratí y el Reino Unido, especialmente entre el multimillonario príncipe Mohamed Ben Zayed y Londres que proviene desde la fundación del Emirato. La historia de éste reino petrolero siempre estuvo vinculada a la influencia británica en la región y en cierta medida, ha cooperado contra sus hermanos iraquíes, sirios e incluso contra la causa palestina.


El cambio de prioridad en la colaboración con un nuevo aliado árabe ya venía estudiándose en el Departamento de la Defensa desde tiempo atrás, presumiblemente desde el fracaso de las brigadas Wahabi y Takfir en concretar el derrocamiento de la república árabe de Siria reforzándose esta decisión desde la asunción del controvertido Mohamed Ben Salman quien cabe recordar, tomo el poder a la zaga del príncipe emiratí Mohamed Ben Zayed.


Las señales de que los EAU se estaban ganando un mejor posicionamiento ya se advertían con el incremento de las interacciones militares y también de algunos comentarios del mismo Secretario de Defensa norteamericano de la administración de Obama el general Jim “perro loco” Mattis quien en algún momento califico a los EAU como “la pequeña Esparta”.


Otro actor que seguirá siendo necesario para continuar con los planes en la región es Turquía. Aquí también Londres ha empezado a desplegar sus contactos con Ankara para ir familiarizándose de la situación. En este marco puede intuirse que la visita del ministro de defensa británico Ben Wallace realizada el 12 de marzo al puesto de observación turco enclavado en territorio sirio en proximidades de Idlib donde se acantonan los yihadistas de “Al Qaeda” no es casual. Wallace estuvo acompañado de su homologo turco Hulusi Akar desde donde observaron la situación sobre el terreno.


Con esto a la vista veremos el regreso de Gran Bretaña a una región en la que durante los siglos XIX y parte del XX dejo una marca indeleble sobre las poblaciones. Tal vez ello sea una invitación para que –aprovechando la transición del BREXIT- Londres retome sus viejos y arbitrarios hábitos coloniales que como tales, tienen un carácter expansivo ¿Acaso alguien en Argentina estará tomando nota sobre esto?