ARA BROWN
Plenamente alineado con los Estados Unidos y al principio de su década de gobierno, el ex presidente Carlos Menem decidió involucrar a la Argentina en la Guerra del Golfo. Fue en setiembre de 1990 y por decreto.
Se trató de dos fragatas misilísticas y 450 marinos que estuvieron lejos del foco de conflicto para apoyar el bloqueo naval impuesto al régimen de Saddam Hussein. Menem dijo que se trataba de una tarea "logística" y no "operativa". Las acciones comenzaron el 16 de enero de 1991 y concluyeron el 2 de marzo.
A diferencia de la actualidad, en aquella ocasión se trató de una operación plenamente avalada por la ONU, que dispuso el bloqueo luego que las tropas iraquíes invadieron Kuwait en agosto de 1990. En total fueron 32 países los que estuvieron presentes en el Golfo Pérsico.
La decisión de Menem generó el rechazo de la oposición ya que no fue consultada al Congreso, que finalmente la aprobó, aunque ya con los hechos consumados, el 24 de enero.
Pero las peores críticas vendrían después, tras los atentados en 1992 contra la Embajada de Israel y en 1994 contra el edificio de la AMIA, sede de la mutual de la comunidad judía en la Capital. El saldo fue de 115 muertos y más de 200 heridos. El cuestionamiento se refería a que los atentados podían ser represalias de terroristas árabes por el apoyo argentino a los Estados Unidos en el Golfo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario