El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visita Kiev y promete una diplomacia “implacable” para evitar una nueva agresión del Kremlin, mientras avisa de un posible aumento de las tropas rusas en la frontera
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski (izquierda), y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, el miércoles en Kiev.ALEX BRANDON (AP)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló el miércoles que creía que el Kremlin iba a invadir Ucrania y advirtió de que pagaría por ello. Antony Blinken, su secretario de Estado, había alertado horas antes de que Rusia “tiene planes” de aumentar aún más sus tropas junto a las fronteras ucranias y que podría iniciar “en breve” una nueva agresión militar contra el estratégico país de Europa del Este.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló el miércoles que creía que el Kremlin iba a invadir Ucrania y advirtió de que pagaría por ello. Antony Blinken, su secretario de Estado, había alertado horas antes de que Rusia “tiene planes” de aumentar aún más sus tropas junto a las fronteras ucranias y que podría iniciar “en breve” una nueva agresión militar contra el estratégico país de Europa del Este.
En el inicio de una gira diplomática destinada a disuadir a Moscú de cruzar las líneas rojas, Blinken viajó a Kiev para mostrar su apoyo al Gobierno de Volodímir Zelenski y renovó su promesa de duras sanciones en caso de otra invasión rusa. Mientras el Kremlin volvió a exigir a la OTAN y a EE UU garantías de que la Alianza Atlántica nunca admitirá a Ucrania ni a Georgia, Blinken, que se reunirá el viernes con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, advirtió a los ucranios de que deben prepararse para días difíciles.
Por la tarde, en una rueda de prensa en Washington, Biden fue más allá y predijo que Vladímir Putin iba a intervenir en Ucrania, pero creó confusión en torno a lo que consideraba una agresión grave y el calibre de la respuesta aliada ante una “incursión menor”, informa Amanda Mars. “¿Creo que pondrá a prueba a Occidente, a Estados Unidos y a la OTAN tanto como pueda? Sí, lo creo”, afirmó. “No estoy seguro de que él tenga decidido qué va a hacer, pero intuyo que va a intervenir, tiene que hacer algo”, añadió. “No ha visto nunca sanciones como las que he prometido que se impondrán [si lo hace]”, recalcó, pero envió señales borrosas al apuntar: “Una cosa es una incursión menor, que acabemos discutiendo [entre aliados] cómo responder, pero si hacen lo que son capaces de hacer con una gran fuerza en la frontera, va a ser un desastre para Rusia”.
Fue tal el desaguisado de la frase que la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, envió un comunicado poco después de la rueda de prensa para recalcar que cualquier traspaso de las fronteras ucranias se respondería con medidas “rápidas, duras y unitarias” por parte de Estados Unidos y los aliados. “El presidente Biden sabe por experiencia que los rusos disponen de un amplio manual de agresiones de tipo militar, incluyendo los ciberataques y las tácticas paramilitares. Y él [Biden] afirmó hoy que esos actos de agresión por parte de Rusia serán respondidos con una acción unitaria, recíproca y decisiva”, añadió.
Ucrania lleva ya ocho años en guerra en la región del Donbás contra los separatistas prorrusos, que reciben el apoyo de Moscú, que ya en 2014 se anexionó con un referéndum no reconocido por la comunidad internacional la península ucrania de Crimea. Ahora, la concentración de unos 100.000 soldados rusos en la frontera, a la que se siguen sumando militares y armamento pesado, unido a las elevadas amenazas dialécticas del Kremlin, han desatado una enorme crisis de seguridad en Europa del Este. “Sabemos que existen planes [de Rusia] para aumentar esa fuerza [militar] aún más en muy poco tiempo”, dijo Blinken en Kiev. “Y eso le da al presidente Putin la capacidad, también en muy poco tiempo, de tomar más medidas agresivas contra Ucrania”.
Por la tarde, en una rueda de prensa en Washington, Biden fue más allá y predijo que Vladímir Putin iba a intervenir en Ucrania, pero creó confusión en torno a lo que consideraba una agresión grave y el calibre de la respuesta aliada ante una “incursión menor”, informa Amanda Mars. “¿Creo que pondrá a prueba a Occidente, a Estados Unidos y a la OTAN tanto como pueda? Sí, lo creo”, afirmó. “No estoy seguro de que él tenga decidido qué va a hacer, pero intuyo que va a intervenir, tiene que hacer algo”, añadió. “No ha visto nunca sanciones como las que he prometido que se impondrán [si lo hace]”, recalcó, pero envió señales borrosas al apuntar: “Una cosa es una incursión menor, que acabemos discutiendo [entre aliados] cómo responder, pero si hacen lo que son capaces de hacer con una gran fuerza en la frontera, va a ser un desastre para Rusia”.
Fue tal el desaguisado de la frase que la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, envió un comunicado poco después de la rueda de prensa para recalcar que cualquier traspaso de las fronteras ucranias se respondería con medidas “rápidas, duras y unitarias” por parte de Estados Unidos y los aliados. “El presidente Biden sabe por experiencia que los rusos disponen de un amplio manual de agresiones de tipo militar, incluyendo los ciberataques y las tácticas paramilitares. Y él [Biden] afirmó hoy que esos actos de agresión por parte de Rusia serán respondidos con una acción unitaria, recíproca y decisiva”, añadió.
Ucrania lleva ya ocho años en guerra en la región del Donbás contra los separatistas prorrusos, que reciben el apoyo de Moscú, que ya en 2014 se anexionó con un referéndum no reconocido por la comunidad internacional la península ucrania de Crimea. Ahora, la concentración de unos 100.000 soldados rusos en la frontera, a la que se siguen sumando militares y armamento pesado, unido a las elevadas amenazas dialécticas del Kremlin, han desatado una enorme crisis de seguridad en Europa del Este. “Sabemos que existen planes [de Rusia] para aumentar esa fuerza [militar] aún más en muy poco tiempo”, dijo Blinken en Kiev. “Y eso le da al presidente Putin la capacidad, también en muy poco tiempo, de tomar más medidas agresivas contra Ucrania”.
Este país, que junto a Georgia recibió la invitación para adherirse a la OTAN en 2008 —aunque a falta de reformas y consenso esa membresía está realmente muy lejana—, ha pedido a sus aliados occidentales más apoyo en materia de defensa, duras sanciones contra Rusia y también apoyo sobre el terreno. Blinken, que se reunió con el presidente Zelenski y con el ministro de Exteriores ucranio, Dmytro Kuleba, renovó la promesa de represalias contra Moscú, aunque sin concretar, y también garantizó que Washington continuará brindando a Ucrania apoyo en materia de defensa con un nuevo paquete de capital de 200 millones de dólares (unos 176 millones de euros). Sin embargo, EE UU no proporcionará armas ofensivas a Kiev y tampoco le ofrecerá fuerza militar directa. “Para dar pasos muy rápidos, para modernizar el Ejército, necesitamos ayuda aquí, especialmente ayuda en estos tiempos, tiempos difíciles”, pidió Zelenski.
No hay comentarios:
Publicar un comentario