3/8/10

¿Tenemos nuestras almas dispuestas para el bendito mes de Ramadán?


Imam de los musulmanes en Argentina, Sheij Mohamed Ali Gafer.
AIN.- Esta es la pregunta que le Imam de los musulmanes en Argentina, Sheij Mohamed Ali Gafer, enviado de la Universidad de Al Azhar de Egipto, realizó a los creyentes en su última jutbah o predicación de los días viernes en la mezquita Al Ahmad. Además destacó que es un deber para el musulmán dejar de lado las malas intenciones, hablar y prestar oídos a las habladurías, para que nuestras obras sean aceptadas.

“El mes de Ramadán está en la puerta, el mes de obediencia, de perdón de los pecados, de piedad ¿Tenemos nuestras almas dispuestas para este bendito mes?

Hoy nos deteneos a reflexionar para prepararnos a recibir este mes colmado de virtudes. Hay algunos asuntos que debemos dejar de lado para acostumbrarnos y cuando llegue Ramadán los hayamos dejado del todo. Dios prohíbe humillar y despreciar a la gente o burlarse de ellos, puede que la persona de la que se burlan tenga un rango muy importante ante Dios y sea uno de los amados por Él.

Dios dice: “¡Oh, creyentes! No os burléis de vuestros hermanos, pues es posible que sean mejores que vosotros. Que las mujeres no se burlen de otras mujeres, pues es posible que sean mejores que ellas” (49:11).

Dios ama a un hombre o una mujer cuando deja de lado las malas insinuaciones para burlarse de los demás, otros lo hacen mediante palabras con doble significado y Dios promete el castigo a quienes tienen dicha actitud con un pozo del Infierno cuyas llamas y calor llegan muy lejos: “Ay del castigo que les aguarda a quienes se burlan del prójimo con sus palabras y actitudes” (104:1).

Dios ama que el musulmán o musulmana deje de lado muchas sospechas, Umar Ibn Al Jattab (que Dios se complazca de él) dijo: Nunca sospeches de las palabras de un hermano creyente. Abdullah ibn Umar (que Dios se complazca de él) relató que vió al Mensajero de Dios (PyB) circunvalar alrededor de la Ka´bah y decir: “Qué bueno es tu aroma, qué grandiosa y sagrada eres ¡Juro por Quien tiene mi alma en Sus manos! Que los bienes, sangre y honor del creyente son más sagrado para Dios que tu, y es terrible que sospechen unos de otros”.

Abu Hurairah (que Dios se complazca de él) relató que el Mensajero de Dios (PyB) dijo: “Evitad las sospechas, no os espiéis, no compitáis, no os envidiéis, no os odiéis, sed verdaderos siervos de Dios y verdaderos hermanos”.

Dijo el Profeta (PyB): “Quien cubre los defectos y faltas de un hermano es como si resucitase una niña enterrada viva de su tumba”. Dios dice: “¡Oh, creyentes! Evitad sospechar demasiado [de la actitud de los demás], pues ciertamente algunas sospechas son un pecado; y no os espiéis, ni habléis mal del ausente, pues ello es tan repulsivo como comer la carne de un hermano muerto ¿Acaso alguno de vosotros desearía hacerlo? Por supuesto que os repugnaría. Y temed a Dios; ciertamente Dios es Indulgente, Misericordioso” (49:12).

Es un deber para el musulmán dejar de lado las habladurías, en particular hablar mal del ausente, el Profeta dijo: “Si lo que dices tu hermano lo tiene, estas hablando mal de él, pero si no lo tiene lo estás calumniando”.

En una oportunidad Aishah hizo un comentario, dujo que Safia era petiza en forma peyorativa y el Profeta (PyB) le dijo: “Has pronunciado unas palabras que si se mezclan con las aguas del mar las corrompería”. El Sagrado Corán nos refiere al respecto de hablar mal del ausente como comer la carne de un hermano muerto, es decir como algo repugnante y feo, tanto la naturaleza de hacerlo, como también, el hablar mal del ausente es algo repudiable naturalmente y en la legislación islámica.

Abu Hurairah (que Dios se complazca de él) relató que el Profeta (PyB) dijo; “El musulmán es sagrado para otro musulmán, tanto sus bienes, su vida y su honor, es un grave pecado despreciar al hermano musulmán”.

Al Bará narró que el Mensajero de Dios (PyB) dijo: “Mantened a los demás a salvo de vuestras lenguas, no habléis mal del ausente ni andéis siguiendo sus pasos para saber de su intimidad, quien lo haga, Dios hará que sea descubierta su propia intimidad y pecados en secreto”.

Abu Ubaidah relató que le dijo al Profeta que dos mujeres habían ayunado al punto casi de morir del hambre y sed, pero el Profeta (PyB) permaneció callado, entonces insistió: Mensajero de Dios, ellas estuvieron casi al borde de la muerte por el ayuno, entonces el Profeta dijo que le trajesen un balde y que las llamase, cuando se presentaron le dijo a una de ellas: “¡Vomita!” Y ésta empezó a vomitar pus, sangre y carne descompuesta al punto de llenar la mitad del recipiente, luego le dijo a la otra: “¡Vomita!” Y comenzó a hacerlo hasta llenar el recipiente completo con pus y sangre, luego agregó: “Estas dos mujeres no tuvieron reparo a pesar de ayunar de reunirse a devorarse la carne de la gente”.

¡Hermano y hermana musulmana! Es nuestro deber entender estas palabras y mantenernos al margen de hablar y prestar oídos a las habladurías para que nuestras obras sean aceptadas, el Mensajero de Dios (PyB) dijo: “Temed a Dios doquiera estéis luego de una mala acción realiza una buena para borrarla y tratad a la gente con buena moral y carácter”, y dijo (PyB): “Quien se arrepiente de sus faltas es igual a quien no las comete”.
Fuente: AIN

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