26/11/09

Los musulmanes peregrinos cumplen hoy con el rito del Alto en el Monte de Arafat en Arabia Saudita



El Monte de Arafat, en La Meca en Arabia Saudita.
Más de dos millones de musulmanes se encuentran en la ciudad de La Meca, en Arabia Saudita, para cumplir con el quinto pilar del islam, que es la peregrinación o Al Hay como se llama en el idioma árabe.

El sentido literal de la palabra Hay, en árabe, quiere decir "dirigirse hacia un fin determinado." En la jurisprudencia islámica significa ir a la Ka'ba, el Templo Sagrado, y cumplir los ritos de la peregrinación.

La peregrinación se lleva a cabo todos los años durante los primeros 10 días del mes Dul Hiya (último mes del calendario musulmán, literalmente el mes de peregrinación, el mes durante el cual Al Hay es realizado.), y es un conjunto de ritos que los peregrinos deben cumplir hasta el decimo día que es la fiesta del sacrificio que corresponde este año al viernes 27 de noviembre.

La peregrinación debe ser cumplida por los musulmanes por lo menos una vez en la vida, si disponen los medios para hacerlo.

Durante el noveno día del mes Dul Hiya, que corresponde a hoy jueves, se lleva a cabo uno de los ritos esenciales de la peregrinación que es el alto en el monte Arafat ubicado a 20 kilómetros de la ciudad de La Meca.

Después de amanecer, en el noveno día de Dul Hiyá, los peregrinos caminan hacia el monte 'Arafat, después, esperan desde el mediodía hasta el ocaso y hacen las oraciones del mediodía y de la tarde. Levantan sus manos en señal de plegaria y agradecimiento, y repiten las palabras del Profeta:

"No hay otro Dios sino Dios. No tiene asociados. De Él son la autoridad y la plegaria. El Bien emana de él y tiene poder sobre toda cosa."

El alto de ‘Arafat es uno de los ritos mayores de la Peregrinación. Aquél que no lo cumpla no puede ser llamado peregrino.

Los que, teniendo en cuenta las circunstancias, no pueden llegar al monte antes del anochecer, pueden hacerlo después de la caída del Sol e incluso, hasta el alba del día del sacrificio.

Después de la puesta del Sol, comienza la marcha hacia Muzdalifa, que es un lugar en el monte Arafat y la región de Mina, donde los peregrinos que vuelven de Arafat pasan la noche.

La oscuridad de la noche cae y son encendidas las antorchas. De esta manera, Muzdalifa es alcanzada. Se hace la oración del Magrib (puesta del Sol) y la del Ishá, (de la noche); luego, se pernocta. Al alba, se hacen las oraciones de la mañana.

Cuando cae el decimo día, los peregrinos tiran siete piedras una tras otra sobre unas grandes piedras levantadas que representan Satán. Este rito de tirar piedras es simbólico, ya que recuerda el lanzamiento de piedras contra Satán, que, dicen, fue expulsado de esta manera por Abraham.

Así finaliza la peregrinación y comienza el día de la fiesta del sacrificio, en este día, décimo de Dul Hiya, los musulmanes, en todo el mundo, ofrecen su sacrificio y celebran la festividad que rememora el sacrificio ordenado por Dios a su profeta Abraham en referencia a su hijo, y el posterior reemplazo del mismo por un cordero, una vez que el profeta terminó de probar su fe. Para el islam, Abraham o Ibrahim en el idioma árabe es uno de los más importantes, ya que es denominado como un "Hanif", es decir, un monoteísta en su sentido más puro.

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