25/5/08

25 DE MAYO DISTINTOS




Plaza vacía, Gente como uno















Imaginemos un día nublado y medio lluvioso, de esos que son tan frecuentes en el otoño porteño. Imaginemos que un vecino resuelve pasarlo junto al río, pescando. Con sábalo o algún bagre, a la tardecita regresa a su casa. Su mujer le pregunta si trae alguna noticia, si vio algo novedoso. El hombre le dice que no: todo lo que hizo fue tirar la línea en las toscas. Ese día podría haber sido el 25 de Mayo de 1810 y ese porteño pudo haber sido uno de los tantos que no se enteró de nada de lo que ocurrió en aquella jornada.
El cabildo abierto del 22 de mayo reunió a menos de quinientos vecinos y Buenos Aires tenía, en ese momento casi 40.000 habitantes. Es decir que sólo el 1 por ciento de la población participó de aquella trascendental reunión en la que se asentaron las bases conceptuales y jurídicas que fundamentarían el relevo del virrey y su reemplazo por una junta designada ­o más bien, asentida­ por el pueblo. Es probable, entonces, que la asamblea reunida más o menos tumultuosamente frente al Cabildo en la mañana del 25 de Mayo, no haya tenido un rating muy superior: 1000 o 1500 vecinos, como máximo. Nuestro pescador habría formado parte, pues, de la enorme mayoría que nada tuvo que ver con la transición del sistema colonial a un régimen nuevo, implícitamente comprometido con la independencia de estas tierras.
Naturalmente, la escasez de participación popular no resta al 25 de Mayo la enorme importancia que tuvo, por varios motivos. En primer lugar, deponer a un representante del rey y reemplazarlo por un cuerpo colegiado era algo insólito y atrevido aunque Cisneros no representara al monarca español sino al organismo que gobernaba en España a su nombre, en vista de la cautividad de Fernando VII. Y aunque esta fuera, en realidad, la segunda oportunidad en que ocurría un hecho como este en Buenos Aires, pues cuatro años atrás una pueblada había exigido la deposición de Sobremonte por su incompetencia y cobardía frente a la invasión inglesa. Pero en 1806 esa verdadera revolución paso casi inadvertida entre las luchas por la Reconquista; ahora, en 1810, el derrocamiento del virrey era el resultado de un tranquilo y racional debate entre unos pocos vecinos, "la parte más sana y principal" de la capital del virreinato.
En segundo lugar, lo que ocurrió el 25 de Mayo fue muy importante porque de algún modo significó la presencia activa de los militares criollos en el proceso político. Las milicias populares que se habían levantado en Buenos Aires desde 1806 estaban compuestas por criollos y por españoles, divididos en regimientos según sus lugares de origen. Pero en esos cuatro años se habían vivido procesos muy diferentes en los cuerpos peninsulares y en los criollos. Aquéllos estaban integrados por comerciantes y artesanos, para quienes el oficio de las armas era una molestia; los criollos, en cambio, por ser pobres, se habían tomado muy en serio sus nuevas profesiones de soldados, vivían de sus sueldos y raciones y concurrían puntualmente a los ejercicios. En poco tiempo adquirieron una capacidad de fuego temible y esta superioridad se vio en enero de 1809, cuando Liniers reprimió fácilmente, con su ayuda, el conato de golpe organizado por el alcalde Alzaga. Ahora, en mayo de 1810, fueron los Patricios quienes hicieron la guardia de la Plaza, dejando entrar a los adictos y rechazando suavemente a los adversarios. Los "fierros" los tenían los regimientos criollos y esta circunstancia fue decisiva para apurar el derrocamiento del virrey Cisneros.
Y una tercera circunstancia notable: tanto en la reunión abierta del 22 como en el compromiso adquirido el 25 de Mayo por los componentes de la Junta, se dejó claramente sentada la necesidad de convocar a los representantes del pueblo de las restantes ciudades del virreinato para que homologaran lo decidido por el de Buenos Aires. Si éste había obrado como lo hizo era por razones de urgencia, como "hermana mayor" -según dijo Paso­. Pero se reconocía la necesidad de que un paso tan trascendente quedara avalado por el pueblo del virreinato. Y en este reconocimiento venía implícita la idea de federalismo y también la noción de la integridad del virreinato.
De nada de esto, claro está, pudo enterarse el vecino que en la tarde de esa jornada regresó a su casa con un par de pescados colgando de su hombro... Pero seguramente tardó muy poco tiempo en advertir que lo sucedido ese día también involucraba su propia vida. Porque de comienzos tan triviales como el de esta revolución burguesa y municipal, pueden venir consecuencias tan drásticas como la que conlleva la creación de una nueva Nación. Nada más ni nada menos.

17/5/08

HOY DIA DE LA ARMADA ARGENTINA



HOY 2008









AYER 194 AÑOS















El 17 de mayo se celebra el "Día de la Armada Argentina" fecha muy importante por corresponder a la consolidación de los principios de la Revolución de Mayo con la terminante victoria naval de Montevideo, obtenida por nuestra escuadra al mando del Almirante Brown sobre la flota de la Real Armada Española que tenía su apostadero en aquel puerto.

Al efecto se sancionó el Decreto Nº 5304 del 12 de mayo de 1960 suscripto por el entonces Presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi.

La fecha es evocada para recordar la victoria que permitió alejar el peligro que representaba el poder naval realista en aguas del Río de la Plata, y contribuyó además a llevar a feliz término las campañas libertadoras de Chile y Perú.

El ejército argentino a órdenes del General Rondeau sitiaba Montevideo desde octubre de 1812.

En 1814, Montevideo continuaba resistiendo el asedio. La razón de ello fue el continuo flujo de aprovisionamientos que los sitiados recibían a través de su puerto, transportado por naves españolas. El Almirante Brown, que había sido designado Comandante de nuestra escuadra, sostuvo ante las autoridades nacionales que de no establecerse un bloqueo al pueblo de la plaza sitiada, ésta podría resistir por mucho tiempo el cerco de nuestras fuerzas.

Era imperioso que Montevideo cayese en nuestro poder, pues de lo contrario la corona española podía utilizar esa ciudad para lanzar un ataque sobre Buenos Aires. Para llevar a cabo el plan de Brown se dispuso el envío de una fuerza naval integrada por 9 naves armadas con 147 cañones. La flota española estaba compuesta por 11 buques que montaban 155 cañones.

El 14 de mayo la flota realista zarpa de Montevideo para hacer frente a nuestra fuerza. En tales momentos Brown concibe el plan de combate. Simulará que se retira mar afuera para que los realistas vayan en su persecuci6n, luego efectuará un cambio de rumbo para interponerse entre la fuerza española y Montevideo y por último les presentará batalla.

Las acciones del combate naval se sucedieron entre los días 15 y 17. Este último día la fragata "Hércules" buque insignia del Almirante Brown penetró en aguas de Montevideo persiguiendo a los buques enemigos. Dos de ellos buscaron refugio al amparo de la Fortaleza del Cerro y otras tres naves se ubicaron bajo los muros de la ciudad. La fuerza naval española había abandonado la lucha y Brown impuso desde entonces un cerrado bloqueo a aquel puerto que derivó en la rendición de la Plaza de Montevideo a manos del ejército sitiador patrio que en esos momentos estaba a órdenes del General Carlos M. de Alvear. Ello ocurría el 23 de junio de 1814.

Buenos Aires conoció la buena nueva del triunfo de Montevideo por intermedio del Teniente Lázaro Roncayo, oficial de la sumaca "Itatí" que Brown comisionó para enviar el parte de rigor. El pueblo manifestó su profundo júbilo llevando al marino de la escuadra vencedora en andas hasta el Fuerte.

Tras la victoria de Montevideo y una vez consolidada nuestra Independencia en 1816, la Armada Argentina comenzó a desarrollar su misión que fundamentalmente consiste en la defensa de nuestra soberanía en el Mar Argentino . La Armada Argentina, desde los días iniciales de la Patria, está profundamente comprometida con la libertad y la dignidad soberana de su pueblo. En el triunfo o en la adversidad, el honor de la República siempre estuvo, en lo más alto de los mástiles y en el corazon de todos y cada uno de sus hombres.

11/5/08

DIA DEL HIMNO NACIONAL ARGENTINO


















Junto con la bandera, la escarapela y el escudo, nuestro Himno Nacional integra el conjunto de símbolos patrios con el que nos sentimos identificados y unidos como argentinos. Son los distintivos de nuestra patria, y debemos ostentarlos con orgullo y tratarlos con respeto.
La iniciativa había surgido del Triunvirato, que el 22 de julio de 1812 sugirió al Cabildo que mandase a componer "la marcha de la patria", recomendando que fuera escuchada de pie y al descubierto al inicio de las funciones teatrales y en las escuelas al finalizar cada día de clases.