El presidente sirio, Bashar al Assad.
El Presidente sirio, Bashar Al-Assad reiteró que la agresión israelí contra la flota de la Libertad destruyo todas las oportunidades para alcanzar la paz en un futuro próximo y demostró que el actual gobierno israelí está obsesionado con los incendios y no es posible lograr la paz con él.
Al-Assad, en una entrevista concedida a la emisora BBC y transmitida ayer, agregó que “los israelíes agredieron el convoy de ayudas turco, aunque los turcos no agredieron a los israelíes, y el convoy no traficaba armas sino trabajaba por la paz, especialmente durante los últimos años y Turquía fue el único mediador durante este período”.
El presidente dijo que “el Medio Oriente está sufriendo un cambio y Siria estuvo trabajando para evitar una guerra regional, descartando un acuerdo de paz con el actual gobierno israelí a menos que cambie su comportamiento, añadiendo que no existe un socio israelí para la paz y sabíamos eso, incluso cuando fuimos a la paz, pero tenemos que intentarlo y en la paz hay que seguir tratando pero con este gobierno israelí el asunto es diferente que con cualquier otro gobierno anterior”.
El primer mandatario sirio consideró que la agresión israelí contra la flota de la libertad dio riesgo a la reaparición de la guerra en la región, señalando que este peligro existía antes de la agresión y que Siria tiene muchas otras evidencias sobre las intenciones de este gobierno hacia la paz, considerando que una guerra en la región es más probable ahora, porque si no hay paz, habrá una guerra algún día y nadie sabe cuándo ni cómo y por eso si no hay paz debe esperar la guerra todos los días y esto es muy peligroso”.
El presidente Al-Assad aclaró que Siria no está bajo la supervisión de cualquier país en este mundo e incluso los EE.UU. no pueden ejercer presión contra nosotros para realizar actos en contra de nuestras convicciones y nuestros intereses, afirmando el continuo préstamo de apoyo político a la resistencia para liberar a los territorios árabes ocupados. Sobre la estabilidad en la región, el presidente Al-Assad dijo que los EE.UU. se contradicen cuando llaman a la estabilidad y al mismo tiempo quieren que las relaciones entre los países de la región sean malas.
En relación con los asuntos positivos en la región el presidente Al-Assad consideró que “lo más positivo es que los países, gobiernos y pueblos de la región aprendan lecciones sobre la necesidad de abordar nuestras causas con nuestras propias manos y por nosotros mismos”, señalando que en el pasado, los países de la región dependían de otros para resolver sus problemas.
Sobre las relaciones con Irán y la posibilidad de que Israel lance una guerra contra ella el presidente Al-Assad dijo que la región no necesita una nueva guerra, e Irán no quiere la guerra, señalando que las relaciones sirio-iraní se basan en el diálogo y que Siria quiere mantener buenas relaciones con todos los países, siempre y cuando estas relaciones no estén en contra de sus intereses.
Al-Assad, en una entrevista concedida a la emisora BBC y transmitida ayer, agregó que “los israelíes agredieron el convoy de ayudas turco, aunque los turcos no agredieron a los israelíes, y el convoy no traficaba armas sino trabajaba por la paz, especialmente durante los últimos años y Turquía fue el único mediador durante este período”.
El presidente dijo que “el Medio Oriente está sufriendo un cambio y Siria estuvo trabajando para evitar una guerra regional, descartando un acuerdo de paz con el actual gobierno israelí a menos que cambie su comportamiento, añadiendo que no existe un socio israelí para la paz y sabíamos eso, incluso cuando fuimos a la paz, pero tenemos que intentarlo y en la paz hay que seguir tratando pero con este gobierno israelí el asunto es diferente que con cualquier otro gobierno anterior”.
El primer mandatario sirio consideró que la agresión israelí contra la flota de la libertad dio riesgo a la reaparición de la guerra en la región, señalando que este peligro existía antes de la agresión y que Siria tiene muchas otras evidencias sobre las intenciones de este gobierno hacia la paz, considerando que una guerra en la región es más probable ahora, porque si no hay paz, habrá una guerra algún día y nadie sabe cuándo ni cómo y por eso si no hay paz debe esperar la guerra todos los días y esto es muy peligroso”.
El presidente Al-Assad aclaró que Siria no está bajo la supervisión de cualquier país en este mundo e incluso los EE.UU. no pueden ejercer presión contra nosotros para realizar actos en contra de nuestras convicciones y nuestros intereses, afirmando el continuo préstamo de apoyo político a la resistencia para liberar a los territorios árabes ocupados. Sobre la estabilidad en la región, el presidente Al-Assad dijo que los EE.UU. se contradicen cuando llaman a la estabilidad y al mismo tiempo quieren que las relaciones entre los países de la región sean malas.
En relación con los asuntos positivos en la región el presidente Al-Assad consideró que “lo más positivo es que los países, gobiernos y pueblos de la región aprendan lecciones sobre la necesidad de abordar nuestras causas con nuestras propias manos y por nosotros mismos”, señalando que en el pasado, los países de la región dependían de otros para resolver sus problemas.
Sobre las relaciones con Irán y la posibilidad de que Israel lance una guerra contra ella el presidente Al-Assad dijo que la región no necesita una nueva guerra, e Irán no quiere la guerra, señalando que las relaciones sirio-iraní se basan en el diálogo y que Siria quiere mantener buenas relaciones con todos los países, siempre y cuando estas relaciones no estén en contra de sus intereses.
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