21/9/15

“EXISTEN THINK TANKS DE LA GEOPOLITICA ARGENTINA?”


DEBATE


El desafío de salir de la comodidad de la política doméstica para una integración preparada ante los problemas mundiales.

Para muchos argentinos el término “Think Tank” no significa nada. Se trata de una denominación en inglés que refiere a Taque de Pensamiento como forma de identificar a una organización que agrupa a intelectuales y académicos dedicados a elaborar estrategias y planificaciones para el desarrollo de políticas de largo plazo en beneficio de los estados. En el mundo anglosajón este campo está ampliamente desarrollado a las políticas externas y por medio de las cuales, Washington y Londres ponen en práctica políticas que previamente estuvieron pensadas, razonadas y volcadas a “papers” con décadas de antelación.

En la Argentina existen varios de estos tanques, pero con la experiencia política diaria y la realidad que se observa, parecería que todo surgiera de la improvisación y los negocios de oportunidad, que van variando de gobierno a gobierno. En especial en el campo de la política internacional y de una visión propia de la geopolítica, ARGENTINA no ha parido a ningún tanque criollo que se anime a dar un análisis y ensayos de proyecciones más allá del Río de la Plata.

A pesar de esto y aunque cueste creerlo, Argentina ha sido uno de los productores más importantes de material intelectual y reconocido en el séptimo puesto por el Índice Global de Think Thanks realizado por la Universidad de Pensilvania.

La función de estos tanques de pensamiento es la de conectar las investigaciones académicas que proveen alternativas y soluciones para problemas dentro de la vida política, de los servicios públicos y de los temas más sensibles para resolver por el estado. Así mediante la investigación y el análisis se busca influenciar en estos campos de la vida pública (CEDES) que aportan a funcionarios públicos y políticos, herramientas con las cuales resolver los problemas que se vayan presentando en la dinámica vida de un estado.

Algunos de estos tanques nacionales tenemos al Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) que propone nuevas formas de resolver problemas que pueden ir desde el campo de la educación, las artes, las obras públicas y la defensa. Especial dedicación tiene sobre la problemática del desarrollo económico-social, fortalecimiento de la democracia, la promoción y garantía de los derechos humanos y la preservación del medio ambiente.

Otro tanque nacional es la CIPPEC está dedicado a la investigación y el análisis de los problemas que surgen de la falta de transparencia en el manejo de fondos y presupuestos públicos que suelen verse afectados por malos manejos, especialmente en momentos de elecciones.

El CEDLAS “Centro Distributivo Laborales, Sociales” fue creado en la Universidad de La Plata que se dedica a analizar los problemas distributivos, laborales y sociales en América Latina y el Caribe, basándose con el método de recopilación datos mediante encuestas.

Otro es el FIEL “Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas” que tras ser fundada en 1964 dentro de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Cámara Argentina de Comercio, la Sociedad Rural, la Unión Industrial Argentina se dedicó a analizar y ensayar propuestas económicas en el marco de la situación económico-social argentina. Incluso el PRO es un verdadero tanque de pensamiento con aspiraciones políticas y que, cabe decirlo, tiene lineamientos que provienen de políticas foráneas direccionadas especialmente a temas de política y seguridad.

Pero en este repaso de los diversos exponentes del pensamiento académico nacional, se puede advertir que no varían en los abordajes y las temáticas que proponen. Todos ellos abocados a la temática de políticas domésticas y contextualizadas a la política interna. Los temas de la geoestrategia y las soluciones macro para temas del estado insertado en la región y en una posición particularmente estratégica en el mundo lucen ausentes, demostrando el carácter introvertido y adolecente del intelectualismo nacional que se refleja en una clase política temerosa en plantarse en el escenario externo.

Y esta carencia de un tanque de pensamiento estratégico y actualizado a las nuevas circunstancias mundiales, se refleja con mucha claridad en las políticas externas de la república, verdaderas garrapateadas que buscan algún tipo de acceso a posicionamientos geopolíticos en la línea de Rusia y China, matizado con veladas intensiones de último momento de ingresar al BRICS. La clase gobernante y los políticos argentinos en general aun no han asimilado lo que dice el dicho…”para hacer un pastel hay romper huevos”, que se debe conjugar con este otro razonamiento que dice…”y para poder comerlo, hace falta tiempo para que se cocine.-

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