Oficialmente se conoci贸 que el 8 de agosto Trump en el marco de una pol铆tica de combate al narcotr谩fico y mediante un memo secreto orden贸 al Pent谩gono la puesta en marcha de ciertas operaciones contra los c谩rteles de la droga en el Caribe apuntando en particular contra el “Cartel de los soles” y que sin pruebas, coloca al presidente Nicol谩s Maduro y varios generales venezolanos como parte de 茅l ¿Muy conveniente, no? No debemos olvidar como las agencias de inteligencia suelen exagerar las amenazas o incluso inventarlas (sin importar las consecuencias postreras) cuando los requerimientos pol铆ticos de La Casa Blanca as铆 lo ameritan y hoy, lo ameritan como nunca.
Para quienes ya estamos al tanto de las maniobras que La Casa Blanca suele implementar para disfrazar otras intenciones, esto representa una nueva variante de una vieja estrategia del intervencionismo que supuestamente (y as铆 lo dec铆a en campa帽a) Trump era enemigo. Pero como ya vimos, la volatilidad del presidente es tan evidente que no podemos confiarnos en nada de lo que afirme en la ma帽ana y haga a la tarde. Lo cierto es que una fuerza militar (y no de paz) esta pr贸xima a las costas de Venezuela.
Seg煤n la versi贸n oficial los destructores “USS Gravely”, “USS Jason Dunham” y “USS Sampson” que conforman el grupo de tareas y que en apariencias bajo la excusa de luchar contra el tr谩fico de drogas, estar铆a instruido para ejecutar un plan previamente dise帽ado que involucrar铆a la provocaci贸n de un incidente en las aguas territoriales venezolanas que justifique un casus belli y as铆 pueda desembocar en nada menos que la invasi贸n del territorio venezolano o al menos, una porci贸n de 茅l. Esto ha puesto a Caracas en estado de alerta ya que (y no hace falta aclararlo) EEUU tiene extensos precedentes en crear este tipo de apariencias enga帽osas y de agresiones similares.
Adicional a la informaci贸n de estas naves de combate se ha sabido que hay unos 4000 hombres de la infanter铆a de la marina, es decir una amenazante fuerza de desembarco que cr茅anme, no viajar谩n tantas millas para quedarse embarcados. Tampoco esto cuaja con las excusas de que esta fuerza se limite a tareas de inteligencia y control del tr谩fico mar铆timo. Hay un plan detr谩s de este movimiento y sabiendo cu谩les son los c谩lculos de costo beneficio que hace Trump en sus movimientos, no es cre铆ble que este despliegue que ya cuesta unos cientos de millones de d贸lares sea para nada.
Adem谩s de los miles de infantes de marina hay un despliegue variado de armamento ofensivo que no requiere de una incursi贸n humana que por su cercan铆a ya es una amenaza latente para la soberan铆a de los venezolanos. Aunque en la regi贸n los habitantes tienen una extensa memoria y muy bien ilustrada de las funestas intervenciones militares estadounidenses (Nicaragua desde comienzos del siglo XX hasta 1980, Granada 1982, El Salvador, Panam谩 1989) sin hablar de los golpes de estado y contra revoluciones orquestados bajo cuerda por la CIA, existen sectores que por motivaciones econ贸mico-financieras pero tambi茅n de simpat铆a cultural, apoyan estos movimientos. En el actual escenario nadie dude que la oposici贸n venezolana, con la complicidad de algunos gobiernos de la regi贸n, ven en esto una oportunidad para deshacerse del gobierno bolivariano y en ese plan ya est茅n coordinando con el Departamento de estado norteamericano.
Una vez m谩s habr铆a que golpear las puertas de la ONU para reclamar ante una nueva amenaza a la soberan铆a con una probable agresi贸n en puerta aunque como ya sabemos, no podemos esperar nada de un organismo que de continuo ve condicionado su trabajo dado que responde al dicho popular “no muerdas la mano que te da de comer”.
Aunque pocos se animen a predecir cu谩les son los reales prop贸sitos de este despliegue, es muy posible sino muy seguro que ello se vincule con la actual pulseada que EEUU y sus socios de la UE tienen con la Federaci贸n de Rusia y China tanto en lo geopol铆tico-militar como en lo geoecon贸mico por el avance de los BRICS. Golpear a la revoluci贸n Bolivariana para que se desmorone y colocar un gobierno de t铆teres como Corina Machado, Juan Guaildo y otros mercenarios que esperan su oportunidad buscar铆a cortar los molestos lazos orientales que Hugo Ch谩vez tendi贸 antes de morir y que siguen vigentes.
Pero la agresi贸n estadounidense ya hace tiempo que comenz贸. Las sanciones econ贸micas tienen a帽os y no dejemos de lado su ilegalidad pero si es cierto que en el actual marco, la administraci贸n Trump las ha reforzado m谩s all谩 de estas medidas. Seg煤n fuentes confiables, los ataques cibern茅ticos por hackers an贸nimos contra la infraestructura cr铆tica de Venezuela y en especial de Caracas han recrudecido poniendo en peligro desde los servicios bancarios y administrativos, el transporte y abastecimiento de energ铆a el茅ctrica hasta los archivos digitales confidenciales de los principales ministerios de gobierno, especialmente del SEBIN y de las FFAA.
As铆 mismo y a pesar de estas sofisticadas t谩cticas de ciberguerra y que podr铆an ser parte de una fase preparatoria para una acci贸n directa, las FFAA y las autoridades venezolanas han podido resistir y proteger sus instalaciones m谩s sensibles presumiblemente gracias a la asistencia de tecnolog铆a inform谩tica y el seguimiento de protocolos provistos por la Federaci贸n rusa y de China.
Para quienes ya estamos al tanto de las maniobras que La Casa Blanca suele implementar para disfrazar otras intenciones, esto representa una nueva variante de una vieja estrategia del intervencionismo que supuestamente (y as铆 lo dec铆a en campa帽a) Trump era enemigo. Pero como ya vimos, la volatilidad del presidente es tan evidente que no podemos confiarnos en nada de lo que afirme en la ma帽ana y haga a la tarde. Lo cierto es que una fuerza militar (y no de paz) esta pr贸xima a las costas de Venezuela.
Seg煤n la versi贸n oficial los destructores “USS Gravely”, “USS Jason Dunham” y “USS Sampson” que conforman el grupo de tareas y que en apariencias bajo la excusa de luchar contra el tr谩fico de drogas, estar铆a instruido para ejecutar un plan previamente dise帽ado que involucrar铆a la provocaci贸n de un incidente en las aguas territoriales venezolanas que justifique un casus belli y as铆 pueda desembocar en nada menos que la invasi贸n del territorio venezolano o al menos, una porci贸n de 茅l. Esto ha puesto a Caracas en estado de alerta ya que (y no hace falta aclararlo) EEUU tiene extensos precedentes en crear este tipo de apariencias enga帽osas y de agresiones similares.
Adicional a la informaci贸n de estas naves de combate se ha sabido que hay unos 4000 hombres de la infanter铆a de la marina, es decir una amenazante fuerza de desembarco que cr茅anme, no viajar谩n tantas millas para quedarse embarcados. Tampoco esto cuaja con las excusas de que esta fuerza se limite a tareas de inteligencia y control del tr谩fico mar铆timo. Hay un plan detr谩s de este movimiento y sabiendo cu谩les son los c谩lculos de costo beneficio que hace Trump en sus movimientos, no es cre铆ble que este despliegue que ya cuesta unos cientos de millones de d贸lares sea para nada.
Adem谩s de los miles de infantes de marina hay un despliegue variado de armamento ofensivo que no requiere de una incursi贸n humana que por su cercan铆a ya es una amenaza latente para la soberan铆a de los venezolanos. Aunque en la regi贸n los habitantes tienen una extensa memoria y muy bien ilustrada de las funestas intervenciones militares estadounidenses (Nicaragua desde comienzos del siglo XX hasta 1980, Granada 1982, El Salvador, Panam谩 1989) sin hablar de los golpes de estado y contra revoluciones orquestados bajo cuerda por la CIA, existen sectores que por motivaciones econ贸mico-financieras pero tambi茅n de simpat铆a cultural, apoyan estos movimientos. En el actual escenario nadie dude que la oposici贸n venezolana, con la complicidad de algunos gobiernos de la regi贸n, ven en esto una oportunidad para deshacerse del gobierno bolivariano y en ese plan ya est茅n coordinando con el Departamento de estado norteamericano.
Una vez m谩s habr铆a que golpear las puertas de la ONU para reclamar ante una nueva amenaza a la soberan铆a con una probable agresi贸n en puerta aunque como ya sabemos, no podemos esperar nada de un organismo que de continuo ve condicionado su trabajo dado que responde al dicho popular “no muerdas la mano que te da de comer”.
Aunque pocos se animen a predecir cu谩les son los reales prop贸sitos de este despliegue, es muy posible sino muy seguro que ello se vincule con la actual pulseada que EEUU y sus socios de la UE tienen con la Federaci贸n de Rusia y China tanto en lo geopol铆tico-militar como en lo geoecon贸mico por el avance de los BRICS. Golpear a la revoluci贸n Bolivariana para que se desmorone y colocar un gobierno de t铆teres como Corina Machado, Juan Guaildo y otros mercenarios que esperan su oportunidad buscar铆a cortar los molestos lazos orientales que Hugo Ch谩vez tendi贸 antes de morir y que siguen vigentes.
Pero la agresi贸n estadounidense ya hace tiempo que comenz贸. Las sanciones econ贸micas tienen a帽os y no dejemos de lado su ilegalidad pero si es cierto que en el actual marco, la administraci贸n Trump las ha reforzado m谩s all谩 de estas medidas. Seg煤n fuentes confiables, los ataques cibern茅ticos por hackers an贸nimos contra la infraestructura cr铆tica de Venezuela y en especial de Caracas han recrudecido poniendo en peligro desde los servicios bancarios y administrativos, el transporte y abastecimiento de energ铆a el茅ctrica hasta los archivos digitales confidenciales de los principales ministerios de gobierno, especialmente del SEBIN y de las FFAA.
As铆 mismo y a pesar de estas sofisticadas t谩cticas de ciberguerra y que podr铆an ser parte de una fase preparatoria para una acci贸n directa, las FFAA y las autoridades venezolanas han podido resistir y proteger sus instalaciones m谩s sensibles presumiblemente gracias a la asistencia de tecnolog铆a inform谩tica y el seguimiento de protocolos provistos por la Federaci贸n rusa y de China.