El pueblo tunecino celebra hoy el 54º aniversario de la Independencia del país, el 20 de marzo de 1956, fecha en la que se puso fin al protectorado francés, instaurado desde 1881 por el Tratado de Bardo.
“La celebración de este aniversario histórico representa una importancia capital para los tunecinos, simboliza la recuperación de la libertad y la instauración de los fundamentos de la soberanía”, señalaron en la agencia oficial TAP.
La celebración este año coincide con el lanzamiento del nuevo programa presidencial para el periodo 2009-2014, que tiene como objetivo, llevar al país al nivel de los países avanzados.
La celebración este año precede una importante fecha política, que es las elecciones municipales que se realizarán el 9 de mayo.
Además mañana Túnez celebrará mañana el Día de la Juventud, que se conmemora cada año desde que llegó a la presidencia el 7 de noviembre de 1987, Zine El Abidine Ben Ali.
Vale remarcar que Túnez en la 64 sesión de la Asamblea General de la ONU, adoptó a la unanimidad el 18 de diciembre de 2009, una resolución proclamando para el 2010 como año Internacional de la Juventud, que comenzará el 12 de agosto de 2010.
Cómo se llegó a la Independencia tunecina
En el 12 de mayo de 1881, Francia alegando la incapacidad de Túnez para cumplir con sus obligaciones, en especial la devolución de sus deudas, obligó al Bey a firmar el tratado de El Bardo y después el de la Marsa que confirmaba la toma de posesión francesa del Estado tunecino, aunque al Bey le fue consentido mantener un tipo de gobierno fantasma. De hecho el poder estaba en manos del Residente General francés y de los controladores civiles.
En el período de entreguerras y sobre todo tras la segunda guerra mundial, el nivel de vida de los tunecinos, ya de por sí muy bajo, se redujo aún más y la miseria reinaba en general, a excepción de una categoría de privilegiados fieles servidores de la potencia colonial o de nacionalizados franceses que podían aspirar a un cierto nivel de vida.
Irritados por tanta injusticia, mortificados en su amor propio y en su dignidad, los jóvenes tunecinos, intelectuales iluminados, o sencillos patriotas dedicados a la causa nacional, llenos de los ideales reformadores de la época de Kheredine o formados en la escuela de la Revolución francesa, enarbolaron desde los comienzos del s. XX la bandera del movimiento nacionalista.
Fueron Bachir Sfar, Ali Bach Hamba, Abdelaziz Thaalbi (fundador del Partido Destour en 1919), Mohamed Ali El-Hammi (fundador del movimiento sindical tunecino en 1920), Farhat Hached, Mahmoud Matri, Habib Burguiba y tantos otros... que simbolizaron durante medio siglo la militancia iluminada de la élite tunecina.
En 1954, obligada a negociar, Francia aceptó conceder a Túnez un primer estatuto de autonomía (en junio de 1955) y, después, la independencia, el 20 de Marzo de 1956. Una asamblea constituyente fue creada inmediatamente para concretar el sueño de muchas generaciones: la redacción de una Constitución.
El protectorado francés instaurado en 1881 por el tratado de Bardo tomó fin y se proclamó la independencia tunecina tras décadas de lucha nacionalista — encabezada desde la 1ª Guerra Mundial por el Partido Liberal Desturiano y, a partir de 1934, por el Neo Destur de Mahmud Matri y Habib Burguiba — se hizo oficial el 20 de marzo de 1956, sin que de entrada se pusiera en cuestión la continuidad de la monarquía de los Bey huseinitas (reyes de la dinastía Huseiní 1705-1957).
En los primeros años de la Independencia se promueve una serie de medidas revolucionarias y reformistas como la abolición de los privilegios de la familia real, la definición del régimen jurídico de la nacionalidad, la prohibición de la portación de armas y la aprobación de un Código de Estatuto Personal que otorga a las mujeres tunecinas derechos sin precedentes en el mundo árabe y musulmán, así como la reforma de la educación y la gratuidad de la enseñanza, la proclamación de la República, el 25 de julio de 1975, y la promulgación de una Constitución, el 1 de junio de 1959.
En efecto, se prestó en Túnez desde las primeras horas de la independencia una especial atención a la promoción de los recursos humanos a través de las reformas de los sistemas sociales, educativos y de formación profesional.
El avance del tunecino y de la tunecina ha sido un instrumento de modernización sin el cual el país no hubiera podido despegar.
Actualmente gracias a la estabilidad política y social que reina en el país desde el Cambio el 7 de noviembre de 1987, cuando asumió el presidente actual, Zine El Abidine Ben Ali, Túnez pudo avanzar con pasos seguros y firmes para alcanzar el bienestar social de sus ciudadanos. El ciudadano es percibido como el principal protagonista en el proceso de desarrollo y el objetivo de todas las reformas llevadas a cabo desde aquel entonces.
En Túnez, árabes, bereberes, africanos, occidentales, musulmanes, cristianos, judíos o agnósticos etc. conviven en paz, en tranquilidad y en quietud absoluta.
La convivencia en este país de todas las religiones es una realidad palpable y la presencia de religiones monoteístas en esta tierra se perpetuó, en paz absoluta. Para el presidente Zine El Abidine Ben Alí: " Túnez es este país abierto, dinámico, altamente impregnado de los valores de igualdad y justicia, lleno de fraternidad y concordancia en el que coexisten, la seguridad y la quietud, las tres religiones reveladas".