25/5/16

“ALIADOS EN LA MISMA LUCHA”


“ALIADOS EN LA MISMA LUCHA”


La casuística internacional de los reclamos de veteranos demuestra que no hay reconocimientos sin una lucha sostenida
Por Charles H. Slim


Monumento a veteranos de Malvinas

Cuando los gobiernos han necesitado emprender políticas riesgosas más allá de los límites de sus fronteras que están entre la vida y la muerte, echan manos a sus Fuerzas Armadas que son la herramienta para la cual los políticos se valen para concretar planes en los cuales, sean necesarios ejecutar con el uso de la fuerza. Más allá de las consideraciones políticas, su movilización desata una serie de consecuencias que hace a la condición de militares regulares. Desde el más alto oficial de sus estados mayores hasta el último de los soldados rasos responden a las órdenes impartidas por el gobierno que a su vez y en teoría responde a la voluntad popular y que legaliza sus actos mediante las deliberaciones de un parlamento el cual a su vez, ha reglamentado la situación de las fuerzas de su nación.


En este marco las fuerzas militares, sean del país que sea, se ajustan al mandato de su gobierno y sus comandantes las transforman a su vez en órdenes y sin discusiones se llevan a la práctica. Pero aunque el lema en el servicio sea “obedecer sin cuestionamientos”, los precedentes de varios hechos de la historia demuestran que ello ha sido utilizado con un amplio abuso por los que se acomodan en los gobiernos “democráticos”, a tal punto que han tratado de recortar derechos a esos mismos que usaron para sus propósitos políticos que enmarcan en rótulos convenientes como “temas de estado”, “seguridad nacional”, “paz internacional” y muchas otras argucias que no significan nada. A lo largo de la historia del siglo pasado y del que estamos transitando, los casos de falta de reconocimiento de la calidad de veterano a miles de hombres y mujeres que fueron enviados a campañas bélicas lejos de sus patrias, son más de lo que muchos podrían imaginar.

Australianos del BCOF en Japón



Pero no solo eso. Muchos de esos hombres fueron hechos pasar como “invisibles” a sus reclamaciones cuando se dieron cuenta que habían sido expuestos a situaciones que sus respectivos gobiernos mantenían como “TOP SECRET” y para lo cual, no había la mínima probabilidad de que se pudieran exponer a registraciones o expedientes que pudiesen dejar rastros. De este modo desde los soldados norteamericanos expuestos a las pruebas nucleares en el desierto de Arizona que fueron muriendo prematuramente de cánceres, o los soldados australianos, indios, y neozolandeses que tras conformar los batallones BCOF de apoyo a la ocupación aliada del Japón al finalizar la II guerra mundial, a su regreso comenzaron a enfermarse por las evidentes influencias de la radiación de las bombas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki. El gobierno australiano nunca realizó algún estudio sobre la situación de estos hombres y apostó más bien a que se fuesen muriendo poco a poco hasta que no quedase ninguno. Ni hablar de los veteranos de Vietnam que además de las huellas psicológicas por las aberraciones de la guerra, trajeron consigo y filtrados dentro de sus organismos los daños genéticos por la exposición al “Agente naranja”, una supuesta llovizna inofensiva que, según los comandantes solo afectaba a los árboles, era rociada por los aviones de la Fuerza Aérea y que muchas veces les pasaban por sus cabezas. Pasaron años para atender los reclamos de aquellos hombres que morían dolorosa y lentamente, recibieran la atención de su gobierno; pero fue necesario que hicieran mucho esfuerzo legal para presionar a su gobierno para no caer en el olvido.


Monumento de Veteranos de Vietnam



En los casos de los veteranos australianos que regresaron del Japón, sus hijos actualmente y hasta sus nietos sufren de deformaciones congénitas y canceres diversos que, pese a los incansables reclamos, el gobierno de Sidney ha venido haciendo la vista gorda olvidándoles en el laberinto burocrático. En el caso de los norteamericanos la presión ha sido sostenida y creciente pudiendo obtener ayudas del gobierno que les otorgó cuando menos el reconocimiento de la condición de veteranos y los beneficios que como la pensión conlleva el reconocimiento.


Para finales del siglo XX, en las postrimerías de una circunstancialidad política mundial cambiante, Washington convoca a una alianza multitudinaria para remontar una campaña militar en el Golfo Pérsico sin advertir a sus propios miembros y menos aún, a los que se plegaron esta alianza que en aquel Teatro de Operaciones habían en poder de los iraquíes y a su vez llevaban en sus propias bodegas de carga, todo tipo de armas químicas y radiactivas que comprometerían a posterior a la salud los pobladores y de cada uno de los miembros uniformados. La historia se repetía y aquellos que prestaron servicio en la llamada Tormenta del Desierto de 1991, al poco tiempo de regresar comenzaron a mostrar extrañas afecciones a la salud que fueron encubiertas por el Pentágono y la Casa Blanca.


Uno de los casos contemporáneos de la lucha por el reconocimiento de los derechos de aquellos que habían combatido en una guerra de intensidad es sin dudas, el caso de los argentinos tras la guerra de las Malvinas.


Para algunos analistas Argentina es el paradigma difícil de entender. Único en todo el cono sur en su experiencia en una guerra moderna nada menos que contra un miembro de la OTAN, dejó en claro en la guerra de Malvinas de 1982 que sus hombres eran tan o más valiosos que cualquier máquina de guerra que los británicos movieron a las aguas australes, pero al regreso a sus hogares, fueron poco menos que despreciados por sus gentes, una situación que se extendió desde el primer gobierno democrático de posguerra hasta hace unos años.


Alfonsin y Jaunarena



Aunque el entonces gobierno radical de Raúl Alfonsín allá por 1984 sancionó una ley que reconocía la calidad de veteranos a los ex soldados conscriptos que habían participado en el Teatro de operaciones del Atlántico Sur , su intensión era meramente partidocratica dirigida a socavar las bases de las FFAA dejando de lado a un grueso importante de quienes habían cumplido con el mismo mérito y patriotismo con las acciones bélicas que se habían desarrollado en torno las islas y sus aguas adyacentes. Se pretendía legislar algo así como para “un ejército de conscriptos” que había llevado adelante aquellas operaciones en el TOAS. En esta circunstancialidad irreal, ridícula e infantil se buscaba castigar a suboficiales y oficiales por el solo hecho de haber sido “tropa regular” de las FFAA argentinas, de su propio país, una característica típica de las ambivalencias y miserias políticas de los argentinos.


La irracionalidad de semejante elaboración legislativa debió ser reformada con el paso de los años (ley 23848) ya que la misma vulneraba uno de los principios constitucionales, como es el “Trato igualitario” (Art. 16 Const. Nac) que, entre otros, sostiene el sistema republicano argentino. Pero incluso si no se hacía la debida justicia legislativa con aquellos hombres, desde una mirada imparcial y más técnica, nadie podría creerse que solamente “conscriptos” hubieran conducido las acciones de aquella guerra. Dejar de lado a pilotos, sargentos de tropa, mayores y marineros de carrera era simplemente una incongruencia absoluta. Pero debieron pasar años para que se hiciera justicia con estos sectores que estuvieron –gustarse o no a los políticos- junto con los conscriptos.


Un caso emblemático de la arbitrariedad gubernamental, se pudo ver con el hundimiento del Crucero ARA “Gral. Manuel Belgrano” que, más allá de la posición que revestía en aquellos momentos, sufrió uno de los actos de guerra más arteros y sangrientos de la guerra en la que se perdieron 323 tripulantes argentinos. En el marco antes expuesto, signado por el rencor partidocratico del alfonsinismo y su “Coordinadora” ni se les paso por su mente en considerar aquel hecho como un factor para que se les reconociera la calidad de veteranos. Sobre esto hay que recordar que ese gobierno fue un enconado precursor de la “desmalvinización” y del desguace de las FFAA, una gestión celebrada y aplaudida desde Londres.




Cuando llego el gobierno neoliberal de Carlos Saúl Menem, lejos estuvo de rectificar este camino ominoso para con éste sector y llegó incluso, a negar expresamente el reconocimiento a los tripulantes sobrevivientes bajo argumentos comprobadamente arbitrarios. A su vez y contradictoriamente a esa posición, Menem envía un grupo naval para participar en las operaciones que desembocaran en la guerra del Golfo Pérsico.


Con el paso de los años, los reclamos administrativos se fueron acumulando y los combatientes de todas las fuerzas se fueron uniendo a los mismos y organizados en sociedades civiles, direccionaron las peticiones para asistirse recíprocamente ante las necesidades que surgían de propio reclamo. Este reclamo remonto vuelo y logro sus propósitos con una modesta celeridad y en pocos años obtuvieron respuestas. Sin dudas de que ello fue posible por una voluntad política del gobierno de Néstor Kirchner que, tras décadas de ignominia, propicio éste reconocimiento legislativo desde el PE.


Al final la racionalidad prevaleció y el reconocimiento integral llego en 2005 con la sanción de Decreto 886/05 que dejaba de lado las distinciones odiosas y reconocía a todos los que habían participado en las acciones bélicas sus debidos derechos.



Pero la casuística argentina sobre el reconocimiento de sus veteranos no se acaba con este caso. Cuando sube el gobierno de Carlos Saúl Menem, la Argentina toma un rumbo geopolítico inesperado y sin escrúpulos –e incluso inconscientemente- se acomoda a los lineamientos de la Casa Blanca que se aprontaba a llenar los vacíos que dejaría el derrumbe de la URSS. Una de las fases de esos planes se concretaría el 2 de agosto de 1990 cuando Iraq “invade” Kuwait, lo que sirvió de excusa para construir una de las fuerzas militares más grandes de finales del siglo XX. El gobierno argentino se apresuró a ofrecer su participación y sin evaluar contingencias de la magnitud de su decisión o las posibles consecuencias políticas-militares y sociales que podrían devenir.


Tal como temieron algunos, la guerra se desató –tomando por sorpresa al gobierno argentino- y no hubo límites para su desarrollo. Las ciudades con civiles fueron blancos indiscriminados de los aviones de la coalición. Misiles crucero “TomaHawk” disparados desde los buques en el Golfo y los lanzados desde aviones enriquecidos con Uranio, devastaron barrios enteros. A todo esto, la voladura de plataformas petroleras y el incendio de los pozos en Kuwait genero un medio ambiente venenoso que entre otras, causaba una lluvia negra producto del aceite que se quemaba en los desiertos a más de 50ª C. Como contra parte, los iraquíes lanzaron todo lo que tenían en sus arsenales y entre sus más temibles armas, estaban proyectiles con cabezas químicas (vgr. Gas Sarín, Tabún, Cloro e incluso gas Mostaza) que fueron vehiculizadas –según testimonio de oficiales y documentos iraquíes- desde morteros pesados hasta en cabezas de los misiles balísticos más poderosos.


Sin dudas, ésta guerra no reviste el mismo carácter que la de Malvinas, pero eso no influye en lo que hace al fondo del reclamo de cada miembro remitido al golfo. La legislación internacional agrupada en los Convenios y Protocolos no dejan lugar dudas y ello solo deja en evidencia que se los está estafando.


Hoy por hoy y a diferencia de los anteriores casos, el de los argentinos que estuvieron en las operaciones “Escudo del Desierto” y “Tormenta del Desierto” aún ni siquiera se les reconoció la condición de veteranos y sin eso, es muy difícil que puedan luchar por que reconozcan la potencialidad a las afecciones producto de aquel medio ambiente venenoso al que fueron expuestos.


Sin dudas, los argentinos que operaron en el Golfo Pérsico están respaldados por la casuística de sus propios camaradas y por incoherencias tales como es, el reconocimiento de VTG de Malvinas a un ciudadano ingles que argucias mediante, hoy cobra su pensión de 13.000$ que no cobra un argentino que si prestó servicio para su país.

21/5/16

VETERANOS DE AYER


ARA BROWN

ARA SPIRO

Continúan las tratativas por los carriles administrativos y legislativos por obtener el reconocimiento de la calidad de veterano de guerra pos morten de uno de los tripulantes del destructor ARA Alte Brown que hubo participado en las operaciones "Escudo del desierto" y "Tormenta del desierto" encabezadas por el Comando Internacional de operaciones a cargo del entonces general norteamericano Norman Schwarzcopf dependiente a su vez del CENTCOM, que coordino las operaciones terrestres, navales y aéreas en aquella guerra que se extendió desde el mes de enero a abril de 1991.

En el marco de aquella operación, una de las más grandes desde la culminación de la II guerra mundial e incluso, donde se utilizó armamento en cantidad y calidad diez veces más destructivo que el arrojado sobre Vietnam durante 10000 días.


Según se conoció por el impulsor de un proyecto de ley que reconozca la calidad de veteranos a quien en vida era su padre y que por ende se extendería al resto de sus camaradas, las iniciativas administrativas comenzadas en 2010 han llegado a las instancias legislativas del Congreso nacional donde, tras el ingreso de las peticiones y la apertura del expediente de tratamiento, sigue siendo demorado para un abordaje profundo de las implicancias que aquella campaña represento para quienes allí participaron, los cuales al día de hoy, no se encuentran debidamente informados de los derechos que adquirieron por tal ocasión.


En ese sentido, las presentaciones formales ante el Congreso han estado progresivamente nutridas de información vital, que da cuenta de los peligros latentes presentes en aquella ocasión y los de carácter potencial que con el paso de los años se han conformado como reales y presentes en momentos que los navíos Alte Brown y la Corbeta Spiro surcaban las aguas del golfo mientras a pocos kilómetros de las costas de Kuwait, se reflejaban los destellos del infierno que sacudía aquella zona.



20/5/16

Entrega de Insigna y Diplomas a los VG-Golfo Persico en el Salón Blanco de la Casa Rosada

Contralmirante VGM VG-Golfo Pérsico Carlos Enrique Aguilera


Contraalmirante VG- Golfo Pérsico Rafael Gerardo Prieto

El acto se realizó ayer por la tarde en el Salón Blanco de la Casa Rosada.


El Presidente de la Nación, ingeniero Mauricio Macri, presidió ayer por la tarde la ceremonia de entrega de sables, espadas e insignias a los oficiales superiores de las Fuerzas Armadas recientemente ascendidos.

Lo acompañaron el Ministro de Defensa, ingeniero Julio Martínez, y el Subjefe del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Horacio Nadale, en representación del Jefe de la Armada, entre otras autoridades.

Durante el acto, el administrador diocesano del Obispado Castrense, monseñor Pedro Candia, bendijo los sables y despachos de la Armada, Ejército y Fuerza Aérea.

Posteriormente se dio lectura a los decretos por los cuales fueron ascendidos al grado inmediato superior el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de División VGM Bari del Valle Sosa; del Ejército, General de División Diego Suñer, y de la Fuerza Aérea, Brigadier Mayor VGM Enrique Víctor Amrein.

En su carácter de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el Presidente entregó las espadas y despachos al personal ascendido.

Por parte de la Armada, recibieron sus despachos los Vicealmirantes Jorge Alberto Martino y Carlos Enrique Aguilera. Seguidamente, recibieron la réplica del sable del Almirante Guillermo Brown los Contralmirantes Dardo Rubén Difalco, Juan José Palermo, Raúl Lachnicht, María Inés Uriarte, César Julio Recalde, Gustavo Domingo Krasser, Gustavo Vignale, Jorge Lorenzo Cisneros, David Fabián Burden y Rafael Gerardo Prieto.

Teniendo como marco el Salón Blanco de la Casa Rosada, los oficiales recibieron sus atributos de mando ante la figura de la escultura que simboliza la Patria, el Escudo Nacional en bronce y los bustos de los héroes patrios: los Generales San Martín y Manuel Belgrano.

17/5/16

“VETERANS & VETERANOS”


La guerra invisible de miles de veteranos de 1991 que otros tras 25 años ni siquiera han pensado en iniciar
Por Charles H. Slim




Aunque hayan pasado 25 años de aquella desastrosa guerra en los confines del Medio Oriente, siguen pendientes varios temas que para los gobiernos involucrados en dichas acciones, han sido una problemática que se ha multiplicado exponencialmente conforme al número de hombres involucrados en el Teatro de Operaciones de Kuwait. Más allá de que EEUU –junto a Gran Bretaña y Francia- fue quien encabezó las operaciones militares para desalojar a las fuerzas iraquíes que el 2 de agosto de 1990 habían ocupado el emirato de Kuwait y en ese sentido, les dio el reconocimiento institucional a los miembros de cada una de las fuerzas intervinientes, fue mérito de éstos mismos hombres el poner en evidencia que “había algo más que el gobierno no les había dicho”; algo que los estaba matando –y sigue haciéndolo- silenciosamente y que además, había afectado a sus propias familias.


En el comienzo, al regreso de los efectivos, Washington les condecoro y les otorgó la valía correspondiente de veteranos que implica un reconocimiento implícito de compensación económica en modo de pensiones que, muy modesta por cierto, se trata de un derecho que se apega a las costumbres y la legislación norteamericana que a su vez tiene un reconocimiento legislativo a nivel del derecho internacional. En éste sentido, el pueblo estadounidense tiene expresamente reconocidos a sus veteranos y de ello no existen discusiones. Lo que sí estuvo en cuestión por los mismos veteranos fue –y sigue actualmente siéndolo- es la desinformación sobre a lo que realmente habían estado expuestos durante toda la estadía y el desarrollo de las actividades bélicas en el golfo.


Cabe recordar que si bien ellos fueron reconocidos por su gobierno, no por ello estarían conformes al descubrir que el mismo, los había expuesto a una situación mil veces más dañina y letárgica que la sola participación en operaciones militares en una aparente guerra convencional. Y bien dicho aparente ya que, de los testimonios de oficiales de la tropa iraquí y estadounidense y de informes de inteligencia de ambos lados, se dieron cuenta sobre el uso de armas químicas, biológicas y otras enriquecidas con Uranio. Cuando los primeros reclamos de solitarios veteranos parecían ser condenados al olvido en los archivos burocráticos del Departamento de Defensa, poco a poco, todos comenzaron a entender que si callaban, serían olvidados y sus casos simplemente morirían con ellos.




Similar a lo ocurrido con los “vets” de Vietnam, los del Golfo debieron luchar ante y contra el gobierno para que se hiciera cargo de sus afecciones. Obviamente había una diferencia superlativa con los afectados por aquel “agente naranja” lanzado por la USAF para desfoliar la selva vietnamita y era que sus camaradas de la guerra en el Golfo Pérsico no sabían ni siquiera cuáles de los varios elementos químicos, biológicos y radiactivos que estuvieron en danza, les estaba afectando su organismo y el de sus propias familias (hijos con deformaciones, problemas neurológicos, cáncer, etc)


Con ello, los veteranos se organizaron para demandar judicialmente al gobierno y tras las investigaciones de expertos como el Dr. Howard Unrnovitz a cargo por entonces de la Fundación de Investigación de Enfermedades Crónicas de EEUU, lograron obtener pruebas sobre la exposición a un medio ambiente tóxico que causo un desorden genético que origino todo tipo de afecciones trasmisibles a sus hijos.


No paso mucho tiempo para que los reclamos aislados dieran sus frutos. En el 2001 un informe epidemiológico del gobierno encargado al Hospital de Veteranos de Durham arrojó conclusiones parciales pero alarmantes sobre los riesgos de contraer enfermedades que habían contraído los veteranos. Ello revelo que las afecciones que venían afectando a los veteranos de todas las ramas militares, tenían un nexo en común y para peor no era natural


Algunos informes surgidos desde dentro de fuentes médicas militares, han evaluado que más del 75% de los veteranos de la guerra, están muriendo por efecto a la exposición al Uranio de las bombas utilizadas por sus propios aviones y vehículos blindados. Entre los síntomas advertidos están la deshidratación, fiebre, comezón, manchas oscuras en la piel y problemas neurálgicos severos.


A todo esto, se le agregan los reiterados casos de suicidios de veteranos y en algunos casos de sus mujeres, que suelen enmarcárselo en una crisis psicológica producto de los traumas de la guerra y la imposibilidad de reinserción en la sociedad civil.


Ciertamente, no se quedaron quietos porque el gobierno les reconoció una magra pensión con la cual, apenas pueden cubrir las necesidades básicas. Cuando averiguaron que habían sido expuestos a un ambiente contaminado con elementos tóxicos y que pese a las protecciones, quedaron vulnerables a aquellos agentes, se fueron organizando para volver a pelear una nueva guerra, una contra su propio gobierno. Con el asesoramiento de médicos y abogados que no le temen al sistema, fueron concretando los primeros pasos para cada una de las fuerzas que componen a la Armada, les dieran respuestas expresas y concretas a sus petitorios.




Como era de esperar los organismos castrenses y sus áreas burocráticas fueron muy reacias a colaborar con las peticiones de los veteranos llegando incluso, a las coacciones y en algunos otros la presión directa para que abandonasen sus pretensiones. A diferencia de otros países intervinientes y en especial en la Argentina, los poderes del estado se hallan claramente seccionados sin que se produzcan –salvo para pocos temas- una suerte de contubernio que como dice el dicho sirva para “que la sangre no llegue al río”. Fue por esto que tras la insistencia organizada y sostenida, los veteranos lograron ser escuchados por congresistas demócratas y republicanos que pusieron manos a la obra para acompañar el reclamo.


Uno de los logros de este trabajo fue sin dudas, la creación del Comité de Investigación sobre Veteranos de la Guerra del Golfo que se identifica con las siglas en inglés RACGWV, por medio del cual se abrieron investigaciones sobre los casos de veteranos que acusan afecciones enmarcadas en el llamado “Síndrome del Golfo” y que dado motivo a diversos informes que vinculan específicamente a la guerra con la salud

Además desde el 2008 se elaboran informes científicos sobre las afecciones y los posibles elementos que los habrían causado, llevando para ello, el requerimiento intergubernamental de reportes precisos y remisión de informes detallados sobre las operaciones desarrolladas durante toda la “Tormenta del desierto”. Sin lugar a dudas, la implementación de este Comité y el involucramiento del Congreso como caja de resonancia para que el ejecutivo tomara cartas en el asunto, ha sido un avance muy loable aunque, insuficiente.


A comparación de lo que sucede con otros gobiernos, el estadounidense se ha visto presionado por la constancia y tenacidad de agrupaciones de veteranos que se determinaron a obtener las respuestas para sus cuestionamientos. Por el contrario, en otros casos como el argentino, sus hombres no solo no cuentan con un Comité parlamentario que bregue por dilucidar el estado integral de la salud sino, que aún no se le ha reconocido a éstos aún la calidad de veteranos de guerra. Parecería un contrasentido si no se conoce a fondo el trasfondo político.

ARA SPIRO EN MANIOBRAS EN EL GOLFO PÉRSICO

Para hacer solo una breve prognosis de la intervención argentina, veamos cuales fueron las circunstancias políticas que rodearon su participación. A pesar de que la Argentina argumentó su adhesión a las operaciones de bloqueo contra Iraq en 1990 y que se extendieron a las bélicas de 1991, circunscribiéndolas en supuestos “mandatos de la ONU”, habría que señalar que ello peca de falaz. 

Primeramente, cuando Naciones Unidas llamó a la colaboración de las naciones para el desalojo de las tropas Iraquíes en Kuwait, sepan bien que dichas resoluciones son de carácter facultativo que significa, que Buenos Aires no estaba obligado a enviar a nadie a las aguas del Golfo. Sin dudas aquí, nació una responsabilidad ineludible para el estado.


Segundo, al involucrarse voluntariamente en el envío de una fuerza naval armada para realizar tareas de bloqueo, habría que haberle informado al entonces presidente y su gabinete que dicha acción era “un acto hostil” que presuponía un estado de guerra, suficiente como para que los iraquíes –y en estricto cumplimiento de las leyes internacionales de guerra- tuvieran argumentos para hundir uno de esos barcos. 

Tercero, no hubo intervención material de Naciones Unidas por el simple hecho de que, precisamente, no hubo mandato a tal efecto. Sobre ello, el gobierno argentino recurrentemente se escudó –para negar reconocimientos- en que su intervención se dio en el marco de un “mandato de Cascos Azules”, confundiendo las meras conminaciones resolutivas (Res. 660; 661; 662; 669) catalogadas “no vinculantes”, con los mandatos que se fundan en el artículo 51 de la Carta Orgánica.


Cuarto, el único mandato que fue establecido por Naciones Unidas en dicho conflicto, fue el 9 de abril de 1991, a posterior del cese de las hostilidades y que se denomino UNIKOM estableciéndose allí, el despliegue tropas de paz con cascos azules para el establecimiento y vigilancia de una zona desmilitarizada entre Iraq y Kuwait .


Quinto y último, las naves argentinas fueron parte del plan de las operaciones USNAVCENT de despliegue para intervencción y posible combate, que se halla descrita en documentos del Pentágono y aunque se trate de ocultar bajo eufemismos, la situación real sobre su participación saldrá a la luz sin remedio. De esa situación que se halla grabada en las hojas de ruta de la las operaciones navales dirigidas desde la “mesa de estrategia” que se estableció en Darahm.


A pesar de que ha habido una importante apertura informativa en cuanto a lo que realmente ocurrió en aquella guerra, en el caso Argentino hay un gran desconocimiento sobre el alcance real que tuvo la contaminación química, biológica y radiactiva en todo el espectro geográfico del TOK, la cual fue llevada por los vientos a todas las áreas circundantes a Iraq y Kuwait sin discriminar a soldados, civiles, marinos ni aviadores de cualquier nacionalidad; todos fueron en algún grado, afectados por los vapores químicos y el polvillo venenoso del UE que no solo fue respirado por los más de 175.000 veteranos norteamericanos que tras su regreso han registrado graves afecciones a la salud, sino también por los marinos de las fuerzas de tareas desplegadas en las aguas del Golfo incluyendo a las dotaciones argentinas que se hallaban a no menos de 400 kilómetros de las operaciones principales.


Nuestra fuente en Buenos Aires no ha encontrado rastros de actividad reivindicativa organizada de los marinos argentinos, salvo algunos casos individuales elevados al Congreso que pese a su soledad, auguran abrir el camino para llamar la atención de la situación colectiva del resto.

13/5/16

Los veteranos de la Guerra del Golfo: Continúan la batalla en Washington DC y "Taps" (90-91)


Por Denise Nichols el 22 de Marzo 2016


por Denise Nichols



A medida que la lucha por los fondos a través del Departamento de Defensa de Asignaciones para el Congreso Dirigido de Investigación Médica de enfermedad de la guerra del Golfo Fondos de Investigación comienza en el piso de la Cámara, el trabajo continúa para recordar a nuestros Veteranos de la Guerra del Golfo que sirvieron en 1990-91.Operación Tormenta del Desierto que era indudable el entorno más tóxico en el que luchar una guerra sigue cobrándose la vida después de 25 años. El Comité Asesor de Investigación VA se reúne en Washington DC el lunes y martes, pero como siempre hay cobertura por medio de CSPAN o noticias sobre los medios para cubrir la lucha que ahora se ha prolongado durante 25 años. Los Veteranos de la Guerra del Golfo que están enfermos necesitan ayuda y respuestas ahora.

Los representantes de CC oficinas necesitan que se les diga a dar prioridad a las enfermedades de la Guerra de Investigación del Golfo en el proyecto de ley del Departamento de Defensa de Asignaciones ahora delante de ellos en el piso de la casa para la Investigación Médica del Congreso directo para el Programa de Investigación de Enfermedad de la Guerra del Golfo y encontrar estos veteranos ayudan en la forma de cierto trabajo de diagnóstico y tratamiento. 6,4 millones es demasiado bajo de una figura de estos veteranos que sirvieron a su país sin lugar a dudas! Este programa no tiene acceso a otra NIH, Instituto Nacional del Cáncer de financiación, o los enormes programas en el público para recaudar dinero para la Investigación del Cáncer. Tampoco tienen las compañías farmacéuticas que financian la investigación.

El Departamento de Defensa CDMRP GWIRP es el único lugar que tienen que recurrir a conseguir la mejor del mundo de ancho investigadores y universidades para ayudar a encontrar respuestas en un proceso de revisión por pares investigación abierta verdad! Ha habido un enorme esfuerzo realizado para desarrollar consorcios que está universidades combinando sus talentos para llegar a respuestas, pero ese proceso será bloqueado sin una inyección de fondos ahora!Como uno revisa la lista de proyectos CDMRP el Programa de Investigación de Enfermedad de la Guerra del Golfo, sin duda se destaca como un programa que se debe dar un orden de prioridad para los fondos a través de este programa del Departamento de Defensa CDMRP. En definitiva, es la guerra relacionados y merece la investigación para encontrar biomarcadores, las mejores técnicas de diagnóstico y tratamiento. La investigación no es una empresa barata, especialmente cuando usted está buscando para contratar expertos de renombre mundial.

Estos veteranos necesitan una vía rápida en sus reivindicaciones, también muchos ya han quedado sin hogar debido a las demoras y rechazos. Los cónyuges y sus hijos merecen atención. Estos veteranos están sufriendo y también lo son las familias allí. Muchos de ellos han perdido sus familias a través de este retraso y la negación por parte del gobierno.

Muchos de los veteranos de Vietnam han preguntado dónde están los Veteranos de la Tormenta del Desierto? Están perdidos en el laberinto VA y sufren problemas neurocognitivos que ha afectado de manera significativa sus capacidades, demasiados han acaba de búnker en. Su deterioro neurocognitivo es descrito por muchos como la enfermedad temprana de Althemizer. Hay posibilidad de realizar varias tareas ha ido por el desagüe. Su capacidad de gestión ejecutiva se reducen drásticamente. Para muchos que todavía tienen un trabajo que encuentran un camino sólo para seguir recibiendo a trabajar y no mucho más. La fatiga que experimentan es similar a los pacientes de cáncer después de la quimioterapia.Hablar con sus cónyuges y averiguar acerca de estos veteranos que los cónyuges están ahora tratando de negociar el camino a seguir para obtener respuestas y para navegar por el papeleo VA.

8/5/16

INDIAN JOURNAL DICE QUE ARGENTINA, BRASIL, CHILE Y VENEZUELA ESTÁN INTERESADOS ​​EN MISILES SUPERSÓNICOS BRAHMOS


Por Roberto Lopes







El periódico Financial Express , uno de los más importantes de la India, publicó el domingo (01.05), el sistema de crucero de misiles supersónicos BrahMos , una producción conjunta de las industrias de Rusia y la India en el interés de cuatro países de América del Sur: Brasil , Argentina, Chile y Venezuela, así como África del Sur.



Una fuente del periódico aseguró que la empresa comercial BrahMos Aerospace , la Organización para la Investigación y Desarrollo de Defensa de la India ( Investigación de la Defensa y la Organización para el Desarrollo, o DRDO) y la oficina del proyecto del cohete NPO Mashinostroyeniya de Reustov en Rusia, ya hubo conversaciones preliminares mantenidas con militares de todos estos países.

De acuerdo con el Financial Express , el Ministerio de Defensa de Venezuela, muestra un interés especial en la versión aérea de BrahMos, y el asunto puede ser discutido al final del año, durante lavisita del primer ministro indio, Narendra Modi, a Caracas.

Otros países de América del Sur estarían más interesados ​​en las otras versiones del misil, conveniente para el ambiente marino: baterías de defensa costera y lanzadores vector contra objetivos en tierra, instalados en fragatas y submarinos.


Brasil, Rusia, India y Sudáfrica forman parte, junto con China, el Grupo de los BRICS.

El Financial Times dijo que los oficiales de la Marina de Brasil plantearon la hipótesis de adquirir los misiles directamente a la India.

El año pasado el primer ministro Modi había declarado que la industria de guerra de su país estaba dispuesto a vender armas y sistemas de defensa a los "países amigos".



Disparar y olvidar

El BrahMos es un misil de dos etapas, accionado por un servomotor accionado por propelente sólido. Corresponde a la primera etapa de verificación de la velocidad supersónica al vector.

El arma funciona por el principio dispara y olvida ( "dispara y olvida") la adopción en el curso de su vuelo, perfiles de desplazamiento variable. Se puede extraer el aire a una altura de 15.000 metros, y correr a la meta a sólo 10 m de las olas del mar.

BrahMos Aerospace garantías: en comparación con otros misiles de crucero de su tamaño considerado como el "estado del arte", el BrahMos es (1) tres veces más rápido, (2) capaces de alcanzar blancos a distancias de 2,5 a 3 veces más grande, (3) tiene una cabeza buscadora de blancos de tres a cuatro veces más eficientes, y (4) una capacidad para generar energía (destructivo) en el impacto con el objetivo de nueve veces más alto que cualquier misil de crucero en su categoría.

"Nuestra segunda planta de fabricación está listo", dijo el Financial Express Promoción General Gerente de Marketing y Exportación de BrahMos Aerospace , Praveen Pathak, "y entre las instalaciones se están construyendo."

Pathak dice que su producto tiene especificaciones que son pocos los competidores que serán capaces de igualar.

El precio unitario de BrahMos se estimó entre 2 y 3 millones de dólares, dependiendo de la versión seleccionada por el cliente.



Noticias Generación


Después de la Hindustan Aeronautics Limited (HAL), la principal industria aérea India, integro con éxito un misil BrahMos -A el caza multipropósito Su-30 Mk I, de origen ruso, ruso y diseñadores de la India de nuevo a la mesa de dibujo para crear un BrahMos más más ligero y de menor diámetro, que se ha llamado mini BrahMos , o BrahMos -M.

Concepto del artista que muestra las BrahMos-A ser despedido de un caza Sukhoi Su-30 MkI

Esta versión M llegará al mercado internacional, posiblemente tan pronto como el próximo año (o en 2018), como BrahMos -ng ( Nueva Generación ).

Tendrá 6 m de longitud, peso entre 1,4 y 1,6 toneladas y un tipo compacto de motor, pero capaz de propulsar el misil a una velocidad de Mach 3.3, llevando una ojiva de 300 kg de alto explosivo a distancias de hasta 300 km.



7/5/16

“EL ROL GEOESTRATEGICO ARGENTINO”



¿Tiene el actual gobierno de Macri un plan para afrontar las contingencias que surgen del convulsionado escenario internacional?

Por Javier .B Dal



Mientras la Argentina se revuelve entre purgas internas, escándalos judiciales sin precedentes y dramas económicos que no parecen tener final, su perfil dentro del concierto de la política internacional pasa desapercibido para el común de una sociedad que vive absorta en temas domésticos y contingentes, sin darse cuenta que son actores extranjeros los que en estos delicados momentos están decidiendo el destino que como estado, deberá dirigirse.


Ante todo partamos de la base de que, como país, la Argentina ha sido despersonalizada en su papel geopolítico y de ello se han ocupado los diversos gobiernos que han venido pasando en los últimos cuarenta años –para no hacer una mirada más atrás- cumpliendo en forma inconsciente en algunos casos o deliberadamente en otros, las proyecciones que tanto gobiernos como grupos de poder privado en Washington y Londres, trazaron en sus planeamientos estratégicos para “América Latina”.


Para ver hacia donde puede dirigirse el país, debemos tener en cuenta dos cosas: Primero que la crisis económico-financiera es de alcance global y segundo, que hay una guerra en marcha con la misma magnitud.


Son dos situaciones lo suficientemente importantes como para ocupar de lleno la agenda de los temas de la geopolítica internacional. Lo estamos viendo desde ya hace cinco años como se han abierto varios frentes de guerra en el norte del áfrica y que se han extendido al Medio Oriente sin que haya esperanzas de un cese a las hostilidades. Es más, en el 2015 se vio como algunas operaciones de terrorismo bien organizado y que se endilgaron a presuntos elementos islámicos, fueron calculadamente ejecutadas en suelo europeo, preparando el terreno para lo que vendría luego. Tampoco hay que olvidar la situación en Ucrania y las continuas provocaciones de EEUU sobre el Mar Báltico, el Mar Negro y los roces que ha tenido con China en su mar meridional.




Es en este escenario que todos los países –sin excepciones- tienen un rol determinado y nadie puede escaparse a los intereses que están en pugna. Mientras algunos países se han –o más bien fueron convertidos-convertido en campos de batalla para buscar rediseños regionales y geopolíticos planificados especialmente desde Washington, otros son aportantes de recursos humanos para esas luchas, otros de recursos financieros, otros de logística, algunos de proveer las armas adecuadas en fin (Caso de Bulgaria), cada uno involucrado en algún grado en esta nueva pulseada que se da entre el bloque integrado por EEUU, la UE e Israel por un lado y Rusia, China e Irán por el otro.


Pues bien, muchos se preguntarán ¿Dónde entra la Argentina en todo esto? Aunque cueste creerlo, los polos de poder que se están disputando el efectivo control de los mercados financieros, de recursos energéticos y obviamente de áreas geográficas vitales para mantener una superioridad estratégica sobre el adversario, ven en el Cono sur y en especial en la Argentina, un espacio vital y de alta prioridad estratégica que figura desde hace décadas, en los proyectos de las potencias para que cumpla con los objetivos que allí se han trazado.


Los medios para llegar a su conquista son claramente bélicos y ello puede verse en el caso norteamericano especialmente, que sacudido por una deuda pública interna que prácticamente revela la posible quiebra del estado y la pérdida del peso especifico del dólar en los mercados asiáticos, están mostrando señales desesperadas que podrían desatar un choque bélico entre los grandes actores.


Sin dudas es de esperar que si no se da ese choque en forma accidental será fabricado para sí o sí, desatar un conflicto que traerá la tan esperada reactivación de la economía de guerra a gran escala que llena los bolsillos de los grandes magnates de industria militar estadounidense (v. Carlile Inc, Lockeed, etc), europea e israelí (IMI) que hoy satisfacen las necesidades de los conflictos convencionales en boga. Hoy por hoy en los EEUU la compulsa para ver quién será el próximo presidente, ha puesto sobre la mesa estas relaciones sucias en las que los intereses corporativos del complejo militaro-industrial, terminarán ungiendo al candidato que mejor les beneficie.


En medio de estos temas, tenemos a una Argentina casi “naif” o más bien, mantenida en un estado de sopor para que sus ciudadanos y habitantes, no logren darse cuenta qué es lo que hay preparado para el país y que en esos planes, ellos –los argentinos- no cuentan. Para esta tarea colaboran los medios y una clase política veleidosa que son alquilados por los dineros provenientes de entes públicos y privados extranjeros. Para esta clase política, “estos temas no son relevantes” –en referencia a la geopolítica y los intereses nacionales-,llegando incluso a proponer que “habría que disolver las FFAA” como lo señalo un empresario llamado Martín Vasavsky porque según él, “el país carece de enemigos”; o la brillante propuesta de Miguel Ángel Toma cuando en momentos que ocupaba su sitial en la SIDE menemista llegó a decir “que además de disolver a las FFAA, había que poner a la Argentina bajo la protección de la OTAN”.


Estas conclusiones además de ilógicas demuestran el desconocimiento de la realidad geoestratégica regional en la cual, estamos viendo como por ejemplo, Chile desarrolla un programa de expansión de sus modernas bases militares más cerca de las fronteras, la adquisición de modernos equipos bélicos a Gran Bretaña y su abierta colaboración marítima en aguas australes con la Royal Navy sin que Argentina haya incluso, a tomado medidas de contingencia para contra restar futuros incidentes.


Son algunos de los ejemplos del “profesionalismo y compromiso” de los funcionarios pasatistas argentinos de la década de los noventas que rozaban el simplismo infantil pero que en realidad es un proceder malicioso, que en última instancia buscan allanar el camino de Washington a la fácil dominación del país. 





Pero el EEUU actual ya no es aquel de los noventas. Por estas horas, las declaraciones de un imprevisible Donald Trump han llevado desde el entusiasmo de los poderosos lobbies judíos norteamericanos a la más absoluta desazón ya que, tan solo unas pocas horas antes de publicar éste artículo, éste candidato no solo ha quedado como el único representante del partido republicano –tras el abandono de Ted Cruz- sino por sus declaraciones en las que dejó en claro que si es elegido presidente, su política será “América primero”, terminando con las dos décadas de intervencionismo unilateral que además de beneficiar a Tel Aviv, solo han traído pérdidas para EEUU y los países intervenidos.


Tras estas palabras, los medios han acelerado sus golpes contra el magnate que pone en riesgo la subsistencia de la geopolítica tejida durante los últimos veinticinco años que sin dudas ha beneficiado a Israel. A pesar de que se ha tratado de manchar la imagen de Trump con argumentos tales como que se trata de un millonario excéntrico sin idea de la política, un bohemio, un xenófobo y hasta un delirante aislacionista, lo cierto es que sus últimos speechs han dejado en claro que más que cualquiera de éstos calificativos, “Donald” es más bien un “realista político” , que representa al estadounidense medio, que hace tiempo se hartó de ver cómo cotidianamente su país es la mala noticia en todo el globo.


Por otra parte y según los antecedentes a la vista, la posible presidencia en manos de Hillary Clinton no mejora las expectativas para EEUU. Su gestión al frente de la cartera del Departamento de estado ha estado marcada por los escándalos enmarcados en los siniestros episodios de la intervención que la Casa Blanca puso en marcha en el norte de África, Medio Oriente y Ucrania, sin olvidar su conexión con el asesinato del embajador norteamericano en Bengazi en 2012.


Entre tanto, Rusia sigue sus preparativos para contener los avances que la OTAN está realizando a lo largo de toda su frontera terrestre y marítima, que no ha escatimado en actos de provocación que hasta hace poco, culminaron con serias advertencias para sus navíos que maniobraban sugestivamente por el Mar Negro, los cuales al ser interceptados por aviones rusos SU-24 terminaron quedando al garete tras ser completamente inutilizados sus instrumentos eléctricos. Tal como revelo un informe clasificado de la DIA al Pentágono tras el incidente del destructor “USS Donald Cook” ocurrido el 12 de abril del 2014 en aguas del Mar Negro, un dispositivo de algún tipo de carácter electromagnético, inutilizo la electrónica del buque sin que fuera posible poner en operaciones los equipos auxiliares de energía. No hubo posibilidad de prevenir el evento… quedando el buque inerme. Estas son solo algunas consideraciones de lo reportado en aquella oportunidad.


Y estas son solo las pulseadas visibles. En el clandestino mundo del espionaje las idas y venidas utilizando el conflicto en Medio Oriente, las acciones muestran ser mucho más encarnizadas y cruentas que las de sus colegas militares. Las acciones de infiltración, sabotajes, asesinatos y atentados, son tantas como las batallas que se libran a cielo abierto en los territorios de Siria, Iraq, Yemen o Libia. Si ello escala a mayores, habrá pocos lugares en el mundo donde refugiarse. Ya en la última etapa del gobierno de CFK, la Argentina se estaba viendo tironeada para que fuera una pieza más –no más que un peón-del gran tablero geoestratégico que conducen Washington y Moscú.




Ambos bandos ven en la Argentina el “lugar” para reserva y refugio, es por ello que no importa e incluso no debe lograr desarrollar un estado soberano. Lo que interesa es el espacio físico que representa todo el territorio y vendría a ser algo así como la retaguardia, el refugio para los personeros que necesiten esconderse en momentos de infortunio o incluso mudar toda su infraestructura estatal ante la inviabilidad de permanecer en su anterior sitio. En esa línea el país sería algo así como un “aliado pasivo” que solo mira y espera sin participación activa en las operaciones que llevan adelante los países centrales; solo observa y tolera sin posibilidades de poder actuar o incluso opinar imparcialmente.


En esta misma postura es que Tel Aviv busca tener al país, utilizando los atentados en Buenos Aires y en última instancia el asesinato del fiscal Nisman, culpas mediante, bajo su disposición a forma de reservorio ante la posible inviabilidad de su presencia en Medio Oriente.


Pero también habría planes para que Argentina sea un aliado más activo y protagonista de los cambios que se darán con la crisis que pronto se convertirá en confrontación abierta. Por supuesto que, su papel será el de encabezar algún tipo de actividad en el campo político y diplomático que impulse la postura de la potencia dominante, sin los riesgos de participar en las acciones bélicas que se están desarrollando y de las que se desarrollaran.


Igualmente, Argentina será el granero, pero no del mundo ya que surtirá los recursos energéticos, granos, productos alimenticios y de avances científicos a la elite que logre controlar el Cono sur. Precisamente y retomando el anterior punto, el país podría también adoptar un rol protagónico inmiscuyéndose en las acciones hostiles que lleven en breve EEUU y sus aliados de la OTAN, que vienen escalando en sus intentos por rediseñar las regiones del centro y Norte de África, el Medio Oriente –con especial interés en engullirse a Irán- y con aspiraciones de replicarlas en Ucrania, Georgia y regiones conflictivas como el Nagorno Karabaj para debilitar a la geopolítica de la Federación rusa. En este sentido, si se comienzan a cumplir las supuestas entregas de equipos y armas norteamericanas, israelíes, francesas a las FFAA argentinas, seguramente será con fines de que Buenos Aires secunde las nuevas aventuras que se están ultimando contra Siria, Irán o incluso a exóticos teatros como el Mar meridional de la China, el Mar Báltico o incluso para operar en la península del Yemen.





Incluso y siguiendo con el punto de vista militar, fuentes reservadas habían confirmado que el hoy presidente Macri y sus comitivas que habían viajado a Washington el año pasado y tras haber establecido contactos con influyentes políticos conservadores del Neocon, habrían obtenido de varios funcionarios de la Casa Blanca y del Pentágono garantías de que si ganaba la presidencia, se ampliarían las posibilidades de que Argentina ingresara a la Alianza Atlántica, OTAN, para lo cual y como parte de los beneficios de dicho ingreso, EEUU instalaría una base aérea en la Patagonia que serviría como apoyo logístico y táctico a la 4º Flota del Comando sur conllevando beneficios indirectos como serían, la creación de empleos de servicios para civiles que trabajarían en la base, creación de polos comerciales en su alrededor y el desarrollo urbanístico que lo acompañaría.


Igualmente y pese a esto último, existe una realidad en el terreno que no facilitara esos planes y es que, hay una base de la república Popular China en Neuquén que no puede ser ignorada y permitir a los norteamericanos instalar una base militar en la misma Patagonia, involucraría directamente al país en el peligroso juego geoestratégico sin que –considerando el famélico estado de la defensa- exista el mínimo poder de intervenir para garantizar los intereses nacionales.

28/4/16

“¿EXISTEN ALTERNATIVAS PARA LA DEFENSA?”


SEGURIDAD Y DEFENSA




La actual situación económico política de Argentina parece condicionar el desarrollo de un sector defensivo razonablemente óptimo: ¿Hasta cuándo?

Por Javier B. Dal




Aunque el gobierno de Mauricio Macri parece poco decidido a encarar una carrera seria y planificada para reconstruir el abandonado sector de la defensa nacional, las necesidades de una clara política geoestratégica ante los reales y muy cercanos peligros que se ciernen a nivel global, se hacen cada vez más patente la necesidad de construir un área de defensa acorde a las conflictivas circunstancias mundiales, pudiendo hallar solución con algunas políticas decididas que incluso beneficiarían económicamente a las arcas del estado nacional.


No es un secreto que Argentina se halla indefensa y por ello corre un riesgo cierto su integridad no solo territorial sino también en las que involucran a la faz política y económica. Tal como lo hubo razonado alguien ya hace mucho tiempo, quien pretende ser independiente de aquel que depende su plato de comida, se hace claro que es muy difícil que pueda existir tal pretendida independencia. Ello quiere referir puntualmente a que, Mauricio Macri pese a su alineamiento ideológico y político con los centros de poder anglosajones, sabe que no puede pretender cosas que aquellos no están interesados en conceder. Y esto se traspola a la lamentable situación de las FFAA argentinas, que a lo largo de éstas tres décadas, han venido desarmándose sin que los gobiernos pasatistas hayan tomado cartas en el asunto. Pese a que, en los sucesivos proyectos de presupuesto anuales para el área, se sigue manteniendo una ambigua fórmula de “modernización en la formación y desarrollo y fortalecimiento de su capacidad operacional”, los resultados en el terreno de la realidad solo muestra una decadencia pavorosa.


Si alguien no entiende el por qué de semejante situación, solo basta recordar la charla que tuvo Mauricio Macri con el primer ministro británico David Cameron en la cumbre de Davos, en la cual además de haberse impuesto el silencio sobre reclamaciones diplomáticas sobre Malvinas, se dejo en claro que Argentina no debe recuperar su capacidad militar y de ser posible desarmarse completamente (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/defensa-y-seguridad-fuerzas-des-armadas.html )


Sin dudas, ante estas directivas foráneas que para peor parecieran irse acatando al pie de la letra por el actual gobierno, las esperanzas de reconfigurar un planeamiento estratégico para la defensa se ve muy difícil de ver. Si ello continua, habrá que revisar cual es el nuevo significado de la palabra soberanía o simplemente erradicarla del diccionario político argentino.


Esta política de desarme y estancamiento no es nueva ni causal. Desde la asunción del primer gobierno de Juan Domingo Perón, la puesta en marcha de políticas nacionales, entre ellas la de defensa, fueron rutilantes y ampliamente conocidas en todo el continente. Con miras a sacudirse la dependencia de equipos bélicos de Gran Bretaña y con un proyecto geoestratégico claro que se combino con aspiraciones político-económico regionales –como fue el tratado del ABC- Perón entendió que si querían tener éxito, había que desarrollar un brazo armado fuerte y vigoroso para no caer bajo las fuerzas de atracción imperantes de esa época como eran el imperialismo anglosajón y el Comunismo soviético. Así y con la férrea decisión política de un verdadero gobierno nacional y popular se le encargo la tarea de estructurar los cimientos de la industria militar argentina al ingeniero y General de Div. Manuel Savio quien entre otras tareas, creo la Planta siderúrgica SOMISA donde se elaboraban estructuras metálicas bajo la dirección de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM).


Pero tras la gestada caída de Perón en 1955, estas áreas de la defensa fueron lentamente erosionadas por las continuas intromisiones de asesores y aparentes consejos desinteresados de Washington quienes simplemente buscaban cerrar todo tipo de producción siderúrgica y por supuesto, el desarrollo de una industria de carácter militar.

   Bateas de TAM abandonadas tras el cierre de la fábrica



La que una vez fue la industria militar más importante de sud América y tras el paso de gobiernos ciertamente calamitosos para el interés nacional, paso a ser una reducida molécula industrial que solo elabora municiones convencionales para pistolas, fusiles y algunos calibres de ojivas de artillería en la Planta de Río tercero y Fray Luís Beltrán. A la miseria que se sumió el área se agregaron los desmanejos mafiosos que se llevaron adelante durante la era menemista y que entre otras, culminó con la voladura de la Fabrica de Río Tercero en Córdoba, tan catastrófica como los atentados contra la embajada y la AMIA llevados adelante en Buenos Aires. Incluso ésta miseria, sigue presente hasta nuestros días con las repetidas situaciones irregulares en las cuales se han detectado el faltante de toneladas de municiones de variado calibre de la Planta Fray Luís Beltrán que, según informes de inteligencia han ido a parar tanto a Paraguay, a las favelas de Brasil e incluso a grupos de mercenarios que hoy por hoy asolan a Siria.


Recordemos que la industria militar argentina había llegado a desarrollos tan importantes como tecnológicamente destacables, que entre otros productos, había comenzado a mediados de la década de los setentas, la fabricación de los primeros misiles con cabeza inteligente de todo el Cono sur denominado “Cóndor”, algo que no fue dejado pasar por los enemigos del país y que, tras intentos por sabotear el programa terminaron siendo usados y usufructuados económicamente en otras latitudes (. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/veteranos-de-ayer-tecnologia-militar.html )


Otro de los logros que había desarrollado y que representaba uno de los adelantos tecnológicos en el Cono sur era la fabricación de los famosos tanques “TAM” , que se ensamblaban en la fabrica estatal TAMSE ubicada en la Fábrica Militar de Río Tercero en Córdoba. El cese definitivo de la producción de éste vehículo blindado, vino a poner punto final a una industria nacional de punta que curiosamente, se dio en 2012 en pleno del gobierno “nacional y popular”, quien supuestamente con semejante rótulo, debió haber propendido en sostener un área tan vital y estratégica para la defensa nacional. Hoy se conoce que, Israel realizaría algunas reformas a los pocos tanques existentes a un costo bastante discutible.


Algunas informaciones filtradas en círculos de la inteligencia militar, el cierre de la TAMSE y de los edificios anexos de la planta de ensamble habría estado gestionado por el Foreing Office desde Londres que, mediante sugerentes conminaciones a no provocar a la corona, apretó al gobierno berreta de Cristina quien carente de decisión política, opto por obedecer al interés inglés.

F-18G "Growler"



Escandalosamente el presupuesto actual para las tres fuerzas no alcanza ni siquiera para cubrir las necesidades básicas operacionales. Según se ha conocido, la cifra que cubre el presupuesto para el presenta año ascendería a unos 69.000 millones de pesos que, pasados a dólares hacen unos 4.818 millones de dólares que en lo que hace a la adquisición de equipos militares es una miseria. Algunos ejemplos nos dará la idea de lo que estamos exponiendo. Por ejemplo si el gobierno de Macri pretendiera estar a la altura de sus mentores en Washington o, siendo más realistas, al nivel de las Fuerzas Armadas de Chile, la adquisición de un avión de combate norteamericano como el EA-18G- “Growler” (que posee la FACH) debería desembolsar unos 102 millones de dólares por unidad y sin contar con los implementos. Si imaginamos que el gobierno de Macri pretende armar una escuadra de tan solo ocho de estos exponentes, debería desembolsar la suma de 816 millones de dólares quedándole aún unos 4000 millones para atender el resto de gastos y armar a las otras dos fuerzas.


Destructor clase "Aleirg Burke"



En el caso de la Armada, la situación es tan crítica como la de sus colegas de la Fuerza Aérea que ha quedado comprobada con la inexistencia de una flota de guerra que pueda garantizar la soberanía política y económica de las extensas aguas que tiene el litoral argentino. Supongamos –y haciendo un verdadero esfuerzo de imaginación- que Washington da la autorización para entregar a la Argentina unos 20 destructores clase “Aleirg Burke” y para lo cual, le hace una rebaja en la adquisición de estos buques con casco de acero a unos 500 millones de dólares la unidad. Al hacer las cuentas, los encargados del ministerio de defensa se darán cuenta de que será imposible costear la adquisición simplemente por el hecho de que el presupuesto no alcanza. Pareciera algo que no interesa a la clase política que dice representar los intereses nacionales y mucho más si lo contraponemos con algunos ejemplos de lo que son las amenazas actuales y globales.


A modo de comparación entre el escuálido presupuesto argentino y el que insumen algunos grupos irregulares para el gasto de su armamento y operaciones, baste el ejemplo del llamado “ISIS” que en el 2015 publicó que su presupuesto para solventar su lucha contra los gobiernos apostatas de Siria e Iraq, alcanzaba a más de 2000 millones de dólares lo que, pese a no ser un estado real y sin estructuras como las que se conciben en un estado-nación , representa una muy respetuosa caja de recaudación. De este presupuesto, se compran equipos, armas, misiles antitanque, municiones, explosivos y equipos de comunicaciones de última generación. Además se pagan salarios mensuales a los combatientes que rondan entre 300 a 650 dólares por cada hombre. Si a ello le agregamos que las filas de ésta organización alcanzaría unos 50.000 efectivos, el costo de mantenimiento de sus sueldos es realmente importante. Y si eso no bastase, para finales del 2015 el balance de la organización había publicado que habían logrado un superávit que ascendía a los 215 millones de dólares provenientes del negocio del tráfico de crudo.

minúsculo ejemplo de las armas que emplea el ISIS



Para lo que va del año 2016 y a pesar de los reveces propiciados por la intervención rusa en Siria, el presupuesto del “ISIS” no parece haber mermado, algo que quedo demostrado con la adquisición equipos más sofisticados y armas portátiles recién salidas de fábrica. Siguiendo con las comparaciones, el “ISIS” tiene mayor capacidad de fuego que tienen las tres fuerzas en conjunto lo que, desde el punto de vista operacional debería preocupar a los cerebros que se encargan de esta cartera.



Por último y volviendo a la Argentina, vemos que si comparamos estas realidades y le agregamos las mega estafas de la clase política que han sumido al país en un estado de dependencia abominable y tomando el ejemplo de la estafa de 650 millones de dólares correspondientes a los fondos de Santa Cruz a cargo del matrimonio Kirchner, convertido a pesos el botín con que se alzaron éstos dos pájaros de cuenta asciende a nada más ni nada menos que 9.259 millones de pesos, una nada despreciable suma para solo una familia santacruceña que no se halla muy lejos del escuálido presupuesto castrense. Y este es solo un ejemplo de todo lo que podría mejorarse si mucho de los dineros que se han malversado y que han ido a parar a políticos corruptos como los K, volvieran a las arcas del estado para entre otras áreas, comenzar a diseñar y reestructurar alternativas de defensa concretas que con los tiempos que corren no pueden dejarse esperar.

24/4/16

“AQUEL EXTRAÑO ACOMPAÑANTE DEL T.88”



Un supuesto episodio de pos guerra del Golfo Pérsico que demostraría el temor latente que Londres mantenía sobre la presencia Argentina en aquel conflicto.

Por Dany Smith 




Era a mediados del mes de abril de 1991 cuando la escuadra Naval Argentina que volvía de su participación en la guerra del Golfo Pérsico, no advertía que desde lejos y muy discretamente venían siendo observados por uno de los “aliados” con quienes habían compartido tareas en aquella guerra. Con la mayor discreción y sin menospreciar la capacidad demostrada por los marinos Argentinos en aquella guerra, los ojos británicos observaban con sigilo el regreso a casa de sus viejos rivales. Según informes “reservados” de la real inteligencia naval que fueron ventilados en Internet, estaban siendo seguidos por el submarino británico HMS “Tireless” que obviamente no operaba por cuenta propia. Habiendo pasado el ecuador, el destructor “ARA Alte Brown” y la corbeta “ARA Spiro” navegaban a velocidad crucero sin las preocupaciones y lejos de los nervios que habían soportado en aquellos meses en el duro Teatro de Operaciones en Kuwait, sin advertir que habían entrado en zona de la jurisdicción de la OTAN bajo el control de la base británica de la RAF que se halla en la isla Ascensión.


Pese a que la guerra por Malvinas había terminado hacía casi una década, extraoficialmente los británicos no tomaron con muy buen agrado la participación argentina en el Golfo Pérsico. Aunque al principio menospreciaron la posibilidad de que Argentina pudiera ofrecer algún aporte valorable a la misión, el tiempo terminó demostrándoles que pese a la crisis interna que pasaban, sus capacidades operativas terminaron siendo destacables. Eso llevaría a que tras la finalización de la operación “Tormenta del Desierto”, los cerebros de Royal Navy tras sus informes al Foreing Office, se decidiera echar un ojo más cerca a éstos circunstanciales aliados.

 No se trataba de una cuestión de sentimentalismos nacionalistas o de patriotismo –del cual los británicos no hacen mucho caso-. Las objeciones, especialmente provenidas de los sectores castrenses y del Ministerio de defensa de entonces, se fundaban en que la inserción de Argentina en semejante contexto, podría darle ínfulas y muy buen crédito a la vista de los norteamericanos. Otro de los temores estaba en el posible acercamiento institucional entre las armadas norteamericana y argentina que pudiera culminar con la adquisición de nuevos equipos y navíos más modernos.




La guerra había terminado pero para los británicos, los argentinos seguían siendo una seria preocupación para sus intereses en el extremo sur. Fue tras el final de aquella contienda, que Londres reforzó su presencia naval y aérea en las islas con el respaldo estratégico de la OTAN. A pesar de que también el Foreing Office puso el grito en el cielo cuando se entero que una fuerza naval argentina participaría en las operaciones del Medio Oriente, la administración de George H. Bush por intermedio del Departamento de Estado y el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto General Collin Powel, llamaron a la moderación de sus colegas británicos y a tolerar las nuevas reglas de juego que se ponían en marcha. “Los argentinos ahora son nuestros aliados…y deben ser tratados como tales” –habría dicho Powell a su homologo británico- en una de las reuniones que se celebraron para la coordinación de las operaciones en marcha. A contra parte de esta postura en la que Washington buscaba solo, juntar cuantos aliados pudiera, Londres y en especial el Ministerio de Defensa ante la realidad imperante, no dejarían pasar la oportunidad para estudiar de cerca a los enemigos íntimos más dañinos de finales de siglo.


Según varios informes que fueron calificados como “clasificados” por el organismo de inteligencia que operaba en el teatro de operaciones y que estaba dirigido y coordinado por cerebros estadounidenses, no dejaron pasar las continuas maniobras de observación y de vigilancia indirecta que los británicos realizaban por su cuenta sobre las dos unidades argentinas que se hallaban desplegadas en el sur de aquel escenario.


En algunos pasajes de uno de estos documentos se señala que mediante la observación con prismáticos de alto poder se hubo estado controlando las tareas y movimientos del destructor “Alte. Brown” y la corbeta “Spiro”. Como los norteamericanos controlaban las comunicaciones y el sistema de vigilancia electrónica por satélite, fue imposible para los británicos tratar de usar esos recursos para escudriñar impertinentemente dentro de las naves argentinas. Fue por eso que debieron echar mano a las viejas herramientas del espionaje militar. Las mismas se habrían realizado día y noche (con prismáticos NIGHT-SCOPE y señales de luces) desde vuelos de helicópteros y desde buques como el hospital flotante “HMS Argus” y el destructor “HMS Cardiff”, elaborando un informe pormenorizado que sería entregado a Londres a finalizar la campaña. Precisamente, éste destructor que era de la misma clase de los gloriosos “ARA Hércules” y “ARA Santísima Trinidad” había sido parte en la guerra de Malvinas en 1982, operó muy cerca del grupo argentino.




Pero las indagaciones sobre las actividades de los argentinos y de su material naval, fueron más allá de las aguas del Golfo y según continuaba el informe, era parte de éstas operaciones, que un submarino siguiera en detalle la travesía que realizarían para la vuelta. Algunas versiones agregaban que los comandantes de la Royal Navy en “WhiteHall” no estaban muy de acuerdo con esta operación y que de no haber una orden firmada por la propio ministro (John Major), había que insistir con su innecesariedad. Pero las ordenes políticas del Foreing Office parecieron imponerse por sobre las cautelas de los altos oficiales navales.


Según esta versión, la operación británica tenía que pasar inadvertida tanto para los argentinos como para los EEUU ya que si eran descubiertos podría causar un incidente diplomático dándole argumentos a Buenos Aires para apelar a la mediación de Washington y una posible reactivación del tan molesto y ácido tema de la soberanía que a esa altura el gobierno de Menem ya había congelado con los llamados acuerdos de Madrid firmados entre julio de 1989 y febrero de 1990 que se complementaria con el –muy poco conocido- acuerdo firmado el 11 de diciembre de 1990 nominado como el “Acuerdo de Londres”. Era por esta delicada circunstancia que sus movimientos deberían ser tan sigilosos como discretos.


Cuando entraran a aguas de países de la OTAN debían mantenerse fuera del alcance de sus sonares y no despertar sospechas ya que ni los norteamericanos y menos aún la OTAN estaba al tanto de estas pesquisas. De esta forma el submarino “HMS Tireless” que se encontraba en reparaciones en Gibraltar fue asignado a la tarea de interceptar a los objetivos argentinos en las proximidades de las islas Canarias y desde allí seguirlos hasta su llegada a Puerto Belgrano en la Argentina. Sobre la nave que persiguió a la escuadra argenta, surgen algunos contrasentidos ya que otros informes de inteligencia de la época señalaban que el submarino que se hallaba presente a la fecha en la ruta de las naves argentinas y que fue detectado tras el cruce del ecuador era el “HMS Superb” que se hallaba operando al norte de la isla de Ascensión a unas 6 millas de “English Bay”.




El reporte de un helicóptero “Sea Linx” de la Royal Navy con base en Ascensión, dio cuenta que el 11 de abril de 1991 cuando patrullaba por las aguas del norte de la isla habría avistado a uno de los buques argentinos que preparaba su derrota hacía puertos brasileros, presumiblemente Fortaleza o Natan.


Continuando con este reporte, la tripulación del helicóptero ni los mandos en la base de la RAF de la isla, estaban al tanto del seguimiento que se estaba haciendo. Aunque el hecho es bastante dificultoso por la distancia que se asegura el contacto visual, lo cierto es que en esos momentos un submarino británico ya estaba siguiendo con mucha cautela y a una distancia prudente al convoy.


Según revelan otras fuentes, el desarrollo de la operación solo estaba en conocimiento del capitán del submarino, el Comodoro Christopher Craig y el entonces responsable del Foreing Office Douglas Hurd, quienes solo mantuvieron contactos informativos mediante reportes escritos a sobre cerrado y las conclusiones volcadas en el informe. Sobre los pormenores de éste, las fuentes dieron a conocer algunos de los puntos que involucraba la tarea de seguimiento a los argentinos. Se trataba de un cuestionario que tenía puntos desde la identificación de tripulantes que habían participado en la guerra de Malvinas hasta la evaluación del desempeño de las tripulaciones, estado de sus equipos, armamento, pericia sobre sus tareas, grado de profesionalismo y ánimo advertible calificándolo con una tabla numérica del 1 al 5; estado de sus helicópteros embarcados y posibles modificaciones advertibles; ¿Qué armas portaban y si tenía misiles, origen, tipo, clase, y detalles de su apariencia física?; estado de su electrónica y contramedidas; sistemas de radar y posibles mejoras en general etc, etc, etc.


Una última observación a lo que planteaba esta operación y según lo indicó la fuente que filtró esta información, el objetivo último y más trascendente de esta “Task Force” habría sido conocer si la Armada argentina mantenía alguna capacidad ofensiva o posibles perspectivas de que pudiera amenazar a sus instalaciones militares en Malvinas, Georgias y Sandwichs del sur.


Para algunas fuentes, la decisión tomada por los británicos fue impulsada por una obvia necesidad de testear o quizás mejor dicho, de verificar directamente y sin intermediarios el estado operativo de su enemigo sudamericano que sorpresivamente había pasado a ser un estrecho colaborador de Washington. Aunque su curiosidad pudo haberse satisfecho con un pedido de informe a sus colegas norteamericanos sabían que era muy posible que solo le informaran pormenores que no tenían la mínima importancia para “Asuntos exteriores”. Para la mentalidad inglesa, el gobierno de Menem y su aparente vuelco hacia la OTAN supuso que los argentinos se traían algo bajo la manga y así era, querían cerciorarse de que se trataba.


Este raro episodio de espionaje en momentos que justamente se derrumbaba la URSS y con ella, todo aquel escenario de la guerra fría que se caracterizo precisamente en décadas que insumieron incontables recursos destinados al espionaje y contraespionaje, fue enterrado y mantenido bajo el más absoluto secreto en los polvorientos archivos de la Real Inteligencia Naval que luego de 25 años, vinieron a salir a la superficie por mera casualidad o tal vez, por la el accionar de manos impertinentes que ha ayudado a desclasificar miles de documentos que hoy pululan por el internet.