27/7/10

La importancia de la oración en el Islam



Imam de los musulmanes en Argentina, Sheij Mohamed Ali Gafer.
AIN.- “La oración es el segundo pilar del Islam, es una verdadera piedra preciosa, es la columna de la religión”, expresó el imam de los musulmanes en Argentina, Sheij Mohamed Ali Gafer, enviado de la Universidad de Al Azhar de Egipto en su última jutbah o predicación de los días viernes en la mezquita Al Ahmad.

“Hermanos musulmanes! La oración es el segundo pilar del Islam, es una verdadera piedra preciosa. Es la columna de la religión, es la cabeza de las formas de acercarse a Dios, es el orgullo de las formas de adoración y la imagen de la benevolencia, y se ocupó que así lo entendiesen porque es la purificación de los pecados.

Por ello, el Profeta (PyB) le dio mucha importancia y siempre rezaba, incluso hasta cuando se agravó su enfermedad, porque es el objetivo cuando hay momentos de angustia, el Mensajero de Dios (PyB) rezó y decía a sus compañeros despidiéndose de este mundo: “As Salat, as salat”, las cuales fueron sus últimas palabras.

La oración es irreemplazable, es la provisión que no se termina, es la llave de los tesoros que no se acaban jamás, es el viaje a los límites de la realidad en la tierra, a la realidad del universo, por todo esto es que tiene un rango muy importante en el Islam y será sobre lo primero que Dios nos preguntará el Día del Juicio. Dijo el Mensajero de Dios (PyB): Lo primero que será computado del siervo en el Día del Juicio es la oración, si está bien, serán tenido en cuenta las demás obras buenas, caso contrario estarán mal todas las obras que hizo”.

Lo que indica la grandiosidad y el rango del salat (Oración), entre las demás formas de adoración, prescripta como obligatoria en el cielo la noche del Viaje Nocturno y la Ascensión a los cielos del Profeta (PyB), para que sea una ascensión de todo creyente cada vez que rece cada una de las cinco oraciones diarias.

La oración comparada con las demás formas de adoración es como la cabeza y el cuerpo. ¡Hermanos! La oración fue la forma de adorar a Dios de todos los Profetas y Mensajeros, Dios dice con respecto a Abraham (con él sea la paz): “Cuando Abraham elevó los cimientos de la Casa Sagrada con Ismael rogaron: ¡Señor nuestro, acéptalo de nosotros! Ciertamente Tú eres Omnioyente y Sapiéntísimo”, luego Dios le dice: “Y purifica la Casa Sagrada para que la circunvalen, se inclinan y prosternan (22:26). La oración fue establecida desde que fue creado el Mensaje y prescripta como obligatoria para los seres humanos.

Moisés (con él sea la paz) a quien Dios le habló directamente en el primer encuentro con Él y la luz divina sobre el monte Sinaí, Dios le ordena que haga la oración: “Yo te he elegido, presta atención a lo que te voy a revelar, Yo soy Dios, no hay otra divinidad excepto Yo, adórame y realiza la oración para recordarme” (20:13-14).

La virgen María (con ella sea la paz) recibió la orden de rezar: “¡María! Adora a tu Señor, prostérnate e inclínate con los orantes” (3:43).

Jesús (con él sea la paz) lo primero que pronunció estando aún en la cuna: “Por cierto que soy el siervo de Dios. Él me revelará el Libro y hará de mí un Profeta. Seré bendecido doquiera que me encuentre y me ordenará hacer la oración y pagar el zakat mientras viva” (19:29-30).

Si la oración ya era obligatoria en los pueblos que nos precedieron, entonces Dios le ordenó al Su amado Mensajero Muhammad (PyB) que cumpliera con la oración: “Recita lo que te ha sido revelado del Libro (el Corán) y haz la oración” (29:45). Y ordena que no descuidemos la oraciones: “Observad la oración prescripta y pagad el zakat) (2:45) y dice también: “Observad la oración prescripta y especialmente la oración intermedia (salat al ¨Asr)” (2:38).

El sabio Luqmán le dijo a su hijo aconsejándolo: “¡Hijito! Haz la oración” (31:17). ¡Hermanos en el Islam! Por realizar la oración se recibe una enorme recompensa, si la realizan siempre.

Entre los beneficios de la oración podemos mencionar: 

1. Es luz para quien la realiza, el Mensajero de Dios (PyB) dijo: “La purificación es la mitad de la fe, decir al hamdulillah colma la balanza, decir glorificado y alabado sea Dios, llenan el espacio entre el cielo y la Tierra, la oración es una luz, la caridad una prueba, la paciencia irradia luz, el Sagrado Corán es una prueba en tu favor o en tu contra”.
2. La oración borra las faltas, Dios dice: “Observa las oraciones prescriptas durante el día y la noche, pues las buenas obras borran las malas, ciertamente esto es una exhortación para quienes reflexionan” (11:114).
3. La oración espía las faltas y eleva en grados, el Mensajero de Dios (PyB) dijo: “No realiza el siervo una prosternación ante Dios sin registrársele como una buena acción y le son borradas las faltas, y eleva en grados ¡Incrementad las prosternaciones!”.
4. Dios se comprometió que a todo aquel que cumpla con las oraciones ingresará al Paraíso, el Profeta (PyB) dijo que Dios dice en un hadiz Qudsi: “Yo he prescripto para tu nación cinco oraciones diarias, y yo me comprometo a quien las cumpla en sus horarios que lo ingresaré al Paraíso, y a quien no las cumpla no tengo compromiso alguno”.
5. El salat es la mejor forma de adoración con la que se acerca el siervo a Dios. Abdullah bin Amr (que Dios se complazca con él), dijo que un hombre le preguntó al Mensajero de Dios (PyB) acerca de la mejor de las obras y le respondió: “La oración”, insistió ¿Luego cuál? Y le repitió “la oración” tres veces”.
6. El salat quema las faltas, no hay velos entre el siervo y Dios cuando reza, y le son quemadas las malas acciones, y así el siervo se va acercando poco a poco a Dios hasta colmar su corazón, su alma y su vida, transitándola sabiendo que Dios lo está observando, entonces hace caridades y reza, hasta que Dios es su oído, su mirada, el Mensajero de Dios dijo: “El siervo seguirá acercándose a Dios por medio de las oraciones voluntarias hasta que lo ame, cuando lo ame seré su oído con el que escucha, su vista cuando mira, su mano cuando actúa y sus piernas con las que camina, si me pide algo se lo concedo, si se refugia en Mi lo protejo y si me pide perdón, lo perdono”.

Dijo el Mensajero de Dios: “Los buenos actos no son en vano, los pecados no se olvidan, Dios no muere jamás, obra, que según trates a la gente serás tratado”, y dijo también “el verdaderamente arrepentido es igual a quien no cometió la falta”.
Fuente: Centro Islámico de la República Argentina.

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