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EL SÍNDROME DE LA GUERRA DEL GOLFO: CRUEL ENCUBRIMIENTO


9 noviembre 2010 · de respsi · en Toxicología. ·



Desde el final de aquella contienda bélica, unos 100.000 veteranos han participado en los registros y estudios del Departamento de Defensa para hacer un seguimiento de los síntomas y el impacto del síndrome. Una docena de comisiones y multitud de estudios han fracasado en su intento de dar una explicación plausible para el hecho de que tal cantidad de soldados sufran serios trastornos de salud después de haber estado en Kuwait hace 12 años. La mayoría de las comisiones gubernamentales americanas apuntan a que el responsable es el estrés psicológico derivado de tener que enfrentarse a un potencial ataque químico y biológico, pero la explicación no convence a los veteranos. El síndrome de la guerra del Golfo podría quedar como uno de esos misterios médicos sin causa ni cura.

La falta de explicación sobre las causas del síndrome sólo contribuyen a perpetuar el miedo. En la actualidad, con los ejércitos de Estados Unidos y Gran Bretaña todavía desplegados en Irak, miles de soldados y sus familias se preocupan no sólo por las bajas que los enfrentamientos con grupos iraquíes afines a Sadam causan cada día, sino también por los potenciales riesgos para la salud que esas operaciones ha demostrado conllevar. Los que fueron soldados allí hace una década se preguntan si su gobierno habrá aprendido la lección.


Después de la guerra yanqui contra Irak en 1991, docenas de miles de ex combatientes apostados en el golfo Pérsico empezaron a experimentar problemas médicos debilitantes y a veces mortales, entre ellos: fallas del sistema inmunológico, problemas respiratorios, dolores de las articulaciones y de músculos, dolores de cabeza, náusea, vómito, diarrea extrema, mareos, fatiga, pérdida de memoria, llagas, problemas intestinales y del corazón e incluso cáncer. Muchos hijos de los ex combatientes concebidos después de la guerra nacieron con problemas. Cónyuges y niños de ex combatientes también han tenido problemas anormales. Además, soldados de otros países que participaron en la guerra también han sufrido de enfermedades parecidas.
Adulteración de historias médicas

Como informamos el año pasado (OR, No. 821, 3 de septiembre de 1995), las FFAA han tratado de destruir o alterar la información médica para tapar la realidad delsíndrome de la guerra del Golfo . Una orden fechada agosto de 1991 de los marines indica que alterar la historia clínica de los soldados fue una orden: “Varias fuentes han sugerido que la documentación de exposición al humo en la región de Kuwait debe de ser incluida en la historia médica de los soldados. Tal información podría sugerir, falsamente, que habrá problemas de salud en el futuro, mientras que hasta ahora la información no indica que haya peligros. A menos de que haya quejas de salud actualmente, no es necesario poner esto en las historias médicas”.

El periódico Army Times, de noticias de las fuerzas armadas, informó el 25 de abril de 1994 que unos soldados de la Marina la acusaron de hacer desaparecer las historias médicas de marineros enfermos en noviembre de 1991. Los marineros afirman que sus historias médicas prueban que fueron expuestos a agentes químicos o biológicos en el Golfo.

Existen claras pruebas de que funcionarios de alto nivel del gobierno y las FFAA sabían que los soldados fueron expuestos a químicos tóxicos durante la guerra. Pero durante años taparon la verdad. En una carta de 1994, el secretario de Defensa, William Perry, y el jefe del estado mayor, general John Shalikashvili, escribieron: “No hay ninguna información, clasificada o no clasificada, que sugiera que se utilizaron armas químicas o biológicas en el Golfo Pérsico”.

Este cruel encubrimiento ha tenido graves consecuencias para los ex combatientes enfermos. Como el gobierno y las FFAA ni siquiera reconocen oficialmente la existencia del síndrome de la guerra del Golfo muchos no han recibido servicios médicos adecuados. El diagnóstico más común que se les da es que sufren del “síndrome de estrés post traumático”, o sea, que son problemas “mentales”. A muchos les han dado drogas psiquiátricas, como Prozac. A otros les dijeron que tenían que pagar el costo de su tratamiento porque sus problemas “no son una consecuencia del servicio militar”.




Fuente:http://revcom.us/a/firstvol/884/gws_s.htm

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