4/4/10

Encuentro en Marruecos sobre cine chileno



Encuentro en Marruecos sobre el cine chileno.
La producción cinematográfica chilena refleja las mutaciones que experimentó su sociedad durante varias décadas, así como la situación de la mujer y de las minorías, afirmaron los participantes en el encuentro organizado en Tetúan (norte de Marruecos) "El cine chileno", al margen de la XVI edición del Festival Internacional del Cine Mediterráneo.

Así, Víctor Amar Rodríguez, especialista en el cine chileno, ubicó a Chile en el contexto cinematográfico latinoamericano, presentando las características del séptimo arte en este continente, especialmente en Venezuela, Argentina, México, Uruguay y Brasil, países en los cuales las producciones cinematográficas reflejan las mutaciones de las sociedades latinoamericanas.

Rodríguez abordó después el tema del cine chileno antes del golpe militar del general Pinochet, recordando algunos directores de renombre como Miguel Mittín, director de “La Tierra Prometida”, y Raúl Ruiz director de “El Mundo Al revés”, quienes optaron por el auto exilio.

Según Rodríguez, “al volver a la normalidad después de la dictadura, Chile se encuentra con el exiliado que trae una nueva semilla que deposita en su propia tierra y que crea una nueva generación de cineastas emergentes, donde la mujer tiene un protagonismo importante, donde las menorías son retratadas también en la pantalla, lo que simboliza un elemento importante diferenciador a otros cinematografías en América latina”.

“El cine en Chile, como en América latina, constituye un elemento importante de expresión que usa los símbolos y que tiene mucho de imagen, esta última lo tiene en común con el latinoamericano”, precisó.

Por su parte, el director de la Cineteca Nacional de Chile, Ignacio Aliaga Riquelme, abordó el contexto político y cultural de las producciones cinematográficas chilenas participantes en el Festival Internacional del Cine Mediterráneo, como “Sussi” de Gonzalo Justiniano “una de las pocas producciones chilenas en la época de la dictadura” y “Frontera” de Ricardo Larrain que “inauguró un período de libertad de expresión” según el mismo Riquelme.

El director de la Cineteca Nacional añadió que el cine chileno se caracterizó en los años setenta por la presencia de las preocupaciones del pueblo, contrariamente a los años noventa marcados por “el carácter objetivo” lejos de las presiones políticas.

Riquelme afirmó que la producción cinematográfica chilena actual incrementó su volumen de producción y también su diversidad de temas.
Cabe señalar que seis producciones chilenas participan en el Festival Internacional del Cine Mediterráneo de Tetuán que se celebra desde el 27 de marzo hasta el 3 de abril corriente.

Se trata de “El chacotero sentimental” (1999) de Cristián Galaz, “La Frontera” (1991) de Ricardo Larrain, “Subterra” (2003) de Marcelo Ferrari, “Mi mejor enemigo” (2004) de Alex Bowen, “Sussi” (1987) de Gonzalo Justiniano, y “Machuca” de Andrés Word (2003), todos en la categoría de largometrajes.

El séptimo arte chileno participa en esta cita cinematográfica mediterránea como “Invitado del Mediterráneo”.

La producción cinematográfica chilena es una de las más importantes en Latinoamérica, a pesar de su pobreza a nivel cuantitativo. Actualmente, más de 200 filmes se proyectan en Chile, la mayoría de ellos en la capital, Santiago.
Fuente: MAP

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