6/8/15

LA MISIÓN QUE PUDO TERMINAR EN DESASTRE



“La crónica desconocida de un peligro en ciernes que pudo haber sido fatal para la Misión GT 88.0”


Corría el mes de enero, más precisamente el día 29 en momentos que las fuerzas aéreas de la coalición seguían machacando las posiciones de los iraquíes en Kuwait y en el interior de Irak mientras las unidades navales que prestaban apoyo de fuego naval y cobertura electrónica desde el sur, el Comando y Control destacado en Basora ponía en marcha operaciones tácticas para tratar de afectar al frente naval que bloqueaba sus desembocaduras.

La Armada iraquí que contaba con cuatro fragatas clase “Lupo”, seis corbetas clase “Wadi Assad” y una variedad de lanchas patrulleras equipadas con cañones y sistemas de cohetería de la ex Unión Soviética altamente letales a corto alcance, fue una amenaza más seria que lo que los documentalistas militares han querido revelar. Fue inutilizada de inmediato por las operaciones aéreas pero ello no dejó inoperativo, varios sistemas de misiles “Stix”, misiles guiados superficie-superficie CSSC “Gusanos de seda” y sistemas SSM “Otomat-II” altamente eficaces si se efectuaba un disparo correcto. Muchos de estos se desmontaron y trasladaron a puntos estratégicos de la península de Fao al extremo occidental de Kuwiat.

Según los reportes de la inteligencia estadounidense, los iraquíes además de capturar los modernos sistemas misilisticos montados en las fragatas kuwaitíes, tras hacerse con ellas las dispusieron para la defensa en el puerto de “Ras Al Qualaya” y en la desembocadura de la península de Fao. Calculando los rangos de alcance de los sistemas MM-40 y los sistemas de defensa costeros chinos que habían colocado los iraquíes en varios puntos de la costa, en apariencias la inteligencia naval norteamericana sabía que flancos eran impenetrables y cuáles eran permeables para una infiltración con botes de los “Seals”. Y bien dicho en apariencias dado que, apenas comenzaron las operaciones los iraquíes estuvieron a un pelo de causar duros golpes contra la fuerza naval internacional.

Pero la sorpresa que había en los arsenales navales iraquíes, era una amenaza mortal para cualquier buque, una que era muy bien conocida por los estadounidenses y británicos. Según se supo más tarde y luego de que cesaron las hostilidades, se comprobó que habían muy bien camuflados en dunas bajas muy bien simuladas de las costas de la desolada Isla Bubiyan, misiles anti buque “MM.40 Exocet” apuntando a boca de jarro al golfo. Este hecho fue mantenido en silencio y paso desapercibido de los record de la campaña del “Desert Storm”.

Fue en esa ocasión y en altas horas de la madrugada del 29 de enero, un misil MM-40 modificado alcanzó y atravesó un crucero estadounidense a unos 120 kilómetros de la costa de kuwaití causando severos daños y un número de bajas que jamás se público. Como pudo y asistido por otros cruceros fue remolcado a un fondeadero de Al Jubail, a muy pocos kilómetros de la localidad de Khafjy, donde los iraquíes dieron su primera batalla terrestre.

A pesar de la intensa guerra electrónica contra las instalaciones de radar y comunicaciones de Irak, un misil pudo ser lanzado y guiado sin que las medidas hubieran logrado bloquearlo. El incidente quedó sepultado bajo el más absoluto silencio.

Según se pudo conocer por documentos clasificados que tras la invasión en 2003, fueron incautados en los archivos de lo que fue el Ministerio de Inteligencia en Bagdad, antiguos memorandos y ordenes de batalla que se habían dispuesto por ordenes de Saddam Hussein contra los buques que bloqueaban la salida al golfo.

Pero eso no era todo; la novedad y el peligro que destaca el informe, estaba radicado en una ingeniosa modificación en los misiles que pudieron haber destrozado a una fragata clase Bronstein en un parpadeo.

Entre los planes que figuran en uno de los documentos se detalla la creación de células de ataque (no más de tres hombres) para montar un misil por grupo en puntos estratégicos del golfo y al alcance de blancos de oportunidad. Incluso se preveía el uso de lanchas OSA que armadas con sistemas “Styx” operarían de noche en operaciones suicidas contra blancos de prioridad como era el acorazado USS Missouri.

Los daños causados a vehículos navales de la coalición, según estos documentos, fueron más que los mediatizados por febrero de 1991. Según documentos de la inteligencia iraquí en las postrimerías de enero y los primeros días de febrero, sus minas, ataques con misiles “Scarabaa” y lanchas señuelo habían dañado tres fragatas, una docena de vehículos anfibios y tres corbetas misilisticas sin precisarse sus nacionalidades.

En uno de los párrafos del documento, se había planificado el ataque de un sector especifico en los adentros de las aguas del golfo mediante botes de goma que portaban comandos hombres rana con minas magnéticas.

Según fuentes de inteligencia SIGNT provenientes tanto de estadounidenses como británicos, el sembrado de minas por parte de los iraquíes fue permanente y los riesgos de asaltos comando a las dotaciones revestían altas probabilidades.

Estos hechos pudieron haber comprometido sensiblemente a la línea de abastecimiento y escolta, pudiendo haber causado un pandemónium naval que hubiera imposibilitado el proceso logístico y a su vez, obstaculizado el despliegue ofensivo en tierra.

El documento con matasellos de la ISI, que pertenece a un cuerpo de varios miles de documentos que fue sacado de Irak, fue traducido por los estadounidenses y archivado entre los miles y miles de documentos que fueron robados de las oficinas públicas de aquel ministerio en plena crisis de caos y por alguna razón ha sido ventilado en varios sitios de la internet como de la llamada “DeepWeb”.

No hay comentarios: