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24/6/25

ATENTO POR EL CIERRE DEL ESTRECHO DE ORMUZ



¿Qué escenarios se abren ahora?

El control sobre el estrecho de Ormuz permite a Irán golpear (o amenazar con golpear) los mercados internacionales de la energía. Y es que, como pudo verse con la invasión de Rusia a Ucrania o en otras muchas guerras antes, las crisis energéticas acaban repercutiendo en los precios y en la economía en general. Pero esos vasos comunicantes que caracterizan al comercio global también afectan a los iraníes.

"Un cierre total del estrecho yo creo que es muy poco probable porque a Irán tampoco le interesa. El país depende de exportar productos, sobre todo energéticos, a través de Ormuz y si lo cierra totalmente (…) se estaría haciendo una especie autosabotaje", afirma el doctor en economía por la Universidad Camilo José Cela, Juan Vázquez, que sí prevé "ataques selectivos" a las embarcaciones estadounidenses o con destino a Estados Unidos, una estrategia que ya se ha visto en el estrecho Bab el-Mandeb por parte de los hutíes de Yemen con cierta eficacia.

Otro motivo de peso en contra de un cierre total del estrecho es Pekín, aliado de Irán en el pulso con Washington. La mayor parte del petróleo transportado por el estrecho de Ormuz acaba en mercados asiáticos, principalmente China (el 38%), pero también a la India, Japón y Corea del Sur. De hecho, el Gobierno de Xi Jinping ya ha instado este lunes a "evitar una impacto en el desarrollo económico mundial" y "promover la distensión de los conflictos".

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